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Ejemplo 4

Se tiene un hilo de rectilíneo de longitud infinita, uniformemente cargado con una


densidad lineal de carga positiva y constante λ C/m. Calcular la fuerza que el hilo ejerce
sobre una carga Q positiva situada a una distancia de a m del mismo.

Solución

Comenzando por:

Observamos que se nos pide calcular la fuerza que un cuerpo cargado, no puntual,
ejerce sobre una carga puntual. En este momento, no tenemos ninguna expresión que
nos dé el valor de dicha fuerza de modo inmediato, puesto que la Ley de Coulomb no es
aplicable directamente, tal como se comenta en el apartado 2.b. No obstante, la regla de
juego vista en el apartado 3, concretamente en 3.2, esto es el Principio de
superposición, junto con los conceptos considerados en el apartado 4 y la propia ley de
Coulomb nos van a permitir abordar este cálculo.

Pasamos entonces a las siguientes etapas del proceso general de resolución, abordando
conjuntamente las dos siguientes:

Extraer toda la
información posible de los
datos(p.i.), intentando
expresarla de forma gráfica
y/o analítica

Intentar establecer la conexión entre


los datos(p.i.) y lo que se pide(p.f.)
ensayando caminos desde el p.i. hacia
el p.f. o yendo hacia atrás desde el p.f
y basándose en el bagaje adquirido.

Para lo que comenzamos eligiendo un sistema coordenado adecuado que nos ayude a
simplificar los cálculos, tal como el mostrado en la figura.

Una vez hecho esto e inspirados por el Principio de superposición, imaginamos al


hilo formado por un gran número de
Z porciones de longitud infinitesimal, dz,
lo suficientemente pequeñas como
para que puedan ser consideradas
como cargas puntuales. La fuerza
dz dq que una cualquiera de estas cargas
ejerce sobre la carga Q, sí que la
z r podemos expresar mediante la ley de
dF´ Coulomb.
α -α Y Como se vio en el apartado 4, para
O a α Q α poder expresar la fuerza entre las
dF cargas puntuales dq y Q necesitamos
X |z| r poder expresar el valor de la carga dq.
El concepto de densidad de carga nos
dq permite hacer esto con toda facilidad,
en efecto:

Como la longitud dz es muy pequeña, el producto λ·dz será muy pequeño, es decir, la
carga dq alojada en la porción dz es muy pequeña.
Dado que la carga dq es prácticamente puntual, la fuerza que ejerce sobre la carga Q
la podemos calcular mediante la ley de Coulomb. Esta nos dice que:

- Como las dos cargas son positivas, la fuerza es repulsiva y la dirección y sentido
son, de acuerdo con dicha ley, los que se muestran en la figura mediante el vector
dF coloreado en negro, figura en la que se aprecia que esta fuerza forma un
ángulo α con el eje Y.

- El valor del módulo de esta fuerza es:

Puesto que la carga dq es muy pequeña, el módulo de la fuerza es también muy


pequeño y es por eso por lo que lo simbolizamos como dF.
Si hubiésemos dibujado la porción dz en otro lugar del hilo, habrían cambiado los
valores de z, r y α, pero es evidente que la expresión de la fuerza ejercida por la carga
dq = λ·dz sería similar a la que hemos visto. Por lo tanto, una vez que sabemos cómo
expresar la fuerza ejercida por una porción cargada cualquiera del hilo, sobre la carga Q,
el siguiente paso lógico es:

- Aplicar el Principio de superposición que, según el apartado 3.2, nos dice que
“la fuerza ejercida sobre la carga Q, por el conjunto de porciones infinitesimales
que forman el hilo, es la suma vectorial de las fuerzas ejercidas por cada una de
ellas sobre Q” esto es, expresado analíticamente:
Descomponiendo esta igualdad en sus componentes obtenemos:

Parece pues, que deberemos calcular tres integrales. No obstante, es evidente que, tal
como hemos elegido los ejes, la componente X de todos los vectores es nula, puesto
que todos ellos se encuentran en el plano YZ. Así pues:

lo que nos dice que la fuerza sobre la carga Q está en el plano YZ.
Antes de volcarnos directamente en el cálculo de las otras dos componentes, conviene
que recordemos la constancia de comportamiento de la naturaleza que, trasladada a
nuestro ámbito, se concreta en:

- Analizar la posible existencia de simetría, es decir, la posible existencia de


porciones del hilo en igualdad de condiciones respecto a la carga Q y en sus
implicaciones en el cálculo de las componentes finales de la fuerza.

En el caso que nos ocupa, resulta sencillo comprobar que para toda porción dz,
situada a una distancia z por encima del origen O, existe por debajo del punto O una
porción de la misma longitud situada a la misma distancia del origen O.
Como la densidad de carga λ es constante y la longitud de esta nueva porción es la
misma que la de la porción original dz, la carga de ambas porciones, λ· , es la
misma.
Así mismo, la distancia de ambas porciones a la carga Q es la misma, puesto que es
la hipotenusa de dos triángulos rectángulos con dos catetos iguales, como se
desprende fácilmente de la figura anterior.
Por todo ello, la fuerza que la nueva porción ejerce sobre la carga Q tiene:

- Como dirección y sentido, los mostrados en la figura por el vector verde.

- Por módulo:

Como se detecta con facilidad en la figura anterior, si se escribe ahora el valor de la


componente Z de ambos vectores, se obtiene:
es decir, ambas componentes son del mismo valor pero de signos opuestos. Por
consiguiente, su suma tiene un valor nulo, esto es

Esto ocurre igualmente con cualesquiera otras dos porciones del hilo que consideremos
y que estén simétricamente colocadas respecto del origen O, esto es, que estén situadas
a ambos lados de O y a distancias iguales.
Como el hilo es de longitud infinita, hay igual número de porciones a un lado y a otro
del hilo, por esto, al sumar dos a dos todas las componentes Z de las fuerzas ejercidas
por estas porciones sobre Q, la suma total es nula o, expresado analíticamente:

Con esto vemos que, puesto que , la fuerza sobre la carga Q está
dirigida a lo largo de la dirección positiva del eje Y. Su módulo es, por supuesto el
valor de esta componente y, además, únicamente tenemos que calcular el valor de una
integral, puesto que:

Así pues, el paso siguiente es calcular el valor de esta integral.


Del triángulo rectángulo formado por el vector y sus componentes se desprende
que:

El valor de nos lo da la ley de Coulomb y lo hemos expresado más arriba, por lo


que simplemente lo introducimos en el integrando:

Para tener claro la integral que debemos calcular, comenzamos sacando fuera del
integrando todos los factores constantes. Es decir, sacamos fuera de la integral aquellos
factores que no se modifican cuando mentalmente pasamos de una porción del hilo a
otra.
Para ello podemos imaginar que desplazamos la porción dz a lo largo del hilo y
comprobar entonces si las magnitudes que aparecen en el integrando modifican su valor
o no.
En nuestro caso es evidente que la distancia r y el ángulo α se modifican al cambiar
la posición de la porción dz a largo del hilo. Por lo tanto, esas variables deben
permanecer dentro del integrado.
No ocurre esto con k y Q, que tienen el mismo valor independientemente de la
posición de la porción dz. Así pues, la integral que resulta es:
Es evidente que esta expresión no es una integral ordinaria del tipo con las

que estamos habituados a trabajar en Cálculo. Vemos que en nuestra expresión el


integrando está expresado en función de tres variables, siendo una relación del tipo

de manera que el paso siguiente que debemos dar es:

- Expresar el integrando en función de una sola variable independiente.

En primer lugar, hacemos que en el integrando sólo figuren magnitudes geométricas


porque estas son las que, mediante la trigonometría, podemos relacionar fácilmente
entre sí.
Para lograr este objetivo hacemos uso de la relación dq = λ·dz, lo que nos lleva a:

En donde hemos hecho uso del dato de que λ es constante.


La expresión es ahora del tipo:
¿En función de cual de las tres variables geométricas que figuran en la integral
podemos expresar el integrando? La respuesta es: en función de cualquiera de ellas.
Simplemente hemos de elegir una. Elegimos expresarlo todo en función de .
Podemos comenzar expresando la relación entre r y . En el triángulo rectángulo de
catetos a y z e hipotenusa r de la figura, el valor de r se puede relacionar con a partir
de las expresiones trigonométricas:

¿Cuál de ellas nos interesa más? La segunda. La razón es que en la primera r está
expresado como función de z, que es variable, y de . Lo que a nosotros nos interesa en
este punto es expresar todo el integrado en función de la variable y que el resto de los
factores que figuren en él sean constantes. Así pues:
A continuación, expresaremos dz en función de y . Para ello partimos de la
relación adecuada entre z y . En el mencionado triángulo rectángulo tenemos dos
expresiones que relacionan estas dos magnitudes entre sí, estas son:

Y de nuevo hemos de decidir cuál de ellas nos conviene. La segunda expresión es la que
nos da z en función de la variable angular y de la constante a, por lo que es esta
expresión la que seleccionamos. Diferenciando la relación, podemos obtener lo que
buscamos: expresar dz en función . En efecto, de acuerdo con las reglas de
diferenciación:

Llevando esta expresión al integrando resulta:

Lo que resta en este momento es poner los límites de integración, es decir, extender
la suma, representada por la integral, a todas las porciones que forman el hilo. Esto se
traduce en que debemos identificar los valores de correspondientes a las porciones de
los extremos del hilo.
En nuestro caso, podemos ver en la figura siguiente que, al ir desplazándonos hacia
el extremo superior del hilo, el ángulo va aumentando su amplitud hasta que
finalmente alcanza el valor , correspondiente a la porción del hilo situada en el
infinito. De manera similar, al desplazarnos hacia el extremo inferior, el ángulo va
aumentando su amplitud, aunque ahora el signo
es negativo debido a que se está midiendo en
sentido contrario al considerado como positivo.
El valor final del ángulo es .
Llevando estos valores a la integral, nos queda
Q la expresión:

El paso final es, desde luego, calcular la integral:


De forma que la expresión vectorial final para la fuerza que ejerce el hilo sobre
la carga Q es:

cuya representación aparece en la figura anterior.

Actividad

Revisar detenidamente el proceso de resolución y realizar un esquema en el que se


señalen los pasos básicos que se han dado y que podrían servir como pauta para abordar
problemas similares.

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