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LUGAR
!
EZ• EDITORIAL l
|
Pretaxcio
PREWNCION Y ALGUNOS £tE US TRAS7OnNOS
FWCUENffiS ............ ROGER MONTENEGRO l|
.129
Adolescencia y trastornos de la conducta alimentaria: de la
normalidad at sintomd
Marta Borel Urtubey ... La iniciativa de publican este libro, tiene e1 mérito de otorgar vigen-
cia plena a temas que, aunque muchas veces son dejados de lado en
las agendas
Prevenci6n y drogadicciñ n. Una perspectiva integral en e1 marco de una institueifin publiea oficiales
para adietos de trabajo,
a drogas Rubénresultan
Barnardo prioritarios
Ghia en las au
Fertilizacibn asistida. Nuevas’ problemgtJag, 6eticia Shower Fiorini u ate
,' <. : complejas circunstancias del pats y del mundo.
“ Sabemos que éualquiey sistema moderno de Salud debera propen-
' “ der at mayor grado posible de satisfacciñ n de las necesidades y deman-
(- .¥! 161 ’ ” das de prevenci6n y tratamiento de los trastornos mentales y del com-
I reveries nosnos e ansiedad portamiento, at menor costo, y a través de una adecuada
ftoberto Gâmez ''ern6udez . . 1y3 racionaliEa- cidn de los servicios médicos y sociales disponibles.
La prevencifin en la enfermedad cardiovascular El complejo proceso implicito en la dialéctica entre neresidad,
de- manda, y utilizaCi6n de servicios, esta estrechamente
E'rneeto lserrano y Carlos Beneiter . 187 relacionado a factores eticos, epistemolfigicos, ideolñ gico-politicos,
Prevenciñ n en trastornos afectivos econñ micos, socio- eulturales y psicosooiales.
Alejandro Lagomarzino ... . 203 .' ..fi .. ^ Es precisamente desde estas diferentes perspectives, que los auto•
res van desarrollando temas de tremenda significaci6n, tales como:
P^eTx4 prevention en ciudades de complejidad creciente; prevenci6n y
PREVENCIONYBE0UR80$PARA&¿ pp..... „ ,j_ ' '•• -- situa- ciones de rieago en crisis vitnles; prevencihn de los
. 209 ,;-'.;¿ .. tiastornos de an- siedad; prevenci6n y violencia; prevenci6n y estrés
La vigencia de los Campos Balint ocupacional de los trabajadores de salud; prevencifin y desempleo;
Mabel Mareinauicius ..... . prevencifin y mala praxis; prevenci6n y vejez; prevenciñ n y abuso
Grupos de reflexi6n y prevencihn del estrés laboral en infantil; prevencidn en abuso de sustancias; prevencibn en fertiliaacifin
personal de. salud asistida; prevenci6n y medicina psicosomatica; prevencion y deporte;
Gerardo A. J. Heumanfi y Luis Mazzella ........ prevencidn y arta; y va- rios otros temas, que e1 lector sin duda
disfrutarâ y guardara como material de referencia y consulta
Internet en la prevenciñ ñ de la salud mental urbana obligada.
MS. ttsaiia Firtquelieuielt . . . . . . . . . . , . . . .. . . . .
Gonviene en este punto aclarar que con este aporte, e1 Capitulo
de Psiquiatria Preventiva de APSA desarrolla, con sorprendente
exaeti-
I tud, las propuestas de la Secci6n de Psiquiatria Preventiva de la Aso-
Deporte, prevencifin y salud mental '., . .' -- ciaciñ n .Mundial de Psiquiatrfa, que entre otros conceptoa generates,
I. logo crams in sostiene que:
' El arte en la promocifin de la salud y la prevenci6n de • La prevenci6n psiquiatrica no. es un objetivo utopico sino rna po-
enfer aedades — sibilidad realista, en la medida en que sea ejercitada con conocimien-
to, determinaciñ n, persistencia y confianza en su efectividad.
• El desarrollo de los servicios de Salud Mental deben incluir los
principios de prevenci6n, para cubrir las necesidades de la poblaci6n en
_.' . los niveles primario, seeiindario, terciario y cuaternario, siendo ellos
(. escenciales para e1 desarrollo de programas nacionales integrates.
.' *"*
“ '*'tt” '”* ’
ISBN g50-892-144-7
I. Wollberg, Elsa - 1. Salud Mental
_ ..â ' • Dr. Benéitez, Carlos: Médico Cardifilogo. Director General del
Pro- p grama Comunidad Cordial.
• .Dra. Borel, Marta: Docente fibre, Facultad de Medicina, UBA, Di-
•:' rectora del Curao de Actualizaei6n de Postgrado “Clfniea de los tras-
, tornos de la conducts alimentaria".
Ex presidenta y fundadora del Capftulo de trastornos de la Conduc-
ta alimentaria, APSA.
• Dr. Caruso, Carlos: Presidente del Capitulo de Psiquiatria y Arte,
APSA. Docente del Departamento de Salud Mental, Mac. de Medici-
psicoHfiedback.netar - na, UBA y de la Carrera de Musicoterapia, Pac. de Psicologia, UBA.
• Dr. Dramisino, fugo: Vicepresidente del Capitulo de Psiquiatria Pre-
ventive, APSA Auditor Operacional en Salud Mental, CENARESO.
ISBN: 9S0•892-144-7
@ 2002 L»g•r Editorial S. A. • Dra. De Angelis, Nllda: Vocal del Cap/tulo de Psiquiatrla Preven-
Castro Barros 1754 (1237) Buenos Aires tiva, APSA. Profesora en CIPEA (Centro de Inxestigaciones
Tel/Fax: 4921 5174 / 4924 1555 Psicoa- nalitieas de £studio y Prevenciñ n de Aecidentes).
e-mail: lugared&elsitio.set
uATA • Dra. Finqiielievieh, Susana: Arquitecta. Doctora en isociologia
y Es u
Q«eda hecho el dep6sito qoe rñ arca la ley 11.723 Urbana. Miembro de la Carrera de Investigador del Conicet.
typreso en la Argentina - Printed in Argentina
Secre- taria Cientifica de la Facultad de Ciencias Socrates.
también los mls expuestos a hacerse cargo de las carencias y las fms- » -' lntroduccidn
traciones de la poblaciñ n que necesita atenci6n y nos consulta. Uno de,
Nos prinoipios fundantes de 1s Salud Mental ha sido el de situar los
problemas del sufrimiento y la enfermedad oriental inks en relaeidn Escenarios actuales en prevene’lOn
- con las condiciones de existencia de los individuos y grupos humanos. ’EfselTof@erg
Muchos de los aspectos sociales que se conjugan hoy a toe
problemas psicopatol6gieos debieran. ser respondidos por los
zervieio• y los profe- sionales que brindan los 9uidados de salud. Isa Hace tslta una eiudad entera
era y sigue siendo una condieibn en las nuevas pérspectivas de
atenci6n y factor esencial pa- ra una consideracidn integral de los D1tH0VyCANO
culdados a la creatividad e inteli- genera de los propios
.trabajadores de la salud. -
Creo que a lo largo del libro se vislumbra que las condiciones actua-
lés de la atenci6n y la preveneiñ n estân incrementando la
vulnerabili- dad de las personas (tanto fisicas como mentales y
sociales), especial-
mente las que asocian a sus nondiciones de pobresa y marginalidad at- j p p qué In preuencidni
gin ixastorno patolhgico. La integraci6n social, la parficipaei6n de
los indwiduos y grupos en los intercambios econ6micos y simbñ 1'icos de ais
su
vida comunitaria, constituyen factores eaenciales para la eficacie de
las aecioneé de prevenci6n, ya que formah parte nuclear del desarro- 1 d t0DlO la
llo humano. Creo que este libro se situa en la senda de aportar ideas Nue o a o ta un isi el
es
c
y estrategiai ereativas e inteligontes, a sabiendas de las difieultades erae
dasei en las ca as 'rots obres m$s ais\adas e sociedad,
que enfrentamos, pero también con la conviccihn acerca de que identi- aiadigmas para la prexeiici fin. Eas per-
tempo e coast ezaz nuevos p
ficaé los obstâculos, comprenderlos, generar espacios colectivos de entramadas en un mnbiente
evidencia quedemues-
rela-
pensamierito y acci6n compartida, es lo que' puede ayudar a mejorar ciones sociales y vincul••- ^Y "^ & an cueipo de
nueatra capacidad creativa y nuestra inteligencia para seguir apor- vincu OS de witegraci6n
( tando a uri trabajo profesional que no renuncio a la racionalidad cien- tea la eelati6n entre la d e.
extensiñ n o s
dci o ni ui
tlfica de los conocimientos ni a 1os principios éticoa da au prfietica. edes o M ede e 1 d. que ea e1 marco de
E o a a un b’
nuéstrobb oy compartido por todos autores. Este libro nace en-
de temâ ticas actuales
tonces a la luz del deseo de pensar una serie que es necesa-
desde la potenciaci6n de toda la salud posible, para las
rio reflexionar, innovar, crear, invest3g8£.
Desde el Cgpitul0 de PsiquiatFia Preventiva de la Asociacifinde Acredita- de
Psiquiatras Argentinos (APSA), en el marco del Centro
un grupo de profesionales hemos reu-
este libr0.
ci
nosn y Educacidn Continua,
'- — nido paia esta tarea, de cuya connue9cia se ha c0rif0Tmado de adopter la
.. ... En 1992; la Asamblea de la OMS aprueba el compromiso 1 s y una de las
I ¿6 ri ari£l en sus I
Figura 1. El rango de acciones en salud mental 1’ 1- En e1 érea biol6giea, pgi ejemplo, IN previinci6n de déficit del
(Tornado de Leighton A., 1987) desarrollo cerebral, los estudios epideniioldgicos latinoamericanos ru-
dii:an que hay una tasa de retardo mental entre un 8 y ua 84- por mil,
su oniendo un alto costo social y ni que decir individual y familiar. Es
conocido el'papeI de los nutrientes en 'e1 desarrollo del cerebro, urio
de los euales es e1 yodo. En America Latina, 60 inillones de personas
es- tin en riesyo de ser afectadas por déficit de yodo en la
a1imen{aciñ n,
del aprendizaje consiguientes.
Uti profesional de la salud mental puede hacer aportes valiosos como
pñ té de us equipo de salud acerea de la manera'inejor en que se pue-
de imptementar en la comunidad, por ejemplo, la educaoiñ n sanitaria
.g •z.;'-• rialmfis bgja que los opuestos. Sujetos ereciendo en hogares con contacto
disfuncionales que aumentan los riesgos: alcohol y abuso de 'lrogas, te- „, cercano con los padres, 35 años mâe tarde tienen menor iocidencia de co-
ma que desarrolla el Lie. Ghia, trastomos de la alimentacifin escrito ' ronariopatias, alcoholisaio, ñlceras e hipertensi6n.
por la Dra. Borel. Hay multiples programme en distintos palses del • : Los trabajos mls.abundantes sobre efectos saludables son los he-
rñundo, por ejemplo interren0iones.tempranas en niños de padres di• ,- Whos sobre relaeihn entre soporte eociaUaalud, mostrando que la in-
iorciados, trabajo con inujeres embarasadas para prevenir el maltrato teraccibn social incrernenta la fortaleza, y disininuye la morbilidad de
intantil.(tema at que se referira la Dra. Atbarracin), prevention para • ”' los individiios, aunque no se sabe con certeza cuâles son los mecanis-
adultos desempleados eomo desarrolla la Lie. Aguiar, y otros progra- - mos bioldgicos que to trasportan, Io que llevarâ a investigaciones que
mas. Por‘supiiesto que la prevenci6n se sostiene-sobre una responsabi- “ correlaeionen factores psicosociales, esperanza, soporte, sentido, con
lidad SociBI con.programas de educaciñn y promociñn para los indiw- la neurogénesis, siatemas anabélicos y de crecimierito y expresihn gi-
fiuos y otros de soporte sociopolitico con organisa9iones comunitarias- g nica. De esto se' ocupan .la psiconeoroinmunoendocrinologfa (PNIE),
La prevenci6n es un deñafto multidisciplinaiio porque la relaci6n en- las neurociencias y la biosociologia.
tre informacibn, educaci6n, y prevencifin no es elara ni lineal. Ppr ejem- “ Vener uñ enfoque biopsicosocial a1 cuidado de las personas permite
p1o, la informaci6n acerca de la obesidad es clara ask como las ventgjas
de la restriccifin calñrica, sin embargo en varios parses —en especial en • ‘ extender las vulnerabilidades a enfermarse y también usar los medios
USA— hay una epideosia de obesidad. beta aumentfi del 128a aI 179c en- terapéuticos biopsieosociaies para prevents, tratar y rehabilitar a los
tre entre 1991 y 1998 y sigue en aumento. Le cuesta al pats 70 enfermos. También para' promover los resortss de la salad humana.
billone- s/año en cuidados de salud directos o indirectos. Estdn en juego ’‘ Para que el soporte social promueva salud debe proveer un sentido
motiva- eiones personages, valores, habilidades, factores _ de pertenencia e intimidad y debe ayudar a la gente a ser mas eom-
sociopohticos qm perzpecHuas de uturo y recursos y contextos que petente y eficas para st mismos y para los demos. Es en este sentido
sostengan, para cam- ’ que esperamos que los efectos de la lecture del libro al incrementar co-
biar. - nocimientos y capacitaci6n, tambi6n sean proveedores de salud para
los lectores.
la falta de di8positivos intrainstitucionales para procesaz• las •- Gicfietti D. leds.): fish and protective (‹retort iii deuelapmént â(psyohopotho•
togy, MY, Gambridge UniversiJ Press, 1990.
ésperieneias y las tensiones laborales, determinan trastornos Rxrr C. D., Sioosn B. H.: myopsychologieal challenges of the new mitlenium“,
en la salud somatopsiquioa, que es necesario " Peych. and Psyehosom, 2000, 69.
conooerypreve• nir. A esto se referirâe. los Dres. L6pez Geist,
De Angelis, Wolfberg, Marcinavicius, Mazzella, Heumann.
Entendemos que ejercer preven- eidn y euidar de nosotros mismos,
nos habilita mejor para ejereer pre- verici6n hacia quienes son
objeto de riuestros cuidados.
Promociân de la Salud “
Se havisto que a6ultos optimistas y poco ansios0s tienen pregién ante- ” .
Prevencién en ciudades
de complejidad crecieute
desarrollñ un intenso proceso de reforma. La participaci6n en un pro ” la expeneneia de hands se refiere o una intensa ezperiencia de salud mental
eeso de oapao,itaeion por encuentros ezi gran esoala tuvo como eje - cñmunita-
temñ tieo la programacifin local y los desarrollos de planificaciñ n estra- ria deeerrollada en up hospital del Gran Buenos Aires entre 1966 y 1972.
tégica pero instalados en un fuerte eje directional que se expresaba co-
mo “Hacia la eonstrucci6n de redes en Salud Mental”. Dispositivos
co- mo la capacitacibn por encuentros, el trabajo con grandes grupos,
los
ejercicios de aplicacifin a los propios â mbitos de trabajo se incorporan , ,
• en esta etapa.
Una mirada retrospectiva sobre la fuerza de este movimiento —en-
cuadrado en las politicas nacionales de salu.d mental que en plena re-
euperacion demoerâ tica retomaba las pioneras.experiencias del Equi- ’
po de Goldemberg< en Lanus y se nutri6 en la rica experienéia de la
reforma psiquiñ trica italiana— permite reflexionar. sobre los multi-
ples subtextos que circular en este â mbito en. relaci6n a redes'y la for-
. En parte porque st en la ;nisina socie,dad .1gs .procesot. " niszoo que se 'encuentra por detris de los
proceâ os de sobre especiali-
de.democrg tizaciñ n padecen de avanées y retrocesos, hay zacion que han producido mas ventajas
profesiones de salud. ecorrñ mje
que.pensar quo eatos procesos se encuentran aun mls demorados as qtie poltticas a
at interior de las insti-
tueiones. En laa organizaciones reales se percibe que la alternativa organiza-
Las grandes organizaciones se cioientan hoy en una compleja y pro- - eional a las piramides, sobre todo cuando el conflicto (
debilita e1 factor
fusa division horizontal y vertical del. trabajo que sobre simpIificada- , (cohesiñ
coqjuntondedefragmen
la autoridad" son los archipiélagos, la feudalizaciñ
toe organjzacionales que adquieren sir propia n, un
fun-
mente encuadraremos con la analogta de !'pirâmides". -" 0i0nalidad, desarrollan sus propios'proyectos y propuestas ysemoG-
La funcionalidad de la divisi6n vertical del trabajo se explica en lisan como pequeiias 60b-organizaciones autñ nomas. .
términos de Payol como “La autoridad ea el memento de la Lo curioso en las configuraciones pira -tid
organiza- ciñ n” y a pesar que .este enunciado ha resistido el paso del éstas se desempeñ an como polos extremos e y archipiélago es que (’
de un movimiento pendu-
tiempo, au- en las historias institucionales. La autoridad es e1 cemento de la
tores mls recientes llaman la atencidn sobre. el rol de mediaci6n y “ organizacitin, pero traG una crisis de legitimidad “todo poder
resistencia”, de ta1 forma que el archipiélago este
amortiguaci6n que cumplen las diferentes instaneias y nivéles de la genera
organisacibri adecuando las brechas que podrtan existir entre loe obje- éncerrado en po- tencia dentro de las organizaciones piramidales.
tivos politicos y los operacionales en una misma organisaci6n. En el otro. extremo los archipiélagos entran en progresivis crisis de
El comportamignto burocrâtico puede hoy ser calificado peyorativa- - eficacia y como las crisis son legitimadoras de altas
mente pero en boca de uno de sus tedticos M. Weber sonaba a afirmar también: en todo
concentraciones de poder* se puede
virtud; “comportamiento ajustado a reglas” es una de sus archipiélago hay una pirdmide en potencia.
definiciones favori- tas y permite imaginar a la organisqcidn como
una gran mâ quina ra- tional de'persorias que s61o hacen 1o que Redes de personas
deben hacer.
Crosier por su parte relevando 1as impresiones de trabajadores in- Sea cual fuera e1 origen de las trayectoriae que nos condueen a re- (’
dustriales franceses muestra otra faceta reforsadora de esta des, e1 enunciado fundamental aobre lo que estamos
hablando nos He-
imagen cuando menciona que en situaciones de maleatar o queja, los .va a enfatizar que estamos refiriéndonos a redes de personas: es cier-
trabaja- dores no enctientran responsabilidades mls ally de los to que en la bibliografia existen otros referenciales de redes teeno16gi-
primeros .dos tbs, organizacionales, cibernéticas, etcétera.
niveles “de supervisihn de los que dependen, mostrando la gran funcio- ” “ Sin embargo nuestra propuesta enfatiz6
desde e1 principio que
nalidad de opacidad/ transparencia que exhiben los niveles de la orga- . eran los vlnculos entre las personas y es la circulaciñ n entre éstas
nizaeiñ n, segñ n en que sentido se observé, “ventaja” que se pone en lo que produce las transformaciones que nos estamos planteando.
evidencia cuanto md alejados estân los objetivos institucionales entre El uso de los niveles o la profundidad de los vinculos tiene relevant (.
quienes detentan la alia direecibn y quienes trabajan en la lfnea de cix y aun a pesar de su carâcter esquezrtâ tico (o guises por ello mismo)
operñ . como. un marco. de referencia para planteos tanto de diagn6sti9
operaci6n. de la situaci6n actual de la red como para plantearse metas de profun-
La divisiñ n horizontal del I abpo, por su parte, es consecuencia dizacifin de vfnculos.-
di- recta de las nocionqs de Taylor, luego perfeccionadas por otros La secuencia de niveles la hemos pIanteado6de la siguiente forma:
dispo- sitivos mls modernos, que abona en el sentido que las mismas 1. Reeonooer que los otros existen: requiere y geneéa aceptaoiép.
organi- saciones resulten permeables para adoptar nuevas
especialida;1es y sub-especialida6es, y reaetivas cuando de la
incorporacion de profesio-
nates o saberes generalistas o transversales se Grate. La conexiñ n en- •-
tre estos conceptos y sus reforzamientos reeiprocos viene de la mano
de Flippo° quien enuncia “cuanto mls simples son las decisiones que
se toman en la Enea de decisi6n, .mls sencillo es conceritrar. poder en Flippo A., Admiiiislracidii de DoiHitigencins.- •;-
teleglñgicos crean una din6mica de visi6n compartida de significado.y ci6n. La modernidad misma es una permanente proveedora de
sentido (“qué somos, qué estamos comensiuido a ser, que estamos de- nuevos relatos.
jando de ser”). iNoz encontraioos frenta a una nueva corifluencia epistemolbgica
• Planif:ica*ién estratégiea y partieipativa: procesos proyecti- co- m0 Ocurrid con Io sistémico? EN diCcil saberlo aunque podemos
vos con artieulacxfin de medios y flees con soportes novedoaos (videos, verificar fuertea tendencias a incorporar nociones de redes en la
CDs, pâginas web). clfnica, la psico- ogia social, la cibemética, e1 urbimismo, la
• Mediacifin. Desarrollo de capaeidades en los grupos para enfren- adifiinistraci6n, las ciencias
6ocialee, las ciencias 'de la eomunieatidn o laa ciencias political.
tar crisis y conflictos. En los mismos momentos en que la ciencia es cuesttonada por la
• Gestién de redes. Nodos activos en la promocidn de articulaciones. postmodernidad (eepecialmente después de Hiroshima y Nagasaki),
• Lifierazgos rotativos: por su ro1 democratisante y formativo. has ciencias” experinientan precozniente las poteiicialidades de Inter-.
• Mapas de actores est$ticos y dindmicos. net —vale la pena recordar que los antecedentes de Internet son redes
• Publieaciones, znateriales de difusidn. Dispositivos que difun- de cientificos como BITNET (iniciales en inglés de “pozque es tiempo
den y convocan pero que también, en espejo, refuerzan Ia pertenencia. de redes”) una red originada en cierta capacidad ociosa de la NASA y
promovida por la IBM, que se dedicaba a promover la convergencia
• Detecoién y reforzamiento de personas•c1ave: personas
puente (conectan por contar con faeiIidades„ vocaciñn y/o pertenencia cientffica .alrededor de un imaginario de hipertextos y colaboracibn
cientifica ereciente y sin Itmites—.
, con otros camposl, personas ascensor tconectan formal o informalmen- Los artefactos han operando en la historia de la ciencia como espe-
te los niveles organisacionales para ”arriba”'y para "abajo"). joñ en la constitucidn del pensamiento desde la bomba de Harvey has-
• Promoviendo el factor oohesién: 1a busqueda y realimenta- ta e1 actual Internet y es razonable pensar que este iiltimo esta influ-
ci6n de los elementos que proveen si iaado y sentido a las redes yendo fuertemente en esta confluencia. En filtima instancia es Inter-
de- tectando los factores de unidad en la. diversidad. net, y su antecesor Bitnet" eoñ sua intercambios cientificos, los que
Ie prestaron a esta tecnolo a un prestigio que conserva hasta hoy a
pe-
Nos nucleus epistemoldgicos (en consecuencia pof£ticos) ear del evidente incremento de sus usos coraerctates.
Si bien results por demas frecuente e1 uso de analogies y metéfo•
La posmodernidad ha sido descrita con el efecto de un espejo roto ras como una estrategia de descripcidn de fendmenos complejos, es ne-
tel espejo de la modernidad y su “encanto”) que puede una y otra cesario tomar en cuenta los :rieugo» de 1a construeciñn de modelos que
ves intentar ser reparado con minuciosidad pero que ya no volverâ por isomorfismo resulten en un conjunto de pzincipios ahistñrieos y
a ser Io que era. tQué nucleos sostienen esta construccidn?: entre los autoreferenciados.
rasgos de la posmodernidad la fragmentacifin tiende a repararse en Las analogias operan homo un poderosos disparador de estructuras
soportantes y de consecuencias prâcticas (por ejemplo, la metâfora de
una lbgi- ca de redes sin la pretensidn de volver a ser el espejo Varela acerca de que ”e1 cerebro es una cooperativa de neuronal", o la
entero, admitien- 6o la generacifin de mMtiples ditractaciones; el batalla del Midway ”disputada exitosamente per la flota norteameri-
sujeto refracta y s'e re- fracta de formas miiltiples y puede articularse
en sus heterogeneida- des constituyéndose con otros. cana a pesar del precoz hundimiento de su nave insignia", o el mismo
Internet como una red soporte de una supuesta "aldea glob*l”).
La iñisma eiencia estñ en el centro del cueationamiento deesta Min embargo la8 metéforas y metonimias
ope- racihn cultural, no por ningñn desalojo o reemplazo en la son también un rasgo histdrico y no puedenelegidas en cada época (
reemplasar un estudio
produccihn de verdad sino como depositaria de los créditos profundo de las eontradicciones, de los sujetos concretos que instalan
irrestrictos de laa con- fiansas ciegas (del eneantmiento) en sus o se apropian de cada tecnologia en un momento dado y los usos posi-
propios sister:was de autorre- gulacidn. bles que puede hacerse de elf as.
Entramos a los dispositivos de redes en momentos de agotamiento pin lugar a dudae un dispositivo reticular que parte de la autono-
y quiebra de los grandes relatos. Relatos inexorables que mantienen
atrapado al sujeto moderno en un conjunto infinito de determinac'io- 9 Because is time for network.
nes siempre listas a probar que cualquier gra6o de libertad es una fic-
42
IN StALUD My'HTAL 43
A modo de conelusidn
La noci6n y 1os dispositivos de redes han alcanzado una 'rapida
y creciente instalacifin en diferentes 8mbitos y para difeientes prophsi-
tos. A pesar de estos diferentes 6oibitos y prop6sitos susbsiste una (.
cierta polivalencia que permite hacer circular nociones, experieneios y
tecnologfas entre diferentes niveles y contextos de aplicaci6n.
hemos desplegado una serie de reflexiones de diferente nivel sobre
la problematica de redes. Queda mucho por hacer y pensar si uno per-
cibe la fugrza de diarupciñ n de este dispositivo que se encuentra en
pleno desarrollo y cuya fuersa podemos encontrar en la medida que se
instriba en propuestas o movimientos emancipatorios que ee orienten
a la democratizaci6n de nuestras sociedades y de nuestras
inzGhucia- ries, ob3etivos estos que se refuerzan rectprocamente.
Siendo asi e1 carâ cter preventivo de las redes, por fuera de 1i›s dis-
positivos de captura, queda remarcado pox, las condiciones de expre-
sion individual y solectiva y por las poaibilidades de actuar
colectiva- mente desde la autonomia, es decir desde la memoria y la
identidad.
Bibliografta
Cnozinn M.: la S!ociedad Blaq cada, Amorrortu, Buenos Aires, 1972.
DaBns E.: Red de Redes, Paid6e, Buenos Aires, 1993.
Dszr E.v N ovicii: P•edes ct ñ enguqje de ins Vineufos, Paid6a, Buenos
Aires, 1995.
49 /’
siado tiempo; demasiadas cosas, por ese cñterio de que somos co,pio tod0S Odemos reseatar de la peor adversidad. Resiliencia es un térmi-
dioses, de que tenemos el saber y tenemos e1 saber de que ocurren no que en 1978 aeuño Michel Rutter observando la resistencia de los
to- do tipo de barbaridades y que podemos hacer poqulsimo. Tal cuerpos a los choques; quiere decir reouperar, ajustar, capitalizar las
vez tea- tar de ue ocurran menos ya serla importante. fuerzas del individuo. Este aporte de Rutter trae a la comunidad eien-
Entre los grandes conspiradores de1 fracaso en prevents o dismi- tifica la esperanza de una prevenci6n satisfaCtoria, algo de ”esperan-
nutr la violencia, debomos tener en cuenta e1 ocultamiento, la nega-
cion, la sublimaci6n, todo aquello de lo que no hablmos ni denuncia- za realista" o “promesa optimista” ya que este fendmeno psieolbgico
mos, etc., en fin, una serie de conductas nuestras cotidianas que s6Io complejo existe latente en todo ser humano aI igual que la violencia.
Si perdezaoa Ta capacidad de iodigoa*ién;creoque
podremos veneer st las tenemos en cuenta. per‹ñdotodo. lohem
Iss médicos, a veces, miramos sin ver o damos por supuesto o n.o
nos queremos enterar, o no nos queremos tomar los minutos que in-
plica que st uno hace una pregunta la persona entonces.puede explici- Bibliografia
tar lo que ie siicede y eso lleva tiempo, qn tiempo nuestro que no es ta1
en él acto médico. Viofenci° oisible e in.visible, Révista de APdeBA, noviembre, 2000.
Dentro de éstas reflexiones generates veamos algunas cifras: Paidos, rest.
Segñn la OPS: 6.000.000 de niiios son afe‹itados actualmente por la Españ a, 1998.
violencia y e1 maltrato en el mundo. 80.00qmueren por maltrato en Personalidad‹ uiolei4at, Pizfimide, España, 2000.
América latina. .
Seq n la OMS: 1.000.000 de ninos y adolescentes se suicidan por Paid6s, 1998. (
año. Por cada suicidio hay 20 intentos y east e1 100a» podria preyenir- El 8entido de lo humano”.
Dotmen/Grantee, Chile, 1997.
se. £"'] 75&o de la poblaci6n, no Irene teeho ni ropai ni comida para I•uls Rnfég MARCOS; Ln cemillas de la Vtoleti tia, Espasa Calpe,
Espana, 1995.
pa- sar esta semaria y sabemos que un porcentaje mlnimo de Io
deetinado a la actimdad armameniista alcinzana para que no fuera
asi. No es un problema econ6mico, es un problema de decisidn, de
eleccifin.