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Los 7 pasos

El primer paso es identificar la marca y el modelo del vehículo eléctrico


involucrado leyendo sus insignias. Con la guía de Emergencia se obtiene la
información detallada del procedimiento de apagado que ha desarrollado el
fabricante. Los vehículos eléctricos tienen sistemas de seguridad únicos,
tecnología específica de cada marca e incluso de cada modelo y electrónica
propia.

El segundo paso es la inmovilización y el aislamiento. Los vehículos eléctricos


son especialmente silenciosos, por lo que los bomberos deben localizar las llaves y
comprobar en el tablero de instrumentos si está o no apagado. La Guía de
Emergencia informa si el fabricante de automóviles ha incorporado un interruptor
de apagado automático o manual, y si hay un circuito de corte para aislar la
energía de la batería del resto del cableado, los motores y los dispositivos
electrónicos de control. Además, si el vehículo tiene una batería de 12 voltios, es
necesario desconectar el cable del electrodo negativo.

Cilindros de inflado de los airbags en un Tesla Model 3.

El tercer paso es la excarcelación de los heridos y su extracción. En la Guía


de Emergencia se definen las áreas de la carrocería que no deben ser cortadas
puesto que bajo ellas residen las baterías, el cableado o los cilindros de inflado de
los airbag. También indica donde se encuentran los cercos de acero que forman
parte de la estructura resistente de puertas y techo. Obviamente, deben utilizarse
todos los protocolos de seguridad estándar para la extracción de pasajeros.
El cuarto paso es ubicar la batería. Las baterías de vehículos híbridos, más
pequeñas que las de los eléctricos puros, se sitúan habitualmente detrás o debajo
de los asientos, en el maletero o en los túneles del piso central. En cambio en los
vehículos 100% eléctricos se sitúan generalmente debajo del piso.

El quinto paso es determinar si la batería está dañada. Para ello hay algunas
variables que los bomberos deben comprobar como si la caja en la que se integra
la batería ha sido perforada, si se ha sumergido en agua, si ha estado expuesta al
combustible de otro vehículo, si está caliente, o si se escuchan explosiones
internas. En estos casos, verificar la batería con una cámara termográfica,
buscando puntos calientes es una necesidad que se incluye en la Guía de
Emergencia.

Zonas que no se pueden cortar en un Tesla Model 3.

El sexto paso es enfriar la batería, para lo que se requiere mucha agua, y por lo


tanto debe asegurarse su suministro. Si la batería exhuma algún tipo de vapor
caliente al refrigerarla, los bomberos deben utilizar un equipo de respiración
autónoma. Además no deben cortar ni aplastar la batería puesto que podrían
causar una fuga térmica, ya que las celdas cortocircuitadas calientan las
adyacentes provocando una reacción en cadena. Una vez terminado el proceso, la
batería debe permanecer a temperatura ambiente durante al menos 45 minutos
antes de liberar el vehículo para su transporte.

El séptimo paso es el almacenamiento del vehículo dañado. En el caso de que


haya estado sumergido, haya sufrido un incendio o un golpe muy fuerte este debe
almacenarse al menos a 15 metros de otros vehículos o estructuras en prevención
de un posible incendio de la batería en los días posteriores al accidente.

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