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Escoge algún estado financiero de cualquier empresa regulada por la


Superintendencia de Mercados y Valores-SMV, y determina la materialidad de
planificación, la materialidad de performance y la materialidad trivial.

hsadsdhjajdshjasdhkjahsdjh vertiginosa expansión del coronavirus está actuando


de dinamizador y cooperador de las tecnologías más recientes. La capacidad
de generar y acumular datos, conocimiento y talento de las compañías
tecnológicas, unida a su rápida respuesta, las ha impulsado a ser la mayor guía
económica y social del momento.
“El mundo entero se ha girado hacia las instituciones tecnológicas y científicas
buscando respuestas”, señala Xavier Ferràs, profesor titular de Operaciones,
Innovación y Data Sciences en ESADE. Para quien, si algo ha mantenido su
autoridad e incrementado su relevancia durante la pandemia, han sido estas
dos disciplinas cuya alianza persigue frenar el avance del virus y mitigar el
impacto negativo.
Palanca de transformación
Llevamos años hablando de la importancia de la innovación tecnológica, pero si
quedaba alguna duda de la relevancia del papel de esta como motor de
competitividad, la alarma sanitaria promulgada a nivel mundial lo ha clarificado.
“Sistemas de geolocalización o impresión 3D para la fabricación de
ventiladores; redes de supercomputadores alimentados por poderosos
algoritmos de Inteligencia Artificial que rastrean geometrías moleculares a la
velocidad de la luz para hallar la ruta más rápida a la ansiada vacuna” son
algunos de los avances que Xavier Ferràs pone como ejemplo de de
tecnologías emergentes que han constituido poderosas armas de contención
ante la pandemia. Un gran apoyo con el que “los biotecnólogos de todo el
mundo cooperan y compiten a gran escala, en una carrera contra el tiempo,
para encontrar la vacuna o medicamentos que atenúen el efecto del COVID”.
No se trata de enfatizar el impacto de una solución particular, sino de reconocer
el rol transformacional que la digitalización está teniendo en los procesos, las
estrategias y la cultura organizacional, aunque no todos los países han
obtenido el mismo resultado en el aprovechamiento de las posibilidades que las
tecnologías emergentes ofrecen.
En este escenario, los sistemas nacionales de innovación bien organizados se
están beneficiando en mayor medida de estos nuevos procesos y
conocimientos. Ferràs resalta el modelo de Corea del Sur, donde se invierte a
gran escala en I+D y son capaces de reorientar sus objetivos a gran velocidad.
“Sus clústeres biomédico y digital rápidamente se pusieron a trabajar, bajo el
liderazgo del gobierno, para, en un mes, nutrir a toda la población surcoreana
de dispositivos médicos de detección y sistemas digitales de localización de
infecciones”, precisa el experto en innovación y transformación digital.
Este hecho pone de manifiesto que todos los agentes e instituciones están
siendo esenciales para este aprovechamiento. Para Xavier Ferràs “hay que
trabajar en clave de cadena de valor”. No se trata solo de la importancia del
I+D de laboratorio (que es mucha), sino también la capacidad de producir
soluciones a nivel industrial.
Industrias estratégicas
Durante la pandemia, las cadenas de suministros han sufrido una disrupción
sin precedentes que evidencia la necesidad de disponer de sistemas
productivos más cercanos. Cómo explica Ferràs, los parámetros de la
globalización están explorando posibles nuevas estrategias en lo que a la
industria se refiere.
Hasta el momento, “el factor clave ha sido el coste: las industrias se movían a
lugares de menor coste laboral”. Sin embargo, ahora, “la industria se tecnifica y
se hace más independiente de la geografía. Se reconcentrará cerca de centros
de I+D, para acelerar los ciclos de innov

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