Está en la página 1de 3

¿MALOCAS EN NUESTRA SOCIEDAD?

Para algunos grupos nativos indígenas como los existentes en el Guainía, "la
maloca" además de ser una estructura jerarquizante de acogimiento social, es su
vivienda, un espacio de congregación de una o varias familias, donde sus
tradiciones, cultos, experiencias y creencias se intercambian día a día.

En la actualidad la convivencia de una gran familia en una sola casa, o la


congregación de un gran número de personas conviviendo en un mismo lugar ocurre
escasamente, y cuando ocurre es digno de filmarse. Vivimos en una sociedad en la
cual el ideal de una familia es tener su propia casa, una sociedad en la cual los
lugares de congregación, en los cuales la cultura y la tradición de una región se
puedan divulgar, deben ser previamente diseñados e integrados a un entorno urbano
en el cual se alberga toda una multiplicidad de actividades.

En la historia el concepto de "maloca" puede aplicarse en varias culturas, por


ejemplo: El Partenón como uno de los centros de credo de los griegos, las basílicas
para los católicos, El Foro como elemento de congregación política para los
romanos, etc., todas con un mismo fin la agrupación de una comunidad para tratar
los temas referentes a estas, claro está que con diferentes enfoques cada una de ellas.

Para la arquitectura, el campo en el cual me fundamento, el diseño de espacios de


congregación social varía conforme a la utilidad, ya no solo albergan personas en
estructuras sostenibles, sino que la gente se agrupa también en espacios abiertos; el
intercambio de experiencias y el intercambio cultural no solo se encuentra en un
lugar específico, este se realiza en el parque, la plaza, en el barrio, hasta la calle.

En la arquitectura, la calle, la cuadra o la esquina de barrio, es un concepto actual en


el cual vemos que la cultura o el regionalismo caldense, ha comenzado a ser punto
focal del intercambio de convivencias y jolgorios, en el cual empiezan a interactuar
las personas como barrio; es costumbre ver a las personas, (más que todo de los
barrios de estrato bajo), salir a conversar en las ventanas, en las puertas, en el anden,
etc., es cuestión cotidiana encontrar allí la chismosa en la ventana, las comadres
desatrazándose de la novela del día anterior, el vago de la casa del vecino, los niños
con sus juegos, y toda una cantidad de personajes que propician ese ambiente de
pertenencia a un lugar, casi una microcultura, que propician esas actividades de
cuadra que evocan fiestas y parrandas que encuentran en la calle el espacio
adecuado que sustituye su maloca a nivel comunal.

Así pues, en una misma ciudad puede existir un gran sinnúmero de malocas las
cuales ahondan en la cultura de la misma haciendo de esta única en su entorno.

Para hoy en día la maloca, ya no es solo un lugar jerárquico en una colonia indígena,
esta es sinónimo de todos estos lugares que albergan distintos conocimientos y
expresan cultura, arte y tradición de una comunidad, ya sean museos, teatros,
bibliotecas, cuadras o establecimientos públicos en los cuales la gente intercambia
sus distintas vivencias.

¿MALOCAS EN NUESTRA SOCIEDAD?


“Ensayo”

ANDRÉS FELIPE MARTÍNEZ CASTAÑO


Cod. 597041
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
CEDE MANIZALES
MEDIO AMBIENTE Y CIUDAD
MANIZALES
2002

También podría gustarte