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1° Dimensión esencial; bien es cierto que cada persona lleva consigo una
esencia diferente a otra, el maestro se debe caracterizar por ser aquella persona
que demuestre que sabe lo que dice, lo refleja en actos, lo que proyecta como ser
social.
2° Dimensión Erudición: don inevitable, ya que el don de enseñar no se puede
camuflar, salta a la vista cuando se interactúa con otra persona ya que por lo
general lo intrínseco de una persona siempre saldrá o tendrá relevancia por
encima de cualquier cosa.
5° Dimensión 2.0: el maestro tiene que tener habilidades 2.0 (todo lo que tiene
que ver con lo digital), estamos en una época donde la tecnología nos arropo y
debemos evolucionar con ella, usándola de manera positiva en pro de sumar en
cada enseñanza, porque los recursos digitales ahora son de vital uso en cada
ámbito de la sociedad.
Los maestros deben ser espirituales; esto es un estilo de vida. Refleja la relación
viva que se tiene con Dios, incluso se debe caracterizar por ser una persona social
y con empatía hacia las demás personas, en su hogar, en su familia, en su
entorno. Para poder enseñar tienes que ser salvo y lavado de sus pecados por la
sangre de nuestro señor Jesucristo (Hechos 2:38: 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo).