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COMUNIDAD CATÓLICA “BODAS DE CANÁ”

Evangelización Matrimonial Carismática


COORDINACION NACIONAL

RETIRO DE EVANGELIZACION MATRIMONIAL (REM)


Presentación

“Ustedes son la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará?
Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los
hombres. Ustedes son la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad puesta
en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo
del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en
la casa. Brille así su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras
y glorifiquen a su Padre que está en los cielos”.
(Mt 5, 13-16)

Cristo nos apremia. Cristo es muy claro y terminante con nosotros en


esta tarea de evangelización. Cristo ni se hace de rogar, ni tampoco admite
rodeos. “El que no está conmigo, está contra mí. El que no siembra,
desparrama” (Mt 12, 30). Así de claro, así de categórico es Cristo. No sirve estar
a medias. O hay lealtad o no se sirve como discípulo o abanderado de su causa.
Porque se trata de una causa noble, evangelizar matrimonios. Tan noble que es
una urgencia para ser testigos de la verdad.

Para realizar un Retiro de Evangelización Matrimonial - REM, debemos


tomar conciencia que Jesús es el Maestro y nosotros los mejores de sus
discípulos, por ello lo haremos de manera excelente para gloria de Dios y
santificación de los matrimonios.
Los contenidos rigen de la misma manera para todos y en todo lugar, pero en
los modos, apelamos a la creatividad, hagamos de esta tarea una gran luz como
que es el mensaje de Cristo que procura la santidad nuestra y de aquellos que
estén en contacto con nosotros.

Esta tarea evangelizadora requiere de la oración permanente, la


disposición de los predicadores viviendo en gracia de Dios.

Seamos constantes, perseverantes, recuerden “El que pone la mano en el arado


y echa la vista atrás, no puede ser discípulo mío” (Lc 9, 62). Luego hay que mirar
siempre hacia delante, hacia lo positivo, hacia lo que vale la pena. Seguir y ser
testigo de Cristo adondequiera que vaya. Donde nos lleve, predicadores en

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todo lugar y en todo tiempo. Porque con Él vamos seguros. Nos llevará a buen
puerto. Es, sin duda, el puerto de la vida, del cielo.

El Retiro de Evangelización Matrimonial - REM es uno de los eventos más


importantes en la Comunidad Católica “Bodas de Caná”.
Allí se cumplen las palabras del Señor: "Vayan, pues y hagan discípulos a todas
las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que estoy
con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,19-20). Todos
nosotros somos testigos de las maravillas que el Señor obra en cada REM:
“Pues les digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por
un solo pecador que se convierta” (Lc 15,10).

Nos gozamos al contemplar el Poder de Dios, por eso, más que un


trabajo es un privilegio organizar un REM. Por todo ello, es necesario realizar
un trabajo de equipo, muy ordenado, en el que cada uno sepa y ejecute la
tarea que le corresponda. Somos una Comunidad Misionera y planificando de
la mejor manera, aprendemos a dar un REM, dándolo. Mejor dicho,
PLANIFICAMOS y aprendemos-haciendo.

La Coordinación Nacional

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Temática: Retiro de Evangelización Matrimonial – REM


RESUMEN

Tema 01 – Amar es Vivir


Saber que Dios nos ama.
Comprender que los esposos solo se pueden realizar en la medida que se amen
y sean amados.
Reflexionar y ejercitar el verdadero amor. Propiciar un encuentro con el Señor
de la vida.

Tema 02 – Incomunicación
Que los esposos logren comprender que la incomunicación en el matrimonio
es un pecado grave, y puede ser causa de la destrucción de la vida familiar.

Tema 03 – Amarnos y Aceptarnos


Comprender que la vida espiritual en el matrimonio comienza al aceptarse y
amarse uno mismo.
Aceptar y amar cada uno a su cónyuge tal y cual es. Vivir el verdadero Amor
Cristiano.

Tema 04 – Humildad
Hacer comprender a los esposos que la humildad es la virtud principal para
poder conseguir la felicidad plena en nuestros hogares, reconociendo
nuestras cualidades, limitaciones y debilidades.
Reconocer que somos pecadores.

Tema 05 – Sexualidad en el Matrimonio


Hacer comprender a los esposos que la humildad es la virtud principal para
poder conseguir la felicidad plena en nuestros hogares, reconociendo
nuestras cualidades, limitaciones y debilidades. Reconocer que somos
pecadores.

Tema 06 – El Perdón
Comprender que el perdón es la puerta a la reconciliación con nuestro cónyuge
y el paso previo para poder amarse.

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Tema 07 – Espíritu Santo Poder de Dios


Dar a conocer quién es el Espíritu Santo
Demostrar que es imposible vivir la vida cristiana en el matrimonio sin la
fuerza de Espíritu Santo.

Tema 08 – Sanación
Hacer entender a los esposos que Jesús tiene poder para sanar y quiere
hacerlo, sanar nuestras heridas, odios, miedos, rechazos, lo que nos va a
permitir ser felices y hacer felices a nuestro cónyuge y nuestros hijos.

Tema 09 – Saber Agradecer


Saber que agradecer es un don que Dios nos da para que vivamos
reconociendo todo lo que recibimos en nuestra vida.

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Tema No. 1: AMAR ES VIVIR

OBJETIVOS
1. Saber que Dios nos ama.
2. Comprender que los esposos solo se pueden realizar en la medida que se
amen y sean amados.
3. Reflexionar y ejercitar el verdadero amor. Propiciar un encuentro con el
Señor de la vida.

IDEAS PRINCIPALES
1.- Dios Amor es fuente de amor.
2.- Amor necesidad personal.
3.- Dimensiones del amor
4.- Necesidad de un encuentro personal con Dios.

DESARROLLO

1.- DIOS AMOR ES FUENTE DE AMOR


1 Jn 4, 16 “Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en
Dios y Dios en él”
Gén. 1,26 “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”
Dios = amor hombre = amor

Entonces: el amor es un don de Dios Amor.


 Somos la obra más maravillosa de la creación, somos la obra sublime del
amor de Dios: nos creó por amor, con amor, para amar.
 Dios nos invita a vivir en comunión: amándonos unos a otros, conforme su
plan divino, que nos conduce a vivir felices.
 Hoy vivimos en una sociedad muy violenta, que nos agrede constantemente
con mensajes de violencia, lujuria, terror, maldad… y de antivalores. Lo
inmoral y lo malo que hacen muchos se justifica como algo normal, creando
desconcierto y confusión.
 El mundo actual vive una gran crisis de amor, el amor que Dios ha puesto en
cada ser humano, es mal orientado porque está dirigido al poder, el dinero, la
lujuria, la fama….este ejercicio equivocado del amor, altera el corazón del
hombre, conduciéndolo muchas veces a la desesperación y a la muerte.
 La beata Madre Teresa de Calcuta decía: “Creo que el mundo en la
actualidad, está patas arriba, y está sufriendo mucho, porque existe muy poco
amor en los hogares y en la vida familiar”.
 Es urgente que nos ubiquemos: ¿estamos viviendo adecuadamente ese gran
don del amor, que Dios puso en nuestro corazón?
 Ese amor tiene que ser el gran amor de Dios, que da la vida, que es dinámico,
que nos conduce a la comunión profunda con nuestro cónyuge.
 Es urgente comprender que: Amar es Vivir y como matrimonio este fin de

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semana compartiremos y reflexionaremos de ese amor que nos llevará a “no


ser ya dos, sino una sola carne, una sola alma y un solo espíritu” en las
buenas y en las malas hasta que la muerte nos separe.
 Para que el amor triunfe en nuestros corazones, para que aprendamos a
Amar… para no caer en la desesperanza… para que ese amor llene nuestra
existencia y nos lleve a una comunión profunda como esposos y que se
proyecte a nuestros hijos, para darles amor y seguridad... para que se
proyecte en nuestra patria, que está tan lleno de dolor, de sufrimientos, tan
necesitados de amor...Hoy, queremos dejarles un mensaje, que Dios es
“AMOR”: Amor que da la vida, perdón, reconciliación, paz, fe, esperanza y
unidad conyugal.

2.- AMOR NECESIDAD PERSONAL


La única palabra con que se puede definir el amor, es vida. El amor en todos sus
aspectos es vida. Si pierdes el amor, pierdes la vida.

 “El hombre no puede vivir sin amor, permanece para sí mismo


incomprensible, su vida está privada de sentido, sino le es revelado el amor,
sino se encuentra con el amor, sino lo experimenta y no lo hace propio, sino
participa en él vivamente” (Juan Pablo II, Redemptor hominis, nº 10).
 San Agustín: ama y haz lo que quieras – la medida del amor es amar sin
medida.
 Sin lugar a dudas la mayor búsqueda y el mayor anhelo de todo ser humano
es aprender a amar y vivir ese amor en plenitud.
 Todos hemos nacido para amar, esa es nuestra naturaleza. el amor es el
secreto que puede hacer feliz nuestra vida.
 El amor es la fuerza más poderosa que existe en el hombre, porque es la
fuerza que viene de Dios..es Dios mismo actuando.
 Cuando el amor inunda tu vida, y cuando Dios inunda tu vida:
- Mejoran los sentimientos
- Mejoran los criterios
- Mejora el modo de pensar y de actuar
- Mejora el ser entero, Mejora tu personalidad.

Entonces ya no te dejas llevar:


-Por los instintos
- Los criterios mundanos
-Por los criterios antievangélicos
- Por criterios de muerte.

“El amor es la fuerza más poderosa que existe en el hombre, que sostiene a la raza
humana, a la familia, a la sociedad.” Juan Pablo II.

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3.- DIMENSIONES DEL AMOR


Recordemos el amplio campo de acción de la palabra “amor”: se habla de amor a la
patria, de amor por la profesión o el trabajo, de amor entre amigos, entre padres e
hijos, entre hermanos y familiares, del amor al prójimo y del amor a Dios. Sin
embargo, en toda esta multiplicidad de significados trataremos el amor entre el
hombre y la mujer, en el cual intervienen inseparablemente el cuerpo y el alma.
(Deus caritas est 2).

¿Cuántas formas de amor conocemos?. Vamos a describir 3.

Amor posesivo, o erótico:


 Interviene el instinto, ama solo con el cuerpo.
 Es un arrebato momentáneo, anhela poseer y disfrutar.
 Es egoísta, busca satisfacerse a sí mismo.
 Es celoso y desconfiado.
El amor sexual es bueno, el Papa Benedicto XVI nos dice que este amor nos orienta
hacia el matrimonio basado en un amor exclusivo y definitivo.

El amor oblativo
 Es descubrimiento del otro, el que busca darse.
 Es ocuparse y preocuparse por el otro, lo ayuda a realizarse. 1 Cor 13, 4-7
 En este amor intervienen la libertad la inteligencia y la voluntad.
 Se basa en los valores, es camino permanente, ansía el bien del ser amado.
Este amor oblativo nos lleva a la felicidad conyugal: anhela donarse, es fiel y
generoso, humilde y confiado, es espiritual, por eso el matrimonio es camino de
santidad.

El amor de Dios
También se le llama ágape, y tiene la característica de ser un amor a nivel de lo
divino es un amor superior al oblativo, perfecto, inagotable, infinito y necesitamos el
amor de Jesús para vivir en El y como El.
 Dios nos amó primero. “déjate amar”. 1Jn.4,10.
Esta es la gran revelación que “Dios nos amó primero” no fuiste tú quién lo elegiste
y lo que Dios espera de ti es que te dejes amar.
 El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo
que nos ha sido dado” (Cfr. Rom 5,5)
Te da la gracia, la facultad de amar. Amar en la dimensión de Dios, poder que
hemos recibido en el bautismo.
 El amor de Dios, es un amor incondicional. Is. 54,10
Siempre está presente, para amarnos no nos pone condiciones aun siendo
pecadores; porque el amor de Dios es poderoso, es más grande que el pecado. No
podemos impedir que Dios nos ame, porque "Dios es amor".
 “Dios dejó constancia del amor que nos tiene: Cristo murió por nosotros cuando
todavía éramos pecadores” (Rom 5, 8).
Es difícil encontrar una persona que se atreva a morir por otra. Jesús dio su vida por
todos aquellos que le ofendieron, que se burlaron, que lo ridiculizaron, que le
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pegaron y sin embargo todavía le pide al Padre que los perdone... porque no saben
lo que hacen.
 Dice el Señor: “...No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu
nombre, tú eres mío” (Cfr. Is 43, 1)
Dios, porque nos ama, respeta la libertad del hombre. A Él no le importa lo que
fuimos en el pasado, lo que seamos en este momento, si mujeriegos, acomplejados,
mentirosos, tramposos, llenos de infidelidades. Dios te ama así como eres, pero
espera tu conversión, para que seas feliz.

4.- NECESIDAD DE UN ENCUENTRO PERSONAL CON DIOS


 Queridos hermanos: desde nuestra experiencia de vida, les testimoniamos que
cada de uno de nosotros tuvimos un encuentro personal con Jesús, que le dio un
nuevo horizonte a nuestras vidas, y una orientación decisiva para optar por un
nuevo estilo de vida, basado en el amor de Dios.
 Hoy, también cada uno de ustedes está invitado a tener ese gran encuentro con
el Señor Jesús y su gran amor apasionado por ti, por mi, por cada uno de
nosotros que cambiará tu vida y descubrirás la alegría en el amor.
 Para experimentar el encuentro personal con el Señor Jesús es necesario estar
dispuestos y preparados:
- Con actitud de humildad que nos permite reconocernos pecadores, que nada
somos y que dependemos en todo de Dios. Desterrar la dureza de corazón, la
soberbia, el orgullo, la autosuficiencia, barreras que nos separan de Dios.
Para mantener esta relación con Dios se requiere:
- La oración con fe.
- Leer y meditar su palabra para profundizar nuestra relación con Dios.
- Arrepentirnos del pecado.
- Vivir en comunidad de amor.

MANDATO: “AMÉMONOS LOS UNOS A LOS OTROS, PORQUE EL AMOR


VIENE DE DIOS”

RESUMEN:
 EL AMOR ES FUERZA QUE VIENE DE DIOS.
 APRENDER A AMAR ES APRENDER A VIVIR. SOLO QUIEN AMA VIVE.
 LLENA TU VIDA DE AMOR PARA QUE SEAS FELIZ JUNTO A TU
CÓNYUGE, JUNTO A TUS HIJOS.
 PIDE HOY A JESÚS QUE TE HAGA INSTRUMENTO DE SU AMOR, DE SU
PAZ, PORQUE: “AMAR ES VIVIR”
 ¡DIOS AMA AL HOMBRE! ENTREGÓ SU VIDA POR TI.

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BIBLIOGRAFÍA
Primera Carta Encíclica DEUS CARITAS EST del Sumo Pontífice Benedicto XVI.

DINÁMICA

TRABAJO ENTRE ESPOSOS, MEDITAR FRENTE A FRENTE 10 MINUTOS


1. ¿En tu matrimonio, viven el amor posesivo o el oblativo?
2. ¿Te comprometerías amar a Dios por siempre?

TRABAJO PARA PERSONAS SOLAS EN GRUPOS DE 4


1. ¿En tu vida, se manifiesta más el amor posesivo o el oblativo?
2. ¿Te comprometerías amar a Dios por siempre?

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Tema No. 2: INCOMUNICACION


OBJETIVO
1.- Que los esposos logren comprender que la incomunicación en el matrimonio
es un pecado grave, y puede ser causa de la destrucción de la vida familiar.

IDEAS PRINCIPALES
1.- La Incomunicación mata el amor
2.- Etapas de la Incomunicación

DESARROLLO

1.- LA INCOMUNICACIÓN MATA EL AMOR

 La escena que acabamos de ver, nos da una clara idea, de lo que significa
vivir en un estado de incomunicación entre los esposos.
 Recordemos que somos hijos de Dios, “creados a su imagen y semejanza”
Gen 1,26 y tenemos como modelo a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y
Espíritu Santo, que viven en una perfecta unidad. Juan Pablo II nos dice:
“Dios no es soledad, Dios es familia” en ella se expresa la comunicación llena
de armonía y amor que nunca se interrumpe.
 “Que todos sean uno, como Tu Padre estás en Mí y Yo en Tí. Que ellos
también sean uno en nosotros para que el mundo crea que Tú me has
enviado” (cf. Juan 17,21).
 Este es el Plan de Dios, que vivamos comunicados y amándonos, los esposos
y toda la familia.
 Recordemos nuestra etapa de noviazgo y los primeros años de casados,
etapas plenas de comunicación, éramos el uno para el otro en atenciones,
intenciones, comprensión, con diálogos fluidos llenos de amor.
 Llegan los hijos, la relación conyugal va cambiando en todos los aspectos y
surgen los pequeños problemas que a través de los años se van agudizando,
llegando a construir muros que nos van separando, impidiendo la
comunicación, tan necesaria para alimentar el amor, conduciéndonos a un
estado peligroso de incomunicación, de desunión.
 Constatamos con frecuencia, que el principal problema de los matrimonios no
es el sexo, ni los hijos, ni la situación económica, sino la falta de
comunicación entre los esposos.
 El hombre ha sido hecho para AMAR Y COMUNICARSE, por eso la
comunicación no puede faltar. Sin embargo, esta comunicación deseada por
Dios se interrumpe cuando el hombre y/o la mujer rompen la comunicación
entre sí y con Dios.
 La incomunicación mata el amor. La comunicación no sólo es urgente y
necesaria. Es VITAL porque mantiene vivo el amor de los esposos.
 Por esta falta de comunicación en el matrimonio, los esposos se convierten en
pecadores al desobedecer a Dios, quien nos pide que: Amemos a nuestro
cónyuge como a nosotros mismos.
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2.- ETAPAS DE LA INCOMUNICACIÓN

¿En dónde se rompió el hilo que mantenía unidos a los esposos?


En la deficiente comunicación que practican.
DISTANCIAMIENTO.-
 En esta etapa los efectos comienzan lentamente, se producen por la poca
atención que se prodigan los esposos, la rutina diaria los absorbe, se evitan
los diálogos, cada uno se enfrasca en lo suyo, si uno de ellos empieza a
compartir algo, el otro corta el mensaje, cambia el tema o simplemente no
escucha, porque está ocupado en otras actividades.
 Los esposos tratan de evitarse, se inician los desencuentros, por la falta del
diálogo conyugal, surgen las dudas y temores.
 Cierran el uno al otro su corazón de tal manera que ni siquiera sacan unos
minutos de su valioso tiempo para hablar de los dos. De sus inquietudes, de
sus temores, de lo que cada uno lleva dentro de sí, ni siquiera de sus
esperanzas e ilusiones. De todo lo que está afectando positiva o
negativamente la relación de los dos.

RESENTIMIENTO.-
 Cuando no se le reconoce al otro sus propios valores y no buscan los
momentos oportunos para decirse las cosas; y en lugar de una comunicación
respetuosa, abierta y transparente, se presentan las agresiones de doble vía,
se acaba la paz del hogar y también la comunicación que quedaba.
 Entonces las relaciones familiares se deterioran al no saber decirse las cosas
con amor y comprensión, al no saber el uno interpretar lo que el otro le quiere
decir, al tratar de cambiar al otro a como dé lugar para hacer realidad las
expectativas que llevaban al matrimonio.
 Al asumir actitudes defensivas cuando se sienten atacados en su intimidad.
 Al no sentirse aceptados por ser como son, y al no sentir el estímulo para
asumir verdaderamente y con plena libertad la mejora personal.
 Surgen a veces reconciliaciones poco duraderas porque vuelven a caer en
los mismos errores. Aparece la crítica sistemática y el lenguaje absoluto: "Tú
NUNCA me ayudas, Tú SIEMPRE dejas la ropa tirada, Tú TODO me lo
contradices". Y a esto se añade que ha desaparecido del lenguaje de los
gestos el detalle amoroso, la caricia tierna., el susurro al oído para decirle al
otro "te quiero y me haces falta".
Esto por lo general, cuando no conduce a una crisis total o a un rompimiento
definitivo, puede acomodarlos en una falsa tolerancia nada saludable para la
relación. Y decimos, nada saludable, porque lleva a que cada uno viva su vida en
forma independiente, alejándose de la verdadera realidad de lo que es el
matrimonio.

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ODIO.-
 Y así día a día se van profundizando y dando rienda suelta a los aspectos
negativos de nuestro ser, empeñándose en construir un muro, una barrera
entre nosotros hasta llegar al ODIO y el muro va creciendo ladrillo a ladrillo
hasta que en un momento el muro ha crecido tanto que ya no podemos
resistir más (están alejados uno del otro); y aparec3e el sentimiento negativo
de profunda antipatía, rencor, disgusto, aversión, repulsión, al punto de no
querer ver al cónyuge y desearle el mal, atenta contra al posibilidad del
diálogo.
 Se pierde el incentivo de amar y de sentirse amado, simplemente porque no
se comunican los cónyuges: la incomunicación reina en todos los niveles, solo
se manifiesta la ira y la hostilidad hacia el cónyuge.
 Se produce una ruptura en la relación que se manifiesta de forma abierta
cuando el trato y el diálogo dejan de existir.

El amor conyugal no muere a causa de las trifulcas, sino que lo matamos por no
saber poner remedio y sacar partido de ellas.

REFLEXIÓN EN GRUPOS

1.- ¿Hay incomunicación en tu matrimonio?


2.- ¿En cuál de las etapas de la incomunicación descritas, se encuentran?

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Tema No. 3: AMARNOS Y ACEPTARNOS A NOSOTROS MISMOS

OBJETIVO
1.- Comprender que la vida espiritual en el matrimonio comienza al aceptarse y
amarse uno mismo.
2.- Aceptar y amar cada uno a su cónyuge tal y cual es.
3.- Vivir el verdadero Amor Cristiano.

IDEAS PRINCIPALES
1.- Aceptación de sí mismo.
2.- Amate y acéptate a ti mismo para que seas feliz
3.- Amate y acéptate para desechar las ideas negativas de ti mismo
4.- Plan de Dios para el matrimonio.

DESARROLLO

INTRODUCCION
“Uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: ‘Maestro,
¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?’ Jesús le respondió: ‘Amarás al
Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es
el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la
Ley y los Profetas’. (Mt 22,35-40).

Recordemos que el primer mandamiento nos pide que amemos a Dios con todas las
fuerzas de nuestro ser, con el corazón, con el alma y con el espíritu.
Jesús pone como base de todas las leyes el amor a Dios y al prójimo.

“El que dice: ‘Amo a Dios’, y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede
amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve?” (1Jn 4,20). Y
porque Dios nos amó primero, debemos amarnos unos a otros, sea quien sea ese
otro. Es fácil que nos podamos engañar a nosotros mismos y nos creamos los
mejores, los más buenos, los predilectos de Dios porque cumplimos unas normas,
pero, si lo más importante: la justicia, la caridad, la ayuda, la generosidad, la
comprensión y la bondad con los demás no lo practicamos, no hay verdad en
nosotros y no seremos del agrado de Dios. Jesús mismo vivió ese amor al prójimo
sin medida, porque su amor al Padre era sin medida. No vayamos diciendo que
somos mejores, que amamos a Dios si nuestras actitudes hacia los demás son
egoístas y vacías de amor.

El segundo mandamiento es semejante al primero: nos exhorta que amemos a


nuestro prójimo como a nosotros mismos. Esto nos quiere decir: ‘Ámate a ti mismo
con todas las fuerzas de tu ser, con el corazón, con el alma, con el espíritu, para que
puedas amar al prójimo’.

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1.- ACEPTACION DE SI MISMO


Para amarme, el primer paso que debo dar es aceptarme a mí mismo. La aceptación
de uno mismo es el fundamento de toda existencia.

Si nuestros padres no nos enseñaron el verdadero amor cristiano, aprendemos a


amar con mucha dificultad. Algunas personas, en su niñez recibieron muchos
reproches como: “nada haces bien, eres torpe, no sirves para nada”, etc. Esta
situación no les ha ayudado a reconocer sus méritos, sino al contrario, a remarcar y
resaltar sus debilidades.

Amarnos no significa que tengamos que negar los defectos y las limitaciones que
tenemos. Este concepto lo tienen también muchas personas orgullosas que creen
que solamente tienen cualidades y que no tienen defectos. Cuando se les dice algún
defecto reaccionan violentamente.

Cuando toda esta parte negativa es llevada al matrimonio, entonces surgen los
problemas entre esposos y las reacciones serán de tipo violento surgiendo algunas
interrogantes como: por qué me casé contigo…, ahora de qué me sirves…, no me
haces feliz…, etc.

Estas reacciones manifiestan el poco aprecio que nos tenemos. Son expresiones del
disgusto que tenemos con nosotros mismos, impide que seamos felices y que
demos felicidad a los que nos rodean.

2.- AMATE Y ACEPTATE A TI MISMO PARA QUE SEAS FELIZ


Es importante en la vida aceptarnos y amarnos como somos. Nadie podrá amar de
verdad a los demás, si no se ama a sí mismo, ni podrá dar felicidad, si no es feliz.

Recordemos que somos hijos de Dios hechos a su imagen y tenemos que pedirle
que nos envíe su Espíritu, para que nos muestre en la profundidad de nuestra alma,
todas las riquezas que tenemos y que nos permiten amar y amarnos.
Este poder de Dios irá mostrando nuestras carencias y nuestras limitaciones. Pero
tenemos que recibirlas con paz y tranquilidad.

Por ejemplo, hay personas que dicen: no me gustan mis manos, no me gusta mi
nariz o mis dientes o el color de mi rostro o mi estatura… y vemos a nuestro cuerpo
como enemigo, que nos hace sufrir.

Para superar esta situación, es bueno contemplar los aspectos positivos que
tenemos. Mis manos, quizás no sean bellas, pero realizan muchas obras buenas.
¿Pensaste alguna vez qué sería de ti sin manos? ¿Has visto alguna vez una
persona sin manos? Por eso, no te avergüences de tus manos, porque no tengan
bellas proporciones ni de tu nariz o de tus orejas o de tu rostro. Puede ser que tus
ojos no sean hermosos, pero ¿qué sería de ti sin ellos? Puede ser que tu dentadura
no sea uniforme y blanca, pero ¿pensaste alguna vez con qué orden y sabiduría
están dispuestos y qué admirable función desempeñan?
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Pero, nos damos cuenta que hay carencias que nosotros no podemos corregir. Si
nos falta un pie o nos faltara la vista, etc. no podemos remediarlo. Llevemos pues en
paz esta situación.

Pero hay limitaciones que sí podemos corregir, por ejemplo:


Un esposo(a) con un genio muy duro con su esposa(o) y sus hijos puede tomar una
de estas 2 alternativas:
a) Si es orgulloso, dirá: yo no puedo cambiar, no insistan; así me hicieron. Se
sentirá desgraciado y no querrá hacer ningún esfuerzo por mejorar.

b) Pero, si se ama, aceptará con tranquilidad y en paz el defecto que ha


descubierto en él y dirá: voy a procurar corregirme con la gracia de Dios, con el
esfuerzo que yo ponga y con la ayuda de mi cónyuge.

Recuerda, no te fijes sólo en tus defectos personales o en tus errores cometidos,


como si fueras un fracaso total. Despierta y verás que son inmensamente más
grandes tus tesoros y cualidades que tus defectos y fracasos. No te compares con
los demás, no te reveles contra Dios y no guardes resentimiento en tu corazón. No te
amargues recordando y reviviendo historias dolorosas, porque no puedes ya cambiar
lo que pasó.

3.- AMATE Y ACEPTATE PARA DESECHAR LAS IDEAS NEGATIVAS DE TI


MISMO
Hoy en día, no sabemos mantener una conversación sin sacar a relucir los defectos
del prójimo y criticarlos. Este es un tema de conversación muy frecuente en diversas
reuniones.

Dice la Carta a Santiago (3, 8-10): “Por el contrario, nadie puede dominar la
lengua, que es un flagelo siempre activo y lleno de veneno mortal. Con ella
bendecimos al Señor, nuestro Padre, y con ella maldecimos a los hombres, hechos a
imagen de Dios. De la misma boca salen la bendición y la maldición. Pero no debe
ser así, hermanos”.

¿Quién de nosotros no ha ofendido a Dios hablando mal del hermano?


Una de las explicaciones de por qué hay tanto placer en hablar mal del prójimo u oír
hablar mal de él, es porque no nos amamos a nosotros mismos y entonces
proyectamos ese odio al prójimo. Si de verdad nos amáramos, no tendríamos tanto
gusto en oír hablar mal de los defectos de los demás. Lo oiríamos con dolor;
buscaríamos excusarlos, oraríamos por ellos. Esa tendría que ser nuestra actitud
cristiana.

Vivimos como cristianos cuando pensamos y obramos como CRISTO.


La crisis en los matrimonios se agudiza cuando un esposo(a) herido(a) empieza a
hablar mal de su cónyuge en forma negativa con sus familiares, amigos o
compañeros de trabajo. Con esta actitud solo logra destruir su hogar. Y ambos
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contribuyen a esta destrucción.

Si los esposos se dan cuenta que están obrando así, es porque no se aman ni se
aceptan y deben resolver esta dificultad.

El Señor nos dio un mandato: “Que cada uno ame a su cónyuge como a sí mismo"
(cfr. Ef. 5,33). Tengo que amar a mi cónyuge como a mí mismo, si yo no me amo, no
puedo dar amor. El amor es, la vocación fundamental e innata de todo ser humano
(FC 11). Tengo que comenzar por amarme y aceptarme para aceptar a mi cónyuge.

4.- PLAN DE DIOS PARA EL MATRIMONIO


Que los esposos vivan su vocación cristiana en el matrimonio, uniendo sus vidas con
el vínculo del amor y el compromiso. “El matrimonio es un sacramento que da a los
esposos una gracia especial para ser fieles uno al otro y santificarse en la vida
matrimonial y familiar, ya que el matrimonio cristiano es una auténtica vocación
sobrenatural” (CIC 1661).

“El Matrimonio es el sacramento que santifica la unión indisoluble entre un hombre y


una mujer cristianos, y les concede la gracia para cumplir fielmente sus deberes de
esposos y de padres. Los esposos están llamados al amor y ayuda mutua y a su
santificación personal”.

“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre se unirá a su mujer y serán una
sola carne” (Gen 2,24). Dios con estas palabras nos manifiesta una gran verdad: el
matrimonio es el fundamento de la familia.

El hombre y la mujer deben unir sus vidas formando su hogar donde reine el amor y
donde sus hijos reciban ese amor.

Para amarse y aceptarse en el matrimonio, es urgente comunicarse. Hay algo


importante que debemos saber: uno mismo no se conoce totalmente o se conoce
muy poco. Uno se conoce en la medida en que tenga a otra persona a quien se abra
libremente.

Esta es una de las grandes tareas del matrimonio: Que los esposos se propongan y
decidan ayudarse mutuamente en el descubrimiento de sus valores, para apreciarlos
y para amarse mutuamente, para ir descubriendo sus defectos para corregirlos. Este
sería el gran medio para enriquecer sus vidas.

“El Espíritu que infunde el Señor, renueva el corazón y hace al hombre y a la mujer
capaces de amarse como Cristo nos amó. El amor conyugal alcanza de este modo
la plenitud a la que está ordenado interiormente, la caridad conyugal, que es el modo
propio y específico con que los esposos participan y están llamados a vivir la misma
caridad de Cristo que se dona sobre la cruz” (FC 13).

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Si comenzamos a dialogar, a intercambiar nuestros sentimientos frente a todas las


situaciones de la vida, iremos conociéndonos mejor, amándonos más y madurando
realmente como personas humanas. Creceremos como personas y seremos felices
en la medida en que nos amemos y nos aceptemos.

Los esposos no pueden ser felices si no tienen la experiencia profunda del amor de
Cristo para darse amor el uno al otro cónyuge. Esta experiencia comienza cuando
Cristo nos regala la gracia de aceptar a nuestro cónyuge con todas sus virtudes y
cualidades, pero también con todas sus imperfecciones.

Y esto es lo que vamos a pedirle a Dios con su poder.

DINÁMICA

Se invita a los esposos ponerse frente a frente, muy juntos, para que otros no
escuchen su conversación, y con esta oración le pediremos a Dios que nos ayude a
aceptarnos y aceptar a nuestro cónyuge. También se invita a las personas solas a
ponerse en actitud de oración a cerrar sus ojos y que empiecen a aceptar sus
cualidades y defectos.

ORACION DE ACEPTACION

Padre Santo,
Tú eres fuente inagotable de todo bien.
Tú eres mi Creador, mi dueño y mi Señor.
Gracias por tu Espíritu y tu luz en mi profundidad.

Señor, que yo sepa apreciar lo que Tú me has dado y,


Pueda descubrir los tesoros escondidos en mi ser.

Señor, quiero confiarte hoy, mis miedos, mis ansiedades,


Mis sentimientos de culpa, mis hábitos negativos, mis rebeldías.

Señor, dame la fuerza y tu gracia para aceptarme a mí mismo.

Me acepto, Señor, como Tú me hiciste.


Acepto mis limitaciones y mis cualidades.
Acepto mi aspecto exterior. Acepto mi rostro.
Acepto mi tamaño. Acepto mi sexo.

Acepto mi sexualidad. Acepto mi edad.


Acepto mi salud y mis enfermedades.
Acepto mi trabajo. Acepto mi profesión.
Acepto mi carácter – pero ayúdame a mejorarlo.
Acepto mi situación económica, – pero te ruego que nunca falte el pan en mi mesa.
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Señor, acepto a mi esposa (o) que Tú me regalaste.


Acepto mi matrimonio. Señor, acepto a mis hijos.
Señor, acepto a mis padres. Señor, acepto a mis padres. Señor acepto a la familia
de mi esposa (o).

Señor te doy gracias por quitar todos los obstáculos


para recibir tu gracia.
Gracias, Señor. Amén

Bibliografía
Catecismo de la Iglesia Católica, cap. Tercero, 1602; cap. Segundo, 2196

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Tema No. 4: HUMILDAD

OBJETIVOS
1.- Hacer comprender a los esposos que la humildad es la virtud principal para
poder conseguir la felicidad plena en nuestros hogares, reconociendo
nuestras cualidades, limitaciones y debilidades.
2.- Reconocer que somos pecadores.

IDEAS PRINCIPALES
1.- Introducción
2.- Jesús modelo de humildad
3.- El humilde reconoce la verdad
4.- Nada debe hacerse por vanidad y por orgullo

DESARROLLO

1.- INTRODUCCION
Lc 14,11 "... Todo el que se ensalce, será humillado y el que se humille será
ensalzado".

Estamos en una sociedad donde prima el dominio, el ser importante, y ese afán de
dominio y de soberbia también se vive en la relación matrimonial, esclavizándola y
rompiéndola.

Todos tenemos defectos en nuestro carácter, debido a la educación recibida, al


medio ambiente en el que hemos vivido, etc.…. Todos los hombres tenemos
defectos. Lo importante es: aceptarlos y no negarlos y después trabajar en ellos para
superarlos y desecharlos.

Pero ¿Qué significa ser humilde?


Si preguntáramos a un hombre, de temperamento inclinado a la violencia, machista,
(que aquí seguro no hay).... (¿Qué dicen las mujeres?)... ¿hay?, respondería
probablemente: la humildad es no levantar la voz, no ser prepotente en mi familia,
sino más bien, ser más dócil...más tranquilo, ser de trato más suave….

Si preguntamos a una ESPOSA, diría: la humildad es ser más servicial…


Si preguntáramos a un cristiano comprometido, seguro nos respondería, ser humilde
significa, reconocerse pecador.

2.- JESUS MODELO DE HUMILDAD


Para descubrir la verdadera raíz de la humildad se necesita acudir al verdadero
maestro que es Jesús, Él dijo: "aprendan de mí que soy manso y humilde de
corazón" Mt 11, 29

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El humilde se manifiesta por ser OBEDIENTE.


Jesús se hizo humilde no por una cuestión de sentimientos o por un asunto de
palabras, sino con hechos, con gestos concretos.
En Fil 2,6-8 dice: ……Jesús en condición de Dios, por obediencia a su Padre se hizo
hombre y llegó hasta el sacrificio con su pasión y muerte en una cruz. Y más aún en
Fil, 2, 9-11 se afirma: “Por eso Dios lo engrandeció…” a Cristo y confirmó su
Señorío. Tenemos un ejemplo concreto, en el evangelio de Lucas: “el que se humilla
será ensalzado".

La Humildad se manifiesta por una voluntad de SERVICIO. Jesús dio el ejemplo


cuando, en la última cena, se puso de rodillas para lavar los pies a sus discípulos (Jn
13, 12-14), y nos dice que hagamos lo mismo los unos por los otros. Remarca esa
voluntad de servicio en Lc 22, 27 cuando expresa que no es mayor el que está
sentado en la mesa sino el que sirve. Y termina expresando "estoy en medio de
ustedes como quien sirve". Todo hecho por amor y gratuitamente, sin esperar nada
a cambio.

3.- EL HUMILDE RECONOCE LA VERDAD

“La humildad es la verdad”, dice Santa Teresa de Ávila.


El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la
medida en que un hombre es más humilde crece su visión más correcta de la
realidad.

Es básico reconocer, la verdad de nosotros mismos: reconocer que fallamos,


porque como seres humanos somos débiles, tenemos errores y fácilmente caemos.
Sal 51,1-4 El humilde acepta sus debilidades, sus limitaciones, reconoce ante Dios
su pequeñez y se reconoce pecador.

También debemos reconocer la verdad sobre nuestro prójimo: -La verdad sobre el
prójimo.- Fil. 2,3-4
“Les pido algo que me llenará de alegría. Tengan un mismo amor, un mismo
espíritu, un único sentir y no hagan nada por rivalidad o por vanagloria. Al
contrario, que cada uno humildemente, estime a los otros como superiores a sí
mismo. No busque nadie sus propios intereses, sino más bien el beneficio de los
demás”.

Es fundamental reconocer la verdad sobre Dios: Mat.18,1-4


¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?. Entonces Jesús llama a un
niñito, lo coloca en medio de los discípulos, y dice: “les aseguro que si no
cambian y vuelven a ser como niños, no podrán entrar en el reino de los cielos.
El que se hace pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los
cielos, y el que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe”.

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Todo es un don de Dios, de quien dependemos y a quien se debe toda la gloria.


Todo lo que el hombre tiene, le ha sido concedido por Dios. ¿Qué tenemos que
no hayamos recibido? Y si lo he recibido todo ¿qué es lo que tengo mío? Si
estamos convencidos de esto, jamás levantaremos la cabeza por orgullo. Que
nadie se gloríe de sus propios éxitos, sino que los atribuya a Dios.

La humildad nos hace vivir otra verdad sobre Dios. Que por humildad necesitamos
de su poder divino, necesitamos de su ayuda.
Todo ello obliga pedir al Señor que nos conceda la gracia de “reconocer que somos
pecadores”, paso fundamental para el perdón.

El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha


descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No
está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para
estimar y dedicarse al amor y al servicio sin desviarse en juicios que no le
pertenecen.

San Ignacio decía: que el primer grado de la humildad consiste en nunca mentir, no
aparentar lo que no somos, no ponernos máscaras, o maquillajes, que nos hagan
parecer mejores.

4.- NADA DEBE HACERSE POR VANIDAD Y POR ORGULLO


El orgullo es la figura opuesta a la humildad.

Santo Tomas de Aquino decía:


"EL ORGULLO es la estima desordenada de uno mismo, con desprecio de los
demás. Es la idolatría del yo".

El orgullo fue el pecado original de ángeles y de hombres "Que quisieron ser como
dioses" (Gen 3, 5) tener el poderío ilimitado de Dios, no querían depender de Dios,
defraudaron la amistad y la intimidad que se les había brindado, por ello fueron
expulsados del paraíso.

El orgulloso es un esclavo de su yo, es un egoísta, quiere que le rindan pleitesía,


creyéndose superior a todos, cree poseer la verdad, se cree el CENTRO de los que
están a su alrededor, todos deben girar en torno a él. No está dispuesto a reconocer
que es dependiente y que todos sus talentos los ha recibido de Dios. La vanidad y
el orgullo corroen el alma. Rompen la unidad conyugal.

Pablo nos dice en 1 Co 4, 7 "¿Que tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has


recibido ¿a qué gloriarte como si no lo hubieras recibido?"
No quieren aceptar que todo viene de Dios, que todo es regalo de Él, que lo único
nuestro es el barro de nuestros pecados.
Eclo 10, 9 "Porque se enorgullece el hombre que es tierra y ceniza"

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Toda la miseria del matrimonio, las ambiciones, los celos, corazones destrozados,
vidas amargadas, tienen su origen en el orgullo de él o de ella, y muchas veces, se
halla en el corazón de los dos.
El orgullo lleva al enfrentamiento de dos personalidades, negándose a capitular la
una ante la otra sacrificando así, el amor por su orgullo personal.

En un matrimonio, el que se cree perfecto es incapaz de reconocer que falla. Echa


la culpa a su cónyuge. Quizás nos comportamos como esos fariseos del evangelio
de Lucas (Lc 18, 9-14). "Oh Dios te doy gracias de que no soy como los otros
hombres ladrones, inicuos, adúlteros, ni como ese publicano”. Muchos cónyuges
tienen la oración del fariseo como propia, están orando y juzgando, siempre
vanagloriándose de sí mismos, hinchados como pavos reales: pero ¿de qué pueden
gloriarse? ¿De ser mejores que sus cónyuges?

Jesús quiere que seamos como el publicano, que: “no se atrevía ni a alzar los ojos al
cielo”, pidiendo a Dios que tuviera compasión de él, porque era pecador.

CONCLUSION
EL EJERCICIO DE LA HUMILDAD da muchos frutos, entre ellos que:
- La humildad atrae la complacencia de Dios.
- El humilde es visto por Dios con ojos de Padre, con ternura y simpatía.
- La humildad conquista a tu prójimo, a tu cónyuge.

Reconocer que nuestras debilidades y defectos son causantes de muchos


sufrimientos y rompe la unidad conyugal.

DINAMICA

TRABAJO PARA ESPOSOS FRENTE A FRENTE


1.- ¿Cómo ven su matrimonio desde el punto de vista de la humildad?
2.- ¿Reconocen que muchas veces han cometido errores? Como signo de
humildad cada uno va a decir a su cónyuge cuáles han ocasionado
dificultades al matrimonio.

El que escucha lo hace en silencio, respetuoso, sin críticas, con mucho amor.
Por favor, comience el esposo..... Luego la esposa.

TRABAJO PARA PERSONAS SOLAS


1.- Meditar en silencio, trayendo a su memoria y haciendo una lista personal, de sus
errores.

Bibliografía
Camino de perfección, Santa Teresa de Avila

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Tema No. 5: SEXUALIDAD EN EL MATRIMONIO

OBJETIVOS:
1.- Comprender el significado profundo y completo de la sexualidad en el
matrimonio.
2.- Orientar a una saludable vida sexual, manifestando que el amor de los
esposos se abre a una dimensión de trascendencia

IDEAS PRINCIPALES
1.- Diferencia entre sexualidad y genitalidad
2.- La necesidad de instruirse y educarse en el aspecto sexual
3.- El principal órgano sexual en el hombre y en la mujer
4.- Ignorancias que se deben desterrar
5.- Lo que debemos saber sobre el acto sexual
6.- Consideraciones sobre el acto sexual
7.- La relación sexual en el matrimonio no tiene nada de inmoral

DESARROLLO DEL TEMA

INTRODUCCION
Cuando un hombre y una mujer se aman y deciden unir sus vidas para siempre, esta
unión conlleva a una mutua fidelidad en busca del bien de los esposos; pero
también hay otro fin del matrimonio, la fecundidad o la trasmisión de la vida, al
acceder a tener hijos, colaborando con el plan creador de Dios.
El Señor ha querido el encuentro sexual entre varón y mujer como expresión del
amor conyugal, que ha de estar abierto siempre a la vida. Los ha dotado a cada uno
de un armonioso conjunto de órganos y funciones, tanto corporales como
psicológicas y espirituales, para complementarse mutuamente.
La intimidad corporal de los esposos, dentro del matrimonio, es un signo de la
comunión espiritual. Y los hijos constituyen el fruto del amor conyugal.

El documento pontificio, “El designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”,


segunda parte, afirma:”La sexualidad, mediante la cual el hombre y la mujer se dan
el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos, no es algo
puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en
cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es
parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se comprometen totalmente
entre sí hasta la muerte.
De esta forma, la persona entera expresa su capacidad de entrega, de don de sí, a
otra persona, que también se entrega, en la fusión de sus cuerpos que se convierten
así en una “sola carne”, sin perder cada uno su individualidad, como reitera
Jesucristo en el Evangelio; citando el Génesis:
“…Y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá con su mujer, y serán
los dos uno solo. De manera que ya no son dos, sino una sola carne”. “Pues bien, lo
que Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mt 19, 5-6).
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Los actos sexuales en el matrimonio no son impuros o deshonestos. El Catecismo


de la Iglesia Católica, III, No. 2362 nos dice:
Los actos con los que los esposos se unen íntima y castamente entre sí son
honestos y dignos, y, realizados de modo verdaderamente humano, significan y
fomentan la recíproca donación, con la que se enriquecen mutuamente con alegría y
gratitud.

Como ocurre en muchas actividades que la persona desempeña libre y


conscientemente, el encuentro sexual está acompañado por el placer que, a la vez,
actúa como estímulo. Así, a la actividad de alimentarse, acompaña el placer del
gusto; al descanso del cuerpo, el placer del sueño; a la unión física, el placer sexual.
El mundo de hoy, tan lleno de erotismo, promueve la búsqueda del placer en el
encuentro sexual, dejando de lado la entrega, el don de sí y la fecundidad.
La unión sexual es pues, la expresión más profunda y completa del amor conyugal.
Éste tiene en ella su culmen, ya que el amor abarca a toda la persona, desde su
espíritu (inteligencia y voluntad), su corazón (sentimientos, emociones y pasiones),
hasta su cuerpo.

1.- DIFERENCIA ENTRE SEXUALIDAD Y GENITALIDAD


La persona humana es sexuada, es decir, es masculina o femenina. Aunque el
hombre y la mujer tienen la misma dignidad como personas, son diferentes por ser
sexuados. Sin embargo, se complementan mutuamente. Gracias al impulso sexual
que es una tendencia natural, se atraen y buscan la unión, la complementariedad y
la fecundidad. Ese impulso ha de ser dominado y encauzado por la voluntad de la
persona. El amor conyugal es el ámbito adecuado para el uso plenamente humano
de la sexualidad.

La genitalidad hace referencia al aspecto corporal de la sexualidad. Está conformada


por los órganos reproductores masculinos y femeninos y las funciones propias de
cada uno. Es un grave error contemporáneo confundir la sexualidad con la
genitalidad. Cuando no existe un entendimiento correcto de la sexualidad en el
matrimonio se presentan problemas serios que pueden llevar a la separación de los
esposos.

Muchos entendidos (sicólogos, psiquiatras) están de acuerdo en que menos de la


cuarta parte de matrimonios llevan una vida sexual mutuamente satisfactoria. El 75%
de divorciados tienen por causa discordancias en el área de la sexualidad.
De ahí la importancia de conocer la verdadera sexualidad en el matrimonio ordenada
al amor conyugal del hombre y de la mujer.

2.- LA NECESIDAD DE INSTRUIRSE Y EDUCARSE EN EL ASPECTO SEXUAL


Hay dos opiniones es este sentido.
 Unos afirman que siendo el acto sexual algo propio de la naturaleza humana,
NO ES NECESARIO PREPARARSE para ello, ya que todo saldrá en forma
natural.
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 Otros por el contrario sostienen que no es suficiente el instinto que la falta de


conocimientos en este campo es la causa de graves problemas, en los
matrimonios.
La vida sexual es un arte que se estudia, se aprende, se perfecciona, los cónyuges
lentamente van consiguiendo armonizar su vida sexual. Se logra con paciencia, con
mutua cooperación y dialogando mucho sobre el tema entre los esposos.
Tomar en cuenta que entran en juego la inteligencia, la libertad, la voluntad, la
creatividad, la imaginación...
 Una persona ya sea hombre o mujer, que por la razón que sea, ignora las
cuestiones sexuales, es una amenaza para su propia felicidad y la de su
cónyuge.

3.- EL PRINCIPAL ORGANO SEXUAL EN EL HOMBRE Y EN LA MUJER


¿Cuál es?.... Tanto en el hombre como en la mujer, el principal órgano sexual es el
cerebro y sus relaciones sexuales están profundamente impregnadas de psiquismo.
Está demostrado que tanto la impotencia, como la frigidez son problemas en un alto
porcentaje (90%) de orden psíquico.

4.- IGNORANCIAS QUE SE DEBEN DESTERRAR


Muchos ignoran que Dios quiere que todos los matrimonios lleguen a la plenitud en
la entrega, que ambos lleguen juntos, unidos, que sean plenamente felices.
Lamentablemente muchos matrimonios no lo consiguen, hay mujeres, que en su
vida conyugal íntima nunca han alcanzado el orgasmo.
En muchas oportunidades los hombres somos los culpables por egoístas. Hemos
creído que el orgasmo es prerrogativa de los hombres y no nos preocupamos de la
esposa. En el matrimonio, esto es pecado (por ignorancia o por no romper tabúes).
Hoy vamos a pedirle al Señor que nos vaya abriendo el entendimiento para poder
dar solución a muchos de estos problemas y que lo haga a través de su palabra.

5.- LO QUE DEBEMOS SABER SOBRE EL ACTO SEXUAL


El señor nos pide preocuparnos como agradar al cónyuge

Lo que debe saber el esposo


1 Co 7,33 "El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a
su mujer".
Dios nos hizo sexuados, no solo para unirnos un momento en la relación sexual, sino
para vivir unidos, ya que el hombre y la mujer son dos seres incompletos que al unir
sus vidas, no solo sus cuerpos, en una donación mutua y total se realizan.
El punto básico de las relaciones sexuales en el matrimonio es la diferencia que
existe entre el hombre y la mujer, no solo las diferencias fisiológicas, que son obvias,
sino a la manera de ser, sentir y amar que es diferente en el hombre y la mujer. Es
necesario dialogar para ir mejorando nuestras relaciones sexuales, para que
hablemos el mismo lenguaje del amor, exige un mayor conocimiento mutuo...
Hay cosas que muchos esposos no saben.... quizás porque su esposa no se ha
atrevido a decírselas... hoy es la oportunidad para que las conozcan.

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Una esposa también necesita lograr satisfacción física


Quizás ella nunca lo ha expresado, porque desde pequeña fue adoctrinada en el
sentido de que sería vulgar hablar claramente de esto. Pero la realidad es que el
cuerpo de la mujer está programado para tener un orgasmo (o incluso varios) en
cada ocasión en que se efectúa el acto sexual. Si queda insatisfecha la puede
perjudicar emocionalmente. Esto es causa frecuente de problemas muy serios,
aunque muchas veces no revelados en los matrimonios.
El hecho de no tener una satisfacción física en la mujer le produce una frustración,
que repetida una y otra vez, produce resultados desastrosos, ya que ella empezará
a perder interés por las relaciones sexuales, se va a sentir defraudada como mujer y
terminará por mantener relaciones sexuales con su esposo nada más por
complacerlo a él. Un hombre será más hombre mientras a menudo logre que su
esposa pueda quedar plenamente satisfecha. Lo contrario es una actitud
adolescente y egoísta, que deja muy mal parada su hombría. Balzac afirmó "el
matrimonio es una ciencia", habría que agregarle que necesita mucha paciencia...

La mujer aprecia el sexo de manera muy diferente


La mujer se remite al corazón mucho más que el hombre. Sufre cuando el acto
sexual no es apreciado como una expresión de amor. Un hombre podría
experimentar mucha satisfacción sexual en un acto efectuado con una mujer a quien
no ame. Esto sería prácticamente imposible para una mujer normal quien no puede
entregar su cuerpo si primero no entrega su alma.
La mujer considera las caricias físicas, solo como una expresión de un auténtico
amor, desea más que nada consideración, delicadezas, besos abrazos.... Si el
hombre pretende llegar al acto sexual sin estos pasos previos la mujer se siente
como violada, se siente usada, tratada como una cosa, herida en su dignidad... Para
las mujeres el que su esposo la trate así, es algo inexplicable e inexcusable... Hay
una frase muy acertada de Balzac: "El hombre no debe nunca permitirse el placer
con su esposa, sino ha tenido la habilidad de hacer que ella también lo
experimente".

Dos leyes que los hombres deben de tomar en cuenta


 "La ley de la totalidad"... del todo o nada
A una esposa no se le ocurre ni por un instante compartir su marido con ninguna
otra mujer, en el cantar de los cantares Cant 6,3 "Yo soy para mi amado y mi
amado es para mí" mi esposo, mi amado esposo, es totalmente mío, en cuerpo,
alma y espíritu y yo soy totalmente suya, solamente con él comparto mi vida, mis
sentimientos, solamente a él me entrego sexualmente... mis hermanas ¿ustedes
compartirían su esposo con alguna mujer?... ¿escucharon bien los esposos?
 "La ley de la reciprocidad"
La mujer necesita que su sexualidad sea aceptada.... compartida.... correspondida...
satisfecha... nosotras estamos dispuestas a hacerlos a ustedes plenamente felices
cada una a su esposo; pero también queremos que ustedes hombres se preocupen
de hacernos felices.

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Espero que todos los hombres presentes, esposos amados, tengan muy en cuenta
todas estas cosas, para que cumplan con lo que el Apóstol Pablo les pedía en la
primera Carta a los Corintios capitulo 7, 33... para que sepan como agradar a su
esposa.

Lo que debe saber la esposa


Hay también muchas cosas que las esposas no saben.... quizás porque sus esposos
no se han decidido a decírselas...
1 Co 7,34 "Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo
agradar al esposo".
1 Co 7,35 "Os digo esto para vuestro provecho".
Primero, hay que quitarse de la cabeza los tabúes. El acto sexual de los casados,
siendo una expresión de amor, es fuente de gracia y de santificación... De esta
manera el sexo no ensucia la pureza de una mujer... no se tiene que ser monja para
ser pura, una mujer, madre de muchos hijos puede ser igualmente pura y no solo
eso, sino también santificarse por su sexualidad.

Al hombre también le gusta sentirse deseado


No solamente la mujer necesita sentirse deseada, el hombre también. De lo contrario
podría cruzársele por la mente un pensamiento peligroso, de que solo, él la necesita
sexualmente y en cambio ella podría prescindir de él en ese campo. Esto podría
crear en él un sentimiento humillante, que pueda degenerar en un acto revanchista
(ahora yo tampoco te necesito a ti)... O en adulterio, ya encontré a alguien que le soy
atractivo, alguien que si me necesita. También a ellos debemos enamorarlos,
seducirlos... nunca estemos totalmente seguras, si los tratamos displicentemente....

La esposa ocasionalmente debe tomar la iniciativa en el acto sexual


Hay muchas esposas que piensan que el hombre siempre es el que debe tomar la
iniciativa..... Al contrario muchos esposos pueden pensar: ¿siempre debo ser yo el
que tome la iniciativa?... ¿es que ella no siente deseos?... ¿Cómo puedo adivinar
cuando los siente, si ella nunca me lo dice en alguna forma?
Hay esposas con un falso pudor, quizás temerosas de un rechazo, son capaces de
sentir deseos sexuales, estarse muriendo de ganas y siguen acostadita junto al
esposo sin decir nada, ni hacer ni un gesto... ella estará pensando, tal vez "a ver si él
se da cuenta" Y peor todavía que el esposo tiene ganas, pero piensa debe estar
cansada... tal vez quiere dormir y no le dice nada por no molestarla... ¿no es de lo
más tonto? Hay recursos o iniciativas que tiene una mujer. Esposa no desperdicies
la oportunidad de ser feliz y hacer feliz a tu esposo, toma la iniciativa.... y no te
pesará.

Es imprescindible la participación activa de la mujer en el acto sexual


La relación íntima entre los esposos exige una completa reciprocidad: Sin esta
reciprocidad, la relación sexual proporciona poco placer, a pesar de que la
necesidad sea muy fuerte. Esa participación activa de la mujer significa, entre otras
cosas, que ella debe aprender a manifestar a su esposo qué cosas le producen
mayor placer. Significa también que debe expresar a su esposo la satisfacción que
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ha experimentado, al final del acto conyugal... Manifestarle cuan feliz la ha hecho


sentir, lo hará sentirse feliz también a él. Saben algo importante "es la mujer y no el
hombre, quien decide el éxito en los actos de amor".

Lo que el marido y la mujer deben saber


El apóstol Pablo es el que ha dado pautas de todo lo concerniente al matrimonio, en
la primera carta a los Corintios les habla de los problemas del matrimonio y sus
soluciones, vamos a ver que nos dice:
- 1 Co 7,2 "Por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer y cada mujer su
marido", Es decir tanto el esposo como la esposa tienen necesidades e impulsos
sexuales que deben ser satisfechos en el matrimonio.

- 1 Co 7,3 "Que el marido de a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su


marido", El hombre está obligado, es su deber darle a su mujer la debida
satisfacción. Igualmente la mujer debe darle a su marido una satisfacción plena.

- 1 Co 7,4 "No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente el marido


no dispone de su cuerpo, sino la mujer".
- 1 Co 7,5 "No os neguéis el uno al otro".
El control del cuerpo le corresponde al cónyuge, con amor, con ternura, sin
excesos... pero no nos podemos negar al cónyuge. Salvo por enfermedad... por la
castidad conyugal en los tiempos fértiles.... Las mujeres recurrimos a muchos
truquitos cuando no queremos tener relaciones sexuales.... estoy cansada...
agotada.... los chicos nos van a escuchar, déjalos que se duerman... y cuando ellos
se duermen el marido ya está roncando... Por favor no se nieguen, salvo cuando
haya una causa que sea verdaderamente justificada y no de mentirillas,.... cuando
no nos negamos y los tenemos satisfechos evitamos que sean tentados en la calle.

6.- CONSIDERACIONES SOBRE EL ACTO SEXUAL


¿COMO SE REALIZA EL ACTO SEXUAL?

ANTES.
No debes ser rutinario. Debe ser un encuentro esperado, deseado... preparado.
 LA PREPARACION FISICA
Del Hombre: ir al encuentro, bien limpio, rasurado, etc.
La Mujer: también debe prepararse, perfumadita, con ropa adecuada, etc.

 LA PREPARACION SICOLOGICA
Dejar fuera las preocupaciones... pensar en las cosas buenas de tu esposo...
la posibilidad de ser feliz y de hacerlo feliz. Durante el día, recurrir a la comunicación
no verbal, que es el lenguaje corporal: una sonrisa, un beso, un abrazo, un guiño,
una caricia, un pequeño presente, etc. Que expresan amor, ternura, unidad. Cuando
hay traumas en el campo sexual, como el miedo a quedar embarazada, se debe
dialogar para vencer ese obstáculo. Explicar que el acto sexual en el matrimonio es
un don de Dios para nuestro bien. Que el amor exige generosidad, entrega.
Mutuamente nos vamos a enriquecemos física y espiritualmente. Que la entrega es
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una donación total del alma, del cuerpo del espíritu.... que en la medida que lo
hagamos nos vamos realizando como personas y como cónyuges...

 LA PREPARACION DEL AMBIENTE


Privacidad, seguridad, cuarto con llave, etc.

DURANTE.
El hombre y la mujer tienen diferentes maneras de reaccionar en el acto sexual.
a) ¿Cómo reacciona el hombre en el acto sexual?
Graficando como es la reacción del hombre durante el acto sexual, sería así:
El hombre comienza con un estado de reposo o relajación. Con los juegos
amorosos, comienza a excitarse, el pene entra en erección bruscamente,
alcanza la cúspide de la excitación muy rápido, llega al orgasmo, y a la eyaculación
seminal y después entra en un estado brusco de flacidez, con disminución del
tamaño del falo y entra en la etapa de la relajación y reposo. Ahí queda...

b) ¿Cómo reacciona la mujer en el acto sexual?


La mujer tarda mucho más que el hombre en excitarse. Comienza en un estado
de relajación, por los juegos amorosos la mujer se va excitando hasta llegar al
clímax u orgasmo acompañado de contracciones vaginales y un exceso de
lubricación vaginal. Luego va decayendo lentamente hasta llegar al estado de
relajación. Los especialistas afirman que el orgasmo de la mujer es mucho más
fuerte que el del hombre.... pero rara vez lo consigue... ¿porqué?... porque no hay
una buena relación sexual.

c) Los problema que se presentan:


Si sobreponemos la gráfica del hombre sobre la gráfica de la mujer, veremos
cómo actúan en tiempos cada uno.
Por lo general comienzan los dos juntos, el hombre presenta una reacción
mucho más agresiva, más violenta y rápidamente llega al orgasmo, eyacula, se
pone flácido y se relaja y se retira porque no puede continuar la relación...
La mujer demora más en llegar al orgasmo, y si no lo alcanza queda frustrada, y si
esto va sucediendo una y otra vez... así indefinidamente, mes tras mes, año tras
año, es frustrante. Hay casos donde nunca han podido coincidir....
Lo peor mis hermanos es que hay hombres que no se dan cuenta o no quieren
darse cuenta, o no quieren darse por enterados, se dan media vuelta, se quedan
dormidos, roncando plácidamente, mientras que su mujer está a su lado echando
chispas... La mujer que no consigue repetidamente el orgasmo, termina con el
sistema nervioso alterado, todo le fastidia... va a guardar resentimiento a su marido,
No se va a sentir amada y esa relación sexual que debería llevarlos a enriquecer su
matrimonio, a tener una comunicación más intensa como matrimonio, se va
perdiendo.

COMO LLEGAR AL CLIMAX JUNTOS


Mis hermanos si no se han preocupado de las cosas del mundo para agradar a su
mujer, como lo recomendaba el apóstol Pablo, es tiempo que comiencen a hacerlo.
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Deben ser creativos, desarrollen toda su fantasía, todo su ingenio, pongan en juego
todos sus talentos, porque está en juego la felicidad de tu matrimonio, nunca es
tarde para aprender a hacer feliz a tu cónyuge.

Debe haber un calentamiento previo


En ese calentamiento previo, el hombre debe saber refrenar sus impulsos, es
conveniente preparar a su esposa con caricias, con juegos amorosos. El hombre
debe tener un plano de todos los puntos o zonas eróticas donde su mujer es más
excitable y la mujer ayudar al hombre a encontrarlos...
Pero no olvidarse que esa relación debe prepararse desde que amanece y desde
mucho antes... con atenciones... galanteos.... cariños... estímulos para anhelar llegar
a ese momento preparado sicológicamente.
Cant 7,12 "Oh ven amado mío"...
La mujer necesita ese calentamiento

Comunicarse
La comunicación entre esposos es básica, en el acto sexual se transforma en
lenguaje sexual, que es la más íntima y total comunicación. Se podrá conocer el
grado de excitación alcanzado y cuando se puede llegar al clímax juntos

El hombre se da cuenta cuando está a punto de llegarle al orgasmo, y es consiente


si es posible controlarlo sicológicamente, o tratar de retardarlo cuanto sea necesario.
La obligación del hombre es hacer feliz a su mujer y la mujer buscar la felicidad de
su esposo. La relación sexual donde solamente goza el hombre y no ambos
esposos, está llena de egoísmo, es una relación sexual anormal.
El 90% de los fracasos matrimoniales se deben a estas relaciones anómalas y al
aumento de las infidelidades conyugales.

7.- LA RELACION SEXUAL EN EL MATRIMONIO NO TIENE NADA DE INMORAL


Desde el comienzo en Gen 2,18 "No es bueno que el hombre esté solo, voy a
hacerle una ayuda adecuada" y así creó a la mujer para que fuera su compañera
ideal con la cual se uniría de manera total, formando con ella, "una sola carne"...
¿cómo podría condenar su obra?
Debemos saber que en el acto sexual en el matrimonio todo está permitido, menos
los actos contra natura....pero después puedes desarrollar toda tu fantasía, ponla al
servicio de la felicidad de tu matrimonio. Si te gusta con luces, pues hazlo a plena
luz, si te gusta en la penumbra... si abajo... si arriba... si en la ducha... si de
costado... con un traguito para relajarte.... pues tómenselo... Todo está permitido, si
lo haces como un acto de amor y tu pareja lo recibe como se lo ofreces, cada uno
puede hacer lo que le cause y excite a su pareja... Si das con amor y recibes con
amor NADA puede ser calificado como inmoral o anormal... y todo esto se los digo
para su provecho... provecho.

DESPUES DEL ACTO SEXUAL


Cuando su esposo se pone a roncar, ellas lloran porque son tratadas como un
objeto. Necesitan todavía más atención y romance, que tu esposa sienta que la
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amas... acaríciala, agradécele y dale gracias a Dios... por éste don que nos permite
unirnos cada vez más. Esto no debería ser solamente en estas ocasiones sino
continuamente “como el telón de fondo en el escenario de todos los días de nuestra
vida matrimonial”.

PREGUNTAS PARA EL DIALOGO


1. ¿El acto conyugal alimenta nuestro amor?
2. En el acto conyugal ¿Te sientes amado (a) o utilizado (a)
3. ¿En qué debemos mejorar desde ahora?

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Tema No. 6: EL PERDON

OBJETIVO
1.- Comprender que el perdón es la puerta a la reconciliación con nuestro
cónyuge y el paso previo para poder amarse.

IDEAS PRINCIPALES
1.- Introducción
2.- El Perdón es Divino
3.- Perdón Mutuo para salvar nuestro Matrimonio
4.- Características del Perdón

DESARROLLO

1.- INTRODUCCION
Queridos hermanos, en nuestra vida diaria como cónyuges, el amor y el perdón son
inseparables, quien no sabe perdonar no sabe amar. No existe gesto más sublime
que el perdón, quien no sabe perdonar, difícilmente será perdonado. Dice el Apóstol:
“Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de
maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los
unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo” (Ef 4,31-32).

El perdón es una gracia de Dios. Así como fuimos perdonados por El, a través del
sacrificio de su Hijo Jesucristo, también debemos hacerlo nosotros. Perdonar no es
una debilidad, no es falta de dignidad, es un acto de misericordia, donde, como
cónyuges, nos beneficiamos porque nos devuelve la capacidad de amar. Al perdonar
evitamos que crezca en nosotros la amargura, la ira, el rencor, el resentimiento y la
venganza, cortamos con sentimientos que traen sufrimiento, dolor y que quitan el
gozo de vivir en paz.

No debemos esperar que el ofensor se acerque a pedirnos perdón, porque mientras


más tiempo pase, más meditaremos en la ofensa, más crecerá ésta ofensa y más
dolor causará. Mas bien, lo más pronto posible y aunque no tengamos el deseo de
hacerlo, tomemos la decisión de perdonar, no porque el otro lo merezca, sino porque
queremos sanar nuestro corazón, sacar el dolor y vivir en libertad.

Es posible que el dolor no desaparezca inmediatamente, pero, si cada vez que el


suceso viene a nuestra mente recordamos que ya perdonamos, con el tiempo la
herida sanará y dejará de afectar nuestra relación.

“Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: - Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar
a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces? - No te digo que hasta siete
veces, sino hasta setenta veces siete le contestó Jesús” (Mt 18, 21-22). El número
siete indica plenitud, quería enseñarnos que siempre debemos perdonar.

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Aceptar que hemos ofendido y maltratado a nuestro cónyuge nos facilitará tomar la
decisión de perdonar.

2.- EL PERDON ES DIVINO


Cristo, en medio de los más crueles sufrimientos, clamó al Padre desde la cruz por
aquellos que lo habían crucificado: “Padre perdónalos porque no saben lo que
hacen” (Lc 23, 34). El perdón divino es eficaz y omnipotente, borra la falta, perdona
la pena, borra la mancha, llega hasta las profundidades de nuestro ser dándonos un
corazón puro y renueva en nuestras entrañas el espíritu de rectitud, devolviéndonos
las riquezas sobrenaturales que por el pecado hemos perdido.

El perdón divino siempre está llamando a las puertas de nuestro corazón. Dice el
Señor: “Mira que estoy a la puerta y llamo: si uno escucha mi voz y me abre entraré
en su casa y comeré con él y él conmigo” (Ap. 3,20). Jesús no se cansa, sigue
llamando. ¡Qué gran diferencia hay entre el perdón humano y el perdón divino!

Hay personas que hacen alarde de su prepotencia, considerando que triunfan sobre
sus enemigos destruyéndolos. Recordemos que Jesús perdona y triunfa
transformando en amigos a sus enemigos.

3.- PERDON MUTUO PARA SALVAR NUESTRO MATRIMONIO


Jesús dice: “Si ustedes perdonan las ofensas también mi Padre celestial les
perdonará a ustedes” (cfr. Mt 6, 14) y añade: ¡Tengan cuidado! Si tu hermano peca,
repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo (cfr. Lc 17, 3-4).

Así debemos actuar para fortalecer y sanar nuestro matrimonio, perdonar es dar fin,
dar por terminado todo lo que nos hirió y empezar de nuevo.
Cuando nos perdonamos de corazón vamos reconstruyendo este amor que se fue
muriendo lentamente por discusiones no perdonadas, intrigas, calumnias,
desconfianza, infidelidades.

Muchas veces creemos que el perdón no es posible, ya lo hemos visto en el


sociodrama, “Perdono pero no olvido”.
Hay cónyuges que no saben perdonar y se parecen a una olla de presión,
guardando, acumulando toda esa cólera, ira, etc. Imagínense esa olla, que va
acumulando mucha presión, reventaría causando mucho daño a los que están a su
alrededor.

Muchas veces “lo que calla el alma lo grita el cuerpo”. Es allí donde aparecen
enfermedades como la presión alta, gastritis, úlceras, dolor de cabeza, alergias,
stress, migraña, etc. todo esto por el odio acumulado, resentimientos, cólera, ira,
envidia que se convierte en una lesión física que solo busca por donde salir. Si el
alma calla lo grita el cuerpo. Por eso necesitamos ponernos en paz con Dios para
que venga la calma.

Perdonar es liberarnos de la ofensa y volver a confiar. Cuando hay un perdón mutuo,


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sincero, total, verdadero y profundo, es porque Dios habita en nosotros. Jesús


perdonó a Pedro después que le negó tres veces reiterándole la confianza y dándole
las llaves para edificar la iglesia. Con el perdón renace el amor devolviendo la paz en
el matrimonio y Dios permanecerá entre nosotros.

4.- CARACTERISTICAS DEL PERDON


Hay algunas características del perdón que debemos tener en cuenta.

 Perdonar es ir al encuentro del otro.


Si nos damos cuenta que hemos lastimado, intencionalmente o no, a nuestro
cónyuge, debemos acercarnos arrepentidos, con una actitud humilde, confesar
nuestra falta y pedir perdón. Este será el primer paso para sanar el dolor que
causamos y restaurar nuestro matrimonio.

 El perdón tiene que ser de todo corazón, perdonando todo a tu cónyuge.


Podremos perdonar fortalecidos por la gracia de Dios pero se necesita además
nuestro gran esfuerzo y perdonaremos desde la ofensa más pequeña hasta la
ofensa más grande. Perdonar gritos, burlas, infidelidades, es decir, perdonar todo de
corazón.

Es difícil hablar del perdón y mucho más difícil perdonar de corazón, pero con la
ayuda de Dios lo vamos a lograr animados con una oración constante.
La petición de perdón es el primer movimiento de la oración de petición (cf. el
publicano: “Oh Dios ten compasión de este pecador” Lc 18, 13).

 Debo perdonar aunque no me pida perdón.


En la oración del Padre Nuestro decimos: “Perdona nuestras ofensas, como
nosotros perdonamos a los que nos ofenden” (Mt 6,12). Debemos pedir perdón a
Dios, pero perdonando a quienes nos han ofendido.

 Debo perdonar de inmediato y de manera incondicional.


Perdonémonos antes que acabe el día, obedezcamos a Dios, no acumulemos
amargura y tu hogar recibirá los beneficios de la reconciliación, como son: paz,
armonía y alegría.

 Perdonar olvidando las ofensas


Cuando perdonamos, no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdonar
no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es
recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces te darás cuenta
que has perdonado.

 Al perdonar devuelves la confianza original.


Después de perdonar a tu cónyuge, tienen que volver a confiar en él. Así como
Jesús le devolvió la confianza a Pedro después de sus tres negaciones y lo hizo
cabeza de la Iglesia.

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 Devolviendo bien por un mal


La única manera de vencer el mal, no es soportándolo con resignación, sino
devolviendo un bien, así actúa quien ha perdonado. “No te dejes vencer por lo malo,
más bien vence el mal a fuerza de bien” (Rom 12, 21). Dejemos todo, en las manos
del Señor, y El se encargará con su Espíritu, de ayudarnos a tomar conciencia de
este milagro de perdonarnos y de disponernos a seguirlo.
Entendamos: Dios jamás niega el amor a quien se lo pide con corazón humilde y
dispuesto. Ojalá que juntos, como esposos, podamos recorrer este camino del
perdón.

CONCLUSION
Jesús es nuestro modelo y Maestro. El Señor nos da su amor a través de nuestro
cónyuge. Para poder perdonar tenemos que entender que la voluntad de Dios es
que tengamos un corazón dispuesto a perdonar, que echemos fuera todo
resentimiento que quiere anidar en nosotros y permitir que JESÚS sea quien guie
por completo nuestras vidas.

Dios todo lo perdona, sólo necesita nuestro verdadero arrepentimiento. ¿Estamos


dispuestos a perdonar hoy a quién nos ha ofendido?

Cuando perdonas, reconoces que tu matrimonio y tu familia son el tesoro más


valioso que Dios te ha dado. ¡CUÍDALO!
¡¡¡JESÚS QUIERE QUE PERDONES ASÍ COMO ÉL TE PERDONÓ!!!
Entonces viviremos en el amor, porque creemos en la fuerza del perdón.

Dispongámonos ahora para que juntos invoquemos al Espíritu Santo que nos guíe
en esta oración de perdón.

DINAMICA

Trabajo para los esposos


Se les invita a ponerse frente a frente, tomándose las manos y que sigan la oración
mentalmente; luego pedirles que ambos se pidan perdón.

Trabajo para personas solas


Se les invitará a pasar a otro salón para hacer con ellas, una oración personal.

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ORACION DE PERDÓN

Padre Nuestro, Señor de nuestras Señor, no más odio. Perdónanos, te


vidas, tú quieres que todo pecador suplicamos, porque muchas veces
se vuelva a ti. Señor, tú escudriñas lo hemos experimentado contra
los corazones. Tú conoces el nuestro cónyuge. Señor, que
pensamiento más recóndito de cada mediante tu divina gracia en
uno de nosotros. nuestros corazones no haya lugar
sino para el amor. Un amor que lo
Señor, queremos vivir en paz los dé todo y no espere nada.
unos con los otros. Haznos lo Señor, ayúdanos a quitar de
suficientemente humildes para que nosotros todo aquello que impida el
no vacilemos en dar el primer paso, acercamiento a nuestro esposo (a)
hacia un buen entendimiento. para que la alegría vuelva de nuevo
a nuestro hogar.

ESPOSO ESPOSA
 Perdóname, por no amarte como  Perdóname por no amarte como
Dios manda como a mí mismo. Dios manda, como a mí misma.
 Perdóname, por mi machismo  Perdóname por mis reacciones
 Por mi ira, mi mal carácter. de violencia.
 Por mis groserías, mis malos  Por mi falta de confianza.
tratos, por haberte pegado.  Por haberme negado a tener
 Por tener otras mujeres. relaciones, porque me sentía
 Por haber despreciado a tus resentida, molesta.
padres.  Por no haberte dedicado el
 Perdóname por mi absurda tiempo y las atenciones debidas.
mezquindad.  Por haber despreciado a tus
 Por no considerarte y tratarte padres.
como una esclava.  Por exigirte más de lo que podías
 Por haber derrochado mí sueldo dar.
en cosas vanas.  Por mi pereza en los quehaceres
 Por no darte dinero aún del hogar.
pudiendo.  Por no haber cuidado bien a
 Por haberte agredido delante de nuestros hijos.
nuestros hijos, parientes, física o  Por contradecirte o provocarte
verbal. cuando estas fastidiado.
 Por no haberte ayudado en los  Por mis miedos, mis temores y
quehaceres del hogar. por mis celos infundados o
 Perdóname por mi indiferencia. exagerados.
 Por mi falta de sinceridad de  Por mi falta de apoyo en tus
confiarte mis inquietudes. malos momentos en el trabajo.

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ESPOSO ESPOSA
Por mi falta de comunicación. Por no colaborar contigo en tu trabajo.
Perdóname por no aceptarte cómo eres. Por haber pensado en abandonarte.
Por negarme a tener familia. Por haberte obligado a abortar.
Por no atenderte, cuando estas Perdóname por mi frialdad religiosa.
enferma, y no llevarte al médico. Por no alentarte a superar tus
deficiencias y temores

PREGUNTAS DE REFLEXION
Los grupos de trabajo serán los mismos que el día sábado: Los esposos compartirán
en sus grupos ya formados, nombrando un secretario. Las personas solas, igualmente,
trabajarán en sus grupos ya formados, nombrando también su secretaria.

1. ¿A quiénes pedirías perdón?


2. ¿Cómo te sientes cuando perdonas?
3. ¿Necesitas que alguien te perdone?

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Tema No. 7: ESPIRITU SANTO PODER DE DIOS

OBJETIVOS
1.- Dar a conocer quién es el Espíritu Santo
2.- Demostrar que es imposible vivir la vida cristiana en el matrimonio sin la
fuerza de Espíritu Santo.

IDEAS PRINCIPALES
1.- El Espíritu Santo en el Antiguo Testamento.
2.- El Espíritu Santo en el Nuevo Testamento
3.- El Espíritu Santo en los tiempos actuales

DESARROLLO

INTRODUCCION
¿Quién es el Espíritu Santo?
El Catecismo de la Iglesia católica lo define al Espíritu Santo como la tercera
persona de la Santísima Trinidad, que procede del Padre y del Hijo, quienes lo
enviaron al mundo para vivificar y santificar a los hombres.
El Espíritu Santo nos transmite la fuerza de Dios, para hacer su voluntad.
“El Espíritu de Dios es «divino» a todos los efectos. No es una realidad
que el hombre pueda conquistar con sus fuerzas, sino un don que viene
de lo alto: sólo se puede invocar y acoger.”
Juan Pablo II.

1.- EL ESPIRITU SANTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Ez. 36,26 27
. El profeta Ezequiel nos comunica la promesa de Dios que pondrá su Espíritu en
lo profundo del corazón de cada hombre, y de todos los hombres, para cumplir lo
que El nos manda. El Espíritu Santo es el agente principal de la transformación
interior del corazón humano, es el que forma en nosotros un nuevo corazón,
transforma el corazón de piedra: egoísmo, pecado, envidia, rebeldía, soberbia,
impaciencia… en corazón de carne: gracia, amor, humildad, misericordia,
sencillez, sacrificio. Renueva nuestra vida completa.

Joel 3,1 “…yo derramaré mi Espíritu sobre cualquier mortal”.


Aquí Joel nos anuncia que el Espíritu se le comunicará a los creyentes de toda
condición, a todos.

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2.- EL ESPIRITU SANTO EN EL NUEVO TESTAMENTO


EL ESPÍRITU SANTO CAMBIÒ LA VIDA DE MARÍA:
(Lc 1, 30-31.35)

En María el Espíritu Santo cambió su vida y se abandonó a la voluntad de Dios, a


su plan. Estando llena de gracia, no tiene miedo… Es valiente… Lo acepta todo…
Confía… Es humilde. Y Con el “Sí” de María se cumple el gran misterio de la
Encarnación, es decir que el Hijo de Dios es concebido en ella por obra del
Espíritu Santo. Nos hace entender que para Dios todo es posible.

El Espíritu Santo llena de gozo a María, por eso va a visitar y a ayudar a su prima
Isabel. “Al oír Isabel el saludo, su niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del
Espíritu Santo”. (Lc 1,41). María llena del Espíritu Santo desbordaba de gozo y
alegría, y transmite ese gozo del Espíritu Santo a Isabel, pronunciando un bello
canto que nace de su corazón, donde reconoce las obras maravillosas que Dios
ha realizado en ella, este canto se llama: el Magníficat. “María dijo entonces:
Proclama mi alma la grandeza del Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi
salvador, porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las
generaciones me llamarán feliz. El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí.
Santo es su Nombre” (cfr. Lc 1, 46-50)

EL ESPÍRITU SANTO EN JESÚS:


Jesús, sin pecado alguno, pero solidario con todos los pecadores, recibe el
bautismo de Juan en el río Jordán: (Lc 3, 21-22)

Es importante ver la secuencia del bautismo de Jesús: Es bautizado y se pone en


oración. Se abren los cielos. Desciende el Espíritu Santo y se posa sobre Él. El
Padre, lo proclama como su Hijo. El Padre, derrama sobre su hijo el amor. Es
ungido con el poder del Espíritu Santo para proclamar el reino de Dios.

JESUS SIEMPRE OBRA CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO


“Jesús, al comienzo de su vida pública, después de su bautismo, fue conducido
por el Espíritu Santo al desierto para prepararse a su misión (cf. Mc 1,12-13) y,
con la oración y el ayuno, comprendió la voluntad del Padre y venció las
tentaciones de seguir otros caminos. Ese mismo Espíritu acompañó a Jesús
durante toda su vida (cf. He 10,38). Una vez resucitado, comunicó su Espíritu
vivificador a los suyos (cf. He 2,33)” (Aparecida 149), Luego, “Jesús volvió a
Galilea con el poder del Espíritu…” (cfr. Lc 4,14)

Regresa después de ayunar, orar y meditar, habiendo doblegado y vencido al


demonio en el desierto. Jesús comienza su vida pública y en toda su conducta se
manifiesta el poder del Espíritu Santo, Jesús mismo lo reconoce al decir: "El

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Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los
pobres, para anunciar la libertad a los cautivos y a los ciegos que pronto van a ver,
para despedir libres a los oprimidos” (Lc 4,18). Ese poder de Dios, el Espíritu
Santo, es el amor que une al Padre y al Hijo: “Todo lo que tiene el Padre es mío.
Por eso les he dicho que tomará de lo mío para revelárselo a ustedes” (Jn 16,15).

JESÚS NOS PROMETE EL ESPÍRITU SANTO


Jesús tiene que irse pero no quiere dejar solos a sus discípulos y les promete
enviar su Espíritu. El nos dice: “… les conviene: que yo me vaya, porque
mientras yo no me vaya, el Protector no vendrá a ustedes. Yo me voy y es para
enviárselo” (Jn 16, 7)

En PENTECOSTES, cincuenta días después de la resurrección de Jesús, viene el


Espíritu Santo prometido, “Todos los discípulos perseveraban juntos en la
oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus
hermanos” (He 1,14)

Los apóstoles, en oración, esperaban el cumplimiento de la promesa, el envío del


Espíritu Santo, junto a ellos estaba María, se encontraban en el Cenáculo con las
puertas cerradas... entonces el Padre les concede lo que piden.

“..y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron


posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se
expresaran.” (He 2, 3-4)

Los apóstoles reciben el Espíritu Santo y se vuelven valientes, Pedro toma la


palabra, en nombre de ellos, y proclama a Jesús por primera vez, logrando
convertir y bautizar a unas tres mil personas. (cfr. He 2, 14-41). Es así como, una
persona limitada como Pedro, por la acción del E.S. puede hablar con autoridad
de Jesús Salvador del mundo.

3.- EL ESPIRITU SANTO EN LOS TIEMPOS ACTUALES


El Papa Juan XXIII: Cuando reúne a los Obispos de todo el mundo en el Concilio
Vaticano II, pide a Dios que se realice en la Iglesia un nuevo Pentecostés y su
oración fue escuchada, se abrieron las puertas de la iglesia, para que la acción del
Espíritu Santo la renovara completamente.

Los padres conciliares en su mensaje inicial en esta asamblea bajo la dirección


del Espíritu Santo dijeron: “queremos buscar la manera de renovarnos a nosotros
mismos, para manifestarnos más conformes al evangelio de Cristo”.

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REFERENCIA SOBRE EL CONCILIO VATICANO II


Nadie sabía cuánto iba a durar el Concilio, pero resultó ser un evento de cuatro
años. El Papa Juan XXIII fue capaz de ser testigo sólo de la primera sesión en
1962. Su sucesor el Papa Pablo VI presidió las siguientes tres sesiones. Al final
del Vaticano II en diciembre de 1965, el Concilio de padres había emitido 16
documentos con enseñanzas que tocaron un rango amplio de temas, incluyendo la
liturgia, la misa en los medios, la naturaleza de la iglesia, el ecumenismo, la oficina
del obispo, la renovación de la vida religiosa, la educación cristiana, el apostolado
de los seglares, la libertad religiosa, la actividad misionera, el ministerio y la vida
de los sacerdotes y la más memorable de todas, la constitución de la iglesia en el
mundo moderno.

Y esta renovación trajo, Por ejemplo, la mayor participación de los laicos en el


trabajo apostólico de la iglesia, renovación de la celebración de la misa, el
acceso a la lectura de la Biblia, etc.

Siempre en la historia de la iglesia ha actuado el Espíritu Santo,


Lo vemos en la vida del hoy beato JUAN PABLO II, BENEDICTO XVI, Madre
Teresa de Calcuta. Nuestra comunidad Bodas de Caná también nace por
inspiración del Espíritu Santo.

EL ESPÍRITU SANTO ES UN PODER QUE TRANSFORMA


Si abrimos nuestro corazón y le decimos Sí a Dios, como lo dijo María, Dios
hará maravillas en cada uno de nosotros por el poder del Espíritu Santo.
El poder del Espíritu Santo nos transforma porque:
- Ilumina nuestro entendimiento.
- Nos consuela, nos fortalece en las dificultades.
- Nos da sus dones y carismas (Rom 12,6)
- Realiza maravillas (milagros) en nuestra vida.
- Nos llena del amor de Dios.
- Nos instruye en la verdad…

¿Cómo se transforma nuestro corazón? Se transforma por el poder del Espíritu


Santo. Cambiando nuestra mente, nuestra manera de pensar, cambiando nuestra
manera de actuar y nuestra manera de vivir. Nuestro espíritu se renueva: Se
purifica, nos limpia de pecados, nos fortalece. Este es el principio de conversión,
de renovación interior.

Depende de nosotros mismos, para que actúe el Espíritu Santo. Debemos


invocarlo, abrir nuestro corazón y dejar que El nos llene de su gracia. . Con el
Espíritu Santo, debemos buscar las cosas que agradan a Dios.

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¿Está el Espíritu Santo en el matrimonio?


El Espíritu Santo, fuente de vida, ayuda a los esposos a entregarse mutuamente y
con amor indivisible a su proyecto matrimonial y de paternidad. Con su gracia les
será más llevadero el pacto de amor que viven, manteniéndose unidos y fieles en
los gozos y adversidades.
El Espíritu nos va enseñar a amarnos, a comunicarnos, a aceptarnos, a ser
humildes, a perdonarnos, a llevar mejor nuestra sexualidad como esposos, a
perdonarnos, a sanarnos y a ser agradecidos el uno con el otro. El mismo Espíritu
nos ayudará a descubrir el papel en la formación que tenemos con los hijos que
Dios nos da.

En el Milagro de las Bodas de Cana (Jn 2, 1-11) se convierte el agua en vino:


Llenar el agua = el esfuerzo que pone el hombre en su matrimonio;
Convertirla en vino = lo que hace el Espíritu de Dios por nosotros
Que seamos personas de diálogo, de escucha, sabios en las palabras para
sembrar la verdad y el amor, sabios en la oración.

¿Quieren ustedes que Dios haga las maravillas que hizo en María? ¿Quieren
cantar de gozo y de alegría al ver cómo el poder de Dios, su Espíritu Santo
transforma sus matrimonios? ¿Creen que su misericordia nos alcanza a todos?

MANDATO
Por lo tanto debemos pedir que la gracia del Espíritu Santo entre en lo más
profundo de nuestro corazón y nos renueve.

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Ven Espíritu Santo: muéstranos el proyecto que tiene el Señor para nuestro
matrimonio, comunícanos tu gracia a todos los que hoy queremos ser como
vasijas vacías por las cuales pueda correr tu amor, como ríos de agua viva,
inundando nuestras vidas.

Ven Espíritu Santo: ilumina todas las oscuridades de nuestras almas, que
conozcamos nuestras miserias, enséñanos a caminar en el amor y en la
obediencia a Dios.

Ven Espíritu Santo: hemos faltado al amor, sentíamos el peso del matrimonio
como una crucifixión, fortalécenos y aliéntanos… deseamos servir y amar sin
medida.

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Ven Espíritu Santo: derrama abundantemente tu gracia en nosotros, danos el


don de tu amor, que tu luz ilumine nuestro caminar, que podamos descubrir las
asechanzas del enemigo, enséñanos a escuchar la voz amorosa del Padre y a
obedecerla.

Ven Espíritu Santo: aumenta nuestra fe…, esa fe que mueve montañas…
montañas que impiden nuestra felicidad, montañas de egoísmo, de envidias, de
celos

Ven Espíritu Santo:, fortalécenos para cumplir con la misión que nos has dado,
ser matrimonios y familias cristianas fuertes. Que tu amor reine en todas las
circunstancias y que nos haga querer lo que Tú quieres. . Con tu fuerza, hoy
echamos fuera todo lo que nos destruye, para que seamos libres, para poder
amarnos plenamente en Ti, para edificar la Iglesia aquí y ahora. Amén.

BIBLIOGRAFIA
1.- La Santa Biblia
2.- Dominum et Vivifican Tem
Carta encíclica del Sumo Pontífice Juan Pablo II sobre el espíritu Santo en
la vida de la Iglesia y del mundo.
3.- Divinum illud munus
Carta encíclica del S.S. León XIII sobre el Espíritu Santo promulgada el 9 de
mayo de 1897

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Tema No. 8: SANACION

OBJETIVO
1.- Hacer entender a los esposos que Jesús tiene poder para sanar y quiere
hacerlo, sanar nuestras heridas, odios, miedos, rechazos, lo que nos va a
permitir ser felices y hacer felices a nuestro cónyuge y nuestros hijos.

IDEAS PRINCIPALES
1.- Introducción
2.- La Conversión

3.- Nuestra Historia


4.- Jesús, Amor Sanador

DESARROLLO

1.- INTRODUCCION
En Gen 1, 26 dijo Dios “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”.
1, 27 “macho y hembra los creó”.

Esto lleva a una reflexión: Dios nos ha creado por amor y para amar, por eso nos
hizo a su imagen. Debemos ser testigos del amor de Dios viviendo en armonía,
unión y en la plenitud del amor, con esa imagen de unidad indestructible. Al
comprometernos a vivir en matrimonio, compartimos todo como señal del amor
que nos tenemos. Esa imagen de unidad se manifiesta cuando comparten todo,
sus proyectos de vida, sus sentimientos, alegrías y triunfos, así como sus penas y
frustraciones.

Este es el Plan de Dios para los matrimonios, pero en muchos hogares no se


realiza. No vivimos así porque pecamos. Juan Pablo II decía “Por el pecado el
hombre se niega someterse a Dios, su equilibrio interior se rompe y se
desatan contradicciones y conflictos”. Quiere decir que nada destruye tanto la
armonía conyugal como el PECADO.

Por el pecado se rompe nuestra unidad con Dios. Adán y Eva que gozaban de
la amistad divina, cuando desobedecieron se esconden de Yahvé por vergüenza?
(Gén 3, 8-13). Se apartan de Él, rehúyen su cercanía. Por el pecado el hombre
vive confundido, desorientado, vive en tinieblas sin tener paz consigo mismo ni
con el mundo que lo rodea. Se rompe la unidad conyugal. Adán termina por
reprochar a Dios, lo culpa de haberle dado a Eva por compañera Y Eva se
justifica “Yo no he pecado, la serpiente me engañó”.
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El pecado introduce el caos en el matrimonio. Toda esa carga que llevamos, llena
de egoísmo, soberbia, odio y rencor, esa frazada que nos cubre de la codicia o la
lujuria, o ese manto de tantos ídolos, terminan por enfermar y matar nuestra vida
conyugal. Tenemos enfermo el espíritu, debemos hacer algo. Necesitamos de la
gracia de Jesucristo, para ser curados de las heridas del pecado. Es urgente
volver a Dios, como en el principio de la humanidad. Necesitamos convertirnos
primero.

2.- LA CONVERSIÓN
Jesús, desde el inicio de su ministerio, exigió la conversión. Mateo en 4, 17 dice
“comenzó Jesús a predicar y decía Convertíos, porque el Reino de los Cielos
ha llegado”. Convertirse implica un cambio profundo de la mente y el corazón.
Convertirse es dejar el pecado y los medios que conducen al pecado, rechazar a
Satanás. Convertirse es pasar de la oscuridad a la luz, de la mentira a la verdad,
de la infidelidad a la fidelidad. Convertirse es volver a Cristo, cambiar nuestra vida
por la de Jesús, ese cambio debe ser permanente, de todos los días, de cada día,
de cada hora. Todos lo necesitamos, recordemos que todos somos pecadores.

El Señor es misericordioso, “no vino a llamar a justos, sino a los pecadores”


(Mt 9, 13), vino por mí, por ti .El Señor nos ama porque somos sus hijos, no
importa cuán grandes sean tus pecados. El Señor te invita a dejar esa vida de
pecado, tu vida de mentiras, (Ap 3,19) “¡Vamos!, anímate y conviértete”. Quiere
entrar a tu morada (Ap 3, 20) “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien
escucha mi voz y me abre, entraré a su casa a comer. Yo con él y él
conmigo”.

Un paso importante para nuestra sanación interior es reconocer que somos


pecadores. En la parábola del Hijo Pródigo Lc 15, 11-18 relata el caso de un hijo
que pide a su padre la herencia que le corresponde, se va la malgasta viviendo
como un libertino, y cuando hubo gastado todo y ya no tenía ni para comer, ese
hijo descarriado, primero reconoce que ha pecado. dice “Me levantaré, iré a mi
padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti”

(Se invita a que se paren sólo los pecadores: “Algo importante acaban de hacer,
reconocer que todos somos pecadores”).

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Renuncias: Hoy vamos a caminar con dirección a Jesús, pero antes debemos
arrepentirnos de nuestras fallas, por ello debemos renunciar rechazando toda
ocasión de pecado.
Frente a las faltas que enunciamos, van a repetir si renuncio:
 Renuncias a Satanás
A la brujería, hechicería y curanderismo
A la adivinación y horóscopos
A la lectura de cartas y manos
A toda clase de espiritismo
Mahikari, amuletos y talismanes SI RENUNCIO

 Renuncias a A la excesiva vanidad y lujos


A la envidia
Al orgullo, egoísmo y soberbia SI RENUNCIO

 Renuncias a Los celos enfermizos


A los chismes y calumnias
Al adulterio? SI RENUNCIO

 Renuncias a Las discusiones agrias


A los insultos, cólera y gritos
A los malos tratos y violencia? SI RENUNCIO

 Renuncias Al robo, engaño, coima


A la mentira
Al licor y las drogas SI RENUNCIO

Hagamos Una oración de aceptación, tomándose las manos.


(Canción: TRANSFÓRMAME). Repitan en silencio:

Jesús, yo creo que eres el hijo de Dios, que viniste al mundo no para condenarme
por mis pecados, sino para salvarme y darme vida nueva y en abundancia.

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Reconozco que soy un gran pecador, Me arrepiento de mis faltas, Me separo de


ellas y camino hacia ti Mi Señor. Te pido hagas desaparecer la causa de mis
males Cámbiame Señor. Transfórmame, renuévame Señor. Estoy seguro (a) que
tu misericordia y perdón son más grandes que mis pecados.
Jesús tu eres el cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, creo que has
muerto en la cruz por mi salvación, Jesús límpiame con tu preciosa sangre, te abro
las puertas de mi corazón y te invito a que entres a morar en mí y tomar control
de mi vida.
Jesús, te recibo como mi Señor y único salvador. Jesús también quiero entregarte
mi matrimonio, mis hijos y mi familia para que Tú seas salvador de nuestras vidas,
Gracias Señor, por este momento maravilloso que has reservado para mí.
Gracias Señor. Amén
En la Parábola del Hijo Pródigo (Lc 15, 20-24) hay un pasaje hermoso, cuando
refiere que "Estando el hijo todavía lejos, le vio su padre, y conmovido corrió a su
encuentro, se echo a su cuello, lo abrazó y le besó efusivamente” e hizo una fiesta
en su casa por su regreso, expresando, “porque este hijo mío estaba muerto y
ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado”.
Y esta mañana, Dios está feliz porque Uds. están caminando a la casa del Padre,
y no van solos sino con su cónyuge para entregarle sus vidas. Y el Señor sale a su
encuentro, los abraza, recibe y hará fiesta en el cielo. Jesús colocará su mano
sobre c/u de nosotros, quiere que recibamos una unción especial de su Espíritu
para lavar nuestras heridas, ungirlas con su aceite sanador y curarlas.

3.- NUESTRA HISTORIA


Dentro de cada uno de nosotros llevamos toda una historia, hemos ido recogiendo
imágenes, sentimientos, deseos y recuerdos en gran parte grabados en tu
consciente y subconsciente. Juan Pablo II tuvo una frase oportuna que impacta, y
decía: “Cuando se casan un hombre y una mujer, se reciben con toda su
historia”

Y ¿Cuál será nuestra historia? Necesitamos conocerla. Mateo en 1, 1-17 habla de


la genealogía de Jesús, de sus antepasados, de sus ancestros, y después de su
concepción, de su nacimiento y niñez (huída a Egipto, muerte de los inocentes, su
regreso y residencia en Nazaret).
Nosotros también tenemos una historia que comienza desde antes del nacimiento,
desde la concepción. A partir de ahí pueden comenzar a formarse los traumas.
Fuimos concebidos por un acto de amor de nuestros padres?, ellos ansiaron
nuestro nacimiento?, pidieron a Dios tener hijos llenos de salud y vida? O más

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bien, fuimos engendrados por accidente, quizás como fruto de la brutalidad o


violencia.
Y cuando nos formábamos en el seno materno, quizás influyeron en nosotros. Los
estados anímicos de mamá: de alegría, gozo y felicidad. En Lc 1,44 relata cuando
María visitó a su prima Isabel y la saludó, Isabel exclamó “apenas llegó a mis
oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno” y es que dice su
hijo percibió la alegría de su madre ante la visita de la madre de su Señor.
Pero también puede influir en el hijo los estados de tristeza, dolor, desilusión,
resentimiento, rechazo humillación por haber vivido en un ambiente de discordia,
abandono o pobreza de la madre. O sino los traumas recibidos por los malos
tratos, golpes, enfermedades o el efecto de las drogas. Peor aún, si trataron de
inducir un aborto.
En el momento del nacimiento también pueden influir los partos prolongados y
dolorosos. O sino por desilusiones o frustraciones de nuestros padres: “querían un
varón y nace una mujer”, Esperaban una hija y el médico les informa “su hijo varón
nació OK”. Pero también hay muchas heridas causadas a lo largo de la vida. En la
infancia y la niñez quizás hemos tenido la felicidad de vivir alegres porque
nuestros padres nos acogieron con cariño y amor, nos cuidaron y protegieron. Qué
hermoso sería tener la infancia de Jesús. En Lc 2, 52 dice “Jesús progresaba en
sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres”.
En cambio hay otros niños que sienten la soledad por haber quedado huérfanos,
o en vez de amor reciben desilusión: el abandono por familia numerosa, o por
padres que dejaron el hogar. Sufren el rechazo por ser hijos no deseados. Son
niños que crecen rebeldes, depresivos, creen que todo el mundo está contra ellos,
acosados, desconfiados, temerosos…Algunos huyen de su casa por maltratos o
son echados a la calle.
En la adolescencia y juventud, nuevos traumas se agregan causados en el mismo
entorno familiar, en el colegio, universidad o centros de trabajo. Hay padres
severos, maestros incomprensivos que dejan en los niños secuelas de miedo a la
autoridad, a no tomar iniciativas— Hay padres que prefieren más a un hijo que a
otro, los hijos se sienten postergados, crean envidia, celos y a veces hasta odio.
Como también, hay madres posesivas (en el fondo inseguras) que sobreprotegen
demasiado a sus hijos, haciéndolos inseguros, es el caso de adolescentes o
jóvenes que no son capaces de tener amigos.
Todo esto tiene influencia en tu vida, en la formación de tu personalidad, en tu
manera de ser, actuar o reaccionar. Esto es lo que muchos padres no entendemos
o no queremos entender y hacemos que nuestros hijos nazcan con traumas, vivan
aumentando sus traumas y lleguen al matrimonio con traumas.

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Nuevas heridas se agregan en el matrimonio, por tantas ofensas que causan dolor
y frustraciones entre cónyuges que tratan de vivir juntos. De pronto aflora EL NIÑO
y las NIÑERÍAS que llevamos dentro. Esta es la realidad: corazones heridos antes
del matrimonio y también a lo largo de la vida conyugal.

4.- JESUS, AMOR SANADOR


Bueno, y ahora ¿qué vamos hacer? No vemos luz al final del túnel. Necesitamos
ayuda. El Señor nos ofrece el remedio, nos da la solución: su amor sanador. El
Señor sale al encuentro de todos los matrimonios para lavar todas nuestras
heridas y curarlas. Jesús es quien sana nuestras heridas. Pero antes nos pide
tener:
FE
Dios siempre tiene algo que dar, pero también exige. Dios nos pide primero tener
FÉ. Tener Fe para creer en la misión de Jesús. El es el ungido y enviado por el
Padre para liberarnos, para darnos vida nueva y en abundancia. Debemos confiar
en Jesús. Confiar en su poder sanador. El sólo puede actuar sobre nuestro
matrimonio que ha comenzado a hacer agua, y convertirla en vino salvador.
En el Evangelio de Marcos (Mc 5, 25-34) se relata la curación de una hemorroísa.
Aquella mujer que padecía de un flujo de sangre por 12 años, un día habiendo
oído lo que se decía de Jesús va a buscarlo y lo encuentra, rodeado de una
muchedumbre pero no se amilana y -mientras se abre paso- decía para sí “si
logro tocar aunque sea el borde de su vestido, sanaré” y dice que cuando
consiguió tocar el manto de Jesús, en ese instante la mujer quedó sana. Este es el
gran secreto, acercarse a Jesús con FE.
Mis hermanos este pasaje nos deja una enseñanza: Busquemos al Señor con FE,
confiando que de Él saldrá un poder sanador. Cuantos estuvieron en su presencia
y no creyeron. Judas pasó años a su lado y por falta de FE lo traicionó. Pilatos no
creyó y prefirió lavarse las manos. Mucha gente estuvo delante suyo y nada les
sucedió en sus vidas. Nosotros podemos estar ahora en presencia de Jesús pero
nada nos pasará si no confiamos en su poder sanador. Jesús, le dice a la mujer
“Hija tu FE te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad” como
diciéndole yo no, sino tu fe es la que ha permitido tu curación.
Esta mañana Jesús pasará por este recinto, debemos acercarnos a Él con FE, con
esa fe de niño creyendo y confiando en El, porque va a realizar su obra sanadora
en nuestras vidas. Vamos a pedirle que limpie y cure las heridas que tengamos,
por más graves y profundas que sean; que sane nuestro matrimonio, que sane las
heridas que hemos causado a nuestros hijos.

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ORACIÓN
La oración es la fuerza más poderosa que hay sobre la tierra. Orar es conversar,
dialogar con el Padre. En Mateo (Mt 18, 19-20) el Señor nos recuerda que oremos
en el mismo espíritu, mejor todavía con tu cónyuge. Dios escuchará nuestros
ruegos.
Debemos pedirle con decisión y convencimiento, pedirle con fe, como lo hizo el
ciego de Jericó (Lc 18, 35-42) (Bartimeo). Si bien el Señor no es sordo, cuando
le pedimos algo quiere que lo hagamos con fuerza, perseverancia y con decisión,
desde lo más profundo de nuestro corazón. Y cuando Jesús nos pregunte ¿Qué
quieren que haga por Uds.? Nosotros cogidos de la mano como esposos le
pediremos que abra nuestros ojos del espíritu para verlo y reconocerlo –en mi
prójimo más cercano- en mi cónyuge a quien tanto he ofendido. Pedirle que me
cure del odio que guardo en mi corazón, que ya no diga, no puedo mirarlo, no
pueda contener esa mirada que tanto me ha ofendido, que tanto me censura, que
tanto daño me hace.
Hoy día el Señor va a realizar verdaderos milagros de sanación del alma, Estamos
seguros que el Señor se va a glorificar, va a sanar corazones rotos y arrepentidos.
Impresiona la didáctica de Jesús para guiarnos en el proceso de sanación. Un
ejemplo tenemos en la recuperación progresiva de la vista de un ciego: El ciego
de Betsaida (Mc 8, 22-25). Jesús “tomando al ciego de la mano, le sacó fuera
del pueblo” (a Uds. los ha sacado fuera de sus casas y los ha traído a este local).
“Después le mojó los ojos con saliva” (los ha ido preparando con los temas o
sociodramas del Retiro). Luego el Señor “le impuso las manos” (hace una
primera sanación). Después, cuando Jesús le preguntó. “¿Ves algo?”, el ciego
que empezaba a ver dijo “Veo a los hombres pero como si fueran árboles que
caminan”, (síntoma de que todavía estaba enfermo). Y continúa el Evangelio:
“Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos y empezó a ver
perfectamente”, añadiendo “quedó sano ya que de lejos veía claramente
todas las cosas”.
Todo ello nos hace comprender que la sanación interior es un proceso gradual,
por partes, no de un momento, que Jesús va poniendo en cada curación. Marcos
continúa: “Jesús lo mandó a su casa”, a cumplir una misión. También a c/u de
Uds. el Señor los enviará a sus casas, para que ahí continúe la recuperación de
su salud. El hogar es el mejor lugar donde podemos recuperar plenamente la
salud del alma.
EL Señor quiere sanar tu matrimonio y tu familia. Sanar a uno sin sanar al otro
cónyuge sería como sanar a un miembro del cuerpo, dejando al resto enfermo. El
miembro sano volvería a enfermarse y la vida de la familia volvería a ser un
infierno.

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Jesús tiene una predilección especial por los matrimonios. Recordemos en la


Boda de Cana de Galilea (Jn 2, 10), cuando se acabó el vino y María al caer en
cuenta de las necesidades de ese matrimonio, intercede ante su Hijo y le dice:
“No tienen vino”. Ante este pedido, Jesús que tanto ama a los matrimonios, -se
dice que- adelantó su hora, realizando su primer milagro. Hoy día también Jesús
puede adelantar la hora, y convertir el agua de nuestras flaquezas humanas, de
los amores concupiscentes y egoístas, en el vino del amor, de la comprensión, de
la humildad, del perdón.
Vamos a pedir al Señor que nos inunde con su amor generoso, para dejar a Dios
que haga su obra en nosotros. Debemos quitarnos todas las autosuficiencias,
arrogancias, todos nuestros ídolos, odios, temores, complejos, rechazos. Sólo así
abriremos las puertas de nuestro corazón para que Jesús recorra la historia de
nuestras vidas, de nuestra existencia y vaya derramando su infinito amor, solo así
conseguiremos sanar esas heridas del alma, del espíritu y porqué no también del
cuerpo. Para así recuperar la felicidad de nuestro matrimonio y de nuestros hijos.
Aquí delante del Señor, tenemos que sentirnos como niños, que nada somos
delante de él. Debemos sentirnos como hijos suyos, ganar su amor, su confianza,
su intimidad como existe entre un padre y un hijo, sólo así será generoso con
nosotros.
¿Quién de nosotros, por más que tengamos un hijo malo, si nos pide un pan le
damos una piedra, o si nos pide un pez le damos un escorpión o una culebra? Con
mayor razón el Padre Celestial, si le pedimos, nos infundirá su Espíritu Santo, esa
poderosa fuerza sanadora.
En esta mañana, debemos abrir la puerta de nuestra casa, solo así el Señor irá
tocando c/u de nuestras historias, irá tocando las mentes y corazones. Debemos
pedirle nos ayude a limpiar la casa, sacar a luz o traer a nuestra memoria todas
aquellos traumas o heridas que nos causan tanto dolor, porque va a curarlas, va a
sanarlas. Pidamos al Espíritu Santo y haga una verdadera sanación interior, que
cure nuestra historia, de esas vivencias negativas, de nuestros odios, recelos y
desconfianzas. Bendito sea el Señor si también hace sanaciones físicas, de esas
enfermedades corporales o psicosomáticas cuyas causas están ligadas a las
enfermedades del alma. El Señor hará verdaderos prodigios de sanación. Al salir
de aquí de este recinto, ojalá podamos decir como María: “¡Qué maravillas ha
hecho el Señor en nosotros!
Ahora vamos a dirigir una oración, pero con ayuda de todos. Este es un momento
importante de nuestras vidas. Vamos a pedirle al Señor envíe a su Espíritu
Sanador, necesitamos que invada todo nuestro ser y tome posesión de él. Que
vaya tocando nuestro intelecto, nuestra memoria, nuestro corazón, y saque a luz
todas las heridas, para que las vaya curando una a una.

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Gracias Señor, porque estamos entrando a la tierra sagrada que prometiste a tus
hijos. Gracias Señor, por los siglos de los siglos. Amén...

ORACION DE SANACIÓN
Dinámica
Les pedimos muevan sus asientos, se pongan cómodos frente a frente,
tomándose las manos, siguiendo la oración mentalmente.

A las personas que han venido solas se les invita a ponerse en actitud de oración
con sus manos extendidas, siguiendo la oración mentalmente.
Cerremos los ojos, los invitamos a relajarse, entrar en paz y tranquilidad de
espíritu. Necesitamos estar tranquilos. Nos invade una sensación de paz y
armonía en nuestro ser. Dejémonos llevar por el Señor. Dios mora en ti. La vida de
Dios está en todo tu ser.

Pedimos que c/u de los presentes nos acompañen en esta oración, con sus
propias historias, con sus vivencias y recuerdos.

Canción: Ven Espíritu Santo

Pongámonos todos en actitud de oración:


Esposo: Señor sabemos que tú estás aquí, quiero hablar contigo, en silencio,
como si lo hiciera con un amigo íntimo. Me presento con las manos
vacías y abiertas.
Señor tú conoces nuestras limitaciones, cuántas veces hemos querido
mejorar, pero no hemos podido. Necesitamos de una fuerza especial, del
poder del Espíritu Santo. Te pedimos que se derrame sobre tus hijos
reunidos aquí en esta asamblea y comience una verdadera sanación
interior. Gracias Señor porque sé que me escuchas. Gracias Señor.

Esposa: Sabemos Señor que para ti no existe el tiempo, te pedimos que cambies
la historia de nuestras vidas, y regresa con nosotros, al momento de la
concepción.
Señor, quizás hemos venido por un acto de amor, o quizás como
resultado de un accidente. sana señor cualquier herida de ese momento,
que nos afecte.
Tal vez, papá o mamá no quisieron que venga a este mundo porque
alteraba los planes del hogar, y en el seno materno, mamá me trasmitió
su angustia, su miedo, su desesperación o quizás su rechazo. Sáname
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Señor de todas estas impresiones recibidas y lléname de tu amor.


Tal vez mamá se sentía sola y agobiada, quizás se cayó, recibió malos
tratos o fue golpeada por papá. Cuánto dolor me trasmitió. Sana Señor
todas esas influencias negativas y dame tu paz y amor.

Esposo: Y llega el momento del nacimiento. Quizás recibí golpes involuntarios al


nacer, o mamá tuvo un parto difícil y traumático que dejó huellas en mí
ser. O hubo frustración en mis padres al no ser del sexo deseado.
Recíbeme en tus brazos Señor y suple ese cariño y amor que me faltó de
papá y mamá.

Esposa: Señor, y vino la infancia y la niñez. Algunos no recibimos amor de papá


o mamá, por su ausencia... Quizás nos separó una enfermedad o su
muerte, Cuánto desamparo experimentamos por falta de papá, estaba
lejos, abandonó a mamá, o quizás mamá abandonó el hogar. Señor suple
esa falta de cariño con tu amor generoso y tierno. Haznos sentir que
nunca estuvimos solos, sino acompañados por tu presencia.
Y cando me enteré que papá engañaba a mamá, qué recuerdo tan
doloroso guardo en mi corazón. Libérame Señor de tantos sufrimientos y
frustraciones. Dama valor y fuerza para perdonar a mis padres y para
volver a quererlos. Hazme un ser nuevo Señor.

Esposo: Cuántas veces me quedé solo en casa, porque mamá trabajaba o salía
por otros motivos. Sana Señor esos momentos de tristeza y soledad.
Quizás por familia numerosa, no había amor especial para mí. Qué
desilusionado me sentía, cura este recuerdo Señor y acógeme como tu
hijo predilecto.
Si mis hermanos u otros familiares cercanos no me brindaron amor o
sufrí maltratos porque no me aceptaban, libérame Señor de cualquier
resentimiento que guarde contra ellos, ayúdame a perdonarlos,
desaparece las barreras que nos separan. Hazlo Señor, te lo pido desde
lo más hondo de mi corazón.

Esposa: Señor, en nuestros años de colegio, tú me acompañabas, no lo sabía,


pero eras mi amigo fiel. Sáname del dolor que sufrí al separarme de mis
padres. Sáname de las injusticias de mis compañeras, de aquel profesor
o incluso de mis propias amigas. A veces fuimos criticadas o

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ridiculizadas. Quizás nos volvimos tímidas y retraídas. Me sentía


frustrada y fracasada. Abre las puertas de mi corazón y libérame Señor
de todos estos traumas. Sáname Señor.

Esposo: Y llegó la adolescencia y pubertad. Los cambios que experimentamos


nos creó confusión y alarma. Quizás presenté accesos de ira y violencia.
Perdóname Señor. Al descubrir mi sexualidad, caí muchas veces en la
sensación de la masturbación, o en el deseo sexual reprimido. Sáname
Señor de esos sentimientos vergonzosos, de esas dudas, temores e
inseguridades. Sáname Señor.

Esposa: Y cuando nosotras, también alcanzamos la madurez femenina, cómo nos


avergonzó y causó dolor. Al comenzar a experimentar esa capacidad de
amar, me sentí enamorada, ilusionada pero fui burlada, usada como un
pasatiempo. Y todo esto me causó frustración y dolor. Te pido Señor,
borres esas heridas y sentimientos negativos. Libérame, purifícame
Señor.

Esposo: Señor, en mi juventud tuve relaciones sexuales con el fin de adquirir


experiencia. ¿Experiencia de qué Señor? El solo pensar que hice mucho
daño, me hace sentir culpable. Pero Señor, tú haces que nuestros
pecados aunque sean rojos como la grana queden blancos como la
nieve. Perdóname Señor.
Si recordamos a alguien que nos traicionó o si hemos sido defraudados
en el amor, cuánta desilusión invadió nuestro ser y cuánto rencor. Señor,
sana estos recuerdos dolorosos.
Cuántas veces me dejé arrastrar por el alcohol, la droga o el sexo,
porque me sentía vacío y muchas veces ni esto satisfacía mi placer.
Sana Señor mi alma de estas heridas, con el bálsamo de tu amor.

Esposa: Señor, quizás te culpé por aquella enfermedad, o aquel accidente que
sufrí, o por la muerte de un familiar. Injustamente pensaba que me
castigabas. Perdóname Señor, y más bien convierte esos momentos de
sufrimiento y ofuscación en bendición para mí, lléname de fe, confianza,
de paz y amor.

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Esposo: Cuando fracasé en los exámenes o no pude alcanzar un puesto de


trabajo o quizás de él me despidieron, tú sabes todo el desencanto que
sufrí. Ayúdame Señor a olvidar estas injusticias.
Cuántas veces he faltado el respeto a mi familia, a mis superiores o ti
Señor, que hasta me negué a cumplir tus preceptos. Por todo esto,
perdóname Señor. Reconozco que tú eres la luz, eres mi salvador, llévate
toda la oscuridad de mi vida y hazme sentir tu paz y amor.

Esposa: Y llegó el momento de nuestra boda, ¡cómo la esperamos llena de


ilusiones, de ensueños! Pero nuestra primera noche no fue lo feliz que
deseaba, no estuvo impregnada de toda la dulzura que imaginé y soñé.
Sana Señor ese momento violento y traumático.
Al compartir la vida juntos, cuántas frustraciones hemos debido afrontar.
Tuvimos que aprender a conocernos pasando momentos de alegría, pero
también de tristezas y dolor. Señor tu eres la paz, nuestra paz,
perfecciona nuestra unidad conyugal. Cuídala Señor.

Esposo: Señor te pido me quites cualquier recuerdo doloroso, como esos


silencios prolongados en mi hogar o sino otros cuadros de confusión y de
sentimientos vergonzosos como la vez que induje hacer abortar a mi
cónyuge. El solo hecho de recordar me hace sentir culpable. Ven Señor,
ven a mi corazón, quiero defender la vida, cúbreme con tu preciosísima
sangre. Sáname Señor.
Sana Señor, tantas heridas de nuestro matrimonio, quita las hostilidades
y desconfianzas. Purifica nuestra unión conyugal. Tú eres el mismo ayer,
hoy y siempre. Sana Señor las relaciones con mis suegros y cuñados.
Permite que les abra las puertas del corazón y de nuestra casa.

Esposa: También sana Jesús el temor de compartir juntos nuestras debilidades,


penas y sufrimientos.
Señor tu sabes cuánta desilusión, cuánto dolor sentí al enterarme que me
había sido infiel, o las veces que me humilló y maltrató física y
verbalmente. Cuánto rechazo nació en mí al comprobar que comenzaba
a abusar del alcohol o la droga.
Sigue actuando Señor y permite que recuerde aquí las ofensas que le
hice a mi esposo. Ingresa hasta las raíces más profundas de mí ser, toma
posesión de mi, calma este mar de emociones, rencores y sufrimientos.

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Infúndeme esa capacidad de amar y permite decirle a mi esposo que yo


lo amo, como tú lo amas, que lo perdono y deseo alcanzar el amor y
perdón recíprocos que tanto anhelo. Gracias Señor, tu eres mi Salvador.

Esposo: Señor, tu nos dice “no temas yo estoy contigo, por ti he derramado mi
sangre, te amo infinitamente, tú me perteneces y lo mismo tu familia”.
Señor, percibo tu luz que resplandece y se desplaza por mi sistema
nervioso, quitando toda tensión. Eres el dueño de todas las páginas de mi
historia pasada, del presente y futuro. En tus manos dejo, como rosas
rojas, todas esas fallas, traumas y recuerdos propios de mi debilidad
humana, para que envíes tu ángel, trasporte ese pesado fardo negativo y
lo sepulte para siempre en el fondo del mar. No quiero acordarme más de
él. Sabemos que para ti nada es imposible. Libérame de esos
sentimientos de odio, rencor o amargura y ocupa ese lugar, con el amor
que a raudales brota de tu corazón.

Esposa: Ingresa Señor en nuestros corazones y como entraste en aquella casa


donde estaban reunidos tus discípulos llenos de miedo y les dijiste: “La
paz sea con vosotros”, así también inúndanos de paz y amor, impregna
todo nuestro ser, queremos convertirnos en templo del Espíritu Santo.
Gracias Señor porque percibo que estás sanando mi matrimonio. Tú has
comenzado a curar mis heridas, estás sanando a mi esposo. Gracias
Señor. También sana a mis hijos. Gracias Señor.

Esposo: Si todavía quedan corazones duros, quiebra esa dureza aunque fuera de
acero, tú eres el amo de lo imposible. Levanta a este paralítico de su
camilla. Sana mis flaquezas y debilidades. Quiero sanar Señor, quiero
vivir la gracia de mi sanación interior.
Cambia mi historia negativa en otra de paz y amor. Cambia mi vida
envejecida por otra vida nueva que hoy quiero experimentar con tu poder
sanador.
Señor, cuando caminabas por estas tierras tu mano tocaba a las
personas para sanarlas. Hoy también sigues vivo y te pedimos que tus
manos vuelvan a tocar y curar las heridas del alma que tanto nos
agobian, que tanto dolor causan a los hermanos reunidos en esta
asamblea. Tenemos fe en tu poder sanador. Permite que asistamos a
esa gracia de sanación interior, sana también mis dolencias físicas que tu
las conoces...

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Señor bendice nuestras manos y la de los hermanos aquí presentes –que


se han preparado- y si es tu voluntad que fluya a través de ellas, tu amor
sanador. Que fluya el poder del Espíritu Santo. Ven Señor a este recinto,
sana a cada una de estos matrimonios con el poder que tienes en el cielo
y en la tierra.
Cura los traumas que tienen en la historia de sus vidas. Cura sus heridas,
cura sus odios y temores. Devuélveles la felicidad y alegría que tanto la
necesitan, para bien de ellos y de sus hijos.
Con el poder del Espíritu Santo… Sánalos, sánalos, sánalos Señor.

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Tema No. 9: SABER AGRADECER

OBJETIVO
1.- Saber que agradecer es un don que Dios nos da para que vivamos
reconociendo todo lo que recibimos en nuestra vida.

IDEAS PRINCIPALES
1.- Dar gracias a Dios
2.- Dar gracias a la familia
3.- Dar gracias al prójimo
4.- Características del agradecimiento

DESARROLLO

“Es de bien nacidos ser agradecidos” dice el refrán. Y así habría que vivir esa
buena costumbre. Y si damos las gracias a las personas, con mayor razón habría
que hacerlo con Dios.

1.- DAR GRACIAS A DIOS


Dice el apóstol San Pablo: “Que la palabra de Cristo habite en ustedes con todas
sus riquezas. Que sepan aconsejarse unos a otros y enseñarse mutuamente con
palabras y consejos sabios. Con el corazón agradecido canten a Dios salmos,
himnos y alabanzas espontáneas. Y todo lo que puedan decir o hacer, háganlo en
el Nombre del Seño Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él.” (Col. 3,
16-17).

Queridos hermanos: si nos reconocemos como hijos de Dios, creados a su imagen


y semejanza tenemos que vivir agradeciendo siempre a Nuestro Dios, debemos
saber valorar lo que tenemos y hemos recibido de Dios, por la vida de cada día,
esta gratitud se debe traducir en vivir la vida plenamente de acuerdo con el fin
para el cual fuimos creados. Por lo que se tiene y por lo que se es, por nuestra
esposa/o, agradecerle por nuestros hijos, por la salud, por el trabajo que nos da el
sustento material, por el amor y los cuidados que nos prodiga diariamente, ya que
la gratitud ayuda a la madurez, a reconocer quiénes somos, al enriquecimiento
personal de saber que somos hijos de un Dios Amoroso, Generoso en Su
Providencia.
Incluso aquellas cosas que vemos como “negativas”, también debemos
agradecerlas porque serán benéficas si les sabemos sacar provecho. Por ejemplo,
una enfermedad se convierte en bendición cuando nos ayuda a purificarnos y ser
mejores. Son tesoros invaluables que no nos hemos de cansar de agradecerle a
Dios.

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La acción de gracias por excelencia es la Eucaristía, es un sacrificio de acción de


gracias al Padre, una bendición por la cual la Iglesia expresa su reconocimiento a
Dios por todos sus beneficios, por todo lo que ha realizado mediante la creación,
la redención y la santificación. “Eucaristía” significa, ante todo, acción de gracias.”

2.- DAR GRACIAS A LA FAMILIA


El agradecimiento debe manifestarse en plenitud en la familia.
Agradecer a la esposa por los alimentos y cuidados que nos brinda diariamente,
agradecer al esposo por su trabajo, su dedicación al bienestar y edificación del
hogar, agradecer a los hijos por su amor y afanes por ser mejores cada día…….

La gratitud es una virtud muy difícil de encontrar hoy día y por lo mismo
infinitamente valiosa: nos permite disfrutar y vivir con alegría y gozo, nos alienta a
ser mejores porque nos sentimos reconocidos en nuestros esfuerzos.
La gratitud nos ayuda a hacer felices a los demás sin sacrificios ni grandes
esfuerzos. Un gracias y una sonrisa puede cambiar el día de quien lo recibe.
Porque así, experimentaremos que al dar las gracias la paz interior crece y los
sentimientos más nobles se refuerzan.
Tengamos presente que la gratitud lleva a otros sentimientos humanos: paz,
cordialidad, reciprocidad. La gratitud favorece la vida matrimonial, la hace más
grata y pacífica, porque implica humildad y resalta la capacidad de darnos.

Quien es agradecido se fija siempre en lo bueno y lo transforma en un hábito en


su vida. Quienes no tienen nada que agradecer es porque creen que se lo
merecen todo.

La falta de gratitud permite y produce sentimientos de infelicidad ante lo que no


tenemos o somos, y que, según nosotros, merecemos. Y al vivir la gratitud
eliminamos de nuestra vida esta posible fuente de tristeza e infelicidad.

3.- DAR GRACIAS AL PRÓJIMO


Siendo agradecidos, experimentamos la posibilidad de disfrutar mayormente de
las cosas y vivir más tranquilos.
El ambiente egoísta en que nos movemos nos lleva a sentirnos merecedores de
todo, por ello nos sentimos con el derecho de exigir sin dar nada a cambio ni
agradecer por lo que se nos da.
Debemos agradecer a muchos, quienes a lo largo del tiempo han dejado
su huella en nosotros, a aquellos que nos quieren como somos,
animándonos a crecer..
Debemos agradecer todo detalle, por mínimo que parezca a nuestro prójimo, así
daremos a conocer, que nos damos cuenta de su entrega.
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El soberbio espera recibir mientras que el humilde da y agradece.


El consumismo, el ansia desmesurada de tener todo, nos impide disfrutar y
agradecer lo que tenemos, y nos empuja a buscar siempre más. La ambición nos
lleva a no estar satisfechos, contentos o agradecidos con lo que tenemos.

Debemos dar siempre las gracias por todo y a todos, con alegría, de forma
inmediata y sincera.

4.- CARACTERÍSTICAS DEL AGRADECIMIENTO


1. INMEDIATO.- Que bueno es escuchar a su esposa pronunciar palabras de
agradecimiento cuando se siente halagada, obsequiada, o sus
gestos de cariño después de unas relaciones sexuales, que
siempre deben ser llenas de amor...
Pero si vamos a agradecer por un regalo que me hiciste hace
dos años, o por la atención que me dispensaste la Navidad
anterior, con tanto tiempo transcurrido el agradecimiento
pierde su valor.
Es una regla de cortesía, agradecer el regalo al momento que
lo recibimos y no sólo es una buena costumbre sino que se
practica las virtudes de la caridad y de la justicia.

2. SINCERIDAD.- Ser sinceros es hablar tal como pensamos y ser por dentro tal
como parecemos ante los demás. Gracias sinceras son
aquellas que se dicen con el corazón y con los labios. No
deberá haber la menor falsedad, ni artificio en nuestra
gratitud. No hay ningún regalo pequeño, ni atención poco
importante, en la que no podamos hallar algo que admirar o
agradecer. El Señor ha dicho que hasta un vaso de agua,
dado en nombre suyo, tendrá su recompensa en el cielo y lo
que merezca una recompensa eterna en el paraíso también
merece una gratitud sincera que en la tierra.

3. CON ALEGRIA. Nuestro agradecimiento deberá ser alegre. No es coherente


dar las gracias a Dios, ni al cónyuge, ni a nadie, con la cara
larga y el aspecto lúgubre.
Al aumentar nuestra capacidad de agradecimiento, aumenta
en la misma medida nuestra alegría interior.

DINAMICA:

Invitar a los esposos que se agradezcan mutuamente por todos los años de vida
juntos.

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COMPROMISOS

 No es una Charla
 Debe salir de un diálogo con el auditorio para ir concretando los
compromisos.

COMPROMISO PERSONAL

En el Retiro se ha tenido un encuentro personal con el Señor (inesperado, frontal).


Nos ha caído en simpatía y hemos comenzado a quererlo, a amarlo y también a
amar a nuestros semejantes.

1. CON DIOS.- a Amarlo, a obedecerle, a agradecerle. etc. Ponerlo como


centro de nuestras vidas. Es decir prometerles ser buenos hijos.

COMPROMETERNOS a conversar con ……… Oración,


A ESCUCHARLO Su Palabra

No se necesita preparar hermosos discursos oratorios.


Debe ser una oración simple, sencilla, espontánea. El Señor nos conoce.
Ejm: Señor te agradece que cuides la casa ahora que voy a trabajar.
La esposa: Señor bendito, cuida a mi esposo, en su trabajo. Permite que arregle
mi casa con alegría. etc.
También podemos ayudarnos con mensajes Bíblicos.

2. CON MI CONYUGE.- Amor, respeto, fidelidad, etc.


Hay una común unión conyugal mantener vivo el amor
Recordemos Madre Teresa de Calcuta : Hay que mantener el hogar, la lámpara
bien encendida, alimentarnos continuamente con GOTAS DE AMOR , no solo
con una sonrisa, miradas o palabras tiernas, sino con obras que se traduzcan en :
confianza , fidelidad, respeto, paciencia, sacrificio, etc.

3. CON LA FAMILIA.- que es la Iglesia doméstica.


Con los hijos: amarlos, atenderlos, escucharlos, comprenderlos, tolerarlos etc.
 Ellos son vivo reflejo del amor o desamor de los padres.
 Recordar: Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra.
 Nuestros hijos: “ serán los mejores testigos, pero también los más severos
jueces de nuestros actos ”

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Con otros familiares: a darles amor a nuestros padres, hermanos, suegros etc.

4. CON LA COMUNIDAD.-

a. Ayudarnos a perseverar: Como verdaderos cristianos, ser ejemplos con


nuestras vidas.
Recordar que iremos contra la corriente del mundo, si queremos cruzar
solos esa corriente de un río tormentoso, podemos ser fácilmente
arrastrados. Pero si vamos unidos entre nosotros y con Cristo Jesús, como
formando una cadena, la cruzaremos.
b. Ayudar a otros: Apostolado, Evangelizar a otros matrimonios y familias
(que más cristianos conozcan a Cristo)

Hemos obtenido una joya preciosa (el mensaje del Señor), no hay que guardarlo
o simplemente escucharlo. Hay que mostrarlo, hacerlo conocer, para que otras
parejas gocen de su hermosura.

La Comunidad Católica “BODAS DE CANÁ”


Dedicada a la evangelización de matrimonios, tenemos 32 años de
existencia. Extendida en todo el Perú de Piura a Tacna con más de 17,000
parejas, conformando Comunidades de Amor.

 13 Diócesis: Arequipa, Cajamarca, Chiclayo, Chulucanas, Dallas (EE.UU.),


Huaraz, Iquitos, Lima, Piura, Pucallpa, Tacna, Trujillo y Yanashi.
 05 Subdiocesis: Bagua, Chincha, Juliaca, La Merced y Pisco.
 04 Zonas en Formación: Chachapoyas, Chile (Santiago de Chile), Ica,
Palpa, Satipo y Tingo María.

En Lima somos 21 Zonas de 5 a 8 C. de Amor c/u


Asesor Espiritual: Padre Ricardo Yano Tasaka
Inicialmente fue el Monseñor Alfredo Noriega Obispo de la Familia, fallecido.
Asesor de Enseñanza: P. Benjamín La Torre Vignatti

Seguimientos

Hablarles: continuar con esta linda experiencia de evangelización.


Habrá n Seminario de “VIDA EN EL ESPÍRITU” de crecimiento espiritual.

Fijar lugar, fecha y hora.

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