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Aunque se supuso durante un tiempo que los cetáceos provenían de una especie de mamífero
terrestre ya extinto (mesoniquios), lo cierto es que, hoy en día se ha podido comprobar que los
delfines poseen un pasado ancestral en los artiodáctilos. En el período miocénico, los
odontocetos aparecieron en nuestro planeta, y los delfines primitivos no diferían mucho de los
ejemplares actuales.
Generalmente, los delfines alcanzan un tamaño que oscila entre uno y nueve metros de largo.
Por ejemplo, el delfín de cabeza blanca, oriundo de Nueva Zelanda, apenas rebasa el metro y
medio de longitud, mientras que la orca, popular por su color negro y su parche blanco cerca
del ojo, es la especie más grande dentro de esta familia y puede llegar a medir cerca de diez
metros.
El cuerpo fusiforme de estos animales hace que sean excelentes nadadores, y gracias al
espiráculo u orificio que presentan en la parte superior de su cabeza, son capaces de respirar
fuera del agua. La aleta caudal les permite desplazarse a gran velocidad, mientras que las aletas
pectorales son utilizadas para direccionar el movimiento. Finalmente, los delfines poseen un
hocico delgado y alargado que puede poseer entre 20 y 50 piezas dentales.
Dónde viven los delfines
Dónde viven los delfines es una pregunta que depende de la subespecie de delfín a la que nos
refiramos. En este sentido, destacan dos grandes grupos, los delfines marinos y los delfines
oceánicos, aunque de manera general, se trata de una especie que habita ampliamente
alrededor de nuestro planeta, siempre condicionado por necesidades básicas como la
alimentación y la seguridad.
En otras palabras, los delfines establecen su distribución de acuerdo a la disponibilidad de
comida que exista en las distintas regiones oceánicas. Al ser animales tan sociales, los delfines
viven en manadas que pueden incluso superar los 1000 ejemplares por cada grupo. En un caso
especial, se encuentra el delfín de río (platanistoideo), muy común en las desembocaduras de
los ríos y cursos fluviales. No obstante, esta especie no habita en todos los ríos, si bien es común
encontrarlo en algunas regiones de la India (Ganges) y Sudamérica (Amazonas).
Mientras que la orca acostumbra a golpear los bancos de hielo para desequilibrar a sus presas
y hacer que caigan al mar, algunos delfines utilizan otras estrategias mucho más ingeniosas. Por
ejemplo, cuando se trata de un banco de peces, la manada de delfines nadará alrededor de ellos
a gran velocidad para crear una especie de esfera, dentro de la cual quedarán atrapados los
peces sin poder salir. De vez en cuando, uno de los delfines atravesará la “esfera” para agarrar
tantos peces como pueda, mientras el resto continuará nadando alrededor.
Al mismo tiempo, los delfines también utilizan una técnica conocida como aquaplanning, a
través de la cual arrastran a sus presas hacia aguas superficiales para poder someterlas sin
dificultades. Finalmente, otra estrategia de caza muy empleada es la cortina de lodo, consistente
en arrastrar a la presa hacia aguas superficiales para crear una cortina de lodo que le impida
salir.
Con frecuencia, muchos delfines se aparean con ejemplares de otras subespecies dentro del
mismo género, dando lugar a un híbrido conocido como balfín. Los balfines no existen en la
naturaleza en estado salvaje, y solamente se han dado dos casos registrados hasta la fecha.
Dentro de este aspecto, destaca el hecho de que los delfines no poseen la capacidad de los
humanos de respirar inconscientemente. Una parte específica del cerebro de estos animales se
encarga de gestionar el proceso de respiración, y mientras permanezcan sumergidos podrán
abrir la boca para cazar sin que el agua penetre en sus bronquios.
Gracias a su espiráculo pueden nadar sin que entre agua en los pulmones.
Qué amenazas tiene el delfín
El delfín solo tiene dos depredadores, los tiburones y el propio ser humano. Aunque las orcas
también pueden ser peligrosas, especialmente para las crías más pequeñas, lo cierto es que la
actividad humana es la que más afectaciones produce para la existencia de estos animales. La
contaminación de los mares, las actividades de pesca del atún (donde muchos delfines quedan
atrapados en las redes), los experimentos militares para estudiar su cerebro, los accidentes
constantes con las hélices de las embarcaciones e incluso su consumo en algunas regiones
asiáticas, son las principales amenazas que deben enfrentar estos magníficos animales.
Dentro de las 34 subespecies conocidas de delfines, existen algunas muy comunes y populares,
entre las que sobresalen las siguientes:
• Delfín común: Muy habitual en las aguas tropicales del planeta. Poseen un pico
largo y un cuerpo aerodinámico que no sobrepasa los 2 metros de longitud.
Pueden alcanzar hasta 30 años de edad, y se alimentan principalmente de
sardinas, bacalao y merluza.
• Delfín del Ganges: Es un delfín de río que habita en las regiones de Nepal, India y
Bangladés. Destaca que son completamente ciegos, dependiendo de su sistema
de ecolocalización para cazar y desplazarse. Pueden medir hasta 2.5 metros de
longitud y no sobrepasan los 28 años de vida.
• Delfín de bandera blanca: Una especie única del río Yangtsé en China. Son de
color muy pálido y no poseen visión prácticamente. Pueden pesar hasta 120
kilogramos y gracias a su pico tan alargado pueden obtener peces en el fondo
del río.
• Delfín de Risso: Puede rebasar los cuatro metros de longitud, siendo una de las
subespecies más grandes. Su cabeza redonda es característica, además de las
marcas blanquecinas que se extienden por todo su cuerpo. Se alimenta de peces
y pequeños calamares.
• Delfín del Plata: Su nombre se debe a que habita mayormente en la región del
río de la Plata, aunque también puede ser visto en regiones cercanas como
Uruguay o Brasil. Con un tamaño relativamente pequeño, estos delfines poseen
un pico dentado que les permite alimentarse incluso de pulpos.
• Delfín mular: Se trata de la especie más conocida. Habitual en delfinarios y en el
cine, el delfín mular se agrupa en conjuntos de hasta 20 ejemplares, todos ellos
con una coloración gris característica y un peso que ronda los 350 kilogramos en
promedio. Es un delfín extremadamente social.
Datos curiosos de los delfines
• Durante el apareamiento, algunos delfines son capaces de emitir sonidos
especiales que algunos científicos asemejan a versos de amor que el macho
dedica a su hembra.
• Los delfines, junto al ser humano, son los únicos animales que practican el sexo
por placer.
• Gracias a sus sentidos, los delfines pueden identificar diversos materiales dentro
del agua como la cera, la goma, el cobre o el plástico.
• La piel del delfín se renueva cada dos horas, algo que le permite mantener la
velocidad de su desplazamiento.