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CASO JULIANA CAMPOVERDE.

Juliana Campoverde, desapareció el 7 de julio de 2012, cuando tenía 18 años, en el sur


de Quito. Luego de 6 años, un pastor evangélico fue detenido, señalado por la Fiscalía
como el principal sospechoso de la desaparición y fue procesado por el delito de
secuestro extorsivo con resultado de muerte. Fiscalía consiguió una sentencia de 25
años en su contra, como responsable del crimen imputado.
Memoria sobre el caso de desaparición de Juliana Campoverde, joven que fue vista
por última vez el 7 de julio de 2012, en el sector de la Biloxi, en el sur de Quito. La
última persona que tuvo contacto con la joven de 18 años fue el pastor evangélico
Jonathan Carrillo. La información corresponde a hechos documentados del caso y la
escasa información otorgada por Jonathan.
En 2003, Juliana Campoverde, de 9 años, ingresa junto a su familia a la Iglesia
Evangélica ‘Oasis de Esperanza’, en el sector de la Biloxi, en el sur de Quito. Desde ese
momento, todas sus decisiones debían ser consultadas con los pastores, incluso si
visitaba a su padre.
En 2011, Jonathan Carrillo le dijo a Juliana Campoverde que: “Había tenido una
revelación de Dios”, según la cual ella debía casarse con su hermano Israel Carrillo,
también pastor de la iglesia.
En diciembre de 2011, Jonathan Carrillo creó el perfil falso en Facebook con el nombre
“Juan Solano” para acercarse a Juliana a través de esta red social y manipularla usando
la palabra de Dios.
En mayo del 2012, Juliana y su familia abandonan la iglesia “Oasis de Esperanza”
debido a que los pastores de la iglesia intentaron influir más en las decisiones personales
de miembros de la familia y especialmente en Juliana.
El 7 de julio del 2012, Elizabeth Rodríguez junto a su hija encuentra inusualmente a
Jonathan Carrillo en el sector de la Biloxi, sur de Quito. Ese día, Juliana fue
desaparecida.
El sábado 7 de julio de 2012, a las 19:51, Elizabeth recibió un mensaje del celular de
Juliana en el que decía “conocí una persona y me voy con él, cuanto las cosas cambien
le hago llegar las cosas del local”. Su madre Elizabeth aseguró que no era su hija la que
escribió el mensaje, pues ella no se expresaba de esa forma.
El 8 de julio del 2012, la familia de Juliana intentó presentar la denuncia por la
desaparición de su hija, sin embargo, no recibieron respuestas ni la atención debida. El
pastor evangélico Patricio Carrillo, padre de Jonathan, pidió a la familia de Juliana que
no la busquen en la Policía sino en fronteras o en otro lado.
El lunes 9 de julio del 2012, la tía de Juliana Campoverde recibió una llamada de
Patricio Carrillo afirmando que ha orado mucho por ellas y que en 20 minutos recibirán
una respuesta de Juliana. No pasó ni diez minutos y la madre de Juliana recibió un
mensaje de texto a su celular que decía: “Estoy bien en Cuenca. En cuanto pueda les
aviso, no tengo internet”. Ese mismo día desde el perfil de Facebook de Juliana se
publica: “Hola amigos. Gracias por su preocupación. He tomado mis decisiones y
quiero que las respeten”. Su madre siempre afirmó que los mensajes posteriores de
Juliana, no eran ella. Este último mensaje se envío desde la IP del trabajo de Jonathan
Carrillo.
El 8 de agosto del 2012, Jonathan Carrillo confesó que él creó el perfil falso Juan
Solano en Facebook.
El 18 de mayo del 2014, se presentó el primer informe de la reconstrucción de los
hechos del caso. Jonathan Carrillo se acogió al derecho al silencio durante estas
diligencias, aunque en la primera reconstrucción dijo que se encontró con Juliana y su
madre, pero no la volvió a ver y que los días posteriores estuvo trabajando. Luego
Jonathan Carrillo aceptó que vio a Juliana, pero en los días posteriores y que no había
dicho nada por un supuesto sigilo de confesión que la joven había solicitado. En la
audiencia se comprobó que en la religión evangélica no existe tal figura.
En 2017, la Policía Nacional pudo determinar a través del código IMEI que Jonathan
Carrillo usó el chip del celular de Juliana en su propio teléfono para realizar una
llamada a una operadora que no le correspondía y para revisar los mensajes de voz. El 9
de julio de 2012, Jonathan envió el último mensaje desde el celular de Juliana a
Elizabeth. Esta fue la última prueba falsa de vida que el pastor dio sobre Juliana.
En 2018, la Fiscalía General del Estado designa a la fiscal de género, Mayra Soria, para
que continúe con la investigación de la desaparición de Juliana.
El 5 de septiembre del 2018, se dicta prisión preventiva contra Jonathan Carrillo, por el
delito de secuestro extorsivo de Juliana y se inicia la instrucción fiscal.
El 10 de noviembre del 2018, tras 6 años de supuesto sigilo, Jonathan Carrillo, en la
última reconstrucción de los hechos, dijo que Juliana murió en sus manos por una caída
accidental y que arrojó su cuerpo en la quebrada Bellavista, al norte de Quito.
El 7 de noviembre de 2018, el pastor evangélico Patricio Carrillo colocó una acción de
protección en contra de Inredh y Covidefem por una supuesta violación a su derecho a
la integridad física, psíquica y moral, vida libre de violencia, no discriminación, derecho
a la manifestaciones religiosas y presunción de inocencia de Jonathan.
El 30 de noviembre del 2018, la jueza de la Unidad Penal Yolanda Portilla aceptó la
reformulación de cargos en contra el pastor evangélico Jonathan por el delito de
secuestro extorsivo con resultado de muerte de Juliana.
El 2 de mayo del 2019, la jueza Yadira Proaño dicta auto de llamamiento a juicio a
Jonathan Carrillo por el delito secuestro extorsivo con muerte de Juliana.
El 2 de julio del 2019, el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha instaló la
audiencia pública de juzgamiento contra Jonathan Carrillo. En el alegato final de la
defensa, el abogado Paúl Ocaña menciona que, en última instancia, aceptan los cargos
de secuestro simple de Juliana.
El 2 de julio de 2019, el Tribunal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha
conformado por los jueces Rita Bravo, Cenia Vera y Raúl Mariño resolvieron desechar
el recurso de apelación presentado por el pastor evangélico Patricio C. en contra la
Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) y el Comité de Lucha
contra la Violencia Desapariciones y Feminicidios.
El 17 de julio del 2019, el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha condenó a 25
años de prisión a Jonathan Carrillo por el delito de secuestro extorsivo con resultado de
muerte de Juliana.
 

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