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Garibay Gabriel Diego Agustín

Un mundo sin novelas

Con el paso de los años la literatura ha pasado a ser considerada como una
actividad prescindible, un entretenimiento, seguramente elevado y útil para el cultivo
de la sensibilidad y las maneras, un adorno que pueden permitirse quienes disponen
de mucho tiempo libre.

El autor menciona que una sociedad sin novelas, o en la que la literatura ha sido
relegada, como ciertos vicios inconfesables, a los márgenes de la vida social y
convertida poco menos que en un culto sectario, está condenada a barbarizarse
espiritualmente y a comprometer su libertad.

Vivimos en una era de especialización del conocimiento, debido al prodigioso


desarrollo de la ciencia y la técnica, y a su fragmentación en innumerables avenidas
y compartimentos, para mí al igual que para el autor esto dificulta que toda la gente
pueda comunicarse con la misma facilidad.

Como se menciona en el articulo es bajísimo el porcentaje de gente, lo cual es un


poco triste ya que se pierden de mucho material que podrían llegar a encontrar de
su agrado si tan solo le dieran una oportunidad. Además, sé que pierden de todos
los beneficios que trae a tu vida la literatura como, por ejemplo: conocer mejor el
lenguaje y entender el contexto en el que se vivía cuando se escribió una obra.

Opinando sobre el tema de Bill Gates tratando de eliminar los libros físicos no estoy
tan en contra como el autor, yo pienso que no se de eliminar al completo el formato
físico si no que ambos formatos deben coexistir ya que ambos tienen sus propios
beneficios y déficits haciendo que la pérdida de uno se sienta de gran sobremanera.

Hay que leer los buenos libros, e incitar y enseñar a leer a los que vienen detrás en
las familias y en las aulas, en los medios y en todas las instancias de la vida común–
como un quehacer imprescindible, porque él impregna y enriquece a todos los
demás.

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