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LA NARRATIVA

LA NARRATIVA

• Es el género al que pertenecen los textos literarios en los que un narrador


cuenta los hechos que les suceden a unos personajes en un tiempo y en un
espacio.
ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN

ACCIÓN
EL NARRADOR

1) INTERNO: participa o es testigo de la acción. Está en 1persona.

- Protagonista: el personaje principal cuenta su vida, sabe todo de su


vida, pero tiene un conocimiento limitado de la de los demás. Es poco
fiable porque es la única fuente de información. Ej: Las lágrimas de
Shiva.

- Secundario: cuenta lo que ve, dicen otros… Es un personaje secundario


que cuenta la historia del principal. Ej: Sherlock Holmes.
2) EXTERNO: no interviene en la acción. 3ªpersona.

- Omnisciente: conoce toda la vida del personaje, nada se


oculta a sus ojos, ni siquiera los pensamientos más íntimos,
máximo saber, puede hablar de diferentes personajes en
diferentes lugares al mismo tiempo. Ej: Cien años de soledad.

- Objetivo / Cámara: saber más limitado, como una cámara, sabe


lo que puede percibirse a través de los sentidos o por
testimonios de otras personas. No hay alusión a la conciencia.
Ej: novela policiaca.
ORDEN DE LA NARRACIÓN

1) Ab ovo: desde el principio.


2) In media res: en mitad de los hechos.
3) In extrema res: por el final de los hechos.

A los flash-back en español los llamamos ANALEPSIS,


y a los flash-forward PROLEPSIS.
1) Ab ovo
Nací en 1632, en la ciudad de York, de una buena familia, aunque no de la región, pues
mi padre era un extranjero de Brema que, inicialmente, se asentó en Hull. Allí consiguió
hacerse con una considerable fortuna como comerciante y, más tarde, abandonó sus
negocios y se fue a vivir a York, donde se casó con mi madre, que pertenecía a la
familia Robinson, una de las buenas familias del condado de la cual obtuve mi nombre,
Robinson Kreutznaer. Mas, por la habitual alteración de las palabras que se hace en
Inglaterra, ahora nos llaman y nosotros también nos llamamos y escribimos nuestro
nombre Crusoe; y así me han llamado siempre mis compañeros.
Robinson Crusoe, Daniel Defoe

Érase una vez un leñador muy pobre que tenía dos hijos: un niño llamado Hansel y una
niña llamada Gretel, y que había contraído nuevamente matrimonio después de que la
madre de los niños falleciera. El leñador quería mucho a sus hijos pero un día una
terrible hambruna asoló la región. Casi no tenían ya que comer y una noche la malvada
esposa del leñador le dijo: "No podremos sobrevivir los cuatro otro invierno.
Deberemos tomar mañana a los niños y llevarlos a la parte más profunda del bosque
cuando salgamos a trabajar”.
2) In media res

A coro con los salvajes gritos de los atacantes, las llamas que envolvían la
abadía crepitaban ferozmente y se alzaban hacia un cielo sin luna,
iluminando el bosque cercano. El techo del establo se derrumbó con
estrépito, al igual que la bóveda de la iglesia recién saqueada. Las oscuras
sombras que rodeaban el monasterio aullaron de nuevo y, unas a pie y otras
a caballo, se alejaron hacia el pueblo que dormía aguardando la llegada del
alba. Oculta por los frondosos árboles, una figura corría por el bosque,
jadeante, tropezando, buscando un refugio.
Finis mundi, Laura Gallego García
3) In extrema res
Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne;
supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan
mayores explicaciones sobre mi persona.
Aunque ni el diablo sabe qué es lo que ha de recordar la gente, ni por qué. En
realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizá sea una
forma de defensa de la especie humana. La frase "todo tiempo pasado fue mejor"
no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que —felizmente— la
gente las echa en el olvido. Desde luego, semejante frase no tiene validez
universal; yo, por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los
hechos malos y, así, casi podría decir que "todo tiempo pasado fue peor", si no
fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado; recuerdo tantas
calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas malas acciones, que la
memoria es para mí como la temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la
vergüenza.
El túnel, Ernesto Sábato
ORDEN DE LA NARRACIÓN

1) Ab ovo: desde el principio.


2) In media res: en mitad de los hechos.
3) In extrema res: por el final de los hechos.

A los flash-back en español los llamamos ANALEPSIS,


y a los flash-forward PROLEPSIS.
1) Ab ovo
Nací en 1632, en la ciudad de York, de una buena familia, aunque no de la región, pues
mi padre era un extranjero de Brema que, inicialmente, se asentó en Hull. Allí consiguió
hacerse con una considerable fortuna como comerciante y, más tarde, abandonó sus
negocios y se fue a vivir a York, donde se casó con mi madre, que pertenecía a la
familia Robinson, una de las buenas familias del condado de la cual obtuve mi nombre,
Robinson Kreutznaer. Mas, por la habitual alteración de las palabras que se hace en
Inglaterra, ahora nos llaman y nosotros también nos llamamos y escribimos nuestro
nombre Crusoe; y así me han llamado siempre mis compañeros.
Robinson Crusoe, Daniel Defoe

Érase una vez un leñador muy pobre que tenía dos hijos: un niño llamado Hansel y una
niña llamada Gretel, y que había contraído nuevamente matrimonio después de que la
madre de los niños falleciera. El leñador quería mucho a sus hijos pero un día una
terrible hambruna asoló la región. Casi no tenían ya que comer y una noche la malvada
esposa del leñador le dijo: "No podremos sobrevivir los cuatro otro invierno.
Deberemos tomar mañana a los niños y llevarlos a la parte más profunda del bosque
cuando salgamos a trabajar”.
2) In media res

A coro con los salvajes gritos de los atacantes, las llamas que envolvían la
abadía crepitaban ferozmente y se alzaban hacia un cielo sin luna,
iluminando el bosque cercano. El techo del establo se derrumbó con
estrépito, al igual que la bóveda de la iglesia recién saqueada. Las oscuras
sombras que rodeaban el monasterio aullaron de nuevo y, unas a pie y otras
a caballo, se alejaron hacia el pueblo que dormía aguardando la llegada del
alba. Oculta por los frondosos árboles, una figura corría por el bosque,
jadeante, tropezando, buscando un refugio.
Finis mundi, Laura Gallego García
3) In extrema res
Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne;
supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan
mayores explicaciones sobre mi persona.
Aunque ni el diablo sabe qué es lo que ha de recordar la gente, ni por qué. En
realidad, siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizá sea una
forma de defensa de la especie humana. La frase "todo tiempo pasado fue mejor"
no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que —felizmente— la
gente las echa en el olvido. Desde luego, semejante frase no tiene validez
universal; yo, por ejemplo, me caracterizo por recordar preferentemente los
hechos malos y, así, casi podría decir que "todo tiempo pasado fue peor", si no
fuera porque el presente me parece tan horrible como el pasado; recuerdo tantas
calamidades, tantos rostros cínicos y crueles, tantas malas acciones, que la
memoria es para mí como la temerosa luz que alumbra un sórdido museo de la
vergüenza.
El túnel, Ernesto Sábato
LOS PERSONAJES

1) Planos: son personajes simples, sabemos unos pocos aspectos de su


personalidad, no evolucionan.
2) Redondos: son personajes complejos, sabemos muchos rasgos de su personalidad,
tienen un pasado y evolucionan a lo largo de la obra.
ACCIÓN: ARGUMENTO / TEMA
ESTRUCTURA
ESTRUCTURA
IDENTIFICA EL TIPO DE NARRADOR

Winston continuó de espaldas a la telepantalla. Era más seguro; ahora


sabía muy bien que incluso una espalda podía ser reveladora. A un
kilómetro de allí, el Ministerio de la Verdad, su lugar de trabajo, se
elevaba blanco e inmenso sobre el lúgubre paisaje. Eso, pensó con una
especie de vaga repugnancia, era Londres. (...) Hurgó en su memoria en
busca de algún recuerdo de infancia que le dijera si Londres había sido
siempre así. (1984, George Orwell).
Hoy día, la gente ya no cree en los ángeles. Bueno, hay quien piensa
que son seres de luz que están aquí para ayudarnos y que, si les rezas de
una determinada manera, te ayudarán a encontrar novio, a que te toque
la lotería o a curar las hemorroides. Pero eso no es creer en los ángeles.
Yo me refiero a los de la Biblia (...). Sin embargo, hay gente que sí cree
en los demonios. Y no les culpo. Basta con mirar a nuestro alrededor
para ver lo mal que va el mundo. (Dos velas para el diablo, Laura
Gallego).
Ana ya estaba enferma cuando la sobrecogió la catástrofe. Su enfermedad era melancólica: sentía
tristezas que no se explicaba. La pérdida de su padre la asustó más que la afligió al principio. No
lloraba; pasaba el día temblando de frío en una somnolencia poblada de pensamientos disparatados”.
(La Regenta, Leopoldo Alas, Clarín)

Terminó de pasar el mercancías y apareció todo el grupo de bicicletas, al otro lado del paso a nivel.
Paulina, al verlos se puso a gritarles, agitando la mano: -¡Miguel!, ¡Alicia!, ¡Qué estamos aquí! -
Hola, niños,-contestaban de la otra parte-. ¿Nos habéis esperado mucho rato? Ya las barras del paso a
nivel se levantaban lentamente. Los ciclistas entraron en la vía, con las bicis cogidas del manillar. -¡Y
qué bien presumimos de moto!-dijo Miguel acercándose a Sebas y a su novia. Venían sudorosos. Las
chicas traían pañuelos de colorines, como Paulina, ellos camisas blancas... (El Jarama, Rafael
Sánchez Ferlosio).
Cuando regresé del Este en el otoño sentí deseos de que el mundo estuviera
de uniforme y con una especie de eterna vigilancia moral; no quería más
excursiones desenfrenadas con atisbos privilegiados al corazón humano.
Solo Gatsby, el hombre que presta su nombre a este libro, Gatsby, el hombre
que representaba cuanto he desdeñado desde siempre, estuvo eximido de mi
reacción. Si por personalidad se entiende una serie ininterrumpida de gestos
exitosos, entonces había algo fabuloso en él, una sensibilidad a flor de piel
hacia las promesas de la vida, como si estuviera vinculado a uno de aquellos
intrincados aparatos que registran terremotos a diez mil millas de distancia.
(El gran Gatsby, F. Scott Fitzgerald).
Al visitar a mi amigo Sherlock Holmes un día de otoño del año pasado, lo encontré enzarzado en
animada conversación con un caballero de edad provecta, rechoncho, de faz rubicunda y cabellos
de un color rojo intenso. Excusándome por mi intrusión, me disponía a retirarme, pero Holmes me
empujó bruscamente hacia dentro y cerró la puerta detrás de mí.

–No podía haber venido en mejor momento, mi querido Watson –me dijo cordialmente.

–Temía que estuviera trabajando.

–Así es. Y mucho, por cierto.

–Entonces puedo esperar en la habitación de al lado.

–Nada de eso. Este caballero, señor Wilson –dijo a su interlocutor, presentándome–, ha sido mi
compañero y ayudante en muchos de mis casos más brillantes, y no me cabe duda de que también
en el suyo me será de suma utilidad. (El círculo rojo, Arthur Conan Doyle)
COMPRENSIÓN LECTORA

“La mano” – Ramón Gómez de la Serna


El doctor Alejo murió asesinado. Indudablemente murió estrangulado.
Nadie había entrado en la casa, indudablemente nadie, y aunque el doctor dormía con el balcón abierto, por
higiene, era tan alto su piso que no era de suponer que por allí hubiese entrado el asesino.
La policía no encontraba la pista de aquel crimen, y ya iba a abandonar el asunto, cuando la esposa y la
criada del muerto acudieron despavoridas a la Jefatura. Saltando de lo alto de un armario había caído sobre
la mesa, las había mirado, las había visto, y después había huido por la habitación, una mano solitaria y viva
como una araña. Allí la habían dejado encerrada con llave en el cuarto.
Llenos de terror, acudieron la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron
y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa como si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre
fuerte.
¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella
mano?
Después de una larga pausa, al juez se le ocurrió darle la pluma para que declarase por escrito. La mano
entonces escribió: «Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor en el hospital y destrozado
con ensañamiento en la sala de disección. He hecho justicia».
• Realiza un resumen del relato.
• Enuncia el tema del texto.
• Identifica los elementos de la narración.
• Divide el relato en planteamiento, nudo y desenlace.
IDENTIFICA EL TIPO DE NARRADOR

https://www.youtube.com/watch?v=ZIdIVJjQLdY&t=1s
https://www.youtube.com/watch?v=EX61zKRjeTI&t=106s
https://www.youtube.com/watch?v=x7Yq9MJUqjY
https://www.youtube.com/watch?v=b5ZNJoS2RtI&t=6s
CREATIVIDAD LITERARIA

• Vamos a crear nuestro propio relato de terror.


Para ello, hay que decidir conjuntamente cuáles
van a ser los elementos de la narración.
Después, cada uno pensará en cuál va a ser el
conflicto de su relato y si este se va a solucionar
o no y tendrá que incorporar a su relato lo que le
aparezca en una de las cartas del juego Dixit.

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