03 de Junio de 2022 1. Características de la Agricultura Andina Tradicional
La agroecología aparece como paradigma para poder buscar soluciones
respecto al desarrollo agrícola y al manejo de recursos. Para esto se agarra del conocimiento que pueden brindar a los agricultores locales sobre el ambiente, los suelos, las plantas y ciertos procesos ecológicos. En la búsqueda de estrategias adecuadas de acuerdo a las complejidades de la agricultura campesina y las necesidades de grupos campesinos específicos y de agro-ecosistemas regionales es importante obtener cierta información pertinente y útil que guíe este proceso. Para esto se necesita conocer ciertas características culturales y ecológicas de la agricultura tradicional, como por ejemplo, las taxonomías biológicas populares, la capacidad de evitar riesgos, las deficiencias en producción de las mezclas simbiótica de cultivos y variedades, el uso de plantas locales para el control de plagas, y otros. Para este acometido la agricultura tradicional andina se presenta como una opción para desarrollar las estrategias agroecológicas, pues la región andina se muestra como uno de los grandes centros de domesticación y origen de muchas plantas muy alimenticias al igual que de ciertos granos (Maíz, Kañiwa, Quinua), leguminosas (Frijol, Tarwi, Pajuro), tubérculos, raíces, frutos y otros. Además, las comunidades étnicas se caracterizan por tener una impresionante capacidad de organización familiar, social y política, cultural, además que muchos de los campesinos de lugar tienen una gran capacidad técnica para manejar de la mejor manera el espacio para la agricultura y la ganadería además que tienen sistemas para clasificar los suelos y ciertas formas para predecir el clima basándose en indicadores naturales. Estas estrategias y visiones tienen un fundamento en la cosmovisión totalizadora ya que tiene su elemento más importante en la concepción de qué los recursos agropecuarios sólo se conciben en su interrelación múltiple, es decir en el resultado formado por la actividad agropecuaria concreta. Los agricultores de la región andina a través de los años han desarrollado un método para poder hacer frente a ciertos eventos contrarios del medio ambiente altiplánico, siendo algunos de sus rasgos la artificialización del ambiente natural con el objetivo de mantener una productividad en el largo plazo y maximizar beneficios en el corto, la intensificación de las cosechas para la seguridad alimentaria, la prevención de la degradación del suelo a través de los sistemas de labranza del suelo, los cultivares como una manera de impulsar el policultivo y las mezclas de variedades, la rotación y asociación de los cultivos como una manera de mejorar la eficiencia económica de la actividad agrícola, ya que existen distintos requerimientos en cuanto a los nutrientes de las especies que se siembran además que el periodo de descanso es muy importante para la regeneración de la materia orgánica; dispersar los riesgos que pueden interferir con el proceso agrícola al máximo entre el máximo de especies producidas y situaciones ecológicas se presenta como objetivo principal de la estrategia agrícola, entre las estrategias de dispersión se presentan el uso de cultivos relacionados que se cuidan entre sí, contra ciertas enfermedades, daños climáticos o de ganado, además al distribuir las parcelas cultivadas en distintos contextos ecológicos relacionadas con el clima y el suelo para así reducir ciertos riesgos como el granizo, entre otros. Por lo tanto, se presentan algunas estrategias que se pueden aplicar en distintos niveles, como un escalamiento temporal de los sembradíos o policultivos en chacras individuales. Una estrategia interesante para la conservación de los recursos suele ser un manejo social de los suelos, sin embargo, muchas decisiones respecto a suelos de zonas altas dependen de una organización colectiva y no de las familias, por lo tanto estas zonas están reglamentadas en cuanto a su producción. Ciertos rasgos del patrón tradicional de la agricultura han sido modificados de manera importante por ciertos factores, y solamente se aplica en pequeñas áreas. Es importante poder conservar e impulsar lo que queda de este patrón tradicional de agricultura para poder investigar y aplicar sus ventajas de manera más eficiente. Algunas características de la agricultura tradicional incluye: predicción del clima a través de indicadores astronómicos y biológicos, preparación y manejo del suelo dependiendo el año seco o lluvioso, manejo de una amplia variabilidad fotigenética, uso de técnicas en el manejo del cultivo en el espacio y en el tiempo, una complementariedad con la ganadería a través de un manejo y empleo del ganado, técnicas de conservación y uso de productos vegetales y del ganado mediante deshidratación y desamargado de granos, además de una organización comunal con relaciones de reciprocidad como el Aini o relaciones distributivas de compensación.