TEMA 4

FONÉTICA PERCEPTIVA

4.1 Aspectos generales.

· Esta rama de la fonética se centra en la percepción de las
ondas sonoras, cómo llegan a los órganos auditivos y se
transforman allí en impulsos eléctricos que se transmiten al
cerebro y cómo se produce la interpretación fonética de
tales procesos asimilándolos a sonidos lingüísticos
conocidos por los hablantes.
· Dos procesos: audición y percepción de la onda sonora.
El proceso de audición comienza en el oído, a continuación,
se transmite el sonido y llegan los impulsos a la corteza del
cerebro.
· Oído receptor transformación de la onda sonora en
impulsos nerviosos que se transmiten al cerebro.
4.2 Fisiología del órgano auditivo.
· El proceso de audición comienza con la captación de las
ondas sonoras. La fase de recepción de la onda sonora se
produce a través del órgano auditivo, el oído, en el que se
distinguen anatómicamente tres regiones: el oído externo,
el oído medio y el oído interno.
4.2.1 Oído externo.
· El oído externo se encarga de recoger las ondas sonoras
que se transmiten a través del aire y de aumentar su
intensidad. Se pueden distinguir dos partes: el pabellón
auricular o auditivo y el conducto auditivo externo.
 -La oreja (conocido como lóbulo o pabellón) recoge y
concentra la onda acústica, aumenta su intensidad y
permite detectar la fuente del sonido mediante el oído
bilateral (funciona como antena). El trago protege al oído.
-El conducto auditivo externo (tubo de aire, 2.5 o 3 cm,
diámetro de 0.7 cm) actúa como un resonador y
amortiguador de los sonidos más agudos que podrían
dañar el oído interno. Cerrado en el interior por el tímpano.
4.2.2 Oído medio.
· El oído medio, alojado en la caja timpánica, está separado
del externo por el tímpano (membrana timpánica, muy
sensible a las vibraciones del aire).
En el interior de la caja timpánica se encuentra una cadena
de tres huesecillos que transmiten la vibración del tímpano
y la amplifican: martillo (recibe la energía), yunque
(amplifica la energía), estribo (trasvase al oído interno).
4.2.3 Oído interno.
· En el oído interno se transforman las ondas en los impulsos
nerviosos que serán enviados al cerebro. Está formado por
un conjunto de cavidades y conductos interconectados: el
vestíbulo, los conductos semicirculares y la cóclea o caracol.
La cóclea presenta tres canales superpuestos (laberinto
membranoso): el superior o rampa vestibular, que termina
en la ventana oval, y el inferior o rampa timpánica, están
rellenos de líquido (equilibrio, posición corporal).
· La conversión de la energía acústica de la onda sonora, a
través de procesos mecánicos, se convierte en energía
eléctrica que actúa como señal transmitida al cerebro.
4.3. Fonética perceptiva.
4.3.1 La percepción de los componentes sonoros.
· En el proceso de la percepción del sonido, cuando se
procede a la interpretación de los estímulos recibidos por el
nervio auditivo, se pueden distinguir los aspectos
puramente físicos:
-Aspectos físicos: cantidad, intensidad, Fo, estructura
formántica de las ondas sonoras.
-Aspectos psicológicos: duración, volumen, tono,
timbre.
4.3.1.1. El tono: la percepción de las frecuencias.
· En cuanto a la percepción de estos componentes y, en
concreto, en la percepción de las frecuencias, los límites del
oído medio humano sitúan en las frecuencias comprendidas
entre los 20 a los 20.000 cps (ciclos por segundo).
Por debajo de estos límites se encuentran los infrasonidos y
por encima los ultrasonidos, ambos inaudibles por los seres
humanos.
Con la edad, la sensibilidad del sonido disminuye y afecta a
las frecuencias superiores. A los 60 años, el límite superior
de la audición está situado a 12.000 cps aproximadamente.
4.3.1.4. El timbre: la percepción del sonido complejo.
· 80 cps de los bajos profundos.
· 120 cps de las voces de los varones.
· 220 cps en las voces de las mujeres.
· 400 cps el grito de un recién nacido.
· 1.150 cps de las sopranos ligeras.
4.2.2. Modelos explicativos de la percepción del habla.
· Cuando oímos los sonidos, discriminamos los sonidos
hablados de todos los demás. La percepción auditiva es
selectiva: no se trata exclusivamente de un hecho fisiológico
(oír), sino más bien del procedimiento que se sigue en el
cerebro para discriminar, interpretar y categorizar dichos
estímulos sonoros (escuchar).
· Percepción del habla continuada (Crystal, 1994:148).
-Por un lado, se encuentran las teorías de los oyentes
activos.
-Por otro lado, las de los oyentes pasivos.