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Todos sabemos que los océanos representan más del setenta por ciento de la superficie terrestre.
Es más, estos albergan aproximadamente un noventa y siete por ciento de toda el agua existente
en el planeta. El gran volumen de ocupación terrestre de los océanos los convierte en el hogar de
miles de especies vegetales, bacterias, animales y muchísimos otros organismos. También los
convierte en una importante fuente de recursos naturales como son energía, alimento, minerales
y más. Pero, por desgracia, la humanidad, que ha podido encontrar la forma de obtener gran
provecho de todos estos enormes espacios acuáticos, también se ha convertido en su principal
destructor. Esto debido a que los han transformado en los nuevos vertederos de desechos
humanos, lo que se traducen en contaminación marina. Un fenómeno y una problemática tan
grande que de no ser atacada a tiempo podría traer grandes repercusiones para toda la vida como
la conocemos.
Derrames de petróleo.
Vertido de residuos tóxicos.
Vertido ilegal.
Vertido de plásticos.
Vertido de plaguicidas y herbicidas.
Vertido de fertilizantes.
Vertido de hidrocarburos.
Vertido de aguas residuales.
Vertido de redes fantasmas.
Y un largo etcétera.
Con la contaminación marina se han visto bastantes consecuencias negativas para nuestro
ecosistema.
Por ejemplo, hoy por hoy podemos ver las islas de plásticos en el pacífico. Esta fue descubierta
alrededor del año 1997 y su superficie es mayor a la de España. Otras consecuencias de la
contaminación de los océanos son:
Preguntas:
¿Cuál es la función de un biólogo marino?
Los biólogos marinos estudian las plantas, animales y
microorganismos que viven en el mar. Toman y analizan muestras
de la vida marina para investigar especies y evaluar cómo se ven
afectadas por la actividad humana.