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CIÓNELECTRÓNI
CA
Londres, 2013
www.imo.org
ISBN: 978-92-801-3590-9
ISBN: 978-92-801-3590-9
PUBLICACIÓN DE LA OMI
PUBLICACIÓN DE EB636S
Número de venta: LA OMI
Número de venta: IB636S
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
Capítulo 4 Jurisdicción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Parte II Preparativos
Capítulo 5 Medios para cumplir las obligaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
Página
Capítulo 13 Implantación del Anexo V revisado:
reglas para prevenir la contaminación
por las basuras de los buques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Capítulo 14 Implantación del Anexo VI: reglas para prevenir
la contaminación atmosférica ocasionada
por los buques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Capítulo 15 Provisión de instalaciones de recepción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Capítulo 16 Implantación del Protocolo I: informes sobre sucesos
relacionados con sustancias perjudiciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Capítulo 17 Implantación del Protocolo II: arbitraje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Capítulo 18 Obligaciones de los propietarios de buques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Capítulo 19 Prescripciones sobre el equipo: opciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Parte VI Organización
Capítulo 22 Administración marítima básica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
Capítulo 23 Delegación de funciones por la administración marítima . . . . . . . . . . . . . . 153
Capítulo 24 Formación de personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
Capítulo 25 Directrices, códigos y publicaciones de la OMI
de interés con respecto al Convenio MARPOL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
Apéndices
Apéndice 1 Ejemplo de documento de adhesión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
Apéndice 2 Ejemplo de legislación de habilitación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
Apéndice 3 Ejemplo de «orden» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
Apéndice 4 Ejemplo de reglas para prevenir la contaminación por hidrocarburos . . 170
Apéndice 5 Ejemplo de reglas para prevenir la contaminación por sustancias
nocivas líquidas transportadas a granel . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
Apéndice 6 Ejemplo de reglas para prevenir la contaminación por sustancias
perjudiciales transportadas en bultos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Página
Apéndice 7 Ejemplo de reglas para prevenir la contaminación por
las aguas sucias de los buques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174
Apéndice 8 Ejemplo de reglas para prevenir la contaminación por
las basuras de los buques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175
Apéndice 9 Ejemplo de reglas para prevenir la contaminación atmosférica
ocasionada por los buques . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176
Apéndice 10 Ejemplo de reglas para la provisión de instalaciones de recepción . . . . 177
Apéndice 11 Ejemplo de reglas para la notificación de sucesos de contaminación . . 179
Apéndice 12 Directrices relativas a la autorización de las organizaciones que actúen
en nombre de las Administraciones y especificaciones sobre las
funciones de reconocimiento y certificación de las organizaciones
reconocidas que actúen en nombre de las Administraciones . . . . . . . . . 181
Apéndice 13 Extracto de la edición de 2008 del Código IMDG . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
Apéndice 14 Extracto del párrafo 2.9.3 de la edición de 2008 del Código IMDG . . . 184
Apéndice 15 Diagrama de clasificación en el que se indica el proceso que hay
que seguir con respecto a los contaminantes del mar . . . . . . . . . . . . . . . 186
Apéndice 16 Inspección de certificados y documentos pertinentes . . . . . . . . . . . . . . . 187
Apéndice 17 Investigaciones de las infracciones de las disposiciones
relativas a las descargas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
Apéndice 18 Lista pormenorizada de los posibles elementos de prueba
de una infracción de las disposiciones relativas a las descargas
que figuran en el Anexo I del Convenio MARPOL . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Apéndice 19 Orientaciones con respecto a la inspección de los motores diésel
marinos a fin de determinar el cumplimiento de las prescripciones
de la regla 13 del Anexo VI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 200
Figuras
Figura 1 Medidas necesarias para la implantación
y el cumplimiento del Convenio MARPOL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Página
Figura 6 Dispositivo de separación de agua e hidrocarburos
(solamente para buques pequeños). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Figura 7 Los bultos que contengan contaminantes del mar llevarán
esta marca a partir del 1 de enero de 2012 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
Figura 8 Sistemas para la recogida y la separación de desechos oleosos. . . . . . . . . . . . . . . . 109
Cuadros
Cuadro 1 Control de las descargas de hidrocarburos desde
los espacios de máquinas de todos los buques. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Cuadro 2 Referencia para los sistemas de vigilancia y control de las descargas. . . . . . . . . . . . 65
*
En inglés solamente.
1.1 El accidente del Torrey Canyon en 1968 desencadenó un nuevo debate sobre la seguridad de los
buques y la protección del medio marino que se tradujo en la decisión de elaborar un instrumento amplio
sobre la prevención de la contaminación por los buques. El instrumento, que se denominó Convenio interna-
cional para prevenir la contaminación por los buques, se firmó en una conferencia diplomática en 1973. Se
eligió MARPOL 73 como nombre abreviado del Convenio. El Convenio entraría en vigor 12 meses después
de la fecha en que por lo menos 15 Estados cuyas flotas mercantes combinadas constituyeran no menos
del 50 % del arqueo bruto de la marina mercante mundial se hubieran constituido en Partes del mismo.
Tras el accidente del Amoco Cadiz, acaecido a la altura de la costa de Bretaña en 1977, se consideró que
deberían rectificarse algunas deficiencias del MARPOL 73, y la Conferencia internacional sobre seguridad de
los buques tanque y prevención de la contaminación acordó el Protocolo relativo al Convenio MARPOL 73
en febrero de 1978. Cuando se celebró la Conferencia, el Convenio MARPOL 73 no había entrado en vigor, y
por consiguiente, no podía enmendarse. A fin de que continuara siendo un solo convenio, se decidió añadir
el Protocolo al MARPOL 73.
El Convenio, modificado por el Protocolo de 1978, se denominó MARPOL 73/78.
Tras la adopción del Protocolo de 1997 (véase el párrafo 1.2 infra) se decidió no añadir «97» al nombre
MARPOL 73/78 y referirse al Convenio simplemente con el nombre MARPOL, sin indicar ningún año. El
presente manual refleja esta decisión.
1.2 La preocupación sobre la contaminación atmosférica fue consecuencia de una mayor concienciación
general acerca de que el sector marítimo no debería quedar al margen de la creciente tendencia mundial
de controlar las fuentes de contaminación atmosférica. Dicha preocupación se tradujo en la elaboración del
Anexo VI, que abarca varios contaminantes atmosféricos y fue adoptado en una conferencia diplomática
mediante el Protocolo de 1997 relativo al Convenio.
1.3 Las obligaciones acordadas por las Partes en el Convenio MARPOL en los artículos y reglas sobre los
distintos tipos de contaminación generada por los buques figuran en los seis anexos siguientes: contaminación
por hidrocarburos; contaminación por sustancias nocivas líquidas transportadas a granel; contaminación por
sustancias transportadas en bultos; contaminación por aguas sucias; contaminación por basuras; y conta-
minación atmosférica ocasionada por los buques. Estos anexos se explican con mayor detalle en capítulos
posteriores de este manual.
Número de
Anexo del Convenio MARPOL Entrada en vigor Flota (%)
ratificaciones
Anexo I del Convenio MARPOL 2 de octubre de 1983 152 99,20
Anexo II del Convenio MARPOL 6 de abril de 1987 152 99,20
Anexo III del Convenio MARPOL 1 de julio de 1992 138 97,59
Anexo IV del Convenio MARPOL 27 de septiembre de 2003 131 89,65
Anexo V del Convenio MARPOL 31 de diciembre de 1988 144 98,47
Anexo VI del Convenio MARPOL, 19 de mayo de 2005 71 94,29
Protocolo de 1997
1.5 Si bien los países que han ratificado el Convenio están obligados a implantar las prescripciones de
este último, incluidos los Anexos I y II obligatorios y los anexos facultativos que hayan ratificado,
respecto de los buques que enarbolen sus pabellones y todos los demás buques de pabellón que se
encuentren en sus aguas y puertos, sigue habiendo Partes que no pueden hacerlo. La finalidad de este
manual es ayudar a los países y al personal pertinente a planificar la ratificación, la implantación y el
cumplimiento del Convenio MARPOL.
1.6 Es fundamental que un Estado tenga el deseo político de adherirse al Convenio MARPOL o de rati-
ficarlo. Es posible que los Gobiernos deseen constituirse en Partes en el Convenio MARPOL como
consecuencia de lo siguiente:
.1 las preocupaciones ambientales en las aguas de su jurisdicción;
.2 las preocupaciones sobre la calidad del aire debido a sus repercusiones en las poblaciones y
zonas terrestres de su jurisdicción;
.3 los beneficios para los propietarios de sus buques (la aceptación de los buques en todo el
mundo);
.4 los beneficios para sus puertos (los medios para contener la contaminación); o
.5 las preocupaciones sobre el medio ambiente mundial.
1.7 Las recomendaciones para los Gobiernos pueden proceder de la opinión pública, de sus propios
órganos administrativos marítimos o ambientales o de los sectores marítimos respectivos.
1.8 Cabe reconocer que si bien las Partes en el Convenio MARPOL tienen obligaciones, también cuentan
con privilegios. Las Partes aceptan la obligación de no descargar residuos en el mar o de controlar las
descargas de contaminantes en la atmósfera a cambio del privilegio de no ser contaminadas por otras
Partes (si lo son, y la contaminación se produce en sus aguas territoriales o zona económica exclusiva
(ZEE), pueden proceder a enjuiciarlas). Un Estado que no es Parte no acepta la obligación de imponer
restricciones a sus buques, por lo que no puede enjuiciarse a éstos por incumplimiento (salvo si son
detenidos en las aguas territoriales o la ZEE de una Parte, dado que el Convenio contiene la cláusula
de «trato no más favorable»). Sin embargo, tiene que aceptar que el rechazo de dicha obligación
supone que cuando se contamine su propia costa o la calidad de su aire se vea afectada, no contará
con el privilegio contemplado en el Convenio MARPOL de insistir en el enjuiciamiento del buque
en cuestión.
1.9 Las disposiciones y el texto íntegro del Convenio MARPOL y de sus anexos son bastantes complejos
y, sin un estudio amplio, no es fácil apreciar directamente todas sus repercusiones ni evaluar sus
efectos en los intereses o actividades marítimos de la Administración y en los sectores de un país.
1.10 El objetivo del presente manual es, por consiguiente, facilitar información práctica, de forma fácil-
mente comprensible, sobre las repercusiones técnicas, económicas y jurídicas que pueden encon-
trarse los Gobiernos y el sector del transporte marítimo al ratificar e implantar el Convenio MARPOL.
La información facilitada incluye lo siguiente: las obligaciones acordadas al ratificar el Convenio, los
medios para cumplir dichas obligaciones, la administración marítima básica necesaria, las prescrip-
ciones jurídicas, las prescripciones de cada uno de los anexos del Convenio MARPOL, y la posible
delegación de determinadas obligaciones por una Administración en otras organizaciones.
1.11 El objetivo general es alentar a los países a que ratifiquen el Convenio MARPOL y, en particular, a que
implanten y hagan cumplir todas las prescripciones, tras comprender cuáles son sus obligaciones, las
medidas que tienen que tomar y los aspectos que pueden ser preocupantes.
1.12 Las obligaciones en virtud del Convenio y las prescripciones de los protocolos y los anexos no se
reproducen en detalle en este manual. Se ha tratado de presentar estas obligaciones y prescripciones
de una manera directa, basada en las «medidas que deben adoptarse», junto con explicaciones de las
prescripciones generales, incluyendo referencias al Convenio MARPOL y a resoluciones, directrices
y circulares de la OMI, que contienen los textos detallados y fehacientes. Además, si bien el propio
Convenio se ha enmendado en algunas ocasiones, los anexos se enmiendan con frecuencia. A este
respecto, la edición refundida más reciente del Convenio MARPOL (edición de 2011) constituye una
referencia excelente para las prescripciones actuales. En el caso de que un país considere la posibili-
dad de ratificar el Convenio MARPOL o adherirse a él, es fundamental que sus especialistas estudien
y analicen este manual. Asimismo, es necesario que las autoridades marítimas, los propietarios de
buques, los inspectores y los oficiales y tripulaciones de los buques conozcan bien las disposiciones
del Convenio MARPOL. Este manual presenta dichas disposiciones en los capítulos siguientes de
manera práctica, indicando la parte concreta del sector marítimo que debe adoptar medidas y la
disposición sobre la cual debe hacerlo.
1.13 En toda referencia que se haga en este manual al Convenio MARPOL se incluirán el Convenio, sus
protocolos y sus anexos (véase el capítulo 2).
1.14 Los términos utilizados en este manual tienen, en general, el mismo significado que en el Convenio
MARPOL (artículo 2 del Convenio). Las definiciones siguientes son importantes a los efectos de este
manual y reproducen íntegramente la formulación del Convenio (artículo 2). Por consiguiente, salvo
indicación expresa en otro sentido:
.1 Por reglas se entiende las contenidas en los anexos al presente Convenio.
.2 Por sustancia perjudicial se entiende cualquier sustancia cuya introducción en el mar pueda
ocasionar riesgos para la salud humana, dañar la flora, la fauna y los recursos vivos del medio
marino, menoscabar sus alicientes recreativos o entorpecer los usos legítimos de las aguas del
mar y, en particular, toda sustancia sometida a control de conformidad con el presente Convenio.
.3a Por descarga, en relación con las sustancias perjudiciales o con efluentes que contengan tales
sustancias, se entiende cualquier derrame procedente de un buque por cualquier causa, y
comprende todo tipo de escape, evacuación, rebose, fuga, achique, emisión o vaciamiento.
.3b El término descarga no incluye:
.1 ni las operaciones de vertimiento en el sentido que se da a este término en el Convenio
sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras
materias, adoptado en Londres el 13 de noviembre de 1972;
.2 ni el derrame de sustancias perjudiciales directamente resultantes de la exploración, la
explotación y el consiguiente tratamiento, en instalaciones mar adentro, de los recursos
minerales de los fondos marinos;
.3 ni el derrame de sustancias perjudiciales con objeto de efectuar trabajos lícitos de investi-
gación científica acerca de la reducción o control de la contaminación.
.4 Por buque se entiende todo tipo de embarcaciones que operen en el medio marino, incluidos
los aliscafos, así como los aerodeslizadores, los sumergibles, los artefactos flotantes y las plata-
formas fijas o flotantes.
.5 Por Administración se entiende el Gobierno del Estado bajo cuya autoridad esté operando el
buque. Respecto a un buque con derecho a enarbolar el pabellón de un Estado, la Adminis-
tración es el Gobierno de ese Estado. Respecto a las plataformas, fijas o flotantes, dedicadas a
la exploración y la explotación de los fondos marinos y de su subsuelo, en los cuales el Estado
ribereño ejerza derechos soberanos a los efectos de exploración y explotación de sus recursos
naturales, la Administración es el Gobierno del Estado ribereño interesado.
.6 Por suceso se entiende todo hecho que ocasione o pueda ocasionar la descarga en el mar de
una sustancia perjudicial o de efluentes que contengan tal sustancia.
En los siguientes capítulos de este manual se aclararán estas definiciones o se dará fe de su pertinencia.
El Convenio MARPOL es un instrumento jurídico compuesto por diversos documentos que deben consi-
derarse como uno solo. Dichos documentos se describen brevemente infra tal como se mencionan en el
presente manual, y reflejan la situación existente en julio de 2012 (el texto íntegro figura en el Convenio
MARPOL, edición refundida de 2011.
2.1 Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques, 1973
Artículo 1 – Obligaciones generales en virtud del Convenio
Artículo 2 – Definiciones
Artículo 4 – Transgresiones
Artículo 11 – Comunicación de información (el artículo 11 1) b) fue modificado por el artículo III
del Protocolo de 1978)
Artículo 16 – Enmiendas
Artículo 18 – Denuncia
Artículo 20 – Idiomas
La resolución A.851(20): «Principios generales a que deben ajustarse los sistemas y prescripciones de
notificación para buques, incluidas las Directrices para notificar sucesos en que intervengan mercancías
peligrosas, sustancias perjudiciales o contaminantes del mar», enmendada por la resolución MEPC.138(53).
(El artículo V 2) del Protocolo I exige que se sigan estas directrices).
Los documentos siguientes son parte integrante de este anexo o deberían considerarse como tal a efectos
prácticos.
.1 Apéndices del Anexo I
Apéndice I – Lista de hidrocarburos
Apéndice II – Modelo de Certificado IOPP y Suplementos
Apéndice III – Modelo de Libro registro de hidrocarburos
.2 Interpretación unificada de las disposiciones del Anexo I
2.6 Anexo II: Reglas para prevenir la contaminación por sustancias nocivas
líquidas transportadas a granel
Este anexo contiene 18 reglas; algunas de ellas se enmendaron antes de que el Convenio entrara en vigor, y
posteriormente se introdujeron otras enmiendas. El texto íntegro revisado del Anexo II entró en vigor el 1 de
enero de 2007. Los documentos siguientes son parte integrante de este anexo o deberían considerarse como
tal a efectos prácticos.
.1 Apéndices del Anexo II
Apéndice I – Directrices para la clasificación de sustancias nocivas líquidas en categorías
Apéndice II – Modelo de Libro registro de carga para buques que transporten sustancias
nocivas líquidas a granel
Apéndice III – Modelo de Certificado internacional de prevención de la contaminación para
el transporte de sustancias nocivas líquidas a granel
Apéndice IV – Formato normalizado del Manual de procedimientos y medios
Apéndice V – Cuantificación de los residuos que queden en los tanques de carga, bombas y
tuberías correspondientes
Apéndice VI – Procedimientos de prelavado
Apéndice VII – Procedimientos de ventilación
.2 Directrices revisadas para la clasificación provisional de sustancias líquidas transportadas a
granel
.3 Clasificación provisional de las sustancias líquidas; esta circular se publica el 17 de diciembre
con carácter anual. La signatura de esta circular sigue el patrón «MEPC.2/Circ»
2.7 Anexo III: Reglas para prevenir la contaminación por sustancias perjudiciales
transportadas por mar en bultos
Este anexo contiene ocho reglas. El anexo que se adoptó con el Convenio contenía ocho reglas, pero fue
sustituido por una versión revisada que se adoptó en octubre de 1992. El texto íntegro revisado del Anexo III
entró en vigor el 1 de enero de 2010. El apéndice, Criterios para determinar si las sustancias que se transportan
en bultos son perjudiciales, es parte integrante del anexo revisado, que se implanta mediante el Código
marítimo internacional de mercancías peligrosas. El Anexo III enmendado se adoptó mediante la resolución
MEPC.193(61) con el 1 de enero de 2014 como fecha de entrada en vigor.
2.8 Anexo IV: Reglas para prevenir la contaminación por las aguas sucias
de los buques
En el momento en que se actualizó el presente manual (segunda mitad de 2012), este anexo contenía 13
reglas. Si bien el MEPC adoptó el Anexo IV revisado en 2000, dado que dicho anexo no había entrado aún en
vigor, la adopción se produjo mediante el acuerdo de los Estados Miembros. Por último, el MEPC 51 adoptó
un texto en sustitución del Anexo IV que entró en vigor el 1 de agosto de 2005. En aquel momento, el anexo
contenía 12 reglas. La regla 13 (Supervisión de las prescripciones operacionales por el Estado rector del
puerto) fue añadida posteriormente por el MEPC 54 y entró en vigor el 1 de agosto de 2007. Otra enmienda,
relacionada con la inclusión del principio de «zona especial», se adoptó el 15 de julio de 2011 mediante la
resolución MEPC.200(62) con el 1 de enero de 2013 como fecha de entrada en vigor. Mediante la misma
resolución, MEPC.200(62), se añadió al Anexo IV la regla 12bis correspondiente sobre instalaciones de recep-
ción para los buques de pasaje en las zonas especiales. El apéndice, Modelo de Certificado internacional de
prevención de la contaminación por aguas sucias, es parte integrante de este anexo.
2.9 Anexo V: Reglas para prevenir la contaminación por las basuras de los buques
Este anexo contenía originalmente nueve reglas e incluía varias enmiendas que entraron en vigor a lo largo de
su existencia. Sin embargo, un Anexo V totalmente revisado, que se basaba en el principio de la prohibición
total de la descarga de basuras, fue adoptado mediante la resolución MEPC.201(62) en 2011 con el 1 de enero
de 2013 como fecha de entrada en vigor. El Anexo V revisado contiene diez reglas y un apéndice.
Como consecuencia de la revisión del Anexo V, las Directrices para la implantación del Anexo V del Convenio
MARPOL también se revisaron, y se adoptaron mediante la resolución MEPC.219(63) en 2012. Es importante
tomar nota de que, aparte de las correspondientes enmiendas, las Directrices contienen un capítulo nuevo
sobre la gestión de residuos de cargas sólidas a granel.
Salvo indicación expresa en otro sentido, todas las referencias en este manual corresponden al Anexo V
revisado.
2.10 Protocolo de 1997, Anexo VI: Reglas para prevenir la contaminación atmosférica
ocasionada por los buques
El Protocolo de 1997, mediante el cual se añadió el Anexo VI al Convenio, entró en vigor el 19 de mayo de
2005. Se reconoció que, si bien esta adición al Convenio era significativa, sólo constituía un primer paso. Por
consiguiente, en 2005, se inició la labor para consolidar los límites de emisión y abordar otras cuestiones que
se habían identificado. Esta labor se tradujo en la elaboración del Anexo revisado, que se adoptó en 2008
mediante la resolución MEPC.176(58) y entró en vigor el 1 de julio de 2010. Salvo indicación expresa en
otro sentido, todas las referencias en este manual corresponden al Anexo VI revisado. El Anexo VI revisado
contiene 18 reglas.
Las enmiendas adoptadas mediante la resolución MEPC.203(62) en julio de 2011 añadieron un capítulo 4
nuevo al Anexo VI del Convenio MARPOL, que incluía cinco reglas sobre la eficiencia energética de los
buques con el 1 de enero de 2013 como fecha de entrada en vigor. El Anexo VI enmendado contiene 23
reglas y ocho apéndices.
Los documentos siguientes son parte integrante de este anexo o deberían considerarse como tal a efectos
prácticos:
.1 Apéndices del Anexo VI
Apéndice I –
Modelo de Certificado internacional de prevención de la contaminación
atmosférica (IAPP)
Apéndice II – Ciclos de ensayo y factores de ponderación (en relación con la certificación de
los motores diésel marinos respecto de las emisiones de óxidos de nitrógeno
(NOx))
Apéndice III – Criterios y procedimientos para la designación de zonas de control de las
emisiones
Apéndice IV – Homologación y límites de servicio de los incineradores de a bordo
Apéndice V – Información que debe incluirse en la nota de entrega de combustible
Apéndice VI – Procedimiento de verificación del combustible a partir de las muestras de
fueloil estipuladas en el Anexo VI del MARPOL
Apéndice VII – Zona de control de las emisiones de Norteamérica (regla 13.6 y regla 14.3)
Apéndice VIII – Modelo de Certificado internacional de eficiencia energética (IEE)
.2 Directrices del Código técnico sobre los NOx 2008 (resolución MEPC.177(58)). En el texto
del Anexo VI revisado y del Código técnico sobre los NOx 2008 se hace referencia a varias
directrices.
Muchos artículos del Convenio MARPOL establecen prescripciones firmes. Estas prescripciones constituyen
la base para las reglas de los anexos y pueden requerir medidas específicas por las Partes. En los párrafos
siguientes se hace referencia detallada a los artículos que requieren medidas y se indica la medida correspon-
diente. Otros artículos se mencionan únicamente para facilitar una visión general.
3.2 Definiciones
(artículo 2 del Convenio)
Las definiciones importantes del artículo 2 del Convenio se indican en el párrafo 1.14 de este manual. Si
bien las definiciones son en su mayoría sencillas, cabe señalar dos de ellas para aclarar lo que el Convenio
MARPOL contempla.
En lo que respecta a la definición de sustancia perjudicial, cabe señalar que esta definición incluye, entre
otras, las sustancias identificadas y sometidas a control de conformidad con el Convenio MARPOL, así como
las identificadas en cada anexo o las identificadas provisionalmente mediante la circular pertinente de la OMI.
También incluye, sin embargo, otras sustancias que se ajustan a la definición de sustancia perjudicial. En las
reglas se indican medios para tratar las sustancias nuevas u otras sustancias cuyo método de transporte por
mar ha cambiado.
En lo que respecta a la definición de descarga, cabe señalar que las sustancias que se transportan por mar y se
vierten deliberadamente según lo dispuesto en el Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar
por vertimiento de desechos y otras materias, 1972 (Convenio de Londres) o el Protocolo de 1996 relativo al
Convenio de Londres de 1972 (Protocolo de Londres) no entran dentro del ámbito de aplicación del Convenio
MARPOL.
El Convenio MARPOL exige que las Partes prohíban las transgresiones e impongan sanciones de conformidad
con su legislación, así como que emprendan procedimientos contra los infractores. Se exige a las Partes lo
siguiente:
.1 aplicar estas medidas a los buques que enarbolen su pabellón, dondequiera que se encuentren;
.2 incoar un procedimiento contra los buques que enarbolan su pabellón si otra Parte facilita
información y pruebas suficientes de una transgresión, e informar a esa Parte y a la OMI de las
medidas adoptadas;
.3 incoar un procedimiento contra otros buques que cometan una transgresión en su jurisdicción
o informar a la Administración del Estado de abanderamiento y facilitar información y pruebas
de la transgresión; y
.4 imponer sanciones lo suficientemente severas para disuadir de toda transgresión.
Las legislaciones nacionales que implanten el Convenio MARPOL deberían reflejar estas prescripciones, y es
necesario que la administración marítima cumpla con estas obligaciones.
Todo certificado expedido bajo la autoridad de una Parte en el Convenio MARPOL debería ser aceptado por
otras Partes. Todo buque obligado a poseer un certificado en virtud del Convenio MARPOL estará sujeto a la
inspección de funcionarios de un Estado rector del puerto que sea Parte en el Convenio mientras se halle en
puertos o terminales mar adentro bajo su jurisdicción.
Esta inspección debería limitarse a comprobar que hay a bordo un certificado válido. Si el Estado rector del
puerto tiene dudas (motivos claros) acerca de que la condición del buque o de sus equipos no se ajusta a lo
que se indica en el certificado, o si el buque no lleva un certificado válido, debería impedirse que el buque
se haga a la mar hasta que el Estado rector del puerto no tenga la seguridad de que el buque no presenta
ninguna amenaza de dañar el medio marino. Si se adoptan medidas contra un buque, debería informarse a la
Administración de su Estado de abanderamiento. Se exige que las Partes en el Convenio MARPOL apliquen
sus prescripciones a los buques de Estados que no son Parte para garantizar que no se da un trato más
favorable a tales buques.
Las Partes en el Convenio MARPOL acuerdan cooperar en la vigilancia del cumplimiento del Convenio y la
detección de transgresiones. Cuando así se le solicite o se juzgue necesario, un Estado ribereño o un Estado
rector del puerto inspeccionará un buque para reunir pruebas que permitan verificar si el buque ha efectuado
una descarga prohibida y, en caso de demostrarse lo anterior, adoptará las medidas oportunas. Un Estado
rector del puerto, en respuesta a una solicitud de otra Parte, inspeccionará un buque a fin de reunir pruebas
o de verificar si ha cometido una transgresión en otras aguas.
Los Estados de abanderamiento y los Estados ribereños o rectores de puertos deberían evitar las demoras
innecesarias a un buque teniendo en cuenta las medidas adoptadas de conformidad con los artículos 4, 5 o 6.
Cuando se produzcan demoras innecesarias, el propietario o el capitán tendrán derecho a ser indemnizados
por todo daño o perjuicio que hayan sufrido.
Es necesario que una administración marítima competente y eficaz cumpla con esta obligación.
El Convenio MARPOL sustituye al Convenio internacional para prevenir la contaminación de las aguas del mar
por hidrocarburos, 1954 (OILPOL 54). Por consiguiente, puede ser necesario que las Partes en el Convenio
MARPOL denuncien el OILPOL 54 para evitar un conflicto de implantación y modifiquen la legislación
nacional pertinente que pueda estar en vigor (véase el capítulo 6). El artículo 9 3) exige que las Partes en
el Convenio MARPOL interpreten el término jurisdicción a la luz del derecho internacional vigente en el
momento en que se apliquen las disposiciones del Convenio MARPOL (véase el capítulo 4).
Las Partes en el Convenio MARPOL aceptan el arbitraje de conformidad con el Protocolo II, si es necesa-
rio, en el caso de una controversia sobre la interpretación o la aplicación del presente Convenio (véase el
capítulo 17).
Las Partes en el Convenio MARPOL se comprometen a facilitar a la OMI los documentos siguientes (para la
distribución de la información a todas las Partes):
.1 el texto de las leyes, ordenanzas, decretos, reglamentos y otros instrumentos que se hayan
publicado acerca de las materias incluidas en el ámbito de aplicación del Convenio MARPOL;
.2 una lista de los inspectores nombrados o de las organizaciones reconocidas que estén autoriza-
dos a actuar en su nombre en cuanto a la gestión de las cuestiones relacionadas con el proyecto,
la construcción, el equipo y la explotación de buques destinados a transportar sustancias perju-
diciales, de conformidad con lo dispuesto en las reglas, a fines de distribución de dicha lista
entre las Partes para conocimiento de sus funcionarios. La Administración notificará a la OMI
cuáles son las atribuciones concretas que haya asignado a los inspectores nombrados o a las
organizaciones reconocidas, y las condiciones en que les haya sido delegada autoridad (esta
información fue enmendada por el artículo III del Protocolo de 1978);
.3 muestras, en número suficiente, de los certificados expedidos en virtud de lo dispuesto en las
reglas;
.4 una lista de las instalaciones de recepción, incluidos su emplazamiento, capacidad, equipo
disponible y demás características;
Este compromiso requiere una administración marítima capaz de elaborar los documentos necesarios.
Las Partes en el Convenio MARPOL se comprometen a investigar todo siniestro sobrevenido a cualquiera
de sus buques que esté sujeto a lo dispuesto en las reglas, si tal siniestro ha causado efectos perjudiciales
importantes en el medio marino. Las Partes se comprometen también a facilitar a la OMI los resultados
de tales investigaciones si dicha información puede contribuir a determinar qué modificaciones convendrá
realizar en el Convenio MARPOL. A este respecto, se hace referencia a la base de datos del GISIS que se
indica en el párrafo 3.11.7 supra.
Este compromiso requiere la existencia de una administración marítima capaz de realizar investigaciones de
siniestros y facilitar los informes oportunos.
Si bien los artículos permiten que los Estados se constituyan en Parte mediante la «firma», este recurso estaba
destinado a que los Gobiernos de los Estados pudieran declarar su intención de trabajar de buena fe para
ratificar el Convenio MARPOL. Dado que el Convenio está en vigor, ya no está abierto a la firma. La única
manera de constituirse en Parte en la actualidad es mediante adhesión. La adhesión requiere medidas por
parte del Gobierno de un Estado, lo cual se explica más a fondo en el capítulo 6.
Todo Estado, al tiempo de firmar, ratificar, aceptar, aprobar el Convenio MARPOL o adherirse al mismo,
podrá declarar que no acepta alguno o ninguno de los Anexos III, IV, V y VI (anexos facultativos), aunque
podrá aceptarlos posteriormente. En el caso del Anexo VI, la aceptación se materializa mediante la adhesión
al Protocolo de 1997.
Todo Estado que no haya aceptado un anexo facultativo no asumirá ninguna obligación en lo referente a
asuntos relacionados con dicho anexo. De otro modo, las Partes en el Convenio MARPOL quedarán obligadas
por cualquiera de los anexos en su totalidad.
Estos artículos facilitan las condiciones y el calendario de la entrada en vigor del Convenio MARPOL, sus
anexos facultativos y sus enmiendas.
3.16 Enmiendas
(artículo 16 del Convenio y artículo VI del Protocolo de 1978)
Este artículo dispone los procedimientos de enmienda al Convenio MARPOL. Cabe señalar que sólo las Partes
en el Convenio MARPOL pueden proponer y votar enmiendas y adoptar decisiones sobre ellas. El mismo
procedimiento se aplica a las enmiendas a los denominados anexos facultativos.
Las Partes en el Convenio MARPOL se comprometen a facilitar apoyo, en consulta con la OMI y otros
órganos internacionales, a aquellas Partes que soliciten asistencia técnica sobre cuestiones relacionadas con
el Convenio, tales como la formación de personal científico y técnico, el suministro de equipo de vigilancia
y control, así como de instalaciones de recepción, la adopción de medidas de prevención y control, y el
fomento de la investigación. Es importante señalar que sólo una Parte en el Convenio puede presentar una
solicitud de cooperación técnica (véase el capítulo 24).
3.18 Denuncia
(artículo 18 del Convenio y artículo VII del Protocolo de 1978)
Las Partes en el Convenio MARPOL podrán dar por finalizadas sus obligaciones notificándoselo al Secretario
General de la OMI.
El Convenio de 1973 y el Protocolo de 1978 se depositan ante el Secretario General de la OMI, que informará
a todas las Partes existentes acerca de las partes nuevas o denuncias (véase el capítulo 6).
3.20 Idiomas
(artículo 20 del Convenio y artículo IX del Protocolo de 1978)
Los textos auténticos están redactados en los idiomas español, francés, inglés y ruso, con traducciones oficia-
les en los idiomas alemán, árabe, italiano y japonés. En el caso del Protocolo de 1997, los textos auténticos
están redactados en los idiomas árabe, chino, español, francés, inglés y ruso.
Las zonas especiales establecidas en virtud del Convenio son las siguientes:
–– Anexo I: la zona del mar Mediterráneo, la zona del mar Negro, la zona del mar Báltico, la
zona del mar Rojo, la zona de los Golfos, la zona del golfo de Adén, la zona del Antártico, las
aguas noroccidentales de Europa, la zona de Omán del mar Arábigo y las aguas meridionales
de Sudáfrica.
–– Anexo II: la zona del Antártico.
–– Anexo IV: la zona del mar Báltico.
–– Anexo V: la zona del mar Mediterráneo, la zona del mar Negro, la zona del mar Báltico, la zona
del mar Rojo, la zona de los Golfos, la zona del mar del Norte, la zona del Antártico y la región
del Gran Caribe.
En el momento de la elaboración de este manual, las ECA establecidas son las siguientes:
Para el control de los NOx (nivel III: aplicable generalmente a los buques construidos el 1 de enero de 2016
o posteriormente que operen en una ECA designada):
.1 zona de Norteamérica: esta zona abarca hasta 200 millas desde las costas de buena parte de
los Estados Unidos (incluido Hawai) y el Canadá, junto con las aguas territoriales de San Pedro
y Miquelón;
.2 zona del mar Caribe de los Estados Unidos.
A lo largo del tiempo podrán establecerse otras zonas de control de las emisiones para los NOx (NECA) o para
los SOx (SECA) o para los NOx y SOx (ECA), por lo que debería consultarse la documentación pertinente de
la OMI para conocer la situación actual y la extensión de dichas zonas.
4.1 Resumen
El artículo 9 3) del Convenio MARPOL exige que la jurisdicción se interprete a la luz del derecho interna-
cional vigente cuando haya de aplicarse o interpretarse el Convenio. Dicho derecho internacional, que se
recoge en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, 1982 (CONVEMAR), describe las
circunstancias, garantías y zonas geográficas de la jurisdicción de los Estados ribereños, de abanderamiento y
rectores de puertos, entre otras cosas. De ahí que, para muchas Partes en el Convenio MARPOL, el derecho
internacional afecte a la manera en que se hará cumplir el Convenio. Para facilitar la consulta, en el resumen
que figura infra se indican las referencias cruzadas de las disposiciones del Convenio MARPOL que son
complementarias a las de la CONVEMAR o que deben interpretarse a la luz de estas últimas.
Al tratar la jurisdicción es fundamental distinguir entre la competencia de un Estado a fin de prescribir legis-
lación para buques individuales (jurisdicción legislativa) y su competencia para hacer cumplir legislación así
prescrita (jurisdicción en materia de cumplimiento). En segundo lugar, la jurisdicción legislativa o en materia
de cumplimiento con la que cuente un Estado respecto de un buque concreto varía en función de si se trata
de un Estado de abanderamiento, un Estado ribereño o un Estado rector del puerto.
La responsabilidad principal en cuanto a la implantación de las normas y las reglas internacionales relaciona-
das con los buques se asume de conformidad con la jurisdicción del Estado de abanderamiento. Entre estas
normas internacionales se encuentra el Convenio MARPOL. El artículo 1 1) del Convenio exige que las Partes
cumplan las disposiciones del Convenio y de los anexos por los que estén obligadas. Al adoptar estas medidas,
los Estados de abanderamiento deben ajustarse a reglas, procedimientos y prácticas aceptados generalmente
a escala internacional. En el caso del Convenio MARPOL, estas reglas, procedimientos y prácticas figuran en
los artículos, protocolos, anexos, interpretaciones unificadas de los anexos y circulares y publicaciones de la
OMI relacionadas con el Convenio.
El Estado de abanderamiento tiene dos responsabilidades principales en cuanto a garantizar que sus buques
cumplan las normas técnicas establecidas por el Convenio MARPOL. En primer lugar, debe llevar a cabo
reconocimientos e inspecciones de los buques a intervalos periódicos. En segundo lugar, debe expedir los
certificados pertinentes que indiquen que, en función de su tamaño y tipo, sus buques cumplen los anexos
de los que el Estado es Parte.
Las Administraciones tienen la obligación de realizar reconocimientos de determinados buques para deter-
minar la existencia de equipo y procedimientos concretos exigidos por el Convenio MARPOL, aprobar el
equipo y los procedimientos y garantizar que las condiciones del buque que se indican en cualquier certi-
ficado que se le haya expedido se ajustan a las condiciones reales de dicho buque. La prescripción sobre
reconocimientos de conformidad con el control del Estado de abanderamiento es la más detallada. Se exigen
reconocimientos de conformidad con los Anexos I, II, IV y VI del Convenio. Los buques y el equipo están
sujetos a reconocimientos obligatorios iniciales, anuales, intermedios, de renovación y periódicos (véanse la
regla 6 del Anexo I, la regla 8 del Anexo II, la regla 4 del Anexo IV y la regla 5 del Anexo VI del Convenio
MARPOL). También se autorizan las inspecciones no programadas del cumplimiento del Anexo I, como
también lo están los reconocimientos después de que se produzca un accidente o se descubra un defecto
que pueda afectar al cumplimiento de los Anexos I, II, IV o VI. Cabe señalar que el Anexo IV no exige que se
realicen reconocimientos anuales ni intermedios.
Tras un reconocimiento, las Administraciones tienen la obligación de garantizar que a los buques que operan
bajo su autoridad se les expidan certificados que demuestren el cumplimiento de distintos anexos del Conve-
nio MARPOL y que los buques lleven dichos certificados (véanse las reglas 7 a 10 del Anexo I, las reglas 9
y 10 del Anexo II, las reglas 5 a 8 del Anexo IV, y las reglas 6 a 9 del Anexo VI). Cuando la autoridad de un
Estado de abanderamiento detecte el incumplimiento de los Anexos I, II, IV o VI, no expedirá los certificados
pertinentes o retirará los expedidos previamente hasta que se cumplan los términos del certificado (y, por
consiguiente, los términos sustantivos del Convenio). Véanse la regla 6.3.4 del Anexo I, la regla 8.2.6 del
Anexo II, la regla 4.6 del Anexo IV y la regla 5.3.3 del Anexo VI del Convenio MARPOL. Además, los Estados
de abanderamiento deben prohibir la navegación de los buques que no cumplen las disposiciones hasta
que dichos buques puedan hacerse a la mar de conformidad con el Convenio MARPOL o puedan dirigirse
al astillero de reparaciones más próximo sin que ello suponga un riesgo inaceptable de daños para el medio
marino (véanse el artículo 5 2), la regla 6.4.1 del Anexo I, la regla 8.3.1 del Anexo II, la regla 4.7 del Anexo IV
y la regla 5.3.4 del Anexo VI del Convenio MARPOL). Los certificados facilitan a primera vista pruebas de que
el buque cumple las prescripciones del Convenio MARPOL: todo certificado «será aceptado por las demás
Partes y considerado tan válido, a todos los efectos previstos en el presente Convenio, como los certificados
expedidos por ellas mismas». Véase el artículo 5 1) del Convenio MARPOL.
El Convenio MARPOL obliga a las Administraciones a prohibir las transgresiones del Convenio. Además, las
Administraciones tienen la obligación de investigar los informes de transgresiones y, si se dispone de pruebas
suficientes, de establecer un procedimiento de conformidad con su legislación (véanse los artículos 4 1) y
6 4) del Convenio MARPOL). Si la presunta transgresión se produce en la jurisdicción de otro Estado ribereño
o Estado rector del puerto, el Estado de abanderamiento recibirá las pruebas de la Parte afectada y podrá
solicitar otras pruebas o pruebas mejores para que puedan iniciarse los procedimientos.
El artículo 4 1) del Convenio MARPOL exige también que las Administraciones establezcan las sanciones
oportunas para las transgresiones.
En algunos casos, las denuncias de transgresión son presentadas por un Estado que no es el Estado de abande-
ramiento. Tras recibir estos informes, el Estado de abanderamiento debe dar parte al Estado notificante y a la
OMI de las medidas que ha adoptado en respuesta a la denuncia. Véase el artículo 4 3) del Convenio MARPOL.
El artículo 4 2) del Convenio MARPOL exige que las Partes prohíban las transgresiones del Convenio y prevean
las sanciones por transgresión dentro de su jurisdicción, incluidos los puertos. Sin embargo, si las condiciones
para la entrada en el puerto tienen que ver con prescripciones de prevención, reducción y contención de la
contaminación, el Estado rector del puerto debe informar debidamente de dichas prescripciones a la OMI.
De conformidad con el artículo 5 del Convenio MARPOL, los buques obligados a llevar certificados expedi-
dos con arreglo a los anexos del Convenio MARPOL deben tener dichos certificados listos para su inspección
por funcionarios encargados de la supervisión por el Estado rector del puerto. La inspección del certificado se
limita en principio a verificar la existencia de un certificado válido a bordo del buque. Sin embargo, si existen
motivos claros para pensar que la condición del buque o de su equipo no se ajusta fundamentalmente a lo
que se indica en el certificado, podrá realizarse una inspección más detallada.
Cuando se concluya que existe incumplimiento, los Estados rectores de puertos no permitirán que esos
buques se hagan a la mar salvo que no presenten una amenaza irrazonable de dañar el medio marino. Por
consiguiente, la sanción más eficaz del Estado rector del puerto suele consistir en detener el buque en el
puerto hasta que se repare de conformidad con una norma adecuada o se dirija a un astillero de reparaciones.
Se informará inmediatamente al Estado de abanderamiento de las medidas adoptadas. Además, el Estado
de abanderamiento podrá ser informado acerca del buque para la adopción de las medidas oportunas, o el
Estado rector del puerto podrá iniciar un procedimiento de conformidad con su propia legislación por toda
transgresión derivada del incumplimiento del Convenio (véase el artículo 4 2) del Convenio MARPOL). No
obstante, el Estado rector del puerto no debe causar demoras innecesarias a los buques (véase el artículo 7
del Convenio MARPOL).
4.4.2.2 Inspección para detectar las transgresiones de las normas sobre descargas
De conformidad con el artículo 6 del Convenio MARPOL, todo buque en cualquier puerto puede ser objeto
de inspección para verificar si ha efectuado alguna descarga de sustancias perjudiciales transgrediendo las
reglas del Convenio. Cuando se indique que se ha cometido una transgresión por descarga, debe elaborarse
un informe para los Estados de abanderamiento y, a continuación, éstos deben incoar un procedimiento si
disponen, a su juicio, de pruebas suficientes. Sin embargo, la prescripción de que los Estados de abande-
ramiento incoen un procedimiento no reemplaza el derecho de los Estados rectores de puertos de incoar
sus propios procedimientos por transgresiones que se produzcan en el mar territorial o las aguas interiores
del Estado rector del puerto o que causen daños graves a este último. Véase el artículo 4 2) del Convenio
MARPOL.
Si un Estado rector del puerto recibe una solicitud de una Parte, podrá inspeccionar el buque para investigar
si éste ha efectuado una descarga de sustancias perjudiciales, o de efluentes que contengan tales sustancias,
en una cantidad superior a la permitida en cualquier lugar, siempre que el Estado rector del puerto reciba
también pruebas suficientes de la Parte solicitante de que la descarga se ha producido. Véase el artículo 6 5)
del Convenio MARPOL.
4.4.3 Jurisdicción ampliada en materia de cumplimiento del Estado rector del puerto
Además de la facultad con la que cuenta el Estado rector del puerto de investigar e iniciar procedimientos
cuando se producen transgresiones en dicho Estado, éste dispone también de la facultad de investigar e incoar
procedimientos cuando se producen transgresiones por descarga, con independencia del lugar. Esta facultad
abarca las transgresiones que se produzcan en las aguas interiores, los mares territoriales y la zona económica
exclusiva (ZEE) de otro Estado. En estos casos, el Estado rector del puerto sólo puede incoar un procedimiento
en respuesta a una solicitud de los Estados perjudicados o amenazados como consecuencia de la transgresión
por descarga, o en respuesta a una solicitud del Estado de abanderamiento afectado. No obstante, el Estado
ribereño afectado disfruta de derecho de prioridad, es decir, puede solicitar que cualquier investigación,
registro o procedimiento del Estado rector del puerto se suspenda y transfiera al Estado ribereño.
Salvo en los casos de transgresiones que se produzcan en el mar territorial de un Estado ribereño o de
transgresiones que causen daños importantes al Estado ribereño, el Estado de abanderamiento puede insistir
en asumir el control de cualquier procedimiento por una transgresión que se produzca fuera del mar territorial
del Estado ribereño o del Estado rector del puerto. El Estado de abanderamiento debe continuar el procedi-
miento y perderá el derecho de prioridad si descuida en repetidas ocasiones su obligación de hacer cumplir
los reglamentos internacionales de manera eficaz.
4.5.2 Sanciones
En el caso de las transgresiones, los Estados pueden imponer únicamente sanciones económicas, salvo en el
caso de una descarga intencionada y grave que transgreda el Convenio MARPOL y se produzca en el mar
territorial del Estado afectado.
Los Estados Partes en el Convenio MARPOL deberían esmerarse por reflejar las disposiciones mencionadas
supra en la legislación nacional de habilitación.
consuetudinario las tratan como infracciones de responsabilidad «objetiva» o «sin culpa». Otras jurisdicciones
adoptan el denominado planteamiento «intermedio» para las infracciones del Convenio MARPOL. En esta
caracterización, la infracción se trataría como de «responsabilidad objetiva», a reserva de permitir al trans-
gresor la defensa de la diligencia debida, es decir, el transgresor sería el responsable de demostrar que tomó
todas las precauciones razonables y actuó con la diligencia debida para evitar cometer la infracción.
4.8 La Administración
La Administración es la principal responsable de garantizar el cumplimiento del Convenio MARPOL, según
se estipula en el artículo 2 5). La Administración debe contar con la autoridad y los recursos necesarios para
administrar y garantizar el cumplimiento de las disposiciones del Convenio. Sin embargo, dentro de los límites
que éste impone, la Administración puede delegar ciertas tareas en inspectores designados a tal efecto o en
organizaciones reconocidas por ella. No obstante, la Administración garantizará plenamente que las tareas
delegadas se llevan a cabo con eficacia y en su totalidad, y se comprometerá a asegurarse de que se toman
las medidas necesarias para satisfacer esta obligación.
5.1 Participación
La adhesión al Convenio MARPOL y su implantación requieren la participación de:
.1 el Gobierno del Estado (el órgano político que cuenta con la facultad de concluir acuerdos
internacionales);
.2 la Administración – parte jurídica;
.3 la Administración – parte marítima;
.4 los propietarios de buques;
.5 las autoridades portuarias.
Cada sector debería conocer exactamente sus derechos, obligaciones y responsabilidades institucionales, así
como las responsabilidades de su personal y las prescripciones que deben imponerse en los buques y los puertos.
Las recomendaciones para los Gobiernos pueden proceder de la opinión pública en general, de sus propios
órganos administrativos marítimos o ambientales o de los sectores marítimos respectivos.
Cabe reconocer que si bien las Partes en el Convenio MARPOL tienen obligaciones, también cuentan con
privilegios. Las Partes aceptan la obligación de no descargar sustancias perjudiciales en el mar o de controlar
la descarga de contaminantes en la atmósfera a cambio del privilegio de no ser contaminadas por otras
Partes (si lo son, y la contaminación se produce en sus aguas territoriales, pueden proceder a enjuiciarlas). Un
Estado que no es Parte no acepta la obligación de imponer restricciones a sus buques, por lo que no puede
enjuiciarse a éstos por incumplimiento (salvo si son detenidos en las aguas territoriales de una Parte; las Partes
aplicarán las prescripciones del presente Convenio según sea necesario para garantizar que no se dé un trato
más favorable a dichos buques). Sin embargo, tiene que aceptar que el rechazo de dicha obligación supone
que cuando se contamine su propia costa o la calidad de su aire se vea afectada, no contará con el privilegio
contemplado en el Convenio MARPOL de insistir en el enjuiciamiento del buque en cuestión.
5.7 Consultas
Cuando un Estado sopese la posibilidad de adherirse al Convenio MARPOL o ratificarlo, es probable que haya
que consultar a muchos de los sectores que se encuadran en las categorías anteriores (párrafos 5.2 a 5.6) a fin
de tener una preparación adecuada para implantar y hacer cumplir todas las obligaciones y prescripciones.
5.9 Obligaciones
Todos los sectores afectados por el Convenio MARPOL deben examinar y cumplir sus obligaciones con
respecto a lo siguiente:
–– la elaboración de legislación, incluidas las reglas
–– el reconocimiento
–– la inspección
–– las prescripciones sobre el proyecto y la construcción
–– las prescripciones sobre el equipo
–– las prescripciones operacionales
–– la documentación
–– los procedimientos
–– los acuerdos con otros Gobiernos.
prevención son necesarias para sensibilizar a todos los posibles «observadores» y «testigos» sobre cómo
pueden contribuir a proteger el medio marino. Así, dichas estrategias pueden ser un medio rentable para
los Estados Partes con recursos financieros o de supervisión limitados. Asimismo, la sensibilización y parti-
cipación públicas pueden facilitar en gran medida la notificación de transgresiones y prevenir otras que
nunca se habrían detectado o sometido a enjuiciamiento. Se ha demostrado la eficacia de las recompensas
como modo de fomentar la notificación de posibles transgresiones del Convenio MARPOL por el público en
general, en particular, para los sucesos relacionados con hidrocarburos o basuras fácilmente observables en el
agua. Cabe señalar que las legislaciones nacionales de algunos Estados no permiten las recompensas. En otros
Estados, las recompensas no son coherentes con sus objetivos en materia de cumplimiento. No obstante, para
aquellos que deseen sopesar dichos incentivos, los Estados que ofrecen recompensas las consideran útiles en
la detección y el enjuiciamiento de las transgresiones del Convenio MARPOL.
Es probable que la sensibilización pública alcance su máxima eficacia cuando los programas se marcan obje-
tivos específicos de un lugar, por ejemplo, los puertos deportivos y los muelles de pesca, y están dirigidos a
las administraciones y usuarios respectivos. La educación pública puede generar también un comportamiento
más positivo en actividades orientadas al consumo como son las de las líneas de cruceros. Debería facilitarse
información específica acerca de que la contaminación del medio marino por hidrocarburos, materiales
potencialmente peligrosos, aguas sucias, basuras y contaminación atmosférica es ilegal. Debería contarse
también con formación preventiva acerca de que la contaminación originada por estas fuentes puede ser
peligrosa y que sólo los oficiales deberían entrar en contacto con el material para verificar su naturaleza. Por
su posible distribución y sensibilidad a la contaminación atmosférica, las comunidades y zonas afectadas
pueden encontrarse lejos de los puertos o la costa, por lo que la difusión de la información pertinente debe
ser mucho más amplia. Debería incluirse información sobre la manera en que la contaminación atmosférica
ocasionada por el transporte marítimo contribuye a la contaminación atmosférica total detectada. Es de vital
importancia que la opinión pública sepa cómo contactar con la autoridad oficial responsable de iniciar la
respuesta adecuada.
Paris MoU Caribbean MoU Mediterranean MoU Abuja MoU Tokyo MoU
Acuerdo de Viña del Mar Black sea MoU Indian Ocean MoU Riyadh MoU
6.1 Generalidades
Se supone que toda Administración estatal contará con un departamento jurídico o con abogados, que
pueden estar adscritos a su administración marítima o a un departamento administrativo más grande como,
por ejemplo, el Ministerio de transporte. Se supone también, a efectos de este manual, que estos administra-
dores jurídicos (o abogados) serán los responsables principales de la legislación necesaria para implantar el
Convenio MARPOL. Cualquiera que sea la forma de la Administración, debe considerarse deseable asignar
a un órgano único la responsabilidad general en cuanto a ratificación, legislación e implantación. El sistema
jurídico variará de un Estado a otro, pero es probable que las principales medidas jurídicas necesarias para la
integración del Convenio MARPOL en la legislación nacional y para su implantación sean las que se indican
en la figura 3 y en los párrafos siguientes.
Instrumentos
Decisión política de ratificar el Convenio MARPOL de adhesión
Legislación de habilitación
(Orden)
Reglas
Buques En tierra
Cabe tener presente que el Convenio entra en vigor tres meses después del depósito de un instrumento de
adhesión. Por consiguiente, la legislación de implantación no debería entrar en vigor después de esa fecha.
Para garantizar lo anterior, la preparación de dicha legislación ha de iniciarse bastante antes de la adhesión al
Convenio. Esta organización temporal reviste una importancia especial cuando la legislación de implantación
deba ser adoptada por un parlamento, un congreso, etc.
6.4 Orden
El sistema jurídico de algunos Estados puede permitir que las reglas se elaboren directamente de conformidad
con la legislación de habilitación; otros sistemas requieren una «orden» aprobada por su Gobierno (por ejemplo,
parlamento, asamblea, congreso, asamblea legislativa, etc.) para que las diversas partes de la legislación subsidia-
ria entren en vigor. En el apéndice 3 de este manual figura un ejemplo de orden. Se comprobará que el ejemplo
facilitado permitiría la introducción de las enmiendas al Convenio MARPOL, y resoluciones y recomendaciones
conexas, en las reglas nacionales con rapidez, aunque bajo el control del Gobierno del Estado.
6.5 Reglas
Las reglas que componen los Anexos I, II, III, IV, V y VI del Convenio MARPOL, enmendado, pueden reprodu-
cirse en buena parte como reglas nacionales con modificaciones muy pequeñas. Sin embargo, algunas de las
reglas se refieren al propio Estado y no son adecuadas para su reproducción directa en las reglas nacionales.
Si bien en este manual no se realiza ningún intento de reproducir dichas reglas del Convenio MARPOL, en
los apéndices 4 a 9 se incluyen ejemplos de reglas nacionales adecuadas para cada anexo, y en cada uno de
los apéndices se reconocerán las reglas equivalentes oportunas del Convenio MARPOL. Las observaciones
siguientes se refieren a las reglas de cada anexo tal como se numeran en el Convenio.
Regla 2 1). Será necesario modificarla, de modo que sólo se aplique a los buques sobre los que un Estado
tiene jurisdicción (es decir, los buques de su propio pabellón y otros que se encuentren en sus aguas).
Reglas 3.3, 5.2, 6.2, 6.3.1, 6.3.2, 6.3.4, 7.2, 15.7 y 34.7. Estas reglas imponen obligaciones a la Administración,
por lo que no son adecuadas como reglas nacionales aplicables a los buques. Estas obligaciones se tratan en
el capítulo 22 de este manual.
Regla 6.2. El Anexo I se aplica a todos los buques, pero no se exigen reconocimientos ni certificados a los
petroleros de arqueo bruto inferior a 150 ni a otros buques de arqueo bruto inferior a 400. Esta regla exige
que una Administración establezca medidas adecuadas para estos buques pequeños. Las reglas nacionales
deberían reflejar esta prescripción (véase también el capítulo 22).
Regla 7. Los buques pequeños (que se indican en la regla 6.2) y los buques dedicados únicamente al tráfico
nacional no tienen la obligación de llevar el Certificado internacional de prevención de la contaminación
por hidrocarburos (Certificado IOPP). Es probable que se exija un certificado nacional para controlar dichos
buques. Las reglas nacionales deberían reflejar dicha prescripción.
Regla 38. Esta regla exige que el Gobierno de una Parte se comprometa a garantizar la provisión de instala-
ciones de recepción. La regla no es adecuada como regla nacional y debe tratarse de manera distinta. En el
apéndice 10 de este manual figura un esbozo de las reglas adecuadas, que están destinadas a los puertos y
no a los buques.
Serán necesarias otras reglas para abarcar la inspección, la detención y las sanciones prescritas por los
artículos del Convenio MARPOL.
Regla 2.1. Será necesario modificar esta disposición, de modo que sólo se aplique a los buques sobre los
que un Estado tiene jurisdicción (es decir, los buques de su propio pabellón y otros que se encuentren en sus
aguas).
Reglas 5.2, 6.3, 8.2.1 a 8.2.6, 9.2, 9.3.1 a 9.3.4, 11.2, 13.2.3, 16.1 y 18. Estas reglas imponen obligaciones a
los Gobiernos o a la Administración, por lo que no son adecuadas como reglas nacionales aplicables a los
buques. Estas obligaciones se tratan en el capítulo 22.
Regla 18. Esta regla exige que el Gobierno de una Parte se comprometa a garantizar la provisión de instalacio-
nes de recepción. Por consiguiente, esta regla no es adecuada como parte de las reglas nacionales aplicables
a los buques. En el apéndice 10 figura un esbozo de las reglas adecuadas, que están destinadas a los puertos.
Serán necesarias otras reglas para abarcar la inspección, la detención y las sanciones prescritas por los
artículos del Convenio MARPOL.
Regla 1.1. Esta regla deberá modificarse, de modo que sólo se aplique a los buques sobre los que un Estado
tiene jurisdicción (es decir, los buques de su propio pabellón y otros que se encuentren en sus aguas).
Regla 1.3. Esta regla impone una obligación al Gobierno de una Parte y no es adecuada como parte de las
reglas nacionales aplicables a los buques. La única manera práctica de aplicar esta regla es exigiendo el
cumplimiento del Código marítimo internacional de mercancías peligrosas (Código IMDG) (tal como implica
una nota a pie de página incluida en esta regla): las reglas nacionales deberían reflejar esta prescripción.
Serán necesarias otras reglas para abarcar la inspección, la detención y las sanciones prescritas por los
artículos del Convenio MARPOL.
Regla 2. Será necesario modificar esta regla, de modo que sólo se aplique a los buques sobre los que un
Estado tiene jurisdicción (es decir, los buques de su propio pabellón y otros que se encuentren en sus aguas).
Reglas 4.2, 4.3, 6, 12 y 13. Estas reglas imponen obligaciones a la Administración, por lo que no son adecuadas
como reglas nacionales aplicables a los buques. Estas obligaciones se tratan en el capítulo 22.
Regla 4.2. Esta regla exige que una Administración establezca medidas apropiadas para los buques dedicados
al tráfico nacional que no tengan que llevar el Certificado internacional de prevención de la contaminación
por aguas sucias ni someterse a reconocimientos, y para los buques de arqueo bruto inferior a 400 que estén
autorizados a transportar un máximo de 15 personas. A fin de controlar dichos buques, es probable que se
exijan la inspección y un certificado nacional: las reglas nacionales deberían reflejar dicha prescripción.
Regla 12. Esta regla exige que el Gobierno de una Parte se comprometa a garantizar la provisión de instalacio-
nes de recepción. Por consiguiente, esta regla no es adecuada como parte de las reglas nacionales aplicables
a los buques. En el apéndice 10 figura un esbozo de las reglas adecuadas, que están destinadas a los puertos.
Serán necesarias otras reglas para abarcar la inspección, la detención y las sanciones prescritas por los
artículos del Convenio MARPOL.
Regla 2. Será necesario modificar esta regla, de modo que sólo se aplique a los buques sobre los que un
Estado tiene jurisdicción (es decir, los buques de su propio pabellón y otros que se encuentren en sus aguas).
Regla 8. Esta regla se refiere a la provisión de instalaciones de recepción y exige que el Gobierno de una Parte
garantice dicha provisión. Por consiguiente, esta regla no es adecuada como parte de las reglas nacionales
aplicables a los buques. En el apéndice 10 figura un esbozo de las reglas adecuadas, que están destinadas a
los puertos.
Regla 1. Será necesario modificar esta regla, de modo que sólo se aplique a los buques sobre los que un
Estado tiene jurisdicción (es decir, los buques de su propio pabellón y otros que se encuentren en sus aguas).
Regla 3.2. Esta regla abarca la concesión de exenciones a los buques que participen en ensayos de tecnolo-
gías de reducción y control de las emisiones. Las reglas nacionales deberían explicar el modo en que van a
concederse dichas exenciones, y la evaluación de las condiciones debería adjuntarse a las exenciones.
Regla 3.3.1. Esta regla abarca determinadas exenciones aplicables a las actividades relacionadas con los
recursos minerales del lecho marino. Es posible que la inclusión de esta regla en las reglas nacionales aplica-
bles a los buques no sea oportuna en función del modo en que dichas reglas nacionales van a controlar las
actividades mencionadas.
Regla 3.3.2. Esta regla abarca la utilización de los hidrocarburos que se producen, por lo que debería reco-
gerse en la legislación nacional aplicable a las actividades relacionadas con los recursos minerales del lecho
marino.
Regla 4. Esta regla trata de la aprobación de métodos de cumplimiento alternativos y equivalentes, en parti-
cular, respecto del control de las emisiones de SOx y materia particulada, en las que el método concreto para
obtener el control se indica en la regla pertinente (por el contrario, la regla que trata de las emisiones de NOx
no especifica el método, sino solamente los objetivos y los procedimientos de reconocimiento y certificación,
que no son susceptibles de opciones alternativas). Las reglas nacionales deberían reflejar el modo en que
deben tratarse dichas propuestas equivalentes.
Reglas 5, 11. 15.3, 18.1, 18.2.5, 18.8.2 y 18.10. Estas reglas imponen obligaciones a la Administración, por
lo que no son adecuadas como reglas nacionales aplicables a los buques. Estas obligaciones se tratan en el
capítulo 22.
Regla 5.2. El Anexo VI se aplica a todos los buques, pero no se prescriben reconocimientos ni certificados
para los buques de arqueo bruto inferior a 400. Esta regla exige que una Administración establezca las
medidas apropiadas para dichos buques. Las reglas nacionales deberían reflejar esta prescripción (véase
también el capítulo 22).
Regla 12.2. Una parte de esta regla indica que la fuga de sustancias que agotan la capa de ozono también
puede controlarse. Si se decide hacerlo, la regla correspondiente debería figurar en la legislación nacional.
Regla 12.6. Esta regla se refiere al modelo del Libro registro de sustancias que agotan la capa de ozono, que
debería reflejarse en la legislación nacional.
Reglas 13.1.1.2, 13.2.2 (respecto de los motores de nivel III) y 13.5.2.2 (respecto de los motores de nivel III).
Estas reglas disponen que, en determinadas circunstancias, podrá aceptarse cierta flexibilidad en cuanto a las
prescripciones de certificación relativa a los NOx. Dichos casos deberían abordarse en la legislación nacional.
Reglas 13.1.2.2 y 13.1.3. Estas reglas prevén la exención o exclusión respecto de la prescripción de certifica-
ción de los motores diésel relativa a los NOx en determinadas circunstancias, que deberían reflejarse en la
legislación nacional.
Reglas 13.10, 14.2, 14.8 y 14.9 y 15.4. Estas reglas están relacionadas con funciones que debe desempeñar la
OMI, por lo que no son adecuadas como reglas nacionales aplicables a los buques.
Regla 14.6. Esta regla trata del modelo del libro registro utilizado para anotar las operaciones de cambio de
fueloil, que debería reflejarse en la legislación nacional.
Reglas 15.1 a 15.3. Estas reglas se refieren a la designación de determinados puertos o terminales que exijan
el equipamiento de ciertos buques tanque con sistemas de control de la emisión de vapores y la provisión
de las instalaciones correspondientes en tierra. Por consiguiente, no son adecuadas como parte de las reglas
nacionales aplicables a los buques.
Regla 16.5. Esta regla se refiere a otros instrumentos internacionales y a la elaboración de procesos alternativos
de tratamiento de desechos, por lo que no es adecuada como parte de las reglas nacionales aplicables a los
buques.
Regla 16.6.2. Esta regla dispone que, en la circunstancia dada, podrá permitirse la exclusión respecto de las
prescripciones para la certificación del incinerador. Este caso debería abordarse en la legislación nacional.
Regla 17. Esta regla exige que el Gobierno de una Parte se comprometa a garantizar la provisión de instala-
ciones de recepción. Por consiguiente, no es adecuada como parte de las reglas nacionales aplicables a los
buques. En el apéndice 10 figura un esbozo de las reglas adecuadas, que están destinadas en general a los
puertos, si bien existe la posibilidad de extender las prescripciones a las instalaciones de reciclaje de buques.
Regla 18.9. Esta regla exige que el Gobierno de una Parte garantice que las autoridades competentes designa-
das por él lleven a cabo el registro y el control de los proveedores de fueloil. Por consiguiente, no es adecuada
como parte de las reglas nacionales aplicables a los buques y debe implantarse utilizando otros medios
apropiados para la legislación nacional, más amplia. También son aplicables las reglas 18.3, 18.4 y 18.5,
que se refieren de hecho al control de los proveedores de fueloil, junto con los aspectos de la regla 18.8.1
relacionados con la provisión de la muestra representativa.
Regla 18.11. Esta regla se refiere a los medios alternativos mediante los cuales determinados buques pueden
demostrar el cumplimiento de la prescripción sobre la nota de entrega de combustible. Si se adopta esta
opción, debería reflejarse en la legislación nacional.
Regla 19. Esta regla exige que el Gobierno de una Parte aplique el capítulo 4 a todos los buques de arqueo
bruto igual o superior a 400, salvo a aquellos que realicen viajes en las aguas nacionales o en los casos en
los que se decida eximir de lo prescrito en las reglas 20 y 21 a reserva de las disposiciones de la regla 19.5.
Regla 20. Esta regla se refiere a las prescripciones para calcular el EEDI obtenido en el caso de los buques
nuevos y de los buques que hayan sufrido una transformación importante de tal magnitud que sean conside-
rados buques de nueva construcción, según proceda.
Regla 21. Esta regla se refiere a las prescripciones para determinar el EEDI prescrito en el caso de los buques
nuevos y de los buques que hayan sufrido una transformación importante de tal magnitud que sean conside-
rados buques de nueva construcción, según proceda.
Regla 22. Esta regla se refiere a la prescripción de que todos los buques lleven a bordo un plan de gestión de
la eficiencia energética del buque (SEEMP) que sea específico del buque en cuestión.
Regla 23. Esta regla se refiere a las prescripciones para el fomento de la cooperación técnica y la transferencia
de tecnología relacionadas con la mejora de la eficiencia energética de los buques.
Serán necesarias otras reglas para abarcar la inspección, la detención y las sanciones prescritas por los
artículos del Convenio MARPOL.
Las reglas deben dar efecto al Protocolo I del Convenio MARPOL. En el apéndice 11 de este manual figura un
esbozo de las reglas adecuadas. En el capítulo 16 se examinan más a fondo las prescripciones para informar
sobre los sucesos relacionados con hidrocarburos y otras sustancias perjudiciales.
Tal como se indica en los párrafos anteriores (6.5.1, 6.5.2, 6.5.4, 6.5.5 y 6.5.6), las reglas que exigen la provi-
sión de instalaciones de recepción están destinadas a los Gobiernos de las Partes en el Convenio MARPOL y
no son adecuadas como reglas nacionales aplicables a los buques. Los medios por los cuales los Gobiernos
garantizan la provisión de instalaciones de recepción en sus puertos y terminales serán distintos, pero será
necesario contar con legislación de algún tipo. En el apéndice 10 figura un esbozo de las reglas adecuadas.
En el capítulo 15 se examinan más a fondo las prescripciones y la provisión de instalaciones de recepción.
6.5.9 Enmiendas
7.2 Sanciones
El artículo 4 1) del Convenio MARPOL dice lo siguiente: «Toda transgresión de las disposiciones del presente
Convenio, dondequiera que ocurra, estará prohibida y será sancionada por la legislación de la Administración
del buque interesado». El artículo 4 4) del Convenio dispone también que las sanciones «serán suficientemente
severas para disuadir de toda transgresión … y la severidad de la sanción será la misma dondequiera que se
produzca la trasgresión».
El tipo de sanciones aplicables, en virtud del Convenio, a las distintas transgresiones es una cuestión que
deberá determinar cada Parte y que podrá decidirse en función de diversas circunstancias jurídicas, políticas
y económicas, a reserva de las restricciones del artículo 4 4) del Convenio MARPOL. Además, también
puede diferir el enfoque respecto de las sanciones en las jurisdicciones de derecho civil y de derecho consue-
tudinario. Dado que las sanciones pueden ser un instrumento de cumplimiento muy eficaz, es necesario
que los Estados prescriban sanciones que, por lo menos, estén en consonancia con los sistemas aplicables
en territorios o Estados vecinos para evitar que las sanciones de algunos Estados se perciban como menos
estrictas que las de otros, lo que podría llevar a presuponer la existencia de un «refugio seguro» para el
posible contaminador. Asimismo, las sanciones podrán tener en cuenta los esfuerzos atenuantes voluntarios y
la autonotificación. Este tipo de sistema progresivo es más fácil y menos costoso de vigilar, y permite reservar
los recursos jurídicos necesarios para los casos en los que se haya producido un daño considerable.
Los Estados de abanderamiento deberían adoptar sanciones para las actividades que contravengan la finalidad
de las reglas, por ejemplo, la falsificación intencionada de los registros prescritos por el Convenio MARPOL.
Todos los Estados deberían adoptar sanciones para cuestiones tales como el soborno de testigos, la incitación
a cometer perjurio, la obstaculización de los funcionarios encargados del cumplimiento de la ley, y delitos
similares. Las sanciones para este tipo de infracciones podrán considerarse de índole penal y, por tanto,
podrían servir como un instrumento importante para promover la veracidad en la notificación, la vigilancia y
otras prescripciones reglamentarias. Cabe señalar que unas sanciones rápidas y seguras en caso de transgre-
sión tendrán un importante efecto disuasorio. También es importante tomar nota de que la simple previsión de
la imposición de sanciones en la legislación nacional no se traducirá por sí misma en beneficios significativos.
Dichas sanciones deberían estar respaldadas por procedimientos técnicos eficaces para la recopilación de
pruebas, tal como se indica en la parte V de este manual.
8.1 Generalidades
En los capítulos 9 a 14 de este manual figura una descripción breve de cada uno de los seis anexos que
contienen las reglas del Convenio MARPOL. No se trata de repetir o explicar las reglas, sino de indicar lo que
deben hacer las partes siguientes:
.1 el constructor o el propietario del buque (para cada tipo o clase de buque), en lo que respecta
al proyecto, el equipo, la construcción, los procedimientos y la formación;
.2 la administración marítima, en lo que respecta a los buques que enarbolan su pabellón, las
obligaciones del Estado rector del puerto y las obligaciones del Estado ribereño; y
.3 los puertos, en lo que respecta a las instalaciones de recepción.
En cada prescripción se hace referencia a la regla aplicable del anexo pertinente y a los documentos guía
correspondientes elaborados por la OMI. Los responsables de la implantación y del cumplimiento de estas
reglas deben referirse a estos documentos fehacientes y detallados.
En los párrafos siguientes se indican las prescripciones que deben tener en cuenta los constructores y propie-
tarios de buques, en colaboración con la Administración y las organizaciones reconocidas (véase también el
capítulo 23 de este manual), según proceda, para cada tipo y tamaño del buque en cuestión. Los párrafos se
ajustan a la secuencia de la estructura del Anexo I revisado que se describe supra.
Las prescripciones de las reglas del Anexo I contienen criterios o especificaciones detallados. Las personas
interesadas deben estudiar dichas reglas, ya que en el presente documento no van a repetirse los pormenores.
Es importante reconocer que las fechas de aplicación varían con algunas de las prescripciones. Éstas se
indicarán cuando sea pertinente.
Mediante la resolución MEPC.187(59) se añadieron cuatro definiciones nuevas a la regla 1. Estas definicio-
nes adicionales son las siguientes: residuos de hidrocarburos (fangos), tanque de residuos de hidrocarburos
(fangos), aguas de sentina oleosas y tanque de retención de aguas de sentina oleosas. Estas definiciones
nuevas se incluyen en el texto de la regla 12.1 modificada y de la nueva regla 12.2. Además, en las reglas 12.2,
13, 17.2.3, 38.2 y 38.7, se sustituye la palabra «fangos» por las palabras «residuos de hidrocarburos (fangos)»,
y, en 17.2.3, se suprimen las palabras «otros residuos de hidrocarburos».
9.2.2 Buques distintos de los buques tanque que transporten grandes cantidades
de hidrocarburos como carga
Los buques distintos de los buques tanque, con espacios de carga construidos y utilizados para transportar
hidrocarburos a granel y que tengan un capacidad total igual o superior a 200 m3, tendrán que cumplir deter-
minadas reglas sobre construcción y utilización aplicables a los petroleros (véase la regla 2.2 del Anexo I),
salvo cuando la capacidad sea inferior a 1 000 m3. En este último caso, si bien el buque no tendrá que cumplir
las prescripciones sobre los tanques de decantación, el detector de la interfaz hidrocarburos/agua y el sistema
de vigilancia y control de las descargas de hidrocarburos, sí tendrá que cumplir las prescripciones para los
petroleros de arqueo bruto inferior a 150.
En la regla 4 se prevén las excepciones respecto de las prescripciones sobre descarga. Estas excepciones
están relacionadas principalmente con circunstancias excepcionales en las que haya que proteger la seguridad
del buque o salvar vidas en el mar, o con los casos en los que haya que combatir sucesos concretos de
contaminación.
9.2.4 Equivalentes
De conformidad con la regla 5, una Administración podrá autorizar instalaciones, materiales, equipos o apara-
tos en sustitución de los prescritos por este anexo; sin embargo, estos equivalentes serán por lo menos tan
eficaces como los prescritos por este anexo. La Administración comunicará los pormenores de los equivalentes
a la OMI a fin de que sean transmitidos a las Partes en el Convenio MARPOL. Un método operacional nunca
se considerará equivalente a una prescripción sobre el equipo.
9.3.1 Reconocimientos
En general, todos los petroleros de arqueo bruto igual o superior a 150 y demás buques de arqueo bruto
igual o superior a 400 serán objeto de los reconocimientos siguientes: reconocimiento inicial, reconocimiento
anual, reconocimiento intermedio y reconocimiento de renovación. Se efectuará un reconocimiento adicional
siempre que se lleven a cabo reparaciones o renovaciones importantes. Los reconocimientos deben abarcar
todas las prescripciones del Anexo I (regla 6), y el estado del buque y de su equipo han de mantenerse y no
pueden cambiar sin sanción previa de la administración marítima.
9.3.2 Expedición o refrendo del certificado, expedición o refrendo del certificado por otro
Gobierno, modelo de certificado, duración y validez del certificado
A petición de la Administración, el Gobierno de una Parte en el Convenio MARPOL podrá someter a recono-
cimiento a un buque y, si estima que los resultados son satisfactorios, podrá expedir el Certificado IOPP. No
se expedirá el Certificado IOPP a ningún buque con derecho a enarbolar el pabellón de un Estado que no sea
Parte en el Convenio MARPOL (regla 8). El Certificado IOPP seguirá el modelo que figura en el apéndice II
del Anexo I y estará por lo menos en español, francés o inglés. Cuando también se utilice el idioma oficial del
país expedidor, dará fe el texto en dicho idioma en caso de controversia o de discrepancia (regla 9).
En general, el Certificado IOPP es válido durante cinco años, y se admite para él cierta flexibilidad, tal como
se indica en la regla 10. El certificado perderá su validez si los reconocimientos pertinentes no se efectúan en
los intervalos estipulados en la regla 6, si el certificado no es refrendado de conformidad con lo dispuesto en
las reglas 6.1.3 o 6.1.4, o cuando el buque cambie su pabellón por el de otro Estado.
9.3.3 Petroleros de arqueo bruto inferior a 150 y otros buques de arqueo bruto
inferior a 400
No se exigen reconocimientos para los petroleros de arqueo bruto inferior a 150 y otros buques de arqueo
bruto inferior a 400, aunque el buque en cuestión debe cumplir las medidas adecuadas establecidas por la
administración marítima para garantizar que se cumplen las disposiciones aplicables del Anexo I (regla 6.2), y
deben mantenerse el estado del buque y de su equipo (regla 6.4.1). No se expedirá el Certificado IOPP a estos
buques (regla 7.1).
Para la regla 11 (Supervisión de las prescripciones operacionales por el Estado rector del puerto), véase el párrafo
21.1.4 de este manual.
La regla 12 enmendada exige que los buques estén provistos de un tanque o tanques de fangos de capacidad
adecuada, según el tipo de máquinas y la duración del viaje. El tanque o tanques de residuos de hidrocarburos
(fangos) estarán provistos de una bomba específica y no tendrán conexiones de descarga con el sistema de
sentina, el tanque o tanques de retención de aguas de sentina oleosas, el techo del doble fondo ni los separa-
dores de aguas oleosas. En condiciones estrictas, el tanque o tanques podrán disponer de medios de drenaje
que vayan a un tanque de retención de aguas de sentina oleosas o a un pozo de sentina (nueva regla 12.2).
Tanque de purgas de
residuos de
hidrocarburos (fangos) Instalaciones de
Separador de agua e
recepción
hidrocarburos
Bomba de recogida
de fangos
Bomba
Alarma de sentina
Tanque de residuos
de hidrocarburos
Tanque de (fangos)
Tanque de agua
limpia sentina
primario Agua evaporada
Bomba
Alarma de sentina
Tanque de servicio
de residuos de
hidrocarburos (fangos)
Bomba Incinerador
Tanque de purgas
del fueloil
Caldera
Bomba
Descarga en el mar Purga del filtro de fueloil
Tanque de
sedimentación del
Tanque de aguas de Purga de la brazola de fueloil de la caldera
sentina oleosas la bomba y del tanque de fueloil
Hidrocarburos
Línea de gravedad
Bomba de sentina
Caja de lodos
Dispositivo de
separación de agua
e hidrocarburos
Hidrocarburos
Agua
Notas:
1 El contenedor de sedimentación del agua de sentina debería tener un volumen eficaz
(entre la entrada y la salida) equivalente a una generación de agua de sentina de 24 h.
2 La bomba de sentina puede ser mecánica o manual y puede funcionar de manera continua o
intermitente.
3 La construcción de los dispositivos de separación de agua e hidrocarburos se indica en la
figura 6.
4 Será necesario contar con medios para retirar los hidrocarburos residuales de la superficie
del agua de sentina y conservarlos a bordo.
Filtro
30 Ø
15 – 20 Ø
A la succión
de la bomba
de sentina
A Tubería de ventilación
Película de hidrocarburo
Agua
40 – 50
A
10 – 20
Plancha de fondo del buque
100 Ø
300 Ø
Cabe observar también que las descargas no contendrán productos químicos ni ninguna otra sustancia que
entrañen un peligro para el medio marino y que los residuos de hidrocarburos que no puedan descargarse de
conformidad con las prescripciones se retendrán a bordo para ser descargados de manera adecuada en una
instalación de recepción en tierra.
Las zonas especiales de conformidad con el Anexo I del Convenio MARPOL son las del mar Mediterráneo,
el mar Báltico, el mar Negro, el mar Rojo, la zona de los Golfos, el golfo de Adén, la zona del Antártico, las
aguas noroccidentales de Europa, la zona de Omán del mar Arábigo y las aguas meridionales de Sudáfrica.
9.4.3.3 Prescripciones sobre descarga para los buques de arqueo bruto igual o superior
a 400 fuera de una zona especial
Las prescripciones sobre descarga para los buques de arqueo bruto igual o superior a 400 fuera de una zona
especial son las siguientes:
.1 el buque está en ruta;
.2 la mezcla oleosa se somete a tratamiento mediante el equipo filtrador de hidrocarburos prescrito
en las partes pertinentes de la regla 14 del Anexo I (la regla 14.6 para los buques de arqueo bruto
comprendido entre 400 y 10 000; la regla 14.7 para los buques de arqueo bruto igual o superior
a 10 000);
.3 el contenido de hidrocarburos del efluente sin dilución no excede de 15 ppm;
.4 en los petroleros, la mezcla oleosa no procede de las sentinas de los espacios de bombas de
carga y no está mezclada con residuos de los hidrocarburos de la carga.
9.4.3.4 Prescripciones sobre descarga para los buques de arqueo bruto igual o superior
a 400 dentro de una zona especial
Las prescripciones sobre descarga para los buques de arqueo bruto igual o superior a 400 dentro de una zona
especial son idénticas a las indicadas en el párrafo 9.4.3.3, salvo el apartado .2. En las zonas especiales, todos
los buques de arqueo bruto igual o superior a 400 estarán provistos del equipo filtrador de hidrocarburos
prescrito en la regla 14.7, es decir, de un equipo que cuente con medios de alarma y un dispositivo de
detención automática.
Con respecto a la zona del Antártico, las prescripciones sobre descarga son aún más estrictas, dado que
está prohibida toda descarga de hidrocarburos o de mezclas oleosas en el mar desde cualquier buque, con
independencia de su tamaño.
9.4.3.5 Prescripciones sobre descarga para los buques de arqueo bruto inferior a 400
En el caso de los buques de arqueo bruto inferior a 400, los hidrocarburos o la mezcla oleosa se retendrán a
bordo (véase el párrafo 9.4.2.3.2) o se descargarán en el mar (véase el párrafo 9.4.2.3.1). En el último supuesto,
la descarga se realizará de conformidad con las prescripciones siguientes:
.1 el buque está en ruta;
.2 estará funcionando un equipo para garantizar que el contenido de hidrocarburos del efluente sin
dilución no excede de 15 ppm;
.3 en los petroleros, la mezcla oleosa no procede de las sentinas de los espacios de bombas de
carga y no está mezclada con residuos de los hidrocarburos de la carga.
un programa de retirada gradual según el cual los petroleros entregados en 1984 o posteriormente cumplirán
las prescripciones a más tardar en el aniversario de la fecha de entrega en 2010. La posibilidad de que una
Administración suspenda las prescripciones relativas al doble casco y al doble fondo para un petrolero está
prevista mediante el Plan de evaluación del estado del buque, al que se hace referencia en la regla 20.7.
La regla 21 contiene las prescripciones para la prevención de la contaminación por hidrocarburos procedente
de petroleros que transporten hidrocarburos pesados como carga. Las prescripciones relativas al doble casco
y al doble fondo aplicables cuando un petrolero transporte hidrocarburos pesados constituyen uno de los
puntos principales de esta regla.
La regla 22, que describe la protección de los fondos de la cámara de bombas, también está relacionada
con las prescripciones relativas al doble casco y al doble fondo. Esta regla se aplica a los petroleros de peso
muerto igual o superior a 5 000 toneladas construidos el 1 de enero de 2007 o posteriormente.
9.5.3.5 Prescripciones sobre descarga relativas a los petroleros de arqueo bruto inferior a 150
Si bien las prescripciones relativas a los tanques de decantación, los sistemas de vigilancia y control de las
descargas de hidrocarburos y los detectores de la interfaz hidrocarburos/agua no se aplican a estos petroleros,
el buque se proyectará y equipará de tal modo que todos los hidrocarburos y mezclas oleosas puedan
retenerse a bordo y descargarse posteriormente en instalaciones de recepción en tierra. La cantidad total
de hidrocarburos y agua se guardará a bordo en un tanque de almacenamiento a no ser que se arbitren
medios adecuados para garantizar que toda descarga sea objeto de una vigilancia eficaz a fin de cumplir las
prescripciones aplicables.
enmendada por la resolución MEPC.86(44), y estará redactado en el idioma de trabajo del capitán y los
oficiales. El objetivo del plan es que esté disponible toda la información necesaria para reducir o contener la
descarga tras un suceso de contaminación por hidrocarburos, por ejemplo, el procedimiento de notificación,
todos los datos de contacto y las medidas que deben adoptarse.
El método por el cual los Gobiernos garantizan la provisión de instalaciones mencionada se indica en el
párrafo 6.5.8 y en el capítulo 15 de este manual.
.5 el manual de operaciones de los tanques dedicados a lastre limpio (petroleros; regla 18.8) (si
procede)
.6 el manual de instrucciones u operaciones para el separador de agua e hidrocarburos y el equipo
filtrador de hidrocarburos (petroleros y no petroleros; regla 14)
.7 el plan de emergencia de a bordo en caso de contaminación por hidrocarburos (petroleros y no
petroleros; regla 37).
Al principio de la década de 1990 se reconoció que el Anexo II era complejo, debido, entre otras cosas, al
gran número de referencias que contenía, y que no estaba en sintonía con la tecnología actual. Además,
la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible se tradujo en el sistema globalmente armonizado (SGA)
para el suministro y la utilización de todos los productos peligrosos, incluidos los productos químicos. Estas
novedades tuvieron como consecuencia una revisión a fondo del Anexo II, que se adoptó mediante la resolu
ción MEPC.118(52) y entró en vigor el 1 de enero de 2007.
El Anexo II revisado del Convenio MARPOL contiene ocho capítulos y siete apéndices, que conforman la
estructura siguiente:
Capítulo 1 Generalidades Reglas 1 a 5
Capítulo 2 Clasificación de las sustancias nocivas líquidas en categorías Regla 6
Capítulo 3 Reconocimientos y certificación Reglas 7 a 10
Capítulo 4 Proyecto, construcción, disposición y equipo Reglas 11 a 12
Capítulo 5 Descargas operacionales de residuos de sustancias nocivas líquidas Reglas 13 a 15
Capítulo 6 Medidas de supervisión por los Estados rectores de puertos Regla 16
Capítulo 7 Prevención de la contaminación resultante de un suceso Regla 17
relacionado con sustancias nocivas líquidas
Capítulo 8 Instalaciones de recepción Regla 18
Apéndice I Directrices para la clasificación de sustancias nocivas líquidas en
categorías
Apéndice II Modelo de Libro registro de carga para buques que transporten
sustancias nocivas líquidas a granel
Apéndice III Modelo de Certificado internacional de prevención de la
contaminación para el transporte de sustancias nocivas líquidas a
granel
Apéndice IV Formato normalizado del Manual de procedimientos y medios
Apéndice V Cuantificación de los residuos que queden en los tanques de
carga, bombas y tuberías correspondientes
Apéndice VI Procedimientos de prelavado
Apéndice VII Procedimientos de ventilación
10.5.1 Reconocimientos
En general, todos los buques que transporten sustancias nocivas líquidas a granel serán objeto de los recono-
cimientos siguientes: reconocimiento inicial, reconocimiento anual, reconocimiento intermedio y reconoci-
miento de renovación. Se efectuará un reconocimiento adicional siempre que se lleven a cabo reparaciones
o renovaciones importantes. Los reconocimientos deben abarcar todas las prescripciones aplicables del
Anexo II (regla 8), y el estado del buque y de su equipo han de mantenerse y no pueden cambiar sin sanción
previa de la administración marítima.
el transporte de sustancias nocivas líquidas a granel (Certificado NLS). En cualquier caso, la Administración
asume la total responsabilidad del certificado (regla 9). No se expedirá el Certificado NLS a ningún buque
con derecho a enarbolar el pabellón de un Estado que no sea Parte en el Convenio MARPOL (regla 9.3.4).
El Certificado NLS se redactará de acuerdo con el modelo que figura en el apéndice III del Anexo II y estará
como mínimo en español, francés o inglés. Cuando también se utilice el idioma oficial de la Administración,
dará fe el texto en dicho idioma en caso de controversia o de discrepancia (regla 9.4).
La cantidad residual debe establecerse mediante la prueba de rendimiento de bombeo que se indica en el
apéndice V del Anexo II. Se utilizará agua como medio de prueba.
Categoría Operación
X Prelavado
Y Productos de alta viscosidad y que están a punto de solidificarse → prelavado
Productos que no son de alta viscosidad y que no están a punto de solidificarse → agotamiento eficaz
Z Agotamiento eficaz
Toda descarga posterior de agua añadida al tanque se efectuará en las condiciones siguientes:
–– el buque está en ruta;
–– el buque navega a una velocidad de 7 nudos como mínimo (4 nudos en el caso de buques sin
medios propios de propulsión);
–– la descarga se efectúa por debajo de la línea de flotación;
–– la distancia a la tierra más próxima es por lo menos igual a 12 millas marinas; y
–– la profundidad del agua es por lo menos igual a 25 m.
10.8.2 Supervisión de las prescripciones operacionales por el Estado rector del puerto
En lo que respecta a la regla 16.9 (Supervisión de las prescripciones operacionales por el Estado rector del
puerto), véase el párrafo 21.1.4 de este manual.
necesaria para reducir o contener la descarga tras un suceso de contaminación, por ejemplo, el procedimiento
de notificación, todos los datos de contacto y las medidas que deben adoptarse.
Si el buque necesita también un plan de emergencia en caso de contaminación por hidrocarburos en virtud
del Anexo I (véase el párrafo 9.6.1 de este manual), los dos planes podrán combinarse y deberían denominarse
«plan de emergencia de a bordo contra la contaminación del mar».
10.11.2 Los armadores o propietarios de buques deberían garantizar que todos los buques que se utilicen para
el transporte de sustancias nocivas líquidas a granel son adecuados y:
.1 se han sometido a reconocimientos y a pruebas de conformidad con las prescripciones del
Anexo II;
.2 cuentan con el certificado oportuno (NLS o de aptitud), que incluye la sustancia que se transporta;
.3 cuentan con un Manual de procedimientos y medios aprobado;
.4 cuentan con un Libro registro de carga;
.5 cuentan con una tripulación que ha recibido la formación adecuada.
10.11.3 Los puertos no deberían aceptar cargas de sustancias nocivas líquidas a menos que se den las condi-
ciones siguientes:
.1 se facilitan medios a fin de contar con instalaciones de recepción adecuadas para los lavados de
tanques o residuos que deben descargarse de conformidad con el Anexo II;
.2 la terminal dispone de los medios adecuados para facilitar el agotamiento de los tanques de
carga del buque; y
.3 los medios de descarga no requieren que el drenaje de los conductos flexibles para la carga o
de los sistemas de tuberías vuelva al buque (regla 18.4).
.2 designar inspectores y adoptar medidas de supervisión como Estado rector del puerto (regla 16);
.3 notificar a la OMI las instalaciones, materiales, equipos o aparatos equivalentes permitidos
como alternativa a los prescritos por las reglas (regla 5);
.4 aprobar el Manual de procedimientos y medios del buque (regla 14);
.5 aprobar los sistemas de bombeo y tuberías mediante pruebas de evaluación de la cantidad de
residuos (regla 12 y apéndice V).
.6 examinar las condiciones para permitir las dispensas relativas al agotamiento de los buques en
viajes restringidos (regla 11);
.7 llevar a cabo reconocimientos iniciales, periódicos e intermedios (regla 8);
.8 delegar la realización de los reconocimientos en caso necesario (regla 8);
.9 expedir certificados tras los reconocimientos en el formato prescrito (regla 9); y
.10 proveer de instalaciones de recepción adecuadas para los residuos de sustancias nocivas
líquidas.
10.12 Orientaciones
La OMI ha elaborado documentos guía, recomendaciones y especificaciones, que se enumeran en el
capítulo 25. Todas las partes interesadas en la implantación del Anexo II deberían utilizar estos documentos.
El Anexo III original entró en vigor el 1 de julio de 1992. En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible
(Río, 1992) se decidió que convenía elaborar un sistema globalmente armonizado (SGA) para el suministro
y la utilización de todos los productos peligrosos, incluidos los productos químicos. Dicha elaboración se
tradujo en una revisión a fondo del Anexo III y del Código marítimo internacional de mercancías peligrosas
(Código IMDG), en lo que respecta a los criterios para determinar si las sustancias que se transportan en
bultos son perjudiciales. El Anexo III revisado del Convenio MARPOL fue adoptado mediante la resolución
MEPC.156(55) y entró en vigor el 1 de enero de 2010.
El Anexo III se aplica a todos los buques a los que se aplica el Convenio MARPOL (véase el párrafo 3.3 de este
manual) y que transporten sustancias perjudiciales en bultos. Las sustancias perjudiciales son las consideradas
como contaminantes del mar en el Código IMDG o las que cumplen los criterios que figuran en el apéndice
del Anexo III. La expresión en bultos remite a toda forma de contención distinta de la estructura del buque
e incluye los embalajes/envases, contenedores, cisternas portátiles y camiones y vagones cisterna que se
identifican o especifican en el Código IMDG.
El Anexo III prohíbe el transporte de sustancias peligrosas salvo si se hace en las condiciones estipuladas en
el Anexo. Entre ellas se incluyen las prescripciones sobre embalaje/envasado, marcado, etiquetado, docu-
mentación, estiba y limitaciones cuantitativas, y las excepciones relacionadas con la seguridad del buque o
el salvamento en el mar.
En la regla 1 del Anexo se hace referencia al Código IMDG en cuanto a las prescripciones detalladas sobre
la identificación y el transporte de sustancias perjudiciales. El Código IMDG se ha adaptado para que pueda
utilizarse como medio práctico de implantación del Anexo III. Esto se debe a que las sustancias perjudiciales
transportadas en bultos (conocidas como «contaminantes del mar») ya estaban clasificadas en su mayoría
como mercancías peligrosas en el Código IMDG.
En lo que respecta a sustancias o materias individuales, el Código IMDG contiene prescripciones generales
para cada clase de sustancias. En el caso de las mercancías peligrosas, que son también contaminantes
del mar, este hecho se indicará con claridad en la columna pertinente de la lista de mercancías peligrosas.
Cuando una sustancia o materia presente propiedades que puedan cumplir los criterios de un contaminante
del mar, pero no se incluya en la Lista de mercancías peligrosas, dicha sustancia o materia se transportará, de
acuerdo con la autoclasificación, como contaminante del mar, de conformidad con el Código IMDG.
En los casos relacionados con los contaminantes del mar, el expedidor tendrá que declarar su expedición
como «contaminante del mar» y cumplirá las prescripciones del Código. Esto supone normalmente añadir una
marca especial de «contaminante del mar» al bulto.
El Anexo IV entró en vigor el 27 de septiembre de 2003. Antes de esa fecha, se reconoció la necesidad de
introducir en él mejoras importantes para que un número suficiente de Estados lo ratificara. El Anexo IV
revisado fue aprobado por acuerdo de los Estados Miembros. El Anexo IV revisado se adoptó el 1 de abril de
2004 mediante la resolución MEPC.115(51), en la primera oportunidad de la que se dispuso tras la entrada en
vigor, y entró en vigor el 1 de agosto de 2005.
El Anexo IV revisado del Convenio MARPOL contenía cuatro capítulos y un apéndice. El 24 de marzo de
2006, el MEPC adoptó mediante la resolución MEPC.143(54) un capítulo adicional sobre supervisión por el
Estado rector del puerto, que consistía en una nueva regla 13 acerca de la supervisión de las prescripcio-
nes operacionales por el Estado rector del puerto. Dicha enmienda entró en vigor el 1 de agosto de 2007.
Mediante la resolución MEPC.164(56) se adoptó una enmienda a la regla 11 sobre descarga de aguas sucias.
Dicha enmienda ampliaba la regla 11 mediante la inclusión de una referencia a las aguas sucias procedentes
de espacios que contengan animales vivos, y entró en vigor el 1 de diciembre de 2008.
En 2010 se propuso incluir también el principio de «zona especial» en el Anexo IV. Mediante la
resolución MEPC.200(62) se adoptaron enmiendas a las reglas 1, 9 y 11, y se introdujo una nueva regla 12bis
sobre instalaciones de recepción para los buques de pasaje en las zonas especiales. La fecha de entrada
en vigor de estas enmiendas es el 1 de enero de 2013. Las disposiciones sobre zonas especiales se han
incorporado al Anexo IV, y el mar Báltico fue designado zona especial, en la que es necesario adoptar
procedimientos especiales obligatorios para prevenir la contaminación por las aguas sucias de los buques. Al
respecto se adoptaron reglas nuevas sobre la descarga de aguas sucias para los buques de pasaje en una zona
especial. La fecha en la que tengan efecto las prescripciones sobre la zona especial depende de si hay un
número suficiente de notificaciones a la OMI por las Partes que limitan el mar Báltico y de la disponibilidad
de instalaciones de recepción para las aguas sucias. Se manifestó preocupación sobre la posible falta de
equipo técnico adecuado y rentable a bordo para cumplir las normas sobre descarga en las zonas especiales.
Mediante la resolución MEPC.218(63), el MEPC hizo un llamamiento para que se elaborara dicho equipo sin
demora.
La regla 1 presenta las definiciones que se utilizan en este anexo. En la regla 2 se indican los buques a los que
se aplican las reglas del Anexo IV del Convenio MARPOL. El Anexo revisado se aplica a los buques nuevos
(regla 1.1 del Anexo IV) dedicados a viajes internacionales y de arqueo bruto igual o superior a 400, o a los
buques nuevos de arqueo bruto inferior a 400 que estén autorizados a transportar más de 15 personas. Los
buques existentes debían cumplir lo dispuesto en el Anexo IV revisado cinco años después de la fecha de
entrada en vigor del Anexo IV. Dado que el Anexo IV entró en vigor el 27 de septiembre de 2003, a partir
del 27 de septiembre de 2008 deja de haber diferencias entre los buques nuevos y los buques existentes en
virtud de dicho anexo.
12.2.2 Excepciones
En la regla 3 se prevén las excepciones respecto de las prescripciones sobre descarga. Estas excepciones
están relacionadas principalmente con circunstancias excepcionales en las que hay que proteger la seguridad
del buque o salvar vidas en el mar, o con los casos en los que hay que combatir sucesos concretos de
contaminación.
12.3.1 Reconocimientos
En general, los buques que deban cumplir lo prescrito en este anexo estarán sujetos a un reconocimiento
inicial y un reconocimiento de renovación. Se llevará a cabo un reconocimiento adicional cuando se efec-
túen reparaciones o renovaciones importantes. Los reconocimientos deben abarcar todas las prescripciones
aplicables del Anexo IV (regla 4), y el estado del buque y de su equipo han de mantenerse de conformidad
con las disposiciones del Convenio MARPOL. Cuando se haya realizado un reconocimiento, no se efectuará
ningún cambio en la estructura, el equipo, los sistemas, los accesorios, los medios y los materiales que fueron
objeto del reconocimiento sin la sanción de la administración marítima, salvo que se trate de la sustitución
directa de tales equipos o accesorios.
En el caso de los buques a los que no se aplique el Anexo IV (regla 4.2), deben establecerse las medidas
oportunas, que serán probablemente reconocimientos, para garantizar el cumplimiento de las prescripciones
de la administración marítima.
A petición de la Administración, el Gobierno de una Parte en el Convenio MARPOL podrá someter un buque
a reconocimiento y, si estima que los resultados son satisfactorios, podrá expedir el Certificado ISPP. No se
expedirá el Certificado ISPP a ningún buque que enarbole el pabellón de un Estado que no sea Parte en el
Convenio MARPOL (regla 6.4). El Certificado ISPP se redactará conforme al modelo que figura en el apéndice
del Anexo IV, y estará como mínimo en español, francés o inglés. Si también se utiliza el idioma oficial de la
Administración, este texto prevalecerá en caso de controversia o de discrepancia (regla 7).
En general, el Certificado ISPP es válido durante cinco años, y se admite para él cierta flexibilidad, tal como
se indica en la regla 8. El Certificado perderá su validez si los reconocimientos pertinentes no se efectúan en
los intervalos estipulados en la regla 4, o cuando el buque cambie de pabellón por el de otro Estado.
En su 55° periodo de sesiones, celebrado en octubre de 2006, el MEPC adoptó mediante la resolución
MEPC.159(55) las «Directrices revisadas sobre la implantación de las normas relativas a efluentes y pruebas
de rendimiento de las instalaciones de tratamiento de aguas sucias». La resolución, en la que se invita a los
Gobiernos a que implanten las Directrices revisadas de manera que todo el equipo instalado a bordo el 1 de
enero de 2010 o posteriormente cumpla las Directrices en la medida de lo razonable y lo posible, sustituye a la
«Recomendación sobre normas internacionales relativas a efluentes y directrices sobre pruebas de rendimiento
de las instalaciones de tratamiento de aguas sucias», adoptada mediante la resolución MEPC.2(VI) en 1976. A
la luz de las prescripciones adicionales del Anexo IV sobre los buques de pasaje en las zonas especiales, era
necesario actualizar las normas adoptadas por el MEPC 55. En el MEPC 64, celebrado en octubre de 2012,
se adoptaron mediante la resolución MEPC.227(64) las «Directrices de 2012 sobre la implantación de las
normas relativas a efluentes y pruebas de rendimiento de las instalaciones de tratamiento de aguas sucias». No
obstante, antes de la adopción de las Directrices de 2012, se manifestaron preocupaciones sobre si el equipo
estaría disponible. Se decidió examinar la disponibilidad durante el MEPC 67 (segunda mitad de 2014).
La regla 10 facilita información sobre las conexiones universales de descarga para el buque y la instalación
de recepción.
Las condiciones de descarga fuera de una zona especial figuran en el cuadro infra, en el que se resume la
regla 11A del Anexo IV.
12.4.3 Descarga de las aguas sucias de los buques de pasaje fuera de las zonas especiales
Tal como se indica en el párrafo 12.1 de este manual, el MEPC adoptó el 15 de julio de 2011 enmiendas
relacionadas con las disposiciones sobre las zonas especiales y la designación del mar Báltico como zona
especial en virtud del Anexo IV del Convenio MARPOL. Las enmiendas consiguientes a la regla 11 se reflejan
en una nueva regla 11B y prescriben que se prohíba en general la descarga de aguas sucias de los buques de
pasaje dentro de una zona especial:
.1 en el caso de los buques de pasaje nuevos, el 1 de enero de 2016 o posteriormente; y
.2 en el caso de los buques de pasaje existentes, el 1 de enero de 2018 o posteriormente.
Sólo se aplica una excepción a la prohibición de la descarga de aguas sucias de los buques de pasaje dentro
de una zona especial cuando el buque utilice una instalación de tratamiento de aguas sucias de un tipo
aprobado por la Administración, teniendo en cuenta las normas y los métodos de prueba estipulados en las
«Directrices de 2012 sobre la implantación de las normas relativas a efluentes y pruebas de rendimiento de
las instalaciones de tratamiento de aguas sucias». El efluente tampoco producirá sólidos flotantes visibles ni
ocasionará coloración en las aguas circundantes.
Por buque de pasaje nuevo se entiende un buque de pasaje cuyo contrato de construcción se formaliza o, de
no haberse formalizado un contrato de construcción, cuya quilla sea colocada, o cuya construcción se halle
en una fase equivalente, el 1 de enero de 2016 o posteriormente, o un buque de pasaje cuya entrega tenga
lugar una vez transcurridos dos años o más después del 1 de enero de 2016.
.3 aprobar los medios para las aguas sucias del buque (regla 9);
.4 establecer las medidas oportunas para los buques que no realicen viajes internacionales
(regla 4.2);
.5 vigilar la provisión de instalaciones adecuadas en los puertos y terminales para la recepción de
aguas sucias (regla 12);
.6 expedir certificados en el modelo prescrito (reglas 5, 6, 7 y 8); y
.7 notificar a la Organización Marítima Internacional todos los casos en los que las instalaciones
facilitadas se consideren inadecuadas.
12.9 Orientaciones
La OMI ha publicado directrices sobre las normas relativas a efluentes y pruebas de rendimiento de las
instalaciones de tratamiento de aguas sucias (véase el párrafo 25.5.1), que deberían utilizarse como referencia
cuando se aprueben dichas instalaciones.
*
Véase la publicación de la OMI cuyo número de venta es IB656S.
dique seco posterior a la fecha de entrada en vigor del Anexo para una Parte concreta, pero en ningún caso
después de que hayan transcurrido tres años desde dicha fecha. En lo que respecta a los buques existentes,
se aplican las prescripciones operacionales y sobre el equipo pertinentes, con independencia de que se haya
expedido o no el Certificado IAPP. Los reconocimientos anuales, intermedios y de renovación se programarán
a continuación de conformidad con el sistema armonizado de reconocimientos y certificación, junto con los
reconocimientos adicionales que puedan ser necesarios, tras la reparación, la sustitución o la instalación de
equipo adicional.
En la versión refundida de las Directrices para efectuar reconocimientos de conformidad con el sistema armo-
nizado de reconocimientos y certificación (véase la resolución A.1053(27) de la Asamblea) figuran directrices
específicas para los reconocimientos relacionados con el Anexo VI. También existen directrices específicas
sobre la supervisión por el Estado rector del puerto (resolución MEPC.181(59)).
El nuevo capítulo 4 se aplica principalmente a los buques nuevos, a excepción de la prescripción relativa al
Plan de gestión de la eficiencia energética del buque (SEEMP). La verificación de la prescripción de contar con
un SEEMP también es aplicable a los buques existentes y se realizará en el primer reconocimiento intermedio
o de renovación, si éste es anterior, que se lleve a cabo el 1 de enero de 2013 o posteriormente.
Las secciones siguientes incluyen resúmenes de los controles aplicables a los flujos de contaminación respec-
tivos contemplados en el capítulo 3 del Anexo VI y las medidas de eficiencia energética tratadas en el
capítulo 4.
Los controles contemplados en esta regla no se aplican al equipo sellado que no tenga conexiones de carga
de refrigerante ni componentes desmontables; esta regla abarca artículos como frigoríficos, aparatos de aire
acondicionado y enfriadores de agua pequeños y de uso doméstico.
Está prohibido instalar sistemas o equipos que contengan CFC o halones en buques construidos el 19 de
mayo de 2005 o posteriormente, y está prohibido instalar nuevos sistemas o equipos que contengan CFC o
halones en los buques existentes en esa fecha o posteriormente. De manera análoga, está prohibido instalar
sistemas o equipos que contengan HCFC en buques construidos el 1 de enero de 2020 o posteriormente, y
está prohibido instalar nuevos sistemas o equipos que contengan HCFC en los buques existentes en esa fecha
o posteriormente.
Se permite que los sistemas y equipos existentes continúen funcionando y puedan recargarse cuando sea
necesario Sin embargo, la descarga deliberada en la atmósfera de sustancias que agotan la capa de ozono
está prohibida. Cuando se reparen o se retiren del servicio sistemas o equipos que contengan sustancias que
agotan la capa de ozono, los gases se recogerán debidamente de manera controlada y, en el caso de que no
vuelvan a utilizarse a bordo, se llevarán a las instalaciones de recepción oportunas para su almacenamiento
o destrucción. Los equipos o materiales redundantes que contengan sustancias que agotan la capa de ozono
se llevarán a tierra para su retirada del servicio o eliminación, según proceda. Esto último también se aplica al
desguace de un buque al final de su vida útil.
Además, los buques provistos de sistemas o equipos que contengan sustancias que agotan la capa de ozono y
que deban contar con el Certificado IAPP habrán de mantener también un libro registro de dichas sustancias
en el que se anoten las operaciones de suministro, recarga, reparación o descarga conexas.
Cuadro 8 – Normas para las emisiones de NOx por motor diésel marino y nivel
Los controles del nivel III sólo se aplican a los buques especificados mientras navegan en las zonas de control
de las emisiones (ECA) establecidas para limitar las emisiones de NOx. Fuera de dichas zonas, se aplican
los controles del nivel II. En el momento en que se elaboró este manual, se habían establecido las zonas
de control de las emisiones de Norteamérica y del mar Caribe de los Estados Unidos (véase el párrafo 3.27
de este manual). De conformidad con la regla 13.5.2, algunos buques pequeños no tienen la obligación de
instalar motores del nivel 3. Cabe señalar que los buques construidos el 1 de enero de 2016 o posteriormente
cumplirán los límites de emisión de NOx especificados en la regla 13.5.1.1 cuando naveguen en la zona de
control de las emisiones de Norteamérica o en la del mar Caribe de los Estados Unidos.
En el caso de los límites del nivel II y del nivel III, el valor de emisión para un motor diésel se determinará
de conformidad con el Código técnico sobre los NOx 2008. Los motores del nivel I se han certificado en
su mayoría de conformidad con la versión anterior (1997) de dicho código, que, de conformidad con la
circular MEPC.1/Circ.679, podía utilizarse en determinados casos hasta el 1 de enero de 2011. La certificación
expedida con arreglo al Código técnico sobre los NOx 1997 seguiría siendo válida durante la vida útil de
dichos motores.
De conformidad con el Código técnico sobre los NOx 2008, para no tener que realizar un ensayo de certi-
ficación de cada motor a fin de comprobar si éste se ajusta a los límites de la regla 13, podrán adoptarse los
conceptos de homologación relativos a la familia de motores o al grupo de motores. Un motor podrá certifi-
carse con arreglo a un criterio de motor individual, familia de motores o grupo de motores, de conformidad
con uno o varios de los cuatro ciclos de ensayo que se indican en el apéndice II del Anexo. En el caso de
que a los motores se les aplique el concepto de familia o grupo de motores, se comprobarán las emisiones
del motor de referencia. El motor de referencia es el que presenta la combinación de régimen nominal
(potencia y velocidad) y elementos, reglajes y valores de funcionamiento críticos respecto de los NOx con un
valor de emisión de NOx más alto o, cuando deba certificarse más de un ciclo de ensayo, con valores que,
para resultar aceptables, no pueden ser superiores al valor límite del nivel aplicable. De ahí que los motores
en serie y los motores emparentados posteriores se construyan con unos regímenes nominales, elementos,
reglajes y valores de funcionamiento dentro de los límites establecidos para la familia o el grupo de motores
respectivo. En general, la certificación de los motores nuevos que tiene como consecuencia la expedición del
Certificado EIAPP se lleva a cabo en el taller del fabricante del motor, en el que se realiza el reconocimiento
correspondiente previo a la certificación.
Posteriormente, el Estado de abanderamiento del buque en el que va a instalarse un motor diésel que cuente
con el Certificado EIAPP, o una organización que actúe en su nombre (casi toda la labor de certificación de
motores se delega en organizaciones reconocidas; véase el capítulo 23), aprobará el motor con arreglo a
un nivel establecido para uno o varios ciclos de ensayo y uno o varios regímenes nominales concretos, con
determinados elementos, reglajes y valores de funcionamiento críticos (incluidas opciones) respecto de los
NOx, según proceda. Las modificaciones de estos aspectos se aprobarán y documentarán debidamente.
Por cada motor diésel certificado respecto de los NOx debe llevarse a bordo un expediente técnico aprobado
(Código técnico sobre los NOx 2008, párrafo 2.3.4), en el que se indique que el motor ha sido aprobado y se
facilite el programa de reconocimientos aplicable y la documentación pertinente sobre las enmiendas aproba-
das. En el momento de la elaboración de este manual, prácticamente todos los motores se reconocían utilizando
el método de verificación de los parámetros (Código técnico sobre los NOx 2008, párrafo 2.4.3.1), con el que
se comprueban el rendimiento, el régimen nominal y los elementos, reglajes y valores de funcionamiento
respecto de los NOx teniendo en cuenta los datos que figuran en el expediente técnico. Un documento clave
en el procedimiento de verificación de los parámetros es el Libro registro de los parámetros del motor (Código
técnico sobre los NOx 2008, párrafo 6.2.2.8), en el que se consignan todas las sustituciones y modificaciones
de los elementos, reglajes y valores de funcionamiento críticos respecto de los NOx. Los reconocimientos
de los motores se llevan a cabo cuando concluye la fabricación y, posteriormente, como parte del proceso
general de reconocimiento del buque. En el apéndice II del Código técnico sobre los NOx 2008 figuran
diagramas de operaciones que ilustran los aspectos comprobados en las distintas etapas del reconocimiento.
En las reglas 13.2.1 a 13.2.3 se tratan los casos en los que un motor diésel se ha sometido a una «transfor-
mación importante», definida en la regla 13.2.1. Se indican tres clases de transformación importante, de las
cuales la «modificación apreciable» (Código técnico sobre los NOx 2008, párrafo 1.3.2) y el incremento del
régimen nominal (cuando se aumenta el régimen nominal máximo continuo del motor en más de un 10 %
con respecto al régimen nominal máximo continuo indicado en la certificación original del motor) implican
la modificación de un motor instalado existente. En esas dos circunstancias, si bien el nivel pertinente es el
aplicable en la fecha de construcción del buque en el que se instala el motor, se aplicará la norma del nivel I
para los buques construidos antes del 1 de enero de 2000. El otro tipo de transformación importante es la
instalación de un motor que sustituya a otro o de un motor adicional. Cuando un motor diésel marino se
sustituya por otro no idéntico o se instale un motor diésel marino adicional, se aplicará el nivel oportuno en
la fecha de instalación. No obstante, en algunas circunstancias se permitiría instalar un motor de sustitución
con arreglo a una norma del nivel II en lugar de uno certificado de conformidad con el nivel III (regla 13.2.2),
a reserva de que la Administración lo acepte y teniendo en cuenta las directrices que elabore la Organización.
En el caso de que el motor de sustitución sea idéntico, se aplicará el nivel correspondiente a la fecha de
construcción del buque.
El Anexo VI revisado (reglas 13.7.1 a 13.7.5) introdujo de manera retrospectiva la certificación relativa a los
NOx para los motores diésel con una potencia de salida superior a 5 000 kW y una cilindrada igual o superior
a 90 ℓ, instalados en buques construidos el 1 de enero de 1990 o posteriormente, pero antes del 1 de enero
de 2000. Esta normativa sólo afectará en general a los motores principales de dichos buques; en los proyectos
actuales de motores de velocidad media, el criterio de los 90 ℓ por cilindro se refiere a motores de diámetro
igual o superior a 460 mm. La certificación se basa en la existencia de un método aprobado (Código técnico
sobre los NOx 2008, párrafo 1.3.17), es decir, un método para un motor particular o una gama de motores
que, al aplicarse al motor, garantiza que éste cumpla el límite de emisión de NOx existente que se estipula en
las reglas 13.7.1 a 13.7.5. Si una Parte, que no tiene que ser necesariamente el Estado de abanderamiento del
buque, ha certificado un «método aprobado» para un motor diésel marino y ha comunicado a la OMI dicha
certificación, el valor de emisión del motor en cuestión no podrá ser superior al del nivel I pertinente (regla
13.7.4). El método aprobado debe aplicarse a más tardar en el primer reconocimiento de renovación que se
realice, como mínimo, 12 meses después de que se efectúe la comunicación a la OMI (regla 13.7.2). Si el
propietario del buque en el que vaya a instalarse el método aprobado puede demostrar que dicho método no
está disponible comercialmente a pesar de haber hecho todo lo posible por obtenerlo, el método aprobado
se instalará a más tardar en el primer reconocimiento anual que corresponda realizar después de que dicho
método pueda adquirirse comercialmente. La regla 13.7.5 impone restricciones en el método aprobado que
limitan su coste y los efectos negativos que puede tener en la potencia y el consumo de combustible del
motor. En el capítulo 7 del Código técnico sobre los NOx 2008, figuran otras prescripciones, incluido un
esbozo del expediente del método aprobado que debe conservarse junto al motor.
Varios métodos aprobados certificados se han notificado a la Organización y se han publicado posteriormente
en circulares. Los métodos aprobados incluyen aspectos tales como cambiar las toberas de inyección del
combustible del motor. Los propietarios de buques (y también los inspectores encargados de los reconoci-
mientos y de la supervisión por el Estado rector del puerto) deberán estar vigilantes durante la vida útil de los
motores que podrían requerir la instalación de un método aprobado, en lo que respecta a la disponibilidad
de dichos medios y para garantizar que estén debidamente instalados y conservados, según proceda. Para los
motores con un método aprobado, la regla 13.7.1.2 facilita una opción alternativa mediante la cual el motor
se certifica de conformidad con las prescripciones convencionales del Código técnico sobre los NOx 2008.
Fuera de una ECA establecida para limitar las Dentro de una ECA establecida para limitar las
emisiones de SOx y materia particulada emisiones de SOx y materia particulada
4,50 % masa/masa antes del 1 de enero de 2012 1,50 % masa/masa antes del 1 de julio de 2010
3,50 % masa/masa el 1 de enero de 2012 y posteriormente 1,00 % masa/masa el 1 de julio de 2010 y posteriormente
*
0,50 % masa/masa el 1 de enero de 2020 0,10 % masa/masa el 1 de enero de 2015 y posteriormente
*
Esta fecha podría sustituirse por el 1 de enero de 2025 en función de los resultados de un examen que debe concluirse en 2018
sobre la disponibilidad del fueloil prescrito.
En el momento de la elaboración de este manual, las zonas de control de las emisiones establecidas para
limitar las emisiones de SOx y materia particulada (véase el párrafo 3.27) son las siguientes:
–– la zona del mar Báltico, definida en el Anexo I del Convenio MARPOL
–– la zona del mar del Norte, definida en el Anexo V del Convenio MARPOL
–– la zona de control de las emisiones de Norteamérica, definida en el apéndice VII del Anexo VI
–– la zona de control de las emisiones del mar Caribe de los Estados Unidos (con el 1 de enero de
2013 como fecha de entrada en vigor).
En la circular MEPC.1/Circ.723 se facilita más información sobre la zona de control de las emisiones (ECA) de
Norteamérica en virtud del Anexo VI del Convenio MARPOL, en particular, información relacionada con la
fecha efectiva de las prescripciones para los SOx, que era el 1 de agosto de 2012. Cuando los buques operen
en la ECA de Norteamérica, el contenido de azufre del fueloil utilizado a bordo de ellos no superará el 1,00 %
masa/masa a partir del 1 de agosto de 2012, inclusive, ni el 0,10 % masa/mas a partir del 1 de enero de 2015,
inclusive.
De conformidad con lo dispuesto en la regla 14.7 del Anexo VI del Convenio MARPOL, las prescripciones
en la ECA del mar Caribe de los Estados Unidos para los SOx y la materia particulada entrarán en vigor
el 1 de enero de 2014 (MEPC.1/Circ.755). Cuando los buques operen en la ECA del mar Caribe de los Estados
Unidos, el contenido de azufre del fueloil utilizado a bordo de ellos no superará el 1,00 % masa/masa a
partir del 1 de enero de 2014, inclusive, ni el 0,10 % masa/masa a partir del 1 de enero de 2015, inclusive.
Antes del 1 de enero de 2020, las prescripciones sobre el azufre que se indican supra podrán no aplicarse a
los buques construidos el 1 de agosto de 2011 o anteriormente que utilicen calderas de propulsión que no
estuvieran proyectadas originalmente para funcionar de manera continuada con combustible destilado para
usos marinos o gas natural (regla 14.4.4 del Anexo VI del Convenio MARPOL).
Por consiguiente, es probable que los buques que operan tanto fuera como dentro de estas ECA lo hagan
utilizando fueloiles distintos (también podrán utilizarse métodos de cumplimiento equivalentes, que podrán
ser más frecuentes) a fin de cumplir los límites respectivos (véase la regla 14.6). A bordo de los buques debe
contarse con procedimientos por escrito que muestren cómo se debe realizar el cambio de fueloil. Antes de
que un buque entre en una ECA, habrá tenido que cambiar su fueloil por uno reglamentario en dicha zona.
De manera análoga, el cambio de fueloil reglamentario en la ECA no comenzará antes de que el buque haya
salido de la ECA. En cada cambio se anotarán las cantidades de los fueloiles reglamentarios en la ECA que
haya a bordo, así como la fecha, la hora y la situación del buque cuando se lleve a cabo una operación de
cambio de fueloil antes de entrar en la ECA o se inicie tal operación tras salir de ella. Dichas anotaciones
se incluirán en el libro registro prescrito por la Administración del buque. Si no existe ninguna prescripción
específica al respecto, la anotación podría llevarse a cabo, por ejemplo, en el Libro registro de hidrocarburos
del buque obligatorio en virtud del Anexo I del Convenio MARPOL.
El primer nivel de control del fueloil es el contenido real de azufre del fueloil utilizado como combustible. El
proveedor del fueloil determinará este valor en la nota de entrega de combustible. Dicho valor, así como otros
aspectos conexos, están relacionados directamente con las prescripciones sobre la calidad del fueloil que se
contemplan en la regla 18 (véase el párrafo 14.2.6 infra). En el caso de los fueloiles reglamentarios en una
ECA, la tripulación del buque se asegurará de que dichos fueloiles no se mezclan con otros cuyo contenido
de azufre sea superior. Por ejemplo, no debería introducirse fueloil reglamentario en una ECA en tanques de
combustible, sedimentación o servicio parcialmente llenos que contengan fueloil no reglamentario en dicha
ECA. Asimismo, durante las operaciones de trasiego, los fueloiles reglamentarios en una ECA no deberían
mezclarse con otros que no lo sean, de modo que el fueloil que se utilice realmente en la ECA no rebase el
límite correspondiente.
La regla 14 facilita los valores límite del contenido de azufre del fueloil y exige que se mantengan anotaciones
rigurosas y que no se mezclen combustibles, a fin de garantizar que se respeten los límites. Sin embargo,
existen otros medios por los que pueden alcanzarse niveles equivalentes en cuanto al control de las emisiones
de SOx y materia particulada, tanto fuera como dentro de las ECA. Los métodos equivalentes pueden clasifi-
carse en primarios (se evita la formación del contaminante) y secundarios (el contaminante se forma y después
se elimina, antes de que el flujo de gases de escape se descargue en la atmósfera). La regla 4.1 permite la
aplicación de dichos métodos a reserva de que los apruebe la Administración. Al aprobar estos equivalentes,
la Administración debería tener en cuenta las directrices pertinentes que elabore la Organización (regla 4.3).
En el momento de la elaboración de este manual no existían directrices sobre ningún método primario (que
podría incluir, por ejemplo, la utilización de combustible dual (gas/líquido)). En cuanto a los métodos de
control secundarios, se han adoptado directrices sobre los sistemas de limpieza de los gases de escape, en
los que el flujo de gases de escape se lava con agua antes de su descarga en la atmósfera (MEPC.184(59)).
Al utilizar estos medios no se impondrían restricciones al contenido de azufre del fueloil empleado como
combustible distintas de las identificadas en la certificación del sistema.
Esta regla sólo se aplica a los buques tanque. La regla trata dos aspectos del control de los COV. El primer
aspecto se refiere a que determinados puertos o terminales pueden controlar las emisiones de COV a la
atmósfera utilizando un sistema de control de las emisiones de vapores, de conformidad con las reglas 15.1 a
15.5 y 15.7. Cuando se regulen dichas emisiones, para los sistemas de recogida de las emisiones de vapores de
a bordo y los medios de control de las emisiones de vapores en tierra deberían tenerse en cuenta las normas
de seguridad correspondientes elaboradas por la Organización (MSC/Circ.585: «Normas para los sistemas
de control de la emisión de vapores»). Una Parte podrá optar por aplicar dichos controles sólo a puertos o
terminales concretos de su jurisdicción y a tamaños de buques tanque o tipos de carga específicos. Cuando
se lleven a cabo dichos controles en puertos o terminales concretos, podrán aceptarse buques tanque no
provistos de un sistema de recogida de las emisiones de vapores durante un periodo máximo de tres años
desde la fecha efectiva del control, tal como se indica en la regla 15.2. Cuando un sistema de control de las
emisiones de vapores sea obligatorio, la Parte pertinente deberá notificar a la OMI la prescripción y su fecha
de implantación. En el momento de la elaboración de este manual se habían efectuado algunas notificaciones.
En el segundo aspecto tratado en esta regla, que se recoge en su párrafo 6, se hace referencia a la obligación
de que todos los buques tanque que transporten crudo dispongan de un plan de gestión de los COV especí-
fico del buque, aprobado y puesto en práctica, que cubra como mínimo la información facilitada en la regla.
Véase la resolución MEPC.185(59), que contiene unas directrices para la elaboración de dicho plan, así como
la circular MEPC.1/Circ.680, que facilita información técnica sobre los sistemas y su funcionamiento para
facilitar la elaboración de los planes mencionados.
Esta regla se aplica únicamente a los incineradores de a bordo, salvo lo dispuesto en la regla 16.4. Las reglas
16.1 a 16.4 tratan de la incineración a bordo en general, por lo que son aplicables a todos los buques,
mientras que las reglas 16.6.1 a 16.9 son específicas de los incineradores instalados en buques construidos
el 1 de enero de 2000 o posteriormente o de los incineradores instalados en los buques existentes en esa
fecha o posteriormente.
La regla 16.1 exige que la incineración sólo se lleve a cabo mediante un equipo proyectado a tal efecto. La
regla 16.2 prohíbe la incineración de los materiales que se enumeran en ella, por lo que puede considerarse
complementaria a las prescripciones del Anexo V sobre el tratamiento de las basuras generadas por los
buques. La eliminación de los cloruros de polivinilo (PVC) mediante incineración se limita a las unidades
homologadas de conformidad con las resoluciones MEPC.76(40) o MEPC.59(33) (regla 16.3). La regla 16.4
reconoce que, si bien la incineración de los lodos de aguas residuales y fangos oleosos generados por los
buques puede realizarse alternativamente en la planta generadora o caldera principal o auxiliar, en estos casos
no se llevará a cabo dentro de puertos o estuarios.
La regla 16.6.1 exige en general que los incineradores instalados en buques construidos el 1 de enero de 2000
o posteriormente o las unidades instaladas en buques existentes en esa fecha o posteriormente sean aprobados
por la Administración de conformidad con el apéndice IV del Anexo VI y teniendo en cuenta la resolución
MEPC.76(40): «Especificación normalizada para los incineradores de a bordo», modificada por la resolución
MEPC.93(45). En el caso de estos incineradores, se guardará un manual de instrucciones junto a la unidad
(regla 16.7) y se impartirá formación sobre el funcionamiento correcto de las unidades de conformidad con
el manual (regla 16.8). La regla 16.9 exige que los incineradores sólo se utilicen cuando se hayan alcanzado
las temperaturas prescritas.
En general, esta regla no está dirigida a los buques, sino que está relacionada con los proveedores de fueloil y
su control por parte de las autoridades competentes, además de otros aspectos reglamentarios. En particular,
debería considerarse que las prescripciones de las reglas 18.1, 18.2.1 a 18.2.5, 18.4, 18.5, 18.8.2, 18.9 y 18.10,
junto con algunos aspectos de la regla 18.8.1, respaldan la regla 14 en lo que respecta a los elementos que
están fuera del control del propietario del buque.
En el caso de los buques que tengan la obligación de contar con el Certificado IAPP, las reglas 18.6 y 18.8.1
indican medidas específicas relacionadas con el buque sobre, respectivamente, la conservación de notas de
entrega de combustible a bordo durante un periodo no inferior a tres años tras la entrega del fueloil (una regla
que tal vez se relaje si se cumplen las condiciones especificadas en la regla 18.11), y la conservación de mues-
tras de fueloil representativas, bajo el control del buque (y, por consiguiente, no necesariamente a bordo),
hasta que el fueloil en cuestión se haya consumido en su mayor parte, aunque durante un periodo no inferior
a 12 meses contados desde la fecha de entrega. Estas prescripciones se aplicarán con independencia de que
se cumpla o no la regla 14 al tomar como combustible fueloiles que no rebasen los límites establecidos.
Las «Directrices relativas al muestreo del fueloil para determinar el cumplimiento de lo dispuesto en el Anexo
VI revisado del MARPOL, 2009» se publicaron mediante la resolución MEPC.182(59) para tener en cuenta
la revisión de dicho anexo. Los párrafos 8 y 9 de estas directrices incluyen medidas específicas que debe
adoptar el personal del buque. Cabe señalar que las Directrices tienen carácter recomendatorio para la
autoridad reguladora, por lo que la legislación local que abarque el control de los proveedores de fueloil
respecto de cuestiones relacionadas con el Anexo VI tal vez no se ajuste a todos los aspectos indicados en
estas directrices. Por ejemplo, en el caso del lugar de muestreo del fueloil, la autoridad pertinente podrá
aceptar otros medios equivalentes que se controlen debidamente.
Es necesario que el personal del buque pueda supervisar la nota de entrega de combustible y la muestra
representativa de fueloil. De conformidad con los párrafos 2.1.1.12 y 2.1.5 de las «Directrices sobre la super-
visión por el Estado rector del puerto en virtud del Anexo VI revisado del Convenio MARPOL, 2009» (resolu-
ción MEPC.181(59)), los casos en los que la nota de toma de combustible no contenga la información prescrita
en el apéndice V del Anexo VI, o en los que la muestra representativa no se haya extraído, etiquetado o
precintado de conformidad con las directrices pertinentes, se documentarán debidamente y se notificarán
a la Administración del Estado de abanderamiento del buque, remitiendo las copias correspondientes a las
autoridades portuarias del lugar en el que se realiza la toma de combustible y al proveedor de este último y
conservando otra copia a bordo junto con la documentación comercial pertinente.
El buque asume también la responsabilidad cuando el puerto en el que se efectúa la toma de combustible está
en un país que no es Parte en el Anexo VI. En esa situación, aparte de las consideraciones comerciales, no hay
una exigencia directa de que dichos puertos cumplan las diversas prescripciones de la regla 18. De ahí que,
cuando los propietarios de buques programan las tomas de combustible, suelan insertar cláusulas al efecto
de que el proceso de suministro de fueloil se ajuste a las prescripciones del Anexo VI y en él se respete un
contenido de azufre máximo especificado que sea adecuado para la zona concreta de operaciones prevista.
La disponibilidad de fueloil es el otro aspecto de la regla 18 sobre el que se atribuyen responsabilidades a los
propietarios de buques. Las reglas 18.2.1 a 18.2.5 prevén situaciones en las que el fueloil prescrito no está
disponible en el lugar. En otras palabras, sólo se cuenta con fueloil que no cumple el límite de azufre máximo
prescrito en la regla 14. El propietario del buque debe haberse esforzado al máximo para obtener el fueloil
prescrito, y las Partes deberían tener en cuenta estos esfuerzos al examinar las medidas que deben adoptarse
o no cuando un buque utilice fueloil cuya composición no cumpla las reglas.
Las reglas 18.9, 18.1. 18.3 y 18.4 y la primera parte de la regla 18.5 tratan de la aplicación de controles locales
a los proveedores de fueloil, mientras que las reglas 18.7.1, 18.7.2, 18.8.2 (y, por consiguiente, el apéndice VI)
y 18.10 tratan de la aplicación de la supervisión por el Estado rector del puerto.
El 15 de julio de 2011, las reglas sobre la eficiencia energética de los buques se incluyeron en el Anexo VI
mediante la resolución MEPC.203(62), con el 1 de enero de 2013 como fecha de entrada en vigor. Si bien las
reglas adicionales se reflejan en un nuevo capítulo 4, cabe señalar que su inclusión repercute también en las
reglas 1, 2, 5, 6, 7, 8, 9 y 10. En la regla 2 se añaden varias definiciones, en particular, a efectos del nuevo
capítulo 4.
La introducción del Certificado internacional de eficiencia energética del buque (Certificado IEE) obliga a que
se enmiende el capítulo 2 del Anexo VI (véase también el párrafo 14.1). En la regla 5, las enmiendas requieren
que los buques a los que se aplica el capítulo 4 del Anexo VI se sometan a reconocimiento y certificación,
teniendo en cuenta las directrices elaboradas por la Organización. A tal efecto, se han elaborado directrices
sobre reconocimiento y certificación del EEDI mediante la resolución MEPC.214(63).
En el nuevo capítulo 4 del Anexo VI se introducen las reglas 19 a 23. La regla 19 determina la aplicación
del capítulo 4. El capítulo 4 se aplica a todos los buques de arqueo bruto igual o superior a 400. La regla 20
incluye las prescripciones sobre el índice de eficiencia energética de proyecto obtenido (EEDI obtenido),
mientras que la regla 21 trata del EEDI prescrito.
Se han elaborado directrices sobre el método de cálculo del EEDI obtenido para buques nuevos y para el
cálculo de los niveles de referencia que se utilizarán para el EEDI, que se adoptaron el 2 de marzo de 2012
mediante las resoluciones MEPC.212(63) y MEPC.215(63), respectivamente.
Las reglas 20 y 21 se aplican a los buques nuevos y a aquellos que han sufrido una transformación importante,
conceptos que se definen en las reglas 2.23 y 2.24, respectivamente. El EEDI obtenido (regla 20) se calculará
para los buques pertinentes definidos en las reglas 2.25 a 2.35. El EEDI prescrito (regla 21) se determinará para
los buques pertinentes definidos en las reglas 2.25 a 2.31.
La regla 22 incluye prescripciones para el plan de gestión de la eficiencia energética del buque (SEEMP).
Es importante señalar que la regla 22 se aplica a los buques nuevos y a los buques existentes. Todo buque
conservará a bordo un SEEMP específico de él. Dicho plan podrá formar parte del sistema de gestión de la
seguridad del buque. El SEEMP se elaborará teniendo presentes las directrices adoptadas por la Organización
(resolución MEPC.213(63)).
El modelo de Certificado IEE se incluye como nuevo apéndice VIII del Anexo VI.
.1 examinar, junto con otras Administraciones, según proceda, las solicitudes de exención respecto
de determinados aspectos del Anexo VI para facilitar la realización de ensayos de tecnologías de
reducción y control de las emisiones de los buques, y, si se concede la exención, vigilar dichos
ensayos respecto de cualquier solicitud de prórroga o con miras a anular la exención (regla 3.2);
.2 aprobar la utilización in situ de los hidrocarburos producidos junto con actividades relacionadas
con los recursos minerales del lecho marino, que no estará sujeta a las prescripciones de la
regla 18 (regla 3.3.2);
.5 llevar a cabo los reconocimientos adicionales que sean necesarios (regla 5.1);
.27 notificar a la OMI los casos en los que buques de su pabellón no hayan dispuesto de instalacio-
nes de recepción o éstas se hayan considerado insuficientes (regla 17.3);
.28 fomentar la disponibilidad de fueloil reglamentario en los puertos y terminales de su jurisdicción
y notificárselo a la OMI (regla 18.1);
.29 recibir notificaciones de los buques que no puedan obtener fueloil reglamentario (regla 18.2.4);
.30 examinar los casos en los que los buques utilicen a bordo fueloil no reglamentario por no
disponer de uno que sí lo sea y notificar a la OMI las conclusiones (reglas 18.2.1 a 18.2.5);
.31 si es necesario, analizar la muestra representativa de fueloil de conformidad con el procedimiento
de verificación que figura en el apéndice VI del Anexo VI del Convenio MARPOL (regla 18.8.2);
.32 permitir que las autoridades competentes de su jurisdicción establezcan y apliquen planes de
registro de los proveedores de fueloil (regla 18.9);
.33 recibir notificaciones de las Partes que revelen que un buque ha recibido fueloil que no se ajusta
a lo prescrito en las reglas 14 o 18 del Anexo VI del Convenio MARPOL (regla 18.9.5);
.34 aprobar, junto con otras Administraciones, según proceda, las alternativas a la nota de entrega
de combustible (regla 18.11);
.35 dispensar del cumplimiento de lo prescrito en las reglas 20 y 21 (regla 19.4);
.36 verificar el índice de eficiencia energética de proyecto (EEDI) obtenido (regla 20.1);
.37 examinar si un buque nuevo o existente que haya sufrido una transformación importante se
considerará un buque de nueva construcción (regla 21.2); y
.38 establecer que todo buque lleve a bordo un plan de gestión de la eficiencia energética del
buque (SEEMP) específico de él, que podrá formar parte del sistema de gestión de la seguridad
del buque (SMS) (regla 22).
La regla 17 establece que las Partes en el Anexo VI se comprometen a garantizar la provisión de instalaciones
de recepción adecuadas para los materiales que se indican supra de los buques que utilicen sus puertos,
terminales y, en el caso de las sustancias que agotan la capa de ozono y el equipo conexo, sus instalaciones
de desguace de buques. Sin embargo, esta prescripción está sujeta a la disponibilidad de la infraestructura
industrial necesaria para gestionar dichos materiales adecuadamente. A este respecto, véase la resolución
MEPC.199(62): «Directrices de 2011 para las instalaciones de recepción en virtud del Anexo VI del Convenio
MARPOL».
14.5 Orientaciones
La OMI ha elaborado orientaciones relativas a distintos aspectos del Anexo VI para ayudar a implantarlo
(véase la lista del capítulo 25).
.16 los fueloiles reunirán las condiciones reglamentarias, y se realizarán los mayores esfuerzos,
debidamente documentados, para obtener un fueloil reglamentario; si no se dispone de este tipo
de fueloil, se notificará a las partes pertinentes, según proceda;
.17 las notas de entrega de combustible y las muestras representativas de fueloil se firmarán, se
conservarán según proceda y se pondrán a disposición de las autoridades competentes para
su inspección cuando éstas lo soliciten, y si la nota de entrega de combustible o la muestra
representativa no cumple las prescripciones del Anexo, esto se documentará debidamente y se
notificará a las partes pertinentes;
.18 el EEDI obtenido y el EEDI prescrito se calcularán para cada buque nuevo o después de una
transformación importante, tal como se prescribe en el capítulo 4 del Anexo VI;
.19 para cada buque se conservará a bordo un plan de gestión de la eficiencia energética del buque
(SEEMP) específico de él, teniendo en cuenta la nueva regla 5.4 del Anexo VI; y
.20 se llevará a bordo el Certificado internacional de eficiencia energética del buque (Certificado IEE)
para los buques a los que se apliquen las prescripciones del capítulo 4 del Anexo VI.
En lo que respecta a .18, .19 y .20, véase la resolución MEPC.203(62).
14.6.2 Se exige que la administración marítima adopte las medidas que se indican en el párrafo 14.3.
14.6.3 Los puertos deberían contar con las instalaciones de recepción adecuadas, teniendo en cuenta las
restricciones que se indican en el párrafo 14.4.
Las instalaciones de recepción de basuras pueden incluir contenedores que podrían recibir los desechos
generados por los buques y transferirlos a sistemas de tratamiento de desechos en tierra.
No obstante, las instalaciones de recepción de hidrocarburos serán con frecuencia algo más complicadas por
el hecho de que los residuos de hidrocarburos suelen estar mezclados con grandes cantidades de agua. De
ahí que sea muy recomendable contar con algún tipo de instalación de tratamiento para separar los hidrocar-
buros y el agua. En las figuras 8 y 9 se muestran algunos esquemas de lo que dicha instalación podría incluir.
Las instalaciones de recepción para las sustancias que agotan la capa de ozono (ODS) y el equipo o los
materiales que contienen dichas sustancias (Anexo VI) requieren una infraestructura adecuada para evitar la
emisión a la atmósfera de estos gases, perjudiciales para el medio ambiente. Si bien los gases podrán alma-
cenarse y volver a utilizarse en algunos casos esta opción es inviable en el caso de los clorofluorocarbonos y
los halones en vista de su progresiva retirada a nivel mundial desde 2010 de conformidad con el Protocolo de
Montreal, y para ellos se impone la destrucción térmica controlada a alta temperatura.
*
En inglés solamente.
Vigilancia de hidrocarburos
Unidad de tracción
Hidrocarburos
recuperados
Separador de Agua para descargar
hidrocarburos/agua
Unidad de filtro
Aire
Rasera Mezclador
Efluente
Tanque de retención
del agua de lastre CPS Decantaciones IAF
Buque tanque Sedimentación
Tanque de decantación
Agua de lastre
Tanque de Cuenco de placas inclinadas Cuenco de
retención del para interceptar regulación Tanque de
agua de lastre hidrocarburos filtrado
a la OMI y a los sistemas de información, se hace referencia al GISIS (véase el párrafo 3.11.7). También es
muy recomendable que se colabore con las autoridades responsables de la manipulación y el tratamiento de
desechos para contar con un sistema de desechos nacional holístico y evitar la proliferación.
El informe debería destinarse al Estado ribereño más próximo y debería contener los pormenores siguientes:
.1 la identidad de los buques involucrados;
.2 la hora, el tipo y la situación geográfica del suceso;
.3 la cantidad y el tipo de las sustancias perjudiciales involucradas; y
.4 las medidas de auxilio y salvamento.
La OMI ha elaborado unas directrices (Disposiciones, acordes con el MARPOL 73/78, relativas a los informes
sobre sucesos en que estén involucradas sustancias perjudiciales (edición de 1999)*), a las que deberían
ajustarse todos los interesados.
La finalidad de esta prescripción de notificación es permitir que los Estados ribereños y otras Partes interesadas
estén informados de cualquier suceso que dé lugar a la contaminación o a una amenaza de contaminación
del medio marino, de modo que puedan adoptarse las medidas oportunas. Entre éstas pueden encontrarse las
medidas destinadas a prevenir, reducir o eliminar el peligro para su litoral o intereses conexos.
Como consecuencia de la revisión total del Anexo II del Convenio MARPOL, que entró en vigor el 1 de enero
de 2007, el MEPC adoptó enmiendas a la resolución A.851(20) para reflejar, entre otras cosas, el sistema de
clasificación en categorías revisado. La Asamblea asignó tanto al MEPC como al MSC la tarea de adoptar o
enmendar las normas de funcionamiento y las especificaciones técnicas a las que se hace referencia en el
Convenio MARPOL y otros instrumentos de la OMI. De ahí que la resolución A.851(20) de la Asamblea deba
leerse conjuntamente con la resolución MEPC.138(53).
*
En inglés solamente.
18.1 Los propietarios de buques de los Estados que son Partes en el Convenio MARPOL estarán familiari-
zados en su mayoría con las prescripciones del Convenio y sus anexos y las entenderán bien. Es posible que
muchos otros, en particular, aquellos cuyos Estados de abanderamiento no sean aún Parte en el Convenio
MARPOL y los propietarios de buques dedicados al tráfico nacional, no estén familiarizados del todo con las
prescripciones.
18.2 Cuando el Gobierno de un Estado decida ratificar el Convenio MARPOL, debería informarse de
ello a los propietarios de buques de ese Estado; a ellos precisamente les interesa estudiar el Convenio y
las repercusiones de éste para sus buques. Tal como se indica en capítulos anteriores de este manual, las
prescripciones del Convenio, de sus anexos y de sus protocolos deberían pasar a ser reglas nacionales, y son
las prescripciones técnicas y operacionales las que un buque debería cumplir. Sin embargo, los certificados
expedidos a los buques que se dediquen al tráfico internacional indicarán el cumplimiento de las reglas del
anexo oportuno del Convenio MARPOL y deberían ser aceptados por otras Partes (véase el párrafo 3.5).
18.3 Los propietarios de buques deberían garantizar lo siguiente:
.1 sus buques se proyectan, construyen (o modifican) y equipan de conformidad con las
prescripciones;
.2 sus buques se someten a reconocimientos por la administración marítima correspondiente (o por
aquéllos en los que se haya delegado la autoridad, véase el capítulo 23), y los reconocimientos
se mantienen actualizados;
.3 sus buques se mantienen en un estado satisfactorio y no se modifican sin la aprobación corres-
pondiente, de conformidad con las prescripciones pertinentes del Convenio MARPOL; y
.4 los capitanes y tripulaciones de sus buques han recibido la instrucción y formación necesarias
para cumplir los procedimientos pertinentes del Convenio MARPOL, y todas las prescripciones
operacionales reciben el tratamiento correcto.
18.4 Las responsabilidades del propietario de un buque de conformidad con cada uno de los anexos se
indican en los distintos capítulos de la parte IV de este manual.
19.1 Generalidades
Cabe prever que los buques de Estados que no son Parte en el Convenio MARPOL y que se dedican al tráfico
internacional, en particular, aquellos que tienen relaciones comerciales con países que han implantado el
Convenio, estén proyectados y equipados y puedan operar de conformidad con las prescripciones del Conve-
nio MARPOL. El buque suele demostrar lo anterior mediante un «documento de cumplimiento» expedido
por la sociedad que clasifica el buque. Las administraciones marítimas de las Partes en el Convenio MARPOL
suelen aceptar dichos documentos en lugar de los certificados prescritos en el Convenio MARPOL, posible-
mente con alguna inspección del Estado rector del puerto, según proceda, a fin de cumplir la prescripción
de «trato no más favorable» del artículo 5 (véase el párrafo 3.5). Es probable que los propietarios de dichos
buques conozcan en general las prescripciones del Convenio MARPOL.
Los buques que, en principio, pueden requerir algunas modificaciones y equipo adicional para cumplir el
Convenio MARPOL son los que se dedican al tráfico nacional y los que se dedican al tráfico internacional
en regiones en las que el Convenio no ha entrado aún en vigor. Cabe prever también que los propietarios de
dichos buques no conozcan bien las prescripciones del Convenio MARPOL.
En los capítulos 9 a 14 de este manual se han indicado las prescripciones sobre el proyecto, la construcción
y el equipo de los buques en virtud de los distintos anexos del Convenio MARPOL.
En los párrafos siguientes se formulan en términos más generales algunas observaciones acerca de las pres-
cripciones sobre el equipo y las opciones para distintos tipos y tamaños de buques, que, en la medida de
lo posible, se acompañan del coste aproximado del equipo necesario para cumplir las prescripciones del
Convenio MARPOL.
de inmediato. Los buques de arqueo bruto inferior a 400 podrán operar reteniendo todas las aguas oleosas a
bordo y podrán descargarlas en una instalación de recepción.
Todos los buques deben contar con una capacidad de almacenamiento adecuada para los fangos y residuos
de hidrocarburos generados a bordo. En el caso de los buques de arqueo bruto inferior a 400, dicha capaci-
dad debe incluir también las aguas de sentina, salvo que el buque esté provisto de un equipo satisfactorio a
juicio de la Administración para purificar el agua y descargarla de conformidad con los criterios del Anexo I.
Todos los buques deben contar en cubierta con una conexión a tierra normalizada internacionalmente para
bombear a tierra las aguas de sentina y los residuos de hidrocarburos, así como con las instalaciones de
bombas y tuberías correspondientes.
19.2.2 Opciones de cumplimiento para los buques de arqueo bruto superior a 400
Los buques de arqueo bruto igual o superior a 400 deben estar provistos de un separador/filtro de aguas de
sentina normalizado de 15 ppm. La capacidad de dicho separador/filtro no tiene que ser muy grande. Para la
mayoría de los buques de arqueo bruto inferior a 5 000 es adecuada una capacidad de 1 m3/h, que reduce
al mínimo el coste y los problemas de instalación. En el mercado hay muchos fabricantes y modelos de dichos
separadores/filtros, aprobados de conformidad con las especificaciones de funcionamiento y prueba de la
OMI.
El Convenio MARPOL incluye disposiciones sobre una dispensa para el separador de aguas de sentinas/
equipo filtrador de hidrocarburos, siempre que el buque opere en todo momento dentro de una zona especial
y entregue todas las aguas de sentina a instalaciones de recepción en tierra cuya idoneidad haya determinado
la administración marítima. Estas limitaciones en las operaciones de los buques restringen considerablemente
sus posibilidades comerciales y someten a las instalaciones de recepción existentes en muchos puertos a
unas condiciones muy exigentes. Todos los buques deben contar en cubierta con una conexión a tierra
normalizada que esté unida mediante instalaciones de bombas y tuberías adecuadas al tanque de aceites de
desecho y los tanques de aguas de sentina.
19.2.3 Opciones de cumplimiento para los buques de arqueo bruto inferior a 400
Los buques de arqueo bruto inferior a 400 deberían retener todas las aguas de sentina a bordo y entregarlas a
las instalaciones de recepción o, alternativamente, deberían estar provistos de un equipo satisfactorio a juicio
de la Administración para purificar las aguas de sentina y descargar el agua de conformidad con los criterios
del Anexo I. Dado que la mayoría de los buques de este tamaño no cuenta con tanques para la recogida de
aguas de sentina, un método práctico para alcanzar el cumplimiento sería equipar estos buques pequeños
con medios sencillos, aprobados por la Administración, que garanticen que el contenido de hidrocarburos
del efluente no supere los 15 ppm, de modo que los hidrocarburos puedan retenerse a bordo y que el agua
purificada pueda descargarse en el mar. Los medios sencillos que se ilustran en las figuras 5 y 6 podrán
ser aceptables de conformidad con los reglamentos nacionales para estos buques pequeños y cumplirán la
prescripción. En el caso de los buques muy pequeños, en los que incluso este sistema sencillo sería inviable,
pueden utilizarse otros métodos, por ejemplo, la remoción manual de los hidrocarburos de las sentinas de
los espacios de máquinas y su almacenamiento posterior, a fin de garantizar que no se incumplan los criterios
sobre descarga del Anexo I.
Podrá concederse una dispensa para la instalación del dispositivo de vigilancia del contenido de hidrocarburos
y el detector de la interfaz para los buques tanque que operen en todo momento dentro de una zona especial
o que, cuando se encuentren fuera de dicha zona, sólo realicen viajes de 72 h como máximo a menos de
50 millas marinas de la tierra más próxima, y que nunca descarguen aguas oleosas de sus tanques de carga en
el mar. Toda el agua de lastre y de los tanques que esté contaminada debe descargarse en las instalaciones de
recepción, y la Administración debe considerar que éstas son adecuadas para la operación.
Los buques tanque de gran tamaño deben cumplir también, según proceda, las prescripciones relativas al
lavado con crudos, los tanques de lastre separado, los sistemas de gas inerte, etc. La actualización necesaria
de las instalaciones en un buque tanque de gran tamaño requiere una experiencia considerable si desean
evitarse complicaciones y costes excesivos, y sólo un armador familiarizado con dichos sistemas debería
sopesar esta posibilidad.
Esta medida suprimirá el coste de instalar en un buque tanque un sistema de vigilancia y control de las
descargas de hidrocarburos. Dicho coste puede resultar desproporcionado para los buques tanque pequeños
y relativamente viejos, y puede suprimirse haciendo uso de la disposición sobre dispensas.
En el caso de los buques de arqueo bruto inferior a 400, podrá examinarse la posibilidad de instalar un tanque
de sedimentación sencillo. Es necesario contar con una conexión a tierra en paralelo al tanque de sedimen-
tación. Esta medida podrá adoptarse a bordo, fundamentalmente sin ningún coste de equipo o astillero, y
resultará considerablemente más económica que la instalación de un tanque de retención de aguas de sentina
del tamaño adecuado.
Debería tenerse en cuenta la opción de que los buques tanque operen con una dispensa de equipo para el
sistema de vigilancia y control de las descargas de hidrocarburos y el otro equipo conexo. Se supone que los
buques existentes cuentan con tuberías adecuadas para realizar el lavado de los tanques recogiendo toda el
agua de lavado en un tanque de decantación. Por consiguiente, no son necesarios otros costes de equipo e
instalación para los buques tanque pequeños dedicados al tráfico costero, aparte del coste de las instalaciones
en la cámara de máquinas que se mencionan supra.
Hay tres opciones en las que se permiten exenciones respecto de las prescripciones sobre estructura o
bombeo, tuberías y descarga para los buques autorizados a llevar sustancias nocivas líquidas:
.1 Podrá concederse la exención respecto de las prescripciones sobre el agotamiento de los tanques
de carga a los buques con unas características operacionales y de construcción tales que el
lastrado de los tanques de carga no se exija nunca y el lavado de los tanques de carga sólo se
exija para las reparaciones o la entrada en dique seco, a reserva de que se aprueben el proyecto,
la construcción, el equipo, el transporte de un número limitado de sustancias comparables que
puedan alternarse en los mismos tanques sin necesidad de efectuar una limpieza intermedia,
y las instalaciones de recepción determinadas previamente, cuando sea necesario, todo ello a
satisfacción de la Administración.
.2 Podrá concederse la exención a los buques que estén autorizados a transportar los aceites
vegetales identificados individualmente (incluidos los aceites comestibles y de origen animal)
que se indican en una nota a pie de página en el capítulo 17 del Código CIQ respecto de
todas las prescripciones relativas a un buque del tipo 2, incluida la máxima cantidad permitida
de 3 000 m3 por tanque, pero sólo si se identifica que el buque es del tipo 3 y cumple todas
las prescripciones para un buque de dicho tipo, con las siguientes ubicaciones para los tanques
de carga: el doble forro en el costado, de conformidad con el Código CIQ, y el doble fondo,
de conformidad con el Anexo I del Convenio MARPOL. Todas las prescripciones operacionales
estarán sujetas a lo prescrito en el Anexo II.
A este respecto, cabe señalar que, cuando se transporte una carga a bordo de un buque del
tipo 2, incluidos los aceites vegetales, deberían cumplirse todas las prescripciones sobre trans-
porte para un buque del tipo 2. En cualquier caso, el transporte de una cantidad superior a la
máxima permitida de 3 000 m3 por tanque se considera una transgresión del Convenio.
.3 Podrá concederse la exención respecto de las prescripciones de transporte a los buques de
carga seca general que estén autorizados a transportar los aceites vegetales identificados indivi-
dualmente que se indican en una nota a pie de página en el capítulo 17 del Código CIQ y a los
buques de apoyo mar adentro que estén autorizados a transportar sustancias nocivas líquidas
identificadas sólo cuando la Administración haya establecido medidas basadas en las directrices
elaboradas por la OMI. En estos casos, se hace referencia a la resolución MEPC.148(54) para
los buques de carga seca general y a la resolución A.673(16) sobre los buques de apoyo mar
adentro, que fue enmendada por la resolución MEPC.158(55).
Determinados buques, en particular, los buques tanque de navegación costera y los que se dedican a acti-
vidades comerciales específicas, podrán aprovechar estas opciones para evitar algunos de los sistemas de
agotamiento, tuberías o instalación u otros equipos necesarios, por ejemplo, lavadoras.
19.3.1 No corresponde al ámbito de aplicación de este manual indicar el coste de la instalación de una
boca o bocas de descarga sumergidas en los buques construidos antes del 1 de enero de 2007 que estén
autorizados a transportar solamente sustancias de categoría Z, dado que esto depende del proyecto y la
evaluación del buque individual. Cabe prever que los quimiqueros modernos se construyan en su mayoría
de modo que cumplan lo prescrito en la regla 12.6 y que todos los quimiqueros que se dediquen al tráfico
internacional cumplan todas las prescripciones del Anexo II revisado y del Código CIQ enmendado.
19.5 Anexo IV (aguas sucias) – Opciones para las prescripciones sobre el equipo
El Anexo IV se aplica a todos los buques, salvo a aquellos cuyo arqueo bruto es inferior a 400 y que estén
autorizados a transportar 15 personas como máximo (véase la regla 2 del Anexo IV). El Anexo IV se explica
en el capítulo 12 de este manual. En cuanto a las opciones para el equipo, véase la resolución MEPC.159(55):
«Directrices revisadas sobre la implantación de las normas relativas a efluentes y pruebas de rendimiento de
las instalaciones de tratamiento de aguas sucias», que se aplican a las instalaciones de aguas sucias que haya
a bordo el 1 de enero de 2010 o posteriormente.
Si bien es necesario examinar las rutas de los buques y los puertos antes de adoptar una decisión acerca de
las opciones, muchos buques, en particular, los buques de carga de gran tamaño y la mayoría de los buques
de pasaje, ya están provistos de una instalación de tratamiento de aguas sucias. Algunas de estas instalaciones
han sido aprobadas de conformidad con directrices de la OMI sobre rendimiento y pruebas.
Cabe señalar también que, durante el MEPC 64, celebrado en octubre de 2012, se adoptaron mediante la
resolución MEPC.227(64) las «Directrices de 2012 sobre la implantación de las normas relativas a efluentes y
pruebas de rendimiento de las instalaciones de tratamiento de aguas sucias». En dicha resolución se invita a
los Gobiernos a que implanten las Directrices de 2012 y las apliquen el 1 de enero de 2016 o posteriormente,
y a que proporcionen a la Organización información sobre la experiencia adquirida en cuanto a la aplicación
de las Directrices de 2012. El MEPC 64 acordó también examinar la norma para la remoción de nitrógeno y
fósforo que figura en el párrafo 4.2.1 de las Directrices de 2012. El Comité debería llevar a cabo dicho examen
en su 67° periodo de sesiones (segundo semestre de 2014) para determinar si las instalaciones homologadas
de tratamiento de aguas sucias cumplen las normas prescritas de remoción de nitrógeno y fósforo.
Los métodos y el equipo seleccionados dependerán del tipo de buque y del servicio que preste. La mayoría
del equipo de tratamiento estará disponible para su uso en establecimientos en tierra. En lo que respecta a los
incineradores, la OMI ha elaborado normas (véase el capítulo 14).
a lo largo de los años, el fabricante del motor debería poder facilitar copias aprobadas que los sustituyan.
Los Certificados EIAPP deben ser expedidos por el Estado de abanderamiento del buque en el que se ha
instalado el motor, o en nombre de dicho Estado de abanderamiento; si no se ha tenido en cuenta el cambio
de pabellón, debería contactarse con el certificador del motor (véase el capítulo 23).
Si se han instalado a bordo motores diésel fabricados para mercados distintos del marítimo (por ejemplo,
el sector industrial), puede darse el caso de que el fabricante del motor no quiera, o no pueda, facilitar la
certificación prescrita porque no existen los datos de ensayo de las emisiones y los registros de construcción
necesarios. En estas circunstancias, la certificación retrospectiva no sólo es extremadamente difícil y posible-
mente costosa, sino que puede ser inviable, por lo que habría que sustituir el motor; sin embargo, antes de
hacerlo, debería consultarse a los constructores, suministradores y certificadores de motores para investigar
otras posibles opciones.
En el caso de motores sujetos a una «transformación importante» el 1 de enero de 2000 o posteriormente,
debería investigarse la situación relativa a la certificación de dichos motores. Si la situación no se ajusta a lo
prescrito, deberían examinarse las opciones indicadas supra para determinar las medidas que han de adoptarse.
Cuando se concluyan contratos para buques, motores o reparaciones en el futuro, deberían examinarse las
prescripciones pendientes relacionadas con el control de los NOx (nivel II y nivel III).
20.1 Resumen
La finalidad de este capítulo es facilitar directrices al Estado investigador sobre la manera de detectar descargas
ilegales y obtener pruebas a efectos de enjuiciar las transgresiones del Convenio MARPOL. Los Anexos I, II,
IV, V y VI facilitan detalles acerca de prescripciones sobre descarga tales como la distancia mínima a la tierra
más próxima y el hecho de que el buque se encuentre en ruta manteniendo el rumbo y una velocidad mínima.
Los funcionarios encargados de la notificación y otras personas pertinentes deberían prestar atención a estos
aspectos de las reglas sobre descarga. Las transgresiones pueden describirse en general como cualquier acto
para eludir las disposiciones sobre descarga y control de la contaminación, salvo que dichos actos se prevean
expresamente en las reglas pertinentes (Excepciones).
La clave para el cumplimiento eficaz del Convenio MARPOL es una labor de investigación directa, respaldada
por una legislación que permita la recopilación y admisión de pruebas jurídicas en todos los buques extranje-
ros y nacionales, dentro de la jurisdicción del Estado en cuestión. Estas pruebas pueden incluir declaraciones
de testigos, exámenes y análisis de documentos (diarios), fotografías y otros materiales conexos. En función de
los recursos disponibles, el investigador podrá contar con técnicas de recopilación de pruebas que pueden
abarcar desde lo más sencillo hasta lo más complejo. Dado que el tiempo suele ser el factor más restrictivo
en la investigación de casos de contaminación, es fundamental que se reúna un conjunto sólido de pruebas
materiales relacionadas con la supuesta descarga transgresora con la mayor rapidez y precisión posible. Las
técnicas de recopilación de pruebas más sencillas (por ejemplo, las fotografías, las entrevistas a testigos, la
obtención de copias de documentos, la obtención de muestras del material descargado) suelen ser las más
rápidas, y deberían utilizarse normalmente antes de recurrir a métodos más elaborados.
Los procesos de recopilación de pruebas deberían incluir, cuando proceda, procedimientos normalizados para
realizar búsquedas; tomar muestras de pruebas materiales; verificar la validez de los certificados; entrevistar
a testigos; obtener y conservar pruebas físicas (incluidas las instrucciones para preservar la integridad de la
cadena de custodia); formar a investigadores sobre el terreno; y preparar impresos e informes de investigación.
Las prescripciones sobre las pruebas varían en función de los Estados y de los distintos sistemas jurídicos. A
pesar de estas diferencias, las fotografías se aceptan universalmente como un modo excelente de registrar
pruebas porque documentan lo que de hecho se observó. Las fotografías en color suelen considerarse más
convincentes que las fotografías en blanco y negro porque en ellas se aprecia un contraste mayor entre la
descarga de contaminantes (por ejemplo, una mancha de hidrocarburos) y el fondo. Los registros de las
fotografías deberían incluir el nombre del fotógrafo, la fecha, la hora, el lugar (es decir, las coordenadas
geográficas), el ángulo de la toma, los reglajes e información conexa, a fin de contribuir a los esfuerzos
de cumplimiento. La iluminación puede ser una restricción para las fotografías en color. Deberían tomarse
precauciones cuando se utilicen bombillas de destellos, iluminación eléctrica o equipo electrónico, dado que
pueden ser una fuente de ignición alrededor de determinadas atmósferas inflamables. Si es posible, cuando se
saquen fotografías aéreas de un buque que deje a su paso una mancha de hidrocarburos sospechosa, habría
que intentar que algunas fotografías muestren claramente en la misma imagen el buque (preferiblemente
desde un ángulo en el que se vea su nombre a popa) y la mancha de hidrocarburos, así como una imagen
delantera del buque en la que se vea la proa, para demostrar que el buque no está atravesando una estela de
hidrocarburos generada por otro buque que se encuentre más adelante.
aguas restringidas. Por ejemplo, el movimiento de las manchas en los puertos puede estar muy influido por
los remolinos que causan las mareas, las estelas que dejan los buques de gran calado, los espigones y otras
obstrucciones artificiales al flujo de la corriente, así como por las descargas de agua de las instalaciones en
tierra. Estos factores complican extremadamente el rastreo del movimiento de una mancha de hidrocarburos
en un puerto. Además, los investigadores deberían saber que algunos atraques actúan como puntos naturales
de recolección de manchas de hidrocarburos en muchos puertos. En esos atraques, los investigadores no
deberán suponer automáticamente que la mancha de hidrocarburos que rodea el buque procede de éste.
En tales casos, una investigación de las condiciones físicas en que se encuentra el buque (por ejemplo, ¿hay
rastros de que se haya producido recientemente un derrame de hidrocarburos en las cubiertas del buque, o
de manchas de hidrocarburos en el casco?) y un examen de las operaciones recientes del buque (por ejemplo,
¿tomó el buque combustible mientras estaba atracado?) pueden ayudar a determinar si la descarga procede
del buque en cuestión. Los investigadores deberían tomar muestras del buque en el atraque, así como de los
buques circundantes que se encuentren en el puerto, en su calidad de posibles fuentes de la descarga.
Como se ha indicado anteriormente, el rastreo del movimiento de una mancha de hidrocarburos en un puerto
cerrado es a menudo un proceso difícil e inexacto. En esos casos, el investigador tal vez considere que el
color y el olor característicos de la mancha de hidrocarburos proporcionan pistas mejores para determinar la
fuente de la descarga. Por ejemplo, una descarga de dieseloil formará, por lo general, una mancha de color
ámbar o paja con un olor característico a diésel. La fuente lógica de tal descarga se encontraría en los buques
próximos a la mancha que transporten dieseloil (como carga o como combustible). Otro ejemplo corriente
es el de las descargas de gasolina, que forma una mancha (o brillo) irisada y de poco espesor con un olor
inconfundible. En este caso, los investigadores deberían centrar sus esfuerzos de recopilación de pruebas en
los buques de recreo próximos que utilicen gasolina como combustible o en los petroleros que la transporten
como carga. Otros tipos de hidrocarburos presentan colores, consistencias y olores únicos. Los investigadores
deberían utilizar esas propiedades como pistas para relacionar las descargas «recientes» con sus fuentes más
probables. Los investigadores deberían tomar nota de que las características de los hidrocarburos cambian
tras una exposición prolongada a los factores ambientales (viento, sol, acción de las olas).
Muchas descargas de sustancias nocivas líquidas, aguas sucias y basuras carecen de características distintivas
que ayuden a relacionar la supuesta descarga ilegal con el buque. Las manchas de las sustancias nocivas
líquidas son a menudo incoloras (aunque sean visibles), mientras que las descargas de basuras o de aguas
sucias procedentes de los buques raramente pueden distinguirse de las descargas de basuras y aguas sucias
procedentes de tierra. Para estos contaminantes, la cercanía de la descarga a un buque concreto constituye
una pista inicial buena para llegar a la posible fuente. No obstante, un caso de este tipo sólo puede llevarse
a juicio con éxito si la pista se respalda con pruebas materiales sólidas (fotografías, muestras de la descarga,
declaraciones de la tripulación) que relacionen de manera concluyente el buque con la descarga. La revisión
del Anexo V facilita la recopilación de pruebas, dado que, en principio, todas las descargas están prohibidas.
Ya no es necesario, por ejemplo, demostrar que no se respetó la distancia a tierra.
debería utilizarse como análisis de criba inicial a fin de determinar si alguna de las muestras tomadas de las
diversas fuentes posibles es «significativamente similar» al contaminante descargado. Si existe poca o ninguna
similitud entre los hidrocarburos descargados y todas las muestras tomadas de los buques sospechosos,
ninguno de esos buques será la fuente. Las muestras de la descarga que presenten alguna similitud con una
o varias de las muestras de los buques sospechosos en el análisis mediante cromatografía de gases deberían
analizarse más a fondo con la técnica de la espectroscopia de masas, más definitiva.
Tal como se indica supra, los resultados de los análisis de muestras obtenidos mediante las técnicas de croma-
tografía de gases y espectroscopia de masas suelen indicar que la muestra de la fuente sospechosa es «signi-
ficativamente similar» (con diversos grados de certidumbre) a la muestra de la descarga. Habida cuenta de
que el análisis de muestras raramente proporciona un resultado concluyente respecto del contaminante ilegal
descargado y la fuente de la descarga, con frecuencia debe ser respaldado por otros tipos de pruebas reunidas
durante la investigación. Además, la tecnología de los análisis químicos es compleja, y su valor de persuasión
ante un juez, un jurado u otro órgano adjudicativo de que se ha producido una transgresión depende de la
habilidad del científico o del técnico para explicar el proceso utilizado y su fiabilidad. Por este motivo se reco-
mienda que los organismos responsables del cumplimiento cuenten en su seno con expertos o que contraten
solamente empresas capaces de proporcionar los servicios analíticos y testimonios de expertos necesarios.
mayor sea el contenido de azufre del fueloil, mayor será la concentración de SOx (SO2) en el flujo de gases de
escape. Sin embargo, aunque técnicamente posible, existiría el problema de que los gases de escape de los
motores diésel y calderas (con índices de exceso de aire distintos) hubieran podido mezclarse en la columna
general, y habría que establecer qué dispositivos de combustión (dada la posibilidad de que no sean todos)
habían estado utilizando fueloil no reglamentario, así como la composición concreta de este combustible en
cuanto a su contenido de azufre.
En lugar de eso, la verificación del cumplimiento (o, en este caso, la detección del incumplimiento) se llevará
a cabo la mayoría de las veces examinando las medidas adoptadas o no adoptadas, así como los procedi-
mientos utilizados por la tripulación del buque, el estado actual del equipo pertinente o aspectos tales como
la composición del fueloil. Los resultados de estas investigaciones permitirán evaluar si se ha producido o
no un suceso de contaminación atmosférica. Este enfoque basado en la inspección se trata en detalle en
la sección 21.7 en cuanto a los diversos aspectos contemplados en el Anexo VI.
Aspectos tales como los controles de las emisiones de NOx repercuten en la manera en que se han utilizado
y reparado los motores diésel, mientras que los controles de SOx y materia particulada afectan a los medios
establecidos para la adquisición de combustible y/o el fletamento. Estas consideraciones ponen de relieve
la necesidad de que el cumplimiento se vea respaldado por la formación y el reconocimiento de que no es
posible seguir utilizando el mismo planteamiento.
20.6 Notificación
En virtud del artículo 8 y del Protocolo I del Convenio MARPOL, el capitán o la persona a cuyo cargo
esté el buque deberán notificar todo suceso que implique una descarga de contaminante o un riesgo de
descarga. El Convenio MARPOL exige que las Partes adopten las medidas necesarias para recibir y tramitar
los informes de dichos sucesos de contaminación. Los Estados que reciban los informes deben transmitirlos
a la Administración del buque interesado (o sospechoso), así como a todo otro Estado que pueda resultar
afectado por la contaminación. Esta prescripción sobre notificación se aplica también a otros organismos de
las Partes que observen sucesos de contaminación. Además de las Partes que están jurídicamente obligadas
a notificar los sucesos de contaminación, otros miembros de la comunidad marítima y del público en general
pueden utilizar un sistema de notificación establecido para dar cuenta de las descargas de hidrocarburos,
sustancias nocivas líquidas o basuras.
La Administración debería determinar con claridad el punto o puntos de contacto para recibir los informes
de contaminación y responder a ellos. La Administración debería notificar a la comunidad marítima y al
público en general dicho punto de contacto y las responsabilidades que se le hayan delegado. En el mejor de
los casos, el punto de contacto oficial para los informes sobre contaminación debería disponer del equipo e
instalaciones necesarios para iniciar una respuesta. Además, dicho punto de contacto debería ser también la
fuente de los registros históricos de sucesos. Estos registros pueden utilizarse para evaluar la probabilidad y el
riesgo relativo de que se produzcan sucesos de contaminación en distintos lugares de las costas. Los registros
pueden emplearse también para asignar y utilizar recursos de detección e investigación de la contaminación
de la manera más eficaz para evitar las descargas ilegales de hidrocarburos y sustancias nocivas líquidas o
la contaminación atmosférica. Para facilitar la consulta, en el apéndice 18 de este manual figura una lista
pormenorizada de los posibles elementos de prueba de una infracción de las disposiciones relativas a las
descargas que figuran en el Anexo I del Convenio MARPOL.
Además de las fuentes de notificación antes citadas, también pueden recibirse informes de contaminación de
fuentes ajenas a la Administración. Por ejemplo, otro buque, organismo o Estado puede proporcionar infor-
mación acerca de un buque que descargue sustancias perjudiciales. Esta información debería corroborarse
mediante la observación secreta a distancia mientras el buque navega o está anclado, o sometiendo a examen
detallado sus documentos y equipo. En otros casos, una fuente confidencial puede haber informado de la
supuesta descarga ilegal o puede poseer información que lleve a la identificación de un buque responsable
de una o varias descargas. El informador puede ser un tripulante o un pasajero del buque sospechoso. En tales
casos, deben adoptarse medidas para proteger la confidencialidad de la fuente de información durante las
fases de notificación e investigación y después de ellas. Dado que cuando las fuentes confidenciales informan
de las descargas corren el riesgo de perder su sustento, es necesario que investigadores formados asuman
de inmediato las actividades de respuesta e investigación. La respuesta inmediata contribuye a mantener la
confidencialidad del informante y mejora la calidad de las pruebas recopiladas para el caso de transgresión.
Si bien muchas supuestas descargas ilegales se detectan como consecuencia de informes, la contaminación
podrá descubrirse también mediante patrullas rutinarias o específicas o inspecciones a bordo. Las patrullas
alcanzan su máxima eficacia cuando la zona en la que se realizan y el momento en el que se llevan a cabo
se programan de acuerdo con un análisis de avistamientos o sucesos de contaminación históricos. Este tipo
de análisis del riesgo comparativo a efectos de inspección o despliegue de patrullas debería incluir también
disposiciones para factores de alto riesgo tales como las actividades conocidas de toma de combustible por
los buques, la ubicación conocida de buques «infractores reincidentes», y la ubicación conocida de buques
que estén a punto de salir de un puerto.
21.1 Generalidades
21.1.1 Una parte importante de la labor de supervisión por el Estado rector del puerto consiste en verificar
que los certificados del buque relativos al Convenio están en orden y representan fielmente las condiciones
existentes. Una inspección de supervisión por el Estado rector del puerto es una comprobación in situ de la
garantía de calidad del Estado de abanderamiento y el propietario. La supervisión por el Estado rector del
puerto debería considerarse como una «red de seguridad». Las inspecciones de rutina en el marco de la
supervisión por el Estado rector del puerto pueden variar ampliamente en función del tipo, la edad y la norma
de mantenimiento del buque y la experiencia del inspector o del funcionario encargado de la supervisión
por el Estado rector del puerto (funcionario de supervisión). Es posible que se necesite una hora sólo para
comprobar los certificados del buque. En caso de que, por motivos fundados, sea necesario llevar a cabo
una inspección más a fondo, se requerirá tiempo adicional en función de la gravedad de las deficiencias y
discrepancias.
21.1.2 En la resolución de la Asamblea A.1052(27) se describe la cualificación que los funcionarios de
supervisión necesitan para llevar a cabo inspecciones. Cuando no se disponga de inspectores plenamente
cualificados, otro personal con formación idónea podrá llevar a cabo determinadas inspecciones en nombre
del Estado rector del puerto que sea Parte en el Convenio. El personal de menor antigüedad con formación
específica podrá encargarse de muchos aspectos de la inspección bajo la supervisión de un funcionario de
supervisión plenamente cualificado. De conformidad con el Convenio MARPOL, los maquinistas titulados
podrán verificar la idoneidad de la instalación y el funcionamiento del equipo prescrito en los distintos anexos,
tal como el dispositivo de instalaciones higiénico sanitarias, incineradores, separadores de hidrocarburos y
agua y el equipo de vigilancia de la descarga de hidrocarburos, y que los motores diésel se mantienen en
el estado prescrito. En las comprobaciones debería verificarse que esos dispositivos no han sido objeto de
modificaciones no autorizadas evidentes. Los oficiales de puente con licencia pueden llevar a cabo inspec-
ciones de seguridad de los espacios de cubierta y de carga, prestando particular atención a cualquier indicio
de daños en el casco, escapes de las zonas de carga o de combustible y existencia de marcas apropiadas,
de conformidad con el manifiesto revisado y aprobado sobre mercancías peligrosas. Cuando un funcionario
detecte alguna discrepancia, debería señalarla al inspector o investigador cualificado a fin de que se adopten
medidas.
21.1.3 Dado que tiene que haber motivos fundados para creer que se ha cometido una infracción en el
ámbito de la supervisión por el Estado rector del puerto, la investigación debería centrarse en cuestiones
específicas. Suele ser útil que la labor se encargue a un equipo integrado por un funcionario de supervisión
cualificado asistido por personal de menos antigüedad u otro personal especializado. Por ejemplo, un jefe de
máquinas podría detectar anomalías leves en el Libro registro de hidrocarburos, el Libro registro de sustancias
que agotan la capa de ozono, el Libro registro de los parámetros del motor o los registros de cambio de
combustible, pero también podría ser útil para el equipo una persona específicamente formada en técnicas
de interrogación de testigos.
21.1.4 La supervisión por el Estado rector del puerto con respecto a las prescripciones operacionales es
distinta de la labor del funcionario de supervisión con respecto al equipo que se indica más arriba, la cual
se basa en el artículo 5 del Convenio (véase el párrafo 3.5). Cuando un funcionario de supervisión visita
un buque y tiene motivos fundados para creer que el capitán o la tripulación no están familiarizados con
los procedimientos operacionales básicos, el funcionario de supervisión podrá inspeccionar el buque con
respecto a esos aspectos y solicitar a la tripulación que someta a prueba el equipo descrito en el plan de
gestión de basuras. Cuando en un anexo del Convenio MARPOL se señale una prescripción operacional
obligatoria, el funcionario de supervisión está autorizado a presenciar la operación prescrita. Por ejemplo,
el prelavado obligatorio prescrito en el Anexo II del Convenio MARPOL. No se necesita un motivo fundado
a ese respecto. En cada anexo se indican por separado los derechos y las obligaciones en el ámbito de la
supervisión por el Estado rector del puerto con respecto a las prescripciones operacionales, de manera que
en los artículos del Convenio no hay tal prescripción, como sí la hay para la supervisión por el Estado rector
del puerto en cuanto a las prescripciones relativas al equipo (artículo 5).
21.2 Anexo I
A la hora de establecer las prioridades de una estrategia de cumplimiento, la administración marítima nece-
sitaría tener una idea de cuáles son los buques que más probablemente habrán cometido una infracción o
tendrán una deficiencia más importante. La administración marítima tendrá que tener en cuenta, entre otras,
las siguientes cuestiones:
21.2.2 Petroleros
Es posible que estos buques tengan que limpiar los tanques durante el viaje en lastre si hay un cambio de
carga o si es necesario llevar el agua de lastre en los tanques de carga. Entre el desembarque de una carga y el
embarque de otra en el viaje en lastre el buque tendrá que poner las aguas de lavado del tanque en algún sitio.
Podría haber la tentación de descargar estas aguas oleosas en el mar, aun excediendo los límites permitidos.
No es probable que los buques con tanques de lastre separado o dedicados a una carga efectúen descargas
ilícitas. Por consiguiente, deberían seleccionarse los buques más viejos sin tanques de lastre separado ni
tanques de lastre limpio, y los que cambian la carga y necesitan tanques limpios.
Una estrategia eficaz de examen normalizado sería inspeccionar las sentinas de la cámara de bombas espe-
cíficamente en cada inspección del buque. Las tuberías han de examinarse para verificar que los buques
para los que es aplicable la prescripción de tener un equipo de vigilancia de la descarga de hidrocarburos
cumplen esa prescripción y que los buques provistos de dicho equipo no tienen tuberías que se desvíen de
ese equipo. Dado que la instalación de tuberías es una modificación cara y «permanente», es más probable
que el equipo se desvíe o se desactive por medios eléctricos. De esta manera podría descargarse en el mar el
agua del equipo de vigilancia de la descarga de hidrocarburos con independencia de su contenido de hidro-
carburo. Un examen revelará normalmente si alguien ha abierto o ha manipulado indebidamente el equipo
de vigilancia, mientras que un mantenimiento correcto quedará registrado en el diario de mantenimiento. Los
inspectores también deberían examinar atentamente el Libro registro de hidrocarburos, Parte II, y el equipo
de vigilancia de la descarga de hidrocarburos para comprobar si alguna vez se ha tratado de descargar en el
mar mediante bombeo agua de sentina procedente de la cámara de bombas con o sin hidrocarburos.
hidrocarburos, si hay o hubo hidrocarburos en las sentinas. Si las sentinas están limpias, pero el resto de
la cámara de máquinas, el espacio de máquinas o la cámara de bombas no están bien mantenidos, puede
suponerse que ha habido un bombeo ilícito. Si hay un exceso de hidrocarburos en las sentinas, el inspector
debería estar autorizado para exigir que se extraiga. Esto es especialmente necesario en el caso de los buques
pequeños no equipados con separadores de hidrocarburos y agua.
La atención prestada al estado de las sentinas, en especial después de que se hayan recogido pruebas docu-
mentales, tendrá un efecto considerablemente disuasivo con respecto a las descargas ilícitas. Cuando se
haya producido una descarga y haya motivos para sospechar de un buque, podrán examinarse de nuevo las
sentinas y podrán analizarse las muestras si hay alguna discrepancia. Si el buque ha salido de puerto antes de
que se hayan podido inspeccionar de nuevo las sentinas, los análisis de las muestras pueden ser un elemento
de prueba suficiente. Las Directrices para el muestreo y la identificación de los derrames de hidrocarburos
del Acuerdo de Bonn deberían tenerse en cuenta para elaborar planes o estrategias de muestreo. Una vez
establecidas las prioridades para la selección de los buques que han de examinarse, la Administración podrá
seguir las directrices generales que figuran en el apéndice 16 de este manual. Si se sospecha que un buque
ha realizado una descarga que contraviene lo dispuesto en el Anexo I, los investigadores podrán seguir las
directrices que figuran en los apéndices 17 y 18 de este manual.
21.3 Anexo II
Se prescribe que los buques que transporten las cargas que se señalan en el Anexo II en la categoría X o
cargas de alta viscosidad o que estén a punto de solidificarse, en la categoría Y, prelaven los tanques de carga
después de la descarga y antes de zarpar del puerto de descarga, a menos que el Gobierno del país que
reciba la carga haya concedido una exención. Fundamentalmente, debería haber menos residuos a bordo
por tanque y sus tuberías conexas que la cantidad que se permite descargar de conformidad con lo dispuesto
en el Anexo II. Por lo que respecta a las sustancias de la categoría X, los lavados son obligatorios, incluida la
eliminación en una instalación de recepción del puerto de descarga. Para la categoría Y, la descarga ha de
llevarse a cabo de conformidad con el Manual de procedimientos y medios, a fin de garantizar que la cantidad
residual en el tanque y sus tuberías conexas no exceda de la especificada en las reglas. Cuando no sea posible
conseguir la cantidad residual mediante un agotamiento eficaz (en el caso de los productos definidos como a
punto de solidificarse y sustancias de alta viscosidad) se prescribe un prelavado. El buque debería descargar
el agua de lavado con el efluente en una instalación de recepción en el puerto de descarga. Cuando se exija
un prelavado obligatorio y el plan regional de instalaciones de recepción sea aplicable al puerto de descarga
(véase el párrafo 15.2.3), el prelavado y la posterior descarga en una instalación de recepción se llevarán a
cabo según lo prescrito en la regla 13 del Anexo II o en un centro regional de recepción de desechos de los
buques especificado en el plan regional de instalaciones de recepción aplicable.
A petición del capitán del buque podrá concederse una exención con respecto al prelavado sujeta a las
siguientes condiciones:
.1 el tanque volverá a cargarse con la misma carga o una carga compatible;
.2 el tanque no se lavará o lastrará en el mar, lo cual se confirmará por escrito a fin de que el
prelavado tenga lugar en otro puerto y las aguas de lavado resultantes se descarguen en una
instalación de recepción en tierra adecuada en ese puerto; o
.3 los residuos de la carga se extraerán mediante ventilación de acuerdo con un procedimiento
aprobado por la Administración.
El inspector nombrado o autorizado por la Administración presenciará la realización satisfactoria del prela-
vado de los productos de la categoría X y la refrendará en el Libro registro de carga. Para el prelavado de
los productos de la categoría Y no se exige que el inspector presencie obligatoriamente la operación. No
obstante, toda operación presenciada, ya sea prelavado o el agotamiento eficaz, como consecuencia de una
visita periódica de un inspector nombrado o autorizado por la Administración se refrendará en el Libro regis-
tro de carga. Las descargas ilícitas, que podrán deberse a fallo mecánico, error humano o acto deliberado,
pueden detectarse tras un examen del inventario de la carga (rastro documental en el Libro registro de carga).
Es posible que los buques certificados para transportar sustancias nocivas líquidas necesiten lavar los tanques
cuando cambien de carga por motivos comerciales. El prelavado obligatorio tendrá lugar en el puerto
de descarga y el agua de lavado resultante se descargará en una instalación de recepción en tierra. Los
tanques desde los que se descarguen sustancias para las que no se prescribe un prelavado obligatorio se
descargarán de conformidad con el Manual de medios y procedimientos. Este procedimiento operacional
se llama «agotamiento eficiente». Es importante que las prescripciones operacionales para el prelavado o el
agotamiento eficiente se lleven a cabo en puerto y se supervisen de manera que el buque pueda hacerse a
la mar con una cantidad de residuos por tanque y tuberías conexas que no supere las cantidades permitidas
de conformidad con lo previsto en el Anexo. Toda agua que se añada al tanque después del prelavado o el
agotamiento eficiente con objeto de lastrar el tanque o de limpiarlo para fines comerciales se descargará
en el medio marino cuando el buque esté en ruta con una velocidad mínima de 7 nudos, a una distancia
mínima de 12 millas de la costa y a una profundidad (profundidad en carta) de al menos 25 m. La descarga se
llevará a cabo por debajo de la línea de flotación. Éstos son elementos importantes para que el funcionario de
supervisión lleve a cabo sus funciones mediante el Libro registro de carga, el diario de navegación del buque
y la carta náutica, si se sospecha que el buque haya podido cometer una infracción.
Las inspecciones de buques que transporten sustancias nocivas líquidas se llevarán a cabo de conformidad
con las directrices generales que figuran en el apéndice 16 del presente manual. Los inspectores deberían
adoptar todas las precauciones de seguridad necesarias cuando entren en lugares potencialmente peligrosos
de los buques. En caso de que se sospeche que un buque ha llevado a cabo una descarga que represente una
infracción con respecto al Anexo II del Convenio MARPOL, se aconseja a los investigadores que apliquen las
directrices que figuran en el anexo 17 del presente manual.
Es importante señalar que el vehículo para la implantación del Anexo III del Convenio MARPOL es el Código
IMDG. Esto significa que la inspección no puede ser nunca únicamente con respecto al Anexo III (riesgo de
contaminación) ni únicamente con respecto al Código IMDG (riesgo de seguridad). Estos dos instrumentos
van juntos y en el texto que figura a continuación se combinan de manera lógica.
El examen a fondo del manifiesto de mercancías peligrosas puede ser un proceso muy laborioso y prolongado.
Un principiante podría tardar horas en verificar cada entrada en relación con el Código sin comprobar el
manifiesto de carga general para asegurarse de que ninguna de las cargas señaladas debería haberse indicado
en el manifiesto de mercancías peligrosas. La tarea puede ser prolongada incluso para un inspector con expe-
riencia familiarizado con el Código y con el modelo de tránsito de la carga dentro del puerto. La realización
de la inspección mientras el buque se encuentra en puerto puede retrasar gravemente la salida del buque. En
general es una buena práctica solicitar copias anticipadas del manifiesto de mercancías peligrosas. Esto facilita
la labor del organismo y también reduce al mínimo los retrasos del buque. También podrá prescribirse que los
funcionarios de aduanas u otros funcionarios cuyas funciones incluyen el examen detallado de las mercancías
que entren o salgan del país comprueben que se observan las prescripciones detalladas del Código IMDG.
El otro aspecto de la inspección es garantizar que el manifiesto de mercancías peligrosas representa correc-
tamente lo que se transporta a bordo. Por lo general no se tarda mucho en inspeccionar el buque utilizando
el manifiesto de mercancías peligrosas para verificar que las mercancías peligrosas indicadas en el manifiesto
están estibadas en los lugares indicados, correctamente marcadas y embaladas/envasadas en buen estado, y
que no hay mercancías marcadas como peligrosas a bordo que no figuren en el manifiesto.
Un elemento fundamental de la seguridad para el buque y para el puerto es la segregación adecuada de las
mercancías peligrosas. Aunque los lugares de estiba podrán estar indicados en el manifiesto de mercancías
peligrosas, generalmente el funcionario de aduanas que examine los documentos podrá no apreciar sufi-
cientemente las prescripciones de segregación. Por consiguiente, para la inspección de a bordo podría ser
útil verificar que el plan de estiba cumple lo dispuesto en el Código IMDG. Siempre que un funcionario de
aduanas lleve a cabo el examen inicial de los documentos anticipados, los documentos examinados deberían
presentarse a la Administración para que el examen del plan de estiba esté más fundamentado.
Como elemento específico de la inspección con respecto al Anexo III, el inspector a bordo debería mante-
nerse constantemente alerta en busca de cualquier indicio de suceso relacionado con mercancías peligrosas
o sustancias perjudiciales. Durante la inspección a bordo, los indicios de alarma clave incluirán, aunque
no de forma exhaustiva, bultos mojados, aplastados o con otros desperfectos, señales de que ha habido
una limpieza, como por ejemplo una zona insólitamente limpia o mojada, una gran pila de trapos u otro
material que pueda haberse empleado para limpiar un derrame, tripulantes que vistan prendas protectoras
poco usuales o que presenten indicios de quemaduras o erupciones cutáneas. Si el inspector tiene motivos
fundados para sospechar que ha habido un derrame, podrá preguntarse al capitán o a la persona a cargo
específicamente si se ha producido algún suceso. Los miembros de la tripulación podrían facilitar información
adicional. También debería examinarse el diario de navegación en relación con posibles informes de sucesos.
En caso de respuesta positiva, el inspector debería garantizar que se elaboren todos los informes prescritos.
Si se detecta una infracción, tanto si se ha notificado como si no, deberían adoptarse las medidas previstas
en el Convenio.
21.5 Anexo IV
Se prescribe que todos los buques de arqueo bruto igual o superior a 400 o autorizados a transportar más
de 15 personas tengan algún tipo de sistema de tratamiento de aguas sucias a bordo. La Administración esta-
blecerá medidas para los buques que no cumplan estas disposiciones. Los sistemas de tratamiento de aguas
sucias suelen ser caros de mantener y podrían averiarse frecuentemente. Aunque existen, las instalaciones
para aguas sucias son escasas en algunos lugares y su utilización puede resultar cara. Dado que la descarga
de aguas sucias no desinfectadas ni desmenuzadas está permitida a una distancia superior a 12 millas desde
la tierra más próxima, es probable que los buques dispongan de tuberías para descargar directamente al mar,
con una válvula para cambiar de la descarga directamente al mar al sistema de tratamiento de aguas sucias. A
menos que el Estado rector del puerto o el Estado ribereño insistan firmemente en que la válvula se mantenga
en la debida posición y en que el sistema esté en buenas condiciones de funcionamiento, y/o disponga de
medios de vigilancia para ello, es probable que se produzca la contaminación por descargas de aguas sucias.
La única estrategia viable es hacer del examen del sistema de aguas sucias una parte clave de la inspección
de rutina. Tal inspección incluiría el examen de los diarios de mantenimiento y reparaciones del sistema,
incluida la verificación de la cantidad de productos consumibles, si se utilizan, y de que la válvula está fijada
en la debida posición. La inspección visual del sistema puede indicar si éste se encuentra en buen estado de
funcionamiento.
Independientemente del tipo de sistema de tratamiento de aguas sucias que se considere apropiado para un
determinado buque, que podrá ser desde un tanque de retención a una planta de tratamiento, las inspeccio-
nes de estos sistemas deberían llevarse a cabo como parte de los controles de rutina. A menos que se haya
recibido información que indique lo contrario, un buque no será objeto de vigilancia exclusivamente para
verificar sus sistemas de tratamiento de aguas sucias.
Para tal examen podrían aplicarse las directrices que figuran en el apéndice 16. En caso de descarga o
infracción del Anexo IV del Convenio MARPOL, el investigador podría aplicar las directrices que figuran en
el apéndice 17.
21.6 Anexo V
Todos los buques generan algún tipo de basura y a este respecto cabe señalar que en el Anexo V no sólo se
tratan las basuras procedentes de las operaciones normales del buque, sino también los excesos y derrames
de carga y descarga y los residuos de carga de las cargas sólidas a granel. Debería recordarse que se prevé
que tales residuos de carga se presenten en cantidades tan pequeñas que no puedan recuperarse mediante
los métodos normalmente disponibles para la descarga. Las cantidades y tipos de basura varían en función
de la categoría de buque. Esto dificulta el rastreo de las prácticas de gestión de basuras, si bien la revisión
del Anexo V es de gran ayuda tanto para el cumplimiento como para garantizar la aplicación. En la regla 10
del Anexo V revisado se abordan los planes de gestión de basuras y el mantenimiento de registros, lo cual
también facilita las actividades de control del cumplimiento, en las que se requiere la documentación sobre
las prácticas y actividades de manipulación de basuras. Debería prestarse atención a los registros de inspec-
ciones a bordo, como el Libro registro de basuras.
La cantidad de basuras que los buques generan como parte de sus actividades normales es variable. En el
extremo superior de la escala se encuentran los buques de crucero, que generan un mínimo de 3 kg diarios de
basuras por pasajero. Por consiguiente, un buque de crucero puede generar aproximadamente 5 t de basuras
por día. No obstante, los buques de crucero tienden a estar bien equipados para gestionar grandes cantidades
de basuras y sus tripulaciones cuentan con la formación necesaria para estos fines. Los yates de crucero
estarán menos capacitados y menos inclinados a gestionar sus basuras, calculadas en unos 2 kg diarios por
persona de promedio. Teniendo en cuenta que hay una flota mundial de más de siete millones de buques de
recreo, se trata de una fuente de basuras considerable.
La gestión de las basuras de los buques es una parte importante del presupuesto operacional, especialmente
en el caso de los buques de crucero. Los incineradores son caros de comprar, utilizar y mantener, y tienen un
historial de averías frecuentes. Otros factores, desde el almacenamiento de las basuras hasta la descarga en
una instalación de recepción, la eliminación de las basuras en la zona adecuada y la necesidad de manipularlas
y separarlas, requieren mucha mano de obra. El cumplimiento de las disposiciones de los planes de gestión de
basuras y las prescripciones del Anexo pueden representar una carga aún mayor para la tripulación. Aunque
la mayoría de los armadores cumple lo dispuesto en el Anexo V, lamentablemente, algunos armadores poco
escrupulosos intentarán saltarse procedimientos y evitar costos mediante descargas ilícitas. Los funcionarios
de supervisión deberían concentrarse especialmente en el Libro registro de basuras para detectar cualquier
incumplimiento.
Para hacer cumplir las disposiciones del Anexo V revisado del Convenio MARPOL también debería prestarse
atención a la basura que el mar arroja a la costa. Las marcas, como las de los logotipos o nombres de los
buques, han servido para identificar la procedencia de los restos flotantes. Asimismo, si se observan grandes
cantidades de basuras de buques que parecen provenir de una sola fuente, un análisis de la trayectoria podrá
ayudar a determinar qué buques se encontraban en la zona. No obstante, la basura arrojada a la costa no sólo
proviene de los buques. Se calcula que entre el 60 % y el 80 % de este tipo de basuras se genera en tierra. Por
consiguiente, en los programas nacionales de concienciación pública y gestión de desechos que se dirigen al
sector naviero también se ha de tener en cuenta la cuestión más amplia de la gestión de basuras proveniente
de todas las fuentes. Por este motivo, las medidas para hacer cumplir lo dispuesto en el Anexo V del Convenio
MARPOL, y en realidad en todos los anexos, deberían estar integradas en la legislación nacional y en los
programas destinados a hacer cumplir las normas sobre gestión de basuras y contención de la contaminación.
A menos que se cuente con pruebas fotográficas directas, las inspecciones e investigaciones de las denuncias
de descargas de material relacionado con el Anexo V dependen de un análisis detallado de la corriente de
desechos del buque que establezca los desechos que se habrán generado, los que se habrán «eliminado»
de manera adecuada, y los que quedan. Si hay una diferencia entre los «eliminados» y «los que quedan»,
es probable que haya habido una infracción. El grado de interés demostrado en una investigación detallada
puede constituir por sí mismo un elemento de formación para el buque y un posible elemento de disuasión
con respecto a las descargas ilícitas. Las directrices que figuran en los apéndices 15 y 16 serán útiles para
que el inspector examine las prácticas de gestión de basuras de los buques. La lista que figura a continuación
podrá adaptarse a la práctica.
Se sugiere la siguiente lista de comprobaciones para la inspección de las prácticas de gestión de basuras del
buque
1 ¿Hay un plan de gestión de basuras conforme a lo dispuesto en la regla 10?
2 ¿Se identifica claramente a la persona responsable?
3 ¿Se aborda:
la reducción al mínimo de los desechos,
el reciclaje,
la separación de los desechos?
4 ¿Hay recibos de basuras descargadas en tierra?
5 ¿Hay un programa de formación sobre gestión de basuras?
6 ¿Cuál es el destino de los plásticos?
7 ¿Qué equipo se utiliza en la gestión de desechos?
compactador
incinerador
desmenuzador
8 ¿Hay registros de mantenimiento del equipo?
¿funciona?
¿está bien mantenido?
9 ¿Se aplica el plan, o si no se prescribe un plan, se ajustan las prácticas a las directrices de la OMI?
10 Calcúlese:
la producción diaria prevista de basuras (2 kg por persona/día,
en buques de crucero 3 kg por persona/día);
número de días en el mar (desde la última vez que se descargaron basuras en tierra);
sustráigase la cantidad registrada como incinerada o eliminada de otra manera de
conformidad con el Anexo V;
calcúlese la cantidad de basuras a bordo;
¿cuadran los cálculos? Si no, ¿por qué no?
11 ¿Se sospecha de alguna descarga ilícita?
12 ¿Puede demostrarse? Si se sospecha, pero no es demostrable, escríbase al capitán recordándole las
reglas, o las sanciones, y recomendándole el empleo de instalaciones de recepción en tierra.
21.7 Anexo VI
21.7.1 Cada corriente de contaminantes regulada que se controle en virtud del Anexo VI (véase el capítulo 14),
tiene su propio procedimiento de inspección, que se señala a continuación, y que se describe con más detalle
en el apéndice 16:
o en las tapas de acceso de los compresores de refrigeración, con respecto a trabajos realizados que no se
hayan registrado debidamente.
Las entradas en el Libro registro de sustancias que agotan la capa de ozono que indiquen gases o equipo
depositados en instalaciones de recepción en tierra deberían estar respaldadas por los correspondientes
recibos. Una cuestión clave es si tales gases no se han dejado escapar simplemente a la atmósfera y se ha
eliminado el equipo de manera inadecuada.
En la sección 2.2 del Suplemento del Certificado IAPP deberían indicarse todos los motores diésel marinos
instalados a los que podrían aplicarse las prescripciones de la regla 13. Normalmente la instalación de un
motor diésel marino adicional es una operación importante que debería detectarse fácilmente, sin embargo,
tal motor podría estar instalado fuera de los espacios de máquinas, debido a la necesidad de aumentar la
potencia, por ejemplo en un buque portacontenedores que transporte un número de contenedores refrigera-
dos mayor del previsto inicialmente en el proyecto.
En el apéndice 19 del presente manual figuran unas orientaciones detalladas sobre cómo llevar a cabo la
inspección de los motores diésel marinos instalados por lo que respecta al cumplimiento en relación con
los NOx.
Por lo general los motores diésel marinos instalados en los buques construidos antes del 1 de enero de 2000
no serán objeto de control con respecto a los NOx, excepto cuando se prescriba la aplicación de un «método
aprobado», o cuando el motor haya sido objeto de una transformación importante, según la definición, y la
inspección debería centrarse en esas cuestiones.
Con respecto a la cláusula de transformación importante, si es evidente que un motor diésel marino no ha
sido objeto de ningún cambio fundamental desde su estado de instalación y los registros del mantenimiento
del motor no señalan ninguna modernización del equipo de inyección de combustible, el sistema del aire de
carga o los componentes de la cámara de combustión principal, podrá aceptarse de manera general, dentro
de los límites de una inspección, que el motor no ha sido objeto de una transformación importante. En caso
contrario, si se trata de un motor diésel marino no certificado, habrá que preguntarse «por qué esos cambios
no representan una transformación importante», ya que podrían haberse aplicado modernizaciones sin que se
hayan entendido plenamente las implicaciones retrospectivas de las prescripciones del Anexo VI.
En este ámbito se establece una distinción fundamental entre el cumplimiento fuera de las zonas de control
de las emisiones (ECA) para los SOx y la materia particulada y el cumplimiento dentro de esas zonas.
En caso de operación fuera de dichas ECA, la demostración del cumplimiento normalmente se basará única-
mente en el contenido de azufre del fueloil indicado en la nota de entrega del combustible prescrita en la
regla 18.5.
En las inspecciones dentro de las ECA debería hacerse hincapié en garantizar el cumplimiento de las pres-
cripciones relativas a las ECA. Aunque quizás haya que tener en cuenta las orientaciones de la regla 18.2,
toda relajación de las prescripciones relativas a las ECA debería considerarse como un caso excepcional y
mediante una documentación exhaustiva y sólida.
Habrá buques que nunca operen fuera de una ECA. En estos casos la demostración del cumplimiento se
basará siempre en las notas de entrega de combustible respectivas. No obstante, dado que el fueloil necesario
para cumplir las prescripciones relativas a las ECA será normalmente más caro, será necesario verificar que
tal combustible se ha entregado realmente y se ha utilizado a bordo.
Para los buques que operen tanto fuera como dentro de las ECA las cuestiones de inspección pueden dividirse en:
–– si se han implantado los procedimientos de cambio prescritos y se han registrado debidamente
los datos necesarios
–– si se ha entregado el fueloil prescrito para las ECA que se indica en la nota de entrega del
combustible correspondiente
–– si el fueloil prescrito para las ECA se ha utilizado de conformidad con lo prescrito, lo cual
incluye los dispositivos de combustión alejados de los sistemas principales de tratamiento de
fueloil y servicios que tienen sus propios tanques independientes y de uso inmediato.
Cuando una investigación no se limite al contenido de azufre indicado en la nota de entrega del combustible,
se necesitará analizar el fueloil en cuestión, o bien el fueloil cargado o el que se esté utilizando, dependiendo
de la cuestión que se esté investigando. Cuando se trate del fueloil suministrado, la muestra analizada sería
la muestra representativa respectiva que ha de conservarse en el buque de conformidad con lo prescrito en
la regla 18.8.1. En el caso del fueloil en uso, se necesitaría una muestra específica del sistema de servicio del
fueloil, para lo cual debería consultarse a los maquinistas del buque a fin de determinar el punto de muestreo
apropiado. La muestra ha de extraerse desde un lugar directamente conectado con el hidrocarburo que se
esté realmente utilizando y no desde un lugar, como un filtro, en el que se habrán acumulado agua y otras
materias. Para el muestreo a partir de un sistema de servicio es necesario prestar una atención particular, ya
que el hidrocarburo estará bajo presión y, en el caso de fueloil residual, a una temperatura elevada. Un punto
de muestreo típico sería inmediatamente antes de las bombas reforzadoras. En esos casos, tras la extracción
de una cantidad inicial en un contenedor de hidrocarburos de desechos, debería extraerse una muestra
primaria en un contenedor de metal limpio y adecuado del cual se sacaría la muestra posteriormente para su
análisis. Debería extraerse una muestra de 400 mℓ como mínimo que debería mantenerse en un recipiente
sellado con una etiqueta en la que se indiquen los datos pertinentes, es decir, el nombre del buque, número
IMO, lugar, fecha y hora del muestreo y datos del inspector. El método de ensayo del análisis del contenido
de azufre es la norma ISO 8754: 2003, según lo indicado en el apéndice V del Anexo VI. En el apéndice VI
del Anexo VI se indica el procedimiento adecuado.
Cuando se utilicen otros métodos equivalentes aprobados para el control de las emisiones de SOx y materia
particulada, deberían indicarse los medios utilizados para las inspecciones en la documentación de acompa-
ñamiento aprobada.
En los casos en los que se prescriba la utilización de sistemas de control de las emisiones de vapores debida-
mente certificados, la prescripción de inspección, con respecto al control de la contaminación atmosférica,
incluiría verificar que existe la certificación necesaria y que el sistema se ha mantenido de conformidad con
el acuerdo aprobado y se ha utilizado según lo prescrito.
Se prescribe que los buques tanque que transporten petróleo crudo dispongan a bordo de un plan de gestión
de COV aprobado y lo implanten de manera eficaz. Por consiguiente, las inspecciones tendrán por objeto
necesariamente comprobar si existe dicho plan, y de ser así, si las personas responsables de su implantación
pueden demostrar que se ha aplicado debidamente según lo prescrito.
Cuando se utilice la incineración a bordo será necesario demostrar que no se han incinerado materias prohi-
bidas, para lo cual una cuestión clave será interrogar a las personas responsables de la incineración. La
idoneidad del incinerador con respecto a la eliminación de cloruros de polivinilo se demostrará mediante
el certificado de homologación prescrito. Si la incineración de lodos de aguas residuales y fangos oleosos
se lleva a cabo en plantas generadoras o calderas principales o auxiliares será necesario cotejar los registros
de operaciones con la situación del buque a las horas correspondientes, a fin de verificar que el buque se
encontraba fuera de puertos o estuarios.
El certificado de homologación necesario con respecto a los incineradores prescritos en la regla 16.6.1 debería
estar disponible. En la inspección de estos incineradores también debería verificarse que se dispone del manual
de operaciones y que los operadores han recibido la formación adecuada para implantar las orientaciones
que figuran en dicho manual, lo cual debería documentarse y verificarse mediante interrogatorio. Además, en
la inspección debería verificarse que se han alcanzado las temperaturas prescritas con la debida vigilancia, y
si se han forzado los incineradores al intentar cargar basuras antes de que la unidad estuviera lista.
Antes de ratificar el Convenio MARPOL, un Estado tiene que encontrarse en situación de cumplir las pres-
cripciones incluidas en sus artículos y reglas. Casi todos los Estados marítimos han aceptado e implementado
una serie de convenios internacionales sobre seguridad marítima (por ejemplo, Convenio SOLAS, Convenio
de líneas de carga, Reglamento de abordajes, etc.) y para implantarlos debería existir algún tipo de admi-
nistración marítima. A la hora de considerar los compromisos y obligaciones que implica la ratificación del
Convenio MARPOL debería examinarse primero la administración marítima existente. Las funciones de la
administración marítima, que se señalan en la figura 10, son aplicables a una serie de convenios marítimos.
Administración marítima
Contaminación: Seguridad
detectar de las
infracciones, operaciones
Funciones definidas en virtud enjuiciar, de los
de los convenios sancionar, buques en
internacionales por limpiar los puertos
los inspectores propios y
por los inspectores de Funciones no regidas
la sociedad de clasificación por el Convenio Búsqueda y salvamento
Buques de
dimensiones
Buques
inferiores a
nacionales
las estipuladas
en el Convenio
Es recomendable que estas funciones se examinen a fin de identificar las que exige el Convenio MARPOL y
decidir cómo podrán desempeñarse. Se observará que tales funciones se dividen en las del «Estado de aban-
deramiento»; el «Estado rector del puerto» y el «Estado ribereño» para mayor claridad, pero inevitablemente
estas funciones se superponen en cierta medida, especialmente por lo que respecta al Convenio MARPOL.
Como consecuencia de lo anterior, el MEPC elaboró en julio de 2009 mediante la resolución 180(59)
enmiendas a las Directrices para efectuar reconocimientos de conformidad con el sistema armonizado de
reconocimientos y certificación a los efectos del Anexo VI revisado del Convenio MARPOL y acordó en
la Asamblea de 2009 que se propusiera la inclusión de estas enmiendas en las Directrices para efectuar
reconocimientos. Dado que la Asamblea había acordado que las enmiendas a las Directrices se adoptarían
en su próximo periodo de sesiones, pero que se publicaría una versión refundida después de cada periodo
de sesiones impar de la Asamblea, los resultados de la resolución del MEPC.180(59) se incorporaron en la
resolución de la Asamblea A.1053(27), adoptada el 30 de noviembre de 2011.
Departamento marítimo
(Administración)
Inspectores
MARPOL
Sede, funciones de reconocimiento e inspección
En el capítulo anterior se señala que ningún Gobierno tiene una administración marítima lo suficientemente
grande para llevar a cabo todas sus obligaciones previstas en los convenios internacionales sobre seguridad
marítima y prevención de la contaminación marítima. La delegación de funciones es permisible en virtud de
esos convenios, pero debería reconocerse que no exime a la Administración de sus responsabilidades.
De conformidad con los artículos del Convenio (véase el párrafo 3.11.2), la Administración se compromete
a facilitar a la OMI una lista de los inspectores nombrados o de las organizaciones reconocidas, así como a
notificarle las atribuciones concretas y las condiciones de la autoridad delegada, a fin de que las comunique
a las demás Partes para que informen a sus funcionarios.
.7 cómo podría justificarse la aceptación de responsabilidad plena por los certificados expedidos
por otros.
Nota: A fin de evitar confusiones, en este capítulo, «reconocimientos» se refiere a los reconocimientos para
fines de certificación en virtud del Convenio MARPOL e «inspecciones» se refiere a las inspecciones por el
Estado rector de puerto de los buques extranjeros y a las inspecciones generales de los buques que enarbolan
el pabellón del Estado de la Administración.
.1 la administración marítima debería tener o adquirir una capacidad suficiente para cumplir las
responsabilidades aceptadas de conformidad con el Convenio MARPOL, es decir, inspectores
u otro personal cualificado y con experiencia en las funciones de reconocimiento e inspección
que participen de manera activa en la labor de actualización de las normas, investigación de
sucesos y desempeño de las funciones mencionadas en el capítulo 22; y
.2 las inspecciones por el Estado rector del puerto de los buques extranjeros y las inspecciones
generales de los buques de pabellón extranjero se llevan a cabo normalmente mediante los
inspectores de la administración marítima. Normalmente no se utilizan las sociedades de clasi-
ficación para fines de inspección.
.1 reconocimientos fuera del Estado (cuando la distancia, costo, recursos de personal, etc. lo hagan
necesario);
.2 labor bien establecida para la que otras organizaciones tienen los conocimientos especializados
necesarios; y
Según lo dispuesto en el Anexo II, la Administración nombrará o autorizará a inspectores para implantar las
medidas de control previstas en dicho anexo. El inspector introducirá una anotación en el Libro registro de
carga cuando verifique que una operación se ha llevado a cabo de conformidad con lo prescrito en el Manual
de procedimientos y medios o se haya concedido una exención.
una sociedad nacional que satisfaga sus necesidades y las sociedades de clasificación utilizadas normalmente
por los buques que se registren en ese Estado. Quizás el Estado no desee limitar a sus propietarios de
buque a una sociedad, pero debería considerarse la elección entre un monopolio y la competencia, con
una posible reducción de las normas de reconocimiento e inspección. Es fundamental que las sociedades
sean conscientes con claridad del alcance de la delegación. La Administración debería impartir orientaciones
en un acuerdo escrito en el que se disponga que las sociedades llevarán a cabo sus reconocimientos de
conformidad con lo prescrito en el Convenio MARPOL. Deberían impartirse unas instrucciones claras que
establezcan las medidas que han de adoptarse en caso de incumplimiento temporal de las reglas, sobre la
interpretación de las reglas, la expedición de exenciones cuando quede a discreción de la Administración, la
aprobación de equipo en nombre de la Administración, el reconocimiento de los buques no clasificados y la
facilitación rápida a la Administración de la información que se solicite. La Administración tendrá en cuenta
estos principios a la hora de considerar si una sociedad está preparada y capacitada para facilitar un servicio.
23.12 Directrices
La Sociedad Internacional de Sociedades de Clasificación (IACS) goza de carácter consultivo ante la OMI y
como tal ha presentado una propuesta con los principios que deben incluirse en las nuevas directrices para
delegar las funciones de reconocimiento en organizaciones reconocidas. La propuesta de la IACS se utilizó
como base de las Directrices relativas a la autorización de las organizaciones que actúen en nombre de la
Administración, que se elaboraron y se adoptaron durante el 18° periodo de sesiones de la Asamblea de la
OMI mediante la resolución A.739(18), en cuyo apéndice figuran las normas mínimas para las organizaciones
reconocidas que actúen en nombre de la Administración.
Mediante esta resolución de la Asamblea se encargó al MSC y al MEPC que elaboraran unas especificaciones
detalladas sobre las funciones de reconocimiento y certificación de las organizaciones reconocidas que actúen
en nombre de la Administración. Estas especificaciones se adoptaron el 23 de noviembre de 1995 mediante
la resolución A.789(19), en la que la Asamblea instó a los Gobiernos a que aplicaran dichas especificaciones
junto con el anexo de la resolución A.739(18).
En el apéndice 12 del presente manual se informa sobre esta cuestión.*
*
Mediante la resolución MEPC.237(65) se actualizó y refundió el Código para las organizaciones reconocidas (Código OR), cuya
entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de 2015.
En varias reglas de los anexos del Convenio MARPOL se prescribe que los procedimientos, equipo, construc-
ción, etc. se basen en directrices elaboradas por la OMI, o cumplan los códigos de la OMI. A continuación
se enumeran algunas de esas directrices, que se han reproducido y existen como publicaciones separadas o
se están elaborando. Para una lista completa de las publicaciones de la OMI, véase el sitio de la OMI en la
Red (http://www.imo.org).
25.1 Generalidades
.1 Particularly Sensitive Sea Areas (edición de 2007) (solamente en inglés).
25.2 Anexo I
.1 Equipo de prevención de la contaminación (edición de 2006);
.2 Dedicated Clean Ballast Tanks (edición de 1982) (solamente en inglés);
.3 Crude Oil Washing Systems (edición de 2000) (solamente en inglés);
.4 Inert Gas Systems (edición de 1990) (solamente en inglés);
.5 Plan de evaluación del estado del buque (edición de 2006);
.6 Directrices sobre el programa mejorado de inspecciones durante los reconocimientos de grane-
leros y petroleros (edición de 2008); y
.7 Directrices para la elaboración de planes de emergencia de a bordo contra la contaminación del
mar (edición de 2010). Estas Directrices también están relacionadas con las prescripciones del
Anexo II del Convenio MARPOL.
25.3 Anexo II
.1 Código internacional para la construcción y el equipo de buques que transporten productos
químicos peligrosos a granel (Código CIG) (edición de 2007);
.2 Código para la construcción y el equipo de buques que transporten productos químicos peligro-
sos a granel (Código CGQ) (edición de 2009);
.3 Directrices para el transporte y manipulación, en buques de apoyo mar adentro, de cantidades
limitadas de sustancias líquidas a granel potencialmente peligrosas o nocivas (edición de 2007);
y
.4 Directrices revisadas para la clasificación provisional de sustancias líquidas transportadas a granel
(MEPC.1/Circ.512, incluida en la edición de 2007 del Código CIQ). Las Directrices ofrecen un
procedimiento detallado para determinar las prescripciones revisadas de transporte aplicables a
todos los líquidos que se presentan para ser transportados a granel.
25.5 Anexo IV
.1 Directrices revisadas sobre la implantación de las normas relativas a efluentes y pruebas de
rendimiento de las instalaciones de tratamiento de aguas sucias (resolución MEPC.159(55)).*
25.6 Anexo V
La revisión del Anexo V del Convenio MARPOL, cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de
2013, tuvo grandes repercusiones en las Directrices para la implantación del Anexo V del Convenio MARPOL,
publicadas en la edición de 2006. Se han elaborado unas directrices revisadas que se adoptaron mediante la
resolución MEPC.219(63), con el título: «Directrices de 2012 para la implantación del Anexo V del Convenio
MARPOL». También se adoptaron las «Directrices de 2012 para la elaboración de planes de gestión de
basuras», mediante la resolución MEPC.220(63). Ambas directrices están incluidas en las Directrices para
la implantación del Anexo V del Convenio MARPOL (edición de 2012). Véanse también las enmiendas a
las Directrices de 2012 para la implantación del Anexo V del Convenio MARPOL, adoptadas mediante la
resolución MEPC.239(65).
25.7 Anexo VI
.1 Código técnico sobre los NOx 2008, resolución MEPC.177(58)
Este código trata del reconocimiento y la certificación de los motores diésel marinos que dan
lugar a la expedición de un Certificado internacional de prevención de la contaminación atmos-
férica para motores (EIAPP). También se recogen los medios para demostrar el cumplimiento
continuo de los motores diésel marinos durante su vida útil, teniendo en cuenta las enmiendas
y alteraciones que puedan haberse efectuado en tales motores.
.2 Las siguientes directrices, adoptadas mediante las resoluciones mencionadas, son aplicables
al Anexo VI. Podrán elaborarse otras directrices que sean necesarias, y por lo tanto, debería
consultarse la documentación más reciente de la OMI.
Directrices adoptadas:
MEPC.180(59) Enmiendas a las Directrices para efectuar reconocimientos de conformidad con el sistema
armonizado de reconocimientos y certificación a los efectos del Anexo VI revisado del
Convenio MARPOL
MEPC.181(59) Directrices sobre la supervisión por el Estado rector del puerto en virtud del Anexo VI
revisado del Convenio MARPOL, 2009
MEPC.182(59) Directrices relativas al muestreo del fueloil para determinar el cumplimiento de lo
dispuesto en el Anexo VI revisado del Convenio MARPOL, 2009
MEPC.183(59) Directrices para la vigilancia del contenido medio de azufre a escala mundial del fueloil
residual suministrado para uso a bordo de los buques, 2009
MEPC.184(59) Directrices sobre los sistemas de limpieza de los gases de escape, 2009
MEPC.185(59) Directrices para la elaboración de un plan de gestión de los compuestos orgánicos volátiles
(COV)
MEPC.198(62) Directrices de 2011 para abordar aspectos adicionales del Código técnico sobre los
NOx 2008 relativos a prescripciones específicas aplicables a los motores diésel marinos
equipados con sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR)
MEPC.212(63) Directrices de 2012 sobre el método de cálculo del índice de eficiencia energética de
proyecto (EEDI) obtenido para buques nuevos
MEPC.213(63) Directrices de 2012 para la elaboración de un plan de gestión de la eficiencia energética
del buque (SEEMP)
*
Véanse las Directrices de 2012 sobre la implantación de las normas relativas a efluentes y pruebas de rendimiento de las instalacio-
nes de tratamiento de aguas sucias (MEPC.227(64)) que sustituyen a estas directrices y deberían implantarse a partir del 1 de enero
de 2016.
Muchas de estas directrices se han refundido en MARPOL Anexo VI y Código NOx 2008 y Directrices para
la implantación (edición de 2013).
25.10 Protocolo I
.1 Provisions Concerning the Reporting of Incidents Involving Harmful Substances under MARPOL
(edición de 1999) (solamente en inglés).
25.11 Varios
.1 Equipo de prevención de la contaminación prescrito en el Convenio MARPOL (edición de 2006).
Uno de los objetivos del Convenio MARPOL es garantizar que las descargas de los buques no representen
una amenaza inaceptable para el medio marino. La Asamblea y el Comité de protección del medio marino
(MEPC) han adoptado varias resoluciones en las que se define o recomienda el equipo adecuado, las normas
de rendimiento y los procedimientos para conseguir ese objetivo.
El propósito de este manual es facilitar una referencia fácil de consultar y actualizada sobre todas las resolu-
ciones de la OMI aplicables relativas al equipo de a bordo para la prevención de la contaminación previsto
en el Convenio MARPOL, incluido el equipo para separar los hidrocarburos del agua, el tratamiento de las
aguas sucias y la incineración de basuras y otros desechos de a bordo.
POR CUANTO el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques, 1973, fue adoptado
en Londres el 2 de noviembre de 1973 por la Conferencia internacional sobre la contaminación del mar, 1973,
Y POR CUANTO el Protocolo de 1978 relativo al Convenio internacional para prevenir la contaminación por
los buques, 1973, fue adoptado en Londres el 17 de febrero de 1978 por la Conferencia internacional sobre
seguridad de los buques tanque y prevención de la contaminación, 1978,
Y POR CUANTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , que es un Estado con derecho a convertirse en Parte
del Convenio mencionado enmendado por el Protocolo mencionado en virtud de los artículos 13 y IV
respectivamente,
POR TANTO el Gobierno de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , habiendo examinado y aprobado los instrumentos
mencionados, declara ahora solemnemente su adhesión al Convenio enmendado por el Protocolo.
EN FE DE LO CUAL yo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , [Presidente/Primer Ministro/Ministro de Relaciones
Exteriores] de . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , he firmado el presente instrumento de adhesión y estampado
[mi/el] sello oficial.
HECHO en . . . . . . . . . . . . a . . . . . . . . . . . . de . . . . . . . . . . .
[Sello] [Firma]
[Presidente/Primer Ministro/Ministro
de Relaciones Exteriores]
. . . . . . . . . . . . podrá, por orden . . . . . . . . . . . , adoptar las disposiciones que estime apropiadas para dar
efecto a:
1 El Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (incluidos sus protocolos,
anexos y apéndices), que constituyen el documento adjunto 1 del acta final de la Conferencia internacional
sobre contaminación del mar (firmada) (hecha) en Londres el 2 de noviembre de 1973; y
2 El Protocolo relativo a dicho Convenio, que constituye el documento adjunto 2 del acta final de la
Conferencia internacional sobre seguridad de los buques tanque y prevención de la contaminación (firmada)
(hecha) en Londres el 17 de febrero de 1978; y
3 Cualquier acuerdo internacional no mencionado en los párrafos 1 o 2 relativo a la prevención, reduc-
ción o contención de la contaminación del mar y otras aguas por materias procedentes de los buques.
Parte 6: Plan de emergencia de a bordo contra la contaminación del mar por sustancias
nocivas líquidas
Parte 1: Generalidades
1 Ámbito de aplicación
2 Definiciones
3 Excepciones y exenciones
4 Equivalentes
Parte 2: Reconocimientos
5 Reconocimientos
6 Certificados
1 Comienzo y definiciones
1.1 Estas reglas entrarán en vigor . . . . . . . . . . . . .
1.2 A los efectos de estas reglas . . . . . . . . (definiciones)
2 Ámbito de aplicación
2.1 Estas reglas se aplican a todas las autoridades portuarias (en la definición de puerto se incluyen los
puertos, estuarios y diques) u operador de terminal de un puerto o terminal en [Estado].
.2 si el puerto o terminal tiene tales instalaciones de recepción, que esas instalaciones no son
adecuadas: [por ejemplo, el Departamento de transporte . . . . . . . . . . . ] podrá ordenar a
la autoridad portuaria u operador de la terminal que facilite, u organice la provisión de tales
instalaciones de recepción, como se especifique en la instrucción.
6 Sanciones
Toda autoridad portuaria u operador de terminal que no cumpla una instrucción impartida de confor-
midad con la regla 4 dentro del plazo especificado en la instrucción será culpable de una infracción
punible . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por una multa . . . . . . . . . .
Comienzo y definiciones
1.1 Estas reglas entrarán en vigor el . . . . . . . . . . . . .
Ámbito de aplicación
2 Estas reglas se aplican a:
.1 buques (de pabellón); o
.2 otros buques que se encuentren dentro de [el Estado] o sus aguas territoriales.
Obligación de informar
3.1 El capitán de un buque involucrado en un suceso en el mar que entrañe:
.1 una descarga o probable descarga de hidrocarburos o de una sustancia nociva líquida trans-
portada a granel debida o probablemente debida a daños en el buque o su equipo o efectuada
o probablemente efectuada con objeto de garantizar la seguridad de un buque o salvar vidas
humanas en el mar; o
.2 una descarga o probable descarga de un contaminante del mar transportado en bultos desde el
buque; o
.3 una descarga durante la operación del buque de hidrocarburos o de una sustancia nociva
líquida que rebase la cantidad o el régimen instantáneo de descarga permitidos en virtud de las
disposiciones pertinentes del Anexo I (hidrocarburos) o el Anexo II (Sustancias nocivas líquidas),
regla …
notificará los pormenores de tal suceso, sin demora y con los mayores detalles posibles de conformidad con
lo prescrito en la regla 4.
3.2 En el supuesto de que el informe de tal buque sea incompleto o imposible de obtener, el propietario
elaborará o completará el informe prescrito en el párrafo 3.1 en la mayor medida posible.
Contenidos de los informes
4 El informe (o el informe inicial si hay más de uno) incluirá en todos los casos:
.1 la identidad del buque o buques involucrados;
.2 la hora, tipo y situación del suceso;
.3 la cantidad y tipo de sustancia involucrada;
.4 las medidas de asistencia o salvamento prescritas o en vías de adopción.
Informes complementarios
5 Toda persona que de conformidad con las reglas 3.1 o 3.2 tenga que elaborar un informe adoptará, si
es posible, las siguientes medidas:
5.1 elaborar el informe o informes complementarios que sean adecuados en las circunstancias,
.1 complementando la información que figure en el informe inicial si es necesario; y
.2 facilitando información acerca de los acontecimientos posteriores al suceso;
y
5.2 satisfacer en la mayor medida posible las peticiones de información adicional efectuadas por el
Gobierno o en nombre del Gobierno de un Estado cuyos intereses puedan verse afectados por el suceso.
Procedimientos de notificación
6 Los informes se cursarán al Estado ribereño más próximo por los canales de telecomunicaciones más
rápidos de que se disponga y dándoles la máxima prioridad posible.
Sanciones
7 .1 toda infracción de las reglas 3 o 5 será una infracción punible previa condena por delito menor,
con una multa . . . . . . . . . . . .
Tomando nota de que las Administraciones son responsables de la adopción de las medidas necesarias para
garantizar que los buques que enarbolen el pabellón de sus respectivos Estados cumplen las disposiciones
de, entre otros, el Convenio MARPOL, era necesario elaborar procedimientos uniformes y un mecanismo
para la delegación de autoridad a las organizaciones reconocidas. De este modo, también se acordó que era
necesario elaborar unas normas mínimas adicionales relativas a los reconocimientos y la certificación.
Basándose en las recomendaciones tanto del Comité de protección del medio marino como del Comité de
seguridad marítima, se elaboraron unas directrices que se ultimaron durante el décimo octavo periodo de
sesiones de la Asamblea en noviembre de 1993. Estas directrices se distribuyeron como resolución A.739(18).
La Asamblea también pidió al MEPC y al MSC que elaboraran, con carácter de urgencia, especificaciones
detalladas sobre las funciones precisas de reconocimiento y certificación de las organizaciones reconocidas.
Estas especificaciones relativas a las funciones de reconocimiento y certificación de las organizaciones reco-
nocidas que actúen en nombre de las Administraciones se adoptaron durante el décimo noveno periodo
de sesiones de la Asamblea el 23 de noviembre de 1995. En estas directrices, distribuidas mediante la
resolución A.789(19), se insta a los Gobiernos a que apliquen las especificaciones junto con el anexo de la
resolución A.739(18).
La información sobre las enmiendas a las disposiciones relativas a los contaminantes del mar entró en vigor
mediante la enmienda 34-08 del Código IMDG el 1 de enero de 2010. Cabe señalar que el MSC 90 en mayo
de 2012, adoptó un lote adicional de enmiendas al Código IMDG mediante la resolución MSC.328(90), con
carácter voluntario a partir del 1 de enero de 2013 y con carácter obligatorio a partir del 1 de enero de 2014.
También cabe señalar que el Anexo III, del Convenio MARPOL, que también entró en vigor el 1 de enero
de 2010 mediante la resolución MEPC.156(55), ha sido enmendado mediante la resolución MEPC.193(61), con
la misma fecha de entrada en vigor del 1 de enero de 2014. En el presente apéndice solamente se refleja el
texto de las enmiendas que entraron en vigor el 1 de enero de 2010.
1 Definición
Los contaminantes del mar son sustancias que están sujetas a las disposiciones que figuran en el Anexo III del
Convenio MARPOL, enmendado. Se trata de sustancias, soluciones o mezclas que son perjudiciales para los
organismos y el ecosistema acuático del que forman parte y pueden presentarse en forma líquida o sólida.
2 Disposiciones generales
2.1 Los contaminantes del mar se transportarán con arreglo a lo dispuesto en el Anexo III revisado del
Convenio MARPOL, que entró en vigor el 1 de enero de 2010. Estas disposiciones están incorporadas en la
Enmienda 34-08 al Código IMDG.
2.1.2 Los contaminantes del mar se transportarán con la denominación correspondiente, en función de
sus propiedades, si reúnen los criterios definitorios de una de las clases 1 a 8. Si no se ajustan a los criterios
definitorios de ninguna de esas clases, se transportarán como SUSTANCIA SÓLIDA POTENCIALMENTE
PELIGROSA PARA EL MEDIO AMBIENTE, N.E.P., N° ONU 3077, o como SUSTANCIA LÍQUIDA POTEN-
CIALMENTE PELIGROSA PARA EL MEDIO AMBIENTE, N.E.P., N° ONU 3082, según proceda, a menos que
exista una entrada específica en la Clase 9.
2.1.3 Cuando una sustancia, una materia o un objeto posea propiedades a las que se apliquen los crite-
rios de contaminante del mar, pero no se identifique como tal en la Enmienda 34-08 al Código IMDG, tal
sustancia, materia u objeto se transportará como contaminante del mar de conformidad con lo dispuesto en
el Código.
3 Clasificación
3.1 Una sustancia, una materia o un objeto se clasificará como contaminante del mar si se indica mediante
la letra P en el Índice de la Enmienda 34-08 al Código IMDG o, en ausencia de dicha indicación, si satisface
los criterios establecidos en el párrafo 2.9.3 del Código IMDG. En este último caso, incumbirá al consignador
establecer él mismo una clasificación de cada sustancia, materia u objeto. Por consiguiente, el símbolo «•» ya
no se utilizará para designar las entradas genéricas y N.E.P.
3.2 En la Enmienda 34-08 se eliminará toda distinción entre contaminante del mar y contaminante fuerte
del mar (identificado mediante las letras PP en el Índice de la Enmienda 33-06). Por consiguiente, las sustancias,
materias u objetos identificados anteriormente como contaminantes fuertes del mar en la Enmienda 33-06 al
Código IMDG se identificarán como contaminantes del mar mediante la letra P en la Enmienda 34-08.
3.3 Si un consignador tiene pruebas de que las sustancias, materias u objetos ya no satisfacen los criterios
establecidos en la sección 2.9.3 de la Enmienda 34-08 al Código IMDG, pero se identifican mediante la
letra P en el Índice de tal enmienda, no será necesario transportar dichas sustancias, materias u objetos
con arreglo a las disposiciones del Código IMDG aplicables a los contaminantes del mar, cuando se cuente
con la aprobación de la autoridad competente.
Como se indica en el apéndice 13 del presente manual, las enmiendas 36-12 del Código IMDG (MSC.328(90))
y las enmiendas al Anexo III del Convenio MARPOL (MEPC.193(61)), cuya entrada en vigor es en ambos casos
el 1 de enero de 2014, afectan al texto de estos instrumentos. El presente apéndice refleja únicamente el texto
de las enmiendas que figuran en la resolución MSC.262(84), las cuales entraron en vigor el 1 de enero de 2010.
Por lo que respecta a las definiciones y datos requeridos, véanse los párrafos 2.9.3.1.4 y 2.9.3.2 del Código
IMDG.
En el párrafo 2.9.3.3.1 se menciona que todas las sustancias se clasificarán como «sustancias potencialmente
peligrosas para el medio ambiente (medio acuático)», si se ajustan a los criterios de toxicidad aguda 1, toxici-
dad crónica 1 o toxicidad crónica 2, con arreglo a los cuadros siguientes:
Toxicidad aguda
Categoría: Toxicidad aguda 1
CL50 96 h (para peces) ≤ 1 mg/ℓ y/o
CE50 48 h (para crustáceos) ≤ 1 mg/ℓ y/o
CEr50 72 o 96 h (para algas u otras plantas acuáticas) ≤ 1 mg/ℓ
*
Esto no se refiere a los contaminantes acuáticos para los que pueda ser necesario considerar efectos más allá del medio acuático,
tales como el impacto sobre la salud humana, etc.
†
Véase el anexo 10 del sistema globalmente armonizado de clasificación y etiquetado de productos químicos (SGA).
Toxicidad crónica
Categoría: Toxicidad crónica 1
CL50 96 h (para peces) ≤ 1 mg/ℓ y/o
CE50 48 h (para crustáceos) ≤ 1 mg/ℓ y/o
CEr50 72 o 96 h (para algas u otras plantas acuáticas) ≤ 1 mg/ℓ
y la sustancia no sea rápidamente degradable y/o el log Kow ≥ 4 (a menos que el FBC determinado experimentalmente
sea < 500)
Sí
C(E)L 50* ≤ 1 mg/ℓ
No
Sí
CSEO > 1 mg/ℓ
No o desconocido
No
C(E)L 50* ≤ 10 mg/ℓ
Sí
Rápidamente No Rápidamente No
degradable degradable
Sí Sí
Sí No
Bioacumulación Bioacumulación
No Sí
*
El valor menos elevado de la CL50 durante 96 h, de la CE50 durante 48 h o de la CEr50 durante 72 h, según corresponda.
Por lo que respecta a la clasificación de las mezclas véanse los párrafos 2.9.3.4 y 2.9.3.5 de la enmienda 34-08
del Código IMDG.
1.2 El inspector, si los certificados son válidos y su impresión personal general y sus observaciones ocula-
res a bordo confirman que las medidas de mantenimiento son adecuadas, por lo general debería limitar su
inspección a comprobar las deficiencias que se hayan denunciado, si las hay.
1.3 Si, no obstante, guiándose por su impresión general o las observaciones que haya realizado a bordo,
tiene motivos fundados para pensar que el estado del buque o de su equipo no corresponden en lo esencial
a los pormenores de uno o varios certificados, debería realizar una inspección más detallada.
2.2 En todos los demás aspectos el inspector se guiará por los procedimientos aplicables a los buques,
citados en la sección 1, supra.
2.3 Si el buque va provisto de alguna certificación distinta del certificado reconocido, como por ejemplo
un documento de cumplimiento, el inspector podrá tener en cuenta la forma y el contenido de la documen-
tación de que se trate al evaluar el buque.
3 Supervisión
3.1 En el desempeño de sus funciones de supervisión el inspector se guiará por las políticas de la Admi-
nistración establecidas, así como por su criterio profesional, para decidir si procede detener el buque hasta
que las deficiencias observadas se hayan subsanado, o permitir que se haga a la mar con ciertas deficiencias
que no supongan una amenaza inaceptable de daños para el medio marino. En este sentido el inspector se
guiará por el principio de que las prescripciones que figuran en los anexos del Convenio MARPOL por lo que
respecta a la construcción y el equipo y a la utilización de los buques son esenciales para la protección del
medio marino y que apartarse de ellas puede constituir una amenaza inaceptable de daños para éste.
3.2 En la resolución A.1052(27): «Procedimientos para la supervisión por el Estado rector del puerto»,
figuran directrices específicas relativas a las medidas que corresponde adoptar bajo la supervisión del Estado
rector del puerto. La Administración debería tener en cuenta estas directrices al establecer una política nacio-
nal para hacer frente a las infracciones detectadas en los puertos. La política establecida ha de reflejarse en
los documentos oficiales y ser accesible al inspector.
2 En el Certificado IOPP figura información sobre el tipo de buque y las fechas de los reconocimientos
e inspecciones. En una comprobación preliminar se debería confirmar que las fechas de los reconocimientos
e inspecciones siguen siendo válidas. Además, se debería determinar si el buque transporta una carga de
hidrocarburos y si el transporte de ésta se ajusta al Certificado.
3 Si, guiándose por su impresión general o las observaciones que haya realizado a bordo, el inspector
tiene motivos fundados para pensar que el estado del buque o de su equipo no corresponden en lo esencial
a los pormenores del Certificado IOPP, debería realizar una inspección más detallada.
4 La inspección de la cámara de máquinas debería comenzar con una impresión general del estado
de la cámara de máquinas, la presencia de hidrocarburos o rastros de éstos en las sentinas de la cámara de
máquinas y los procedimientos habituales del buque para eliminar el agua contaminada por hidrocarburos de
los espacios de la cámara de máquinas.
5 La inspección de los petroleros debería incluir la zona de los tanques de carga y de la cámara de
bombas del buque y debería comenzar con una impresión general de la disposición de los tanques, las cargas
transportadas, y los procedimientos habituales para eliminar los residuos de la carga.
6 A continuación, podrá llevarse a cabo un examen más detenido del equipo del buque indicado en el
Suplemento del Certificado IOPP (Modelo A para la cámara de máquinas y Modelo B para los buques tanque).
Este examen también debería confirmar que no se ha llevado a cabo ninguna modificación no aprobada del
buque y su equipo.
7 Todos los petroleros de arqueo bruto igual o superior a 150 y todos los buques de arqueo bruto
igual o superior a 400 que no sean petroleros estarán provistos de un Libro registro de hidrocarburos, parte I
(Operaciones en los espacios de máquinas). Todos los petroleros de arqueo bruto igual o superior a 150
estarán provistos también de un Libro registro de hidrocarburos, parte II (Operaciones de carga y lastrado).
El inspector debería asegurarse de que el buque tiene un Libro registro de hidrocarburos a bordo en la forma
en que se especifica en el apéndice III del Anexo I del Convenio MARPOL enmendado. El inspector también
debería asegurarse de que el Libro registro de hidrocarburos está cumplimentado de conformidad con las
instrucciones impartidas en el apéndice III del Anexo I del Convenio MARPOL enmendado. A este respecto
también debería tenerse en cuenta la circular MEPC.1/Circ.736/Rev.2, expedida el 6 de octubre de 2011.
Estas orientaciones tienen por objeto facilitar el cumplimiento de las prescripciones del Convenio MARPOL
a bordo de los buques, para lo cual se facilita información a las tripulaciones sobre la manera de registrar las
distintas operaciones en la parte I del Libro registro de hidrocarburos, utilizando los códigos y los números de
asiento correctos, a fin de garantizar un procedimiento más uniforme de supervisión por el Estado rector del
puerto.
8 Todo petrolero de arqueo bruto igual o superior a 150 y todo buque no petrolero cuyo arqueo
bruto sea igual o superior a 400 llevarán un Plan de emergencia de a bordo en caso de contaminación por
hidrocarburos aprobado por la Administración. El inspector debería asegurarse de que el buque dispone de
dicho plan.
9 En caso de que se planteen dudas sobre el mantenimiento o el estado del buque o su equipo, podrán
llevarse a cabo los exámenes y pruebas adicionales que se consideren necesarios. A este respecto, véanse
las Directrices de la OMI para efectuar reconocimientos de conformidad con el sistema armonizado de
reconocimientos y certificación, resolución A.1053(27), adoptada el 30 de noviembre de 2011 (véase también
el párrafo 22.3 del presente manual).
que cumplen las prescripciones. En una comprobación preliminar, debería confirmarse que las fechas de los
reconocimientos e inspecciones siguen siendo válidas.
2 A continuación, el inspector debería examinar la instalación para el tratamiento de las aguas sucias
con el fin de comprobar que corresponde a la descripción (número de serie) que figura en los certificados y
que no se ha efectuado ninguna modificación o distribución de las tuberías no autorizada.
3 Si el Estado prohíbe las descargas en el mar, entonces la válvula de descarga en el mar debería estar
(o haber estado) firmemente fijada en una posición segura aceptable (inmovilizada y cerrada).
4 Seguidamente, el inspector debería cerciorarse de que hay a mano suficientes productos consumibles,
como comprimidos de cloro, si se utilizan, que garanticen el funcionamiento adecuado de la instalación.
1 El objetivo del presente apéndice es determinar la información que suelen necesitar los Estados de
abanderamiento para poder incoar una causa con respecto a presuntas infracciones de las disposiciones
relativas a la descarga, a fin de enjuiciar tales infracciones.
2 Se recomienda que, al preparar un informe de Estado rector de puerto sobre deficiencias en caso
de infracción de las prescripciones relativas a las descargas, las autoridades del Estado ribereño o del Estado
rector del puerto se guíen por la lista pormenorizada de los posibles elementos de prueba que figura en la
adición al presente apéndice. Debería tenerse en cuenta a este respecto lo siguiente:
.1 el objetivo del informe es facilitar el número óptimo de datos obtenibles; no obstante, si no
puede facilitarse toda la información, debería presentarse toda la información que sea posible; y
.2 es importante que toda la información incluida en el informe esté respaldada por hechos que,
considerados en su conjunto, den lugar a la justificación con respecto a una presunta infracción
para el Estado rector del puerto o el Estado ribereño.
3 Además del informe sobre deficiencias presentado por el Estado rector del puerto, éste o el Estado
ribereño deberían elaborar un informe sobre la base de la lista pormenorizada de posibles elementos de
prueba. Es importante que dichos informes vayan acompañados de documentos tales como:
.1 una declaración del observador de la presunta infracción. Además de la información que se
prescribe en la sección 1 del apéndice 18 de este manual, la declaración debería incluir las
consideraciones por las que el observador ha concluido que la contaminación no ha podido ser
causada por ninguna otra fuente;
.2 declaraciones relativas a los procedimientos utilizados para tomar muestras tanto de la mancha
de hidrocarburos como a bordo. Estas declaraciones deberían incluir el lugar y la hora en que se
tomaron las muestras, la identidad de la persona o personas que tomaron las muestras y recibos
que identifiquen a las personas encargadas de la custodia de las muestras y de recibirlas;
.3 los informes de los análisis de las muestras tomadas de la mancha de hidrocarburos y a bordo,
que deberían incluir los resultados de los análisis, una descripción del método empleado,
mención o copia de la documentación científica que dé fe de la exactitud y validez del método
empleado y los nombres de las personas que lleven a cabo los análisis y su experiencia;
.4 declaración del inspector a bordo junto con su categoría y organización;
.5 declaraciones de las personas interrogadas;
.6 declaraciones de testigos;
.7 fotografías de la descarga; y
.8 copias de las páginas pertinentes de los Libros registro de hidrocarburos, Libro registro de carga,
Libro registro de basuras, diarios, registros de descargas, etc.
Si la presunta infracción ha tenido lugar dentro de la jurisdicción del Estado ribereño, este Estado podrá
decidir incoar la causa por su propio sistema jurídico.
5 Todas las observaciones, fotografías y documentación deberían ir acompañadas de una verificación
firmada de su autenticidad. Todas las certificaciones, autenticaciones o verificaciones se llevarán a cabo de
conformidad con la legislación del Estado que las prepare. Todas las declaraciones deberían ir firmadas y
fechadas por la persona que hace la declaración y, si es posible, por un testigo de la firma. Los nombres de las
personas que firmen las declaraciones deberían ir escritos en caracteres legibles encima o debajo de la firma.
*
Las fotografías de la descarga deberían ser preferiblemente en color. Las fotografías pueden aportar la siguiente información: que
el material en la superficie del mar es hidrocarburo, que la cantidad de hidrocarburos descargados constituye una infracción del
Convenio, que los hidrocarburos se descargan o se han descargado desde un buque determinado y la identidad del buque. La
experiencia ha demostrado que los datos mencionados pueden obtenerse con las cuatro fotografías siguientes:
– detalles de la mancha tomados casi verticalmente desde una altura inferior a 300 m con el sol detrás del fotógrafo;
– una vista de conjunto del buque y de la mancha que muestre los hidrocarburos emanando de un buque determinado;
– una vista que muestre que no hay mancha delante del buque;
– detalles del buque para su identificación.
2 Investigación a bordo
*
Si no se ha expedido ningún certificado para el buque, debería facilitarse toda la información solicitada que sea posible. Si el buque
no tiene un Certificado IOPP, debería describirse el equipo y los medios que haya a bordo para prevenir la contaminación.
2.6.3 Situación del buque en el momento en que se notificó el suceso o cerca de ese momento
2.6.4 Comprobación al azar de si las situaciones mencionadas en el diario corresponden a las situaciones
anotadas en el Libro registro de hidrocarburos o en el Libro registro de carga
2.8.5 Estado del separador de agua e hidrocarburos, del equipo filtrador y del dispositivo de alarma, así
como de los medios de parada o de vigilancia de las descargas
2.8.8 A bordo de los petroleros pueden ser oportunos los siguientes elementos de prueba adicionales:
.1 hidrocarburos en la superficie del lastre segregado o del lastre limpio
.2 estado de las sentinas de la cámara de bombas
.3 estado del sistema de lavado con crudos
.4 estado del sistema de gas inerte
.5 estado del sistema de vigilancia y control
.6 ¿Es habitual efectuar descargas de aguas de sentina directamente en el mar o se almacenan éstas
primero en un tanque de retención? Identifíquese el tanque de retención
.7 ¿Se han utilizado recientemente los tanques de combustible líquido como tanques de lastre?
2.9.2 Si no se ha cumplimentado debidamente el Libro registro de hidrocarburos, parte II, pueden ser
oportunas las respuestas a las siguientes preguntas:
.1 ¿Cuál era la distribución de la carga/lastre en el buque al salir del último puerto?
.2 ¿Cuál era la distribución de la carga/lastre en el buque a su llegada al puerto actual?
.3 ¿Cuándo y dónde se efectuó el último embarque de la carga?
.4 ¿Cuándo y dónde se efectuó el último desembarque de la carga?
.5 ¿Cuándo y dónde se efectuó la última descarga de lastre sucio?
.6 ¿Cuándo y dónde se efectuó la última limpieza de los tanques de carga?
.7 ¿Cuándo y dónde se efectuó la última operación de lavado con crudos y qué tanques se lavaron?
.8 ¿Cuándo y dónde se efectuó la última descarga del agua de los tanques de decantación?
.9 ¿Cuál es el espacio vacío en los tanques de lavazas y la correspondiente altura de la interfaz?
.10 ¿Qué tanques contenían el lastre sucio durante el viaje en lastre (si el buque llegó en lastre)?
.11 ¿Qué tanques contenían el lastre limpio durante el viaje en lastre (si el buque llegó en lastre)?
3 Investigación en tierra
5 Conclusión
5.1.1 Resumen de las conclusiones del investigador
Toda la información correspondiente a este epígrafe estará, en lo posible, corroborada por documentos tales
como declaraciones firmadas, facturas, recibos, etc.
5.1.2 Indicación de las disposiciones aplicables del Anexo I del Convenio MARPOL presuntamente infrin-
gidas por el buque
5.1.3 ¿Justifican los resultados de la investigación que se abra un expediente sobre deficiencias?
Con referencia a las orientaciones que figuran en el párrafo 21.7 del presente manual, las siguientes notas
facilitan una explicación adicional del enfoque que podrían adoptar los inspectores para determinar si el
estado de un motor diésel marino se ajusta debidamente a lo prescrito en la regla 13.
Como se indica en el capítulo 14, por cada motor certificado de conformidad con lo prescrito en el Código
técnico sobre los NOx 2008, o su versión anterior de 1997, se prescribe que haya un expediente técnico
aprobado a bordo. La aprobación de este expediente técnico es parte del proceso que da lugar a la expedi-
ción de un Certificado internacional de prevención de la contaminación atmosférica para motores (EIAPP),
normalmente antes de la primera instalación del motor a bordo de un buque. Este Certificado EIAPP es válido
para la vida útil del motor mientras esté instalado en un buque bajo la autoridad del Estado de abanderamiento
expedidor. Por consiguiente, teniendo en cuenta los avances técnicos o de otros tipos que pueden tener lugar
durante ese periodo, podrá ser necesario elaborar y aprobar enmiendas a ese expediente técnico, enmiendas
que han de considerarse como parte, si bien separadas, del expediente técnico inicialmente aprobado, y que
también han de estar disponibles a bordo.
El expediente técnico es el documento clave para ayudar tanto a la tripulación del buque para que juzgue si
el estado del motor se ajusta a lo prescrito, como al inspector, para que verifique la conformidad de dicho
estado. Si no hay expediente técnico a bordo, el reconocimiento o inspección se considera incompleto y se
concluye con la adopción de las medidas pertinentes.
En caso de que haya de llevarse a cabo una inspección más detallada de un motor, véase la sección E del
apéndice 15, normalmente se aplicará el procedimiento correspondiente a un reconocimiento de renovación,
anual o intermedio. A fin de visualizar ese proceso, en la figura 12 infra se reproduce un diagrama de flujo
basado en la figura 3 del apéndice II del Código técnico sobre los NOx 2008 (esto no incluye la cuestión de
si se ha aplicado un método aprobado según lo prescrito en la regla 13.7 del Anexo VI).
Como norma general, se señala que incumbe a la tripulación del buque, y no al inspector, demostrar que un
motor cumple lo prescrito, en respuesta a las preguntas del inspector. En primer lugar el inspector debería
preguntar por la identificación, finalidad y ubicación de todos los motores a bordo; en el caso de un buque
con Certificado internacional de prevención de la contaminación atmosférica (IAPP), esta información figura
en la sección 2.2.1 del Suplemento. Por supuesto, mientras esté a bordo, el inspector debería estar atento a
otros motores no registrados o indicados.
Al aplicar este procedimiento a un motor particular, las decisiones de los cuatro primeros rombos del diagrama
de operaciones determinan si es necesario certificar el motor. A este respecto es importante incluir en la
evaluación todo motor instalado fuera de la cámara de máquinas, especialmente los instalados después de la
construcción del buque. Los motores «no instalados» serían típicamente motores montados sobre ruedas o
sobre carritos y utilizados para algún tipo de operación o mantenimiento del buque, por ejemplo los compre-
sores de limpieza con chorro de granalla impulsados por motor. Con respecto a los motores de «emergencia
únicamente», esto se aplica solamente a los motores utilizados para hacer frente a ciertas situaciones de
emergencia en el buque donde han sido instalados (regla 13.1.2.1). En el caso de los motores para actividades
relacionadas con los recursos minerales del lecho marino, es necesario que no suministren energía para otros
fines (por ejemplo, propulsión, energía eléctrica para alojamiento o para fines generales de la cámara de
máquinas, servicios de hotel, etc.), si así lo requiere la certificación. En el caso de los buques construidos antes
del 1 de enero de 2000 es necesario verificar que los motores no hayan sido objeto de una «transformación
importante», una cuestión que, retrospectivamente, podrían haber pasado por alto quienes organizaron o
llevaron a cabo esa tarea. A este respecto, el examen de los trabajos recientes realizados en los motores que
se señalen en los registros de máquinas sería un punto de partida adecuado.
En el quinto rombo de decisión se hace referencia al expediente técnico y al Certificado EIAPP. Ambos
deberían estar aprobados por el Estado de abanderamiento correspondiente, o por su representante. Debería
señalarse que prácticamente toda la labor de certificación de motores se delega en las organizaciones reco-
nocidas (véase el capítulo 23). En esta documentación ha de señalarse el proyecto/tipo y disposición básica
del motor, junto con el número de serie del motor que figure en la placa de identificación fijada al motor.
El expediente técnico es un documento aprobado y por lo tanto, no debería ser objeto de enmiendas, supre-
siones o adiciones no autorizadas. A pesar de que se utiliza regularmente en operaciones normales del buque,
el documento ha de mantenerse en una condición buena, con los sellos aplicados intactos. Por consiguiente,
los inspectores deberían aceptar generalmente la propuesta de la tripulación del buque de fotocopiar las
secciones pertinentes del expediente técnico que puedan utilizarse en la cámara de máquinas, o en otros
lugares, protegiendo de este modo la integridad y la limpieza de este documento oficial.
El sexto rombo de decisión trata de si el motor cumple el límite prescrito y si ha sido instalado de conformidad
con sus prescripciones de rendimiento, potencia nominal y restricciones aprobadas. La primera parte de esta
cuestión no debería necesitar normalmente verificación, como parte de la inspección, ya que ese aspecto
debería haberse tratado correctamente como parte de los reconocimientos del Estado de abanderamiento.
No obstante, con el fin de facilitar una información exhaustiva, debería mencionarse que el límite aplicable
se indica en la sección 1.9.5 del Suplemento del Certificado EIAPP (nótese que el Suplemento del Certificado
EIAPP expedido de conformidad con la versión de 1997 del Código técnico de los NOx es distinto del
expedido en virtud del Código técnico de los NOx 2008). El valor de emisión certificado del motor se indica
en la sección 1.9.6 del Suplemento del Certificado EIAPP. Cuando un motor se haya certificado para más de
un ciclo de trabajo, véase infra, se indicará el valor de emisión certificado para cada ciclo de trabajo.
Con respecto al rendimiento, hay cuatro ciclos de ensayo posibles para los que puede certificarse un motor
de conformidad con el Código técnico de los NOx 2008, que se indican en el apéndice II del Anexo VI y en
el capítulo 3 del Código técnico sobre los NOx 2008:
E2 Motores (de propulsión) principal de régimen constante. También se incluyen los motores insta-
lados en medio de transmisión diésel eléctrica y los provistos de hélices de paso regulable. Esta
última categoría incluye motores con controles combinados en los que pueden alterarse tanto la
velocidad del motor como el paso de la hélice dentro de los límites del par torsor permitido y por
consiguiente, esta categoría no se limita únicamente a los motores de régimen constante, lo cual
puede dar lugar a confusiones.
E3 Motores principales o auxiliares adaptados a la demanda de la hélice. Estos motores suelen utilizar
hélices de paso fijo, o tipos de bomba, en los que la velocidad/características del par de torsión
son fijas.
D2 Motores auxiliares de régimen constante. Estos motores suelen ser motores del generador del
buque, aunque puede haber otras aplicaciones con prescripciones de propulsión de velocidad
constante.
C2 Motores auxiliares de carga y régimen variables. Este ciclo no se utiliza normalmente y suele
aplicarse a motores de propulsión de bombas grandes que pueden formar parte de sistemas de
dragado.
Como se señala más arriba, algunos motores con aplicaciones duplicadas están certificados para más de un
ciclo de ensayo. Es necesario verificar la instalación de un motor de conformidad con el ciclo o los ciclos de
trabajo pertinentes en el reconocimiento inicial del buque o, en el caso de instalaciones en buques existentes
posteriormente, cuando se instale el motor.
Por consiguiente, debería plantearse la cuestión de si el motor principal, o los motores, están debidamente
certificados para el ciclo E2 o E3, y si el motor que propulsa el generador que suministra la energía eléctrica
del buque está certificado para el ciclo D2.
Los valores incluyen tanto la potencia nominal como el régimen nominal del motor. Por consiguiente, los
valores indicados en el Certificado EIAPP y en el expediente técnico deberían corresponder a los indicados
en la placa de identificación del motor y pueden comprobarse con respecto al funcionamiento real del
motor o las anotaciones de su libro de registro. Por ejemplo, cabe preguntarse si un motor de ciclo D2 está
certificado para un régimen nominal de 720 rpm y se utiliza para un alternador de 900 rpm. En algunos casos
la certificación del motor puede ser para una gama de potencias (kW/cilindro) o regímenes nominales, aunque
el valor real del motor tiene que estar dentro de la gama indicada.
Las restricciones aplicables se indicarán en el expediente técnico del motor. Esto suele referirse a los medios
de refrigeración del aire de carga (de barrido) – mientras más alta sea la temperatura mayor será la tendencia
a la formación de NOx. De ahí que un motor pueda aprobarse para la refrigeración directa del aire de carga
(barrido) con agua de mar o tener refrigeración con agua dulce – en este último caso, para toda condición
dada, las temperaturas serán más altas. Además, hay motores de aire refrigerado/radiador. En relación con
estos aspectos el inspector podrá pedir que se demuestre el cumplimiento de las restricciones.
El séptimo punto se refiere a la aplicación del procedimiento de verificación de los NOx a bordo. De las tres
opciones indicadas en la sección 2.4.3 del Código técnico sobre los NOx 2008, el método de verificación de
los parámetros se aplica a todos los motores construidos y, hasta la fecha, se considera generalmente como el
método que permite demostrar el cumplimiento durante la vida útil en la práctica y, por lo tanto, es el método
en el que se basan estas orientaciones.
Aunque los expedientes técnicos varían mucho en cuanto a formato, en todos ellos se ha de consignar la
información indicada en la sección 2.4.1 del Código técnico sobre los NOx 2008, en cuyo apartado .4 se
menciona el procedimiento de verificación de los NOx a bordo que facilitará la información necesaria sobre
el método particular de verificación de los parámetros que ha de aplicarse. En el método de verificación de
los parámetros para un motor determinado se señalarán los componentes, reglajes y valores operacionales
críticos en relación con los NOx.
El punto de partida para la verificación del método de verificación de los parámetros será siempre el Libro
registro de los parámetros del motor prescrito en las secciones 6.2.2.7.1 y 6.2.2.8 del Código técnico sobre
los NOx 2008. Aunque no se prescribe un formato para ese registro, a menudo los constructores de los
motores incluyen en el expediente técnico páginas con ejemplos que la tripulación del buque debería haber
copiado, si bien las páginas originales del expediente técnico no deberían haberse cumplimentado. Como ya
se ha señalado, se trata de un documento reglamentario que no debe someterse a adiciones ni enmiendas
no autorizadas. En algunos casos el constructor del motor habrá incluido una hoja de cálculo que debe
cumplimentarse para cada caso y cuyas páginas pueden imprimirse para entregárselas a los inspectores a fin
de que las examinen.
Como se indica en las secciones mencionadas del Código técnico sobre los NOx 2008, todas las medidas
adoptadas en relación con los elementos, reglajes y valores operacionales críticos en relación con los NOx
de un motor han de ser consignadas en el Libro registro de los parámetros del motor. Esto incluye todas las
sustituciones por piezas iguales y ajustes. Indudablemente, un libro registro de los parámetros del motor bien
presentado y fácilmente accesible será un indicio positivo de que el motor se ha mantenido en una condición
de cumplimiento.
Los elementos críticos en relación con los NOx suelen dividirse en tres categorías: sistema de inyección de
combustible, sistema de aire de carga (de barrido) y cámara de combustión. Dentro de cada una de estas
categorías el certificador del motor habrá requerido que se mencionen determinados elementos, los cuales
variarán según el tipo y el proyecto del motor, pero en general incluirán:
Sistema de inyección de combustible
Tobera de inyección de combustible
Bomba de combustible
Leva de combustible
Sistema de aire de carga (de barrido)
Tipo/modelo/número de turbosoplante
Rueda de compresor
Difusor
Rotor de turbina
Anillo de tobera
Enfriador
Cámara de combustión
Pistón
Tapa/cabeza de cilindro
Revestimiento (generalmente no en los motores de pistón troncal)
Vástago del pistón (motores de cruceta)
Biela (motores de pistón troncal)
Aspectos que afectan a la presión de compresión, incluida la regulación de las válvulas
Para los motores con unos medios de funcionamiento más complicados habrá otra lista de elementos.
En el expediente técnico se indicarán las marcas prescritas u otras características determinantes (como el
espesor no comprimido de los anillos de sellado de la cabeza del cilindro) aplicables a los elementos críticos
aprobados en relación con los NOx. En algunos casos podría haber más de una opción, por ejemplo, las
cabezas de pistón para los motores de cruceta pueden fabricarse de distintas maneras, cada una con su
propia marca; no obstante, por lo que respecta al cumplimiento en relación con los NOx, todas son equiva-
lentes. Generalmente el expediente técnico también incluirá diagramas que indiquen la situación real de esas
marcas en los componentes respectivos. La tripulación del buque debería poder demostrar que los elementos
instalados están debidamente marcados o las características determinantes de que se trate.
La consulta de las entradas más recientes del Libro registro de los parámetros del motor sería un punto de
partida típico en esta verificación. En el caso de los motores de generadores auxiliares el inspector podrá
limitar la verificación a un motor en vacío, suponiendo que es representativo de los demás, si todos los
indicios coinciden en que los motores son idénticos. No obstante, en caso de que se determine un incumpli-
miento, la inspección debería ampliarse para abarcar todos los motores, aunque ello signifique que haya que
transferir la carga de un motor en funcionamiento y que, por lo tanto, haya que apagarlo. También podrán
verificarse las marcas de las piezas de respeto, que evidentemente tienen que ser realmente representativas de
las que se utilizarán, y no simplemente una exposición mantenida para fines de reconocimiento/inspección.
Los constructores de motores suelen esforzarse por que esas marcas sean fácilmente accesibles (aunque a
veces haya que retirar o abrir algunas tapas o puertas del cárter). Cuando no pueda accederse fácilmente a
los elementos, por ejemplo elementos internos de la turbosoplante o árbol de levas anidado en motores de
configuración Vee, debería aplicarse la opinión del inspector en cuanto a si tales elementos podrían haberse
cambiado desde que se construyó el motor o el último reconocimiento exhaustivo, y por lo tanto si es
necesario verificarlo. De hecho, la inspección de los registros de mantenimiento del motor sería clave para
evaluar la probabilidad de que los elementos del motor se hayan cambiado por opciones que no permiten el
cumplimiento. De todos los elementos que hay que verificar, y generalmente el más fácil de verificar, la tobera
de inyección de combustible suele ser el más determinante para las emisiones de NOx.
Los motivos más frecuentes de incumplimiento serán la instalación de elementos que no están debidamente
marcados o no están marcados según lo prescrito. El constructor del motor normalmente habrá indicado en
el expediente técnico las marcas aplicadas por él o por una entidad autorizada. Los elementos obtenidos
de otras fuentes no estarán marcados del mismo modo. Aunque tales elementos no son inaceptables en
principio, a condición de que no tengan un efecto adverso en las emisiones de NOx, el propietario del buque
u otras partes que deseen utilizarlos tendrán que haber demostrado que no menoscaban las características
de emisión de NOx del motor y será necesario que las características determinantes o las marcas se hayan
aprobado, como páginas adicionales que forman parte, pero de manera separada, del expediente técnico
inicialmente aprobado.
También se especificarán en el expediente técnico los valores críticos de reglaje y funcionamiento con respecto
a los NOx y si los valores determinados son máximos o mínimos. También en este caso, los valores variarán
según el tipo de motor. Por lo que respecta al reglaje de la bomba de combustible, un elemento fundamental
para el cumplimiento en relación con los NOx, numerosos motores de pistón troncal estarán limitados en
cuanto al reglaje estático antes del punto muerto superior (o apertura de la bomba de combustible en el
punto muerto superior). En estos casos se determinará un valor límite (o apertura) de adelanto máximo y
por consiguiente, todo valor por debajo de ese límite sería aceptable. Mientras menos se adelante el reglaje
menores serán las emisiones de NOx resultantes. En cambio, el reglaje de la bomba de combustible en el caso
de los motores de cruceta podrá limitarse en cuanto a presiones de combustión máxima en toda la gama de
carga, lo cual es la característica determinante. El reglaje consiste en los valores que garanticen que la línea
de presión no se supere. Los motores con control electrónico del reglaje de la bomba de combustible tendrán
típicamente una serie de datos definidos e identificables que se especificarán en el expediente técnico.
Los demás valores de reglaje y funcionamiento críticos en relación con los NOx estarían típicamente relacio-
nados con aspectos como las temperaturas del aire de carga (barrido) (en las que es necesario prever debi-
damente la carga y, dependiendo del sistema, las condiciones ambientales), presión de compresión (aunque
los elementos críticos en relación con los NOx controlarán parcialmente este aspecto) y la contrapresión. Se
incluirán otros reglajes o valores de funcionamiento pertinentes para el proyecto particular como parte de la
elaboración del expediente técnico que dé lugar a su aprobación. Generalmente, en el expediente técnico se
informará brevemente de los procedimientos para demostrar todos esos reglajes o valores de funcionamiento
críticos en relación con los NOx.
Una vez más, el Libro registro de los parámetros del motor sería normalmente el punto de partida de todo
reconocimiento o verificación de inspección de los reglajes o valores de funcionamiento críticos en relación
con los NOx. Como en el caso de los elementos, al evaluar lo que es necesario verificar, el inspector debería
guiarse por la probabilidad de cambio y el trabajo realizado recientemente en el motor. Por lo que respecta a
los valores de funcionamiento, tales como las presiones de combustión del motor principal, se requiere que el
motor esté en funcionamiento, lo que no sucede normalmente durante una inspección, que suele tener lugar
mientras el buque está atracado. En este caso será el inspector quien deba juzgar si los registros pasados,
incluidos en el Libro registro de los parámetros del motor, son un indicio fiable del funcionamiento real del
motor teniendo en cuenta otra información, como la registrada en el registro de la cámara de máquinas o los
sistemas de gestión del motor. Evidentemente, es una exigencia considerable poner el buque a navegar para
que su motor principal funcione con una carga de 50–75 % a fin de verificar las presiones de combustión.
En cambio, los valores de apertura de la bomba de combustible y el reglaje de la válvula de escape pueden
verificarse con el motor en vacío comparándolos con los valores de funcionamiento pertinentes de la última
anotación del Libro registro de parámetros del motor.
De las cuestiones quinta, sexta y séptima emana una ruta de cumplimiento (sí) o una ruta de incumplimiento
(no). En este último caso las tres desembocan en el recuadro de medidas correctivas. En algunos casos la
tripulación del buque (o personal de servicio) podrá (con distintos grados de esfuerzo y costo) efectuar los
cambios necesarios para que el motor recupere el estado de cumplimiento (la ruta «A»). No obstante, en
otros casos (la ruta «B») no será posible la recuperación y en tales casos extremos se necesitará una nueva
certificación del motor o motores.
Lo anterior representa una reseña breve del procedimiento de inspección que podrá aplicarse a un motor.
Aunque evidentemente la experiencia y los cambios en los proyectos y medios de los motores que se produz-
can en el futuro influirán en el procedimiento, éste se regirá en todos los casos por los procedimientos y
medios que figuren en el expediente técnico aprobado.