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Jeyni González
<jeynigonzalez@gmail.com>
Universidad Central de Venezuela
Resumen
En este artículo presentamos un resumen de las políticas lingüísticas oficiales sobre los idiomas
indígenas en Venezuela desde 1999 hasta el 2016, haciendo énfasis en los cambios en la legislación
durante ese tiempo. Luego exponemos el impacto de estas políticas en el quehacer diario entre dos
grupos indígenas del Amazonas venezolano, los mapoyo y los yabarana, particularmente en el uso
de su idioma ancestral y en las ideologías que justifican estos usos. Concluimos ofreciendo algunas
sugerencias para superar las dificultades en la implementación de dichas políticas.
Palabras clave: Políticas Lingüísticas, Venezuela, Lenguas Indígenas, Mapoyo, Yabarana.
Abstract
In this article we present a summary of the official language policies about indigenous languages
in Venezuela since 1999 to 2016, highlighting the changes in legislation during this period. Then
we address the impact these policies have on everyday life in two indigenous groups of the Vene
zuelan Amazon, the Mapoyo and the Yabarana. We conclude by offering suggestions to address
the difficulties in the implementation of these policies.
Key words: Language Policies, Venezuela, Indigenous Languages, Mapoyo, Yabarana.
Nota: Dedicamos este artículo a la memoria de María Eugenia Villalón (qepd) quien nos introdujo al es-
tudio de los idiomas indígenas de Venezuela. Sin ella no hubiéramos dedicado nuestra vida académica
a este tema.
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1. INTRODUCCIÓN
En este artículo abordamos las políticas lingüísticas venezolanas sobre los idiomas
indígenas.1 Con este fin seguimos la propuesta de Spolsky (2004) según el cual las polí-
ticas lingüísticas se pueden abordar desde tres perspectivas: la planificación o administra-
ción lingüística, el uso del lenguaje y las ideologías o creencias lingüísticas.2
La planificación o administración lingüística es abordada a través de los desarrollos
en el marco jurídico sobre los idiomas indígenas desde 1999 hasta el presente, haciendo
énfasis en los cambios en la legislación durante ese período. Luego veremos el impacto
o no de estas políticas en el quehacer diario entre dos grupos indígenas del Amazonas
venezolano, los mapoyo y los yabarana, particularmente en el uso que se da de su idioma
ancestral, dado un estado de vitalidad lingüística crítico, y en las ideologías o creencias
que justifican estos usos. Existen diferentes definiciones de ideologías lingüísticas; segui-
mos a Silverstein (1979: 193) quien propone entenderlas como «...sets of beliefs about
language articulated by users as a rationalization or justification of perceived language
structure and use». Estas ideologías se hacen evidentes a través de tres áreas: la regimenta-
ción del lenguaje, el uso del lenguaje, y los comentarios metalingüísticos. Concluiremos
ofreciendo algunas sugerencias para superar las dificultades en la implementación de las
políticas oficiales.
1. Usamos el término ‘idioma indígena’ y no ‘lengua indígena’ impuesto en la legislación venezolana vi
gente.
2. Traducimos estos términos del original. Ellos, en inglés, son language management or planning, language
practices and language ideologies or beliefs.
Políticas lingüísticas e idiomas indígenas en Venezuela. Casos Mapoyo y Yabarana 195
Esto lleva al reib un paso más allá al establecer la obligatoriedad del uso de los
idiomas indígenas en todo el sistema educativo nacional. Para apoyar esta iniciativa, el
Decreto 1796 crea el Consejo Nacional de Educación, Culturas e Idiomas Indígenas
(cnecii). Estos dos decretos proporcionan la base legal para las acciones del Estado
en cuanto a los idiomas indígenas y con la creación del cnecii se pretendía consti-
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Esta es una ley bastante amplia con 44 artículos que abordan diferentes ámbitos
de uso de los idiomas indígenas. Casi la mitad de los artículos, del 27 al 44, trata de la
política lingüística, y así es explícitamente etiquetado: Título III, De la Política Lingüís-
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tica. Esta parte aborda temas tales como la planificación, la designación de intérpretes y
traductores; las investigaciones, los alfabetos, las gramáticas y diccionarios, y los nichos
lingüísticos entre otros. Además se crea el Instituto Nacional de Idiomas Indígenas que
será desde ese momento el organismo encargado del área, mas no será hasta el 2015
cuando este Instituto se activó (avn 2015). Es esta ley la que en muchos casos ha estable-
cido toda una serie de expectativas entre pueblos y comunidades indígenas de Venezuela
quienes hasta entonces se consideraban con poco basamento legal para exigir derechos
lingüísticos.
Este desarrollo desde 1999 hasta 2015, resumido en la Tabla 1, es sin duda alguna
un gran avance en materia legislativa. Resta evaluar qué impacto ha tenido esta legisla-
ción en las personas a las cuales está dirigida. Para ello en las próximas páginas presentare-
mos estudios etnográficos realizados en dos pueblos indígenas del Amazonas venezolano,
mapoyo y yabarana.
TABLA 1
Cronología de la legislación venezolana sobre políticas lingüística
relacionadas con los idiomas indígenas
4. LOS MAPOYO
Los Mapoyo son un pueblo indígena venezolano cuyo territorio ancestral se en-
cuentra en el Municipio Cedeño del Estado Bolívar. De acuerdo al ine (2011) se con-
tabilizan 423 personas miembros de este Pueblo. Su comunidad principal es El Palomo,
con otros asentamientos en los alrededores. Además se encuentran algunos miembros de
Políticas lingüísticas e idiomas indígenas en Venezuela. Casos Mapoyo y Yabarana 199
este grupo en lugares urbanos cercanos como Morichalito, Puerto Ayacucho y otros más
lejanos como Ciudad Bolívar, San Cristóbal y Caracas.3
7. Reconocemos que en este rótulo el nombre de la comunidad difiere del rotulo del museo. Para más
detalles sobre la variación lingüística y su impacto en la revitalización entre los mapoyo, ver Granadillo
(en imprenta).
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8. Este título carece de legalidad hasta no ser registrado. Su otorgamiento no incluía unos documentos
necesarios para el registro; además contenía unos errores en los nombres de los linderos.
9. Para más detalles se puede visitar <http://www.unesco.org/culture/ich/es/USL/la-tradicion-oral-mapoyo
-y-sus-referentes-simbolicos-en-el-territorio-ancestral-00983>.
202 Tania Granadillo / Jeyni González
Una vez a la semana el maestro de mapoyo dicta una clase de una hora en cada uno de los
niveles, Lo que permite que los niños practiquen el idioma una vez a la semana. Esta clase
semanal es uno de los logros alcanzados por la comunidad en su lucha por incorporarse
al sistema de educación formal.
A pesar de la obligatoriedad del reib, muchas veces su implementación enfrenta
diferentes obstáculos. En el caso de los mapoyo, el no contar con hablantes fluidos de su
idioma ancestral que además sean maestros uno de ellos.10 Incluso, cuando se propuso
a uno de los hablantes como maestro del idioma, las autoridades administrativas del
Ministerio del Poder Popular para la Educación no le otorgaron un cargo como docen
te argumentando que no cuenta con las credenciales11 necesarias para incorporarlo a la
nómina como maestro. Fue gracias a la movilización de Beatriz Bermúdez que se lo-
gró conseguir un modesto pago para este hablante a través de un Subsidio de Honor
como cultor del pueblo mapoyo por la Fundación Casa del Artista (Beatriz Bermúdez;
comunicación personal de 30 de abril de 2016), pago que aún recibe. Los niños tienen
una gran motivación para aprender el idioma y en contraste con hace 20 años, en 1996
cuando por primera vez Granadillo visita a El Palomo, muchos de ellos tienen ahora un
conocimiento de algunas palabras y frases en mapoyo, aunque con una competencia muy
limitada. Uno de los logros de los cuales se encuentran más orgullosos es el canto del
Himno Nacional, «Gloria al Bravo Pueblo», en mapoyo.12
Todas las mañanas antes de comenzar clases, los niños se forman en filas por grado,
izan la bandera y entonan el «Gloria al Bravo Pueblo». La traducción fue hecha por el
maestro con la ayuda de la persona encargada del museo comunitario. Ellos se propusie-
ron hacer esta traducción con la finalidad de incrementar el uso del idioma en la escuela
y contar con algo que se pueda presentar en diversos actos oficiales. Esta traducción
además se encontraba pintada en las paredes de la escuela, una muestra más de la visibi-
lización que se le pretende dar al idioma en la comunidad. En el año 2015, Granadillo
escuchó el himno nacional en mapoyo cantado en la escuela por las mañanas, en el acto
de grado de los alumnos de primaria y en el acto de la presentación de proyectos del neri
(Núcleo Escolar Regional Indígena) en el cercano pueblo de Morichalito. En este acto en
particular se encontraban representados escuelas de 8 grupos indígenas y la supervisora
del área hizo notar especialmente que los mapoyo son los únicos que tienen el himno
nacional traducido y que más escuelas deberían seguir su ejemplo.
Cabe comentar que este uso en la escuela no se hace sin impedimentos. Los maes-
tros en entrevistas realizadas en el 2013 comentaron sobre las dificultades de usar el
10. Reconocemos que este es un requisito a priori, pero en otros grupos que cuentan con hablantes maestros
de todas maneras puede no implementarse por otras razones.
11. El tema de la dificultad de tener credenciales para los maestros de idiomas indígenas, particularmente en-
tre idiomas en estado crítico y amenazados, se repite incluso en Canadá y Estados Unidos de América.
12. Un estudio más a fondo del himno nacional y su traducción en mapoyo, yabarana y chaima será presen-
tado por las autoras en ilcla/stlilla en octubre 2016.
Políticas lingüísticas e idiomas indígenas en Venezuela. Casos Mapoyo y Yabarana 203
mapoyo en la escuela. Los comentarios hechos por ellos se pueden dividir en tres grandes
grupos. En primer lugar, comentaron tener poco conocimiento del idioma. En segundo
lugar mencionaron los problemas de apoyo de los niveles superiores del área educativa
los cuales les exigen cambiar sus planificaciones y sacar los temas locales a favor de linea
mientos nacionales. En tercer lugar cuenta la falta de materiales de apoyo para la ense-
ñanza del idioma. Este es un esfuerzo cuesta arriba que ha dado resultados modestos
hasta el momento en términos del uso del idioma, pero resultados muy valiosos a nivel
de las creencias e ideologías que ha implantado en los niños y adultos miembros de la
comunidad.
5. LOS YABARANA
13. Caulin (1966) menciona a los areveriana, que según Mattei-Müller (2003: 36) puede ser otro nombre
de los yabarana.
14. Este proyecto se inició con el apoyo financiero del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico
(cdch) de la Universidad Central de Venezuela, bajo el número PI-05-8350-201171.
15. Entre el 2012 y principios de 2016 tres de los ancianos: Rafael Cayupare, Elena Díaz y Simón Pérez,
lamentablemente fallecieron. Contaban entre los principales hablantes del idioma y fueron grandes
colaboradores en todas las experiencias de trabajo desarrolladas por Jeyni González junto a los yabarana
desde el año 2005.
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16. Proyecto de Autodemarcación Multiétnico yabarana-piaroa-panare-jodï, iniciado en 2005 por los yaba-
rana con el apoyo de Jeyni González, adscrita como estudiante de maestría al Laboratorio de Ecología
del Centro de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (ivic) y el Dr.
Stanford Zent (su tutor) (Ver González y Zent 2006 y González 2009).
17. Nos referimos a las oficinas regionales y nacionales de demarcación de tierras y hábitat indígenas de
Venezuela.
Políticas lingüísticas e idiomas indígenas en Venezuela. Casos Mapoyo y Yabarana 207
dueños de sitios). Los encuentros para este trabajo18 fueron espacio propicio para que
las narrativas en idioma yabarana se hicieran presentes. Los ancianos jugaron un papel
primordial, siendo los principales portadores del saber ancestral y hablantes del idioma.
Adultos, jóvenes y niños se mostraron siempre atentos ante la enseñanza de los ancianos,
manifestando su interés por aprender su idioma.
Pudimos observar cómo parte de las conversaciones entre ancianos y algunos adul-
tos se desarrollaban en yabarana. También se expresaban en mayor o menor medida en
su idioma según su campo de conocimiento. Fue interesante ver como algunos cazadores,
pescadores y recolectores desplegaron su conocimiento asociado a estas prácticas, pro-
nunciando palabras en idioma yabarana.
En una experiencia similar desarrollada en el año 2015, en el marco del proyecto
«Sitios sagrados naturales: patrimonio cultural de los pueblos indígenas de Venezuela»,19
también se hizo patente esta dinámica. En ese contexto, el conocimiento mítico fue
expresado en yabarana por algunos ancianos y adultos, quienes contribuyeron narrando
historias y listando nombres de lugares y seres sagrados.
En estos espacios los yabarana han insistido en el valor simbólico de su idioma y en
su estrecha relación con el territorio. Para ellos, hablar del territorio en yabarana implica
mayor cercanía a las enseñanzas de sus ancestros. El dominio del idioma y su valoración
como medio para la preservación y transmisión del conocimiento ecológico, mítico, sa-
grado, ha sido reiterado y debatido por los yabarana en estos espacios de encuentro. Los
ancianos advierten que las nuevas generaciones conocen cada vez menos aspectos de su
territorio y de las prácticas y creencias asociadas a éste, porque «es en idioma» que se pue-
den decir y entender tal como lo hacían sus ancestros. Incluso manifiestan las dificultades
de explicar, por ejemplo, ciertas relaciones entre seres y lugares en castellano, ya que no
existe posibilidad de traducir maneras de comprender la realidad desde su lógica cultural.
En cuanto a la transmisión o no del idioma reflexionan sobre su importancia, dis-
puestos a retomar esa tarea, abandonada por años debido a la prioridad que le dieron al
aprendizaje del castellano. Más adelante mencionaremos las iniciativas emprendidas por
los yabarana para revertir esta situación.
18. Desde el año 2005 hasta 2009 se realizaron distintos encuentros en el territorio yabarana para el trabajo
de autodemarcación.
19. Proyecto iniciado en 2014 por la Oficina de Enlace con comunidades Indígenas (oeci) y el Instituto de
Patrimonio Cultural (ipc) del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
208 Tania Granadillo / Jeyni González
20. No es posible hasta ahora ofrecer cifras precisas del número de hablantes, ya que es necesario un estudio
a mayor profundidad al respecto.
21. Perteneciente a la familia lingüística sáliva.
Políticas lingüísticas e idiomas indígenas en Venezuela. Casos Mapoyo y Yabarana 209
multicultural como el que habitan los yabarana –tanto los que viven en su territorio
tradicional (en el Valle del Parucito-Manapiare-Yutaje), como los que han migrado hacia
otras zonas–, los yabarana hablan con preocupación de la pérdida progresiva de su idio-
ma, reconociendo la necesidad de retomar su enseñanza en el seno de las familias, pues
están conscientes de que el castellano y el piaroa han ocupado el lugar como primera y/o
segunda lengua aprendida desde la infancia.
Las relaciones matrimoniales con los piaroa han sido uno de los principales factores
de desplazamiento lingüístico del yabarana. Los hijos producto de estos matrimonios
aprenden a comunicarse en la lengua dominante: el piaroa. Ha sido difícil contabilizar el
número de casos de bilingüismo yabarana-piaroa, pero sabemos que cuando se presen-
tan, el idioma que prevalece es el piaroa. Este es utilizado en contextos de socialización
con más frecuencia que el yabarana, el cual se restringe al espacio familiar, o simplemente
es utilizado exclusivamente entre los ancianos y algunos adultos.
Durante el trabajo de autodemarcación antes mencionado se registraron topóni-
mos del territorio yabarana construidos con palabras adoptadas del piaroa, tales como
los nombres de dos importantes cerros: Yutaje y Yaví. Asimismo, algunos nombres de
especies, por ejemplo: cuyui ‘pava’, paquita ‘chácharo’, guayari ‘danto’, cani ‘morrocoy’,
paregua ‘vieja’, guayari ‘guayabita rebalsera’ (González 2009).
En el contexto de la autodemarcación, el hecho de que muchos yabarana hablaran
piaroa se convirtió en punto de apoyo para que algunos piaroa reclamaran derechos sobre
el territorio del valle del Parucito. En diversos espacios de diálogo concertados por ambos
pueblos, así como en aquellos pautados por los organismos del Estado encargados de la
política de demarcación territorial indígena (por ejemplo, el Ministerio del Poder Popu-
lar para los Pueblos Indígenas), algunos líderes piaroa llegaron a afirmar que los yabarana
no existen en tanto que no hablan su idioma sino el piaroa, siendo ésta, según ellos, una
razón de peso para que el territorio antes considerado yabarana, pero hoy compartido,
fuera reconocido como piaroa. Esta situación también motivó a los yabarana se vieran
motivados a trabajar por el rescate de su idioma, asumiéndolo como marcador identitario,
especialmente en el contexto de su lucha por el reconocimiento del derecho territorial.
Ana Fontana. También eventualmente con algunos de sus hijos que entienden el idioma
(mas no lo hablan). Ana ha hecho un importante trabajo de recopilación de palabras en
su idioma, registrándolas en un cuaderno en el que a modo de cartilla ha ido construyen-
do un vocabulario yabarana. Asimismo se entretiene recordando cantos que aprendió de
su mamá, Avelina, y haciendo traducciones de canciones al yabarana, especialmente las
que ha aprendido en la iglesia evangélica a la cual asiste.
Ana ha colaborado activamente en el proyecto de revitalización lingüística yabarana
iniciado en 2011.22 Ayudó principalmente, junto a María Fernanda Pérez (Chepa) a con-
tactar a otros hablantes yabarana en Puerto Ayacucho y San Juan de Manapiare,23 realizar
entrevistas y hacer un registro de vocabulario usando una lista de Swadesh adaptada al
conocimiento local.24 Durante esta experiencia fue posible comprender por qué Ana es
reconocida por los yabarana como una de las mejores hablantes de su idioma. Mostró
gran fluidez al entablar conversaciones con cada uno de los entrevistados, motivándolos
a hablar en su idioma. Gracias a esta iniciativa de Ana fue posible reconocer a otros ha-
blantes yabarana que viven en Puerto Ayacucho: como sus hermanas Leticia, Dionicia
sus primas Sabina y Marieta, su sobrino Ulises (hijo de Marieta), y también recontactar a
Manuel, su hermano menor, que dice hablar un poco el yabarana. Incentivados por ella,
se extendieron en conversaciones sobre la cotidianidad, sobre sus parientes, sus condi-
ciones de salud, contaron chistes, recordaron historias ancestrales y particularmente ha-
blaron sobre su territorio. Este último tema fue desarrollado también en un grupo focal
realizado en el marco del mismo proyecto en el que participaron por lo menos 6 yabarana
adultos y ancianos que hablaban fluidamente en su idioma, según lo corroboramos con
ellos mismos. Su conversación nuevamente giró en torno al territorio, siendo el mapa de
autodemarcación el centro de la discusión.
En las reuniones realizadas en San Juan de Manapiare y Majagua para discutir el
proyecto antes mencionado, se registraron las creencias, opiniones, expectativas y dispo-
sición de los yabarana ante la posibilidad de revitalizar su idioma. Esta iniciativa, impul-
sada en principio por algunos representantes de la oiyapam, fue recibida con entusiasmo
por ancianos, adultos y jóvenes, animados a incorporarse en las actividades que se pudie-
ran emprender, reconociendo el potencial de los hablantes para enseñar (como maestros)
y manifestando la voluntad de aprender quienes no lo hablan.
22. Bajo la corresponsabilidad de la oiyapam y Jeyni González, con la asesoría de la Dra. María Eugenia
Villalón y posteriormente de la Dra. Tania Granadillo.
23. De esta experiencia de trabajo se narran detalles en el breve texto «Dos mujeres que luchan por el terri-
torio y el idioma yabarana: Chepa y Ana» escrito por Jeyni González, Abraham de Barros y Lewis Car-
dozo, en un número especial de la revista Memorias de Venezuela (del Centro Nacional de Historia)
titulado «Resistencia Indígena: Abya Yala tiene rostro de mujer»
24. Ana Pérez nos comentó sobre su trabajo de apoyo para el diccionario yabarana que está elaborando Marie
Claude Mattei-Müller.
Políticas lingüísticas e idiomas indígenas en Venezuela. Casos Mapoyo y Yabarana 211
25. En cuanto a producción de materiales didácticos para la escuela cabe acotar que la información recopila-
da sobre la autodemarcación y la revitalización lingüística está siendo adoptada en materiales didácticos
para respaldar la enseñanza en la escuela. Esta iniciativa es coordinada por Jeyni González.
26. En este marco se formaron dos nichos etnolingüísticos, uno en Majagua y otro en San Juan de Manapia-
re, y se nombraron dos maestras responsables más un grupo de ancianos y adultos colaboradores.
212 Tania Granadillo / Jeyni González
6. SUGERENCIAS Y CONCLUSIONES
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