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17 de Septiembre de 2019.

¿Qué fue de la vida?


Me pregunté una y mil veces estando lejos de casa, o tal vez ese era el problema, que no
había cuestionado ello estando tan lejos de casa.
Porque estar lejos de casa es un poco complicado, tal vez puedas extrañar pero
definitivamente no les necesitas.
Necesitas de algo más allá, tal vez de esa guía espiritual que siempre haz tenido y que no
quieres abandonar.
Sientes esa soledad porque evidentemente la sientes, tal vez ese acompañamiento este y tal
vez el amor que creaste en ese entonces o para ese momento se de diferente, sea menos
romántico y más acogedor, y vaya que más acogedor, me refiero a la compañía; desde luego.
Pero es eso, es compañía disfrazada de placer, o tal vez no niego que sea placer, pero a costa
de qué o de quién, ¿no?. Me refiero a la persona que tienes a lado, esa persona que consideras
que lo es todo pero no es nada, esa persona que pediste a gritos que viniese hacia ti, pero
que en estos momentos, a veces, solo a veces quisieras que no estuviera, como si no la
necesitarás, o peor aún, como si la quisieras poseer pero no tanto porque te puedes perder, o
desdibujar esa línea que los divide, y que los separa… Y ¿si mejor dejas que las cosas
funcionen con lo que ya se tenía o se esperaba?, solamente pensamos en lo que podría haber
sido si ese día no hubiésemos estado ahí, todo pasa tan rápido y tanto, pero es la emoción, es
el día a día, es la ocasión en que se siente que pasará todo pero realmente no pasa nada. Te
das cuenta que la calidez de tu ex, aún está presente, porque aunque le haz querido ver mil
virtudes, sigues viendo a tu maxi’ a tu figura, a esa figura que quieres y necesitas.

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