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PASIÓN Y MUERTE DE JESUS

Jesús de Nazareth, hijo de Dios, falleció en la cruz, a las 3 de la tarde de un viernes, luego de que
fuese juzgado y condenado a ser ejecutado. Tras horas de agonía, finalmente se cumpliría el
designio divino: que el moriría para borrar nuestros pecados.
De acuerdo a la historia bíblica, a los tres días, Jesús resucitó de entre los muertos y ascendió
al cielo, para estar al lado del padre.
Entrada triunfal a Jerusalén
Jesús y sus discípulos entraron a Jerusalén para celebrar la pascua judía: en el momento que
entraron, fueron recibidos por una multitud que los recibió con elogios y que proclamaba al
Hijo de Dios como 'El Rey de los Judíos'.
Así inicia la Semana Santa y este instante es recordado en la historia como 'el Domingo de
Ramos. Ahí, se lee el pasaje bíblico que relata esta entrada triunfal de Jesús y los doce apóstoles.
La Última Cena
Otro de los grandes momentos de la historia se encuentra aquí: Jesús ofrece una cena en la que
están sentados todos sus discípulos, incluído Judas Iscariote, el que lo traicionaría momentos
después.
El momento se retrata en el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci y muestra al Hijo de Dios en el
centro de la mesa, rodeado por los apóstoles y compartiendo el pan y el vino. De allí sale el
simbolismo de 'el cuerpo y la sangre de Cristo.
El lavatorio de los pies
Este evento también se da en el marco de la Última Cena: luego de compartir el pan y el vino,
Jesús lava los pies de sus apóstoles, uno a uno. Mientras lo hace, lanza dos de las profecías
más importantes, previas a su muerte,
La primera es que Judas Iscariote lo traicionará y lo entregará, Este fue a donde los escribas y
los Sumos Sacerdotes, quienes le dieron dinero, a cambio de la información para apresar a
Jesús.
La segunda fue la negación de Pedro, quien lo negó tres veces, antes de su muerte. Esta profecía
se cumplió tras el arresto de Jesús, pues tres veces señalaron al este apóstol de acompañar a
Cristo y estas tres veces dijo que no.
El Arresto en Getsemaní
Jesús y sus discípulos, salvo Judas, fueron a orar al monte de los Olivos. Él se retiró para hacerlo
en soledad y sufrir la agonía previa de su muerte en silencio, pidiendo a Dios que pueda
liberarlo de lo que viene, pero que se haga su voluntad y no la de él.
En ese instante, Judas aparece e identifica a Jesús con el famoso beso de Judas. Allí es que lo
arrestan, no sin antes ver como Simón Pedro cortaba la oreja de uno de los sirvientes de Caifás.
Jesús es conducido al templo y allí empieza su famoso enjuiciamiento, en el que fue humillado,
torturado y entregado por el mismo pueblo a la muerte.
Flagelación, coronación y condena antes de su muerte
Antes de su crucifixión, Jesús es flagelado violentamente en un sitio al aire libre. Los soldados
fueron los encargados de darle los golpes y de abofetearlo y burlarse de él. Ellos recibieron
las órdenes de Poncio Pilato de azotar a Jesús.
En ese instante, le pusieron una corona de espinas para provocarle más dolor y poder decirle con
ironía 'mírenlo, aquí está el 'Rey de los Judíos'.

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