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ENFERMEDADES INFECCIOSAS
OSTEOARTICULARES Y PROTESICAS
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ARTRITIS INFECCIOSA
Algunas consideraciones:
Neisseria gonorrhoeae: además de los propios factores de virulencia, la
formación de complejos inmunes, contribuyen al daño articular.
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También se observan fenómenos inmunológicos que contribuyen al
daño articular en Hepatitis B, meningococemia y coriomeningitis
linfocitaria.
Se observa artritis post-infecciosa (reactivas) luego de infecciones
entéricas: Salmonella, Shigella, Campylobacter, Yersinia, o de
transmisión sexual: Chlamydia trachomatis (¿predisposición genética?).
Localización de la infección
En el 90% de los pacientes (niños y adultos) con AI de etiología bacteriana, la
localización es monoarticular. La rodilla es la articulación afectada con mayor
frecuencia y luego sigue la cadera. En adultos hay luego una tendencia al
compromiso de las articulaciones del hombro, esternoclavicular y sacroilíaca y
en niños es más común la afección en codo y tobillo. En AI cuyos agentes
etiológicos son Neisseria gonorrhoeae y Mycobactrium tuberculosis, están
afectadas generalmente articulaciones de muñeca e interfalángicas. En artritis
virósica (rubéola), la afectación es poliarticular.
La artritis bacteriana supurativa se caracteriza por aparición de fiebre y
síntomas en una articulación, con dolor al movimiento, limitación de éste y
tumefacción; se demuestra derrame en mas del 90% de los pacientes.
Las artritis por micobacterias y hongos son de muy lenta evolución; puede no
sospecharse la infección.
En AI que afectan cadera, los síntomas pueden ser mínimos y difícil de
demostrar los derrames, por lo que puede dificultarse su diagnóstico.
Agentes etiológicos
a) Artritis bacteriana (supurativa)
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Pacientes con infección monoarticular supurativa. El microorganismo se
recupera de líquido articular. Pueden no presentar lesiones cutáneas.
Streptococcus pyogenes: segundo agente causal en adultos y niños
mayores de 2 años
Streptococcus pneumoniae: asociado a AI en niños con drepanocitosis
(anemia por hemoglobinopatía). Ha aumentado su frecuencia en adultos
en la última década
Enterobacterias: asociado a enfermedad crónica debilitante o artritis
crónica con infección urinaria concomitante o cuadro clínico de
bacteriemia por bacilos Gram (-)
Pseudomonas aeruginosa: en pacientes adictos a drogas parenterales
(heroína).
Salmonella sp: causa de AI no asociada a drepanocitosis (a diferencia
de osteomielitis).
Anaerobios: raro; pueden producir artritis crónica de larga evolución en
rodilla; generalmente son secundarias a infecciones post-operatorias
(reemplazo de rodilla, heridas en miembros inferiores; neoplasia de
colon).
Algunas consideraciones:
M. tuberculosis: rodilla, cadera, tobillo, muñeca.
M.kansasii: muñeca y manos.
S. schenckii: rodilla, muñeca, codo, tobillo y pequeñas articulaciones;
respeta hombros y cadera.
c) Artritis virósica
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Condición clínica o epidemiológica Agente etiológico
Drogadicción endovenosa S. aureus o P. aeruginosa
Ingestión de lácteos no pasteurizados Brucella sp
Menstruación, embarazo; lesiones N. gonorrhoeae
cutáneas
Mas de 100 lesiones cutáneas N. meningitidis
Mordedura de perro o gato Pasteurella multocida; anaerobios
Mordedura humana Bacterias de la boca (Eikenella
corrodens)
Mordedura de rata Streptobacillus moniliformis
Picadura de insecto Borrelia burgdorferi
Trauma en agua Mycobacterium marinum; Aeromonas
sp
Mujeres adultas con tenosinovitis Rubéola
Mujeres adultas con eritema Parvovirus
infeccioso
Hombres adultos Parotiditis
Fase pre-ictérica Hepatitis B
Adultos con meningitis aséptica Coriomeningitis linfocitaria
Viajes a áreas endémicas Alfa virus
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- Toma de muestra y transporte: la muestra de líquido articular se toma por
punción. En articulaciones poco accesibles como cadera, hombro y sacroilíaca,
la punción puede realizarse bajo control tomográfico o ecográfico. La muestra
para cultivo deberá colocarse en un tubo apropiado estéril, SIN
ANTICOAGULANTE, y remitida al laboratorio. Para el análisis físico y químico
del líquido, es conveniente agregar al tubo unas gotas de anticoagulante. Si se
requiere cultivo de bacterias anaerobias, la muestra debe ser remitida en
medios apropiados para tal fin. En caso de sospechar artritis por micobacterias
y hongos, tiene mayor sensibilidad el cultivo de tejido sinovial obtenido por
biopsia que el líquido articular.
En general, un 10-20 % de las artritis bacterianas diagnosticadas clínicamente,
quedan sin diagnóstico etiológico. En artritis reactivas, no existe una prueba
serológica ni microbiológica definitiva para hacer diagnóstico de los patógenos
involucrados. Por lo tanto, el diagnóstico es clínico y se sospecha ante una
artritis aguda estéril posterior a cuadros de infección gastrointestinal o
genitourinario.
Tratamiento
El tratamiento óptimo de esta patología requiere un adecuado drenaje articular,
antibióticos apropiados y movilización precoz de la articulación afectada. Los
pasos a seguir son:
1- Líquido articular (toma de muestra por punción): análisis físico y
químico; Coloración de Gram y cultivo.
2- Hemocultivos
3- Con líquido purulento o bacterias en el Gram: iniciar tratamiento
antimicrobiano empírico parenteral
4- Adecuar el tratamiento al resultado microbiológico
5- Drenaje articular
6- Reevaluación del líquido articular con directos y cultivos
7- Movilización precoz de la articulación
En general, el pronóstico de la AI depende de muchas variables como: edad
mayor a 60 a, infección poliarticular o de cadera, enfermedades preexistentes,
persistencia de cultivos positivos luego de 7 días de tratamiento antimicrobiano.
Sin embargo, un diagnóstico precoz y tratamiento adecuados, son los mejores
predictores del pronóstico de AI.
OSTEOMIELITIS
La osteomielitis (OM) es una infección caracterizada por la progresiva
inflamación y destrucción del hueso, necrosis y neoformación ósea. Puede
presentarse y evolucionar en forma aguda (días a semanas) o crónica
(semanas a meses e inclusive, años). Si bien los términos agudo y crónico a
menudo no tienen una demarcación clara, forman parte de dos patrones
producidos por los mismos microorganismos con diferentes formas de
presentación clínica, evolución y respuesta al tratamiento.
La OM es una infección de difícil tratamiento; requiere cursos prolongados de
terapia antimicrobiana y en muchos casos, cirugía. Resulta entonces de vital
importancia realizar un adecuado diagnóstico microbiológico, pruebas de
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sensibilidad a lo antimicrobianos apropiadas de acuerdo al germen involucrado
y en algunas situaciones, pruebas especiales para el monitoreo del tratamiento.
Patogénesis
El hueso normal es altamente resistente a la infección motivo por el cual se
requiere de un inóculo bacteriano elevado, traumatismos o cuerpos extraños
para favorecer la infección.
Un factor importante en la patogénesis de la OM es la capacidad del
microorganismo de unirse al hueso. Esta situación ha sido demostrada en
trabajos experimentales en S. aureus. Esta bacteria expresa como
determinante de patogenicidad una serie de adhesinas capaces de unirse a la
matriz ósea mediante sus receptores. El rol de estas proteínas es
particularmente importante en el desarrollo de infecciones protésicas. La
persistencia prolongada de la infección, podría explicarse, en parte, por la
capacidad de la bacteria de sobrevivir en forma intracelular con estado
metabólico alterado.
Luego de la invasión microbiana, se liberan citoquinas que participan en
fenómenos de destrucción y neoformación ósea. La presencia de
polimorfonucleares genera radicales de oxígeno y liberación de enzimas líticas
que conducen a la destrucción tisular. Este material inflamatorio obstruye los
canales vasculares con disrupción del flujo sanguíneo y con la subsiguiente
necrosis ósea.
Manifestaciones clínicas
El término OM aguda se reserva para infecciones de reciente diagnóstico; una
OM crónica involucra la recaída de una infección previamente tratada o una
infección prolongada sin tratamiento.
Los signos clínicos que persisten por mas de 10 días tienen buena correlación
con el desarrollo de necrosis ósea y OM crónica; esta forma de presentación
conlleva a síntomas muy prolongados con o sin dolor, presencia de pus y
formación de fístulas; es un proceso de gran destrucción local y sin
repercusión sistémica, por lo que los hemocultivos suelen ser negativos.
La OM aguda se caracteriza por importante dolor, repercusión sistémica y
hemocultivos positivos, en un número importante de casos.
Desde un punto de vista práctico, la OM puede clasificarse en tres tipos:
1- OM hematógena: se origina secundariamente a una bacteriemia. Es mas
frecuente en prepúberes y ancianos. En los niños tiene localización en
huesos largos (tibia y fémur) y generalmente se presenta con fiebre,
escalofríos, malestar general, dolor local y a veces, síntomas
inflamatorios; los hemocultivos son positivos en un alto porcentaje de
casos. En adultos afecta principalmente vértebras; se presenta con dolor
y fiebre y los hemocultivos a menudo son negativos. En ambos casos, el
agente etiológico prevalente es S. aureus.
2- OM secundaria a foco contiguo de infección: la infección se produce por
inoculación del microorganismo por un traumatismo (fractura expuesta),
cirugía, colocación de prótesis, o desde una infección contigua (úlcera
por decúbito, sinusitis, infección dentaria, infección de piel o partes
blandas). Las manifestaciones clínicas son variables y dependen del
origen y gérmen involucrado. En la mayoría de los casos hay fiebre y
dolor local. Pueden ser polimicrobianas.
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3- OM asociada a isquemia: se presenta en pacientes con insuficiencia
vascular y diabetes, localizándose casi exclusivamente en miembros
inferiores. Generalmente se inicia luego de un macro o
microtraumatismo. Puede comenzar con un área de celulitis y
manifestarse con un intenso dolor secundario a necrosis ósea. Puede
presentar síntomas mínimos cuando existe neuropatía asociada. Pueden
ser polimicrobiana.
Etiología
La etiología de esta enfermedad infecciosa varía según el tipo de OM, factores
epidemiológicos y grupo erario considerado. Sin embargo, S. aureus es el
microorganismo mas frecuentemente implicado como agente etiológico en
cualquier tipo de OM.
Diagnóstico
Se recuerda que en esta patología es esencial realizar un adecuado
diagnóstico etiológico, que será el factor determinante más importante para
lograr la curación. Esto se consigue mediante el aislamiento del patógeno del
hueso en cualquier tipo de OM o de los hemocultivos en pacientes con cuadro
clínico y estudios compatibles con OM vertebral. El estudio anátomo-patológico
definirá a la OM como aguda o crónica, lo que determinará la duración del
tratamiento antimicrobiano y sustentará el rol del gérmen aislado.
Las pruebas de laboratorio aportan muy poco al diagnóstico, aunque pueden
resultar útiles como seguimiento en el control del tratamiento. Los estudios por
imágenes se ubican en segundo lugar como pilar diagnóstico.
El diagnóstico microbiológico es esencial, puesto que se debe someter al
paciente a tratamientos prolongados y no existen patrones clínicos o
radiológicos que permitan predecir la etiología del proceso.
Las muestras deben obtenerse por biopsia ósea; es conveniente, además,
obtener materiales adicionales como biopsia de tejido subyacente y/o punción
de material purulento (no se recomienda obtener muestras por hisopado del
material de la fístula). Los hemocultivos son de utilidad en la OM hematógena.
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La recuperación del agente etiológico por cultivo es variable, dependiendo
fundamentalmente de la vía de infección. En la OM hematógenas de los niños,
la probabilidad de aislar el patógeno es elevada; en la OM vertebral, sólo un
10% de los pacientes presentan bacteriemia (si se trata de una infección
micobacteriana disminuye el porcentaje de recuperación).
La sensibilidad de los cultivos en OM está documentada para la población
pediátrica: 57% de hemocultivos positivos, 69% para aspirados óseos, 65% del
material purulento obtenido durante el acto quirúrgico y 100% para drenaje de
heridas. (En adultos no hay datos comparables, pero se creen similares).
El tratamiento antimicrobiano temprano antes de la extensa destrucción ósea
conduce a los mejores resultados. En OM crónicas, además, es necesario
remover el hueso necrótico para lograr la curación de la infección.
Las OM son en general severas y de difícil tratamiento. Aún utilizando un
agente antimicrobiano con probada actividad “in vitro”, la infección puede
evolucionar a la cronicidad. Es importante recalcar que, como los macrófagos
no llegan con facilidad al hueso y éste no es un foco fácilmente drenable, las
OM requieren que el antimicrobiano sea bactericida (y no bacteriostático) por lo
que se deduce la necesidad de conocer, en general, la concentración
bactericida mínima.
El poder bactericida del suero, es una prueba recomendada para guiar el
tratamiento de las OM.
Patogénesis
Como la mayoría de las prótesis son cementadas, la infección se origina en la
interfase hueso-cemento. Predisponen a OAP: cirugía previa, obesidad,
diabetes, artritis reumatoidea, edad avanzada, uso de corticoides.
El microorganismo alcanza el sitio de infección por 2 vías: introducción durante
el acto quirúrgico (microbiota del paciente, equipos quirúrgicos o ambiente) o
infección en sitio cercano y diseminación hematógena.
La prótesis y el cemento determinan condiciones propicias para el desarrollo de
la infección. Se ha demostrado en trabajos experimentales que disminuyen las
defensas locales con inhibición de la fagocitosis y de la función del
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complemento, permitiendo así que el escaso inóculo bacteriano original
desencadene la infección y los gérmenes sean mantenidos en un ambiente
protegido avascular. Participa también en la patogénesis de la OAP la
capacidad del microorganismo para formar biofilms, que conlleva a una
disminución en la susceptibilidad a la acción de los antimicrobianos.
La presentación del cuadro es variable y depende de la virulencia del
microorganismo, tiempo de presentación y ruta de infección. El síntoma más
constante y característico de la infección protésica es el dolor.
Etiología
Las OAP tempranas e intermedias tienen como microorganismos prevalentes a
los estafilococos coagulasa negativa (en particular Staphylococcus epidermidis)
seguido por S. aureus. El 70-80% son monomicrobianas; el resto son
polimicrobianas y con cultivos negativos.
Las OAP tardías se originan en general por vía hematógena (constituyen 20-
40% de las OAP); los microorganismos involucrados con mayor frecuencia son
S. aureus y estafilococos coagulasa negativa; las infecciones dentarias y
manipulaciones instrumentales se asocian con estreptococos grupo viridans y
anaerobios (Peptostreptococcus sp); infecciones de piel y partes blandas, con
estreptococos β hemolíticos; infecciones o procedimientos invasivos del tracto
gastrointestinal y genitourinario se asocian a infecciones protésicas por bacilos
Gram negativos, enterococos y bacterias anaerobias.
Diagnóstico
Al igual que en AI y OAP, es esencial realizar un adecuado diagnóstico
microbiológico.
El diagnóstico etiológico de la infección protésica se consigue mediante el
aislamiento del patógeno de la articulación afectada, hueso o cemento.
(Hallazgos físicos y químicos en líquido articular son variables y no representan
un signo específico de una infección protésica).
Las muestras pueden obtenerse por punción aspiración de líquido articular, ,
hueso, cemento y tejidos periarticulares.Se recomienda tomar múltiples
muestras de diferentes lugares de la zona afectada para asegurar la
recuperación del microorganismo, puesto que de esto dependerá el tratamiento
y pronóstico. Es importante que el paciente no reciba antimicrobianos varias
semanas antes del procedimiento. Las muestras deben ser transportadas a la
brevedad al laboratorio para su procesamiento (pueden estar involucrados
microorganismos fastidiosos y anaerobios).
En el 85-98% de los casos, la artrocentesis permite hacer el diagnóstico.
Puesto que los microorganismos mas prevalentes de esta infección forman
parte de la microbiota del paciente, es conveniente sugerir una nueva punción
para confirmar el diagnóstico microbiológico.
El tratamiento de las OAP combina la administración de antimicrobianos y un
manejo quirúrgico apropiado según el caso.
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PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LOS COCOS GRAM
POSITIVOS AEROBIOS Y ANEROBIOS FACULTATIVOS
Staphylococcus aureus
Streptococcus pyogenes
Streptococcus pneumoniae
Grupo constituido por dos familias: Micrococcaceae (catalasa positiva) y
Streptococcaceae (catalasa negativa)
"Aerotolerantes" (excepto Micrococcus y Alliococcus), anaerobios
facultativos y microaerófilos
Crecen bien en agar sangre; algunos géneros dan -hemólisis
Colonias variables en tamaño y pigmentación
Morfología celular : segunda clave de diferenciación
Género Staphylococcus
Células esféricas: 0,5-1,5 um de diámetro, agrupación simple, pares o
racimos irregulares
Quimiorganotrofos, anaerobios facultativos (algunas anaerobias), respiran y
fermentan, no capsulados e inmóviles
Colonias opacas, blancas-crema; algunas pigmentadas
Catalasa positiva; oxidasa negativa; sensible a lisostafina y resistente a
lisozima
Halotolerantes, T°óptima: 30-37°C.
Ampliamente distribuidos en la naturaleza
Microbiota de piel y mucosas; son pobres competidores; producen
enfermedad cuando se rompe esta barrera
Género formado por 32 especies y 22 subespecies
Muchas especies tienen especificidad de tejidos:
S.aureus .................. fosas nasales
Especies de importancia: S.aureus; S.epidermidis; S.saprophyticus;
S.haemolyticus; S.lugdunensis; S.warneri
Es uno de los géneros mas resistente a agentes físicos y químicos
Staphylococcus aureus
Habitante normal de piel y nasofaringe
Inicia la infección en barreras dañadas dando lesión abscesada
característica: necrosis+coágulo+polimorfonucleares (PMN)
Si libera toxinas en piel y órganos: síntomas locales y shock tóxico
Si alcanza sangre: graves septicemias, infecciones metatásicas
Forma racimos en cultivos sólidos
Es Gram + (¡ojo cultivos viejos!)
Examen directo: se observa el microorganismo en forma de células aisladas
o de a pares, acompañado de PMN
Crece bien en medios no selectivos: colonias grandes, lisas, convexas y
pigmentadas; es β hemolítico
Halotolerante
Coagulasa positiva
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Siempre hacer pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos; la
resitencia de S.aureus a los ATB es un problema médico
Su R es debida a :
- R mediada por ß-lactamasas
- R intrínseca o meticilino-resistencia
- Tolerancia
Datos epidemiológicos
30% portadores permanentes, 50% intermitentes y 20% no portador
Algunos individuos son mas propensos a la portación: personal hospitalario
(50-90%), hemodiálisis y drogadictos endovenosos
El estado de portador es clínicamente importante
Medidas de control: interrumpir la transmisión interpersonal del mo
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BIBLIOGRAFIA
- Enfermedades Infecciosas. Principios y Prácticas (2012). Mandell y col.
7ma Edición. Ed. Panamericana.
- Manual of Clinical Microbiology. (1999). Murray y col. Asociación Americana
de Microbiología. 7ma. Edición. ASM Press.
- Bergey's Manual of Determinative Bacteriology (1989). Ed. Williams y
Wilkins.
- Biología de los Microorganismos. Brock (2004). Madigan y col. 10ª.edición.
Ed. Pearson
- Pruebas Bioquímicas para la identificación de bacterias (1990). Mac Faddin.
Ed. Panamericana.
- Curso: Microbiología clínica: Infecciones de piel y partes blandas y
osteoarticulares (2017). Asociación Argentina de Microbiología; Colegio de
Bioquímicos de la provincia de Entre Ríos; Facultad de Bioquímica y
Ciencias Biológicas, Universidad Nacional del Litoral
- Curso de Educación a Distancia en Infectología Pediátrica (CEDIP) (2001):
Infecciones osteoarticulares. Fundación Centro de Estudios Infectológicos
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