Está en la página 1de 1

Jesús mío, te encuentras aquí, presente en la Hostia Consagrada, Santa, con un

Corazón desbordante de ternura, un Corazón que ama infinitamente. En tu Cora-


zón, Jesús, encuentro el Amor Infinito, la Caridad divina: Dios, principio de vida,
existente y vivificante. ¡Qué dulce me es, Dios mío, Trinidad Santísima, adorarte
en este Sagrario en el que ahora estás!
Por ello me uno a los ángeles y santos quienes, invisibles pero presentes y vigi-
lantes junto a tu sagrario, te adoran incesantemente. Me uno, sobre todo, a tu
Santísima Madre y a los sentimientos de profunda adoración y de intenso amor
que brotaron de su alma desde el primer instante de tu encarnación y cuando te
llevaba en su seno inmaculado.
Y mientras te adoro en este Sagrario, lo hago en todos los sagrarios del mundo
y, especialmente, en aquellos en los cuales estás más abandonado y olvidado. Te
adoro en cada Hostia Consagrada que existe entre el Cielo y la tierra.

Santo, santo, santo eres Señor, el todopoderoso, el que era, el que es, el que viene.
Al que se sienta en el trono y al Cordero, la alabanza, el honor, la gloria y el poder
por los siglos de los siglos.

Tú eres el Señor Dios;


Tú eres el Dios de los dioses, quien solo obras maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres Altísimo; tú eres Todopoderoso.
Tú santo Padre, Rey de la tierra y del cielo.
Tú eres trino y uno; Señor Dios de dioses.
Tú eres bueno, eres todo lo bueno,
eres el mayor bien; el Señor Dios, vivo y veraz.
Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría; tú eres humildad.
Tú eres paciencia; tú fortaleza y prudencia.
Tú eres seguridad, tú eres descanso; tú eres gozo y contentamiento.
Tú eres justicia y templanza; t ú eres todo nuestro tesoro y abundancia.
Tú eres la belleza, tú eres la suavidad; tú eres el protector;
Tú eres el guardián y el defensor.
Tú eres nuestro refugio y fortaleza;
Tú eres nuestra fe, esperanza y caridad.
Tú eres nuestra gran dulzura; tú eres nuestra vida eterna.
Infinita Bondad, grande y admirable Señor Dios Todopoderoso: amante y miseri-
cordioso Salvador.

También podría gustarte