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EL CUENTO

y
LA NARRACIÓN
EL CUENTO
El cuento es una narración breve de hechos
ficticios protagonizada por un número
reducido de personajes y con un
argumento sencillo.
DOS TIPOS DE CUENTOS
POPULAR LITERARIO
o Son relatos anónimos que han ido
transmitiéndose por tradición oral a lo largo de
generaciones. Suelen tener una moraleja.
o Son obra de un autor
conocido, se crean para ser
o Es el caso de los cuentos infantiles y los transmitidos por escrito y
cuentos fantásticos, protagonizados por seres su temática es muy variada.
fantásticos (hadas, animales que hablan…) y
en los que intervienen objetos mágicos (anillos, o Ejemplos: Cuentos de Edgar
varitas…). Allan Poe; cuentos de
o Ejemplos: Caperucita roja, Blancanieves y los
Augusto Monterroso.
siete enanitos, La sirenita, Los tres cerditos,
Hansel y Gretel…
El dinosaurio, Augusto Monterroso
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
LA FÁBULA DE LOS TRES HERMANOS
LA NARRACIÓN
Es un tipo de texto en el que un
narrador cuenta los sucesos que
ocurren a unos personajes en un
tiempo y en un lugar determinados.
TIPOS DE NARRADOR
Interno Externo
o Narra en 1ª persona (Yo) o Narra en 3ª persona.

o Participa en la historia. o No participa en la historia.

o Puede ser: o Puede ser:


• Protagonista. • Observador.
• Personaje secundario. • Omnisciente.
La habitación de los niños, llamada así a pesar de que yo constituía su única
ocupante, era una estancia amplia situada en la planta superior del castillo, que
culminaba en una empinada techumbre de madera de roble. Una noche (yo no
debía de tener más de seis años) desperté y, al mirar alrededor, no conseguí ver a
la niñera y deduje que me había dejado sola. No tuve miedo, porque era una de
esas niñas afortunadas a las que no se intenta entretener con historias de
fantasmas, ni cuentos de hadas, ni leyendas de esas que las obligan a taparse la
cabeza cuando una puerta rechina al abrirse o la llama de una vela tiembla
proyectando sombra sobre las paredes. Al comprobar, como suponía, que me
habían abandonado, me sentí furiosa, humillada, y comencé a gimotear como
preludio a una explosión de llanto. En ese instante me llevé una sorpresa al ver
que un rostro me observaba junto al lecho. Era el rostro de una joven que estaba
arrodillada y tenía las manos debajo de la manta. La observé azorada y dejé de
gimotear. Me acarició, se tendió a mi lado y me atrajo hacia sí con una sonrisa. De
inmediato me invadió una deliciosa sensación de serenidad y volví a dormirme.
Desperté al notar que dos finísimas agujas penetraban profundamente en mi
cuello y empecé a gritar con todas mis fuerzas.
Carmila, Le Fanu.
Narrador personaje secundario

La casa de papel

Sherlock Holmes y John Watson


A la mañana siguiente Bilbo despertó con el sol temprano en los
ojos. Se levantó de un salto para mirar la hora y poner la marmita al
fuego… y descubrió que no estaba en casa. Así que se sentó,
deseando en vano un baño y un cepillo. No los consiguió, ni té, ni
tostadas, ni panceta para el desayuno, solo cordero frío y conejo. Y
en seguida tuvo que prepararse para la inminente partida.
Esta vez se le permitió montar en el lomo de un águila y sostenerse
entre las alas. El aire golpeaba y Bilbo cerraba los ojos. La mañana
era fría y había nieblas en los valles y hondonadas, y sobre los picos
y crestas de las colinas. Bilbo abrió un ojo y vio que las aves
estaban muy arriba y el mundo muy lejos y que las montañas se
empequeñecían atrás. Cerró otra vez los ojos y se aferró con más
fuerza.
-No peqllizques –le dijo el águila-. No tienes por qué asustarte. Hace
una bonita mañana y el viento apenas sopla. ¿Hay acaso algo más
agradable que volar?
A Bilbo le hubiese gustado decir: “Un baño caliente y después un
desayuno sobre la hierba”; pero le pareció mejor no decir nada y
aflojó un poquito las manos.

El hobbit, J.R.R. Tolkien


ESTRUCTURA DEL CUENTO

PLANTEAMIENTO NUDO DESENLACE

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LOS PERSONAJES
PRINCIPALES SECUNDARIOS
o Personajes que toman la
iniciativa de la acción. o Ayudan a que el protagonista
consiga sus objetivos. Tienen
un papel subordinado a los
o Protagonista. personajes principales.
o Antagonista.
STAR WARS. Episodio VII.
CARACTERIZACIÓN DE LOS PERSONAJES
RETRATO BIOGRAFÍA
o PROSOPOGRAFÍA: rasgos
físicos, vestimenta… o Nombre, edad, oficio, origen
familiar, condición social…

o ETOPEYA: rasgos psíquicos,


morales, ideales, gustos…
El conde Olaf era un hombre muy alto y muy delgado, vestido con un
traje gris que tenía muchas manchas oscuras. No se había afeitado y,
en lugar de tener dos cejas, como la mayoría de los seres humanos,
tenía una sola, larguísima. Sus ojos eran muy, muy brillantes, y le daban
un aspecto hambriento y enfadado.
Se detuvo cuando miembros de su grupo teatral entraron en la cocina.
Pronto atestó la habitación un surtido de personajes de aspecto
extraño, de todas las formas y tamaños. Había un hombre calvo de
nariz ganchuda, vestido con una ropa larga y negra. Había dos mujeres
con las caras cubiertas de brillante polvo blanco, lo que las hacía
parecer fantasmas. Detrás de las mujeres había un hombre con unos
brazos muy largos y delgados, al final de los cuales tenía dos garfios en
lugar de manos. Había una persona extremadamente gorda, que no
tenía aspecto ni de hombre ni de mujer. Y, detrás de ella, de pie en la
entrada, un grupo de personas que los niños no podían ver pero que
prometían ser tan terroríficas como estas.

Una serie de catastróficas desdichas: Un mal principio, Lemony Snicket.


Los niños Baudelaire vivían con sus padres en una enorme mansión en el corazón de una
ciudad sucia y muy ajetreada y, de vez en cuando, sus padres les daban permiso para tomar solos un
desvencijado tranvía –la palabra «desvencijado», seguramente lo sabréis, significa aquí «inseguro» o «con
posibilidad de escacharrarse»- hasta la playa, donde pasaban el día como si estuvieran de vacaciones,
siempre y cuando regresaran a casa para la cena.
A Violet Baudelaire, la mayor, le gustaba hacer saltar las piedras en el agua. Como la mayoría
de los catorceañeros, era diestra y las piedras volaban más lejos por el agua cuando utilizaba la mano
derecha que cuando lo hacía con la izquierda. Mientras lanzaba piedras, miraba el horizonte y pensaba en
algo que quería inventar. Cualquiera que conociese a Violet se hubiera dado cuenta de que estaba
pensando intensamente, porque llevaba la larga melena recogida con una cinta para que no se le metiera
en los ojos. Violet tenía el don de inventar y construir extraños aparatos, y su cerebro se veía inundado a
menudo con imágenes de poleas, palancas y herramientas, y ella no quería que algo tan trivial como su
cabello la distrajese. Aquella mañana pensaba en cómo construir un aparato que permitiese recuperar una
piedra después de que la hubiese lanzado al océano.
Klaus Baudelaire tenía algo más de doce años y llevaba gafas, lo que le hacía parecer
inteligente. Era inteligente. Los padres Baudelaire tenían una enorme biblioteca en su mansión, una
habitación llena de miles de libros sobre casi todos los temas imaginables. Klaus, como sólo tenía doce
años, no había leído todos los libros de la biblioteca de los Baudelaire, pero había leído muchos y había
retenido mucha información de sus lecturas. Sabía cómo distinguir un caimán de un cocodrilo. Sabía quién
mató a Julio César. Y sabía mucho de los viscosos animalitos de la Playa Salada, animales que en aquel
instante estaba observando.
Una serie de catastróficas desdichas: Un mal principio, Lemony Snicket.
Y AHORA OS TOCA A VOSOTROS

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