Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
HISTORIA
La Iglesia primitiva acostumbraba a celebrar el aniversario de la muerte de un mártir en el
lugar del martirio. Frecuentemente, los grupos de mártires morían el mismo día, lo cual
condujo naturalmente a una celebración común. En la persecución de Diocleciano, el número
de mártires llegó a ser tan grande, que no se podía separar un día para asignársela. Pero la
Iglesia, creyendo que cada mártir debía ser venerado, señaló un día en común para todos.
En Oriente consta que ya se celebraba una fiesta en honor de todos los santos desde 359,
como indican San Efrén en Carmina Nisibona, y San Atanasio en Epistulae Syriacae. La fecha
estaba fijada en el 13 de mayo para las iglesias de Siria y el primer domingo después de
Pentecostés para las de Antioquía, según San Juan Crisóstomo. Esta fecha, domingo de la
octava de la Pascua de Pentecostés, continuó usándose entre las iglesias de rito bizantino
como solemnidad de Todos los Santos.
El origen de esta fiesta en Roma, y con ello en la Iglesia occidental, se halla vinculado al templo
del Panteón. Este edificio, que originalmente se dedicaba al culto de todos los dioses romanos,
cayó en desuso como tal a fines del siglo IV. Hacia 608 Focas, emperador de Oriente lo donó al
papa Bonifacio IV, quien hizo que se convirtiera en iglesia, dedicándola el 13 de mayo de 610
bajo la advocación de Santa María la Rotonda. En el siglo IX el papa Gregorio IV trasladó gran
número de cuerpos de mártires desde las catacumbas y volvió a consagrar la iglesia el 1 de
noviembre de 835 denominándola Santa María ad Martyres.
Por otra parte, el papa Gregorio III (731-741) consagró una capilla en el Vaticano para dar culto
a los santos que antes eran honrados en los cementerios y catacumbas que había quedado en
desuso. Dicho oratorio se dedicó «al Salvador, a Santa María, a los Apóstoles, a los mártires, a
los confesores y todas las almas justas», e hizo que un coro de monjes rezase todos los días un
Oficio suplementario en honor de los santos cuyo natalicio fuese cada día.
BOLIVIA
En Bolivia se reciben a los difuntos el 1ro de noviembre a las 00:00 (media noche). A esta hora
debe estar lista la mesa de Todos Santos o Mast’aku, una mesa con todos los alimentos que el
difunto disfrutaba en vida.
En nuestro país es una fiesta, una tradición familiar en la que se recuerdan a los seres queridos
que partieron a una mejor vida.
Todos Santos es una fiesta llena de misteriosos significados. Cada elemento que se pone en la
mesa, para esperar a las almas, está ahí por alguna razón especial.
EN EL ARMADO DE LA MESA O MAST’AKU
El 31 de octubre en la noche es donde que todas las familias que han perdido un ser querido
arman una mesa de ofrendas que tiene que estar lista hasta las 00:00 del 1 de noviembre es en
esa hora donde llegan todas las almas a visitar a sus seres queridos.
En primer lugar el que tiene que armar dicha mesa o mast´aku es aquella persona denominada
padrino es la persona que les baja la verónica en los nueve días y es el que les sacar toda la
ropa negra en el cabo de año que todo está ligado a todo santos entonces no es cualquier
persona quien arma la mesa o mastaku.
En el nivel intermedio e inferior de las tumbas, se colocan los demás elementos. Estos niveles
son dos y simbolizan: el Akapacha (este mundo), es todo lo que nos rodea, todo lo que
podemos palpar y tocar: el sembradío, el cuidado de los animales, la vida en pareja, la vida en
la tierra. Es como una madre que nos cría y nos cuida, está representada en el alimento, el
agua, es la Pachamama.
Y el Manqhapacha (el mundo de abajo que no es malo). A diferencia de los cristianos, los
aimaras opinan que sólo hay que proceder con respeto y permiso. Todo debe hacerse con
educación y justicia. Ahora bien, existen hombres con dones sobrenaturales señalados
físicamente, a los cuales no se les puede hacer sufrir, porque son elegido y muy queridos de
nuestro padre. Si los hacemos sufrir nos puede pasar cualquier desgracia. Hacer sufrir, el robo,
la mentira, la flojera, lo injusto, es manqhapacha, que no es lo mismo que el mal al que se
refiere los cristianos.
La tumba debe permanecer extendida hasta el mediodía siguiente, hora en la que la familia del
difunto solicitará a una persona ajena que recoja la mesa, quedándose con la mitad de todo
cuanto ella contenía. El resto será llevado hasta el cementerio, donde se repartirá entre
quienes rezan por sus difuntos. No debe sobrar nada, en lo absoluto, pues de hacerlo, según la
cultura andina, las penas se quedan en la familia.
Después lo cubren con telas blancas y negras también con lila si era mujer y puro blanco si era
niñ@. Llamadas tules, verónicas.
Escaleras de pan: Representan el medio que ayudará a bajar y a subir del cielo a los
espíritus, también hay escaleras de dulce.
Los dulces: son especialmente para los niños que se convierten en angelitos.
Las frutas: deben ser colocadas según los gustos del difunto, es una tradición.
Las velas: iluminan el camino que debe recorrer el alma y le ayuda a llegar sin ningún
contratiempo.
Las flores: son la alegría. Hacen que el alma esté feliz y no se sienta desolada. También
representan la vida.
Masas de todo tipo, en especial galletas, maicillos, bizcochuelos, empanadas, suspiros, yemas y
panes en formas de caballos, peces, escaleras y alas, cada uno con un significado.
Durante la tarde grupos de personas visitan las tumbas para poder rezar y de pago se les da un
plato de masitas, empanadas y dulces en el medio un trago o vino y grupos de niños que
cantan alabanzas.
Antes del despacho se prepara un almuerzo especial como la sopa de maní, también se puede
preparar cualquier tipo de alimento de acuerdo a lo que los familiares lo dispongan o deseen.
Una vez terminado el despacho en la casa de la familia doliente, los familiares se dirigen al
cementerio, en el cementerio los familiares de los difuntos hacen rezar en la sepultura del
difunto, otros vuelven a armar las tumbas en afueras del cementerio (por el estrecho espacio
que existe en el cementerio). En la sepultura del difunto se deja las flores y guirnaldas.
Antes de la llegada de la noche los familiares realizan lo que la des tumbada (desarmado de
tumbas) en el cementerio, la cual la des tumbada lo realizan las personas que rezan o también
lo realizan los padrinos o las personas que armaron la mesa, a las vez algunas familias hacen
rezar para todos los difuntos de su familia.
Una vez realizado todo ese proceso, a media noche las almas de los difuntos se van con todas
las ofrendas con las que les recibieron en los días de todos santos.