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La Educación Integral en

Sexualidad.
Es aquel contenido basado en evidencia científica que, a diferencia de la educación sexual
tradicional, aborda temas de Derechos Sexuales y Reproductivos, salud sexual, género,
diversidad, así como salud sexual y reproductiva. Se busca que a través de la Educación
Integral de la Sexualidad se adapten los conocimientos necesarios acorde a la edad,
iniciando en la educación básica -y que durante toda su vida les acompañe- guiada por ejes
sociales, físicos y cognitivos, a través de los cuales lxs niñxs y jóvenes se empoderen y
obtengan actitudes y habilidades que les ayuden a una toma de decisiones asertiva.
El alcance que propone a lo largo de la vida del estudiante puede traer consigo diversos
beneficios como: la mejora en la comunicación familiar, la equidad de género, las prácticas
sexuales saludables, la prevención de embarazos (no planeados y no deseados) y la
prevención de contagio de VIH-SIDA – entre otras infecciones de transmisión sexual.
Adicionalmente desmiente la idea conservadora de que la abstinencia es el mejor método,
puesto que está comprobado que no solo no disminuye los porcentajes de embarazos no
planeados, sino que tampoco reduce las infecciones contraídas a través de relaciones
sexuales.
Una de las principales características de la EIS es que está basada en los Derechos
Humanos, cuenta con perspectiva e igualdad de género, considera las relaciones las
relaciones de lxs educandxs, aborda el tema de la reproducción, da a conocer el
comportamiento sexual de riesgo y la prevención de enfermedades desde una perspectiva
positiva, además de inculcar valores tales como el respeto, la inclusión, la no
discriminación, la igualdad, la empatía, la responsabilidad y la reciprocidad.

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