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CAPITULO 1
(fonética sefaradí)
En el principio
1:1 creó Dios los cielos y
Bereshit bará Elohim et hashamáyim
ve'etha'árets. la tierra.
Comentario:
Elohim (Dios) tiene en hebreo la forma plural, para indicar que Dios
comprende y unifica todas las fuerzas infinitas y eternas. Y para que
no se piense que son muchos dioses, el verbo hará (creó) se empleó en
singular inmediatamente después de Elohim. Otros interpretan esto,
como, 'En el principio de la Creación de Dios de los cielos y la tierra,
la tierra estaba sin forma y vacía...(Rashí). Muchos otros combinan
los primeros tres versos, asi: 'en el principio de la Creación de
Dios...cuando la tierra estaba sin forma y vacía...Dios dijo: 'Que se
haga la luz' (Bereshit Rabá).
Cielo
(Saadia) Rakia en hebreo, literalmente 'expansión'. Usualmente
traducido como 'firmamento'.
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Al principio Dios concedió al hombre el comer verduras y frutas, y a
los animales, hierbas; pero más tarde (ver Génesis 9,3) se le permitió
comer también carne de animales.
CAPITULO 2
(fonética sefaradí)
Español - Hebreo
2:1 Y acabaron (de ser creados) los cielos y la tierra, y todas sus huestes.
2:2 Y terminó Dios, en el día séptimo, la obra que había hecho, y descansó en el
día séptimo de toda la obra que hizo.
2:4 Esta es la generación de los cielos y de la tierra al ser creados, en el día en que
hizo el Eterno Dios tierra y cielos.
Vekol siaj hasadéh térem yihyéh va'árets vekol-esev hasadeh térem yitsmaj
ki lo himetir Adonay Elohim al-ha'árets ve'adam ayín la'avod et-
ha'adamáh.
2:6 Sin embargo subía vapor de la tierra, y regaba toda la faz de la tierra.
2:7 Y formó pues el Eterno Dios al hombre, del polvo de la tierra, y sopló en
las ventanas de su nariz aliento de vida; y fue el hombre ser viviente.
2:8 Y plantó el Eterno Dios jardín en Eden, al oriente, y puso allí al hombre que
formó.
2:9 E hizo brotar el Eterno Dios, de la tierra, todo árbol agradable a la vista, y
bueno para comer, y el árbol de vida (estaba) dentro del jardín, y el árbol del
conocimiento del bien y del mal.
2:10 Y un río salía de Eden para regar el jardín, y de allí se dividía y formaba cuatro
brazos.
2:11 El nombre del uno (es) Pishón, el que rodea toda la tierra de Javilá, que allí se
encuentra el oro,
2:12 y el oro de aquella tierra es bueno; allí hay el cristal y la piedra de ónix.
2:13 Y el nombre del río segundo (es) Guijón, el que rodea a toda la tierra de Cush
(Etiopía)
Veshem hanahar hashení Gijón hu hasovev et kol-érets Kush.
2:14 Y el nombre del río tercero (es) Jidékel (Tigris), el que corre al oriente de
Ashur (Asiria). Y el río cuarto es Perat (Eúfrates).
2:16 Y ordenó el Eterno Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del jardín podrás
comer;
2:17 mas del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás; porque en el
día que comas de él, morirás.
Ume'ets hada'at tov vará lo tojal mimenu ki beyom akoljá mimenu mot
tamut.
2:18 Y dijo el Eterno Dios: No es bueno que esté el hombre solo; haré una
ayuda idónea para él.
2:19 Y formó el Eterno Dios, de la tierra, todo animal del campo y toda ave de los
cielos, y trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y todo lo que el hombre fue
llamando a cada criatura viviente, tal fue su nombre.
2:20 Y dio el hombre nombres a todo cuadrúpedo y ave de los cielos, y a todo animal
del campo, mas para Adán (Adam) no (se) encontraba ayuda que le fuera idónea.
2:21 E hizo el Eterno Dios caer un sueño profundo sobre el hombre y (éste) se
durmió; y tomó una de sus costillas y cerró (con) carne el lugar de ella.
2:23 Y dijo el hombre: Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne; a ésta
se llamará mujer, porque de hombre fue tomada ésta.
Al-ken ya'azov-ish et-aviv ve'et imó vedavak be'ishto vehayú levasar ejad.
Comentario:
Dios creó todo de la nada y lo creó "para hacer", quiere decir, para ser un elemento
productivo.
Dios había creado las raíces de las hierbas en el tercer día de la Creación, pero éstas
no crecieron lo suficiente, porque todavía no caía lluvia. Dios creó en el tercer día las
plantas, los árboles y los frutos, y en el cuarto día los astros, para demostrar su poderío
haciendo fecundar la tierra sin el calor del sol.
El hecho de haber creado Dios un solo hombre formándolo con el polvo de la tierra,
enseña que no debe existir orgullo, desigualdad de origen, linaje ni casta entre los
homhres. Nadie podrá llamar a susemejante extranjero, puesto que pertenece como él a
la misma tierra.
Aún en el seno del Paraíso, Dios ordenó al hombre cultivar el jardín, porque aquél
que rehuye el trabajo, sin crear ni producir, deja de representar la imagen del Creador.
5
La Torah condena el celibato. EI hombre tiene obligación de contraer
matrimonio entre los dieciocho y los veinte años, si así lo puede hacer
(Maimónides, Séfer Hamitzvot y Kidushin 29:). Según el Talmud, el hombre
debe en primer término preparar el hogar, plantar una viña (establecer
trabajo) y después contraer matrimonio (Sotah 44 y Maimónides Hiljot Deot).
Quien no tiene esposa vive sin alegría y sin bendición (Yebamot 62). El soltero
es considerado como medio cuerpo (Zohar). Muchos proverbios de los sabios
del Talmud se refieren al respeto y amor que se le debe a la mujer: Ame el
hombre a su mujer como a sí mismo, y la honre más que a si mismo (Yebamot
62). EI que toma mujer virtuosa es como si cumpliera todos los preceptos de la
Ley (Yalcut Ruth, 606).
CAPITULO 3
(fonética sefaradí)
3:1 Y la serpiente era astuta, más que cualquier animal del campo
que hizo el Eterno Dios. Y dijo a la mujer: Conque ha dicho Dios
así : no comáis de todo árbol del jardín?
3:3 mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, dijo Dios,
no comeréis de él, ni tocaréis en él, (1) no sea que muráis.
3:5 antes bien, Dios sabe que en el día que comáis de él, se os
abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del
mal.
3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era
deseable a los ojos, y codiciable el árbol para hacerse sabio, y
tomó de su fruto y comió; y dio también a su marido, (que
estaba) con ella, y él comió.
3:11 Y dijo El: ¿Quién te dijo que estas desnudo? ¿Acaso del árbol
que te ordené no comer, comiste?
3:23 Y lo echó el Eterno D-os del jardín de Edén para que cultivase
la tierra de donde había sido sacado.
Comentario:
1
La prohibición era sólo no comer. La exageración por parte de la
mujer propició su caída.
CAPITULO 4
(fonética sefaradí)
4:1 Y el hombre conoció a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín (Caín),
y dijo: He adquirido un varón con la ayuda del Eterno.
Veja'Adam yadá et-Javáh ishtó vatahar vateled et-Kayin vatomer kanití ish
et-Adonay.
4:2 Y volvió a dar a luz a su hermano, Abel (Hével), y fue Abel pastor de ovejas y
Caín fue labrador de la tierra.
Vatosef laledet et-ajiv et-Havel vayejí-Hevel ro'eh tson veKayín hayáh oved
adamáh.
4:3 Y aconteció que al cabo de algunos días trajo Caín, del fruto de la tierra, (1)
una ofrenda al Eterno.
4:4 Y Abel trajo también, él, de los primogénitos de sus ovejas, y de las grosuras
de ellos. Y se volvió el Eterno Dios hacia Abel y hacia su ofrenda,
4:5 mas hacia Caín y hacia su ofrenda no se volvió. Y se irritó Caín mucho, y
decayó su semblante.
Haló im-teytiv se'et ve'im lo teytiv lapétaj jatat rovets ve'eleja teshukató
ve'atáh timshol-bo.
4:8 Y habló (2) Caín a Abel, su hermano. Y sucedió que estando ellos en el campo,
se levantó Caín contra Abel, su hermano, y lo mató.
Vayómer Kayín el-Hével ajiv vayejí biheyotam basadéh vayakom Kayín el-
Hével ajiv vayajargeju.
4:9 Y dijo el Eterno a Caín: ¿Dónde está Abel, tu hermano? Y él dijo: No sé;
¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?
4:10 Y dijo El: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está
clamándome desde la tierra.
4:11 Y ahora maldito serás tú, más que la tierra que abrió su boca para recibir de tu
mano la sangre de tu hermano.
4:13 Y dijo Caín al Eterno: ¿Tan grande es mi delito que no se puede soportar?
Hen gerashta otí hayom me'al peney ha'adamáh umipaneja esater vejayiti
na vanad ba'arets vejayah kol- motse'i yahar'geni.
4:15 Y dijo el Eterno: Por esto mismo, quien mate a Caín siete veces será vengado
(3). Y puso el Eterno Dios una señal en Caín, para que no lo hiriese quienquiera
que lo encontrara.
4:16 Y salió Caín de la presencia del Eterno (4) y habitó en la tierra de Nod, al
oriente de Edén.
4:17 Y conoció Caín a su mujer y (ella) concibió, y dio a luz a Enoj (Janoj), y (Caín)
edificó una ciudad, y dio nombre a la ciudad con el nombre de su hijo, Enoj.
4:19 Y tomó para el Lémej dos mujeres: el nombre de una (era) Adá, y el nombre de
la segunda, Tzil-lá.
Vayikaj-lo Lemej shtey nashim shem ha'ajat Adah veshem hashenit Tsiláh.
4:20 Y dio a luz Adá a Yaval, el cual fue padre (maestro) de los que habitan en
tiendas y (poseen) ganado.
4:21 Y el nombre de su hermano era Yuval, el cual fue padre de todos los que tocan
lira y arpa (5).
4:22 Y Tzil-lá, ella también, dio a luz a Tuval-Caín, forjador de todo instrumento
cortante de cobre y hierro; y la hermana de Tuval-Caín (fue) Naamá.
4:23 Y dijo Lémej a sus mujeres: Adá y Tzil-lá, oíd mi voz; mujeres de Lémej,
escuchad mi dicho: ¿Acaso maté a un hombre (Caín) por herirlo (intencionalmente) y a
un muchacho (Tuval-Caín) por golpearlo? (6)
Vayomer Lemej lenashvav Adáh veTsiláh shma'an kolí neshey Lemej
ha'azenah imrati ki ish haragti lefits'i veyeled lejaburati.
4:24 Pues si a las siete veces (generaciones) había de ser vengado Caín, Lémej lo
será a las setenta y siete veces (generaciones).
4:25 Y tornó Adán a conocer a su mujer, y (ella) dio a luz un hijo y le llamó de
nombre Set (Shet), (diciendo): Me puso Dios otra simiente en lugar de la de
Abel, porque lo mató Caín.
4:26 Y a Set también le nació un hijo, y le llamó de nombre Enosh. Fue entonces
cuando se comenzó a invocar el nombre del Eterno (7).
Comentario:
Dios recibió la ofrenda de Abel porque éste la hizo de buen grado, escogiendo lo
mejor de sus ovejas, lo que no aconteció con Caín, que ofrendó con descuido lo más
común de los frutos de la tierra. A Dios no le interesa la ofrenda en sí, sino la
sinceridad de los sentimientos.
Palabras coléricas.
El exegeta Rashí (Rabí Shelomó Yitzjakí) explica las palabras: "Por esto mismo,
quien mate a Caín, siete veces será vengado" de la manera siguiente: "Por esto mismo,
quien mate ahora a Caín, será castigado, pues sólo en la séptima generación es cuando
deberá ser castigado por matar a Abel". En efecto, en el vers. 23 se alude al hecho de
que Lémej, durante la séptima generación de Caín, mató involuntariamente a éste y a
su propio hijo, Tuval-Caín.
En todo lugar donde Caín estaba, le parecía que todos le miraban con enemistad;
creía oír a cada momento la voz del castigo: "¿Qué has hecho?" "¿Hacia dónde iré a
fin de estar lejos de tu espíritu? Y ¿hacía dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo
Tú estás allí, y si me sumo en el infierno, en él también estás presente; si tomase las
alas de la aurora y habitase en las extremidades del mar, todavía allí me alcanzará tu
mano, y me sujetará tu diestra" (Salmo CXXXIX, 7-10).
La Torah cita las primeras artes practicadas por el género humano. Yuval fue el
maestro de la lira y del arpa, y Tuval-Caín, artesano en trabajos de cobre y hierro.
Numerosos pasajes de la Biblia destacan el gusto musical del pueblo hebreo. Los
principales instrumentos usados en aquellos tiempos son: El "tof", que era una especie
de tambor: "Y tomó Miriam, la profetisa, el pandero en su mano y salieron todas las
mujeres tras ella (Exodo XV, 20) ; el "nével", una especie de lira de diez o doce
cuerdas, traducido al latín como "nablium"; el "jalil", flauta; el "shofar", trompeta de
cuerno; la "jatzotzerá", trompeta usada por los sacerdotes; los "menanein" y
"tzelzelím" (Sam. II. VI, 25), que son una especie de címbalos; y el "kinor", lira de ocho
o diez cuerdas, que era el símbolo de la alegría. El rey David fue un gran maestro en
este instrumento, y con su arte llevaba consuelo a los tormentos morales y espirituales
del rey Saúl (Sam. I. XVI, 16).
Cuenta el Midrash que Lémej, siendo ciego, salía a cazar con su hijo Tuval - Caín,
quien le guiaba e indicaba la presencia de la caza. El muchacho confundió a Caín con
algún animal, y así fue cómo Lémej le mató de un flechazo. Al darse cuenta de su error
se golpeó a sí mismo, y uno de los golpes cayó sobre la cabeza de su hijo, matándolo
también. Por eso sus mujeres le reprochaban el doble asesinato, y Lémej se disculpó.
CAPITULO 5
(fonética sefaradí)
Zeh séfer toledot Adam beyom beró Elohim Adam bidemut Elohim asah
otó.
5:5 Y fueron todos los días que Adán vivió, novecientos treinta
años; y murió.
5:8 Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió.
Vayejí Yered ajarey holidó et-Janoj shmoneh me'ot shanáh vayoled banim
uvanot.
Vayejí Noaj ben-jamesh me'ot shanáh vayoled Noaj et-Shem et-Jam ve'et
Yafet.
Comentario:
4
La larga vida de Matusalén, que vivió novecientos sesenta y nueve
años, así como la de sus contemporáneos, fue puesta en duda por
muchos escritores. La mayoría de ellos calculó estos años por meses.
Si admitimos este cálculo como correcto, y que los antiguos
consideraban los meses por años, caeríamos en otra exageración más
grave, pues Shélaj, que fue nieto de Sem, hijo de Noé, y Peleg su
tataranieto tuvieron hijos a los treinta años (Génesis XI, 14 y 18), lo
cual significaría que fueron padres a los dos años y medio. Esto
parece menos probable que la posibilidad de que los años de Adán,
Matusalén y sus contemporáneos fuesen realmente años. Su
constitución física es la que nos permite aceptar la idea de su
longevidad, en tanto que no aparezcan nuevas pruebas o hipótesis por
parte de los estudiosos.
CAPITULO 6
(fonética sefaradí)
6:2 y vieron los hijos de los señores (1) que las hijas del hombre eran
hermosas, y tomaron para sí mujeres entre todas las que habían escogido.
6:3 Y dijo el Eterno: no luchará para siempre conmigo mi espíritu por causa
del hombre, porque el es también carne; y serán sus días (de vida) ciento veinte
años.
6:7 Y dijo el Eterno: borraré al hombre que cree, de sobre la faz de la tierra,
desde el hombre hasta el cuadrúpedo, hasta el reptil y hasta el ave de los cielos;
porque estoy arrepentido de haberlos hecho.
6:8 Mas Noé halló gracia ante los ojos del Eterno.
6:9 Estas son las generaciones de Noé. Noé (fue) un hombre justo, perfecto
entre sus generaciones; con Dios anduvo Noé.
Eleh toldot Noaj Noaj ish tsadik tamim hayah bedorotav et-
ha'Elohim hitjalej Noaj.
6:12 Y vio Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne
había corrompido su camino sobre la tierra.
6:13 Y dijo Dios a Noé: El fin de toda criatura ha llegado ante Mí, porque se
llenó toda la tierra de violencia a causa de ellos, y he aquí que los haré sucumbir
(3) con la tierra.
6:15 Y así la harás: de trescientos codos de largo del arca, cincuenta codos su
ancho y treinta codos su altura.
6:16 Una claraboya harás para el arca, y la terminarás a un codo de la parte alta,
y la puerta del arca la colocarás a su lado; le harás compartimentos bajos,
segundos y terceros.
6:18 Y afirmaré mi pacto contigo y vendrás al arca tú, y tus hijos, y tu mujer, y
las mujeres de tus hijos contigo.
6:19 Y de todo lo vivo, de toda criatura, dos de todos, traerás al arca, para que
tengan vida contigo; macho y hembra serán.
6:20 Del ave, según su especie; de todo reptil de la tierra, según su especie;
dos de todo vendrán a ti, para que haya vida.
6:21 Y tú toma contigo de toda vianda que es de comer, y allegarás para ti; y
servirá de alimento para ti y para ellos.
6:22 E hizo así Noé; conforme a todo lo que Dios le ordenó, así lo hizo.
Vaya'as Noaj kekol asher tsivah oto Elohim ken asah.
Comentario:
Estas son las generaciones de Noé. Noé, hombre justo, etc. La Torah,
en vez de citar los nombres de sus hijos inmediatamente, nombra las
cualidades de Noé, para destacar que la verdadera descendencia del
hombre no son sus hijos, sino sus virtudes y sus buenas obras, las
cuales forman parte de su propio ser. Los actos son los frutos internos
de la persona. Unidos a ella constituyen, más que cualquier otra cosa,
la verdadera descendencia que el hombre puede dejar en este mundo.
CAPITULO 7
(fonética sefaradí)
7:1 Y dijo el Eterno a Noé: Entra tú y toda tu familia al arca; pues he visto (que
eres) justo ante Mí en esta generación.
NOTAS:
1
En el cap. 11 del Levítico y en el cap. 16 del Deuteronomio, están estipulados
los animales que son puros e impuros para comerse.
2
La Torah usó las palabras "que no es puro" en lugar de "impuro" para
enseñarnos a emplear un lenguaje refinado en todas nuestras conversaciones.
3
La tierra estaba corrompida porque los hombres habían corrompido
sus caminos. La misma naturaleza tenía que reaccionar, pues el bien
fue el móvil de la Creación entera. Según la Cabalá, el dominio de la
naturaleza por el hombre está ligado a la práctica de la justicia y de la
benevolencia. Hasta aquí las aguas no se atrevían a invadir la tierra, y
los astros que continuamente hacen subir y bajar las aguas,
regularizaban sus límites. Mas cuando la humanidad se desvió del
camino del bien, todo se puso contra ella, y las aguas cubrieron la
tierra.
CAPITULO 8
(fonética sefaradí)
8:1 Y se acordó Dios de Noé y de todo animal y de todo cuadrúpedo que estaban
con él en el arca; e hizo Dios pasar espíritu (de consuelo sobre la tierra, y se
aquietaron las aguas.
NOTAS:
1
En el libro de Isaías (37, 38) es el nombre de un país. En las Biblias
comunes, Ararat está traducido por Armenia. El monte Ararat, que se
encuentra al este de Asia Menor, tiene aproximadamente 5.000 metros
de altitud.
2
Varios arqueólogos y científicos, queriendo tener pruebas de la
veracidad del Diluvio, hicieron expediciones a Mesopotamia y a los
Montes Ararat, Yudi, Nesir, etc. Los descubrimientos, en 1928, en las
ciudades de Ur y Kish, revelaron la existencia de una capa de barro y de
arena fina mezclados con conchas de agua dulce. Esto representaba
para ellos una prueba de que el Diluvio había alcanzado estas zonas. En
1863 se encontraron inscripciones en la antigua ciudad de Nínive, y
una de ellas contiene la narración en caldeo de un diluvio. La versión
asiria de la "Epopeya de Gilgamesh" encontrada también en Nínive, y
la versión sumeria procedente de Nipur, hablan igualmente de un
diluvio. En la historia de la humanidad ocurrieron varios diluvios e
inundaciones en forma de cataclismos, como en la antigua Grecia,
India y en el Tíbet. ¿Por qué pues dudar del gran Diluvio del tiempo de
Noé?
3
Esta expresión, empleada en el lenguaje humano, y que se repite
muchas veces en la Torah, indica que Dios recibe con agrado la
ofrenda. (Ver Targum Onklós y Yonatán ben Uziel).
CAPITULO 9
(fonética sefaradí)
9:1 Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos y
henchid la tierra.
NOTAS:
1
Las leyes de la Torah aún no habían sido reveladas, y Dios ordenó a Noé y a sus
descendientes que respetasen los siete mandamientos que siguen: Practicar la
equidad; no blasfemar el nombre de Dios; no practicar idolatría, asesinato,
incesto, robo, y no comer parte alguna de un animal estando vivo.
2
Aquí se condena el suicidio, ya sea con derramamiento de sangre o por otros
medios, como ahorcándose.
3
Dios había dejado que los animales comiesen a los hombres antes del Diluvio,
a causa de la perversidad de éstos. Mas después del Diluvio, si un animal matase
a un hombre, debería morir. (Ver ley del buey que mata a un hombre en Éxodo
XXI, 28 - 32).
4
Al hombre que mata voluntariamente sin haber testigos, Dios le pedirá
cuentas.
5
Noé podía comenzar a plantar otra cosa más provechosa que la viña, cuyo
fruto convertido en vino y tomado en exceso, acarrea tantas desgracias.
6
La versión aramea traduce esta palabra por "labrador", pero el exegeta Rashí
la traduce como "señor".
7
El Midrash aprovecha el hecho de la embriaguez de Noé para advertir a los
hombres sobre las consecuencias del alcoholismo. Cuando Noé plantó la viña,
Satanás quiso asociarse a este trabajo, y Noé consintió. El demonio, astuto, trajo
un cordero, un león, un puerco y un mono, los sacrificó y regó con su sangre la
tierra de la planta. El carácter de los animales sacrificados no tardó en
manifestarse en Noé y en sus descendientes después de ingerir la bebida.
Bebiendo un vaso, el hombre es manso como un cordero; al segundo, se siente
fuerte como un león, afirmando que no hay más poderoso en el mundo que él.
Después del tercer vaso, se acuesta como un puerco, y si sigue bebiendo, no
tarda en hacer tonterías y monadas al igual que un simio (M. Tanjumá, Nóaj 13).
8
En lugar de disimular la falta de su padre y cubrirlo.
9
En efecto, Jam era el menor de los hijos de Noé, y Jafet era el mayor
(ver Rashí, vers. 21).
CAPITULO 10
(fonética sefaradí)
10:1 Y éstas son las generaciones de los hijos de Noé: Sem, Jam y Jafet. Y a éstos
les nacieron hijos después del Diluvio.
Ve'eleh toldot beney Noaj Shem Jam vaYafet vayivaledu lahem banim ajar
hamabul.
10:2 Los hijos de Jafet: Gómer, y Magog, y Madai, y Yaván, y Tuval, y Méshej, y
Tirás.
10:5 De éstos, se dispersaron por las islas de las naciones, en sus tierras, cada cual
según su lengua, según sus familias, entre sus naciones.
10:7 Y los hijos de Cush: Sebá, y Havilá, y Sabtá, y Ramá, y Savtejá; y los hijos de
Ramá: Shevá y Dedán.
10:9 El era valiente cazador ante el Eterno; por eso se dice: Como Nimrod, valiente
cazador ante el Eterno;
10:19 Y era el límite del cananeo desde Tzidón hasta la entrada de Guerar y hasta
Gaza (Azá), yendo hacia Sodoma (Sedom) y Gomorra (Amorá) y Admá, y
Tzeboim, hasta Lesha.
10:20 Estos son los hijos de Jam según sus familias, sus lenguas, en sus tierras, en sus
pueblos.
10:21 Y a Sem le nacieron (hijos) también a él, (que era) padre de todos los hijos de
Ever, (1) y hermano de Jafet, el mayor (2).
UleShem yulad gam-hu avi kol-beney-Ever aji Yefet hagadol.
10:25 Y a Ever le nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Péleg, porque en sus días
fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano era Yoctán.
10:30 Y estaban sus moradas desde Meshá, a la entrada del término del Monte de
Oriente.
10:31 Estos son los hijos de Sem, según sus familias, sus lenguas; en sus tierras, en
sus naciones.
10:32 Estas son las familias de los hijos de Noé según sus generaciones, en sus
naciones, y de aquéllos se diseminaron las naciones en la tierra después del
Diluvio.
Eleh mishpejot beney-Noaj letoldotam begoyehem ume'eleh nifredu
hagoyim ba'arets ajar hamabul.
Comentario:
En este versículo Ever significa "gente venida de más allá del río". De aquí el
nombre ivrí, hebreo.
Según el exegeta Rashí, Jafet era el mayor de los hijos de Noé. En este
versículo no fue mencionado Jam como hermano de Sem, por la falta de
respeto que tuvo hacia su padre.
CAPITULO 11
(fonética sefaradí)
11:1 Y era toda la tierra de una misma lengua y de unas mismas palabras.
11:4 Y dijeron: Vamos, edifiquemos para nosotros ciudad y torre, y que su cúspide
llegue a los cielos; (1) y hagámonos de un nombre, para que no nos dispersemos
sobre la faz de toda la tierra.
11:5 Y descendió (2) el Eterno para ver la ciudad y la torre que edificaron (3) los
hijos del hombre.
Vayered Adonay lir'ot et-ha'ir ve'et-hamigdal asher banu beney
ha'adam.
11:6 Y dijo el Eterno: He aquí un pueblo y una misma lengua para todos ellos; y
esto es lo que les hizo comenzar a hacer (su obra); y ahora nada se les
imposibilitará de todo cuanto intenten hacer.
Vayomer Adonay hen am ejad vesafah ajat lekulam vezeh hajilam la'asot
ve'atah lo-yibatser mehem kol asher yazmu la'asot.
11:7 Ahora pues, descendamos (4) y confundamos allí su lengua, para que no
entienda cada uno el lenguaje de su compañero.
11:8 Y los dispersó el Eterno de allí sobre la faz de toda la tierra, y pararon de
edificar la ciudad.
11:9 Por eso llamó su nombre Babel, (5) pues allí confundió el Eterno el lenguaje
(6) de toda la tierra; y de allí los dispersó el Eterno sobre la faz de toda la tierra.
Al-ken kará shemah Bavel ki-sham balal Adonay sfat kol-ha'arets umisham
hefitsam Adonay al-peney kol-ha'arets.
11:10 Estas son las generaciones de Sem: Sem tenía cien años cuando engendró a
Arpajshad, dos años después del Diluvio.
11:19 Y vivió Péleg, después de engendrar a Reú, doscientos nueve años, y engendró
hijos e hijas.
11:21 Y vivió Reú, después de engendrar a Serug, doscientos siete años, y engendró
hijos e hijas.
11:26 Y vivió Téraj setenta años y engendró a Avram (Abraham), a Najor y a Harán.
11:27 Y éstas son las generaciones de Téraj : Téraj engendró a Avram, a Najor y a
Harán, y Harán engendró a Lot.
11:29 Y tomaron Avram y Najor para ellos, mujeres; el nombre de la mujer de Avram:
Saray (Sarah), y el nombre de la mujer de Najor: (9) Milcá, hija de Harán, padre de
Milcá y padre de Yisca (Sarah). (10)
11:31 Y tomó Teraj a Avram, su hijo, y a Lot, hijo de Harán, hijo de su hijo, y a
Saray, su nuera, mujer de Avram, su hijo; y salió con ellos de Ur de los caldeos,
para ir a la tierra de Canaán; y llegaron hasta Jarán, (11) y allí se establecieron.
Vayikaj Téraj et-Avram benó ve'et Lot ben-Harán ben-benó ve'et Saray
kalato eshet Avram benó vayetse'u itam meUr Kasdim lalejet artsah
Kena'an vayavo'u ad-Jarán vayeshvu sham.
11:32 Y fueron los días de Téraj doscientos cinco años; y murió Téraj en Jarán.
1
El Midrash (Yalcut, 62) hace una comparación interesante entre la
generación de la torre de Babel y la del Diluvio. Entre la primera
existía paz y concordia entre sus miembros. Por esta razón, a pesar
de haber blasfemado contra Dios construyendo la famosa torre para
alcanzar el cielo, fue castigada con suavidad. Sin embargo, en la
generación del Diluvio, Dor Hamabul, existía la discordia y el robo, y
esto causó su destrucción.
2
El hombre creía que al dominar la técnica de fabricar ladrillos y
argamasa, ya podía construir torres cuyas cúspides alcanzasen el
cielo. La ciencia y los inventos abren nuevos caminos al hombre; sin
embargo éstos no deben ser utilizados para el mal, ni llevarle a la
soberbia al extremo de que diga: ¡Volvamos célebre nuestro nombre!
La Torah nos enseña que la técnica tiene que ser utilizada al servicio
del bien y con un sentido moral positivo.
3
Dios quiso ver por Sí propio lo que hicieron los hombres de aquella
época, para enseñarnos que no se puede condenar a nadie antes de
ver y examinar bien la naturaleza de la falta cometida.
4
El plural empleado aquí como en el cap. I, 26, expresa
la majestuosidad de Dios. A los reyes de la antigüedad
se les trataba igualmente en plural (ver libro Ezrá, cap.
IV, 18).
5
Esta palabra dividida en dos, Bab-El, significa en el idioma babilonio
"puerta de Dios".
6
Las semejanzas etimológicas de algunas palabras en los idiomas de
muchos pueblos de la actualidad, nos hacen creer que existía un solo
lenguaje en el mundo conocido de entonces. Ej: la palabra hebrea
sanverim -singular sanver que significa "ceguera temporal" (cap. XIX
11), se asemeja a sans voir en francés, o "sin ver". Teotihuacán,
"ciudad de Dios", coincide con el griego theos, dios; sin contar las
similitudes patentes que existen entre los idiomas latinos, semíticos,
etc.
7
Yisca es la misma Sarah, mujer de Abraham (ver Rashí).
8
Esta palabra fue empleada muchas veces en la Biblia como sinónimo
de babilonios.
9
Los nombres de Avram, Saray, Najor y algunos otros mencionados
en la Biblia, se encuentran en antiguas inscripciones babilonias.
10
Yisca es la misma Sarah, mujer de Abraham (ver Rashí)
CAPITULO 12
(fonética sefaradí)
NOTAS:
1
Los relatos bíblicos no tienen valor narrativo. Cada acto posee un
profundo significado moral, enseñando algo no sólo a nuestra mente
para adquirir conocimientos, sino sobre todo a nuestro corazón. Por
eso la Torah abandona lo trascendental y se ocupa de una pequeña
familia, la de Abraham, de sus vicisitudes y dificultades. Con
Abraham comienza la historia de los patriarcas y del pueblo hebreo.
Las primeras generaciones se sucedían unas a otras. Sin embargo, en
todas ellas faltaba aquélla que sólo aparecería con Abraham, el
monoteísta.
2
En la historia del pueblo hebreo no hay pruebas de que los
descendientes de Abraham constituyeran una raza materialmente
poderosa, ni aun en la época de los reyes Saúl, David y Salomón.
Esta bendición no se refiere a una grandeza en número o extensión
territorial, sino a una grandeza espiritual, destinada a difundirse por
el mundo entero. "¡No por fuerza ni por poder, sino por mi espíritu! "
dice cl Eterno de las huestes. (Zacarías IV,6)
3
En la tierra de Canaán, posteriormente llamada Palestina,
había épocas de hambre por depender las cosechas de las
lluvias, y ser éstas escasas (ver Deut. XI, 11). Entonces los
habitantes emigraban a Egipto, país regado por el Nilo. El
patriarca Isaac fue a vivir a Guerar, tierra, de los filisteos
(XXI, 1), y los hijos del patriarca Jacob fueron a Egipto a traer
provisiones por causa del hambre (XLII, 5). Elimélej y su
familia emigraron a los campos de Moab (Ruth, I).
CAPITULO 13
(fonética sefaradí)
13:1 Y subió Avram desde Egipto, él con su mujer y todo lo que
poseía, y Lot con él hacia el sur.
NOTA:
1
Esta invocación a la paz, de Abraham, está dirigida a todos
los hombres de la tierra, así como lo proclamó el profeta
Malaquías (ll,10). "¿No es El mismo, el padre de todos
nosotros? ¿No fue el mismo Dios quien nos creó? ¿Por qué
razón entonces, desprecia cada uno de vosotros a su
hermano? "Es necesario que estas palabras de Abraham y
Malaquías se hagan oír en el seno de la humanidad entera:
Somos hermanos. Vivimos en unión y armonía. Somos hijos
de un mismo Padre. ¿Por qué odiarnos los unos a los otros?
2
Era costumbre antigua que el comprador de un terreno se
pasease por él para confirmar legalmente su adquisición. Para
la compra de un animal, el nuevo dueño le hacia dar algunos
pasos.
CAPITULO 14
(fonética sefaradí)
14:1 Y aconteció en los días de Amrafel, (1) rey de Shinar, Arioj, rey de Elasar,
Kedorlaómer, rey de Elam, y Tidal, rey de Goyim (2),
Asu miljamáh et-Berá melej Sdom ve'et-Birshá melej Amoráh Shin'av melej
Ademáh veShem'ever melej Tsvo'im umelej Bela hi-Tso'ar.
14:3 Todos éstos se juntaron en el valle de Siddim, que está eh el Mar Salado (Mar
Muerto).
UMalki-Tsedek melej Shalem hotsi lejem vayayín vehú johen le-El Elyon.
14:19 Y le bendijo diciéndole: ¡Bendito sea Avram del Dios Altísimo, creador de los
cielos y de la tierra!
Bile'aday rak asher ajlú hane'arim vejélek ha'anashim asher haljú iti Aner
Eshkol uMamré hem yijú jelkam.
NOTAS:
1
Según el Midrash (R. Rabbá) este rey es el propio Nimrod. Otros comentadores dicen
que se trata del famoso rey persa Hammurabi, que vivió a mediados del siglo XX antes
de la era común.
2
Nombre de un país. Se llamó así porque este lugar estaba habitado por diversos
pueblos. Se supone que los habitantes de este país eran los propios hititas.
3
La Torah narra la guerra que se produjo entre nueve reinos
del Asia Menor, y cómo Lot, sobrino de Abraham, fue hecho
prisionero, para enseñarnos la elevación moral de Abraham.
Tal comportamiento no tiene igual en la historia de la
humanidad. Su pugna no se basa en motivos particulares, en
ambición o aspiraciones de gloria y materialismo, sino en el
deseo de salvar a los oprimidos de las manos de sus
opresores. Después de la victoria, él no quiso aparecer como
un héroe de guerra, sino como un líder de paz, enarbolando
la bandera de la moral.
4
Para anunciar la derrota. Los midrashim (Rabá y Tanjumá)
dicen que se trata del rey Og mencionado en Deut. III, 11.
5
Antes de Abraham hubieron núcleos monoteístas aislados.
Janoj (cap. V, 22) y Noé fueron monoteístas. Malki-Tzédec,
rey de Shalem Qerusalem) era sacerdote del Dios Altísimo.
Pero Abraham tenía algo más que todos ellos: su revolución
contra el paganismo, que abrió a la humanidad nuevos
horizontes y le proporcionó los ideales sagrados. El patriarca
Abraham tomó sobre sí la santa misión destinada a marcar el
desarrollo del mundo de las ideas y fundar las bases de la
creencia en el Dios Unico, Inmaterial y Universal, aceptando
de buen grado los sacrificios que su noble carrera le imponía.
Es por esto por lo que se considera a Abraham el padre del
monoteísmo.
CAPITULO 15
(fonética sefaradí)
NOTAS:
1
Esta era una de las maneras del berit (pacto o alianza) que
se hacía en aquellos tiempos: Se degollaban animales
(principalmente becerros), se dividíanen dos partes
colocándose una enfrente de la otra, y los contratantes
pasaban entre los pedazos (ver Jeremías XXXIV, 18-20)
pronunciando esta frase: "Que la Divinidad corte en pedazos,
como a estos animales, a los violadores de este pacto". De
ahí las expresiones karot-berit, foedus ferire en latín, que
significan inmolar una víctima para concluir un tratado; bo-
baberit, entrar en la alianza (Jeremías XXXIV, 10); avor
baberit, pasar por la alianza (Jere. 34.18); amod baberit,
detenerse en la alianza (Reyes II, XXIII, 5).
2
En realidad los israelitas permanecieron como esclavos en
Egipto solamente 210 años, pero los sufrimientos de los 400
años previstos para la familia hebrea comenzaron desde el
nacimiento de Isaac, hijo de Abraham, con sus
peregrinaciones entre los pueblos.
3
Se refiere a los pecados de los pueblos de la tierra de
Canaán, pues Dios no castiga a las personas antes de que sus
pecados alcancen el límite extremo.
4
Estas fueron las fronteras territoriales de Israel en los
tiempos del rey Salomón (Reyes I, IV, 21).
CAPITULO 16
(fonética sefaradí)
16:1 Y Saray, mujer de Avram, no le dio hijos, y ella tenía una sierva
egipcia, y (era) su nombre Hagar.
NOTAS:
1
Cuando la mujer era estéril en aquellos tiempos, se
consideraba una desgracia para ella, y por tal causa mandaba
a su esclava a compartir sus derechos de esposa con su
marido. Así lo hizo Sarah, diciendo: "Quizá pueda tener hijos
de ella" (XVI, 2). Raquel entregó su esclava Bilhá a Jacob
(XXX, 3). No tratándose de casos de esterilidad, ciertos
pasajes de la Biblia y del Talmud parecen divergir sobre la
poligamia. "Por tanto dejará el hombre... y se unirá a su
mujer..." (II, 24) (Ver salmo CXXVIII; Ecles. IX, 9; Prov.
XXXI, 10). En el Targum Ruth se traduce así el argumento del
pariente Goel para no casarse con la joven viuda: "No puedo
tomarla por esposa, en virtud de que yo ya estoy casado y no
me es permitido tomar otra mujer junto a la primera. Esto
borraría la paz y la felicidad de mi hogar, pero tú, que no eres
casado, tómala". (Targum Ruth IV, 6). El Talmud declara que
la primera mujer puede reclamar el divorcio en el momento
en que el marido tome una segunda esposa. (Yeb.64). Al final
del siglo décimo, el Rabino Guershom de Metz, llamado
Haragmá o Rabemi Guershom Meor Hagolá, decretó la
prohibición de la poligamia para los Israelitas. Pero aún así,
algunas comunidades, particularmente aquéllas que vivían en
los países árabes, no aceptaron este decreto, ya que la Torah
no lo prohibe. Por lo demás, la gran mayoría de los judíos
sefaraditas y ashkenazitas, adoptaron para sí el decreto del
citado Rabí Guershoin.
CAPITULO 17
(fonética sefaradí)
NOTAS:
1
La práctica de la circuncisión, aunque atienda a una
necesidad de higiene, según afirman los más eminentes
médicos del mundo, tiene para el israelita un sentido religioso
muy elevado. Es el símbolo, la prueba y la condición para
entrar en la alianza que el Eterno estableció con el patriarca
Abraham. Por la circuncisión, el israelita está realmente
comprometido en un pacto indisoluble con su Dios, la virtud y
el deber. En este pacto, el pueblo de Israel encontró el medio
infalible de permanecer inmortal. Las fuerzas brutales, las
persecuciones, podían destruir su Templo, su Reino, eliminar
su nacionalidad y su lugar entre las naciones; sin embargo,
allí donde se salvase un israelita, él constituiría un templo
vivo en el cual Dios grabó su alianza con el género humano.
Esta alianza no es una idea, una palabra escrita sobre la
piedra de un templo, que la fuerza puede derrumbar; esta
alianza es viva, fecunda, existente en el cuerpo del israelita,
según se lee en la bendición que se reza en el acto de la
circuncisión: "Bendito seas Tú, Señor, que has consagrado a
tu bien amado desde su nacimiento, grabando la ley en su
propia carne e imprimiendo en sus descendientes el sello de
tu santa alianza".
2
Según el Targum (traducción aramea de la Torah) ésta fue
una risa de sorpresa mezclada con alegría, y no de
incredulidad como lo hizo Sarah (ver cap.XVIII, 12).
3
Estos príncipes se encuentran enumerados en el cap. XXV,
13-16.
4
Demuestra la obediencia sin demora de Abraham al
mandamiento divino.
CAPITULO 18
(fonética sefaradí)
18:2 Y alzó sus ojos y miró y he aquí tres hombres que estaban
parados frente a él; y (los) vio, y corrió a recibirlos (3) desde la
puerta de la tienda, y se postró en tierra (4)
18:4 Que se traiga por favor un poco de agua, y lavad vuestros pies;
y recostaos debajo del árbol.
18:10 Y dijo (uno de los ángeles): Volveré a ti (el año próximo) a esta
misma hora que estáis viviendo; y he aquí que tendrá un hijo
Sarah, tu mujer. Y Sarah escuchaba a la puerta de la tienda que
estaba detrás de él (del ángel).
Vayomer shov ashuv eleyja ka'et jayáh vehinéh-ven le-
Sarah ishteja veSarah shoma'at petaj ha'ohel vehú
ajarav.
Comentario:
1
El Targum Onklós traduce estas palabras por "planicies" de
Mamré. Mamré era uno de los amigos de Abraham, y fue quien le
aconsejó obedecer a Dios con respecto a la circuncisión.
2
La hospitalidad fue una de las virtudes más practicadas en los
países del oriente, la más bella cualidad del patriarca Abraham. Ahí
le vemos, esperando a la puerta de su tienda al viajero cansado,
para invitarle a restaurar sus fuerzas.
3
Seis son las virtudes, dice Rabí Yojanán, por las cuales el hombre
que las practica recibe la recompensa en este mundo y otra más
grande en la vida eterna: la hospitalidad, la visita a los enfermos, la
concentración durante el rezo, el estudio de la Torah, la instrucción y
educación de los hijos y la virtud de juzgar al compañero con
indulgencia. (Mid. Yalcut 82) La hospitalidad es tan importante
como el culto divino (Talmud, Eruvin 5). Todo ser humano a quien
hacemos un bien, aunque sea un malvado, puede convertirse en
ángel, igual a los que se le aparecieron a Abraham.
4
Este era el saludo habitual de la época.
5
La Torah nos da un ejemplo de que la persona debe conformarse
con los usos de la gente con la cual vive, y con las costumbres del
país donde habita. Los tres huéspedes de Abraham eran ángeles,
pero se conformaron con los usos de la tierra aceptando comida y
haciendo como si la comieran. Por otra parte, cuando Moisés subió
al Monte Sinay, vivió la vida de un ángel, no comiendo ni bebiendo
durante cuarenta días y cuarenta noches (Éxodo XXXIV, 28).
6
Dios, al transmitir las palabras de Sarah a Abraham, las
transformó diciendo por ella: "Yo envejecí" (vers. 12) en lugar de lo
que ésta dijo en realidad: "siendo (también) viejo mi señor" (vers.
13), con el fin de disipar divergencias en el matrimonio (Midrash
Yalcut).
7
De la gente que sufría las atrocidades cometidas por los habitantes
de Sodoma y Gomorra, e imploraban la intervención de Dios. "He
aquí que ésta fue la maldad de Sodoma... hartura de pan y
abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas, y no sostuvo la mano
del afligido y del menesteroso (Ezequiel XVI, 49).
8
Abraham apela a la justicia y misericordia de Dios en favor de los
sodomitas, pueblo idólatra de aquel tiempo. El ejemplo de Abraham
nos enseña a orar por la salvación del género humano, no importa a
qué raza o religión pertenezca, razón por la cual existen, en nuestro
ritual de oraciones, rezos especiales por el bienestar de todos los
pueblos de la tierra y particularmente por el del país donde vivimos,
como la oración de Hanoten teshua.
9
La modestia era una de las grandes virtudes de las personalidades
bíblicas. El profeta Moisés decía a Dios: "¿Quién soy yo para que
vaya al Faraón... ? ", por lo cual la Escritura Sagrada consideraba a
Moisés el más modesto de los hombres de la tierra (ver Números XII,
5). El rey David, por su modestia, se calificó de gusano cuando dijo:
"Mas yo soy gusano y no hombre; oprobio de los hombres y desecho
del pueblo" (Salmo XXII, 6).
10
Dios sabía perfectamente de antemano que no se encontraban ni
siquiera diez justos en Sodoma, pero deseaba saber hasta qué grado
llegaba la piedad humana de Abraham, y que esto sirviera de
ejemplo a todos los hombres del mundo.
CAPITULO 19
(fonética sefaradí)
19:1
Y vinieron los dos ángeles a Sodoma, por la tarde, y Lot estaba sentado a la
puerta de Sodoma; y vio Lot y se levantó y fue a su encuentro y se postró con su
rostro en tierra,
19:2 y dijo: He aquí que os ruego, mis señores, venid por favor a la casa de vuestro
siervo para que pernoctéis y os lavéis vuestros pies, y os levantaréis temprano y
seguiréis diestro camino. Y (ellos) dijeron: ¡No! sino que pernoctarernos en la
calle.
19:3 Y porfió con ellos mucho; y vinieron y entraron en su casa; y les dio un
banquete, y coció panes sin levadura, y comieron.
19:5 Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta
noche? Hazlos salir hacia nosotros, y los conoceremos.
19:6 Y salió hacia ellos Lot a la entrada, y cerró la puerta tras sí.
19:8 He aquí que yo tengo dos hijas que no han conocido varón; las haré salir para
vosotros y haced de ellas como bien os pareciere; solamente a estos hombres no
hagáis nada, por cuanto han venido a la sombra de mi techo.
Hineh-na li shtey vanot asher-lo yade'u ish otsiah-na ethen aleyjem va'asu
lahen katov be'eyneyjem rak la'anashim ha'El al-ta'asu davar ki-al-ken
ba'u betsel korati.
19:9 Y ellos dijeron: Quítate de enfrente. Y dijeron: Este uno (Lot) vino a
establecerse (aquí temporalmente y ya está haciendo justicia. Ahora haremos
mas mal a ti que a ellos. Y porfiaron con el hombre, con Lot, mucho, y se
aproximaron para romper la puerta.
19:10 Y extendieron los hombres (los ángeles) sus manos, y metieron a Lot con ellos
en casa y cerraron la puerta.
19:11 Y a los hombres que estaban en la entrada de la casa hirieron con ceguera, (1)
desde el pequeño hasta el grande, y ellos se fatigaban para encontrar la entrada.
19:12 Y dijeron los hombres a Lot: ¿A quién más tienes aquí? Yerno, y tus hijos
(nietos), y tus hijas y todo lo que tengas en la ciudad, sácalo del lugar;
19:13 pues vamos a destruir este lugar, porque se aumentó su clamor (contra ellos)
ante la faz del Eterno, y nos ha enviado el Eterno para destruirlo (2).
19:14 Y salió Lot, y habló a sus yernos (y a los novios) que habían de tomar sus hijas,
y dijo: Levantaos, salid de este lugar, porque destruirá el Eterno la ciudad. Y
pareció como burla a los ojos de sus yernos (y novios).
19:15 Y fue cuando rayó el alba, y los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate
toma a tu mujer y a tus dos hijas que se encuentran (aquí) para que no perezcas
por la iniquidad de la ciudad.
Uqemó hashajar alah vaya'itsu hamal'ajim beLot lemor kum kaj et-ishteja
ve'et-shtey venoteyja hanimtsa'ot pen-tisafeh ba'avon ha'ir.
19:17 Y sucedió que cuando los hubo sacado fuera, le dijo (el ángel): (3) Escapa por
tu alma; ni mires hacia atrás, ni pares en toda la llanura; escapa al monte, para
que no perezcas.
19:19 He aquí que encontró tu siervo gracia a tus ojos, y aumentaste la misericordia
que hiciste conmigo para hacer vivir mi alma; mas yo no podré escapar al monte,
no sea que me alcance el mal, y muera.
19:20 He aquí esta ciudad, está cerca para huir allá, y ella es pequeña; escaparé, te
ruego, allá ; seguramente pequeña (de pocos pecados) es ella, y vivirá mi alma.
19:21
Y (el ángel) le dijo: He aquí que atenderé a tu súplica también sobre esta cosa,
de no destruir la ciudad de que hablaste.
Vayomer elav hineh nasati faneyja gam ladavar hazeh levilti hofki et-ha'ir
asher dibarta.
19:22 Date prisa, escápate allá, porque no podré hacer nada hasta que llegues allá.
Por tanto (porque era pequeña) llamó el nombre de la ciudad Tzóar.
19:24 Y el Eterno hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego, de parte
del Eterno, desde los cielos.
Va'Adonay himtir al-Sedom ve'al-Amorah gofrit va'esh me'et Adonay min-
hashamáyim.
19:25 Y destruyó estas ciudades, y a todo el Kicar (llanura), y a todos los moradores
de las ciudades y a las plantas de la tierra (4).
19:27 Y se levantó Abraham por la mañana (y fue) al lugar donde estuvo (orando)
delante del Eterno.
19:28 Y miró sobre la faz de Sodoma y Gomorra, y sobre toda la tierra del Kicar, y
vio; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de un horno.
19:29 Y fue que, cuando destruyó Dios las tierras del Kicar, se acordó Dios de
Abraham, y envió (sacó) a Lot de la destrucción cuando destruyó las ciudades en
las cuales estuvo Lot.
19:30 Y Lot subió de Tzóar, y quedó en el monte y sus dos hijas con él, porque temió
estar en Tzoar, y quedó en la cueva, él y sus dos hijas.
Vaya'al Lot miTso'ar vayeshev bahar ushtey venotav imo ki yare lashevet
beTso'ar vayeshev bame'arah hu ushtey venotav.
19:31 Y dijo la mayor a la menor: Nuesto padre es viejo, y no hay hombre en la tierra
que venga a nosotras conforme al uso de toda la tierra.
Vatomer habejirah el-hatse'irah avinu zaken ve'ish eyn ba'arets lavo aleynu
kederej kol-ha'arets.
19:32 Ven, daremos de beber a nuestro padre y dormiremos con él, y haremos vivir,
de nuestro padre, simiente.
19:34 Y al día siguiente dijo la mayor a la menor: He aquí que dormí ayer noche con
mi padre; le haremos beber vino también esta noche y entra, duerme con él y
haremos vivir, de nuestro padre, simiente.
19:35 E hicieron beber también aquella noche, a su padre, vino; y se levantó la menor
y durmió con él; y no supo cuando se acostó ella ni cuando se levantó.
19:37 Y parió la mayor un hijo, y llamó su nombre Moav; él fue el padre de los
moabitas hasta hoy.
19:38 Y la menor, también ella, parió un hijo, y llamó su nombre Ben Amí; él fue el
padre de los hijos de Ammón hasta hoy.
Comentario:
CAPITULO 20
(fonética sefaradí)
20:1 Y partió de allí (1) Abraham, a la tierra del Néguev, (2) y estuvo
entre Cadesh y Shur; y habitó en Guerar.
20:2 Y dijo Abraham por Sarah, su mujer: mi hermana ella es; (3) y
envió (gente) Avimélej, rey de Guerar, y tomó a Sarah.
20:10 Y dijo Avimélej a Abraham: ¿qué has visto para hacer esta
cosa?
20:11 Y dijo Abraham: Porque yo dije: tal vez no haya temor de Dios
en este lugar, y me matarán a causa de mi mujer.
Comentario:
Abraham se casó con Sarah, de la cual dijo ser hermano del mismo
padre mas no de la misma madre, porque hasta la revelación de las
leyes de la Torah, las uniones matrimoniales entre medio hermanos y
otros parientes parecían naturales. Yojéved, la madre de Moisés, se
había casado con su sobrino Amram, hijo se su hermano Kehat. Sin
embargo la conciencia moral, esmerándose con el tiempo, consideró
impropias estas uniones entre parientes cercanos y las prohibió, como
se estipula en la Torah (Levítico XVIII y Deut. XXVII, 20-29). En
realidad Sarah, que llevaba también el nombre de Yiscá (cap. XI, 29),
era sobrina de Abraham, pues era hija de Harán, hermano de
Abraham. No era por tanto hermana de padre, como dijo (ver Rashí
vers. 12).
CAPITULO 21
(fonética sefaradí)
21:1 Y el Eterno visitó a Sarah, como había dicho, e hizo el Eterno con Sarah según
había hablado.
21:3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, a quien Sarah le parió,
Isaac (Yitzjac).
21:4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac a los ocho días de edad, como Dios le
había ordenado.
21:5
21:6 Y dijo Sarah: Risa (alegría) me ha causado Dios, y cualquiera que lo oyere se
reirá (Yitzjac) conmigo.
21:7 Y dijo: ¡Quién hubiera dicho a Abraham que Sarah había de dar de mamar a
hijos! (1) Pues le he parido un hijo en su vejez.
Vatomer mi milel le-Avraham heynikah vanim Sarah ki-yaladeti ven
lizkunav.
21:8 Y creció el niño, y fue destetado; e hizo Abraham un gran banquete el día que
fue destetado Isaac.
21:9 Y vio Sarah al hijo de Hagar la egipcia, el cual ésta había parido a Abraham,
jugando (haciendo inmoralidades).
21:10 Y dijo a Abraham: expulsa a esta sierva y a su hijo; porque no heredará el hijo
de esta sierva con mi hijo, con Isaac.
21:11 Y este dicho desagradó a los ojos de Abraham, a causa de su hijo (Ismael).
21:12 Y dijo Dios a Abraham: No desagrade a tus ojos esto del muchacho y de tu
sierva; todo lo que te dijere Sarah, oye su voz ; porque en Isaac será llamada tu
descendencia.
21:13 Y también del hijo de la sierva haré una nación, porque es tu simiente.
21:14 Y se levantó Abraham muy de mañana, y tomó pan y un odre de agua y lo dio
a Hagar, y lo puso sobre su hombro, y el niño, y la despidió. Y (ella) partió y se
perdió en el desierto de Beer-Sheva.
21:15 Y se acabó el agua del odre y ella echó al niño debajo de uno de los arbustos.
21:16 Y anduvo y se sentó enfrente, lejos, a distancia de dos tiros de arco, porque
dijo: No veré cuando el niño muere. Y se sentó enfrente y alzó su voz y lloró.
Vatelej vateshev lah mineged harjek kimetajavey keshet ki amerah
al-er'eh bemot hayaled vateshev mineged vatisa et-kolah vatevk.
21:17 Y oyó Dios la voz del muchacho, y llamó un ángel de Dios a Hagar desde los
cielos, y le dijo: ¿Qué tienes, Hagar? No temas; pues ha oído Dios la voz del
muchacho en donde él está.(2)
21:18 Levántate, alza al muchacho y sosténle con tu mano, porque gran nación lo he
de hacer.
21:19 Y abrió Dios los ojos de ella, (3) y vio un pozo de agua, y fue y llenó el odre de
agua y dio de beber al muchacho.
21:20 Y estuvo Dios con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fue tirador
de arco.
21:21 Y habitó en el desierto de Parán, y tomó su madre para él una mujer (4) de la
tierra de Egipto.
21:22
Y aconteció en aquel tiempo que habló Avimélej y (acompañado de) Pijol, jefe
de su ejército, a Abraham, diciendo: Dios está contigo en todo lo que haces.
21:23 Y ahora júrame por Dios aquí, que no actuarás falsamente conmigo, ni con mi
hijo, ni con mi nieto. Como la bondad que hice contigo, harás conmigo y con la
tierra donde has vivido.
21:25 Y reprendió Abraham a Avimélej a causa del pozo de agua que los siervos de
Avimélej habían robado.
21:27 Y tomó Abraham ovejas y vacas y dio a Avimélej, e hicieron ambos una
alianza.
21:29 Y dijo Avimélej a Abraham: ¿Qué significan estas siete ovejas que has puesto
aparte?
21:30 Y dijo: Estas siete ovejas tomarás de mi mano, para que seas para mí
testimonio de que yo cavé este pozo.
21:31 Por eso llamó a este lugar Beer-Sheva; porque allí ambos juraron.
Comentario:
La razón por la que el texto bíblico emplea el plural dando a entender que
Sarah amamantó muchos hijos, la explica el Midrash de la manera siguiente:
Abraham ofreció un gran banquete el día en que Isaac fue destetado. (Todavía
el hecho de destetar a un niño es motivo de fiesta en el oriente). Los invitados
suponían que Abraham y Sarah recogieron un niño cualquiera e intentaban
hacerlo pasar por suyo. Durante el banquete, algunos bebés comenzaron a
llorar, y Sarah, acariciándolos maternalmente, amamantó a todos ellos,
demostrando con esto que era la verdadera madre de Isaac.
Era costumbre antigua que los padres escogiesen esposas para sus hijos.
CAPITULO 22
(fonética sefaradí)
22:1
22:4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos y vio el lugar de lejos.
22:13 Y alzó Abraham sus ojos y vio, y he aquí un carnero más allá,
trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el
carnero y lo ofreció en holocausto, en lugar de su hijo.
22:20
Comentario:
CAPITULO 23
(fonética sefaradí)
23:1
23:9 para que me dé la cueva de Majpelá (1) que posee, y que está
al extremo de su campo; por el precio de su valor me la dará, para
posesión de sepultura entre vosotros.
23:18 para Abraham, por compra, a los ojos de los hijos de Jet, y de
todos los que entraban por la puerta de su ciudad.
Comentario:
CAPITULO 24
(fonética sefaradí)
24:10
24:18 Y (ella) dijo: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro
sobre la mano, y le dio de beber.
Vatomer sheteh adoni vatemaher vatored kadah al-yadah
vatashkehu.
24:23 Y le dijo: ¿De quién eres hija? dime, te ruego. ¿Hay lugar en la
casa de tu padre donde nosotros pasemos (una noche)?
24:24 Y ella dijo: Soy hija de Betuel, el cual era hijo de Milcá, la que
parió (a Betuel) para Najor.
24:27
24:30 Y aconteció que cuando vio el aro y las pulseras sobre las
manos de su hermana, y al escuchar las palabras de Rebeca, su
hermana, que decía: "así me habló el hombre", vino en dirección
al hombre; y he aquí que estaba cerca de los camellos, cerca de la
fue
24:31 Y dijo: Ven, bendito del Eterno, ¿por qué estás fuera? Pues yo
preparé la casa y lugar para los camellos.
24:53
24:64 Y alzó Rebeca sus ojos, y vio a Isaac, y descendió aprisa del
camello,
24:65 y dijo al siervo: ¿Quién es este hombre que viene por el campo
hacia nosotros? Y dijo el siervo: El es mi señor. Y tomó el velo, y
se cubrió (6).
Comentario:
4
De aquí que los padres deben pedir el consentimiento de la hija antes
de casarla.
CAPITULO 25
(fonética sefaradí)
25:1 Y volvió Abraham a tomar mujer, y su nombre fue Keturá (Hagar) (1).
Vayosef Avraham vayikaj ishah ushmah Kturah.
25:2 Y parió para él a Zimran, y a Yokshan, y a Medán, y a Midián, y a
Yishbak, y a Shúaj.
Vateled lo et-Zimran ve'et-Yokshan ve'et-Medan ve'et-
Midyan ve'et-Yishbak ve'et-Shuaj.
25:3 Y Yokshán engendró a Shevá, y a Dedán, los hijos de Dedan fueron
Ashurim y Letushim y Leumim;
VeYokshan yalad et-Sheva ve'et-Dedan uveney Dedan
hayu Ashurim uLtushim uLe'umim.
25:4 y los hijos de Midián: Efá, y Éfer, y Janoj, y Abidá, y Eldaá. Todos
éstos, hijos (descendientes) de Keturá.
Uveney Midyan Eyfah vaEfer vaJanoj va'Avida ve'Elda'ah
kol-eleh beney Keturah.
25:5 Y dio Abrahám todo lo que poseía a Isaac.
Vayiten Avraham et-kol-asher-lo le-Yitsjak.
25:6 Y a los hijos de las concubinas que tuvo Abraham (2) les dio Abraham
presentes y los mandó, estando él aún en vida, del lugar de Isaac, su hijo,
hacia el oriente, a la tierra de Kédem.
Velivney hapilagshim asher le-Avraham natan
Avraham matanot vayeshalejem me'al Yitsjak beno
be'odenu jay kedmah el-erets Kedem.
25:7 Y estos son los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco
años.
Ve'eleh yemey shney-jayey Avraham asher-jay
me'at shanah veshiv'im shanah vejamesh shanim.
25:8 Y expiró Abraham y murió en buena vejez, anciano y saciado (de días),
y fue reunido con su pueblo.
Vayigva vayamot Avraham beseyvah tovah zaken vesavea
vaye'asef el-amav.
25:9 Y lo sepultaron Isaac e Ismael, sus hijos, (3) en la cueva de Majpelá, en
el campo de Efrón, hijo de Tzójar el hiteo, enfrente de Mamré.
Vayikberu oto Yitsjak veYishma'el banav el-
me'arat haMajpelah el-sedeh Efron ben-Tsohar
hajiti asher al-peney Mamre.
25:10 En el campo que Abraham compró de los hijos de Jet, allí fue
sepultado Abraham, y Sarah, su mujer.
Hasadeh asher-kanah Avraham
me'et beney-Jet shamah
kubar Avraham veSarah
ishto.
25:11 Y sucedió que después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a Isaac,
su hijo, y habitó Isaac junto a Beer-Lajay-Roí.
Vayehi ajarey mot Avraham vayevarej Elohim et-
Yitsjak beno vayeshev Yitsjak im-Be'er Lajay Ro'i.
25:12 Y estas son las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, que parió
Hagar (4) la egipcia, sierva de Sarah, para Abraham.
Ve'eleh toldot Yishma'el ben-Avraham asher yaldah
Hagar haMitsrit shifjat Sarah le-Avraham.
25:13 Y estos son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, por
sus generaciones: EI primogénito de Ismael, Nebayot, y Kedar y Adbeel y
Mivsam,
Ve'eleh shemot beney Yishma'el bishmotam
letoldotam bejor Yishma'el Nevayot veKedar
ve'Adbe'el uMivsam.
25:14 y Mishmá y Dumá y Masá;
UMishma veDumah uMasa.
25:15 Hadad y Temá; Yetur, Nafish y Kedma (5).
Jadar veTeyma Yetur Nafish vaKedmah.
25:16 Estos son hijos de Ismael y estos son sus nombres, en sus villas y en sus
palacios; doce príncipes según sus naciones.
Eleh hem beney Yishma'el ve'eleh shmotam
bejatsreyhem uvetirotam shneym-asar nesi'im
le'umotam.
25:17 Y estos son los años de vida de Ismael: ciento treinta y siete años; y
expiró y murió; y fue reunido con su pueblo.
Ve'eleh sheney jayey Yishma'el me'at shanah
ushloshim shanah vesheva shanim vayigva
vayamot vaye'asef el-amav.
25:18 Y habitaron (sus descendientes) desde Javilá hasta Shur, que está
enfrente de Egipto viniendo (en dirección) a Asur; frente a todos sus
hermanos habito (Ismael).
Vayishkenu meJavilah ad-Shur asher al-peney
Mitsrayim boajah Ashurah al-peney jol-ejav nafal.
25:19 Y estas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham: Abraham
engendró a Isaac (6).
Ve'eleh toldot Yitsjak ben-Avraham Avraham holid et-
Yitsjak.
25:20 Y tenía Isaac cuarenta años de edad cuando tomó para él por mujer a
Rebeca, hija de Betuel el arameo, de Padán-Aram; hermana de Laván el
arameo.
Vayehi Yitsjak ben-arba'im shanah bekajto et-
Rivkah bat-Betu'el ha'Arami miPadan Aram ajot
Lavan ha'Arami lo le'ishah.
25:21 Y oró Isaac al Eterno frente a su mujer, (que oraba también) porque
era estéril; y le atendió el Eterno y concibió Rebeca, su mujer.
Vaye'etar Yitsjak l'Adonay lenojaj ishto ki akarah hi
vaye'ater lo Adonay vatahar Rivkah ishto.
25:22 Y lucharon (7) los hijos en su vientre, y ella dijo: Si es así ¿por qué
deseé yo esto? Y fue a consultar al Eterno.
Vayitrotsatsu habanim bekirbah vatomer im-ken lamah
zeh anoji vatelej lidrosh et-Adonay.
25:23 Y le dijo el Eterno: Dos naciones hay en tu vientre, y dos reinos de tus
entrañas se dividirán; una nación más que otra nación se volverá fuerte,
y la mayor servirá a la menor.
Vayomer Adonay lah shney goyim bevitnej ushney
le'umim mime'ayj yiparedu ule'om mil'om
ye'emats verav ya'avod tsa'ir.
25:24 Y se cumplieron sus días para parir; y he aquí gemelos en su vientre.
Vayimle'u yameyha laledet vehineh tomim bevitnah.
25:25 Y salió el primero, rubicundo, todo él como (cubierto con) un manto
de pelliza, y llamaron su nombre Esaú (Esav).
Vayetse harishon admoni kulo ke'aderet se'ar vayikre'u
shmo Esav.
25:26 Y después salió su hermano, y su mano trabada al talón de Esaú; y
llamó su nombre Jacob (Yaacov). Y tenía Isaac sesenta años de edad
cuando los parió (Rebeca).
Ve'ajarey-jen yatsa ajiv veyado ojezet ba'akev Esav
vayikra shmo Ya'akov veYitsjak ben-shishim
shanah beledet otam.
25:27 Y crecieron los niños, y fue Esaú diestro cazador, hombre del campo; y
Jacob, hombre íntegro, que habitaba en tiendas.
Vayigdelu hane'arim vayehi Esav ish yodea tsa'id ish
sadeh veYa'akov ish tam yoshev ohalim.
25:28 Y amaba Isaac a Esaú, porque comía de su caza; Y Rebeca amaba a
Jacob.(8)
Vaye'ehav Yitsjak et-Esav ki-tsa'id befiv veRivkah ohevet
et-Ya'akov.
25:29 Y cocinó Jacob un guisado; y vino Esaú del campo y (estaba) cansado.
Vayazed Ya'akov nazid vayavo Esav min-hasadeh vehu
ayef.
25:30 Y dijo Esaú a Jacob: llena mi boca, te ruego, de esta (lenteja) roja, que
estoy cansado. Por eso, llamó su nombre Edom.
Vayomer Esav el-Ya'akov hal'iteni na min-ha'adom
ha'adom hazeh ki ayef anoji al-ken kara-shmo
Edom.
25:31 Y dijo Jacob: Véndeme, como el día (claramente), tu primogenitura.
Vayomer Ya'akov mijrah jayom et-bejorateja li.
25:32 Y dijo Esaú: He aquí que yo voy en camino de la muerte, y ¿para qué
me sirve la primogenitura?
Vayomer Esav hineh anoji holej lamut velamah-zeh li
bejorah.
25:33 Y dijo Jacob: Júrame como el día. Y él le juró, y vendió su
primogenitura a Jacob.
Vayomer Ya'akov hishave'ah li kayom vayishava lo
vayimkor et-bejorato le-Ya'akov.
25:34 Y Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas, y comió y bebió, se
levantó y se fue; y despreció Esaú la primogenitura.
VeYa'akov natan le-Esav lejem unezid adashim
vayojal vayesht vayakom vayelaj vayivez Esav et-
habejorah.
Comentario:
1
Según el exegeta Rashí, era la misma Hagar.
2
Estas concubinas parecen ser dos: Hagar y Keturá.
3
En ocasión de la muerte de su padre, los dos medio hermanos olvidaron sus
divergencias y se reconciliaron.
4
La genealogía de Ismael empieza con Hagar, esclava de Abraham (vers. 12),
y la de Isaac empieza con Abraham (vers. 19). Este versículo declara que el
verdadero continuador del Patriarca, y el depositario de su doctrina y
bendiciones divinas, era Isaac, digno continuador de su padre.
5
Algunos de estos nombres figuran en las antiguas inscripciones asirias, y
hoy entre los drusos que viven en Israel.
6
Las figuras de Jacob y Esaú aparecen eternamente en lucha. Desde las
entrañas maternas combat'ian los dos hermanos. Esto significa una ulterior
pelea entre dos ideologías. Esaú, por la influencia de las Sagradas Escrituras,
aparece ligado a la idea de perversidad y maldad, y Jacob a la idea de
integridad e inocencia. Este combate se repite numerosas veces en el curso de
la historia de la humanidad.
7
El Targum Onklós traduce las palabras del versículo 23, Ki tzaid befiv:
"porque comía de su caza", pero la traducción literal es "porque había caza en
su boca". El Midrash asocia la palabra caza a la idea de engaño y de trampa,
con la cual el cazador apresa a los animales, comparando al malvado con el
cazador que engaña, ya que la mayoría de los animales son cazados con
engaños. Así se explican las palabras "caza en su boca", o sea en la boca de
Esaú, que engañaba con sus mentiras e hipocresías a su padre, quien no se
daba cuenta y le prefería, mientras que Jacob era un hombre íntegro que
permanecía en las tiendas estudiando.
8
Cada uno de los padres tenía su hijo favorito, pero nuestros sabios
recomiendan amar por igual a los hijos, a fin de no dar lugar a celos.
CAPITULO 26
(fonética sefaradí)
26:8 Y sucedió que allí se prolongaron los días para él (de su estancia),
y miró Avimélej, rey de los filisteos, por la ventana, y vio que Isaac
jugaba (maritalmente) con Rebeca, su mujer.
26:9 Y llamó Avimélej a Isaac y dijo: ¡Pero he aquí que ella es tu mujer!
Y ¿por qué dijiste: "ella es mi hermana? " Y le dijo Isaac: Porque yo
pensé: tal vez yo muera por causa de ella.
26:10 Y dijo Avimélej: (3) ¿Qué es esto que nos hiciste? Por poco se
hubiera acostado uno del pueblo con tu mujer y hubieras traído culpa
sobre nosotros.
Vayomer Avimelej mah-zot asita lanu kime'at shajav ajad ha'am et-
ishteja veheveta aleynu asham.
26:12 Y sembró Isaac en aquella tierra y halló (cosechó) aquel año (4)
ciento por uno, y el Eterno lo bendijo.
26:15 Y todos los pozos que abrieron los siervos de su padre, en los días
de Abraham, su padre, los filisteos los cerraron y los llenaron de polvo.
26:16 Y dijo Avimélej a Isaac: Vete de nosotros (5) porque te has hecho
poderoso, mucho más que nosotros.
26:18 E Isaac volvió a abrir los pozos de agua que habían cavado en los
días de
Abraham, su padre, y los habían cerrado los filisteos después de haber
muerto Abraham; y los llamó con los mismos nombres que los había
llamado su padre.
26:21 Y Cavaron otro pozo y también riñeron por él; y llamó su nombre
Sitná (oposición).
26:22 Y salió de allí y cavó otro pozo y no riñeron por él; y llamó su
nombre Rejobot (ensanche), y dijo : Porque ahora nos hizo ensanchar
el Eterno, y fructificaremos en la tierra.
26:25 Y edificó allí un altar, y oró en nombre del Eterno, y extendió allí
su tienda; y abrieron los siervos de Isaac allí un pozo.
26:27 Y les dijo Isaac: ¿Por qué venís a mí, pues me habéis aborrecido,
y me echasteis de entre vosotros?
26:29 de que no nos harás mal así como nosotros no te hemos tocado, y
te hemos hecho solamente bien, y te enviamos en paz; tú eres ahora
bendito del Eterno.
Vayikra otah Shiv'ah al-ken shem ha'ir Be'er Sheva ad hayom hazeh.
26:34 Y sucedió que cuando tenía Esaú cuarenta años de edad, tomó
por mujer a Judit (Yehudit), hija de Beerí el hiteo, y a Basemat, hija de
Elon el hiteo.
Comentario:
1
Y tú eres su continuador.
Avimélej era el nombre que se daba a todo rey de los filisteos, así como
se llamaba faraón a todos los reyes de Egipto.
En el mismo año en que hubo hambre en la tierra (vers. 1), y es por eso
por lo que Avimélej vio que Dios estaba con Isaac (vers. 28).
Lo llamó shivá que significa siete, por ser el séptimo pozo que habían
abierto: Abraham abrió 3 pozos, e Isaac 4. Se llamó así también por el
juramento y el pacto que habían hecho.
CAPITULO 27
(fonética sefaradí)
27:9 Ve, te ruego, al rebaño, y toma para mí de allá dos buenas crías de
cabras, y haré de ellas guisados para tu padre, como a él le gustan.
Vayomer Ya'akov el-Rivkah imo hen Esav aji ish sa'ir ve'anoji
ish jalak.
27:13 Y le dijo su madre: Sobre mí sea esa maldición tuya, hijo mío, oye
tan sólo mi voz y anda y tráemelas.
27:14 Y fue las tomó y las trajo a su madre; e hizo su madre guisos
sabroso como le gustaban a su padre.
27:16 Y las pieles de las crías de las cabras se la. puso sobre las manos y
sobre la parte lisa de su cuello.
27:17 Y puso lo. guisos sabrosos y el pan que ella había preparado, en
manos de Jacob, su hijo.
27:32 E Isaac, su padre, le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Soy tu hijo, tu
primogénito, Esaú.
27:34 Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, lanzó una muy grande
y amarga exclamación, (8) y dijo a su padre: Bendíceme también a mi,
padre mío.
27:37 Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí que por señor tuyo lo he
puesto, y le he dado por siervos a todos sus hermanos, y de trigo y
mosto le he provisto; y para ti ¿qué podré hacer ahora, hijo mío?
27:38 Y dijo Esaú a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición,
padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y
lloró.
27:46 Y dijo Rebeca a Isaac: Estoy hastiada de vivir, a causa de las hijas
de Jet; si Jacob toma mujer de las hijas de Jet como éstas, hijas de esta
tierra, ¿para qué quiero yo la vida?
Comentario:
Dice el Midrash Hagadol que el hombre sufre más las consecuencias del dolor
que la mujer. Esto es porque el hombre fue hecho del polvo de la tierra, y éste
se deshace fácilmente. La mujer, habiendo sido hecha de la costilla, que es
hueso, tiene más resistencia. Cuando Esaú se casó con Judit y Basemat, éstas
causaron muchas tristezas a Rebeca e Isaac. Este, en consecuencia, quedó
ciego, mientras que a Rebeca nada le sucedió.
La razón por la que Rebeca actuó de esta manera, fue para hacer cumplir la
profecía citada en el cap. XXV, 23, referente a Esaú y Jacob : "Dos naciones
hay en tu vientre, y dos reinos de tus entrañas se dividirán; una nación más
que la otra se volverá fuerte, y la
mayor (Esaú) servirá a la menor (Jacob). Pero la lógica dice que actuó de
acuerdo con su preferencia.
En los países del oriente, donde las lluvias son escasas, el rocío constituye una
bendición para las plantas.
Isaac, que tenía una sola esposa, dijo: "los hijos de tu madre", mientras que
Jacob, que tuvo muchas mujeres, dijo "los hijos de tu padre" (ver cap. IL, 8).
Tanto en el primero como en el segundo caso, quiere decir descendientes.
Estas palabras demuestran que la bendición era irrevocable, y que esa era la
voluntad de Dios.
9
Esta misma tendencia se observó en Esaú y en sus descendientes, mientras que
Jacob y sus sucesores estuvieron siempre guiados por las fuerzas morales.
10
CAPITULO 28
(fonética sefaradí)
28:6 Y vio Esaú que Isaac había bendecido a Jacob y le había enviado a
Paddan-Aram para que tomase de allí mujer para él, y que cuando lo
bendijo le había ordenado, diciendo: No tomes mujer de las hijas de
Canaán.
28:8 Esaú vio pues que eran malas las hijas de Canaán a los ojos de
Isaac, su padre.
28:9 Y fue Esaú a (casa de) Ismael y tomó por mujer a Majalat, hija de
Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nevayot, además de sus otras
mujeres.
(PARASHA VAYETSÉ)
28:17 Y temió, y dijo: ¡Cuán pavoroso es este lugar! No es esto otra cosa
sino la casa de Dios, y ésta es la puerta del cielo (3).
Comentario:
El Midrash (Yalcut 117) objeta que las palabras "y Jacob salió de Beer-
Sheva" parecen superfluas, ya que sabíamos por lo que fue escrito
anteriormente, que Jacob se encontraba hasta entonces en Beer-Sheva;
bastaba decir: "Jacob fue a Jarán", y explica: cuando el tzadik (hombre
justo) sale de la ciudad, salen con él el brillo y la gloria y el ornamento
de ésta; por ello fue necesario decir: "y salió Jacob de Beer-Sheva".
Jacob se vio obligado a abandonar su país e ir al exilio. Todas sus penas
fueron causadas por el aborrecimiento de su hermano. Esto mismo
sucede todavía hoy entre los hombres civilizados que persiguen a sus
hermanos en la humanidad y a sus semejantes ante Dios, en lugar de
convivir en armonía y comprensión con todos los miembros de la
sociedad humana, gozando de los mismos derechos en justicia e
igualdad.
Cuenta el Midrash que se produjo una disputa entre las piedras, ya que
cada una quería que la cabeza de Jacob reposara sobre ella. Esta es una
verdadera lección para aquellos individuos y pueblos que, ahogando
todo sentimiento humano, cierran sus puertas frente al sufrimiento de
sus semejantes, cuando huyen de las persecuciones. Estos deberían
tomar el ejemplo de las piedras del desierto por donde pasó Jacob, las
cuales fueron más hospitalarias, más sensibles y más humanas que
muchos hombres.
CAPITULO 29
(fonética sefaradí)
29:4 Y les dijo Jacob: Hermanos míos ¿de dónde sois? Y ellos
contestaron: De Jaran somos nosotros.
29:6 Y les dijo: ¿La paz está con él? Y dijeron: Sí, está en paz. Y he aquí
que Raquel, su hija, venía con las ovejas.
29:7 Y él dijo: He aquí que aún queda mucho del día; no es tiempo de
que sea recogido el ganado; abrevad las ovejas e id y apacentadlas.
29:9 Todavía estaba él hablando con ellos cuando Raquel llegó con las
ovejas de su padre, pues ella era pastora.
29:13 Y aconteció que cuando Laván oyó la fama (4) de Jacob, hijo de
su hermana, corrió a su encuentro y le abrazó y le beso, y le trajo a su
casa; y él contó a Laván todas estas cosas.(5)
29:17 Y los ojos de Leá eran lacrimosos, mas Raquel era de bella figura
y de hermoso semblante.
29:18 Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Te serviré siete años por Raquel, tu
hija menor.
Vayomer Lavan tov titi otah laj mititi otah le'ish ajer shvah
imadi.
29:20 Y Jacob sirvió por Raquel siete años, y fueron a sus ojos como
unos días, por el amor que le tenía.
29:21 Y dijo Jacob a Laván: Dame mi mujer, que se han cumplido mis
días, y me llegaré a ella.
29:22 Y juntó Laván a todos los hombres del lugar, e hizo un banquete.
29:23 Mas aconteció que por la noche tomó a Leá, su hija, y se la trajo;
y él se llegó a ella.
Vayehi va'erev vayikaj et-Leah vito vayave otah elav vayavo
eleyha.
29:24 Y dio Laván a ella su sierva Zilpá; a Leá, su hija, por sierva.
29:25 Y aconteció que por la mañana (se dio cuenta), y he aquí que era
Leá. Y él le dijo a Laván: ¿Qué es esto que me has hecho? Ciertamente
serví contigo por Raquel. ¿Y por qué me has engañado?
29:29 Y dio Laván, a su hija Raquel, a Bilhá, su sierva, por sierva suya.
29:31 Y viendo el Eterno que Leá era despreciada, abrió su matriz, mas
Raquel era estéril.
29:33 Y concibió. otra vez y parió un hijo, y dijo: Por cuanto el Eterno
oyó que yo era despreciada, me ha dado éste también; y lo llamó Simón
(Shimón).
29:34 Y concibió otra vez y parió un hijo, y dijo: Esta vez se unirá mi
marido conmigo, porque le he parido tres hijos. Y por tanto él lo llamó
Leví.
Comentario:
Según el exegeta Ibn Ezrá, Jacob besó la mano a Raquel en señal de cariño y
respeto, mas la Escritura Sagrada no especifica el lugar del beso.
A causa de que él solo hizo rodar la gran piedra que cubría el pozo.
5
Todo lo que le pasó con Esaú su hermano, por lo que Rebeca le envió a casa de
Laván.
CAPITULO 30
(fonética sefaradí)
30:3 Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilhá; llégate a ella y que dé a luz
sobre mis rodillas; y así yo también tendré hijos a través de ella.
30:4 Y ella le dio pues a Bilhá, su sierva, por mujer; y se llegó a ella
Jacob.
30:8 Y dijo Raquel: Con gran persistencia insistí con Dios (para
igualarme) con mi hermana, y también lo conseguí. Y llamó su nombre
Naftalí.
30:9 Y vio Leá que había dejado de parir, y tomó a Zilpá, su sierva, y la
dio a Jacob por mujer.
30:16 Y volvió Jacob del campo por la tarde, y salió Leá a su encuentro
y le dijo: A mí vendrás; que ciertamente te alquilé por las mandrágoras
de mi hijo. Y se acostó con ella aquella noche.
30:20 Y dijo Leá: Dios me ha dado una buena suerte; esta vez habitará
conmigo mi marido, ya que le he parido seis hijos; y llamó su nombre
Zebulón (Zevulún).
30:25 Y aconteció que cuando Raquel hubo parido a José, Jacob dijo a
Laván: Despídeme e iré a mi lugar y a mi tierra.
30:27 Mas Laván le respondió: ¡Que yo halle, por favor, gracia a tus
ojos, pues he, adivinado que el Eterno me ha bendecido por tu causa!
(3)
30:32 Pasaré por todos tus rebaños hoy, y tú aparta de ellos toda oveja
salpicada y manchada, y toda oveja morena entre los corderos, y la
manchada y salpicada entre las cabras, y de éstas será mi salario.
30:38 y puso las varas que había descortezado en las pilas delante del
ganado, en los abrevaderos del agua donde solían las ovejas venir a
beber; y ellas se ponían en celo cuando venían a beber.
30:39 De suerte que se ponían en celo las ovejas delante de las varas, y
parían las ovejas crías listadas, salpicadas y manchadas.
30:41 Y era así que cada vez que andaba en celo el ganado robusto,
puso Jacob las varas delante de los ojos del ganado en las pilas, para
hacerlo poner en celo entre las varas.
30:42 Mas siempre que era débil el ganado, no las ponía; con lo cual
vino a ser lo débil para Laván, y lo robusto para Jacob.
Comentario:
1
Cuatro personas se consideran como muertas, nos dice Rabí Samuel Bar Najmaní: el ciego, el
leproso, el que no tiene hijos y el pobre. Los tres primeros viven en constante sufrimiento físico
y
moral, y el cuarto es realmente como si no existiese (Yalcut 127). El exegeta Rashí comenta que
Elifaz, hijo de Esaú, fue enviado por su padre para matar a Jacob. Este dijo entonces a su
sobrino:
Toma todo lo que poseo y así podrás decir a tu padre que ya cumpliste su orden. Siendo pobre,
Existe una diferencia de opiniones entre los exegetas sobre la significación de la palabra en
hebreo dudaim, que tradujimos por mandrágoras. El exegeta Rashi la traduce por jazmín;
Rishbam
explica que significa "flor de higuera"; Ibn Ezrá dice que es una flor que tiene forma de cabeza
y
manos humanas; otros exegetas afirman que se trata de una clase de fruto semejante a una
manzana. Acerca de las propiedades mágicas de los dudaim, corrían en la antigüedad muchas
fábulas. Se les llamaba "manzanas de amor", y tenían entre otras, la propiedad de excitar la
sensualidad. Se supone que Raquel quiso obtener los dudaim para atraer con ellos a Jacob y
también para curarse de su esterilidad. En el "Cantar de los Cantares" (VII, 13) está escrito:
"Las
mandrágoras (hadudaim) han dado olor", dando a entender que éstas tenían fragancia. Lo
más
probable es que existieran variedades de mandrágoras, con buen y con mal olor.
El israelita siempre constituyó un factor de progreso y de bendición allí donde vivió. Activo y
laborioso, se destacó en todos los ramos: en el comercio, en las ciencias, en la cultura, etc.
Cuando
el sultán Bayazet II de Turquía; acogió a los israelitas expulsados por la parte fanática de
España en
1492, dijo entonces estas palabras: "Yo considero al rey Fernando y a la reina Isabel de
España
personas inteligentes, pues enviando fuera a los judíos empobrece a su país y enriquece al
mio".
"Mi casa" significa aquí "mis esposas y mis hijos". Se deduce de estas palabras que Jacob era
un
esposo y padre ejemplar que siempre piensa en el bienestar de su familia. La gran mayoiría de
los
CAPITULO 31
(fonética sefaradí)
Este Capítulo de la Torá está dedicado a la Memoria de:
31:1 Y oyó las palabras de los hijos de Laván, que decían: Jacob ha
tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que es de nuestro
padre se ha hecho toda esta honra (fortuna).
31:2 Y vio Jacob el rostro de Laván, y he aquí que no era para con él
como ayer y anteayer (antes).
31:5 y les dijo: Estoy viendo por el rostro de vuestro padre que él no es
conmigo como ayer y anteayer; mas el Dios de mi padre ha estado
conmigo.
31:10 Y sucedió que al tiempo que andaba en celo el ganado, alcé mis
ojos y vi en sueños que, he aquí, los machos que cubrían a las ovejas
eran listados, salpicados y manchados.
31:12 Y dijo él: Alza, por favor, tus ojos, y ve que todos los machos que
cubren a las ovejas son listados, salpicados y manchados; porque he
visto todo lo que Laván te está haciendo.
31:17 Y se levantó Jacob e hizo subir a sus hijos y sus mujeres sobre los
camellos,
31:19 Mas Laván había ido a esquilar su rebaño, y Raquel hurtó los
ídolos que tenía su padre.
31:22 Y fue avisado a Laván al tercer día, que había huído Jacob.
31:26 Y dijo Lavan a Jacob: ¿Qué has hecho que has robado mi
corazón, y te has llevado a mis hijas como cautivas de espada (guerra)?
31:32 Mas aquél con quien halles tus dioses, que no viva. Delante de
nuestros hermanos reconoce qué tengo de lo tuyo y llévatelo. Pues
Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.
31:34 Mas Raquel había tomado los ídolos (5) y los había metido en
una albarda del camello, y se había sentado encima de ellos. Laván
pues tentó toda la tienda, mas no los halló.
31:37 para que palpases todos mis objetos? ¿Qué has hallado de todos
los objetos de tu casa? (6) Ponlos aquí ante mis hermanos y tus
hermanos (gente), y juzguen ellos entre nosotros dos.
31:38 Estos veinte años que he estado contigo, tus ovejas y tus cabras
no han quedado sin cría, y los carneros de tus rebaños no me los he
comido.
31:41 Hace veinte años que estoy en tu casa; te serví catorce por tus dos
hijas, y seis años por tu ganado; y tú has cambiado mi salario diez
veces.
31:43 Entonces tomó la palabra Laván, y dijo a Jacob: Las hijas son
hijas mías, y los hijos, hijos míos; los rebaños, rebaños míos; y todo lo
que tú estás viendo, mío es; mas ¿qué puedo hacer hoy a estas mis
hijas, o a sus hijos que ellas han parido?
31:48 Y dijo Laván: Este montón sea testimonio entre mí y entre ti,
hoy. Por tanto llamó su nombre Gal-Ed
31:51 Dijo (más) Laván a Jacob: He aquí este montón y he aquí este
monumento que he levantado entre mí y entre ti;
Comentario:
1
Durante los veinte años en que Jacob convivió con Laván, Dios no se le apareció a Jacob. Este
estaba preocupado, puesto que Dios le había prometido no abandonarlo (ver cap. 28, 15). Fue
entonces cuando Dios le dijo: ¡Vuelve a tu tierra! Sepárate de un hombre injusto como Laván y
Yo
estaré contigo. Todo el tiempo que un justo convive con un malvado, Dios se aparta también
del
justo, y nuestros sabios dijeron: ¡Ay del malvado y ay de su vecino! (aunque éste sea justo).
Antes de tomar la decisión de abandonar a Laván, Jacob tomó consejo de sus esposas. El
Talmud
firmando entre ambos la dote de honor que éste debía pagar. Laván recibió de Jacob como
precio de
sus hijas Leá y Raquel, 14 años de trabajo. Caleb prometió su hija Ajsá a quien tomara la
ciudad de
Kiryat-Séfer (Josué 15, 16). El rey Saúl, por su hija Mijal, exige de David cien prepucios de los
filisteos (Sam. I, 18, 25). Este procedimiento de los padres daba lugar a la protesta de las hijas.
De ahí la queja de Raquel y Leá, que se consideraban vendidas como extranjeras. Pero la
conciencia
humana se esmeró poco a poco, hasta que la legislación judaica transformó el móhar precio
que el
esposo pagaba al padre de su futura esposa (ver cap. 34, 12) en dote, con acta escrita llamada
200 zuzim (equivalentes a 50 siclos de plata) si era virgen; y 100 zuzim en caso contrario;
además
debe pagar en caso de divorcio, el ajuar que la novia trajo consigo, y los bienes dotales
llamados en
Raquel había robado los ídolos (terafim) de la casa de su padre para salvarle de la idolatría
(Rashí); pero Jacob no sabía esto, y pronunció la maldición (vers. 52) que según el Midrash
causó
más tarde la muerte prematura de ella. (35, 19) "No hagas salir de tu boca ninguna palabra
dura"
(Pesajim 3). "Muchos malhechores me han causado males, pero ninguno como mi propia
lengua"
(Reshit Jojmá).
del individuo. Jacob sirvió durante veinte años a Laván, que lo engañaba constantemente (31,
41),
y no se permitió llevar nada de lo que no le pertenecía. Esto sirve para mostrar hasta qué
punto debe
Palabras arameas que significan "montón del testimonio", lo mismo que gal-ed en hebreo.
CAPITULO 32
(fonética sefaradí)
32:5 y les ordenó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: "Así dijo tu
siervo Jacob: Con Laván he morado, y me tardé hasta ahora;
32:11 soy muy pequeño para todas las mercedes y toda la fidelidad que
usaste con tu siervo; porque con mi báculo pasé este Jordán, y ahora he
venido a ser dos campamentos.
32:16 treinta camellas paridas con sus crías; cuarenta vacas y diez
toros; veinte asnas y diez borriquillos.
32:17 Y los entregó en manos de sus siervos, cada manada aparte, y dijo
a sus siervos: Pasad delante de mí, y dejad un espacio entre manada y
manada.
32:21 Y diréis: "He aquí que también tu siervo Jacob viene tras de
nosotros". Porque dijo: apaciguaré su ira con el presente que va delante
de mí, y después veré su rostro; quizá me acoja favorablemente.
32:23 Y se levantó aquella noche y tomo a sus dos mujeres, y a sus dos
siervas, y a sus once hijos, y pasó vado de Yaboc.
32:24 Y los tomó y los hizo pasar el arroyo, e hizo pasar lo que tenía.
32:26 Y cuando vio (el ángel) que no podía con él, tocó la coyuntura de
su muslo, y se descoyuntó la coyuntura de Jacob mientras luchaba con
él.
32:27 Y dijo (el ángel) : Déjame ir, que está rayando el alba. Y contesto:
No te dejaré ir hasta que me hayas bendecido.
32:33 Por tanto, no comen los hijos de Israel del tendón encogido, que
está en la coyuntura del muslo, hasta el día de hoy; por cuanto (el
ángel) tocó la coyuntura del muslo de Jacob, en el tendón escogido
(ciático).(7)
Comentario:
Se nota en cierto modo una semejanza entre los acontecimientos que ocurrieron con Jacob y
los del pueblo israelita. Jacob vuelve a su tierra natal después de pasar grandes penurias y
días difíciles.
Largos años tuvo que trabajar para establecer su hogar. Veces y más veces le engañaron y le
robaron (cap. XXXI, 40 - 42). Pero a todo se sobrepuso, y por fin tuvo que volver a su país.
Este es
el problema de la diáspora en general. Jacob no consiguió construir su hogar definitivo, pues
éste,
igual que la Sucá, símbolo de la morada del galut, no puede subsistir por largo tiempo. Esta es
la
triste realidad, la cual no debemos olvidar. Los rabinos del Talmud dijeron: a la persona que
estaba
en condiciones de morar en Eretz Yisrael y no lo hizo, se le prohibe llevarlo allí después de su
muerte
(a no ser que de]ase recomendado (tzavaa) que así lo hicieran), porque está escrito: En
vuestra vida
mi heredad pusisteis por abominación, y en vuestra muerte venís y contamináis mi tierra. La
Torah
exige que entreguemos a Eretz Yisrael no nuestra muerte, sino nuestra vida.
Una madre cubre generalmente a sus hijos para protegerlos del peligro.
Los judíos, por ser un pueblo pacifista, ofrecieron presentes a sus perseguidores en toda su
historia, así como lo hizo Jacob.
Jacob regaló a Esaú de todo lo que poseía menos siervos y siervas; no quiso abandonarlos,
pues entregarlos a Esaú significaría para éstos la muerte moral y espiritual.
Se prohibió a los israelitas comer ese nervio (guid hanashé, nervus ischiadicus) por haber
dejado a
Jacob solo aquella noche en que luchó con el ángel, resultándole de ello el defecto de su muslo
(ver
Maséjet Jolin 7, 6). Pero el Séfer Jasidim afirma que fueron los propios hijos de Israel quienes
prometieron no comer de ese nervio, después de lo que ocurrió a su padre por no haberle
acompañado. Según el Talmud, esta interdicción es un precepto de la Torah, pero introducido
por
Moisés en este episodio para indicar su motivo (Jolín 7, 6). Desde el punto de vista científico,
los
nervios constituyen lo que hay de más duro en la carne para la digestión, convirtiéndose
muchas
veces en materias nocivas en el interior del cuerpo humano, y aún más el nervio en
cuestión.Antiguamente, los carniceros israelitas llamados menakerim estaban especializados
en
extirpar este nervio y sus ramificaciones. Pero en nuestra época es difícil encontrar semejantes
carniceros, razón por la cual la parte trasera del animal no es considerada kasher (propio
para el
consumo conforme a la religión).
CAPITULO 33
(fonética sefaradí)
33:1 Y Jacob alzó sus ojos y vio, y he aquí que Esaú venía, y con él
cuatrocientos hombres; yrepartió los niños entre Leá y Raquel y entre
las dos siervas.
Vayisa Ya'akov eynav vayar vehineh Esav ba ve'imo arba-
me'ot ish vayajats ethayeladim al-Leah ve'al-Rajel ve'al shtey
hashfajot.
33:2 Y puso a las siervas y a sus niños primero, y a Leí y a sus niños
detrás, y a Raquel con José los postreros.
Vayasem et-hashfajot ve'et-yaldeyhen rishonah ve'et Leah viladeyha
ajaronim ve'et-Rajel ve'et-Yosef ajaronim.
33:9 Y dijo Esaú: Tengo mucho, hermano mío; sea para ti lo que es
tuyo.
Vayomer Esav yesh-li rav aji yehi leja asher-laj.
33:10 Y dijo Jacob: No, te ruego, si por favor he hallado gracia a tus
ojos, acepta mi presente de mi mano, pues he visto tu rostro como
quien ve el rostro de Dios, y te congraciaste conmigo.
Vayomer Ya'akov al-na im-na matsati jen be'eyneyja velakajta
minjati miyadi ki
al-ken ra'iti faneyja kir'ot peney Elohim vatirtseni.
Comentario:
La futura generación era la principal preocupación de Jacob para no unirse con Esaú. La vida
con Esaú
significaría la asimilación y la pérdida de los valores espirituales. Jacob y Esaú no podían
vivir juntos.
Eran dos caracteres distintos,dos mentalidades contradictorias, que podían vivir en paz, pero
independientes.
CAPITULO 34
(fonética sefaradí)
34:1 Y salió Diná, (1) hija de Leá que había parido para Jacob, a ver a
las hijas de aquella tierra.
Vatetse Dinah bat-Leah asher yaldah le-Ya'akov lir'ot bivnot
ha'arets.
34:2 Y la vio Shejem, hijo de Jamor el hiveo, príncipe de aquella tierra;
y la tomó y se
acostó con ella (de modo natural), y la afligió de manera no natural.
Vayar otah Shjem ben-Jamor haJivi nesi ha'arets vayikaj
otah vayishkav otah vaye'aneha.
34:3 Y se apegó su alma a Diná, hija de Jacob, y amó a la muchacha y
habló al corazón de la muchacha.
Vatidbak nafsho beDinah bat-Ya'akov vaye'ehav et-hana'arah
vayedaber allev hana'arah.
34:4 Y habló Shejem a su padre Jamor, diciendo: Toma para mí a esta
niña por mujer.
Vayomer Shjem el-Jamor aviv lemor kaj-li et-hayaldah hazot
le'ishah.
34:5 Y Jacob oyó que él había mancillado a su hija Diná; y sus hijos
estaban con el ganado de él en el campo; y se calló Jacob hasta que
ellos vinieron.
VaYa'akov shama ki time et-Dinah vito uvanav hayu et-
miknehu basadeh vehejerish Ya'akov ad-bo'am.
34:6 Y salió Jamor, padre de Shejem, adonde estaba Jacob para hablar
con él.
Vayetse Jamor avi Shjem el-Ya'akov ledaber ito.
34:7 Y los hijos de Jacob vinieron del campo luego que lo supieron; y se
entristecieron los hombres y se encolerizaron mucho, porque se había
cometido vileza contra Israel
acostándose con la hija de Jacob, cosa que no se debía hacer.
Uveney Ya'akov ba'u min-hasadeh keshom'am vayit'atsvu
ha'anashim vayijar lahem me'od ki nevalah asah beYisra'el
lishkav et-bat-Ya'akov vejen lo ye'aseh.
34:8 Y habló Jamor con ellos, diciendo: El alma de Shejem, mi hijo, se
ha afeccionado a
vuestra hija; denle ella, os ruego, para él por mujer
Vayedaber Jamor itam lemor Shjem beni jaskah nafsho
bevitjem tenu na otah lo le'ishah.
34:9 y emparentad con nosotros: vuestras hijas daréis para nosotros, y
vosotros tomaréis nuestras hijas.
Vejitjatenu otanu benoteyjem titnu-lanu ve'et-benoteynu
tikju lajem.
34:10 Y habitaréis con nosotros, y la tierra estará ante vosotros;
habitad pues y traficad en ella y tomad posesión de ella.
Ve'itanu teshevu veha'arets tihyeh lifneyjem shvu usjaruha
vehe'ajazu bah.
34:11 Y dijo Shejem al padre y a los hermanos de ella: ¡Halle yo gracia a
vuestros ojos y lo que me dijereis, lo haré.
Vayomer Shjem el-aviha ve'el-ajeyha emtsa-jen be'eyneyjem
va'asher tomru elay eten.
34:12 Cargad mucho sobre mí, dote y dones, que yo daré cuanto me
dijereis, con tal de que me deis la joven por mujer!
Harbu alay me'od mohar umatan ve'etnah ka'asher tomru
elay utenu-li ethana'arah le'ishah.
34:13 Y respondieron los hijos de Jacob a Shejem y a Jamor, su padre,
y le hablaron con engaño, porque había mancillado a Diná, su
hermana.
Vaya'anu vney Ya'akov et-Shjem ve'et-Jamor aviv bemirmah
veyedaberu asher time et-Dinah ajotam.
34:14 Y le dijeron: No podemos hacer esto, el dar nuestra hermana a un
hombre que tiene prepucio, porque sería un insulto para nosotros.
Vayomru aleyhem lo nujal la'asot hadavar hazeh latet et-
ajotenu le'ish asher-lo orlah ki-jerpah hi lanu.
34:15 Tan sólo con esta condición consentiremos a vosotros: si fuereis
como nosotros,
circuncidándose todo varón entre vosotros,
Aj-bezot ne'ot lajem im tihyu jamonu lehimol lajem kol-zajar.
34:16 entonces os daremos a vosotros nuestras hijas, y tomaremos
vuestras hijas para
nosotros, y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo.
Venatanu et-benoteynu lajem ve'et benoteyjem nikaj-lanu
veyashavnu itjem vehayinu le'am ejad.
34:17 Mas si no nos escucháis haciéndoos circuncidar, tomaremos a
nuestra hija y nos
iremos.
Ve'im-lo tishme'u eleynu lehimol velakajnu et-bitenu
vehalajnu.
34:18 Y agradaron sus palabras a los ojos de Jamor y a los ojos de
Shejem, hijo de Jamor;
Vayitvu divreyhem be'eyney Jamor uve'eyney Shjem ben-
Jamor.
34:19 y no tardó el muchacho en hacer esta cosa, porque quería a la
hija de Jacob; y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.
Velo-ejar hana'ar la'asot hadavar ki jafets bevat-Ya'akov
vehu nijbad mikol beyt aviv.
34:20 Y fueron Jamor y Shejem su hijo, a la puerta de la ciudad, y
hablaron con los
hombres de su ciudad, diciendo:
Vayavo Jamor uShjem beno el-sha'ar iram vayedaberu el-
anshey iram lemor.
34:21 Estos hombres son pacíficos para con nosotros; que habiten por
tanto en la tierra, y trafiquen en ella; he aquí que la tierra es bastante
ancha para ellos; nosotros tomaremos a sus hijas por mujeres, y les
daremos a ellos nuestras hijas.
Ha'anashim ha'eleh shlemim hem itanu veyeshvu va'arets
veyisjaru otah veha'arets hineh rajavat-yadayim lifneyhem
et-benotam nikaj-lanu lenashim ve'et benoteynu niten-
lahem.
34:22 Pero solamente con esta condición consentirán los hombres en
habitar con nosotros, para ser un pueblo: que sea circuncidado todo
varón de entre nosotros, así como ellos son circuncidados.
Aj-bezot ye'otu lanu ha'anashim lashevet itanu lihyot le'am
ejad behimollanu kol-zajar ka'asher hem nimolim.
34:23 Sus ganados y sus posesiones y todos sus animales ciertamente
serán de nosotros, sólo con que convengamos con ellos, y habitarán con
nosotros.
Miknehem vekinyanam vejol-behemtam halo lanu hem aj
ne'otah lahem veyeshvu itanu.
34:24 Y obedecieron a Jamor y a Shejem, su hijo, todos los que salían
por la puerta de su ciudad; de modo que se circuncidaron todos los
varones, todos los que salían por la puerta de su ciudad.
Vayishme'u el-Jamor ve'el-Shjem beno kol-yotsey sha'ar iro
vayimolu kolzajar kol-yots'ey sha'ar iro.
34:25 Y aconteció que al tercer día, cuando estaban adoloridos, dos de
los hijos de Jacob, Simón y Leví, hermanos de Diná, tomaron cada uno
su espada y entraron en la ciudad que estaba tranquila, y mataron a
todo varón.
Vayehi vayom hashlishi biheyotam ko'avim vayikju shney-
veney Ya'akov Shim'on veLevi ajey Dinah ish jarbo vayavo'u
al-ha'ir betaj vayahargu kolzajar.
34:26 Y a Jamor y a Shejem, su hijo, mataron a filo de espada; y
tomaron a Diná de
casa de Shejem, y salieron.
Ve'et Jamor ve'et Shjem beno hargu lefi-jarev vayikju et-
Dinah mibeyt Shjem vayetse'u.
34:27 Los hijos de Jacob vinieron sobre los muertos y saquearon la
ciudad, porque habían mancillado a su hermana.
Beney Ya'akov ba'u al-hajalalim vayavozu ha'ir asher time'u
ajotam.
34:28 Su ganado menor y su ganado mayor, y sus asnos; tanto lo que
había en la ciudad como lo que había en el campo, tomaron.
Et-tsonam ve'et bekaram ve'et jamoreyhem ve'et asher ba'ir
ve'et asher basadeh lakaju.
34:29 Y todos sus haberes, y todos sus niños y sus mujeres llevaron
cautivos, y saquearon; todo cuanto había en las casas.
Ve'et-kol-jeylam ve'et-kol-tapam ve'et-nesheyhem shavu
vayavozu ve'et kol-asher babayit.
34:30 Y dijo Jacob a Simón y a Leví: Me habéis turbado haciéndome
abominable para con los moradores del país, para con los cananeos y
los perizeos; y teniendo yo poca gente, se juntarán contra mí y me
herirán, y seré destruido, yo y mi casa (familia).
Vayomer Ya'akov el-Shim'on ve'el-Levi ajartem oti
lehavisheni beyoshev ha'arets baKna'ani uvaPrizi va'ani
metey mispar vene'esfu alay vehikuni venishmadeti ani
uveyti.
34:31 Y ellos respondieron: ¿Había él de tratar a nuestra hermana
como a una ramera?
Vayomeru hajezonah ya'aseh et-ajotenu
Comentario:
Diná, hija única de Jacob entre doce hijos, que debía ser el adorno de la corona del Patriarca,
se
convirtió en tristeza y vergüenza de la familia. Un príncipe pagano (Shejem) la deshonró, y los
dos
hermanos de la joven (Simón yLeví) vengan este crimen con un crimen mayor. Les parece
poco
tomar venganza del culpado y la toman de todo un pueblo inocente. Todo esto porque Dina
salió sola
de su casa. Se apartó de las tradiciones y decencia de la familia de Abraham y expió
cruelmente su
imprudencia. Severa lección que enseña a la mujer, particularmente si es virgen, a cuidarse, y
cómo
la curiosidad y la falta de prudencia pueden llevarla al precipicio.
Hermanos de Diná
A filo de espada
La venganza de los hijos de Jacob, Simón y Leví, contra todo el pueblo hiveo, fue condenada
por su
padre, que temía al mismo tiempo las represalias de los cananeos y de los periseos, pueblos
vecinos
de este país. Por esto mismo Jacob, sobre su lejo de muerte, a la hora en que se acostumbra
perdonar las faltas de los otros, no pudo contenerse y maldijo la ira sanguinaria de sus dos
hijos
(Gen.40 7,7).
Mancillado
Según la tradición, la triste e infeliz Diná pasó sus años encerrada en casa de Simón, su
hermano; ya no tuvo alegrías en este mundo y murió de tristeza en Egipto.
CAPITULO 35
(fonética sefaradí)
35:1 Y Dios" dijo a Jacob: Levántate, sube a Bet-El (1) y habita allí; y
haz allí un altar al Dios que se te apareció cuando huías de la presencia
de Esaú, tu hermano.
Vayomer Elohim el-Ya'akov kum aleh Veyt-El veshev-sham
va'aseh-sham mizbe'aj la-El hanir'eh eleyja bevorjaja
mipeney Esav ajija.
35:2 Y dijo Jacob a su familia y a todos los que estaban con él: Apartad
los dioses extraños (2) que están en medio de vosotros y purificaos, y
mudad vuestros vestidos:
Vayomer Ya'akov el-beyto ve'el kol-asher imo hasiru et-
elohey hanejar asher betojejem vehitaharu vehajalifu
simloteyjem.
35:3 y nos levantaremos y subiremos a Bet-El, y haré allí un altar al
Dios que me respondió en el día de mi angustia, y que estuvo conmigo
en el camino por donde anduve.
Venakumah vena'aleh Beyt-El ve'e'eseh-sham mizbe'aj la-El
ha'oneh oti beyom tsarati vayehi imadi baderej asher halajti.
35:4 Y ellos dieron a Jacob todos los dioses extraños que tenían en su
poder, y los aretes que estaban en sus orejas; y los escondió Jacob
debajo de la encina que estaba cerca de Shejem.
Vayitnu el-Ya'akov et kol-elohey hanejar asher beyadam
ve'et-hanezamim asher be'ozneyhem vayitmon otam Ya'akov
tajat ha'elah asher im-Shjem.
35:5 Y partieron: y sobrevino un terror de Dios sobre las ciudades que
estaban a su
alrededor, de manera que no persiguieron a los hijos de Jacob.
Vayisa'u vayehi jitat Elohim al-he'arim asher svivoteyhem
velo radfu ajarey beney Ya'akov.
35:6 Y vino Jacob a Luz, que está ¿en la tierra de Canaan, la cual es
Bet-El, él y toda la
gente que estaba con él.
Vayavo Ya'akov Luzah asher be'erets Kna'an hi Beyt-El hu
vejol-ha'am asher-imo.
35:7 Y edificó allí un altar, y llamó al lugar EI-Bet-El (Dios de Bet-El),
porque (los ángeles de) Dios se le habían manifestado allí, cuando iba
huyendo de su hermano.
Vayiven sham mizbe'aj vayikra lamakom El Beyt-El ki sham
niglu elav ha'Elohim bevorejo mipeney ajiv.
35:8 Y murió Devorah, nodriza de Rebeca, y fue enterrada al pie (de la
planicie) de Bet-El, debajo de la encina; y llamó su nombre Planicie del
Llanto.
Vatamot Dvorah meyneket Rivkah vatikaver mitajat leVeyt-
El tajat ha'alon vayikra shmo Alon Bajut.
35:9 Y Dios apareció otra vez a Jacob después que volvió de Paddán-
Aram, y le bendijo.
Vayera Elohim el-Ya'akov od bevo'o miPadan Aram vayevarej
oto.
35:10 Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob, pero ya no será llamado tu
nombre Jacob, sino que Israel será tu nombre. (3) Y llamó su nombre
Israel (4).
Vayomer-lo Elohim shimja Ya'akov lo-yikare shimja od
Ya'akov ki im-Yisra'el yihyeh shmeja vayikra et-shmo
Yisra'el.
35:11 Y le dijo Dios: Yo soy el Dios Todopoderoso; (5) sé fecundo y
multiplícate; una nación y una congregación de naciones procederán
de ti, y reyes saldrán de tus lomos.
Vayomer lo Elohim ani El-Shaday preh urveh goy ukehal
goyim yihyeh mimeka umelajim mejalatseyja yetse'u.
35:12 Y la tierra que he dado a Abraham y a Isaac, a ti te la daré;
también a tu descendencia después de ti daré la tierra.
Ve'et-ha'arets asher natati le-Avraham ule-Yitsjak leja
etnenah ulezar'aja ajareyja eten et-ha'arets.
35:13 Y se retiró Dios de sobre él, en el lugar donde había hablado con
él.
Vaya'al me'alav Elohim bamakom asher-diber ito.
35:14 ,Y erigió Jacob un monumento conmemorativo en el lugar donde
Él había hablado con él; monumento de piedra, y derramó sobre él una
libación, y vertió sobre él aceite.
Vayatsev Ya'akov matsevah bamakom asher-diber ito
matsevet aven vayasej aleyha nesej vayitsok aleyha shamen.
35:15 Y llamó Jacob el nombre del lugar donde Dios había hablado con
él, Bet-leal.
Vayikra Ya'akov et-shem hamakom asher diber ito sham
Elohim Beyt-El.
35:16 Y partieron de Bet-El, y cuando les faltaba todavía algún trejo
para llegar a Efrat,
parió Raquel; y tuvo dificultades para parir.
Vayis'u mi-Beyt El vayehi-od kivrat-ha'arets lavo Efratah
vateled Rajel vatekash belidetah.
35:17 Y aconteció en lo más duro del parto, que le dijo la partera: No
temas, porque
también éste es un hijo para ti.
Vayehi behakshotah belidetah vatomer lah hameyaledet al-
tire'i ki-gam-zeh laj ben.
35:18 Y sucedió que al salírsele el alma, pues murió, llamó su nombre
Ben-Oní (hijo de mi dolor); mas su padre lo llamó Benjamín
(Binyamín).
Vayehi betset nafshah ki metah vatikra shmo Ben-Oni ve'aviv
kara-lo Vinyamin.
35:19 Y murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrat, que es
Belén (Bet-Léjem).
Vatamot Rajel vatikaver bederej Efratah hi Beyt Lajem.
35:20 Y erigio Jacob un monumento sobre su sepultura; éste es el
monumento de la
sepultura de Raquel, hasta el día de hoy.
Vayatsev Ya'akov matsevah al-kvuratah hi matsevet kevurat
Rajel adhayom.
35:21 E Israel partió, y plantó su tienda más allá de la. torre de Eder
(rebaño).
Vayisa Yisra'el vayet aholoh mehal'ah le-Migdal-Eder.
35:22 Y aconteció que cuando habitaba Israel en aquella tierra, Rubén
fue y se acostó con
Bilhá, concubina de su padre, y lo supo Israel. Y fueron los hijos de
Israel doce:
Vayehi bishkon Yisra'el ba'arets hahi vayelej Re'uven
vayishkav et-Bilhah pilegesh aviv vayishma Yisra'el.
35:23 Los hijos de Leá: Rubén, el primogénito de Jacob, y Simón, y
Leví, y Juda, e Isajar, y Zebulón.
Vayihyu veney-Ya'akov shneym-asar. Bney Leah bejor
Ya'akov Re'uven veShim'on veLevi viYehudah veYisajar
uZvulun.
35:24 Los hijos de Raquel: José y Benjamín.
Beney Rajel Yosef uVinyamin.
35:25 Y los hijos de Bilhá, sierva de Raquel: Dan y Naftalí;
Uvney Vilhah shifjat Rajel Dan veNaftali.
35:26 Y los hijos de Zilpá, sierva de Leá: Gad y Asher. Estos son los
hijos de Jacob, que le nacieron en Paddán-Aram.
Uveney Zilpah shifjat Leah Gad ve'Asher eleh beney Ya'akov
asher yulad-lo beFadan Aram.
35:27 Y vino Jacob a (casa de) Isaac, su padre, a Mamré, ciudad de
Arbá (que es Hebrón), donde habían habitado temporalmente
Abraham e Isaac.
Vayavo Ya'akov el-Yitsjak aviv Mamre Kiryat ha'Arba hi
Jevron asher-garsham Avraham veYitsjak.
35:28 Y fueron los días de Isaac ciento ojenta años.
Vayihyu yemey Yitsjak me'at shanah ushmonim shanah.
35:29 Y expiró Isaac y murió, y fue reunido con su pueblo, viejo y harto
de días; y lo
sepultaron sus hijos Esaú y Jacob (6).
Vayigva Yitsjak vayamot vaye'asef el-amav zaken usva yamim
vayikberu oto Esav veYa'akov banav.
Comentario:
1
Según el exegeta Rashí, lo que ocurrió a Diná fue un castigo para Jacob, porque habitó en la
ciudad
de Shejem (ver cap. 33, 18 - 20) y se demoró en el camino para llegar a Bet-El y edificar allí el
altar, según su promesa.
2
Objetos del botín que se llevaron de la gente de Shejem, con los que servían a los ídolos. Jacob
ordenó igualmente no usar las correspondientes vestimentas,como se ve al final del versículo.
3
Esta es una confirmación, por parte de Dios, del cambio de nombre heja por el ángel en el cap.
32, 29. El nombre "Israel" se asocia a la idea de vencer las fuerzas sobrenaturales, según lo
vemos en la luja de Jacob con el ángel (Mijael) (Gén. 32, 29). En efecto, a pesar de que sus
enemigos, a través de la historia, le impidieron actuar libremente, Israel lujó y venció hasta
hoy.
4
Las letras que componen la palabra ISRAEL, en hebreo, forman las iniciales de los nombres de
los
tres patriarcas y de sus cuatro esposas: Y: Yitzjac-Yaacov; S: Sarah; R: Rajel-Rivcah; A (alef)
Abraham; L: Leá.
5
Las tres letras de la palabra Shadday, que significa Dios Todopoderoso y Omnipotente,
constituyen
también las primeras letras de Shomer daltot Yisrael (Guardián de las puertas de Israel),
razón por la
cual esta palabra figura en el dorso del pergamino (mezuzá) que los israelitas ponemos en el
poste
derejo (según se entra) de la puerta.
6
La costumbre exigía que los hijos sepultasen por sí mismos a sus padres. Así lo hicieron Isaac e
Ismael con Abraham, José y sus hermanos acompañaron los restos de Jacob y lo sepultaron en
la
tierra de Canaán (Gen. 50, 13). Actualmente es costumbre en las comunidades israelitas de
Israel,
Siria, Turquía y Egipto, que los hijos no acompañen los restos mortales del padre, por la razón
escrita
en la Cabalá (ver libro Maavar Yaboc). Pero en algunas congregaciones no existe esta
costumbre, y
los hijos asisten al entierro de su padre. Los legos en materia de religión y raciocinio,
denominados
en hebreo irónicamente mitjakemim (metidos a sabios) dicen que sólo en caso de muerte de la
madre, los hijos acompañan el entierro, y no en el caso del padre, pues en cuanto a la madre
no hay
duda de que son sus hijos. Esta razón no deja de ser poco delicada e injusta ya que, de acuerdo
con
el Talmud, todos, inclusive las personas ajenas al muerto, tienen al verlo, la obligación de
acompañar
el cortejo fúnebre, por lo menos cuatro pasos. Con muja más razón deberán hacerlo sus
propios
hijos.
CAPITULO 36
(fonética sefaradí)
Comentario:
Se refiere a la promesa que Dios hizo a Jacob de que reyes saldrían de él (cap. 35, 11).
CAPITULO 37
(fonética sefaradí)
Comentario:
1
En la parasha (sección sabatina) anterior, la Torah reseña brevemente la genealogía de Esaú
y sus
descendientes; mas este relato se interrumpe súbitamente. Esta es una de las características de
la
Torah, que abandona la parte histórica general para dedicarse a lo más importante. Los
relatos de la
Torah se van concentrando cada vez más en la parte espiritual, en aquéllos que habían de
heredar el
espíritu hebreo. La familia de Israel va depurándose paulatinamente. Abraham abandona a
sus
padres en Caldea; lsmael se separa de Isaac y Esaú de Jacob, hasta que con éste comienza la
historia de los Bené Yisrael, de los hijos de Israel. Jacob se estableció al fin en la tierra que fue
habitada por su padre Isaac, en el país prometido a Abraham. Al entrar a la Tierra Santa,
Jacob ya no
era Jacob, símbolo del Galut (exilio), que debe inclinarse ante el más fuerte, sino Israel, que
luja con
los poderosos y los vence.
2
Todo sueño tiene algo de inverosímil. Esto se deduce de que en el segundo sueño de José el sol
simbolizaba a su padre, la luna a su madre, y las once estrellas a sus once hermanos; sin
embargo
sabemos que su madre (Raquel) ya no existía entonces (B. Rabá).
3
El hombre que encontró José estando perdido en el campo, y que le indicó el lugar donde podía
encontrar a sus hermanos, según el Midrash (Tanjumá) no era otro sino el ángel Gabriel. El
lugar
indicado se llamaba Dotán. Esta palabra se escribe en hebreo con tres letras, y cada una de
ellas se
asemeja a un instrumento de trabajo: dálet, a una escuadra; tav a un compás; y nun (final), a
una
regla; tres instrumentos esenciales que son empleados en casi todas las artes y oficios.
También,
conviene a cierta doctrina, el primer instrumento simboliza la Justicia, el segundo la Equidad
y el
tercero la Rectitud. El ángel Gabriel, que indicó el camino de Dotán a José, quiso decirle:
Adopta
como símholo estos tres instrumentos representandolos por estas tres letras; sé trabajador,
equitativo y derejo, y no te perderás jamás, pues siempre encontrarás hermanos.
4
"Guardaos de mostrar preferencia entre vuestros hijos y tratad de amar a todos ellos por
igual",
recomiendan nuestros sabios (B. Rabá). Por causa de una túnica pasim multicolor, bordada,
talar y
de mangas que llegan hasta las manos que Jacob hizo para José, éste fue detestado por sus
hermanos.
5
Porque la sangre de este animal se asemeja a la del hombre.
CAPITULO 38
(fonética sefaradí)
Comentario:
1
El exegeta Rashí atribuye la muerte de Er y Onán, hijos de Judá, al pecado de haber evitado la
procreación premeditadamente (vers. 7). El rabino Ben Azay (principios del siglo 2) predicaba
diciendo: "El hombre casado que trata de no tener hijos es considerado un asesino". El profeta
Isaías
visitó al rey Ezequías y le dijo: "Así dijo el Eterno: Da tus últimas órdenes a los de tu casa,
porque
morirás y no vivirás" (Isaías 38, 1). Ezequías le preguntó: "¿Por qué debo tener este severo
castigo? " Y el profeta le respondió: Porque no te casaste y no cumpliste con el deber de
procrear
hijos" (Berajot 10). Al hombre que tiene por lo menos un hijo y una hija en estado normal, se
considera que ha cumplido con el mandamiento de la procreación citado en Génesis cap. 1, 28.
El
nieto y la nieta son considerados como hijos propios. Por consiguiente, si el hijo fallecido deja
un
nieto y la hija fallecida una nieta o viceversa, se considera igualmente que ha cumplido este
mandamiento (Harambam, Séfer Hamitzvot).
2
Era costumbre antigua que las grandes personalidades llevasen estas tres cosas. Los
cordoncillos
se usaban para suspender el sello.
3
La Torah relata el episodio de Judá con Tamar, su nuera. Esta iba a ser quemada viva y
solamente
Judá podía salvarla, pero a costa de su honor. Nadie sabía el secreto, y si Tamar hablase
nadie la
creería. Pero Judá, al reconocer sus objetos, exclamó: "¡Ella es más justa que yo! " O según
Rashí: "
¡Con ella está la razón! ¡Esto fue hecho por mí! "Tamar, por su parte, prefería dejarse quemar
a
avergonzar públicamente a su suegro; y ésta es la lección que el Talmud nos enseña a través
de dijo
pasaje: "Es mejor que la persona se deje quemar en un horno ardiente antes que avergonzar a
su
semejante en público" (Berajot 43). Igualmente se destaca la sinceridad de carácter de Judá y
Tamar.
CAPITULO 39
(fonética sefaradí)
Comentario:
1
De igual hermosura que su madre (ver cap. 29, 17).
2
La Torah no disimula ningún detalle, bueno o malo, de los personajes bíblicos, y narra los
hejos tal
como sucedieron. El Midrash relata que una noble señora preguntó a Rabí Yosé: ¿Es posible
que José,
en plena juventud, hubiera podido contenerse? El rabino abrió el libro del Génesis y comenzó a
leer a
la dama el acontecimiento de Rubén y Bilá (Génes. 35, 22), y aquél de Judá y Tamar (Génes.
38, 18), diciéndole: Si en el caso de Rubén y Judá, que eran mayores y responsables, la
Escritura Sagrada no ocultó sus actos, en el de José, que era menor de edad y libre de
responsabilidad, no habría razón de ocultarlos (B. Rabá 87 8).
3
Al parecer, Potifar no creyó a su mujer, mas no pudo dejar de castigar a José para
salvaguardar su
honor. De otra manera lo hubiera mandado matar.
CAPITULO 40
(fonética sefaradí)
Comentario:
1
Nuestros rabinos censuran a José por haber puesto la esperanza de su salvación en un hombre
y
no en Dios, haciendo recordar estos versículos: "No depositen sus esperanzas en los grandes ni
en el
hijo del hombre, del cual no viene ayuda". "Feliz es aquél que tiene para su auxilio el Dios de
Jacob,
y su esperanza está en el Eterno" (Salmo 146, 3 - 5). "Bendito es el hombre que confía en el
Eterno" Jerem. 17, 7).
2
La virtud, dondequiera que esté, acaba por triunfar, aunque sea a largo plazo. En la prisión y
más
tarde en el palacio del Faraón, José se convierte en guía y consejero de todos los que estaban a
su
alrededor.
3
El exegeta Rashí dice que la culpa del copero y del panadero consistió en que el Faraón había
encontrado una mosca en el vaso de la bebida que el primero le sirvió, y una astilla en el pan
que el
segundo le dio de comer. Más tarde se comprobó que el copero no pudo evitar que la mosca
cayera
dentro del vaso, y por eso fue perdonado; en cuanto al panadero, fue condenado a muerte por
falta
de atención. El Targum Yonatán, por su parte, dice que tanto el copero como el panadero
pusieron
veneno en la bebida y comida del Faraón para matarlo; pero no explica por qué éste perdonó
más
tarde al copero.
CAPITULO 41
(fonética sefaradí)
41:2 Y he aquí que subían del río (Nilo) siete vacas de hermoso aspecto
y gruesas de carnes, y pastaban en el prado.
41:3 Mas he aquí otras siete vacas que subían del río tras ellas, feas de
aspecto y flacas de carne, y se pusieron junto a las primeras vacas a la
orilla del río.
Vehineh sheva parot ajerot olot ajareyhen min-haYe'or
ra'ot mar'eh vedakot basar vata'amodnah etsel haparot
al-sfat haYe'or.
41:4 Y las vacas feas de aspecto y flacas de carne devoraron a las siete
vacas de hermoso aspecto y gordas; y despertó el Faraón.
41:5 Y se durmió y soñó por segunda vez; y he aquí que siete espigas
crecían en un solo tallo, gruesas y buenas.
41:7 y las siete espigas delgadas se tragaron a las siete espigas gruesas y
llenas. Y despertó el Faraón, y he aquí que era un sueño.
41:12 Y había allí con nosotros un mozo hebreo, siervo (1) del capitán
de los degolladores, a quien se lo contamos; y él nos interpretó
nuestros sueños; interpretó a cada uno conforme a su sueño;
41:18 y he aquí que del río subían siete vacas gruesas de carnes y
hermosas de forma, que pacían en el prado.
41:19 Mas he aquí otras siete vacas que subían después de ellas,
delgadas y muy feas de forma y enjutas de carne; no he visto otras
iguales a ellas en fealdad en toda la tierra de Egipto.
41:20 Y las vacas enjutas y feas se comieron a las siete primeras vacas
gordas.
41:24 y se tragaron las siete espigas delgadas a las siete espigas buenas;
y lo dije a los magos, mas no hay quien me lo declare.
Vativlana hashibolim hadakot et sheva hashibolim
hatovot va'omar el-hajartumim ve'eyn magid li.
41:25 Y dijo José al Faraón: El sueño del Faraón es uno racismo: lo que
Dios va a hacer, lo manifestó al Faraón (2).
41:26 Las siete vacas buenas siete años son, y las siete espigas buenas
siete años son; el sueño es uno mismo.
41:27 Y las siete vacas enjutas y feas que subían después de ellas, siete
años son, y también las siete espigas vacías, abrasadas por el viento de
oriente, serán siete años de hambre.
41:29 He aquí que vienen siete años de gran hartura en toda la tierra de
Egipto;
41:37 Y agradó la cosa a los ojos del Faraón, y a los ojos de todos sus
siervos.
Y dijo el Faraón a José: Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no
hay entendido ni sabio como tú.
41:41 Y dijo el Faraón a José: Mira que te he puesto sobre toda la tierra
de Egipto.
41:46 Y José era de edad de treinta años cuando se presentó delante del
Faraón, rey de Egipto, y recorrió toda la tierra de Egipto.
41:48 Y juntó José todos los víveres de los siete años (buenos) que
hubo en la tierra de Egipto; y puso los víveres en las ciudades; los
alimentos (productos) del campo que está alrededor de cada ciudad, los
depositó dentro de la misma.
41:56 Y hubo hambre sobre toda la faz de la tierra; y abrió José todo
(lugar) donde había alimento y lo vendió a los egipcios; porque
arreciaba el hambre en la tierra de Egipto.
Malditas son las personas malas, dice Rashí; (vers. 12) porque aún cuando practiquen el
bien, lo hacen contra su voluntad y con desprecio. Hablando al Faraón sobre José, se expresó
así el copero: Con nosotros, en la prisión, había un joven (sin experiencia), un hebreo
(extranjero que apenas conoce nuestro idioma), un esclavo (que según nuestras leyes, no
puede gobernar ni llevar vestimenta de noble). Todo esto dijo el copero con un aire de
menosprecio, creyendo que el rey no se decidiría a querer ver a José. Pero cuando la hora de la
salvación viene por parte de Dios, nada puede detenerla. "Y el Faraón envió y llamó a José, y
le hicieron salir precipitadamente del calabozo" (vers. 14). En el caso de nuestros antepasados
de Egipto, éstos también salieron precipitadamente de la esclavitud sin tener tiempo de
terminar de preparar sus panes, e hicieron el pan ázimo, símbolo de la redención precipitada.
José esperó durante dos años su salvación del calabozo, y nosotros soñamos durante dos mil
años con Eretz Yisrael redimida, mas cuando la hora de Dios llegó, nuestro sueño y anhelo
fueron realizados en poco tiempo.
Según el Talmud, el sueño es muchas veces un medio de comunicación de Dios con las
personas, pues está escrito: "Aunque esconda mi rostro a Israel, me comunicaré con él por
medio de los sueños." Jaguigá 5 :). El Talmud (tratado Berajot) consagra muchas páginas a la
interpretación de los sueños: Ver un buey en el sueño tiene cinco interpretaciones diferentes:
Comiendo de su carne, la persona enriquecerá; si el buey la muerde, la persona tendrá
sufrimientos; si la cocea, hará un gran viaje; viéndose montada en el buey, llegará a la
grandeza. En el caso del sueño del Faraón, la clave de la interpretación no estaba en las vacas
y espigas en sí, sino en la gordura y flaqueza de éstas (ver Rashí, vers. 2).
José se casa con Asenat la hija de Poti-Fera, al parecer el mismo Potifar de quien fue
antiguamente esclavo. Esta es la ironía del destino. Egipto era el país de las castas y de las
jerarquías, de los faraones y los esclavos, donde toda mezcla sanguínea con seres de inferior
condición era repudiada, y el gran cortesano de Egipto, Poti-Fera, debe dar su propia hija al
"joven esclavo hebreo" (expresión empleada por el copero real). Por otra parte, la mujer de
Potifar entregará su hija al hombre que quería para sí, y deberá elevar al hombre a quien
envió a una tenebrosa prisión. En síntesis, las ruedas del destino retroceden y todo lo absurdo
acontece. El siervo se convierte en amo, y el amo se prosterna ante el siervo.
CAPITULO 42
(fonética sefaradí)
Este Capítulo de la Torá está dedicado a la Memoria de:
42:1 Y viendo Jacob que había alimento en Egipto, dijo Jacob a sus
hijos: ¿Por qué os miráis el uno al otro? (1)
42:2 Y dijo: He aquí, he oído que hay alimento en Egipto, bajad allá (2)
y comprad para nosotros de allá, para que vivamos y no muramos.
42:5 Y fueron los hijos de Israel a comprar entre los que iban; porque
había hambre en la tierra de Canaán.
42:9 Y se acordó José de los sueños que había soñado acerca de ellos, y
les dijo: ¡Espías sois; para ver la desnudez (el punto vulnerable) de la
tierra habéis venido!
42:10 Y le respondieron : No, señor mío, sino que tus siervos han
venido a comprar alimentos.
42:11 Todos nosotros somos hijos de un solo varón; sinceros somos; tus
siervos nunca fueron espías.
42:12 Mas él les dijo: No, sino para ver la desnudez de la tierra habéis
venido.
42:15 En esto seréis probados: ¡Por vida del Faraón que no saldréis de
aquí sin que venga acá vuestro hermano menor!
42:18 Pero al tercer día les dijo José: Haced esto y viviréis, pues temo a
Dios (4).
42:33 Y nos dijo el hombre, el señor de la tierra: En esto sabré que sois
sinceros: de vuestros hermanos dejaréis uno conmigo, y tomaréis trigo
para el hambre de vuestras casas, y os iréis;
42:35 Y sucedió que al vaciar sus sacos, he aquí que en el saco de cada
uno estaban las bolsas de su dinero, cada cual en su saco, y cuando
ellos y su padre vieron las bolsas de su dinero, tuvieron temor.
Vayehi hem merikim sakeyhem vehineh-ish tsror-kaspo
besako vayir'u et-tserorot kaspeyhem hemah va'avihem
vayira'u.
Comentario:
1
El hambre era grande en la tierra de Canaán, aunque la familia de Jacob, que siempre fue
precavida, tenía reservas de provisiones; pero para evitar la ostentación entre los que vivía,
envió a sus hijos a comprar víveres en Egipto (ver Rashí).
El Midrash (Yalcut 148) cuenta que Jacob recomendó a sus hijos que no entraran todos por
la misma puerta, que se aislasen y dispersasen para no atraer la atención de los egipcios. La
tradición nos enseña con esto que los hijos de Israel deben amar la simplicidad y la modestia,
huir de la exhibición y guardar siempre cierta reserva en sus gestos y actos, evitando la
vanidad de aquéllos que se anuncian al son de tambores y clarines.
3
Al bajar los diez hijos de Jacob a Egipto, la Torah los llama hermanos de José para hacer
notar su arrepentimiento por haberlo vendido. Según Rashí (vers. 3), la decisión de los
hermanos de José era buscarlo por todas partes y rescatarlo a cualquier precio.
José no pensó causar mal a sus hermanos, a pesar de que su procedimiento parecía de
recriminación por lo que le habían hecho, puesto que más adelante vemos a José llorando por
ellos (vers. 24). Su propósito era mostrarles cómo, a pesar de sus actos, el decreto de Dios
revelado por los dos sueños, tenía que cumplirse, pues José sentía en todo esto la fuerza oculta
de la Providencia.
Uno por Benjamín y el otro por José. Esta propuesta no deja de ser insensata, puesto que los
hijos de Rubén eran al mismo tiempo los nietos de Jacob. ¿Cómo podría un abuelo matar a sus
propios nietos?
Jacob no quería enviar a su hijo menor con ellos, pensando que le sucedíera algún accidente.
El Midrash (Yalcut 149) hace notar: Una desgracia puede ocurrir al hombre tanto en casa
como de viaje. ¿Por qué Jacob se obstinaba entonces en no enviar a Benjamín? El Rabí Eliézer
Ben Yaacob responde: Satán (este nombre significa según los casos el ángel perverso, el mal
impulso, el enemigo, la tentación, los vicios y los peligros) siempre actúa en las ocasiones
desfavorables, por lo que el Talmud recomienda: "No te expongas al peligro confiando en el
milagro; evita las malas situaciones".
CAPITULO 43
(fonética sefaradí)
43:6 Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis este mal, de decir al hombre
que teníais todavía otro hermano?
43:11 Y les dijo Israel, su padre: Ya que ha de ser así, haced esto: tomad
de lo mejor del país en vuestras vasijas, y llevad al hombre un presente:
un poco de bálsamo y un poco de miel (de dátiles), cera y mirra,
pistajes y almendras; (2)
Y cuando vio José a Benjamín con ellos, dijo al que dirigía su casa:
Lleva a estos hombres a casa, (4) y degüella animales y prepáralos,
porque estos hombres comerán conmigo al mediodía.
43:24 Y el varón hizo entrar a los hombres en casa de José; y les dio
agua y se lavaron los pies; y dio forraje a sus asnos.
43:29 El entonces alzó sus ojos y vio a Benjamín, hermano suyo, hijo
de su madre, y dijo: ¡Es éste vuestro hermano menor de quien
hablasteis? Y dijo: Dios te conceda gracia, hijo mío.
Comentario:
CAPITULO 44
(fonética sefaradí)
44:5 ¿No es ésta (la copa) en la que bebe mi señor, y por medio de la
cual él suele adivinar? Habéis hecho mal en lo que hicisteis".
44:6 Y él, luego que los alcanzó, les dijo estas mismas palabras.
44:9 Aquel de tus siervos con quien fuere hallada, que muera, y
también nosotros seremos siervos de mi señor.
Y vino Judá con sus hermanos a casa de José, y él estaba todavía allí, y
se postraron delante de él en tierra.
44:15 Y les dijo José: ¿Qué acto es éste que habéis hecho? Por cierto,
sabíais que un hombre como yo puede adivinar.
Vayigash
44:18 Primera Lectura
44:21 Y tú dijiste a tus siervos: Bajádmelo para que ponga mis ojos
sobre él.
44:27 Entonces nos dijo tu siervo, mi padre: Vosotros sabéis que dos
me parió mi mujer.
44:32 Porque tu siervo salió fiador del mozo con mi padre, diciendo: Si
no te lo volviere a traer, entonces pecaré para con mi padre por el resto
de los días.
44:33 Ahora pues, te ruego que tu siervo quede en lugar del mozo, por
siervo de mi señor, y el mozo suba con sus hermanos.
44:34 Porque ¿cómo podré yo subir a (casa de) mi padre, sin estar el
mozo conmigo? No, no sea que yo vea el mal que ha de sobrevenir a mi
padre.
Comentario:
(fonética sefaradí)
45:2 Y levantó su voz en llanto, le oyó todo Egipto, y le oyó la casa del
Faraón.
45:3 Y dijo José a sus hermanos: ¡Yo soy José! ¿Vive mi padre todavía?
Mas sus hermanos no podían responderle, porque estaban turbados
delante de él.
45:9 Daos prisa y subid a (casa de) mi padre; y le diréis: Así dijo tu hijo
José: "Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; desciende a mí, no
te detengas,
45:15 Y besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos; y después de esto
sus hermanos hablaron con él.
45:16 Y la nueva fue oída en casa del Faraón, diciendo: ¡Han venido los
hermanos de José! Y pareció bien al Faraón y a sus siervos (4).
45:21 Y los hijos de Israel lo hicieron así; y José les dio carros por
mandato del Faraón; les dio también provisiones para el camino.
45:22 A cada uno de ellos dio mudas de vestidos, mas a Benjamín le dio
trescientas monedas de plata y cinco mudas de vestidos.
45:27 Y le hablaron todas las palabras de José que les había dicho; y
cuando vio los carros que José había enviado para llevarle, revivió el
espíritu de Jacob, su padre.
Entonces dijo Israel: ¡Basta! ¡José, mi hijo, vive todavía; yo iré y le veré
antes de morir!
Comentario:
El relato del encuentro de José con sus hermanos y el momento en que se hizo reconocer por
ellos, alcanzan aquí un dramatismo elevado y humano, capaz de conmover profundamente.
José no quiso que persona alguna presenciara esta última escena, a fin de permitir la libre
expansión de los sentimientos fraternales, y evitando así que sus hermanos se avergonzaran
en público.
Cuando se anunció en casa del Faraón que los hermanos de José habían venido, se alegraron
el Faraón y la gente de su corte, pues hasta entonces la posición de José era la de un esclavo
que se convirtió en virrey; pero con la llegada de los otros hijos de Jacob se disiparon todas las
dudas sobre su origen, y fue más respetado y considerado.
4
Este es el castigo de quien dice mentiras; aunque diga la verdad no le dan crédito (Midrash).
Los hijos de Jacob engañaron a su padre con la túnica de José manchada de sangre. Esta vez
decían la verdad al afirmar que José estaba vivo, pero Jacob no les creyó hasta que vio los
carros que José le enviaba y percibió con esto la realización de los sueños de José. (Ver Rashí
vers. 27), y Sifté Jajamim, explicando de qué manera los carros constituyeron una señal entre
Jacob y José).
CAPITULO 46
(fonética sefaradí)
46:1 Y partió Israel con todo lo que era suyo, y vino a Beer-Sheva, y
ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
46:7 sus hijos y los hijos de sus hijos con él, sus hijas (Diná y nueras) y
las hijas de sus hijos, y todo su linaje trajo Jacob consigo a Egipto.
46:8 Estos pues son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a
Egipto, Jacob y sus hijos; el primogénito de Jacob, Rubén.
46:15 Estos son los hijos de Leá, los cuales ella parió para Jacob en
Paddán Aram, además de Diná, su hija; todas las almas de sus hijos y
de sus hijas fueron treinta y tres.
46:16 Y los hijos de Gad: Sifyón, y Jagguí, Shuní y Etzbón, Erí y Arodi y
Arelí.
46:18 Estos son los hijos de Zilpá, la cual Laván dio a su hija Leá, y ella
parió éstos a Jacob; diez y seis almas.
46:25 Estos son los hijos de Bilhá, la cual Laván dio a su hija Raquel; y
e la parió éstos a Jacob; todas sus almas, siete.
46:27 Y los hijos de José que le nacieron en Egipto fueron dos almas.
Todas las almas de la casa de Jacob que vinieron a Egipto fueron
setenta (5).
Y Jacob envió a Judá delante de sí hasta José, para que éste le indicara
el lugar destinado para él (6) en Góshen, y ellos vinieron a la tierra de
Góshen.
Comentario:
1
Con la noticia de que José estaba vivo se le reavivó el espíritu a Jacob (cap. XLV, 27), y en
seguida Dios se le apareció en la visión de la noche. Cuando alguien está triste, la inspiración y
la profecía se apartan de él. Es interesante el caso del profeta Eliseo, que estando
malhumorado por causa del rey Yoram (Reyes II cap. III, 14) llamó a un tañedor para que le
alegrara con su música. Y cuando éste comenzó a tocar, vino el espíritu de la profecía sobre
Eliseo.
El rey Salomón puso el nombre de Yajín a la columna derecha del Santuario, y a la columna
izquierda llamó Bóaz (ver Reyes I VII, 21).
Esta era la hija de Diná. La Escritura Sagrada la llamó así porque no quiso nombrar al
padre, que era Shejem, hijo de Jamor, el hombre que había mancillado a Diná.
"Siete veces cae el justo y se vuelve a levantar" (prov. XXIV, 16). Este versículo hace alusión a
Jacob, que tuvo siete angustias y de todas escapó. Ellas son: Esaú, Laván, el ángel contra el
cual luchó, Diná, José, Simón y Benjamín (Baal Haturim cap. XLVI, 2). "Si deseas la vida,
soporta los sufrimientos" (Mid. 'Tehilím 16).
Según el Midrash, Jacob envió a Judá para preparar un lugar destinado al estudio, o sea
una escuela. En todo lugar adonde los judíos emigraban, su primera preocupación era la de
fundar casas de estudio.
El exegeta Sifté Jajamin, intérprete de las palabras del exegeta Rashí, traduce la palabra
abominación como divinidad, y comenta este versículo de la siguiente manera: Los egipcios
manifestaban gran respeto a los pastores, a quienes consideraban como seres divinos. Esta es
la causa por la cual el Faraón les hizo establecerse en la tierra de Góshen, considerada como la
mejor de Egipto (vers. 6). El Faraón hizo que se estableciese allí la familia de Jacob, y nombró
a los más destacados entre sus miembros mayorales de los pastores del ganado real, en señal
de gratitud por los servicios de José.
CAPITULO 47
(fonética sefaradí)
47:8 Y dijo el Faraón a Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu
vida?
47:17 Y trajeron sus ganados a José y José les dio pan por los caballos
(2) y por los hatos de ganado menor, y por los hatos de ganado mayor,
y por los asnos; de manera que los proveyó de pan, por todos sus
ganados, aquel año.
47:19 ¿Por qué hemos de perecer ante tus ojos, así nosotros como
nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por el pan; y
nosotros y nuestra tierra seremos siervos del Faraón. Y danos simiente,
así viviremos y no moriremos, y la tierra no quedará d
47:20 De esta suerte adquirió José todas las tierras de Egipto para el
Faraón, (4) porque vendieron los egipcios cada cual su campo, a causa
de haber prevalecido sobre ellos el hambre; de manera que la tierra
vino a ser del Faraón.
47:24 Y será que de los productos daréis la quinta parte al Faraón, (6) y
las otras cuatro partes serán vuestras, para simiente del campo y para
vuestra manutención y la de los que están en vuestras casas, y para que
coman vuestros niños.
Y ellos dijeron: ¡La vida nos has dado! ¡Hallaremos gracia a los ojos de
mi señor y seremos siervos del Faraón!
47:26 Y lo impuso José como estatuto hasta este día (7) para la tierra
de Egipto: para el Faraón la quinta parte. Solamente las tierras de los
sacerdotes no vinieron a ser del Faraón.
Y Jacob vivió (8) en la tierra de Egipto diecisiete años, y fueron los días
de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
47:30 sino que descanse con mis padres; así que tú me llevaras de
Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos. Y él respondió: Yo haré
conforme a tu dicho.
Comentario:
Jacob respondió así para dar a entender que la mayoría de su vida la pasó en
peregrinaciones. Por otra parte vemos que el rey David se consideró peregrino en este mundo
cuando dijo: "Porque peregrino soy para contigo y advenedizo, como todos mis padres' (Salmo
XXXIX, 13).
Recibió de ellos primero los caballos, que se consideraban como cosa de lujo.
El séptimo año de hambre. Pero, según el Midrash, a pesar de que José predijo siete años de
hambre, ésta duró solamente dos, y atribuye la causa a la llegada de Jacob a Egipto, pues los
justos llevan la bendición de Dios al lugar donde emigran (Rashí).
José, cuya figura nos encanta y atrae, representa en la historia del pueblo de Israel a uno de
los numerosos hombres que supieron poner su genio al servicio del país al cual emigraron.
En todos los tiempos, los representantes de la religión gozaron de privilegios especiales, por
el hecho de dedicarse al bienestar espiritual del pueblo.
En la época de los Macabeos, los judíos pagaban al gobierno asirio la tercera parte de la
cosecha (ver Macab. I, X, 30).
7
Esta ley estaba todavía en vigor en los años en que Moisés estuvo en Egipto.
El Midrash hace un comentario sobre esta palabra. Dice: "los justos, aún en su muerte, son
llamados vivos; los malvados, aún en su vida, son llamados muertos". Esta afirmación se basa
en ciertas particularidades observadas repetidas veces en la Biblia, como en el caso de
Benayahu: "Y Benayahu, hijo de Yehoyadá, era hijo de un hombre vivo", etc. (después de haber
muerto el padre de Benayahu, la Escritura Sagrada lo llama vivo). Aún después, de su muerte,
la acción del justo es positiva; la del malvado, aún en vida, es negativa. Las obras que el
hombre deja en el Universo son eternas e imperecederas, y cada acción por insignificante que
sea, no deja de tener influencias cósmicas. El Universo es un todo que se está constituyendo
instante tras instante, y cada hombre es arquitecto de esta construcción. No hay, por lo tanto,
acción que se pierda o que perezca y los justos, aún en su muerte, poseen la vida.
Jacob, antes de morir, pidió a su hijo José que hiciese con él "merced y verdad". Los rabinos
dedujeron de estas palabras que sólo la merced que se hace con los muertos es la verdadera,
sobre todo si se practica con las personas sin recursos y sin parientes, ya que no existe
posibilidad de recibir de ellos ninguna retribución, puesto que están muertos.
CAPITULO 48
(fonética sefaradí)
48:2 Y fue anunciado a Jacob, diciendo: He aquí que tu hijo José viene
a ti. Se esforzó pues Israel y se sentó sobre la cama.
48:5 Ahora pues, tus dos hijos, Efraín y Manasé, que te nacieron en la
tierra de Egipto antes de que yo viniese a ti en Egipto, son míos; como
Rubén y Simón, míos serán.
48:6 Mas tus hijos que engendrares después de ellos, serán tuyos;
serán llamados con el nombre de sus hermanos en su herencia.
48:8 Y vio Israel a los hijos de José y dijo: ¿Quienes son estos?
48:9 Y respondió José a su padre: Son mis hijos, los que me ha dado
Dios aquí. Y el dijo: Tráemelos, por favor, para que los bendiga.
Y los ojos de Israel estaban oscurecidos por la vejez; ya no podía ver. (1)
José, pues, los hizo llegar a el, y el les beso y les abrazo.
Ve'eyney Yisra'el kavdu mizoken lo yujal lir'ot vayagesh
otam elav vayishak lahem vayejabek lahem.
48:12 Y los saco José de entre las rodillas de Jacob, y se inclino a tierra
delante de su rostro.
48:19 Y rehuso su padre y dijo: Lo se, hijo mío, lo se; (5) este también
vendrá a ser pueblo, y el también será grande; sin embargo su hermano
menor será mas grande que el, y su descendencia vendrá a ser una
multitud de familias.
48:21 Y dijo Israel a José: He aquí que yo me muero; mas Dios estará
con vosotros y os hará volver a la tierra de vuestros padres.
Comentario:
No los podía ver claramente, pero los había visto según el versículo
octavo.
CAPITULO 49
(fonética sefaradí)
49:4 mas como fuiste bullente como las aguas, no tendrás esta
superioridad, por cuanto subiste al lecho de tu padre, y en aquella
ocasión profanaste mi lecho (2).
49:12 Rojizos son sus ojos más que el vino, y la blancura de sus dientes
más que la leche.
49:15 y como viese que era bueno el (lugar de) descanso y que la tierra
era amena, bajó su hombro para cargar (el yugo de la Ley), sirviéndole
(su enemigo) con tributo.
Vayar menujah ki tov ve'et-ha'arets ki na'emah vayet
shijmo lisbol vayehi lemas-oved.
Gad, legiones de tropas saldrán a él mas ellas volverán por los mismos
caminos.
49:25 de parte del Dios de su padre, del cual te venga ayuda. Que el
Todopoderoso te bendiga con las bendiciones de los cielos en lo alto,
con las bendiciones del abismo que yace en lo bajo, con las bendiciones
de pecho y de matriz (de padre y madre).
49:28 Todas éstas son las tribus de Israel, doce, y esto fue lo que les
dijo su padre cuando las bendijo: a cada una la bendijo conforme a su
propia bendición.
49:29 Y les ordenó y les dijo: Yo voy a ser juntado con mi pueblo;
sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón
el hiteo;
49:33 Y acabó Jacob de ordenar a sus hijos, recogió sus pies en la cama
y expiró, y fue agregado a su pueblo (6).
Comentario:
1
El Midrash cuenta que Jacob reunió alrededor de su cama a todos sus hijos, y antes de
bendecirlos les hizo esta última pregunta: "Hijos míos, ¿estáis bien firmes en vuestra creencia
en el único Dios?" Cómo respuesta, sus hijos levantaron las manos al cielo y dijeron: "Shemá
Yisrael (oye, Israel (Jacob): ¡El Eterno es nuestro Dios, el Eterno es Uno! Nuestra fe es la tuya
y nuestra confianza está en el Creador de los cielos y de la tierra". Jacob, reconfortado, dijo
entonces: "Bendito sea para siempre el nombre de su eterno reino". La frase de la Shemá
quedó desde entonces como la profesión de fe del judaísmo, su principio máximo y la
condensación de sus ideales. Estas fueron las últimas palabras pronunciadas por los mártires
israelitas que cayeron en todas las generaciones, al Kidush Hashem (por la santificación del
nombre de Dios de Israel): Shemá Yisrael, Hashem Elohenu, Hashem Ejad.
"Porque en su ira mataron hombres"; hace alusión al pueblo de Shejem (ver cap. XXXIV, 26).
"Y en su voluntad quisieron desjarretar un toro"; se refiere a José.
4
Jacob sólo murió después de que acabó de dar las órdenes a sus hijos. Sólo al terminar su
misión educativa puede reunirse con su pueblo, con la conciencia de la misión cumplida. Jacob
perdurará mientras sus descendientes sigan su camino, y el espíritu de Jacob será redimido
con sus hijos, los hijos de Israel, en la Redención total, la Gueulá Shelemá. Este es el sentido de
la expresión del Talmud (Taanit, V): Yaacov Avinu lo met: "¡Nuestro patriarca Jacob no
murió! " Dijo Rabí Yojanan: Nuestro patriarca Jacob no murió. Y Rav Najman dijo a su vez a
Rav Yitzjak: ¿Acaso falsamente se lamentaron los lamentadores, falsamente lo lloraron y
enterraron? Respondió éste: De las Sagradas Escrituras lo aprendo: "Y tú no temas, mi siervo
Jacob, dice el Eterno, ni te atemorices, Israel, porque he aquí que Yo soy el que te salva de las
lejanías, y a tus hijos de las tierras de su cautiverio" (Jeremías XXX, 10). Las Escrituras
Sagradas equiparan a Jacob con sus hijos: Ma zaró bajayim, af hu bajayim: "Al igual que su
descendencia está en la vida, también él está en la vida".
CAPITULO 50
(fonética sefaradí)
50:1 Y cayó José sobre el rostro de su padre y lloró sobre él, y le besó.
50:3 Y cumplieron con él cuarenta días; porque así solían cumplirse los
días del embalsamamiento; y lo lloraron los egipcios setenta días.
50:4 Y cuando hubieron pasado los días del llanto por él, habló José a
la casa del Faraón diciendo: Si es que he hallado gracia a vuestros ojos,
os ruego que habléis en presencia del Faraón, diciendo:
Vaya'avru yemey vejito vayedaber Yosef el-beyt Par'oh
lemor im-na matsati jen be'eyneyjem daberu-na
be'ozney Far'oh lemor.
50:7 Y subió José para enterrar a su padre; y subieron con él todos los
siervos del Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la
tierra de Egipto;
50:10 Y llegaron a la era de Atad, que esta al otro lado del Jordán; allí
hicieron duelo con grande y muy dolorosa lamentación; e hizo José por
su padre duelo de siete días.
50:19 Y José les dijo: No temáis, pues ¿estoy yo acaso en lugar de Dios?
Y José vio a los hijos de Efraín hasta la tercera generación; también los
hijos de Majir, hijo de Manasé, fueron criados sobre las rodillas de
José.
Comentario:
1
Cuando José volvió del entierro de su padre, cuenta el Midrash que se separó del cortejo y,
junto con sus dos hijos, fue a Dotán, al mismo lugar donde se encontraba el famoso pozo. Y
José dijo: ¡Hijos míos! Hace algunos años, vuestro padre que hoy es rico y considerado, estuvo
dentro de este pozo, desnudo, sin un pedazo de pan para matar el hambre, sin una gota de
agua para matar la sed, y expuesto a reptiles que podían morderle. Pero vuestro padre tuvo fe
en Dios y fue salvado. Recordad, hijos míos, que el Eterno misericordioso alza a los que son
humildes y tienen confianza en El; y rebaja a los orgullosos y a aquéllos que se apartan de los
caminos de la justicia y de la verdad. Es en este mismo lugar donde yo quise decirles estas
palabras, para que no las olviden jamás."Dios es quien quita la vida y la da; hace descender a
la tumba y hace elevarse. El Eterno es quien hace empobrecer y da riquezas; El abate y
también ensalza; levanta del polvo al pobre, del montón de basura al necesitado, para
hacerlos sentar entre los príncipes y para darles como herencia un trono de gloria" (Sam. I, II,
6-8).
José muere en el Galut (fuera de Israel), pero desea ser enterrado en Canaán, la tierra
prometida a los patriarcas. No puede admitir que su cuerpo descanse en un país impuro como
lo era Egipto, y por eso hace jurar a los hijos de Israel que llevarán sus restos a la tierra de sus
padres. A pesar de todas sus vicisitudes e infortunios, nunca se destruyó el lazo que lo unía a
Israel y al destino de sus antepasados. Las últimas palabras de José son pues la expresión de
sus sentimientos hacia su tierra y su pueblo, los dos principios fundamentales de su
existencia.Los restos de José fueron llevados más tarde de Egipto por los israelitas y
sepultados en la ciudad de Shejem, en el campo que compró Jacob de los hijos de Jamor, padre
de Shejem, por cien monedas de plata (Josué XXIV, 32). Esto fue como recompensa de Dios a
José por haber sepultado a su padre en Canaán (Sotah l, 9).Los hijos de Israel estaban
rodeados por los peligros de la asimilación en Egipto. Este país era el núcleo de la ciencia
oculta, de la hechicería y del oscurantismo, a la vez que la máxima potencia cultural y política
del mundo conocido, y en él se debatían las familias de Israel. ¿Debían éstas buscar sendas
artificiales que las acercaran al medio ambiente? ¿Debía Israel buscar la paz nacional con el
magno Egipto? Sin embargo Israel no pactó, no perdió su moral, no cambió su idioma y
preservó su nombre. Siguió siendo Israel, siguió viviendo y proclamando : Shemá Yisrael,
Hashem Elohenu, Hashem Ejad: "Oye Israel, el Eterno es nuestro Dios, el Eterno es
Uno".Termina así la parte más dramática del relato del Génesis, y la Torah pasa a la
narración de otro importante período de la historia de los hijos de Israel: el Exodo.