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Mejorar la dislalia
Gracias a ejercicios y actividades que mejoran la musculatura empleada para la
pronunciación y perfeccionan la articulación, es posible mejorar este problema.
Otro elemento fundamental para hablar son los labios y su correcto uso y
entrenamiento permitirá mejorar la pronunciación. Los ejercicios a realizar para
trabajar con los labios son:
Ejercicios soplando
Soplar es otra de las formas que permiten trabajar y mejorar la dislalia, pues una
buena función respiratoria es clave para la articulación de las palabras. Estos
ejercicios aportan la posibilidad de ser trabajados con o sin material y, entre
ellos, encontramos algunos como:
Onomatopeyas
Otra manera de trabajar este trastorno es mediante la imitación de diferentes
sonidos. Estos pueden ser el ladrido de un perro, el sonido que hace un coche o
un tren, así como sonidos ambientales tales como truenos o el ruido que hace la
lluvia al caer. Es posible recurrir a vídeos que ayudan a trabajar con estos
sonidos.
Descripción general
La dislexia es un trastorno del aprendizaje que consiste en la dificultad en la lectura debido a
inconvenientes para identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las
palabras (decodificación). La dislexia, también llamada "discapacidad para la lectura", es una
consecuencia de diferencias individuales en las áreas del cerebro que procesan el lenguaje.
Síntomas
Los signos de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que tu hijo empiece la
escuela, pero algunas señales tempranas pueden indicar la existencia de un problema. Una vez
que el niño alcanza la edad escolar, es posible que el maestro de tu hijo sea el primero en notar el
problema. El nivel de gravedad varía, pero el trastorno suele manifestarse claramente cuando el
niño comienza a aprender a leer.
Antes de la escuela
Los signos que indican que un niño pequeño podría presentar dislexia incluyen los siguientes:
Tiene problemas para formar palabras correctamente, por ejemplo, invierte los sonidos de las
palabras o confunde palabras que suenan parecido.
Edad escolar
Una vez que tu hijo esté en la escuela, es posible que los síntomas de la dislexia se hagan más
visibles, entre ellos:
Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera para su edad
Dificultad para encontrar la palabra correcta o elaborar una respuesta a una pregunta
Dificultad para ver (y, ocasionalmente, escuchar) similitudes y diferencias entre letras y palabras
Necesitar mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir
Adolescentes y adultos
Los signos de la dislexia en adolescentes y adultos son similares a los de los niños. Algunos
síntomas comunes de la dislexia en adolescentes y adultos incluyen los siguientes:
Problemas de ortografía
Necesitar mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir
Si bien la mayoría de los niños están preparados para aprender a leer antes del preescolar o
primer grado, los niños con dislexia suelen tener dificultades para aprender a leer en esta etapa.
Habla con el proveedor de atención médica si el nivel de lectura de tu hijo está por debajo de lo
que se espera para su edad o si observas otros signos de dislexia.
Cuando la dislexia no se diagnostica ni se trata, las dificultades para leer que se presentan en la
infancia continúan en la edad adulta.
Causas
La dislexia es el resultado de diferencias individuales en las partes del cerebro que permiten la
lectura. Suele ser hereditaria y parece estar relacionada con ciertos genes que afectan la forma
en que el cerebro procesa la lectura y el lenguaje.
Factores de riesgo
Tener antecedentes familiares de dislexia u otras discapacidades de lectura o de aprendizaje
aumenta el riesgo de tener dislexia.
Complicaciones
La dislexia puede provocar diferentes problemas, entre ellos:
Problemas de aprendizaje. Debido a que la lectura es una habilidad básica para muchas de las
otras materiales escolares, un niño con dislexia se encuentra en desventaja en la mayoría de las
clases y es posible que le sea difícil seguirles el ritmo a sus compañeros.
Los niños que tienen dislexia están expuestos a un mayor riesgo de sufrir un trastorno por déficit
de atención e hiperactividad (TDAH) y viceversa. El trastorno por déficit de atención e
hiperactividad puede causar dificultad para mantener la atención, además de hiperactividad y
conducta compulsiva, lo que puede hacer que sea más difícil tratar la dislexia.