y a todo lo que tiene que ver directamente
Parroquia Sagrada Familia
Movimiento de Renovación
Espiritual Católica
Cápsulas Espirituales
¿ADORAN IMÁGENES
LOS CATÓLICOS?
Es muy común oír a nuestros hermanos
no católicos criticar y muchas veces hasta
juzgar a los Católicos por ser, según ellos
«idólatras».
Fundamentan su juicio en la interpre-
tación que ellos dan a Éxodo 20,4-5, que
dice:
«No te harás esculturas ni imagen al-
guna ni de lo que hay arriba en los cie-
los, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni
de lo que hay abajo en las aguas debajo
de la tierra. No te postrarás ante ellas ni
les darás culto, soy un Dios celoso.»
Ellos sostienen que tales palabras con-
tienen una prohibición absoluta de tener
cualquier imagen y como los Católicos las
tenemos, entonces piensan que actuamos
contra la Biblia.
Respuesta
Al leer Ex 20,4-5, surge de inmediato la
inquietud, «Oye, es cierto… ¡la Biblia pro-
hibe las imágenes!». No obstante, la Igle-
sia Católica —conforme a la Biblia— ense-
ña que tales palabras no prohiben elaborar
imágenes de una manera absoluta… ¿Por
qué?
Porque si aplicáramos esta interpreta-
ción, hallaríamos que Dios se contradice
cuando de un lado prohibe confeccionar
imágenes y por otro lado… ¡manda a Moi-
sés a elaborarlas!:
«Harás, además, dos querubines de
oro macizo, los harás en los dos extre-
mos…» (Éxodo 25,18).
En Números 21,8-9, vemos que Dios
incluso se vale de imágenes para llevar a
cabo milagros:
«Y dijo Yahvé a Moisés: “Hazte un
belleció el Templo de Dios con imágenes:
con ella. Lo que no es Dios, no puede ser
abrasador y ponlo sobre un mástil. Todo
el que haya sido mordido y lo mire, vi-
virá.” Hizo Moisés una serpiente de
bronce y la puso en un mástil. Y si una
serpiente mordía a un hombre y éste
miraba la serpiente de bronce, quedaba
con vida…»
La biblia no se puede contradecir, pero
entonces, ¿cómo explicamos el pasaje de
Éxodo 20,4-5? La solución a este aparente
dilema la encontramos si investigamos en
qué sentido Dios prohibió hacer imágenes.
Lo que la escritura prohibe es hacer imá-
genes que sean ídolos o falsos dioses, no
cualquier tipo de imagen.
De hecho, si leemos el verso anterior a
Éxodo 20,4, encontramos:
«No tendrás dioses ajenos delante de
mí». (Éxodo 20,3).
Esto nos aclara que lo que Dios prohibe
es hacerse imágenes para adorarlas, cre-
yendo que son dioses o ídolos. Como los
Católicos no creemos que las imágenes
sean dioses, esta prohibición de Éxodo
20,4-5 no se puede aplicar a nosotros.
EL PUEBLO israelita vivía rodeado de
pueblos que en aquella época eran paga-
nos, como los egipcios o los fenicios. Estos
pueblos en verdad eran idólatras y pensa-
ban que las imágenes eran verdaderos dio-
ses. Ante la posibilidad de que el pueblo de
Israel les imitara en su idolatría, se les dio
la prohibición de Éxodo 20,4-5.
Ahora bien; todo Católico instruido en su
fe sabe que existe una clara diferencia en-
tre un ídolo pagano y una imagen cristiana;
los ídolos paganos eran adorados como si
por su propia naturaleza estuviesen dota-
dos de propiedades divinas; en cambio las
imágenes cristianas son veneradas por los
Católicos no por lo que son, sino por lo que
representan.
ADORAR, es rendir culto a la divinidad
«Esculpió todo entorno los muros de
objeto de adoración. Sería idolatría.
VENERAR, en cambio, significa honrar,
respetar, rendir culto humano y religioso a
una persona o cosa que merece semejan-
te distinción por su heroísmo, mérito, vir-
tudes, etc. Eso es lo que hacemos con los
santos y con Dios, incluso a través de las
imágenes que les representan.
El ejemplo de la fotografía.
Cuando vemos la foto de un ser querido
y la besamos, no pretenderemos dar ese
beso al papel de que está hecha la foto,
sino a la persona representada en ella…
cuando un Católico se arrodilla o besa una
imagen cristiana, lo hace porque está ve-
nerando a quien esa imagen representa, a
María o algún santo, o porque está dando
culto a Dios. (Ver Josué 7,6).
NUNCA LA IGLESIA CATÓLICA ha en-
señado a adorar imágenes, ni obliga a na-
die a que las utilice en su devoción privada.
Si alguna persona ignorante cree que una
imagen de por sí es divina, o que tiene al-
gún poder especial por ella misma, o tiene
su religiosidad centrada en esta imagen;
no está actuando conforme a lo que la Igle-
sia enseña y es nuestro deber corregirle.
HAY QUIENES, que por dar contra a los
Católicos, critican la supuesta «adoración
de imágenes», pero pierden de vista que
en nuestro tiempo los hombres se fabrican
ídolos que no tienen nada que ver con ino-
centes imágenes religiosas. Por ejemplo:
los artistas, los cristales de cuarzo, el dine-
ro, el sexo, las drogas, etc. ¡Estos son los
verdaderos ídolos que debemos erradicar
de entre el pueblo de Dios!
Es curioso que haya personas dispues-
tas a criticar las imágenes religiosas, y que
no obstante no critican cuando se confec-
cionan imágenes de próceres nacionales,
héroes de guerra, presidentes, etc. ¡Ni
tampoco cuestionan cuando se les rinde
homenaje a estas personas a través de
sus imágenes…!
OTROS HECHOS que aprueban el uso
de imágenes son los siguientes:
• La Biblia dice que el Rey Salomón em-
COLECCIÓNELA • Nº1
la Casa (Templo) con grabados de es-
culturas de querubines, palmeras, capu-
llos, abiertos, al interior y al exterior…»
(1 Reyes 6,29. Ver también 1 Reyes 7,29).
¿Y cuál fue la reacción de Dios ante
esta acción de Salomón? Afortunadamen-
te tenemos en la Biblia la opinión de Dios
Padre:
«He escuchado la plegaria y la sú-
plica que has dirigido delante de Mí.
He santificado esta Casa que me has
construido para poner en ella mi Nom-
bre para siempre; mis ojos y mi corazón
estarán en ella siempre». (1 Reyes 9,3)
Además tenemos el hecho de jesús —
Dios Hijo— cuando entró al templo judío…
¡y no dijo nada contra las imágenes que Él
vio!.
• En Apocalipsis 21,10-12 se nos dice
que en la puerta de la Nueva Jerusalén
habrá doce ángeles grabados (esculpi-
dos)!
• Moisés hizo una escultura de un
candelabro celestial que Dios le mostró
(ver Números 8,4).
Un testimonio de tiempos apostólicos:
En catacumbas romanas, donde se re-
unían y enterraban los primeros cristianos,
hay imágenes de Jesús, María, de san-
tos, de animales, etc. Lo que nos indica
que los cristianos desde el tiempo de los
Apóstoles, hemos utilizado las imágenes
religiosas como una ayuda para intensificar
nuestra devoción y amor a quienes ellas
representan.
Finalmente, téngase en cuenta que las
imágenes a través de la historia han servi-
do para catequizar a las personas analfa-
betas. Las imágenes son para ellos como
libros abiertos que les describen el con-
tenido de los textos bíblicos. Sí, ¡la Iglesia
fue la pionera en el uso del método audio-
visual!
Conclusión: Los Católicos tenemos
imágenes pero no las adoramos. Lo que la
escritura prohibe es hacer imágenes que
sean ídolos o falsos dioses, no cualquier
tipo de imagen.