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Elsa Wolfberg

CompiTadora

Pre 'ayio de Roger


Montenegro i
Prâlogo de Emiliano Cralende i

Elina Aguiai Marta Gerardo Neumann


Albarracin Carlos Benéitez Alicia Kabanchik
Marta Borel Carlos Cacuso Alejandro Lagomarsino
Hugo Dramisino Nilda De Maria de los Hgeles
Angelis Lñ pez Geist
Susana Finquelievich Mabel Mareinavicius
Ruben Ghia Luis Massella
Lqticia Glocer Fiorini Mirta Méndez Puig
Roberto Games Fernñ ndez Mario Roveré Ernesto
Serrano Elsa Wolfberg

LUGAR
!
EZ• EDITORIAL l
|
Pretaxcio
PREWNCION Y ALGUNOS £tE US TRAS7OnNOS
FWCUENffiS ............ ROGER MONTENEGRO l|
.129
Adolescencia y trastornos de la conducta alimentaria: de la
normalidad at sintomd
Marta Borel Urtubey ... La iniciativa de publican este libro, tiene e1 mérito de otorgar vigen-
cia plena a temas que, aunque muchas veces son dejados de lado en
las agendas
Prevenci6n y drogadicciñ n. Una perspectiva integral en e1 marco de una institueifin publiea oficiales
para adietos de trabajo,
a drogas Rubénresultan
Barnardo prioritarios
Ghia en las au
Fertilizacibn asistida. Nuevas’ problemgtJag, 6eticia Shower Fiorini u ate
,' <. : complejas circunstancias del pats y del mundo.
“ Sabemos que éualquiey sistema moderno de Salud debera propen-
' “ der at mayor grado posible de satisfacciñ n de las necesidades y deman-
(- .¥! 161 ’ ” das de prevenci6n y tratamiento de los trastornos mentales y del com-
I reveries nosnos e ansiedad portamiento, at menor costo, y a través de una adecuada
ftoberto Gâmez ''ern6udez . . 1y3 racionaliEa- cidn de los servicios médicos y sociales disponibles.
La prevencifin en la enfermedad cardiovascular El complejo proceso implicito en la dialéctica entre neresidad,
de- manda, y utilizaCi6n de servicios, esta estrechamente
E'rneeto lserrano y Carlos Beneiter . 187 relacionado a factores eticos, epistemolfigicos, ideolñ gico-politicos,
Prevenciñ n en trastornos afectivos econñ micos, socio- eulturales y psicosooiales.
Alejandro Lagomarzino ... . 203 .' ..fi .. ^ Es precisamente desde estas diferentes perspectives, que los auto•
res van desarrollando temas de tremenda significaci6n, tales como:
P^eTx4 prevention en ciudades de complejidad creciente; prevenci6n y
PREVENCIONYBE0UR80$PARA&¿ pp..... „ ,j_ ' '•• -- situa- ciones de rieago en crisis vitnles; prevencihn de los
. 209 ,;-'.;¿ .. tiastornos de an- siedad; prevenci6n y violencia; prevenci6n y estrés
La vigencia de los Campos Balint ocupacional de los trabajadores de salud; prevencifin y desempleo;
Mabel Mareinauicius ..... . prevencifin y mala praxis; prevenci6n y vejez; prevenciñ n y abuso
Grupos de reflexi6n y prevencihn del estrés laboral en infantil; prevencidn en abuso de sustancias; prevencibn en fertiliaacifin
personal de. salud asistida; prevenci6n y medicina psicosomatica; prevencion y deporte;
Gerardo A. J. Heumanfi y Luis Mazzella ........ prevencidn y arta; y va- rios otros temas, que e1 lector sin duda
disfrutarâ y guardara como material de referencia y consulta
Internet en la prevenciñ ñ de la salud mental urbana obligada.
MS. ttsaiia Firtquelieuielt . . . . . . . . . . , . . . .. . . . .
Gonviene en este punto aclarar que con este aporte, e1 Capitulo
de Psiquiatria Preventiva de APSA desarrolla, con sorprendente
exaeti-
I tud, las propuestas de la Secci6n de Psiquiatria Preventiva de la Aso-
Deporte, prevencifin y salud mental '., . .' -- ciaciñ n .Mundial de Psiquiatrfa, que entre otros conceptoa generates,
I. logo crams in sostiene que:
' El arte en la promocifin de la salud y la prevenci6n de • La prevenci6n psiquiatrica no. es un objetivo utopico sino rna po-
enfer aedades — sibilidad realista, en la medida en que sea ejercitada con conocimien-
to, determinaciñ n, persistencia y confianza en su efectividad.
• El desarrollo de los servicios de Salud Mental deben incluir los
principios de prevenci6n, para cubrir las necesidades de la poblaci6n en
_.' . los niveles primario, seeiindario, terciario y cuaternario, siendo ellos
(. escenciales para e1 desarrollo de programas nacionales integrates.
.' *"*
“ '*'tt” '”* ’

Prevencldn en salud mental / Elsa Wollberg... et aI.].-


“. .-^ ”
362,2 ,
PRE 1• ed. - Buenos Aires: Lugar, 2002. ,. '* Autores
256 p.; 23x16 Cl. - . ”

ISBN g50-892-144-7
I. Wollberg, Elsa - 1. Salud Mental

• Lie. Aguiar, Emma: Licericiada en Psieologia, Universidad National


' de Cdrdoba. Psic6loga Gtinica, UBA. Miembro Titular de la
Asocia- ciñ n Argentina de Psicologia y Psicoterapia de Grupos y de la
Motivo de tape: In CioiPfar (1943), de Magritte. Asocia-
ci6n de Psichlogos de Buenos Aires. Docente de post-grado en
ambos. i‘ . Integrante de la Mesa Directiva y Coordinadora de Salud
Mental de
la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
• Dra. Albarraoin, Marta: Directora de Proyectos del Conicet sobre
inaltrato, abuso ysu prevencifin. Presifienta de Ecosistemas Humanos.

_ ..â ' • Dr. Benéitez, Carlos: Médico Cardifilogo. Director General del
Pro- p grama Comunidad Cordial.
• .Dra. Borel, Marta: Docente fibre, Facultad de Medicina, UBA, Di-
•:' rectora del Curao de Actualizaei6n de Postgrado “Clfniea de los tras-
, tornos de la conducts alimentaria".
Ex presidenta y fundadora del Capftulo de trastornos de la Conduc-
ta alimentaria, APSA.
• Dr. Caruso, Carlos: Presidente del Capitulo de Psiquiatria y Arte,
APSA. Docente del Departamento de Salud Mental, Mac. de Medici-
psicoHfiedback.netar - na, UBA y de la Carrera de Musicoterapia, Pac. de Psicologia, UBA.
• Dr. Dramisino, fugo: Vicepresidente del Capitulo de Psiquiatria Pre-
ventive, APSA Auditor Operacional en Salud Mental, CENARESO.
ISBN: 9S0•892-144-7
@ 2002 L»g•r Editorial S. A. • Dra. De Angelis, Nllda: Vocal del Cap/tulo de Psiquiatrla Preven-
Castro Barros 1754 (1237) Buenos Aires tiva, APSA. Profesora en CIPEA (Centro de Inxestigaciones
Tel/Fax: 4921 5174 / 4924 1555 Psicoa- nalitieas de £studio y Prevenciñ n de Aecidentes).
e-mail: lugared&elsitio.set
uATA • Dra. Finqiielievieh, Susana: Arquitecta. Doctora en isociologia
y Es u
Q«eda hecho el dep6sito qoe rñ arca la ley 11.723 Urbana. Miembro de la Carrera de Investigador del Conicet.
typreso en la Argentina - Printed in Argentina
Secre- taria Cientifica de la Facultad de Ciencias Socrates.

• Dr. Galende, Emiliano. Director de la Maestrla en Salud Mental


Comunitaria de la Universidad Nasional de Lanus. Ex Seeret_ario
General de la Federacién Argentina de Psiquiatras.
• Dra. Mendez Puig, Mirta: Coordinadora y miembro fundador de
• Liz. Ghia, Rubén: Jefe de Prevencibn del CENAREflO. Magister la Red lntersocietaria para e1 Estudio y la Prevencidn de la
en Prevenciñ n y Asistencia en Drogadependencias, Universidad Violen- era. Miembro del Capltulo de la Mujer, APSA. Docente de
del Salvador. la câ tedra “Medicina de la mujer” de APSA.
• Dra. Glocer Fiorini, Letioia: Psicoanalista. Miembro titular en • Dr. Montenegro, Roger: Secretario de Educaciñ n de la WPA (Aso-
funci6n didâ ctica de la Asoeiacibn Psicoanalitiea Argentina. ciacidn. Mundial de Psiquiatria). Director del lnstituto Superior
Miembro de la comisibn de publicaciones de la revista de de Formaci6n en Psiquiatrfa, APSA.
Psicoanñ - lists, nPA. Representante del “Comité Mujeres y
Psicoanâlisis” de la Asociacion Psicoanalitica Internacional, en • Dr. Rovere, Mario: Médico Pediatra y isanitâ rista. Docente de la
APA. Maestria de Salud Publica de UBA y de la Universidad de Rosario.
Premio Celes Céreamo, 1993, API
• Dr. Serrano, Ernesto V.: Director del Programa Comunidad Cor-
• Dr. G6mez Fernéndez, Roberto: Ex-Pre'sidente de APSA. Ex-Vi- dial de Rehabilitacién Cardiovascular. Secretario Adjunto de la Aao-
capresidente de APSA. Presidente Fundador del Capltulo de Psiquia- ciaci6n Gremial de Psiquiatras de Capital Federal, filial FEMECA.
trfa Preventiva. Miembro por Psiquiatria del Comité Cientifico Ase-
sor delPAMI (Programa Asisteneial Médico Integral) de INSS‹IP (Ins- • Dra. Wolfberg, Ilsa:Presidents del Capitulo de Psiquiatria
tituto National de Servicios Socialer para Jubilados y Pensionados), Preven- tiva de APSA. Docente del Curso Superior de Médico
g. actual. Psiquiatra, Fa- cultad de Medieina, UBA. Miembro Titular Didacta
'i
: . . de API lnte- grante del Equipo de Autoinmunidad, Hospital
• Dr. Neumann, Gerardo: Docente Asoci ado d e Salud Mental, Fa- Fernandez.
cultad de Medicina, UBA. Prosecretario del Capitulo de Premio BLEGER, 1992, APA.
Psiquiatria Preventiva, APSA.

• Dra. Kabanchik, Alicia: D.octora en Salud Mental, UBA. Docente


Autorisada de la Facultad de Medicine, UBA. Jefa de Gerontopsi-
quiatrfa, Hospital Santojanni.

• Dr. Lagomarsino, Alejandro: Presidente Honorario del Capitulo


de Psicofarmacologia, i SA. Presidente y Fundador de la Funda-
ei6n de BipoJares de la Argentina. International Fellow de la
Soeie- dad Americana de Psiquiatria.

• Dra. Lépes Geist, Maria ‹:te los Wgeles: Docente invitada de la


C$- tedra de Mala Praxis del Ciclo de Materias de la Carrera de
Derecho, UBA. Coordinadora del Area de Comunicaciones
Mediadas, APSA.

• Dra. Maroinavioius, Mabel: Secretaria Cientifiea dat Capitulo de


Peiquiatrla Preveritiva, APSA. Profesora Titular del Instituto de
Formaciñ n Psicoanalitica de Apdeba.

• Dr. Mazselfa, Luis: Secretario General del Gapitulo de Psiquiatria


Preventiva, APSA. Docente de Salud Mental, Facultad de Médicina,
UBA.
12 jtocs/t MoNzaxécao

•Lo anterior tierie que darse a través de esfuerzos coordinados a ProlOgO


nivel local, na‹nonal, e international.
• La education y el entrenamiento de los profesionales de Atencifin IMILIANOMALENDE
Primaria debe dars'e tanto a nivel de grado como de post grado, y
ha- cello extensivo a personal de otros serviéfos sociales teducacidn en
los diferentes niveles, seguridad, justicia, etc.): Else Wolfberg ha compilado en este libro diversos trab@os que ver-
Se xecomienda que se tenga en cuenta el continuo desazro1\o.y râ- san sobre las perspectivas de la Prevencion en varios de los tñ picos
pido traslado a la prâ ctica de evidencias cientfficas que convaliden los acuciantes para los problemas actuales de la salud. Sus autores perte-
ptogramas pzeventivos, de modo taI que la investigacifin eientifica yla necen a diferentes émbitos de pz$cticas: médicas, psicolfigicas, sociales.
experiencia consensuada sea quienes quien dichos procesos. £lstos escriben desde su ‹ixperiencia de “abordaje de diferentes probIe-
Este libro aporta un iinportante caudal de informacifin sobre teeias maticas de la salud y la salud Oriental, y hacfa esperable que reflejaran
que invitan a reflexionar en qué medida ponemos en practina sus con- en sus.escritos una diversidad de enfoques teñ ricos y' de estrategias de
ceptos, en una época que no .deja margen para la pasividad y la falta atenciñ n. E•to es asf, sin embargo, el libro contiene ejes que armonizan
de comproiniso. Su lectura sera sin du6a de mucha utilidad, no s6lo los diferentes capttulos y que periniten que sea leido como una unidad (
para profesionalea de la Salud, sino también de otras profeaiones; y en de criterios y propuostas. Uno de estos ejes artiéuladores consiste en
especial para aquellos que tienen la responsabilidad politica de planets la preocupacidn por incluiz en las perspeetivas clinieas la problemâti-
y programad de Salud Mental, quienes veran asi ampliadas sus posi- ca de la prevenei6n, haciendo que ésta forme parte tanto de los mar-
bilidades productivas, desde el lugar en que les toque intervenir. cos te6ricos como de las practicas de asistencia, ampliando el cmpo
Para ellectorcomñnserBuna fuente -invalorable de inforniaci6n traditional de la Prevencidn, que ya up puede, ni debe, limitarse al en-
sobre mu- chas de las probleinâticas actuales que nuestra soeiedad cargo al especialista de la salud publica, responsablé de la elaboraciñ n (
estd desafia- da a prevents,'en pos de adquirir recursos reflexivos de programas dirigidos a la protection de riesgos. Mérito no r enor si
para crearee una mejor'calidad de vida. consideramos la importancia que en la actualidad tiene para los crite-
Un libro de esta calidad s61o pue‹le ser logrado merced a la sñ lida rios de Ha prevencifin la incidencia de los problemas sociales y la vida
autoridad y experiencia profesional de los responsables de cada capi- cultural en e1 desarrollo y evolucihn de diversas patologias fisicas y
tolo, y gracias al muy bien logrado trabajo de equipo, de un grupo meritales, que desbordan ampliamente el campo tie una intervedcidn
hu- mano at que agradezco honrarme con la redaccidn de este
prefacio. puramente médico-bioldgica o psicol6gica y deben ser asumidas por los
.mismos profeaionales que prestan los cuidados cltnicos.
Por otra parte los contenidos del libro se inscribes dentro de la cfi-
sis del sector de la salud que s‹i extiende y profundiza en nuestro pals.
El proceso de privatizaciñ n y mercantilizacihn de los cuidados de salud
este generando nuevos desafios que afectan tanto a la salud de los in-
dzvlduoa como a la de los propios profesionales eneargados de los cuida-
dos de la misma. gste proceso de privatizaci6n de la salud‘no se limita
a situar en un primer piano los problemas del gasto y su financiamien-
to. Por el contrario, avanza hacia todo e1 aisiema de atenci6n, pertur-
bando a1 eonjunto de las prâ cticas que se realisan,’a sus principios y a
sus orientaciones. Sometiendo los criterios de la atenci6n a la conside-
ration econfimica del gasto, necesariamente se presiona hacia modelos
basañ os en la atencién médica de la enfermedad, priorisando la6 proc-
Micas de tipo asistencial en desmedro de los criterios de la prevennibn.
Eéta tendencia es mls grave aun en los cuidados de la salud mental,
15
za que ésta se earacterisa justgme e s
nt por am- ya he dicho, este hecho hace mas nscesario que nunca qoe la preven•
una
consider
alia paciñ é n
y compleja de la salud de los individnos, Ia eual
nayor amplitud de criterios en cuanto a la diverszdad necesit a de una cidn sea asumida pot I on rnismos profesionales que prestan la asisten-
ttenciñ n y la aeeptacidn de diversas de prâ ctieas.de
perspectivas en 1a comprensiñ ri cia. La categoria traditional de los factores de riesgo para la produc-
'xplicacidn te6rica del sufrimiento mental. Al condicionar los prore- cidn de enfexmedad, que se respalda en criterios mfs lineages de
presariales de eficacia, °*°°°<*^ y arapidez cau- salidad, se've cueBtionada en su validez para dar cuenta de la
iionales
:esultadosa Nos eriterios
(que no
estar en la misma Lynda que la de ca}idad dede eomple- jidad de éondiciohes sociales y culturales franeamente
a atenciéin), se violentan has adveisas’"o pa- de los trabajos que componen el libro han adoptado
togériieas. Varios
comprensiones tebricas 10f métodos de la categorfa de •vu1nerabilidad”, mls ajustada a la comprensiñ n de es-
abordaje terapéutico que sustentan 10s profesionales
:te las diferentes patologias tos factores, ya que desplaza el tema de la eausalidad desde los
los usuarios de la atenciñ n apslquicas. A la
que acepten vez se condiciona
P8 " la
facto- res externos haéia la consideracibn y evaluaciñ n de las
ser
tos econ6micos y adzninistrativos de las empresas tratados en base a condiciones del propio individuo. En otros de los capitulos se
•e sus.p;opias elecciones de profesion al o o de salud y no en incorpora la mls recien- te categorla de “resiliencia”, que nos orients
( Bajotradicional
que estas condiciones 1osestado
mente han prob1emas de los pr de rientaciñ n mas hacia la busqueda de aquellos factores que ayudan a los sujetos
ogramas de Prevenci6u,
a cargo del sector
se encuentran progresivamente descuidados eatatal de la salud, a enfrentar los desafios de la trisis y a incrementar sus recursos
o simplemente abandona- t ‘ " psiquicos y sociales para atrave-
sarla con ingenio y creatividad. Detectar aquellos factores que
resul- tan favorééedores y fatilitadores de-esta capacidad de
adaptacidn po-
dos,.,debiendo ssr los mismop profesionales - sitiva a la realidad por parte de los individuos, nos ayuda a incorporar
Cargo de estas tareas. dedicados a la asistencia toe -i a los cuidados de la salud mental criterios que pueden ser asumidos
, que
ES deb'en
destacable a lo largo de los diveraos ca y concretados por las mismas familiar y sujetos involucrados en
exhaustiva de la complejidad de 1os factores pitulos la consideracian
de sufrimiento mental la inclugifinque inciden sobre la pro- situa- ciones de adversidad, especialmente en el desarrollo de los
de modelos', tanto tedri- niñ os y en
gue incluyezt la necesidad de I0s cuidados interdis-
la inclusihn de los j6venes a la vida social y econ6rnica. No se trata de
( ciplinarios. EStOs modelos de ateneifin responden a la consigna de que que las capacidades reailientes sean seial de sujetos invulnerables a
la adversidad, por el contrario,.1os sujetos que tienen conciencia de su
1os trastomos de la salud
( Yes, tal éozrio to enuncia lason de causas biolñ gica
definicidn de la salttd de .'..' vuInerabi1id«a, que pueden reflexionar sobre ella, identificar las
°. la
psiquicas x
OMS, y iequie- difi- cultadea o los riesgos, compartir con los otros de su
ren per lo tanto de enfoques que atiendan
eomunidad' sus ideas 7 sus proyectos, encuentran facilitada la
En la actualidad .Ios profesionales de la salud ° ><mental
c mplejidad ereacidn de nuevas es- trategias tie vida,'logran una utilisacidn
conciencia aeerca de que los factores que convergen estâ n productiva de los diâ logos con los otros' y recuperan reeursos
fermeda d o suñ imiento
#O8 SVOS factores quemental son multiples para prodiicir 'mentales para el desarrollo de st mis- mos y de su comunidad.
ponen a prueba las 7 que éstoo resultan
capacidades de 1os
indiv:- duos para lograr rna adaptaciñ n positiva a las adversidades ' En esta linea se inscribe el'trabajo de Mirta Méndez Puig sobre vio-
da. Las necesidades bâ sieas para la . lencia, que recoge la experiencia de un grupo de trabajo
de la vi- (especia]roertte nutricion y el desarroll0
interdiscipIi- riario. No contamos en América Latina y en nuestro
S aludableinternas o hacia de
gmciones niiios y jñ venes), las ezigencia pats con datos éiertos sobre e1 acuciante problema de la violencia
( miliares, la pé rdida de 10s el exterior, las rupturass de
soportes que provee que1os
imponen
la cultura lasfa-
vinculos
local frenie social y familiar, pe-
a la rupture de ION. VfnCOloS sociales, la : to ésWdios renientes Ilevados a cabo por un grupo
violencia social o familiar
internacional* so- n . *Sre la tiiagnitud de este problems revelan que de
las 116.623 muertes
•-cafiBadds
£oblGmau del desempleo y la
exclusifin social, son elementos indisp‹tr ,. - i ,... , . por homieidios en la regiñ n de América Latina y e1 Caribe en
nibles trastornos sint0mñ ticos que se ex pre
san In la en unapsiq
vida gran parte de
Uica. * ;£studio.Multicentrico sobre Attitudes y Normas Cu{ttirales frente a la Violenele (Proyee-
LOS problemas psicosociales son inescindibles tfi"AczNa); que se desarrollé en Son Salvador tBtasil), Al Salvador, ten José tCosta Rita),
de los problem
copatolñ gicos en la ona de las demandas que acuden a los •Oéli'tCâ!ozñ b1a), Caracas tVenezueTa), Rho de 3onetro (Bragil), Ban lego (Chile) y Esgafio.
•EsteJes1udio.ee dingid a analizr.. y ••zzngaray p*••^!ec**s d• attitudes sobre 1a violen4ia y a
cios de galud mental
o
a los consultorios médicos y a tifi I t es personales y sociales aaoeiados com In violericia. Pin American Journal
16
P VENCJON MW HALGD MEM)Af

1994, e1 88,6 &• .eran de hombres y estaban vinculadas con problgma-


* ifteluidos los profesionales encargados de prestar cuidados de salud.
! ticas sociales. Edu Colombia e1 homicidio fue la primera causa de Este ultimo .tema es encarado per algunos de 1os autores: Elsa
mt;.er- te en 1994/1998 entre los hombres y representd el 41 9» de Wolf-
añ os pot;en- ciales de vida perdidos. Se estioia que e1 10 to del PBI berg en su trabajo sobre "La salud de los profesionales de la salud:
delos paises de la regihn se dedica a gastos derivados de la riesgos,y prevenciñ n”; Nilda De Angelis en su estudio sobre el Bornout,
violencia, presupuesto y el de Mabel Marcinavicius sobre los grupos Balint, tienen en comm
I tanto niayor a1 gasto total en salud en estos pafses. En una reflexidn lucida acerca de las eondiciones actuales del trabajo pro- (’
Argentina,sa- bemos que en sñ lo cinco añ os las consiiltas por violencia fesiorial y la nécesidad de generar espacios grupales de reflexidn diri-
familjar en los servicios p.;iblicos de salud mental se han triplicado, › gidos a increméntar .el laso social entre los profesionales mismo*. Es
produciendo ion nuevo gasto en e1 sistema de Salud que se agrega en estos espacios colectivos en que puede incrementarse la inteJigen-
at que produce en otras dependencias del Estado. Como seiiala cia sobre la realidad actual y las propiaa condiciones de trabajo, que
Méndes Ptiig, la violen- cia social y familiar sñ lo es abordable desde - hagan de elementos facilitadores de protecci6n'y ayuddn a recuperar
la prevenciñ n, una ves acontecida no hay restituci6n posible del e1 placer y la seguridad en las tareas profesionales mismas. El Sfndro-
daiio. Podemos vincular la me de Bornout, que ha tenido una gran difueiñ n en eI sistema de sa-
violeneia familiar a una serie de factores sociales, como el desempleo,
eI machismo, la pobreza, los divorcios, Ia desigualdad, etcétera, que re- 1ud de EE.UU., en gran parte preocupados per los eostos que imp]ic
querirtan de ser abordados desde programas sociales, pero cuando sus „ - e1 n ñ mero de profesionales afectados, es un indicador claro de los ries-
consecuenciaa se jresentan como demanda en los servicios • gos que enfrenta eI profesional de la salud. Aprisionado entre las con-
debemos preguntarnos ¿c6mo podemos prevents que ocurra?, ¿qué diciones éfgidas de mNtiples carencias que tienen los sistemas de
podemos ha- cer part que no se repita? sa- Ind en nuestro pats y las neeesidades de los pacientes que viven
En esta misma orientaci6n se situa el trabajo de Elina Aguiar so- situa- eiones socioeconhmicas cr/tieas, el profesional se siente exigido e
bre la desociipaciñ n. La autora analiza con rigor no s6Io e1 desempleo impo- tente a la vez para aportar desde su propio campo de acciñ n
, sino la angustia frecuente de perderlo entre quienes trabajan, y la soluciones adecuadas a los problemas de la enferinedad mental. La
. amenaza* que pesa sobre todos (e.m !eados, desocupados, profesiona- frustraciânla fatiga corp t@ y
constante, el cansancio mental, la sensacién de im-
I- . les, pequenos comerciantes, etc.) de la exclusi6n social. No duda, y lo . potencia para atender la complejidad de factores incluidos en los tras-
comparto; en analizar esta situaci6n como una forma mps de la vioIen- tornos por los cuales son consultados, terminan en muchos
era social. Sus consecuencias en los sujetos son los sentirnientos de im- una desafectivisaeidn que los despersonaliza, los disocia de la casos en
realidad
potencia, desamparo e inermidad, que empujan haéia la pérdida de los ciudadanos,
lazos sociales que unen al individuo con su comunidad y su pats. Es ..
cierto que son limitadas las posibilidades de los profesionalos de la sa-
lud mental para revertir la situaci6n general del desempleo y sus con-
sectiencias, pero sI deben hacerse cargo de los sufrimi9ntos psiquicos
que genera a nivel de la identidad del individuo y de sos viriculos
de pareja o familia. Desde eI equipo en que se desempeiia la autora,
la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, desarrollan tareas '
de talleres de reflexion con personas que atraviesan esta
problemâ ti- ca, dirigidos a una eIaboraci6n co1ec.tiva. que recupere
posibilidades de p'ensatriiento sobre la realidad actual y capacidad
de aeciñ n para la coristruccifin de estrategias de vida que perrñ itan
enfrentsirla. Estas. actividades tienen sentido de prevencidn,
porque estamos frente a la necesidad de incrementar en los propios
sujetos sociales sus capacida-
“ des emocionales y reflexivas para enfrentar una realidad que
violenta los esquemaa cotidianos de seguridad y proyectos de futuro. Y
Esta si- tuacidn afecta, como es obvio, a una gran mayoria 6e los
de sus pacientes o los enferma a ellos mismos. Si a esto se agrega lo que
Maria de los &geIes Lñ pez Geist señ ala acerca de la presi6n cre- ciente de
Jos juicios de mala praxis, comprendemos que los profesiona- les no sfilo se
ven sometidos a eondiciones estresantes de trabajo eino que ademas ven
alejarse los eciterios éticos y cientlficos que orientan cue practices,
suplantados por exigencias admnistrativas, eseasez de recursos, normas
be atencidn que dictan las empresas, y eomplejidad social de los
problemas de los pacientes que, aI no poder resolverlos con los medios
de que disponen, se convierten en criticas sobre una atencidn que resulta
parcial e ineficas.
Gabemos que la participaci6n comunitaria, es deeir de las familiar,
105 mismos usuarios y los profesionales, es Io que puede asegurar la
identifieaciñ n compar'tida de los problemas, Io• diagnasticos de situa- cion
adecuedos, la evaluacifin de las necesidadea y la provisi6n de los reeursos
para las acciones eficaces. Sabemos también que esto no es to que eota
ocurriendo en nuestro sistema de atencion de la salud. Los profesionales,
que son la Para expuesta del sistema de atenciñ n, son
18

también los mls expuestos a hacerse cargo de las carencias y las fms- » -' lntroduccidn
traciones de la poblaciñ n que necesita atenci6n y nos consulta. Uno de,
Nos prinoipios fundantes de 1s Salud Mental ha sido el de situar los
problemas del sufrimiento y la enfermedad oriental inks en relaeidn Escenarios actuales en prevene’lOn
- con las condiciones de existencia de los individuos y grupos humanos. ’EfselTof@erg
Muchos de los aspectos sociales que se conjugan hoy a toe
problemas psicopatol6gieos debieran. ser respondidos por los
zervieio• y los profe- sionales que brindan los 9uidados de salud. Isa Hace tslta una eiudad entera
era y sigue siendo una condieibn en las nuevas pérspectivas de
atenci6n y factor esencial pa- ra una consideracidn integral de los D1tH0VyCANO
culdados a la creatividad e inteli- genera de los propios
.trabajadores de la salud. -
Creo que a lo largo del libro se vislumbra que las condiciones actua-
lés de la atenci6n y la preveneiñ n estân incrementando la
vulnerabili- dad de las personas (tanto fisicas como mentales y
sociales), especial-
mente las que asocian a sus nondiciones de pobresa y marginalidad at- j p p qué In preuencidni
gin ixastorno patolhgico. La integraci6n social, la parficipaei6n de
los indwiduos y grupos en los intercambios econ6micos y simbñ 1'icos de ais
su
vida comunitaria, constituyen factores eaenciales para la eficacie de
las aecioneé de prevenci6n, ya que formah parte nuclear del desarro- 1 d t0DlO la
llo humano. Creo que este libro se situa en la senda de aportar ideas Nue o a o ta un isi el
es
c
y estrategiai ereativas e inteligontes, a sabiendas de las difieultades erae
dasei en las ca as 'rots obres m$s ais\adas e sociedad,
que enfrentamos, pero también con la conviccihn acerca de que identi- aiadigmas para la prexeiici fin. Eas per-
tempo e coast ezaz nuevos p
ficaé los obstâculos, comprenderlos, generar espacios colectivos de entramadas en un mnbiente
evidencia quedemues-
rela-
pensamierito y acci6n compartida, es lo que' puede ayudar a mejorar ciones sociales y vincul••- ^Y "^ & an cueipo de
nueatra capacidad creativa y nuestra inteligencia para seguir apor- vincu OS de witegraci6n
( tando a uri trabajo profesional que no renuncio a la racionalidad cien- tea la eelati6n entre la d e.
extensiñ n o s
dci o ni ui
tlfica de los conocimientos ni a 1os principios éticoa da au prfietica. edes o M ede e 1 d. que ea e1 marco de
E o a a un b’
nuéstrobb oy compartido por todos autores. Este libro nace en-
de temâ ticas actuales
tonces a la luz del deseo de pensar una serie que es necesa-
desde la potenciaci6n de toda la salud posible, para las
rio reflexionar, innovar, crear, invest3g8£.
Desde el Cgpitul0 de PsiquiatFia Preventiva de la Asociacifinde Acredita- de
Psiquiatras Argentinos (APSA), en el marco del Centro
un grupo de profesionales hemos reu-
este libr0.
ci
nosn y Educacidn Continua,
'- — nido paia esta tarea, de cuya connue9cia se ha c0rif0Tmado de adopter la
.. ... En 1992; la Asamblea de la OMS aprueba el compromiso 1 s y una de las
I ¿6 ri ari£l en sus I

one q e o posibi it e el od o de ud e \a gramado por


en 1987, del cuat surge que las tradreionales aceiones
g5 FIG)
de prevenâ i n e daria
'bl
o a ot si e
20

Figura 1. El rango de acciones en salud mental 1’ 1- En e1 érea biol6giea, pgi ejemplo, IN previinci6n de déficit del
(Tornado de Leighton A., 1987) desarrollo cerebral, los estudios epideniioldgicos latinoamericanos ru-
dii:an que hay una tasa de retardo mental entre un 8 y ua 84- por mil,
su oniendo un alto costo social y ni que decir individual y familiar. Es
conocido el'papeI de los nutrientes en 'e1 desarrollo del cerebro, urio
de los euales es e1 yodo. En America Latina, 60 inillones de personas
es- tin en riesyo de ser afectadas por déficit de yodo en la
a1imen{aciñ n,
del aprendizaje consiguientes.
Uti profesional de la salud mental puede hacer aportes valiosos como
pñ té de us equipo de salud acerea de la manera'inejor en que se pue-
de imptementar en la comunidad, por ejemplo, la educaoiñ n sanitaria

2- En e1 nrea psicosocial, por ejemplo, las consecuencias de pérdi-


da de seres queridos y 'duelos, situaciones de crisis por antonomasia,
son un cmpo fértil’para la prevericiñ n primaria de *ulnerabilidades
psicosomñ ticas, uno de nuestros temas. Intervenciones simpler y bara- (
tas que apuntan a aumentar la microtram a social de sost4n dé1 sujeto,
son altamente efieaces a jusgar p r innumerables trabajos de investi-
Por otra parte la niagnitud de los trastornos psiquiatricos en Amé- gacidn. También en lac crisis que ocurren a raiz de la pérdida del em-
pleo, otro de nuestros temas, que pueden derivar en trastornos diver-
rica Latina demandan estrategias adicionales para reducir los riesgos. 608, alcoholismo, desmoralizacidn suicidio, intervenir con abordajes.-
Eso sign aca anneeeu ar gas ea anieon.eaaraadpreven.tion primarin y que . eJe e eer•mrseenpip £• p
o uuntuarioJar'a fos profe- p lib pe n rio. .
En éreas soeioculturales, QO¥ ejemplo, trabqjar la bQaau-
Este libro se alinea en esta direccifin. Para ésto es necesario veneer toestima de los adultos mayores puede prevénir situaciones de
e1 esceptieiemo propio y ajeno acerca de la base cientifica de este que- viot9zt- cia doméstica, como tainbién veremos en un capitulo. La
hacer y debo subrayaz que ezs ecle rnomersto Jtoy eiiiderieéos cientf• modificacibn de un patr6n cultural y social vigente a través de diversas
flego supeienles que âpoyan la prevéneiân primaria. mediacio- ries como la escuela o e1 hogar, puede tener impacto en
La.Imr earticula di- la saliid men- taI de la poblaci6n, st desde e1 conocimiento de la
.xexsos_nam c n ac i n endo c enc as o a prevenci6n en salud mental, nos incluimos en programas existentes.
conductual también a la medicinal la salud publica, el ere o y La funeion prioritaria del libro es proveer de conocimientos actua-
lizados acerca de problemâ ticas actuales y los aportes de los idñ neos
otros disciplinas. La sinergia entre los trabgios sobre factores biol6gi- sobre enfoques preventivos a efectos de adquirir categorias no sola-
CO GO 0 O socioculturales y sua influencias interactivas, con-
mente con el fin de pxeueuir'• ”euita hacer echo” sins de promoaer
verge en la prevenciñ n de trastornos mentales asi como en la preven- sa‹ua: "aesarro a es o— ” g
cién de recidivas, comorbilidades, disca acidades y consecuencias fa-
mi races a versas e en erme a es mentales y somaticas sexeras. Vemos que ésta formulacidn plantea fundamentalmente el insextar
opciones personales dentro de nuestra mente y la de las personas a
eo ea e aac eva e o e de odo o t astor- las que nos dirigimos, aunque no esté en nuestras manos modificar
nos no este dilucidado como para poder fehacientemente prevenirlos, sus condiciones socioeconGmicas.
pero tampoco son claros todos los inecanismos en las enfermedades La esperanza en e1 nuevo milenio es ampliar eI campo a la salud
cardiovasculares, y sin embargo los conocidos se previenen y se tratan po6itlvaen cuanto a investigar que rol tieneñ los factores
de controlar.
En ese docuniento de la OMS las acciones en prevencihn primaria . conductua- les, psicolhgicos y ambientales en promover la
recuperaeion de la tras enfermarse y también en la resiliencia y
que se citan estâ n orgarnsadas seg6n Areas: _ en la resis•
25

.g •z.;'-• rialmfis bgja que los opuestos. Sujetos ereciendo en hogares con contacto
disfuncionales que aumentan los riesgos: alcohol y abuso de 'lrogas, te- „, cercano con los padres, 35 años mâe tarde tienen menor iocidencia de co-
ma que desarrolla el Lie. Ghia, trastomos de la alimentacifin escrito ' ronariopatias, alcoholisaio, ñlceras e hipertensi6n.
por la Dra. Borel. Hay multiples programme en distintos palses del • : Los trabajos mls.abundantes sobre efectos saludables son los he-
rñundo, por ejemplo interren0iones.tempranas en niños de padres di• ,- Whos sobre relaeihn entre soporte eociaUaalud, mostrando que la in-
iorciados, trabajo con inujeres embarasadas para prevenir el maltrato teraccibn social incrernenta la fortaleza, y disininuye la morbilidad de
intantil.(tema at que se referira la Dra. Atbarracin), prevention para • ”' los individiios, aunque no se sabe con certeza cuâles son los mecanis-
adultos desempleados eomo desarrolla la Lie. Aguiar, y otros progra- - mos bioldgicos que to trasportan, Io que llevarâ a investigaciones que
mas. Por‘supiiesto que la prevenci6n se sostiene-sobre una responsabi- “ correlaeionen factores psicosociales, esperanza, soporte, sentido, con
lidad SociBI con.programas de educaciñn y promociñn para los indiw- la neurogénesis, siatemas anabélicos y de crecimierito y expresihn gi-
fiuos y otros de soporte sociopolitico con organisa9iones comunitarias- g nica. De esto se' ocupan .la psiconeoroinmunoendocrinologfa (PNIE),
La prevenci6n es un deñafto multidisciplinaiio porque la relaci6n en- las neurociencias y la biosociologia.
tre informacibn, educaci6n, y prevencifin no es elara ni lineal. Ppr ejem- “ Vener uñ enfoque biopsicosocial a1 cuidado de las personas permite
p1o, la informaci6n acerca de la obesidad es clara ask como las ventgjas
de la restriccifin calñrica, sin embargo en varios parses —en especial en • ‘ extender las vulnerabilidades a enfermarse y también usar los medios
USA— hay una epideosia de obesidad. beta aumentfi del 128a aI 179c en- terapéuticos biopsieosociaies para prevents, tratar y rehabilitar a los
tre entre 1991 y 1998 y sigue en aumento. Le cuesta al pats 70 enfermos. También para' promover los resortss de la salad humana.
billone- s/año en cuidados de salud directos o indirectos. Estdn en juego ’‘ Para que el soporte social promueva salud debe proveer un sentido
motiva- eiones personages, valores, habilidades, factores _ de pertenencia e intimidad y debe ayudar a la gente a ser mas eom-
sociopohticos qm perzpecHuas de uturo y recursos y contextos que petente y eficas para st mismos y para los demos. Es en este sentido
sostengan, para cam- ’ que esperamos que los efectos de la lecture del libro al incrementar co-
biar. - nocimientos y capacitaci6n, tambi6n sean proveedores de salud para
los lectores.

'. S‹ifuñ de los que euidan


_ . Bibliografia
Algunos artlculos estân dedicados a las dificultades delpereonal
de sitlud, cuya prevencifin creemos que es neeesaria prioritariamente, DfinTEn C. S.: NeuroeiAotriiie persgeci:ices of speiol ottachemeist ord love, pe y-
sea por nosotros en sf, sea que to que aprendamos a hacer por ohoendocrinology, 1998, z8.
nosotros riismos, nos eapacitarñ mejor para haéer por los demas. El Lr'UA I.: °Prevenci6ii primaria en toe prograinae de salud mental. cs •ibleo
sindro:are de Burnnut, los juicios por mala praxi9 {a Malta de imposi- b1e? ¿Ahora o luego?’' Acta psiquigtrica psicolñ gita Amériea patina 1992,
38 (1). Burfue M.: 'Psychosocial resilience and protective mechanisms" en
educaci6n
médica para nfrontar las tensioner del trabajo con pacientes, Mxsnzn B.,

la falta de di8positivos intrainstitucionales para procesaz• las •- Gicfietti D. leds.): fish and protective (‹retort iii deuelapmént â(psyohopotho•
togy, MY, Gambridge UniversiJ Press, 1990.
ésperieneias y las tensiones laborales, determinan trastornos Rxrr C. D., Sioosn B. H.: myopsychologieal challenges of the new mitlenium“,
en la salud somatopsiquioa, que es necesario " Peych. and Psyehosom, 2000, 69.
conooerypreve• nir. A esto se referirâe. los Dres. L6pez Geist,
De Angelis, Wolfberg, Marcinavicius, Mazzella, Heumann.
Entendemos que ejercer preven- eidn y euidar de nosotros mismos,
nos habilita mejor para ejereer pre- verici6n hacia quienes son
objeto de riuestros cuidados.

Promociân de la Salud “
Se havisto que a6ultos optimistas y poco ansios0s tienen pregién ante- ” .
Prevencién en ciudades
de complejidad crecieute

Prevencion en e1 escenario actual. Redes.


(' Prevencihn y violencia.
Preveneidn y desempleo.
Prevenci6n y estrés oeupacional del personal de salud.
Sindrome de Burnout.
Prevencidn y mala praxis.
Redes nomades, algunas reflexiones
desde una pracfica de interveñ eion
institucional

“ñ f e/orismo es otra cosa. No tieiu• soda que ver cow sistemes,


(oi-niuIas ni eoricegtos. bsl aforismo es uu Itufo, rna. (u:erra
o juego de /izerzas que pretends remorse hoeia aI extei-ior;
fe,ios de eonstituirne ey e'rpresi6n de una i+ttiinidad
o de uit coin:epto es uriimpulso Ian:zodo macro. et mundo,

la eituaciân: una pugsta en abismo


.En las seoianaa en que este texto estaba naciendo un evento de con-
seouencias impredeeibles sacudiñ definitivamente cualquier apacible
siesta .de fin de la.histona. El atenta6o del 11 de septiembre no sñ lo
cambi6 el clima de produccidn sino.que se metio. en e1 corazbn mismo
de la materia prima sobre la que intentamos reftexionar.
A partir de. entonces algunos textos eomenzazon a movilisar sospc
chas sobre el uso de Internet, intentando generar un eorte en la
circu- laeidn de confiansa y un cambio de sentido en los flujos
de.las redes. Esos textos por un ludo instalan (o despiertan)
paranoia, pero por eI
. otro, su propia existencia invita a reftexionar sobre la'fortalesa de los
,..imaginarios que venfan circulando y sosteniendo este campo.
. . Apesar que la perspective de redes sobre 1a que estainos refiexionan-
...6o es la de redes de personas, subyace una hipdtesis sobre e1 rol
central que Internet —como una realidad pero sobre todo homo una
analogia o
met4fora— habna jugado .paxa eaplicar la llamativa convergencia de
muchas ciencias distastes entre st, generada akededor da la nociñ n de
,.redes. Si la analogta fuera mas fuerte que la reflexiñ n epistemol6gica so-
bre un nuevo disposjtjt , estariam
osfrente
La s'empre posible existencia de redesa un problema. de si ’ficado sentido a esta vaziada diversa institucionalidad,
por sus fines o la existencia perversas por sus medios ,.: : Si e1 sujeto aocial se constituye por des-individuaoi6n y las re es se
y/o constituyen a través de la constitucion de vfnculos, independientemen-
perversidn en las redes te de que .circulemos entre niveles micro o macro-sociales, son estas re-
como en cual-
cambia el sentido d.e' estas
quier otra
pero sin lugarinstitucionalidad laciones las que sostendrdn ese constituirse.
alabras; . „ i. .
ci6n que podiaa verificarse
dudas, produce In impacto
en la blbliografiasobre una
y en la cierta i dealiza- ’Ibda la constelacihn de sentimientos humanos puede circular por
produ en
°ampo, é6ion en este las redes y la misma noci6n de redes puede resultar meramente des-
un contexto en que la “paranoia dormida”
lestia algunos procesos de dem
parece encontrar ahora justificacian
ocratizaci que vefa cpu y9. criptive del conjunto de relaciones que de hecho sq dan en la sociedad,
para dn generâ dos por Internet, ya sea que Io percibamos desde la perspectiva de cada sujeto u obser-
para la circulaciñ n de informacid
Habrâ desplegar aduanas y peajes vando las peculiaridades y lac regularidades de las eonfiguraciones
que hacer un n en “la” red.
que se generan més o menos espontâ neamente. Sin embargo, es nece-
inversihh de los esfuerzo
o para mayor, en adelaat
producir sario precisar que cuarido, en este trabajo, hablamos de redes rig nos
contrafluj t que construyan
flujos
lidaridad y confianza e, par a impediso-
(i forfaleciendo el sentido de las redes estamos refiriendo a la mera descripci6n de las relaciones sociales e
pacio libertad, de creatividad y como una herramienta£•Omo un es- institucionales sino ciertas formas deconstructivas de estas relaciones
de para la pas. que permitan la emergencia, la insumisiñ n, la reconstituciñ n del suje-

!! Resumen to-eamfo as o subo di ada a a a 1 de e ou u t re-


saltaba cuaqdo decia ‘el aujeto estd sujetado".
En este trabajo exploramos Silo en este sentido podemos dar a las redes un carâ cter preventi-
gunas nodo i con una perspectiva de
preveneiñ n al- vo, preventivo de la alienacién a la que el trabajo o su ausencia, las re-
(. pr8eticas nstmmentos generados
ries e en el eontexto de divezsas laciones subordinadas, eI aislamiento, entre otros fen6rnenos, puede
de intervencifin institutional. llevar en:la sociedad contempor8nea. Nos estamos refiriondo entonces
de las redes sociales y su inf1uencia Se analizan las' as
organisational, fas yoraag como mms reciente S0bre e1 m undo de lo a la..inat8laci6n de un dispositivo contracultural que resulta ajeno a
e1 concepto de las formas predominantes de funeionamiento de las organizaciones y
la teoria de la organizaci60, la redes ha contribuido de la sociedad misma.
*^PaOrtancia de
ylaintem enci6n en las redes de personas, centrar la ob$ervaeidn
forma como se puede ges- Cuando hablamos de lo social y de lo institucional no se trata de dos
la
. fioEta r la generaci6n,ee1 crecimiento espacios
presentan algunas speculaciones y el sostenimien atrapado. en
independientes, podemos
redes familiares estar
y soeiales tratando del mismo
“desempoderantes” o en sujeto
redes
to deentre
sobre las relaciones 1as redes..Se
redés:y
P °tmodernidad y la forma como la institucionales alienantes. Perisemos en la extraordinaria vigencia de
Undo la eoherencia entre or nocidn de redes ha venido sustén- las situaciones de pérdida del empleo en donde e1 sujeto se enfrenta a
fluevos movimientos
ganizaciñ n y fines en los
sociales. la doble amenasa de perder un ingreso y un lugar de pertenencia y de
denominados enfrentar una desafiliasi6n de su niicleo familiar de los beneficios so-

El sentido preverit cia1es.,que este conlleva.


ivo de la s redes Utiliso adrede la palabra redes aqui para llamar la atenci6n sobre
' La posibiiidad de exptorar una nocidn e1 posible uso de las redes como dispositivo de taptura. Resulta nece-
A mismo tiempo en que puede circular y ' sario estar atento ya que podria sueeder que nos encontremos en si-
cias de organizaciñ n social, las escenas terapéuticas, tuaciones en que ”El suJeto queda !implieado de tel forma que no tiene
en la organizacidp de frentes,en.Ias exg lii espaeio ni tiempo para esfob/ecer su pro'grama, podriamos deeir su
asoeidiiion
aeiones, en eI rediseiio de organizaciones eartoyrafio su estr«iegia, su fdciiea, su mieropolitiea. betas situaeio-
’ n o en Ids relaciones! inter
acionales, requiere una explicaci6n. nes.diri zalidas, de no eleeeiân, o de propuestas bipolares, son tipieas de
Evidentemeate m$s allfi de las marcadas
de organizaci ñ n a los que nos estamos foe aparatos de.-eapIura”!. El alerta en este sentido debe ser constan-
bre todos 70S vinculo s In re as refiriendo,
di son las pérsorias
personas los ferenoias en. yso-. ga D., “Al desamparo y la Publtco” en 6oues/ae Institilaionales.
t
e y
.
queeso ine
prov , .;.„/.
33

Pampa, Salta, Jujuy, Misiones y Mertdosa sirvieron de mareo para ex-


te en un juego dé insiimisifin.
perimentar dispositivos tales como visi6n compartida, redes desde ta
En consecuencia imaginamos las redes como preyentivas en la medi- autonomla, mesas de acuerdos, etcétera.
da que sirven para constituiy al sujeto .como tal en redes ‘emponde- El mâ rco dé esta expériencia incluia varios supuestos, uno de ellos
routes" fern.powemeaI) que respaldan, habilitan y au.tonomizan o para la autonomla relativa entre programas que generados en diferentes,
rescatar al sujeto de contratos alienantes y culturas monientos histñ ricos., con diferentes l6gicas; diferentes recortes pro-
organizacionales que se sustentan en la pérdida de conNo1'de1 propio blein3;ticos y poblacionales debian de todas formas confluir en
proceso de trabajo. cada provincia reforzaiido los ejes de la poEtica social.
Un tercer escenario se plantea en el añ o 1996. La Secretarla de Sa-
“ ” Ind Publiea de Rosario era —y continua siendo un hervidero de ex-
Contextos. de descubrimi“ento ploraciones, eñ sayos, escuchas alertas y ap1icacioneg responsables de
todos aquellos aportes que puedan traneformarae en herramientaa pa-
La incorporaci6n progresiva del instrumental..de redes en una prâ c-
tica de cooperaci6n con organisaciones del cmpo social y sanitario,
adquiere relevancia en la medida que e1 contexto de ra mejorar la atenciñ n y la calidad de las organizaciones que la cons-
descubrimiento ayuda a comprender muchos de los rasgos, de los t tituyen-
' El aire de reformas era muy fuarte en todo el Municipio y nociones
énfasis y dé lasdeno-
E1 primero ciones
estos que hemos
contextos.1o logrado
const‘tu explicitar.
ya la Direccifin Provincial ’ como iegionalizaci6n y descentralizaeifin de la Ciudad o vecinos parti-
”de Salud Mental de CGrdoba en donde entre los añ os 1983 y 1991 se cipando ya estaban instaladas como ejes innovadores de politica. (

desarrollñ un intenso proceso de reforma. La participaci6n en un pro ” la expeneneia de hands se refiere o una intensa ezperiencia de salud mental
eeso de oapao,itaeion por encuentros ezi gran esoala tuvo como eje - cñmunita-
temñ tieo la programacifin local y los desarrollos de planificaciñ n estra- ria deeerrollada en up hospital del Gran Buenos Aires entre 1966 y 1972.
tégica pero instalados en un fuerte eje directional que se expresaba co-
mo “Hacia la eonstrucci6n de redes en Salud Mental”. Dispositivos
co- mo la capacitacibn por encuentros, el trabajo con grandes grupos,
los
ejercicios de aplicacifin a los propios â mbitos de trabajo se incorporan , ,
• en esta etapa.
Una mirada retrospectiva sobre la fuerza de este movimiento —en-
cuadrado en las politicas nacionales de salu.d mental que en plena re-
euperacion demoerâ tica retomaba las pioneras.experiencias del Equi- ’
po de Goldemberg< en Lanus y se nutri6 en la rica experienéia de la
reforma psiquiñ trica italiana— permite reflexionar. sobre los multi-
ples subtextos que circular en este â mbito en. relaci6n a redes'y la for-

- ma casi capilar como esta nocihn impregnh el trabajo en salud mental


, eat diversos lugares del pats.
Un segundo conte o de aplicacidn se crea a partir de una experien- - ‘
era de capacitacion génerada en el marco de un programa de la'Secreta-
ria de Desarrollo Social de la Nacidn (SIEMPRO) ctue demand6 la pers-

, pectiva de redes deade la necesidad de articulaci6n que ie generaba la


gran superposici6n y heterogeneidail de péogramas que caracté risan la

politica social hasta nuestros dias. Los trabajos en la Provincias de La ,..
El tema no se install en las primeras discusiones, pero se necesita- ( ba
seleccionar un eje que fuera capaz de dar cuenta de cambios en la arquitectura
organisational de una eompleja y heterogénea infraes-
tructura de servicios y el referential geogrfifieo era muy fuerte de ma-
nera ta1 que nozioneu como zonificacibn, éreas programâticae, regiona-
lizaciñ n de la salud resultaban cast saturates en el momento. (
Ala distâ ncia podria suponerse que fue el carâ cter des-territoriali- sante de
las redes e1 qua aao puso en una dicotomia con las otras no-
ciones mls geo-refereneiadas pero creo que no éramos,tan concientes - de
ello, aunque ya circulaba la comparacibn con la' Ciudad de Buenos
Aires' y la idea que una descentralizaci6n muy precoz habia, al menos
en parte, inhibido en ella el desarrollo de la atenci6n primaria.
PesG mds en las lfneas argumentales e1 descubrir que redes era uno de
los primeros dispositivos y ejes de polltica que podia traer un men- saje
decodificable por todos loa trabqjadores de salud de la Secretarla,
indep'endienter ente de su lugar de trabajo o categorla profesional. Un
concepto que traia un mensaje de cooperaci6n y articulaciñ n y que no
instalaba contradicciones dificiles de conciliar como sucede con otros
conceptos de circulaci6n frecuente en eI sector, es decir que no resalta- ba
una parte en desmedro de otras.
Podrla decirse a esta altura que la idea de democratizar, articiilar,
conectar, coordinar se sintifi mejor expresada, més fibre con e1 uso del
concepto en plural: redes circulaba mejor que red y denominar a toda la
infraestructura de la Secretaria como una red de redes le devolvia
au unidad.
q -, de ilustrar este punto puede ser enunciar que rédes puede ser vlsto co-
Representar las ezpectativas de cerca de 3.800 personas, que po-
- mo una a1tern„ativa por quienes:
• quieten constituirse como sujetos y provienen de una experiencia
" drian eventualmente articularse alrededor de la palabra redes, a su
ves tendrfa sentido, no porque cerrarfa una especie de isla perfecta,’ai-
no porque constituiriamos o profundizariamos redes abiertas, lo. que de eompartir ideas y objetivos y se organizan en grupos-red o en insti-
“ tuciones-bed, trayactoria a la que denominaremos: “tejiendo redes o
significa abrir estaa redes y articularse con otras que la misma socie* ' conslituyéndose como actor”. -
dacha ido generando como verdaderas estrategias de supervivencia o • participan de organizaciones relativamente pequeñ as al
como muestras firmes de solidaridad. menos en relaci6n a los objetivos que quieren lograr y qiie piénsan
En todos los casos existia un diñ logo implicito o ezplicito y una in- en esta- bleeer coaliciones, aliansas, asociaciones o federaeiones con
" fluencia en ambos sentidos entre las noeiones de redes y planificacifin otras or- ganizaciones en forma de redes avansando en una llnea de
estratégica lo que permiti6 enriquecer los. instrumentale8 teñ rico-me- parcerias o partnership: “sustentâridone en redes o asociacidn con
todoldgicos y compensar las connotaciones extremas de ambos concep- identidad”.
tos, en diversos sentidos que comentaremos un poco rnés adelante. • pueden pensar formas de canalizar la energfa creativa que se
Otras experiencias como la cooperacidn técnica con la Red UNIDA li- bera en los procesot de deconstrucci6rr de grandes organizaciones
y e1 Foro del Sector Social se encuentran en pleno desarrollo. je- rarquico-burocrâticas, sobre-estructuradas, reduciendo la
sensacidn de salto a1 vacfo que puede sentirse en la medido que
( cuestionadas o no, las @andes instituciones crean un marco de
certesas: “redes de se- guridad o eanalizando la des-
( Aprendiendo de la genie institueioiialtzacidn”.
Aunque es pertinente afirmar que: redes pai,-ece ser la forma espoii- Este trio de trayectorias que acabo de enunciar sirve para
tânea como la gertte se organira no 9s posible igriorar que estas formas explici- tar que los acercamientos y perspecfisas de redes pueden
ozganizativas son parte de la experiencia y de la memoria coleetiva. aer distin- has, nuestra propia trâ yectoria recorre mls la del segundo
Sociedades de fomento, clubes, gremios, partidos politicos, iglesias, in- y tercer ca-
'cluyendo la larga tradicidn de organizaci6n de los pueblos originarios, . so en donde puede verse a redes como coaliiiones o como parte de los
las organizaciones barriales, las ligas y movimientos agrarios, son dispositiyos de des-institucionalisaciñ n.
so-
lo algunos ejemplos que ilustran este punto."
Los trabajos de C. Slutaky y de M. Ellcaim muestran la
perspectiva de redes en un roI nuclear al identificar a las redes
como parte de los i Resulta necesario dedicar algéin espacio a las instituciones o at menos
( mecanismos d n*titutiñ n del sujeto, ponderando el ro1 que juegan las a los modelos organizacionales predominantes sobre todo en los servicios
redes en la contenciñ n o en la resistencia de personas y grupos, ct pub1icos.en donde el modelo jer6rquico burocrâtico reforzado con
not (favorable o no) que pueden jugar las redes en los procesos disposi- tivos tayJoristas de espeeialisacidn y sobre especiaJisaeiñ n genera
terapéuticos. un mo- delo prodiictiyo en oeasiones de gran eseala, pero con bajo
Slutzl‹y describe un conjunto discreto de funciones bfisicas de la red involucrâmien-
tory en o.casiones con escasa o at menos dudosa capactdad resolutiva.
social de cada persons que incluye: 1. compañ ia social, 2. apoyo emo-
cional, 3. guia cognitiva y consejos, 4. regulacifin social, 5. ayuda ma- _ ' . Lo verdaderamente complqJo de este tipo de institucionalidad es
ttue .resulta funcional a un tipo o forma de produccion “el poder
(. terial y de servicios y 6. acceso a nuevos contactos.^ produ-
La constituciñ n de redes puede 8er demandada pai-a conformar tra- —sqñ alaba Foucault— y su presencia resulta tan abrueiadora-
yectorias partir de diferentes situaciones iniciales ya que en cierto .:meI!te. hegezaénica que tanto a quienes trabajan en estas organizacio-
modo se puede decir que “la posici6n dicta la estrategia”. Una forma :nes; a:quienes las utilisan y a quienes las conducen se les' hace diticil
. pensgr que pueda haoer otras formas alternativas de organizacidn.
Los trabajos de Bertuteeli posteriores a la explpsi6n de Rfo &rcewo ilustren adecuadamen-
..'..:. 3i..pgnsamos la dempcracia eom0 un dândose” mls 'que como algo
te la relaei6n entre redeu y menotia colectiva. her presentaci6n en el 9‘ Gongreso de Salud ."da.dp!', para quienes pensamos en los procesos de construction profun-
di¿aciñ n de democracia, la discusihn sobre eI cambio de los modelos or-
* Vale la pena seiialar que entiempo
eontextos
unade discusidn
alto desempleo la caliñad y cantidad
dé naturaleza de contae-
politiea.
tos se vuelve un predictor fundamental de empleebilided.
66 37

. En parte porque st en la ;nisina socie,dad .1gs .procesot. " niszoo que se 'encuentra por detris de los
proceâ os de sobre especiali-
de.democrg tizaciñ n padecen de avanées y retrocesos, hay zacion que han producido mas ventajas
profesiones de salud. ecorrñ mje
que.pensar quo eatos procesos se encuentran aun mls demorados as qtie poltticas a
at interior de las insti-
tueiones. En laa organizaciones reales se percibe que la alternativa organiza-
Las grandes organizaciones se cioientan hoy en una compleja y pro- - eional a las piramides, sobre todo cuando el conflicto (
debilita e1 factor
fusa division horizontal y vertical del. trabajo que sobre simpIificada- , (cohesiñ
coqjuntondedefragmen
la autoridad" son los archipiélagos, la feudalizaciñ
toe organjzacionales que adquieren sir propia n, un
fun-
mente encuadraremos con la analogta de !'pirâmides". -" 0i0nalidad, desarrollan sus propios'proyectos y propuestas ysemoG-
La funcionalidad de la divisi6n vertical del trabajo se explica en lisan como pequeiias 60b-organizaciones autñ nomas. .
términos de Payol como “La autoridad ea el memento de la Lo curioso en las configuraciones pira -tid
organiza- ciñ n” y a pesar que .este enunciado ha resistido el paso del éstas se desempeñ an como polos extremos e y archipiélago es que (’
de un movimiento pendu-
tiempo, au- en las historias institucionales. La autoridad es e1 cemento de la
tores mls recientes llaman la atencidn sobre. el rol de mediaci6n y “ organizacitin, pero traG una crisis de legitimidad “todo poder
resistencia”, de ta1 forma que el archipiélago este
amortiguaci6n que cumplen las diferentes instaneias y nivéles de la genera
organisacibri adecuando las brechas que podrtan existir entre loe obje- éncerrado en po- tencia dentro de las organizaciones piramidales.
tivos politicos y los operacionales en una misma organisaci6n. En el otro. extremo los archipiélagos entran en progresivis crisis de
El comportamignto burocrâtico puede hoy ser calificado peyorativa- - eficacia y como las crisis son legitimadoras de altas
mente pero en boca de uno de sus tedticos M. Weber sonaba a afirmar también: en todo
concentraciones de poder* se puede
virtud; “comportamiento ajustado a reglas” es una de sus archipiélago hay una pirdmide en potencia.
definiciones favori- tas y permite imaginar a la organisqcidn como
una gran mâ quina ra- tional de'persorias que s61o hacen 1o que Redes de personas
deben hacer.
Crosier por su parte relevando 1as impresiones de trabajadores in- Sea cual fuera e1 origen de las trayectoriae que nos condueen a re- (’
dustriales franceses muestra otra faceta reforsadora de esta des, e1 enunciado fundamental aobre lo que estamos
hablando nos He-
imagen cuando menciona que en situaciones de maleatar o queja, los .va a enfatizar que estamos refiriéndonos a redes de personas: es cier-
trabaja- dores no enctientran responsabilidades mls ally de los to que en la bibliografia existen otros referenciales de redes teeno16gi-
primeros .dos tbs, organizacionales, cibernéticas, etcétera.
niveles “de supervisihn de los que dependen, mostrando la gran funcio- ” “ Sin embargo nuestra propuesta enfatiz6
desde e1 principio que
nalidad de opacidad/ transparencia que exhiben los niveles de la orga- . eran los vlnculos entre las personas y es la circulaciñ n entre éstas
nizaeiñ n, segñ n en que sentido se observé, “ventaja” que se pone en lo que produce las transformaciones que nos estamos planteando.
evidencia cuanto md alejados estân los objetivos institucionales entre El uso de los niveles o la profundidad de los vinculos tiene relevant (.
quienes detentan la alia direecibn y quienes trabajan en la lfnea de cix y aun a pesar de su carâcter esquezrtâ tico (o guises por ello mismo)
operñ . como. un marco. de referencia para planteos tanto de diagn6sti9
operaci6n. de la situaci6n actual de la red como para plantearse metas de profun-
La divisiñ n horizontal del I abpo, por su parte, es consecuencia dizacifin de vfnculos.-
di- recta de las nocionqs de Taylor, luego perfeccionadas por otros La secuencia de niveles la hemos pIanteado6de la siguiente forma:
dispo- sitivos mls modernos, que abona en el sentido que las mismas 1. Reeonooer que los otros existen: requiere y geneéa aceptaoiép.
organi- saciones resulten permeables para adoptar nuevas
especialida;1es y sub-especialida6es, y reaetivas cuando de la
incorporacion de profesio-
nates o saberes generalistas o transversales se Grate. La conexiñ n en- •-
tre estos conceptos y sus reforzamientos reeiprocos viene de la mano
de Flippo° quien enuncia “cuanto mls simples son las decisiones que
se toman en la Enea de decisi6n, .mls sencillo es conceritrar. poder en Flippo A., Admiiiislracidii de DoiHitigencins.- •;-

•• la cabezo de la organizaeihñ ’ lo que permits moatrar la funcionglidad


de pérdida de control de los procesot de trabajo y pérdida de protago-
Al comenzar desde un concepto que puede parecer muy bésico
ex- plicitamoa también la frecuencia de situaeiones en que los
“otros” no son ni siquiera reconocidos como pares o
interlocutores,instando a re-
-w 6VerRuereM„I99A
38

son ni siquiera reconocidos como pares o interlocutores, instando a re-'


flexionar aobre hasta que punto este "no ieconocimiento" 5. ooiar(se)® desarrollar proyectos comunes: requiem y genera
” ’ €On§dD¥B.
constituye’ un obstâ culo absoluto para esta construccidn.
En este nive1 o profundidad de vinculo puede verse como e1 rivel
La frase “los otros también juegan” es una expresiñ n frecuente para
de confrgnza alcanzado permite im'a ar é1 desarrollo de nuevos
advertir sobre los peligos v la poca fertilidad de los anfilisis proyec- tos que ninguna de las partes piiestas en'red podr‹a haber
cerrados. emprendi-
'- — do por calidad o alcariee. por st sola.
2. C'onocer Io que e1 otro/a hace o es: requigre y genera interés. La eoiifianza agm opera tomo prerrequisito y producto de esta acci6n
. Abre a las posibilidades de una construcci6n multicultural abrién-
( dose a la posibilidad de que nuevos "otros" relevantes, comprendidos “' Como puede observarse, en el centro dg gravedad de esta propues-
en sir subjetividad; complemeriten o amplien nuestras pzopiaz pero- - ta estfi e1 vinculo como unidad de ied. rs1 câ mpo nos peimite despla-
pectivas de'ana1isis. Defmitivamente es rnuy'diferente hablâ r de sarnos hacia una variedad de criterios para pensai en el
los otros que hablar con los otros. crecimiento en extensiñ n, diversidad o profundidad de las redes.

3. Colaborar, prestar ayuda esporâdica: requiere y genera re,ci- „


Gestiâ'u de redes
A partir de este "nivel" la profundizaci6n de los vinculos requiere de
acciones ’concretas. El prestar ayuda esporâ diea,. contingente, en cri- El sostenimiento de las redes y la profundisaei6n de los vtnculos
' sis, en situaciñ n de necesidad, ee un camino releyante para la genera- tiene rna cuota significativa de aiitogerieraci6n. Sin embargo no pue-
ciñ rr de redes. Deade las experiencias de las naciones originarias, pa- de minirnisarse ’e1 rod que pueden jugar uno o mas nodos de la red en
sando por las comunidades extranjeras, hasta la ayuda humanitaria - .. - lo' que denominamos la gestifin de redes.
see puede ver como la ayuda en crisis. construye reciprocidad, obliga, Las redes son'una institucidn como cualquier otra, de Al forma que
construye vinculos. ‘ “ “ existen factores instituyentes o genéticos que uno puede identificar y
"La sociedad no es cambista, e1 socius es inscriptor” puede referir, - < -- -' aunqiie lpueden ser muy diferentes, e1 ro1 de un centro o comisi6n en
( se a lo genético qua es la ayuda en la constitucion de la esta ldgiea rio es menor. .
asociatividad y de las soeiedades mismas. Es evidente que e1 socius inscriptor
t
pue- - Diapoaitivos:
de referirse en este eano a .la denda y-a la asimetria al nienos histñ ri-
ca que se produce en este‘éaso. Una interesante rebexifin sobre este ‘ “" -. • Encuentros. genera posibilidades de avanzar en e1 conocimien-
punto puede verse en una cita de Lévi-Strauss en tl Aiitiedipo: "la * " to del.otro; compartiendo aprendizajes signifxeativos que profundisan
denda no es mas 'que una superestxuctura, una forma conciente en los viriculos y crean condiciones para acciones comunes.
la
(. que se monetiza la realidad social inconciente del intercaoibio”7
4. Cooperar, compayt'ir actividades o reeu:rsos: requiere y genera
solidaridad.
Aunque los sujetos puestos en relaci6n continuan centrados en sus
respectivos proyeetos. Al compartir actividades o recursos contribu¿en
en forma crusada a alcanzar los objetivos de cada uno, quizâ s con
mls eficacia, calidad o ahorro de recuisos. La cooperaci6n genera
solidari-
dad, al menos en la forma que se describe para la fisica cuando dice.
due dos euerpos son 8olidat-ios euando da que ie ocurra a,uno ie
es tndi/erente at otro. l‘cpné é to inRrnaeional mls utilizado en la bibliografia ec gai•tnei ship que no eneuentra

Deleuze y Guattari, "El Antiedipo"; "C.apital1smo y esquieofrenia", 1985.


40

teleglñgicos crean una din6mica de visi6n compartida de significado.y ci6n. La modernidad misma es una permanente proveedora de
sentido (“qué somos, qué estamos comensiuido a ser, que estamos de- nuevos relatos.
jando de ser”). iNoz encontraioos frenta a una nueva corifluencia epistemolbgica
• Planif:ica*ién estratégiea y partieipativa: procesos proyecti- co- m0 Ocurrid con Io sistémico? EN diCcil saberlo aunque podemos
vos con artieulacxfin de medios y flees con soportes novedoaos (videos, verificar fuertea tendencias a incorporar nociones de redes en la
CDs, pâginas web). clfnica, la psico- ogia social, la cibemética, e1 urbimismo, la
• Mediacifin. Desarrollo de capaeidades en los grupos para enfren- adifiinistraci6n, las ciencias
6ocialee, las ciencias 'de la eomunieatidn o laa ciencias political.
tar crisis y conflictos. En los mismos momentos en que la ciencia es cuesttonada por la
• Gestién de redes. Nodos activos en la promocidn de articulaciones. postmodernidad (eepecialmente después de Hiroshima y Nagasaki),
• Lifierazgos rotativos: por su ro1 democratisante y formativo. has ciencias” experinientan precozniente las poteiicialidades de Inter-.
• Mapas de actores est$ticos y dindmicos. net —vale la pena recordar que los antecedentes de Internet son redes
• Publieaciones, znateriales de difusidn. Dispositivos que difun- de cientificos como BITNET (iniciales en inglés de “pozque es tiempo
den y convocan pero que también, en espejo, refuerzan Ia pertenencia. de redes”) una red originada en cierta capacidad ociosa de la NASA y
promovida por la IBM, que se dedicaba a promover la convergencia
• Detecoién y reforzamiento de personas•c1ave: personas
puente (conectan por contar con faeiIidades„ vocaciñn y/o pertenencia cientffica .alrededor de un imaginario de hipertextos y colaboracibn
cientifica ereciente y sin Itmites—.
, con otros camposl, personas ascensor tconectan formal o informalmen- Los artefactos han operando en la historia de la ciencia como espe-
te los niveles organisacionales para ”arriba”'y para "abajo"). joñ en la constitucidn del pensamiento desde la bomba de Harvey has-
• Promoviendo el factor oohesién: 1a busqueda y realimenta- ta e1 actual Internet y es razonable pensar que este iiltimo esta influ-
ci6n de los elementos que proveen si iaado y sentido a las redes yendo fuertemente en esta confluencia. En filtima instancia es Inter-
de- tectando los factores de unidad en la. diversidad. net, y su antecesor Bitnet" eoñ sua intercambios cientificos, los que
Ie prestaron a esta tecnolo a un prestigio que conserva hasta hoy a
pe-
Nos nucleus epistemoldgicos (en consecuencia pof£ticos) ear del evidente incremento de sus usos coraerctates.
Si bien results por demas frecuente e1 uso de analogies y metéfo•
La posmodernidad ha sido descrita con el efecto de un espejo roto ras como una estrategia de descripcidn de fendmenos complejos, es ne-
tel espejo de la modernidad y su “encanto”) que puede una y otra cesario tomar en cuenta los :rieugo» de 1a construeciñn de modelos que
ves intentar ser reparado con minuciosidad pero que ya no volverâ por isomorfismo resulten en un conjunto de pzincipios ahistñrieos y
a ser Io que era. tQué nucleos sostienen esta construccidn?: entre los autoreferenciados.
rasgos de la posmodernidad la fragmentacifin tiende a repararse en Las analogias operan homo un poderosos disparador de estructuras
soportantes y de consecuencias prâcticas (por ejemplo, la metâfora de
una lbgi- ca de redes sin la pretensidn de volver a ser el espejo Varela acerca de que ”e1 cerebro es una cooperativa de neuronal", o la
entero, admitien- 6o la generacifin de mMtiples ditractaciones; el batalla del Midway ”disputada exitosamente per la flota norteameri-
sujeto refracta y s'e re- fracta de formas miiltiples y puede articularse
en sus heterogeneida- des constituyéndose con otros. cana a pesar del precoz hundimiento de su nave insignia", o el mismo
Internet como una red soporte de una supuesta "aldea glob*l”).
La iñisma eiencia estñ en el centro del cueationamiento deesta Min embargo la8 metéforas y metonimias
ope- racihn cultural, no por ningñn desalojo o reemplazo en la son también un rasgo histdrico y no puedenelegidas en cada época (
reemplasar un estudio
produccihn de verdad sino como depositaria de los créditos profundo de las eontradicciones, de los sujetos concretos que instalan
irrestrictos de laa con- fiansas ciegas (del eneantmiento) en sus o se apropian de cada tecnologia en un momento dado y los usos posi-
propios sister:was de autorre- gulacidn. bles que puede hacerse de elf as.
Entramos a los dispositivos de redes en momentos de agotamiento pin lugar a dudae un dispositivo reticular que parte de la autono-
y quiebra de los grandes relatos. Relatos inexorables que mantienen
atrapado al sujeto moderno en un conjunto infinito de determinac'io- 9 Because is time for network.
nes siempre listas a probar que cualquier gra6o de libertad es una fic-
42
IN StALUD My'HTAL 43

mfa y de la adhesiñ n voluntarias, que sostiene la diversidad, Io hete-


rogéneo —y que aun més lo demanda—, un mecanisrno que reconoce la y/o pensJr a la misma red como sujeto de planificaci6n. Hay en esta
subjetividad y los multiples discursos —siempre auto-referenciales—y distinc6n —redes en st o redes para—, importantes cons.ecuencias pa-
que promueve una reconsti-ucci6n polifdnica e intersubjetiva de la rea- ra la gestibn de redea ya que en el primer caso la gesti6n supone
iidad, un mecanismo que genere resultados sin homogeneizar ni una permanente. revisifin y. monitoreo , de los. beneficios que-
disci- plinar, tiene que ser bienvenido aI reducir las incertidumbres madtienen “adheridos” o “afiliados” a los miembros de la red
que po- mientras que. en el segundo caso e1 reforsamiento y actualisaciñ n de
los objetivos o la vi- si6n compartida y el reports o monitoreo de
nen a1 sujeto posmoderno por fuera de todos los cielos protectores de lo
actualinente conocido. resultados son las bases para la gestifin y e1 elernento bésico que
Las redes no son ajenas at proceso de constituci6n del sujeto. Este sostiene la cohesihn.
es un proceso socialmente complejo y supone mucho mas que la con-
tradicciñ n que se da en e1 pasaje de objeto a sujeto. La rats “jectum”:
tiayeetoria, resulta reveladora en este sentido al seiialar que existen Redes y nueuos mouiinientos soeiafes
infihidad de cosas anteriores al ‘ob”jeetuin —a la trayectoria observa-
da— y que constituyen lo no visto, lo no reconocido, lo que no En relaciñ n a las redes para, e inspirado en eiexhaustivo trabajo
puede sedueir (“solo el objeto seduce"). En el otro exiremo de esta de Riechrnann y Fernñ ndes Buey la estrecha asoeiaeibn eiitré
secuencia, redes y nuevos movimientos sociales permite ilustrar adecuadairiente
el “sub“jectuin aparece como activo (“solo el sujeto desea”) aunque el lo que enunciamos como redes nñ mades.
sujeto permanezca sujetado ten parte por su propio deseo). La mayorla de las analogias utilizadas en red'es —tal ves con la ex-
"Es'posible pensar categorias que vapan mfis allé (o mas acfi) de cepcihn de las analogias de flota o caravana— destacan la riqueza
lo irnaginado en la diada sujeto-objeto. Menos que ‘ob“yectum los no de los flujos y desplazamientos dentro o entre los nodos de la red,
per- cibidos, los invisibles, los no reconocidos, los ilegales, los sin teeho, pero la red como tal permanece fija. Sin embargo cuando
los sin tierra, los que rio tienen voz y mls que “sub“jectuns, quienes mencionamos la idea de redes para estamos suponiendo un carâ cter
dise- iian su propia trayectoria en un sentido emancipatorio. En nñ riiade de laa mismas redes, que se desplazan en e1 espacio y en e1
este senti- do es posible ineluir e1 concepto de “pro”jeetum. tiempo, y que devienen en pos de determinados objetivos.
Recuperando la complejidad de estos proeesos hi8tdricos podrlamos Una descripciñ n minuciosa de los rasgos comunes exhibidos por di-
decir que eI pasaje puede ser “de menos que objeto a mls que ferentes movimientos sociales (aunque con una mirada muy europea
sujeto”. los autor.es han relevado r ovimientos ecologistas, feministas, ieligio-
sos, etc.) ha permitido a los autores-oféecer la siguiente
caracterisa- ciGn expresada en ocho rasgos generales.
( Redes en s! redes para Nos rasgos que estos autores describen para los Nuevos Movimién- '
tos Sociales nos sirven en Korma simétrica:
(. Esta diferencia resnlta importante ya que en algunos casos la cons- ,
titution de redes puede instalarse como un objetivo en st mismo —
re- des en st— y en consecuencia sostener algo en conjunto supone e1 I Ideologia: una orientaciñ n emancipatoria del sujeto.
es-
fuerzo'de rnonitorear sistemâ tieamente 1a tasa de beneficio material o Escenarios: un énfasis en la acciñ n que trata de irifluir mls en el
simbñ lico de pertenecer a la misma. espacio de la cultura que en e1 mundo de to polltico.
Algo diferente sucede en las redes para ya que aqui la red o la or-
ganizaciñ n en redes es un medio y el factor de cohesidn (el memento) lo I Posmodernidad: desconfianza sobre e1 pro eso y sobre li cien-
constituye eI conjunto de objetivos comunes y compartidos. era, cuestionan e1 tripode de la modernidad productivista y pa-
Aqut es donde se pueden verificar los reforzamientos reciprocos en- triarcal (desarrollo industrial, ordenamiento burocratico estatal
tre rédes y planificacidn'estratégica. Por un lado, la perspectiva estra- y ereciyiento econ6mico).
tégica trabaja con multiples Sujetos de planificaeibn en diferentes gra-
dos de acuerdo-desaeuerdo, convergencia-divergencia. Por al otro; I P0liClflSi6mO: composiciñ n social heteiogénea pero posieiñ n pre-
pue- de conceptualizarse una red como un eorijunto de nodos que
plaiiifiean
44

ponderante de clases medias formadas e informadas que ponen


su saber aI servicio de caiisas éontraculturales. El Aritiedipo; Capiiolisyio y Esqttizofi-e ma Paiddg, Buenat
ForecvLz. If A»fiedipo; una iii>odcccion a cno Vide Rio ma vista, en Revista Ar' /- .
Focalisacidn: causae muy diferenciadas, segmentacidn, “pensar cJztpié{ago, N° 1'T, 9p. 8e gz, Mad‹›a.
globalmente pero aetuar localrnente”. WINS D.j Ds C›OUZA G. y OT8O8: Nielft•he e Defense; Irilensidade e Poixao, Relumi (‘
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Métodos de aceihn no convencionales: eatetisaci6ii de la expre-
sibn politica, e1 medio es [tambiénl e1 mensaje.
Otras Hltiiieas Lugar Editorial, Buenos Aires, 2000.

A modo de conelusidn
La noci6n y 1os dispositivos de redes han alcanzado una 'rapida
y creciente instalacifin en diferentes 8mbitos y para difeientes prophsi-
tos. A pesar de estos diferentes 6oibitos y prop6sitos susbsiste una (.
cierta polivalencia que permite hacer circular nociones, experieneios y
tecnologfas entre diferentes niveles y contextos de aplicaci6n.
hemos desplegado una serie de reflexiones de diferente nivel sobre
la problematica de redes. Queda mucho por hacer y pensar si uno per-
cibe la fugrza de diarupciñ n de este dispositivo que se encuentra en
pleno desarrollo y cuya fuersa podemos encontrar en la medida que se
instriba en propuestas o movimientos emancipatorios que ee orienten
a la democratizaci6n de nuestras sociedades y de nuestras
inzGhucia- ries, ob3etivos estos que se refuerzan rectprocamente.
Siendo asi e1 carâ cter preventivo de las redes, por fuera de 1i›s dis-
positivos de captura, queda remarcado pox, las condiciones de expre-
sion individual y solectiva y por las poaibilidades de actuar
colectiva- mente desde la autonomia, es decir desde la memoria y la
identidad.

Bibliografta
Cnozinn M.: la S!ociedad Blaq cada, Amorrortu, Buenos Aires, 1972.
DaBns E.: Red de Redes, Paid6e, Buenos Aires, 1993.
Dszr E.v N ovicii: P•edes ct ñ enguqje de ins Vineufos, Paid6a, Buenos
Aires, 1995.
49 /’

'los de lo privado y tener derecho a llevarlos a lo publico. Este concep-


de mayor mil"; en eonsecuencia la concientizacifin y la prevencibn del to es muy. importante: .que la violencia es realmerite una gyave viola-
mat serta uno de los aeros de mayor bien. :ci6n de Nos derechos humanos individuales.
-.: Hay que distinguir entre violencia fsica y violencia morai. En eI
te- ma 6e la xiolencia fisica, hay una obra paradigmâ tica que es eI
Corzceptos sobre preuencion Guer- urea de Picasso donde se ven figural despedazadas, fragmentos
de ca-.
,
Privgnir
estado es, eh aIgñ n.sentido “ver antes que llegue”. £1s un °” ' :bezag de toros, oabezas de caballos, bocas abiertas, dientes enormes,
de .eseucha-atenta, de alerta, en la medida en que tengo esa actitud ' "" . -' miradas psicd.ticas, etc. en alusihn a la fragmentacidii. Fragtnentaci6n
elevo mi nivel de concieneia para aprehender, para captar lo _ del.ser, del inundo intimo, del I undo privado, del mundo colectivo.
destruc- tivo y ahi poder actuar en el sentido de la prevenci6n, del gn contraposici6n a esto, estarfa otro cuadro, “El grito”. de, Munch,
prever. crea- dor del expresionismo alemâ n. i\ifuestra una pequeiia figura con
Recordernos ademée que la prioridad de la pi'evenciéñ es lo su bo- ca muy abierta. Es la xepresentaci6n de un grito, de un grito
uriioo que
lo uriieo puede
que llevarhacer
debemos a rat trabajo serio en violerioia
es no qjereerla, pocque
después siempre de esos que vemos 1os que trabajamos en violencia, en la gente'
- abusada y vio-.
day rastro. lentada. Un grito mudo’porque en general la gente abusad8 y.
Téneeios que luchar en prevenciñ n contra nosotros mismos, contra *' Violen-; tada este eilenciada. Aveces por el vigor del afugra yr
todas las certezas, contra todas las actitudes totalitarian, de las muchisimas ve-. ces silenciada por 1a enorme agresi6n sobre su Yo
cuales el médico tiene bastarites. Usamos criterion desde la y sobre su mente.
complejidad de nuestro saber cientiFico donde las- verdades ?’. Violencfa doméstica: day que rnirarla con ganas de ver, porque en I
cientificas pasaion a ser durante mucho tiempo criterios p.. general cuesta identificarla, sobre todo para el que la sufre y para la
fundamentalistas. Y eso atenta contra la amplitud del comprender y del ’ mirada comm de los vecinos, médicos, amigos. Se da dentro del hogar,
extender. Esa tendencia nos algja de una-duda rational, de las “'‘ . qtie ss e1 lugar, teñ ricamente, de mñ xima confiansa para e1 individuo,
preguntas que liberazian. Porque es la pre- gunta la que liberaria la - .el lugar qu.e deberla ser paradigma de seguridad y amparaje y es uno
mente de esta especie de cñ rcel de certesas. de los lugares donde estadistieamente se dan las mls serias vejaeiones
Humberto Maturana habla de poltar las certidumbres y anioiarse a1 individuo y a los vlneulos, perpetradas por familiares o amigos de la ( ,
a un concepto de caos, pero de caos criterioso, que impliea la no-obtu- ‹ * casa. La violencia doméstica es una de laa mâ ximas estates porque
racion de las certezas. cuando oeurre, el indi duo estâ alli absolutamente confiado e inmñ vil.
Otro concepto de Maturana, que me parece muy importante para la Existe una definiciñ n de violencia que es muy técniea pero tainbién (_
prevencion, es recordar que lo peculiar de lo humano ee que nos trite- bastante abarcativa y muy precisa: 'As la aplioacifin‘de distintfis agen-
resan otros seres humanos, nos interesa. to que les pasa pero sobre to- tee, ssta;tos, eomunidades, institucioneé, familias o individuos, de me-
dios o prgcedimientos que por accidn u omisidn vencen la resistencia, (
“ do to que nos interesa es “que no les pase“. Esto es esencialrnente hu- se ejecutan contra el modo natural o fuers tie toda rasén o juetieia".
mano, esto es, me parece, central en un eriterio de prevenci6n posible. "‘ Estamos en presencia de violencia cuando faltan algunos principios .
El dice que esto nos pasa porque somos seres amorosos y tenetnos esenciales para.el vivir y e1 eonvivié, diriamos que es violenta la an-
e1 lenguaje, nos difééenciaoios del chimpancé a partir del momento ( sencia del- respeto por la libertatl propia, la libertad ajeria, el espacio
en que nos abrimos con esta capacidad de “lenguajear". Sa1›moi de propio y el espacio ajeno.
st 7 nos ponemos en eI otro. Es necesario también tener en cuenta la ausencia del desarrollo de
la agresividad b.enigna. Esto es un concepto de Erich Fromni, que se-
• cho escrito pero los derechos humanos individuales no son tan
Conceptos sobre violencia “” tenidos ,e
doméstica, sacar-
Violencia es la violaeion de los derechos humanos ind xiduales. De
los derechos humanos publicos y colectivos se habla mucho y hay mu-
ria la .agresividad que esta y debe estar al servicio de una ameqaza,
china o grande, real o iriiaginaria, que aetue sobre un individuo, una i faniilia,
o una instituci6n que amenace de algufia manera o ponga en
riesgo el criterio de-esencia o de identidad de esa persona o situacihn.
Entonces violencia serta la ausencia de cualquiera de estos tres Item:
la ausencia del respeto por la libertad, la ausencia del espiritu solida-
SO

rio y la ausencia de esta agresividad benigna. Erich Fromm dice que


cuarido Ro tenemog esta agresividad benigna lo que'puede ocurrir una forma paradojal. Los fundamentalismos estan en todas las ideolo-
es que st se sostiene la amenazñ , o aumenta de intensidad, como gias y en una parte oscura de nosotros mismos.
pasa en Otra forma de violencia encubierta en una ideologia es 1o que
la actualidad, se convierte en violencia o agresividad maligna. En es- Za- ffaroni llamñ “El ghetto'de la”edad” en, tin artiñ ulo én que
ta situaci6n, esa â gresividad que hasta ese momento era un alerta denuncia,Ia situaci6n.que vivimos todas las personas dé mps de 50
in- teligente para defendernos, pasa a ser un elemento- canibalistico aiios, en las so- ciedades cada vez rnas idealizadoras de la juvontud,
de la belleza, de la rapidoz, del narciaismo. La gente mayor dejñ de
muy
ser sabia para con- vertirse en sdlo vieja.
actual, que es la ley del rAâ s fuerte, que el pez gordo se come.al pez
ehieo, que reina la bota eneima de una cabesa, o que de alguna Como médicos, psic6logos, asistentes sociales, algo que no deberia-
man'e- ra las competeneias entre pérsonas son a muerte y se -' mod dejar pasar.es e1 tema de los abusos. Debeñ amos recurrir a algia-
rortipen las ca* na instancia que nos ayvde a la denuncia. Hay abusos fisicos,
denas solidarias o vinculares donde estâ bamos ligados a través de emocio- nales, se*uales, econñ micos.
eIe- mentos esenciales y dan lugar a la agresividad maligna. — Entre'los abuaos emooionales puede haber amenaza de daiio, aisla-
miento flsico, aislamiento emocionnl, cdos exagerados, posesividad,
o privaciones; intimidacibn, denigraciñ n, humillaciñ n, insultos, crlticas
‘“ constantes, acusaciones falsas, i orar at otro, no reconocer las nqce-
.:.. - sidades, ridiculizaz'las necesidades, meritir, romper promesas,
( Respecto de la difereneia entre conducts moral y conducta ética te- .des- triiir la confianza, despreéiar, condutir yehiculos
nemos que zetaT6nr que pndemos actuar sobre una de ellas pero no irresponsablemente con el firi de atemoriz'ar. Agm aparéce
so- nuevamente la intenciñ n, no
bre fa otra. La conducts moral es una conducta que tiende a cueiplir •-' ay una ley que lo prohiba, no es uria conducts que ataiie a lo
moral ero st es una conducta violenta en la intenciñ n y antiética.
con la ley, y la ley la imparten los hombres, e1 ser humano, segñ n
También es violencia no permitir la intervenei6n en decisiones inn-
los lugares donde actue determinada cultura o determinado momento “ '” porténtes, sobre'todo no perniitir la ,intervencifin de los hijos en cosas
his- qoe atañ en a los hijos y de las mujeres en eosas que ataiien a la familia.
tñ rico. Una éonducta moral para determinados pueblos puede ser una Dentro de los abusos sexuâles, rnencionemos el intentar hacer que
conducta aberrante para nosotros. Por ejemplo, e1 Cddiso Penal de Ni- ‘ la mujer'se someta a actos sexuales contra su voluntad, persistir en la
geria actual estipuld que un hombre este en su derecho de castigar -' actividad sexual aun cuando lâ mujei no esté totalmente conciente, no
a consintid o esta atemorisada de rehusar. Herir fisicamente durante s1
su niujér, euando considere que se ha portado mal, con la condici6n de acto sexiial, heridas dirigidas a los genitales, la coarci6n de coito sin
que no Ie p ovoque heridas graves, como la pérdida del oido, de la protecci6n contra erifermedades venéreas es un abuso sexual, la coer-
cis- tai del habla, desfiguraci6n, ariiputacidn o fraetura. La conducta
ética
es mls interesante y es sobre lo que me parece que hay que poner el
acento porque cumple con la intenci6n. No quedarnos con el acto, por-
que el acto puede estar legislado como Iegitimo.Y puede haber legali-
dad siri legitiniidad.
Es importante eI criterio de conducta ética en la medida en que se iidn déI coito sin p. rot.eccifin. con criterio de anticoncapcihn es un
abu-
trita de cumplir con la intencifin. Es mrs iltil ver la conducta de la za y tratar de entender las sutilesas que tiene e1 fenomeno de la vio- lencia y
in- (. tenciñ n que la conducta de la ley. después trabajar sobre la posible prevention.
Hace un tiempo atras, saliñ us articulo en e1 diario La Nacidn so- Una de las formas m s graves de violencia es la ideologisaciñ n. Es
bre los chicos de (nglaterra que se acantonaron mente a la casa de
( Tbny Blair, en contra de la legislaciñ n que aeababa de salir sobre al
“derecho a la caehetada”, irgumentando anacronismo y contrasentido,
3iciendo que la violencia no es la respuesta.
Lo importante de esto es que hay que.abrir la mente, abrir la cabe-
so sexual. La critics y POS insultos sexuales denigrantes también
son
** - abusose#uaT
Una de naestras luchas desde la Red
Intersocietaria es Iogra¿ que se incorpore en las
hiotorias cllñ icâs un punto de interrogayiñ n sobre
violencia, err‘la cual se interrogue de la forma
més sutil hasta la mas
_• - ;. explicita, pero que figure.Y que no ocurra mas que en las
historian clt-
z.t. ., 'micas de gente mayor y de niiios no exista item de sexualidad.
El médico Irene que fijarse muy bien en Io que
pregunta porque la persona ya viene inhibida
respecto del tema violenéia y el no fscilitar
*•- . . -.con las preguntas eso también es violencia. Por eso creo que
los médi-
_ .:› Leos tenemos mueha responsabilidad poéque hemos dejado
pasar dema-
52 Mua'z MtNDzz..Pea

siado tiempo; demasiadas cosas, por ese cñterio de que somos co,pio tod0S Odemos reseatar de la peor adversidad. Resiliencia es un térmi-
dioses, de que tenemos el saber y tenemos e1 saber de que ocurren no que en 1978 aeuño Michel Rutter observando la resistencia de los
to- do tipo de barbaridades y que podemos hacer poqulsimo. Tal cuerpos a los choques; quiere decir reouperar, ajustar, capitalizar las
vez tea- tar de ue ocurran menos ya serla importante. fuerzas del individuo. Este aporte de Rutter trae a la comunidad eien-
Entre los grandes conspiradores de1 fracaso en prevents o dismi- tifica la esperanza de una prevenci6n satisfaCtoria, algo de ”esperan-
nutr la violencia, debomos tener en cuenta e1 ocultamiento, la nega-
cion, la sublimaci6n, todo aquello de lo que no hablmos ni denuncia- za realista" o “promesa optimista” ya que este fendmeno psieolbgico
mos, etc., en fin, una serie de conductas nuestras cotidianas que s6Io complejo existe latente en todo ser humano aI igual que la violencia.
Si perdezaoa Ta capacidad de iodigoa*ién;creoque
podremos veneer st las tenemos en cuenta. per‹ñdotodo. lohem
Iss médicos, a veces, miramos sin ver o damos por supuesto o n.o
nos queremos enterar, o no nos queremos tomar los minutos que in-
plica que st uno hace una pregunta la persona entonces.puede explici- Bibliografia
tar lo que ie siicede y eso lleva tiempo, qn tiempo nuestro que no es ta1
en él acto médico. Viofenci° oisible e in.visible, Révista de APdeBA, noviembre, 2000.
Dentro de éstas reflexiones generates veamos algunas cifras: Paidos, rest.
Segñn la OPS: 6.000.000 de niiios son afe‹itados actualmente por la Españ a, 1998.
violencia y e1 maltrato en el mundo. 80.00qmueren por maltrato en Personalidad‹ uiolei4at, Pizfimide, España, 2000.
América latina. .
Seq n la OMS: 1.000.000 de ninos y adolescentes se suicidan por Paid6s, 1998. (
año. Por cada suicidio hay 20 intentos y east e1 100a» podria preyenir- El 8entido de lo humano”.
Dotmen/Grantee, Chile, 1997.
se. £"'] 75&o de la poblaci6n, no Irene teeho ni ropai ni comida para I•uls Rnfég MARCOS; Ln cemillas de la Vtoleti tia, Espasa Calpe,
Espana, 1995.
pa- sar esta semaria y sabemos que un porcentaje mlnimo de Io
deetinado a la actimdad armameniista alcinzana para que no fuera
asi. No es un problema econ6mico, es un problema de decisidn, de
eleccifin.

Afgunas reflexiongs esperanzadora!s ..


El manifiesto de Sevilla prepara e1 terreno para la construcciñn
de la Pas. El manifiesto es un mensaje de esperansa porque.dice que (_
la Paz es posible. Dice: “Cientificamente es incorrecto deeir que nunca
se podra suprimir la guerra porque forma parte integrante de la
natura- lesa hñmâna. Cientificamente es incorr.ecto decir que
nuestro cerebro nos conduce a la violencia. In
conclusifin,.proclammos que la violen- cia y la guerra no son una
fatalidad biolñgica. La construccidn de la Pas empieza en la mente
de los hombros. Pohemos preparar e1 terre- no para la construccibn
de la Pas...” Y dice: “Comentar y difundir el manifesto de Sevilla
sobre la viplencia es..contar gon la sensates y la accidn colectiva de
1os cientificos para aeabar con este mito de la fata- lidad de la guerra
y de la violencia.”
Para terminar quisiera eompartir con ustedes el concépto de
resilieHeia con la esperanza.:de encontrar to positivo y alternativo que

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