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LAS CRUZADAS

Las Cruzadas fueron una serie de campañas militares organizadas por los papas y las
potencias cristianas occidentales para retomar Jerusalén y la Tierra Santa del control
musulmán y después defender esas conquistas. Hubo ocho grandes cruzadas oficiales
entre 1095 y 1270 y muchas más no oficiales, ninguna sería tan exitosa como la primera,
y para el año 1291 los Estados Cruzados creados en el Medio Oriente fueron absorbidos
en el Sultanato mameluco.

La idea de las cruzadas fue aplicada más exitosamente (para los cristianos) en otras
regiones, notablemente en el Báltico contra los paganos europeos y en la península
ibérica contra los moros musulmanes. Involucrando emperadores, reyes y la nobleza
europea, así como a miles de caballeros y guerreros más humildes, las guerras tendrían
consecuencias tremendas para todos los involucrados. Teniendo como principales
causas, la recuperación de Tierra Santa, evangelizar los territorios. Hubo incremento de la
población a nivel mundial, por lo que esto demandaba más espacios para la población. El
papado y los estados querían más poder. Aumenta la pobreza al incrementar la población
y finalmente los turcos llegan a Jerusalén.

Las cruzadas se dieron por periodos de tiempos; se mencionan que hubo nueve grandes
cruzadas oficiales entre 1095 y 1270 y muchas más no oficiales, ninguna sería tan exitosa
como la primera.

Resultados de las cruzadas

La Primera Cruzada (1095-1102). La conquista de Jerusalén y la creación de un reino


francés en Palestina.

La Segunda Cruzada. (114-1148). Los franceses sufrieron una dura derrota en la batalla
del monte Cadmo. La Ciudad de Corfú fue atacada y saqueada por Sicilia. Llega la
conquista de Antioquía. De igual manera se conquista la ciudad de Damasco, unificando
la Siria musulmana.
Cruzadas del Norte, 1260-1410 d.C.
S.Bollmann (CC BY-SA)

La Tercera Cruzada. (1187-1192). Los crisantinos se alzan en una victoria parcial y se


crea el Tratado de Ramla. Por su parte, los musulmanes continúan dominando Jerusalén.
Por su parte los cruzados consolidan su poder sobre los puertos del Levante.
Nuevamente los musulmanes permiten el comercio y la entrada de peregrinos cristianos
desarmados a Tierra Santa.

Cuarta Cruzada (1198 - 1204). El principal resultado fue la partición del Imperio Romano
de Oriente y la creación del Imperio Latino.

Los venecianos atacan Constantinopla,


1204 d.C.
Domenico Tintoretto (Public Domain)

La Quinta Cruzada (1217 - 1222) Los musulmanes se alzan en victoria. Hay un tratado
de paz de ocho años entre el Imperio Ayubí y los reinos europeos.

La Sexta Cruzada (1228 - 1229) una de las cruzadas más cortar, donde se obtiene como
resultado la reconquista de Jerusalén y yambién Nazaret, Sidón, Jaffa y Belén.

La Séptima Cruzada (1248 - 1254) fue lanzada después de que un ejército cristiano fuera
derrotado en la batalla de La Forbie en octubre de 1244. Liderados por el rey francés Luis
IX (r. 1226 - 1270), los cruzados repitieron la estrategia de la Quinta Cruzada y lograron
solo los mismos miserables resultados: la adquisición de Damieta y la derrota total en El
Mansurá. Luis incluso fue capturado, aunque fue rescatado después.

La Octava Cruzada (1270 - 1270) sin resultados, resultados poco contundentes.

La Novena Cruzada (1271 – 1272) los musulmanes ven estancada su victoria, lo que
lleva al fin de las cruzadas en el Cercano Oriente, dando fin a los estados cristianos en el
Levante. Y los mamelucos tomar en el control de Tierra Santa.
Todas las cruzadas tuvieron un fin en objetivo en común, cada una de ella fueron
impulsadas por el Papado y siempre fueron apoyadas por los principales reinos cristinos
de Europa, entre ellos, Francia e Inglaterra. Totas se desarrollaron en las costas del
mediterráneo oriental. Guiadas y motivadas por un fervor religioso, los intereses de
expansión de la nobleza feudal europea, que buscaba hacerse de tierras, esclavos y
riquezas, significaron persecuciones y muertes de musulmanes, judíos y cristianos
ortodoxos. El papado concedió la indulgencia de los pecados a todos aquellos que
participaban de las cruzadas.

Al tener causas, de igual forma tuvieron consecuencias favorables y no tan deseadas para
algunos pueblos, entre ellas destacan: la ruptura de las relaciones entre el Imperio
Bizantino y Roma. Los Balcanes fueron cristianizados. Los papas se convirtieron en los
líderes de facto de la Iglesia Cristiana. Los moros son expulsados de la península Ibérica.
Por otro lado, los feudales comienzan a perder poder y los Reyes recuperan territorios y,
por tanto, poder.

Los estados marítimos italianos crecen sobre el mercado mediterráneo. La literatura y el


arte se perpetúan en leyendas.

Cabe mencionar, que no solo la Iglesia y pueblo, participaron en las cruzadas; hubo
grandes personajes, entre ellos gobernantes o líderes de países que se unieron a estás
batallas.

Se destacan:

 Urbano II (1042-1099): papa de la Iglesia católica entre 1088 y 1099. De origen francés,
presidió el Concilio de Clermont y convocó a la primera cruzada.
 Pedro de Amiens (1050-1115): clérigo de origen francés, también conocido como Pedro
el Ermitaño. En 1906 organizó una cruzada integrada en su mayor parte por
campesinos, que fueron aniquilados por los turcos. Pedro sobrevivió y participó de la
toma de Jerusalén.
 Federico Barbarroja (1122-1190): emperador del Sacro Imperio Romano Germánico,
participó de la tercera cruzada. Luego de vencer dos veces a los musulmanes, se ahogó
en Anatolia, al caer en el río de Saleh portando una pesada armadura.
 Saladino (1138-1193): sultán de Siria y Egipto, fundador de la dinastía ayubí. Venció a
los cristianos en la batalla de Hattin (1187) y recuperó Jerusalén para los musulmanes.
 Ricardo Corazón de León (1157-1199): rey de Inglaterra entre 1189 y 1199, participó de
la tercera cruzada. En 1192, firmó con Saladino el Tratado de Ramía, por el que se
estableció una tregua de tres años y el libre acceso de los cristianos a Jerusalén, quedó
en manos de los musulmanes.
 Luis IX de Francia (1214-1270): rey de Francia, de la dinastía de los Capetos. Participó
de la séptima cruzada, que lo llevó a Egipto, donde fue tomado prisionero y tuvo que
pagar un rescate por su libertad. Organizó luego la octava cruzada, pero después de
desembarcar en Túnez se desató una peste y murió víctima de la disentería y el
escorbuto.

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