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Guión de radio

Náhuatl Vargas

Las aventuras del Barón de Munchausen

Entra pista 1 (Entry of the God into Valhalla, Wagner) entra, a los 40s baja y

queda hasta 50s y sale.

Narrador: Las aventuras del Barón de Munchausen.

Náhuatl: Buenas tardes, ya estamos aquí con ustedes, en esta tarde lluviosa en

este su programa De papel y tinta, donde cada semana nos visita algún

personaje. Esta semana tenemos a un invitado muy especial, el Barón de

Munchausen, buenas tardes Barón.

Itzcóatl: (tose) Buenas tardes, dulce jovencita (tose), me da gusto estar aquí,

para poder contarles, de primera mano, las aventuras que viví, de las que

mucho se ha hablado y hasta exagerado.

Náhuatl: ¡Qué honor!, ¿de cuál viaje nos hablará primero?

Itzcóatl: Primero me gustaría hablarles de mi viaje a Rusia.

Náhuatl: Ah, qué interesante, por favor, lo escuchamos.

Entra pista 2, 20s, baja y queda de fondo.


Itzcóatl: (Soñador) Comencé mi viaje en invierno. Mucho había oído decir que

los caminos de Alemania y Polonia eran muy malos, por lo que la nieve los

mejoraba. Por supuesto iba a caballo, es la manera más conveniente de viajar,

siempre que jinete y caballo estén en buenas condiciones. No iba demasiado

abrigado, por lo que según avanzaba en rumbo noreste, iba sintiendo más el

frío clima, sin embargo, no podía compararse mi incomodidad, con la de un

pobre anciano que vi a la orilla del camino. Iba casi desnudo y temblaba sin

parar. Mi corazón se compadeció y sin pensarlo lancé mi manto encima hacia

él. De pronto oí una voz que provenía de los cielos.

Entra pista 3, 3s y sale.

Náhuatl: Hijo mío, serás recompensado por esta acción a su debido tiempo.

Itzcóatl: Seguí mi camino, la noche iba cayendo y no veía ningún poblado, todo

estaba cubierto de nieve y yo no conocía este camino. Cansado y habiendo

desmontado, me apresté a atar mi caballo de lo que parecía ser un pico de una

rama que sobresalía en la nieve. Me tendí en la nieve y coloqué mis pistolas

debajo de mí, por precaución, y allí mismo me dormí, tan profundamente, que

no abrí los ojos sino hasta que el sol ya inundaba mis ojos. Grande fue mi

sorpresa al encontrarme en medio de un pueblo, durmiendo sobre una lápida

del cementerio junto a la iglesia. No podía ver a mi caballo, pero lo escuchaba

relinchando desesperado.

Entra pista 4, 24s y sale.


Itzcóatl: Cuando volteé hacia arriba, vi a mi pobre caballo colgando de las

amarras de la cruz del techo de la capilla. Durante la noche la alta nieve se

había derretido, depositándome suavemente en el suelo, Sin pensarlo mucho,

saqué mi pistola y disparé cortando las amarras para bajar a mi caballo y

proseguí mi camino.

Entra pista, fade in, 18s, fade out y queda de fondo.

Náhuatl:

Itzcóatl:

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