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MANUAL I

Colaboradores:
Hugo Wigozki,
Álvaro Ochoa
José Vicente Losada
Manuel Martínez Toro
Coordinado por:
Caracas, Junio 1993
Manuel Martínez Toro
Versión digitalizada y Actualización 2004
Jesús Miguel Martínez

INTRODUCCIÓN
La Gestalt es un movimiento terapéutico creado por Frederick Perls
(1893-1970), que surge en Estados Unidos para la década
del mil novecientos cincuenta y rápidamente se va
extendiendo a todo el país. Tiene sus principales centros
en Nueva York, Cleveland, Florida, Washington y
esencialmente en California, sobre todo en Big Sur.

La Gestalt aparece ligada en un principio a la


Psicología Humanista o Tercera Fuerza (Maslow)
dentro del campo psicológico y, con el tiempo, ha ido
Fritz Perls
tomando cuerpo y se ha ido individualizando con una estructura particular. En la
actualidad, en Estados Unidos existen multitud de centros gestálticos y sus represen-
tantes se reúnen por lo menos una vez al año para unificar criterios y dar cada vez una
estructura más consistente a este movimiento. La Gestalt como terapia no se limita a
Estados Unidos, ya que existen centros en países europeos y suramericanos.
Para algunos autores, la Gestalt es una de las
expresiones psicológicas del pensamiento existencial y su empleo en el campo clínico se
debió a la influencia de Perls. Kempler afirma que la Psicología de la Gestalt, al ser
llevada al campo clínico, cae en el marco referencial existencial. El existencialismo se
preocupa de cómo el hombre "experiencia'1 su existencia inmediata, mientras la
Psicología de la Gestalt, en su etapa pre-clínica, se interesa en cómo el hombre
"percibe" su existencia inmediata. Para Perls lo esencial era llevar al hombre a un
darse cuenta como método para cambiar su conducta.
Para Zinker, la terapia de la Gestalt hace una in-
tegración entre la aproximación conductista y la fenomenológica. Trata de entender el
estar aquí del individuo a todo nivel de su funcionamiento.
La palabra Gestalt no tiene traducción literal, es tomada por Perls del alemán e
influenciada por la Psicología de la Gestalt con su énfasis en el funcionamiento total,
problemas de estructuras, configuración, la interrelación entre las partes y la relación
dinámica ente figura y fondo. Podemos decir que la palabra Gestalt implica totalidad
(wholeness), ya que toma al individuo como un ente total, siendo así importante tanto
su pensamiento, sentimientos, expresión corporal, tono de voz, como su escala de
valores, sus ideales, sentido de vida.

La Gestalt no se limita a ser una forma de terapia, sino que es una actitud frente
a la vida, una forma de ser. Siendo una orientación netamente experiencial, se cae
mucho en el error de hablar sobre y no experienciar lo que se habla, y es ésta una de
las razones por la cual la literatura sobre terapia gestáltica es limitada, y es hacia los
últimos años cuando se ha tratado de difundir más esta concepción, tratando de evitar
la confusión y el mal empleo de una terapia que tiene una configuración bastante
precisa y bien definida.

Para Laura Perls, la Gestalt es una orientación que se caracteriza por ser
experimental, experiencial y existencial, lo que ella denomina las tres E.

Otro campo amplio de la extensión de la Gestalt es el educativo, y así hay una


serie de autores dedicados al trabajo del capítulo de Gestalt y Educación. Se habla de
educación confluente, donde uno de los principios básicos más empleados es el de
la experiencia como vía de aprendizaje.

PRINCIPIOS BÁSICOS

HOLISMO

Los principios básicos de la Gestalt están fundamentados en la concepción


holística (Latner). La esencia de esta idea es que toda naturaleza es una totalidad
unificada y coherente. Los elementos orgánicos e inorgánicos del universo existen jun-
tos en un proceso continuamente cambiante de actividad coordinada. Una concepción
holística del hombre toma en cuenta el funcionamiento de su cuerpo, sus emociones,
sus pensamientos, su cultura y sus expresiones sociales, todo en un cuadro unificado.
Todos son aspectos del mismo elemento: el hombre. Nosotros no somos simplemente
una acumulación de funciones. El todo es mayor a la suma de las partes; en este
sentido “mayor" quiere decir diferente en cualidad, así, es la creación de una entidad
nueva.

Con el enfoque holístico estamos más interesados en la integración, en la síntesis


que en el análisis.

Podemos decir que la terapia de la Gestalt es una teoría de la conducta basada en


una epistemología holística. Es descriptiva, integrativa y estructural, enfatizando la
fenomenología y el presente. Al hablar de estructura nos referimos a alguna cualidad
de nuestro funcionamiento que se refleja en las regularidades de la conducta y en ca-
racterísticas definitivas de nuestra identidad física.

Adoptando una aproximación con la concepción holística, hacemos énfasis en conocer


las cosas describiendo lo que vamos encontrando. En esto hacemos una descripción
detallada del objeto o hecho, incluyendo el contexto en que se encuentra. Queremos
saber cómo pasan las cosas, en qué contexto, con qué efecto. Como podemos observar,
ésta es una aproximación fenomenológica, que describe las cosas según las vamos ob-
servando, conociendo.

Hasta el descubrimiento de la Medicina Psicosomática, el enfoque de la Psiquiatría y


Psicología sobre el hombre nunca había sido holístico, predominaba una separación
y un enfatizar algún aspecto como básico y determinante en su desenvolvimiento
y situación actual.

Al interesarnos en el hombre como totalidad en la relación terapéutica, no sólo


atendemos a lo que el hombre dice y piensa, sino también a lo que hace. Lo que hace
nos da una clave en cuanto a lo que piensa, y lo que piensa nos da una clave en cuanto
a lo que hace y lo que desearía hacer. Perls señala que entre los niveles del pensar y el
hacer hay un estadio intermedio que es el estadio de los juegos, y si observamos en
forma más precisa, vemos cómo el hombre invierte mucho tiempo en estos juegos.

A través de comprender los procesos del pensar, el fantasear y los juegos, la


persona llegará a un conocimiento más profundo de sí mismo. Se busca integrar estas
actividades en el momento presente.

HOLISMO
“Sentimientos, cuerpo, mente y alma son aspectos del organismo total"
(C. II. Patterson, 1978).
Este organismo como un todo, existe en estrecha interacción con el medio
ambiente del cual es parte, y es el hombre quien percibe su mundo y le da sentido
y valor a la realidad que le rodea.

"Para el ser humano no existe la realidad per se. Es algo diferente para cada
individuo, para cada grupo, para cada cultura. La realidad está determinada por
intereses y necesidades especificas del individuo" (Perls , 1987). Al relacionarse con el
medio ambiente, el ser humano orienta y canaliza su conducta de acuerdo a esta
realidad que le interesa, de manera que es el Yo quien estructura el entorno según las
necesidades del organismo.

Una de las influencias notables sobre la Gestalt en este aspecto es la de Smutz


con su concepto del holismo planteado en su obra "Holismo y Evolución". Smutz
conoció personalmente a Perls y había prometido escribir la introducción de su libro
"Yo, Hambre y Agresión", pero con la aparición de la Segunda Guerra Mundial este
plan no es llevado a cabo.

Otra influencia notable en este concepto es la de Goldstein, con su idea del


organismo como totalidad. "La terapia es un arte, es más arte que ciencia. Ser artista es
funcionar holísticamente y ser un buen terapeuta es funcionar holísticamente". (Laura
Perls).

HOMEOSTASIS
Autorregulación Organísmica

Toda vida y conducta está regida por un proceso que los científicos llaman
homeostasis y los legos adaptación (Perls). El proceso homeostático es el proceso por el
cual el organismo mantiene su equilibrio y así la salud bajo condiciones variables. Así,
la homeostasis en el proceso mediante el cual el organismo satisface sus necesidades.
Como las necesidades son muchas y cada necesidad altera el equilibrio, el proceso
homeostático persiste continuamente. Todo lo que es vida se caracteriza por este continuo
juego de balance y desbalance en el organismo. Cuando el nivel de desbalance persiste
por un tiempo muy largo, el organismo se enferma y si el proceso homeostático falla,
el organismo muere.

Así, los organismos en general, personas, animales, plantas, tienen necesidades


específicas que deben enfrentar si quieren vivir. Cuando existe deficiencia el organis-
mo tiende a suplirla, cuando hay exceso el organismo trata de eliminarlo. Podríamos
decir que el organismo funciona con una prudencia nacida de sus necesidades y su
gratificación. Implícita en la idea de auto-regulación está la idea de que los organis-
mos tienen un conocimiento (awareness). Para gratificar sus necesidades se tienen
que dar cuenta de cuáles son éstas. Esta concepción nada tiene que ver con la idea de
conciencia.

De acuerdo con el autor Zinker, en cada persona ocurre un ciclo psicofisiológico,


referido como el ciclo de la auto-regulación organísmica. El ciclo comienza con la
sensación. La sensación se convierte en un darme cuenta. Este darme cuenta me da
posibilidad de saber qué ocurre en mí y qué puedo hacer para sentirme mejor. De aquí
continúo al próximo paso que es el contacto. Actúo y me pongo en contacto con lo que
me pueda hacer sentir mejor. Después de satisfacer la necesidad viene una fase de
apartamiento, de relajación, recuperación, desinterés. En este momento surge una
nueva sensación y un nuevo darme cuenta y de esta manera el ciclo continúa.

Este movimiento de sensación a contacto, a retirada y de nuevo a sensación, es


típico de todo organismo. En un estado saludable el ciclo transcurre sin interrupción,
con suavidad, con fluidez.

El principio de la homeostasis no implica que el organismo asegure la


satisfacción de sus necesidades, implica que el organismo hará lo mejor posible para
regularse, tomando en cuenta su propia capacidad y los recursos del medio ambiente.

En el contexto de la regulación organísmica, la relación entre el organismo y el


medio es crítica. El organismo y el medio se encuentran en una unidad inter-
dependiente, en la cual el organismo trata de regularse. Todo organismo necesita de un
medio ambiente para intercambiar sustancia esencial (Perls). La existencia de un
miembro está ligada a la existencia de otro; las ligaduras no se pueden romper o
disolver. Podemos escoger hasta cierto límite al medio que tenemos, pero nunca elegir
el no relacionarnos.

Perls decía que la mayoría de las emociones requerían al mundo como objeto, de
lo contrario, no satisfacían.

El organismo y el medio se contactan, interactúan en un proceso de mutua


acomodación que en la terapia de la Gestalt se denomina ajuste creativo.

Al hablar de las necesidades que rompen el equilibrio del organismo, Perls se-
para esta concepción de la idea clásica de los instintos. Muchos autores le han dado
importancia a los instintos como la fuerza que guía la vida del individuo y a la
neurosis como el resultado de la represión de estos instintos.

McDougall se refiere a catorce instintos, mientras Freud, como ya conocemos, se


refería a dos instintos básicos: Eros (hacia la vida) y Thanatos (muerte). Pero si clasi-
ficáramos todas las alteraciones del balance del organismo, encontraríamos miles de
instintos y éstos diferirían entre si en intensidad. Todo ser viviente tiene dos tendencias
importantes: sobrevivir y crecer. Estas son comunes a todos los seres; ahora, la forma
en que se dan varía de unos a otros, de especie a especie, de situación a situación, de
individuo a individuo. Esta tendencia no puede ser reprimida, esto está fuera de noso-
tros. No podemos interferir con sus síntomas y signos. Al surgir varias necesidades en
forma simultánea, existe una jerarquización de valores, atendiendo a la necesidad
más apremiante en primer lugar y luego a las demás.

CONTINUUM DE CONCIENCIA
Awareness: darse cuenta

Uno de los elementos básicos de la Gestalt es el continuum de conciencia, o sea, la


concientización progresiva; es el darme cuenta de lo que está ocurriendo en el AQUÍ Y
AHORA; el darme cuenta es la única base del conocimiento y toma en cuenta al ser
humano en su totalidad, es así el darme cuenta de mi cuerpo, postura, voz, lo que pasa
dentro y fuera de mí.

Esto no es fácil vivirlo en el sentido práctico, ya que cuando el darse cuenta se


hace desagradable, la mayoría de las personas tienden a interrumpirlo; entonces comienzan
las intelectualizaciones, los escapes al pasado, perderse sobre expectaciones del futuro,
el buscar las buenas intenciones, el pasar de una experiencia a otra sin darse cuenta
de lo que se está viviendo, como si se tuvieran "flashes" que dejan el material sin asi-
milar y sin utilizar. Es como pasar la vida sin vivirla, es estar dormido en vida. Es el
pasar por el camino preocupados por lo que hay al fin del camino y no apreciando lo
que hay a ambos lados del camino.

Varios autores no gestálticos critican esta actitud y la señalan como contradictoria,


ya que al tener la atención sobre mí y mi mundo, puedo perder la espontaneidad, que
es a la vez otro elemento defendido por la Gestalt. En realidad esto no es así, es un
darse cuenta que implica una actitud diferente, un estar despierto y esto se va dando
en forma espontánea y fluida.

El darse cuenta ayuda al sujeto a restaurar la unidad de sus funciones en una


totalidad y así las integra. Es un poderse identificarse con lo que le pertenece y cap-
turar las partes alienadas puestas afuera y tomarlas en un todo comprensivo.
Según Latner y otros autores, para darnos cuenta hay que tener la cabeza vacía;
tener la cabeza vacía, es estar abiertos a todas las posibilidades. Una vez que comen-
zamos a juzgar, impedimos que la Gestalt emerja libremente. Muchas veces nuestros
pensamientos y opiniones acerca de lo que estamos experienciando interfieren con la
experiencia misma estrechando las posibilidades. Este es el concepto de indiferencia
creativa, el organismo en su punto cero, abierto a lo que venga. Esto es lo que Perls
denomina vacío fértil. Es un vacío lleno de potencialidad, esperando el desequilibrio
inevitable.

El darnos cuenta ocurre en el presente. Podemos darnos cuenta de cosas que


sucedieron en el pasado, pero el hecho de darnos cuenta ocurre ahora. Tenemos que
vivir en el presente, no hay otra posibilidad. El que nos orientemos hacia el pasado o
hacia el futuro ocurre ahora en el presente.

Damos importancia aquí al "cómo" de la experiencia y no al "por qué". El cómo


permite ver la estructura; ver lo que está pasando ahora, da así una comprensión más
profunda de cómo funcionamos. El cómo nos enseña una ley básica: si se cambia la
estructura se modifica la función, y si se modifica la función se cambia la estructura.

El por qué lleva a explicaciones inteligentes, a racionalizaciones, pero nunca a una


comprensión. Se cae en lo que en Gestalt llamamos el sobreísmo, en el hablar sobre. El
por qué nos lleva a buscar la causa y luego la causa de esa causa y luego la causa de
esa otra causa, y nunca terminamos. El mismo Freud sostuvo que cada hecho está
sobredeterminado por una multitud de causas, todo tipo de cosas se unen en orden de
crear el especifico momento que es el ahora. Así, con lo que se trabaja en la terapia de
la Gestalt es con lo que va apareciendo progresivamente en el campo de la conciencia.
Esto es el proceso, que es continuo, aunque puede estar bloqueado.

El darse cuenta ayuda al sujeto a restaurar la unidad de sus funciones en una


totalidad y así las integra. Es un poderse identificar con lo que le pertenece y capturar
las partes alienadas puestas afuera y tomarlas en un todo comprensivo.
Cuando hay proceso, ponemos la atención sobre el proceso, cuando hay bloqueo
tratamos de poner luz en el bloqueo. Aquí se puede aplicar la frase de Pitágoras: "El
viento está soplando, escucha el viento".

La fenomenología es el estudio no interpretado de la naturaleza siempre


cambiante, continuamente en marcha, de la experiencia humana. Nuestra realidad
personal nunca es estática. Yo estoy constantemente en proceso. Mi experiencia tiene
una cualidad siempre cambiante, estoy propenso a seguir, a continuar. Esta es una
característica de todo ser viviente: estar siempre en proceso.

El estado corriente de los asuntos para una persona normal es el de moverse flui-
damente de un estado de surgimiento de una necesidad a un estado de satisfacción de
la necesidad, de tensión a relajación, de atención en la figura a un desinterés homo-
géneo. Es solamente bajo condiciones de inhibición, de patología, que uno interrumpe
su propio fluir.

Para Yalom el instrumento más práctico y valioso en psicoterapia es el focalizar


el proceso. El proceso es lo opuesto al contenido. En una conversación, el contenido
consiste en las palabras actuales emitidas, los temas discutidos; el proceso es cómo el
contenido se expresa.

Se enfatiza el tomar conciencia de lo que se es. Lo im-


portante es el ser y no el deber ser. Para cambiar hay que partir
del ser. Para curar mis heridas tengo primero que reconocer
mis heridas. Lo que existe, existe por sí mismo y no se explica
por causalidad. Lo que es, es, lo demás lo ponemos nosotros
con nuestras proyecciones, identificaciones, (Perls) .
"Una rosa, es una rosa, es una rosa" (Gertrude Stein), lo demás es
nuestro y podemos reconocerlo e incorporarlo. Perls sostenía:
"Yo he hecho del darse cuenta lo básico de mi enfoque, reconociendo que la fenomeno-
logía es el paso primario e indispensable para saber todo lo que hay que saber. Sin darse
cuenta no hay nada, sin darse cuenta hay vacío” El darse cuenta es una experiencia
que transcurre en la más íntima privacidad. Yo no puedo darme cuenta de tu darte
cuenta, lo único que puedo hacer es participar indirectamente. Puedo inferir pero no
formar parte.

No se enfoca al mundo en términos de causa-efecto, lo vemos como un proceso


continuo, nunca estático. Estamos con Heráclito, con la idea presocrática que es un
continuo fluir. "Nunca nos metemos en el mismo río dos veces".

En el aspecto práctico, el darse cuenta se puede focalizar en cuatro aspectos


principales de la experiencia humana:
a) sensaciones y acciones;
b) sentimientos;
c) deseos (wants), y
d) valores.

a) Sensaciones y Acciones

Identificar sensaciones básicas no es fácil. Si el espacio que separa las


sensaciones básicas de una conducta más compleja se pudiera disminuir, tendríamos
menos instantes de actitudes incongruentes o sin contacto; por ejemplo: es común que
una persona coma no porque tenga hambre, sino porque es la hora en la que debería
comer o porque su horario no le permite comer más temprano o más tarde, o que pre-
firiendo comer acompañado elige esperar aunque tenga hambre.

Muchas veces ocurren todos estos fenómenos sin que el sujeto se dé realmente
cuenta de lo que está haciendo o lo que desea hacer. Es común que las sensaciones que
el sujeto tenga no se acompañen de una actitud adecuada sino más bien lejana. Esto
favorece la crisis de identidad que vivimos en la actualidad.

¿Cómo puede uno saber quién es si no sabe lo que le pasa por dentro? ¿Y cómo
puede saber lo que pasa por dentro cuando una experiencia lo aleja de su propio
suceso? Existe así una perversión de la relación entre el sentir y el hacer y esto lleva a
una alienación.

Por esto tenemos personas que comen en exceso para llenar su soledad, personas
que buscan el sexo para descargar su rabia. Cuando hay un darse cuenta de la ex-
periencia, el sujeto se siente presente, claro, en contacto con su expresión íntima.

En la terapia, el darse cuenta de las sensaciones y acciones, cumple tres


propósitos esenciales:

1) Facilita lograr mayor gratificación


2) Ayuda a trabajar con el proceso
3) Recobra experiencias anteriores

b) Sentimientos

El nivel de sentimientos está muy relacionado con las sensaciones. Un


sentimiento puede a su vez tener sensaciones específicas. Por ejemplo: el sentimiento
de miedo puede ir acompañado de la sensación de palpitaciones, de sudoración en las
manos, boca seca, dificultad respiratoria. Por otra parte, se puede experimentar
miedo sin estas sensaciones. Otras veces, puede haber una serie de sensaciones sin que
la persona pueda relacionarlas con claridad con algún sentimiento; así pues, se busca
poder identificar los sentimientos, estar consciente de ellos.

En Gestalt, al trabajar con los sentimientos, se le sugiere a la persona que acepte


el sentimiento que surja en el trabajo, sin buscar explicaciones y sin caer por lo tanto,
en racionalizaciones. Se señala lo obvio, lo que se hace evidente. Hay que tener cuidado
con el uso del trabajo, con los sentimientos en terapia. Hay que buscar el momento ade-
cuado para iniciar algo. Por ejemplo, una persona puede estar narrando una historia
cargada desde el punto de vista emocional y el preguntarle con frecuencia "ahora
qué sientes", puede servir de distracción, de evitación, en vez de ser una ayuda. Se
trata de que la persona no caiga en un "sobreísmo"

Por todo esto, hay que estar muy atento al lenguaje no verbal del sujeto, tono de
voz, etc. Por otra parte, el expresar emociones se puede convertir casi en una forma
obsesiva para muchas personas de caer en excesos, y así realmente no se ha asimilado
la experiencia.

c) Deseos (wants)

El deseo es una función integrativa de la experiencia presente con el futuro


donde yace su gratificación y también con el pasado, el cual culmina. Solamente es-
tableciendo dónde estamos y qué queremos ahora, podemos establecer el enlace cen-
tral de la cadena de hechos y experiencias que hacen nuestra vida.

Muchas satisfacciones se dan sin el deseo previo, sin que sean buscadas, pero es-
tas situaciones son esporádicas e imprevisibles. Muchas de las gratificaciones que po-
demos obtener requieren que miremos en la dirección correcta y nos movamos hacia
esa dirección. Muchas personas viven sin darse cuenta de lo que realmente desean. Una de
las formas de permanecer sin tomar conciencia de lo que deseamos, es ponernos metas
lejanas y difíciles de alcanzar y muchas veces abstractas. Por ejemplo: yo me sentiré
feliz cuando me case, yo estaré bien cuando comience a trabajar. En este sentido es
importante preguntarle a la persona qué paso está dando para lograr esa meta; es
frecuente en sesiones terapéuticas que cuando se le pregunta a una persona qué es lo
que más desea en ese momento, no sepa responder, dirá que se siente bloqueado, que
no sabe.
d) Valores

A través de la terapia se busca que la persona descubra "sus propios valores" y


no los introyectados basados en una educación generalmente deformada y sin ser asi-
milados. Es importante tomar en cuenta los prejuicios que distorsionan una realidad
e impiden una actitud espontánea.

REGLAS DE ORO DE LA GESTALT

1.Vive ahora. Preocúpate por el presente en vez de preocuparte por el pasado o el


futuro. EL AHORA.
2.Vive aquí. Trata con lo que está presente en vez de con lo que está ausente. EL
AQUÍ.
3. Deja de imaginar. Experiencia lo real.
4.Deja el pensar innecesario. Más bien prueba y ve.
5.Expresa en vez de manipular, explicar, justificar o
juzgar.
6.Entrégate a lo desagradable y doloroso tanto como al
placer. No restrinjas tu darte cuenta. Arriésgate.
7.No aceptes otros "deberías" que los tuyos. Debeismo.
8.Toma completa responsabilidad por tus acciones,
sentimientos y pensamientos. Responsabilidad. Claudio Naranjo
9.Entrégate a ser como eres. Sé espontáneo.

Reglas Morales.
Claudio Naranjo, 1971
EL PRINCIPIO DEL AQUÍ Y DEL AHORA

"Siempre hemos querido buscar lo eterno lejos de nosotros, siempre hemos


vuelto los ojos del espíritu hacia algo distinto de la presente situación y la apariencia
presente, o bien esperando morir, como si todo instante no fuera otra cosa que morir
y renacer. En cada momento nos es ofrecida una vida nueva. Hoy, ahora, inmedia-
tamente, es nuestra sola captura"
Alain

"La vida de cada hombre yace en su presente, ya que


el pasado ha sido vivido y gastado y el futuro es incierto".
Marco Antonio

"Devota cada día el objeto presente


y cada atardecer encontrará algo realizado."
San Mateo

"Quita el espacio
y nos queda un aquí...
Quita el tiempo
y nos queda un ahora ...
y entre el aquí y el ahora
¿no crees que podamos ver
un par de veces...?"
Richard Bach: Juan Salvador Gaviota

"No andéis pues acongojados por el día


de mañana, harto cuidado trae por sí;
bástele ya a cada día su propio afán."
San Mateo
El ahora es el momento presente, es el fenómeno de lo que me doy cuenta en este
momento. El pasado ya fue y el futuro no ha llegado, sólo el ahora existe. Es el ahora
donde llevamos nuestros recuerdos y nuestras anticipaciones sobre el futuro. Al
recordar tendemos a deformar el pasado, sobre todo aquellos recuerdos que nos
resultan desagradables y los que afectan nuestra autoestima; sin embargo, en nosotros
llevamos mucho del pasado, sobre todo en cuanto se refiere a situaciones no concluidas
(Gestalt incompleta). El resto ha sido asimilado y ya es parte nuestra.

Al irnos al pasado nos vamos a una fantasía muchas veces distorsionada y


evitamos el presente, donde tenemos nuestros pensamientos, nuestro cuerpo, nuestra
conducta y nuestros sentimientos que podemos percibir.

Al trabajar con la terapia de la Gestalt el pasado no es descuidado, pero al


trabajarlo se hace en el presente. Se le sugiere así a la persona que cuente el incidente
como si estuviera ocurriendo en este momento. Sólo el presente permite experimentar
la totalidad. El ahora es experienciar, es darse cuenta. Cubre todo lo que es estruc-
tura, conducta, todo lo que está ocurriendo, el proceso en movimiento. El presente
incluye experiencias de la niñez si son recordadas vívidamente ahora, al igual que el
ruido que percibo en la calle, al igual que un poema de Rilke, una melodía de Ravel y
así, miles de experiencias en mi existencia del momento.

El término fenomenológicamente implica que el proceso que uno experimenta es


únicamente de uno, nadie puede vivir por mí, ni yo puedo vivir por nadie y este
fenómeno existencial de inmediatez se da sólo en el presente.

La realidad siempre existe en el presente. Hasta en los términos de mi más pro-


fundo y claro darme cuenta, mi memoria y anticipaciones; yo no tengo forma de vivir
mi propio ayer, ni mi propio mañana. Estoy andando en este momento, andando con
mi cuerpo, sentimientos, pensamientos y sensaciones. Especialmente mi experiencia,
mi realidad, tienen lugar aquí donde yo estoy. El rango de mi "aquí" está determi-
nado por el espacio que yo ocupo y por el rango de mis sentidos.

El AQUÍ Y AHORA representan una experiencia anclada en el sujeto en forma muy


personal sensorialmente, en este momento en el tiempo y en este lugar donde estoy.

El presente reconoce aspectos del futuro: planes, esperanzas, predictibilidad,


pero siempre que estos elementos sean trabajados en el presente. Casi todas las
terapias actuales que enfatizan el presente tienen relación con el existencialismo.
Todas tienen un interés básico en la persona.

Desde el punto de vista de la Gestalt, el neurótico no es una persona que padece


por un trauma del pasado, es una persona que tiene un problema en el aquí y en el
ahora; por supuesto, no se niega que su conducta de hoy está ligada a conductas
aprendidas y además se da la tendencia a la repetición. En este sentido, podríamos
decir que el neurótico se encuentra atado al pasado, repitiendo pautas de conducta
inadecuadas y viendo el presente a través de un vidrio oscuro, torturado por un futuro,
ya que el presente se le escapa de las manos. En la medida en que pueda funcionar
mejor en el presente, su futuro será más positivo . La finalidad de la terapia debe ser
darle los medios con los cuales pueda resolver sus problemas presentes y cualquier
problema que pueda surgir mañana o el año que viene.

Este instrumento es el auto-soporte (self-support), y esto él lo logra tratando


consigo mismo y sus problemas con todos los medios a su disposición en este momento.

La frase básica para trabajar con la terapia Gestalt es: Ahora yo me doy cuenta.

El AHORA nos mantiene en el presente y nos hace darnos cuenta de que ninguna
experiencia es posible sino en el presente. El YO hace que la persona se haga más
responsable de sus sentimientos, pensamientos y síntomas. El ME DOY CUENTA
provee al sujeto el sentido de sus propias capacidades y habilidades, su propio equipo
sensorial, motor e intelectual.

“El darse cuenta, contacto y presente son diferentes aspectos del mismo proceso de
auto-realización". (Perls)

Muchos terapeutas que trabajan con la Gestalt corren el riesgo de trabajar


en el AQUÍ Y AHORA en forma literal y rígida, no tomando en cuenta lo esencial,
que es el paciente mismo; así hacen la aplicación de técnicas, olvidando el pro-
ceso de la persona a quien se le aplican esas técnicas. Por ejemplo, al paciente
con una fuerte carga emocional es importante facilitarle el contacto y expresión
de esta carga, y no estarle preguntando sobre su AQUÍ Y AHORA.

En este sentido, el autor Yonteff, para 1987 amplía el concepto y sugiere ésto
en el trabajo del AQUÍ Y AHORA.

Hace la siguiente división:

1.El AQUÍ Y AHORA: es lo concreto y observable


inmediatamente, el significado para la persona, situaciones in-
conclusas que aparecen, dudas y temores frente al futuro
expresadas en el presente, cargas emocionales del pasado
vividas en el momento.
2.El ALLÁ Y AHORA: es el espacio de la vida de la
persona fuera del contexto terapéutico. Es la totalidad de la
existencia actual de la persona. Gary Yontef
3. El AQUÍ Y ENTONCES: es el contexto terapéutico.
Implica la relación terapéutica, reconociendo patrones de transferencia y diálogos
sobre la relación terapéutica dentro del marco de la terapia.
4.El ALLÁ Y ENTONCES: es la historia de la vida del paciente. El desarrollo de la
persona en el tiempo. Toma como ejemplo el libro de Polster "La vida de cada persona
es una novela". En este último aspecto, incluye la corriente psicoanalítica y su trabajo
sobre los Trastornos de Personalidad, como el trastorno Bordeline y el Trastorno
Narcisista. En estos cuadros, la historia del sujeto es indispensable para
su comprensión y establecimiento de un plan terapéutico.

Yonteff sostiene que una actitud existencial real incluye un tomar en cuenta la
necesidad del paciente de hablar tanto de su pasado como de su presente, y en su
presente tanto de lo que ocurre en el encuadre (setting) terapéutico como fuera.
Este cambio en el enfoque del AQUÍ Y AHORA se viene dando desde los últimos años de
la década de los 60.
El AQUÍ Y AHORA es la localización en tiempo y espacio del darse cuenta de la
persona. El darse cuenta ocurre en el AQUÍ Y AHORA, pero el objeto de este darse cuenta
con frecuencia es un evento fuera de la relación terapéutica, sea del pasado o una
anticipación futura. Si en este momento hay contacto, podemos decir que estamos en el
AQUÍ Y AHORA.

Para 1984 el mismo Polster habla de un manejo más flexible del AQUÍ Y AHORA.

Sostiene que es falso abandonar literalmente el pasado o el futuro. El mismo Perls


decía que el presente es un fenómeno en continuidad y así no excluye recordar y
planificar. Todo esto conduce a una actitud más amplia y flexible en el contacto con el
paciente y no dejarse atrapar por el USO de unos conceptos que en vez de acercar,
alejan del proceso del individuo.

FORMACIÓN DE LA GESTALT: FIGURA Y FONDO

En la terapia de la Gestalt el campo indiferenciado


es denominado fondo (background); el foco emergente de
atención y actividad se llama figura o gestalt. El proceso
de formación del foco de atención y actividad se llama la formación de una gestalt o
formación de una figura; el proceso de gratificación y desaparición de necesidades se
llama destrucción de una gestalt o destrucción de una figura.

Una Gestalt es una forma que no puede ser cambiada sin ser destruida. Es así
una totalidad, una forma cohesiva, indivisible. La relación entre las partes no puede
ser modificada sin destruir esa gestalt particular. Una gestalt es lo que nos interesa. Es
lo que nuestra autorregulación organísmica requiere. Dicho de otra manera, lo que se
convierte en significante para nosotros se convierte en una gestalt. La relación figur-
afondo es una diferenciación de parte del campo en un lugar de centralización de
importancia, sin perder contacto con el resto del campo.

Siempre se trabaja con la Gestalt que emerja, con la figura que se hace presente
sobre un fondo. Generalmente un trabajo terapéutico puede iniciarse con un tema
determinado frecuentemente sugerido por el paciente, pero se sigue el proceso del
sujeto, tomando en cuenta básicamente lo que surge en su campo de conciencia, lo que
así se hace figura y esto, por lo general, corresponde a una Gestalt inconclusa que de-
sea cerrar. No importa desviarse así del tema inicial, aunque es recomendable al nor-
malizar el trabajo, preguntarle a la persona si desea completar algo de lo planteado
inicialmente.

Hay un estado pre-diferenciado de darse cuenta y en este estado no nos damos


cuenta de nada en particular, pero estamos abiertos al campo general. No hay centro
de atención. Este estado se llama indiferencia creativa y es parte del proceso de
formación y destrucción de una gestalt; es el punto que surge después de que una
gestalt ha sido destruida y otra está comenzando a formarse.

Este concepto de figura y fondo fue descrito hace muchos años por
.
Köhler, Koffka y Wertheimer. Ellos hablaban de figura y fondo en relación al
fenómeno perceptivo y cognoscitivo. Los terapeutas de la Gestalt se interesan en la
figura y fondo como un fenómeno relacionado a todas las funciones del organismo.
El sujeto saludable es capaz de experienciar claramente y diferenciar algo que
aparece como forma; qué le interesa de aquello y qué realmente no le resulta
interesante. Es así capaz de jerarquizar necesidades.

En personas alteradas hay una confusión entre figura y fondo. Hay una falta en
focalizar, en una situación no saben elegir lo que les es realmente importante. No
separan lo que les resulta esencial de lo superfluo.

DIFERENCIACIÓN Y DIALÉCTICA DE LAS POLARIDADES

La formación de una gestalt finaliza con la creación de un todo unificado de sen-


tido y actividad que logra la gratifica-
ción de las necesidades del organismo.
El inicio de este proceso es un estado
diferente de integración. Es el punto
que hemos llamado de indiferencia
creativa. Es el punto cero, es el prin-
cipio y el centro. En este momento, des-
pués de la saciedad, estamos abiertos a
las posibilidades creativas del campo,
pero no envueltos en ellas todavía.

La diferenciación es el proceso de separar las posibilidades en opuestos, en po-


los. No podemos darnos cuenta de diferencias si no nos damos cuenta de su naturaleza
polar. De esta manera, los opuestos se necesitan y están íntimamente relacionados. La
luz se conoce en relación con la oscuridad, el calor con relación al frío. Nuestras emo-
ciones irrumpen entre alegría y tristeza, desilusión y satisfacción, nuestra moral en lo
bueno y lo malo, nuestros gustos en lo bello y lo feo. La vida oscila entre el ying y el
yang, forma y vacío, presencia y ausencia, materia y espíritu.
Todos nosotros dividimos nuestro mundo entre nuestros gustos y disgustos, lo que nos
agrada y lo que nos desagrada.

La polaridad está profundamente enraizada en el funcionamiento del organismo.


La sed conduce a la búsqueda de agua, el calor nos lleva a buscar el fresco, la tensión
busca su descarga y así la relajación. Son fenómenos biológicos, formas de auto-regu-
lación. En relación a los opuestos, la existencia de uno requiere la existencia del otro.

La relación entre las polaridades funciona como un proceso dialéctico. En el conflicto


entre los opuestos, una resolución es obtenida. Por ejemplo, Latner señala la con-
cepción de Hegel del desarrollo histórico como consistente en fuerzas que forman un
algo coherente llamado tesis. A la tesis se le oponen las contradicciones inherentes a
ella misma, lo que va a formar la antítesis. La resolución de este problema es una
síntesis que transforma las fuerzas opuestas en una situación nueva y unificada.

En el pensamiento dialéctico de la Gestalt, las dualidades no


son contradicciones irreconciliables, sino distinciones que serán
integradas en el proceso de formación y destrucción de la gestalt.
Jung sostiene que a mayor contraste, mayor potencial. Grandes
energías sólo vienen de grandes tensiones originadas en los opues-
tos.

Carl G. Jung
Tomando como punto de partida el punto cero del organismo en su campo, el
campo está indiferenciado. Nuestras necesidades organísmicas están balanceadas, es-
tamos en un estado de indiferencia creativa. En el acontecer de los hechos, nuestro
punto cero se afecta por una alteración en el balance del campo. En el proceso de la
regulación organísmica, aspectos del campo comienzan a distinguirse de acuerdo a su
importancia en relación a las necesidades. Por la naturaleza del proceso se distinguen
las polaridades. La dinámica de la polaridad es entonces unificada en una figura que
se ajusta a partes del organismo y partes del medio, constituyendo un todo unificado
comprensible y origina una conducta que gratifica las necesidades, destruye las
figuras y restaura el balance organismo-medio.

Siempre en el trabajo con la gestalt, tomamos en cuenta la polaridad y vemos


siempre que un polo conduce al opuesto. Un polo en exceso oculta al otro reprimido,
oculto, y en la medida en que esta característica se trata de reprimir, más se irá acen-
tuando su fuerza.

En terapia se le puede hacer ver al paciente cómo muchas veces su conducta


manifiesta suele ser la antítesis de los impulsos subyacentes o latentes. Así, represen-
tando los dos roles, puede contactar este elemento. Jung sostenía que aspectos de la
personalidad manifestados en exceso llevan a la sombra el opuesto. Hasta que la
parte o característica no reconocida no fuera hecha consciente o integrada a la tota-
lidad de la personalidad, el sujeto permanecería incompleto.

Zinker sostiene que la llave del conocimiento, fe-


licidad y existencia del hombre, se encuentra en la
idea de la reconciliación de las diferencias.

Es importante señalar que una persona posee


no un sólo opuesto, sino varios opuestos relacionados,
por ejemplo: la crueldad puede no ser la única po-
laridad de la bondad, otra podría ser la insensibilidad.

Joseph Zinker
La persona sana tiene conciencia de la mayoría
de las polaridades dentro de ella, incluyendo aquellos sentimientos y pensamientos que
la sociedad no acepta, y es capaz de aceptarse a si mismo de esa manera. Una persona
puede tener gracia y sin embargo, ser torpe para algunas situaciones. Es frecuente que
existan puntos ciegos hasta en la persona sana. Por ejemplo, una persona puede
conocer su suavidad pero no darse cuenta de su fuerza. Al conocer esta parte puede
sentir dolor y hasta no aprovecharla.
Mientras más alterada esté la persona, más puntos ciegos tendrá en su
personalidad. Tenderá a ser estereotipada y rígida en la forma de percibirse y no
aceptará muchas partes de SÌ misma, sobre todo aquellas partes en las que ha sido
educada a llamar repulsivas o inaceptables, como sus partes insensibles, sus partes
homosexuales, sus partes agresivas; tratará de proyectar estas características en los
demás y no verlas en ella misma. De esta manera evita la ansiedad, pero con la
consecuente aparición de síntomas neuróticos.

Según Zinker, para que la persona pueda vivir una característica en forma
genuina, debe permitirse conocer su polo opuesto. Así, si no entro en contacto con mis
elementos femeninos, mi masculinidad será exagerada y hasta perversa.

Es importante señalar que el conocer una característica y aceptarla, no implica


que se vaya a presentar en forma más acentuada en la conducta. El que un sujeto
acepte sus partes sádicas, no lo hace un sádico. Por el contrario, se puede dar el caso
de que la característica pierda fuerza y se haga menos manifiesta. Mientras menos
conozcamos partes negativas de nuestra personalidad, más las podemos actuar.

El conflicto interpersonal es por lo general consecuencia del conflicto intraper-


sonal no resuelto. Las características nuestras que no poseemos las proyectamos y las
vemos en el otro y esto es más fácil de controlar. Como afirma el dicho "Es más fácil
ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el ojo propio". Muchas veces se observa cómo
en la relación de pareja, uno complementa al otro; así, es el polo no vivido por esa
persona. Se requiere que sean dos personas las que den una persona completa. Esto
se ve sobre todo cuando existe confluencia.

CONCEPTO DE LO NATURAL

La concepción de la naturaleza del hombre es aristotélica. El hombre no es ni


bueno ni malo por naturaleza, idea además sostenida por Rousseau y Hobbes, entre
otros. El hombre tiene una forma de ser como mejor puede servirle en ese momento.

En Gestalt es bueno para el hombre lo que es intrínseco. El problema y el reto de


nuestra vida es encontrar un camino para satisfacer nuestra cualidad humana (our
humanity); es así, realizar nuestras posibilidades. En terapia se trata de que el sujeto
recupere lo suyo puesto en el afuera, lo tome y se haga responsable.

Este criterio lo vemos en varios autores, como Rogers, quien sostiene que hay una
tendencia natural del hombre a ser sus potencialidades y que pueden estar detenidas
por capas de defensa psicológica.

RESPONSABILIDAD

Para muchos autores, la esencia de la terapia gestáltica estaría dada por un


triángulo cuyo centro representaría la centración del sujeto y en cada uno de los tres
ángulos estarían los siguientes elementos: presente, responsabilidad y toma de
conciencia.

Es responsabilidad de cada uno asumir su existencia, sus acciones, emociones.


Perls daba un gran valor a este aspecto, y en forma enfática sostenía: “yo no soy
responsable por nadie sino por mí mismo. No tomo ninguna responsabilidad por ti.
Estoy dispuesto a trabajar contigo pero si tú lo deseas. Si tú quieres volverte loco o
matarte eso depende de ti". Esto lo señalaba al iniciar un trabajo; y cabe indicar que
en la estadística de pacientes vistos por Perls , no se le llegó a conocer ningún suicidio
(Sheperd).

Responsabilidad es además capacidad de responder.

Es la disposición de hablar diciendo YO y logrando aceptar el yo soy lo que soy.


Esta palabra viene del inglés responsibility, es decir, capacidad para responder; es así,
mi capacidad de involucrarme con mi totalidad en lo que estoy haciendo y sentir que
yo soy el que lo está haciendo.

Una de las metas en la búsqueda de la integración es hacernos responsables de


nuestra proyecciones, re-identificarnos con estas proyecciones y convertirnos en lo
proyectado.

El darse cuenta es ser responsable en cierta medida. Somos responsables si nos


damos cuenta de lo que está pasando. Hacernos responsables significa en parte tomar
nuestra existencia así como aparezca. Además, como ya se ha señalado, somos poseedores
de nuestros actos, impulsos y sentimientos. Nos identificamos con ellos, aceptamos lo
que pensamos, sentimos y hacemos como nuestro.

En la relación terapéutica, el terapeuta debe tomar plena responsabilidad por


sus reacciones frente al paciente. Él no es responsable de la neurosis del paciente, ni
de su miseria o soledad, pero sí es responsable de cómo actúa y maneja la situación
terapéutica.

Hay tres tipos de situaciones donde en la relación terapéutica no podemos hablar


de responsabilidad por parte del paciente, y estas son:

a) Paciente psicótico, donde ha habido una pérdida del contacto con la realidad
y así poco podemos exigirle responsabilidad por su conducta.

b) Niños, donde si bien se puede esperar cierto grado de responsabilidad de


acuerdo a su edad y desarrollo psicológico, ésta recae en gran parte sobre los padres.

c) Persona suicida, en este caso la actitud variará de acuerdo al peligro real de


suicidio y no a la amenaza suicida; sea cual sea su característica
es una señal que se debe atender.
Yalom sostiene que ser responsable es ser autor de; cada uno de nosotros siendo
el autor de su propio diseño de vida. Como los pacientes tienden a resistirse al hecho de
asumir su responsabilidad, la terapia debe ir dirigida a desarrollar técnicas para hacer
que este paciente se dé cuenta de cómo crea sus propios problemas. Esta técnica se
hace en el AQUÍ Y AHORA .

El mismo Perls sostiene que responsabilidad significa simplemente Yo soy Yo y


Yo Soy lo que Soy. Se corre el riesgo de relacionar la palabra responsabilidad con o-
bligación y éste no es el sentido que estamos utilizando.

EXPERIENCIA COMO VÍA DE APRENDIZAJE

"Por más conocimientos que tenga


o elocuente que sea,
el hombre no conoce nada realmente
si no lo ha aprendido por la experiencia".

Wieland

Aprendemos a través de la experiencia, aprender es descubrir; cuando des-


cubrimos destapamos nuestra propia habilidad, nuestros ojos, para encontrar nuestro
potencial, para ver qué está pasando.

La Gestalt es una terapia experiencial y cualquier experiencia es válida, sobre


todo cuando la persona se da cuenta de esa experiencia. Se trata de restaurar la co-
nexión sobre el sobreísmo (hablar sobre) y la acción. Integrando la acción en el proceso
de tomar decisiones, la persona se libera de la influencia de un sobreísmo rumiante.
Las decisiones son mejor hechas cuando la acción comienza a indicar una dirección
reconocible a lo que puede responder "si", ejemplo: un joven decide estudiar medi-
cina
cina después de haber tomado cursos de biología y haberse informado con
personas relacionadas con esta profesión,

En terapia, a través de la experiencia, el individuo es inducido a confrontar


emergencias de su vida, actuando sus acciones y sentimientos en un marco de
seguridad relativa.

La experiencia es creada cuando la exploración venturosa puede tener un so-


porte que lo sostenga. Es interesante que el individuo pueda explorar ambas actitudes
polares, la de arriesgarse en la vida y la de mantenerse en una seguridad.

La experiencia vivida durante la terapia no debe ser un paliativo o un sustituto,


al contrario, es un proceso de descubrimiento, es experienciar en el presente lo que es
para lograr el fluir del darse cuenta a la acción experiencial.

Polster describe cuatro niveles básicos de expresión: bloqueada, inhibida,


exhibicionista y espontánea.

Las dos primeras no se expresan en público, ya sea porque los impulsos del in-
dividuo no son reconocidos (bloqueo), o porque la expresión está contenida aunque
el sujeto reconozca sus impulsos (inhibición). Las expresiones exhibicionistas son
aquellas que no han sido asimiladas por el sujeto y éste trata de mostrar una actitud
que defiende como espontánea sin serlo. Esta puede ser una actuación crítica que se
puede confundir con una expresión realmente espontánea y estaría en la habilidad
del terapeuta darse cuenta de la diferencia. Muchas veces hay que ser tolerantes
frente a esta fase, porque el sujeto no se encuentra en ese momento en capacidad de
ver más a fondo y la fase puede ser un paso previo para pasar luego a niveles más
profundos. Es importante ver si en esta fase hay movimiento, vitalidad, necesidad de
hacer cosas nuevas.
La expresión espontánea es aquella que emerge naturalmente, integrada y
coherente con el sujeto. Hay varias formas en que este experimentar se puede llevar a
cabo en la terapia.

Se nombrarán algunas:
a) Representación
b) Conducta dirigida
c) Trabajo con sueños
d) Fantasías
e) Tareas

a) Representación
Es la dramatización dentro del contexto terapéutico de algunos aspectos de la
vida del paciente. Puede surgir de una afirmación, de un gesto, movimiento. Se puede
dirigir en varias direcciones:

1) Representar una situación inconclusa del pasado.


2) Representar una situación inconclusa presente.
3) Representación de características (la bondad, actitudes de manipu-
lación, actitudes de sumisión). Aquí es importante ver el sentido
que la persona le da a las palabras y ver cómo puede significar
algo distinto para otra persona. Por otra parte, es interesante
observar cómo cuando una persona representa una característica,
da una visión diferente a cuando se refería a ella verbalmente.
4) Representar la polaridad; se busca restaurar el contacto entre
las fuerzas opuestas. La polaridad puede tomar diversas formas,
como las máscaras del teatro griego. Así, las polaridades pueden
representar el campo de batalla entre el intelecto y la emoción,
entre la competencia y la incompetencia, entre la brillantez y la
estupidez, entre la responsabilidad y la irresponsabilidad, entre
madurez e inmadurez.

En la representación de estas características el sujeto puede darse cuenta de


qué significan en su vida y cómo influyen en su conducta.

b) Conducta Dirigida
Se puede conducir la conducta con fines exploratorios para facilitar la toma de
conciencia y el descubrimiento. Se le sugiere a la persona realizar tal o cual
experiencia, sin llegar a forzarla. Se le invita a practicar conductas para buscar lo que
está evitando.

c) Trabajo con Sueños


(Se verá el trabajo con sueños en capítulo aparte)

d) Fantasías
El trabajo sobre fantasías es conocido y frecuentemente utilizado por la terapia
gestáltica. La fantasía puede ser trabajada de diversas maneras, desde los viajes de
fantasías con todas sus variaciones hasta las expectativas que pueda tener un paciente
sobre un trabajo nuevo. Es curioso ver cómo al trabajar determinadas fantasías, se
puede lograr la distensión que se podría obtener con técnicas que implicaran acción.
El sujeto se puede percatar de cómo muchos sentimientos vividos se convierten en
menos amenazadores de lo que se imaginaban, y por lo tanto, pueden ser mejor mane-
jados en el futuro.

En general, se logra una mayor integración de las emociones con una mejor acep-
tación de éstas como parte nuestra y un manejo menos temeroso y más concentrado.

La fantasía es una fuerza expansiva de gran intensidad en la vida de la persona.


El trabajo de la fantasía en psicoterapia gestalt tiene las siguientes finalidades, según
Polster:

1) Establecer contacto con un acontecimiento, un sentimiento o una


característica personal resistida.

2) Establecer contacto con una persona que no está disponible o con una
situación inconclusa.

3) Explorar lo desconocido.

4) Explorar aspectos nuevos o desacostumbrados del individuo.

J. Stevens sugiere que lo que una persona experimenta en una fantasía no está
del todo determinado por la consigna o por las instrucciones que recibe. Al contrario,
lo que una persona experimenta tiene mucho más que ver con lo que la persona es y
cómo vive su existencia. Por eso no hay un significado simbólico uniforme y pre-
determinado en los elementos de una fantasía. Sería, pues, un juego intelectual contar
con un diccionario de significados simbólicos de las fantasías. El significado va a estar
dado por lo que la persona experiencia, cómo lo experiencia y su capacidad de
integrarlo a su vida.

Según Stevens, se deben tomar en cuenta cuando se trabaja una fantasía


en terapia Gestalt:

1) Evitaciones, falta de conciencia (destacar aquellos elementos que la persona


evita, sean emociones, sensaciones, situaciones, personas...)

2) Cambio versus estancamiento (tomar en cuenta aquellos elementos que


reflejen crecimiento, desarrollo o por el contrario, detención, estancamiento,
repetición, mantenimiento del status quo...).

3) Auto-apoyo vs apoyo ambiental (detectar si en la fantasía la persona usa sus


recursos o espera ayuda; si evidencia autonomía o dependencia de otros...).

4) La relación yo-ambiente (cómo se relaciona el individuo con su medio en la


fantasía: es una interacción saludable, sana, de desarrollo o enriquecimiento
mutuo, alegre, creativa ; o por el contrario, de enfrentamiento o pugna, negativa, de
stress...).
5) Barreras y frustraciones (identificar los obstáculos o barreras que son
experimentados como frustraciones por la persona... Explorar la actitud de la persona
ante ellas...).
6) Disposición emocional general de la fantasía (ver cuál es el tono afectivo
predominante en la fantasía; los sentimientos que predominan: tensión, alegría,
tristeza, depresión, expectativa, esperanza...).
7) Grado de compromiso de la persona con la fantasía (disposición de la persona
a comprometerse en la experiencia de trabajar su fantasía, enfrentamiento del riesgo:
uso de la primera persona, empleo del tiempo presente... Disposición a fantasear o a
evitar la fantasía, a controlarla o a manipularla para evitar aspectos desagradables
reduciendo así su capacidad de darse cuenta, pero no elimina lo desagradable de su
vida... Disposición a encarar y aceptar el desagrado en la fantasía o en la vida...).

e) Tareas

Se trata de hacer más efectiva la terapia. Generalmente son sugerencias del


paciente mismo, y así aumenta su responsabilidad. Por ejemplo: un paciente presenta
una situación conflictiva a nivel de su trabajo y se le pregunta, qué puede hacer para
modificar la situación y cómo puede hacerlo, y al dar las posibles soluciones y su
deseo de explorarlas, establece una tarea cuyo resultado planteará posteriormente a
su terapeuta individual o al grupo.
Otro sentido de las tareas es evitar que el trabajo del sujeto se limite a la sesión
terapéutica. Es sólo a través de la experiencia de la vida diaria donde se pueden poner
en práctica elementos descubiertos en las sesiones terapéuticas. Muchas veces esto se
da en forma inevitable, ya que la movilización obtenida de una sesión terapéutica no se
detiene cuando el sujeto abandona la sesión, de otra manera la terapia no tendría
sentido.

RAÍCES DOCTRINALES

INTRODUCCIÓN

La palabra Gestalt viene del alemán, no teniendo hasta ahora una traducción
precisa en otro idioma; significa totalidad, configuración, integración, un patrón
único. El uso técnico de la palabra viene de la Psicología de la Gestalt, remontándose a
1890, cuando se utilizaba ligada al funcionamiento de la percepción. Hoy en día, se usa
para identificar uno de los sistemas psicoterapéuticos de mayor vigencia.

El uso de la Gestalt en el campo terapéutico se le debe a Perls, quien crea un


sistema que no es sólo importante por la integración que logra de otros sistemas ya
existentes, sino que da origen a una nueva orientación que va más allá de la suma de los
elementos que la constituyen. La Terapia de la Gestalt es en realidad una Gestalt.

El autor Walter Kempler señala que no hay nada en la Terapia de la Gestalt que
como elemento aislado pueda considerarse como original, ya que su concepción se
puede encontrar a través de los escritos del hombre en su evolución histórica.

El autor se remonta al Jardín del Edén (Génesis) cuando Adán y Eva comieron
el fruto prohibido: “...los ojos de ambos estaban abiertos y supieron que estaban
desnudos". La toma de conciencia, uno de los elementos básicos de la Terapia de la
Gestalt, se hace evidente en esta frase.
Génesis 3:22:"...el hombre se convierte en uno de nosotros, conociendo lo bueno y
lo malo" (behold, the man is become as one of us, to know good and evil). Esto lo
relaciona con el concepto de la polaridad, un elemento esencial en la Terapia de la
Gestalt.

Antes del cristianismo, en la literatura hindú en la filosofía Sankhya, se crean


diez postulados de sabiduría y entre éstos está el concepto de que la experiencia en esta
tierra es la llave que de nuevo despierta todo el conocimiento del universo que está
encerrado en cada uno de nosotros y espera ser liberado. Aquí el principio de la
experiencia como vía de aprendizaje se hace evidente.

Sócrates sostenía que en la entrada del templo de Apolo en las montañas de


Delfos estaba inscrita la frase conócete a ti mismo, y esta frase es la clave para la
Psicoterapia Gestáltica a través del darse cuenta y de las psicoterapia en general.
Entre estos escritos de la antigüedad y en la actualidad, hay numerosos autores
que han descrito la existencia del hombre en términos del "darse cuenta" o toma de
conciencia, la polarización, la experiencia, la importancia del aquí y del ahora y muchos
de los restantes elementos considerados como básicos en la Terapia Gestáltica.

Si vamos a las influencias más importantes sobre la doctrina de Perls , podríamos


dividirlas en cinco vertientes:

1) Psicoanálisis,
2) Teoría del Carácter de Wilhem Reich,
3) Filosofía Existencial,
4) Psicología de la Gestalt, y
5) Religiones Orientales.

Además, nombra una serie de autores que le llamaron la atención e influyeron en


su concepción, tales como Hegel, Friediander, Kant, Husserl, Marx, Huxley, Mark
Twain, Hermann Hesse, Robert Louis Stevenson.

Por otra parte, autores que han estudiado la obra de Perls señalan otras influen-
cias que van desde el campo filosófico (Heráclito, Aristóteles, Kierkegaard, Heidegger,
Jaspers, con su enfoque fenomenológico, Buber, Sartre, Camus, Smutz, Alan Watts),
al literario (Rilke, Goethe, Reine, Nietzche), llegando al psiquiátrico (Moreno con su
psicodrama, Rogers, Berne, Maslow).

PSICOANÁLISIS

Perls inicia su ejercicio en el campo de la psiquia-


tría dentro del marco referencial psicoanalítico. A
través de su vida tuvo contacto directo con personajes
tales como Freud, Adler, Federn, Fenichels, Ernest
Jones, Karen Horney. Fue analizado por Hanik y
W. Reich entre otros. Fundó el Instituto Sur Africano
de Psicoanálisis (1934). Al sentirse desilusionado del
psicoanálisis se orienta primero al Budismo Zen y
luego al Existencialismo.

A pesar de que su encuentro personal con Freud fue vivido por él como
Freud fue decepcionante para él, Perls lo consideró como un genio, como "el Edison
de la Psiquiatría".

Consideraba que los descubrimientos de Freud eran de gran valor, pero que los
aspectos filosóficos y técnicos de su terapia estaban obsoletos. El paso de Perls del
Psicoanálisis a la Terapia de la Gestalt se puede observar claramente en su libro "Yo,
hambre y agresión".
Critica el método freudiano ortodoxo por su énfasis en el pasado y el no trabajar
con el aquí y el ahora; también el hecho de tratar aspectos psicológicos como si existie-
ran aislados, no tomando al organismo como una totalidad. Al igual critica el no to-
mar en cuenta el fenómeno de la diferenciación. El pensamiento diferencial se parece
a las teorías dialécticas de Hegel y Marx
. Básicamente es la idea de que un hecho
determinado se relaciona con un punto cero desde donde se va diferenciando en
opuestos. Los opuestos dentro de un mismo contexto están más relacionados entre sí
que lo que está cada uno en relación a otro aspecto.

Perls en un principio dio importancia al instinto del hambre, mientras Freud


daba importancia al instinto sexual. Según Perls, mientras el ano, al encontrarse a-
trás se relaciona con el pasado (punto terminal), la boca se encuentra en el frente y se
relaciona con el futuro (punto de comienzo). En términos de etapas del desarrollo,
tomando a la boca como punto de referencia estableció las siguientes etapas: a) prena-
tal, b) pre-dental o chupete, c) incisión o morder, d) molar o morder y masticar. La
agresión puede ser parte de cualquier instinto, pero se relaciona más con el instinto
del hambre. Relacionando con las etapas del desarrollo, él habla de los siguientes pro-
cesos: a) asimilación (mordiendo y masticando, destruyendo la estructura), b) introyec-
ción parcial (mordiendo un pedazo, pero sin destruir la estructura), y c) introyección
(chupando, tragando completo, sin destruir la estructura).

Para ser asimilado y convertido en parte de uno mismo, la sustancia física o


psíquica debe ser digerida, lo que requiere la destrucción de la sustancia. El alimento
psíquico no masticado adecuadamente es introyectado y puede sufrir tres evoluciones:
primero puede ser vomitado, como por ejemplo, repetir una lección de memoria; en
segundo lugar puede ser defecado a través del proceso dinámico de la proyección; en
tercer lugar, puede originar una indigestión mental, llevando a diversos síntomas,
tales como obsesiones. La inhibición de la agresión oral natural es una resistencia al
morder o al masticar y se manifiesta como una introyección, no dando al organismo
material necesario para su crecimiento. Este proceso descrito por Perls se puede
relacionar con el desarrollo psicosexual de Freud.

Entre otras críticas que realiza al psicoanálisis freudiano, tenemos que lo


considera determinista, reduccionista, dándole excesiva importancia a la sexualidad.
Sostiene que se llega a considerar la memoria como una realidad y esto no es así, ya
que el sujeto distorsiona con mucha frecuencia los recuerdos del pasado. "El gran
error del psicoanálisis está en asumir que la memoria es una realidad. Los llamados
traumas que se suponen son la raíz de las neurosis, son invenciones del paciente para
salvar su autoestima. Nunca se ha probado que estos traumas existan. Son mentiras que
inventamos para evitar el crecimiento". En este sentido, cita el libro "Nunca te prometí
un jardín de rosas" de Hannah Green, donde la niña, personaje central, inventa un
trauma que le da fuerzas en su lucha frente a la vida.

Considera que el psicoanálisis fomenta la parte infantil del sujeto al concebir el


pasado como causante de su enfermedad. De esta manera se facilita la dependencia
hacia el terapeuta, evitando que el paciente sea responsable de sus acciones.
Transferencia literalmente significa colocar una cosa en el lugar de otra.
Originalmente significa el transferir al terapeuta los sentimientos que se tenían por
uno de los padres. Para Perls, trabajar con este esquema es una pérdida de energía.

Critica la rigidez del setting psicoanalítico. Uno de los aspectos que más le
molestaban en este sentido, era el de no poder establecer un contacto directo, más
humano con el paciente y el no poder tomar en cuenta el aspecto corporal, incluyendo
el contacto físico. Este último aspecto le viene de la influencia que tuvo Reich sobre él.
Perls llega a decir que había conocido a muchas personas que habían pasado años en
terapia analítica y que posteriormente comprendían todas las causas de sus neurosis,
pero seguían tan neuróticas como antes.
Considera que no hay una estadística que hable del nivel de curación en un
tratamiento psicoanalítico.
Por otra parte, el psicoanálisis enfatiza las partes enfermas del paciente, no to-
mando en cuenta que se puede trabajar sobre las partes sanas. La terapia no tiene que
estar limitada al sujeto enfermo, sino extenderse a cualquier persona con deseos de
crecimiento. De aquí su idea de la comunidad gestáltica.

Al hablar de la tendencia a la repetición, Perls decía que para Freud éste era un
mecanismo patológico y orientado hacia la muerte. En su concepción, esta tendencia es
un intento repetido de encararse con una situación difícil. Las repeticiones son
inversiones a favor de concluir una gestalt. No dan resultado porque son esfuerzos
inútiles, ya que se deja algo fuera de la actuación, algo de lo que el sujeto no se da
cuenta, la parte evitada.

Critica el método de la asociación libre. Dice que este método facilita la disociación
en vez de lograr integración ya que se evita la experiencia. Se puede hablar y hablar y
nada pasa; se pueden asociar cientos de hechos, pero sólo se puede experienciar una
realidad.

La Gestalt da más valor a la acción que a la palabra, más a la experiencia que a


los pensamientos, más al proceso viviente de la interacción terapéutica y al cambio
interno resultante que a la influencia de algunas creencias. El cambio en la terapia no
se da por la interpretación, sino partiendo de uno ser lo que es. El cambio comienza a
darse cuando el paciente abandona buscar lo que desea ser y trata de ser lo que es. La
premisa es que uno se debe parar bien en un lugar antes de dar pasos para
desplazarse a otro sitio. Se trabaja así para que la persona misma descubra lo que es
y no lo que debería ser.

Las personas oscilan frecuentemente entre lo que creen ser y lo que creen
deberían ser, sin identificarse ni hacerse responsables de alguna de estas posiciones.
Al interpretar pensamos por la persona, evitando que descubra por si misma y se
haga responsable. Por otra parte, de esta manera se evitan las proyecciones por parte
del terapeuta. Esto, lógicamente, cae un poco en lo ideal.

En la Gestalt se estimula al paciente a vivir lo que está experimentando y no


buscar darle explicaciones. Cita a Proust "Para curar un sentimiento, éste debe
experimentarse completamente y basta su máxima expresión.

Muchos autores sostienen que Perls trató en un principio, y así lo demostró en


sus obras iniciales, de criticar la teoría psicoanalítica y rechazar gran parte de sus
elementos técnicos, pero en sus últimas obras se va notando una actitud diferente,
integrando muchos más elementos del psicoanálisis. Del psicoanálisis toma muchos
elementos como los mecanismos de defensa, sobre todo el de evitación, el concepto de
resistencia en un proceso terapéutico; Perls no habla de libido como tal, pero si de la
excitación o energía que es su equivalente con pequeñas diferencias.

Perls en sus obras escritas habla poco de otras figuras dentro del psicoanálisis
con la excepción de Reich. Sostuvo que Adler ponía demasiado
énfasis en el futuro, en la actitud del neurótico de su búsqueda
de poder. Por otra parte, tiene en común con Adler el sentido
de la responsabilidad del sujeto sobre su propia vida y cómo la
neurosis puede ser un escape a esta responsabilidad. Adler por
Alfred Adler
otra parte, hace hincapié en el individuo, en tratar a cada
sujeto por si mismo con su propio tiempo y espacio, concepto que también vemos en la
Gestalt.

Critica a Otto Rank por su forma de desarrollar la teoría freudiana. Sin


embargo, tiene en común con él la importancia de la lucha por la individualidad; el
recuperar las partes desintegradas; el cambio en la relación médico-paciente con una
orientación más humanista; el concepto en la relación de contacto y confluencia.

De Jung toma una serie de elementos como el de la importancia de la polaridad


en la vida humana. En Gestalt es muy importante trabajar con los polos opuestos
para así conseguir la centración. Para Jung aspectos de la personalidad manifiesta
por su predominio, llevaban a la sombra el aspecto opuesto. Hasta que la parte o
característica no reconocida fuera consciente e integrada a la personalidad del sujeto,
ésta permanecería incompleta. También influye a través de su forma de tratar con los
sueños, dándole importancia como expresiones creativas y no sólo manifestaciones de
deseos reprimidos. Los símbolos elegidos en el sueño, eran escogidos porque eran la
forma más completa de decir lo que necesita ser dicho. Jung dio importancia al as-
pecto transpersonal del hombre, hecho éste que es trabajado por muchos gestaltistas
hoy en día. El concepto de individuación de Jung, equivaldría en cierta forma al con-
cepto de estar centrado o integrado en Perls

En otro sentido, Perls dio crédito al concepto de Jung de las dos actitudes básicas
de experienciar: la actitud introvertida y la actitud
extrovertida. Igual sucede cuando Jung habla de las
cuatro funciones principales del ego: pensar-sentir;
percepción-intuición. Se presentan como polaridades
que deben ser integradas. De éstas, la sensación, según
sostiene Von Franz, se da en el AQUÍ Y AHORA. La
intuición es también tomada por Perls y lo vemos cuando
dice: "un buen terapeuta no escucha el contenido de
Carl G. Jung
mierda (bullshit) que el paciente produce, sino al sonido, a
la música, a los titubeos". (Perls, 1969). Evita la racionalización excesiva sin negar la
importancia del pensar en el ser humano y trabaja esencialmente con el aspecto
afectivo.

Por otra parte, Perls dio importancia al surgimiento de nuevas ideas en el campo
de la psicoterapia, como la teoría de Reich al concretizar la psicología de la resistencia
a través de tensiones musculares; la importancia que le dio Sullivan a la autoestima; el
valor que le da Rogers al desarrollo de las técnicas de feedback; el concepto de Berne
de los juegos y la evolución de poner el énfasis presente en el síntoma, luego en
el carácter, en la terapia existencial, hasta llegar a la Psicología Humanista.

Yonteff para 1986, plantea que la actitud de los terapeutas de la Gestalt a finales
de la década de los 70 es de una apertura a otras corrientes y de integración de nuevos
elementos. Fuera de las raíces ya conocidas, hay que tomar en cuenta otras influencias
tales como la terapia dinámica de corta duración, los aportes de Erickson y sobre to-
do, la teoría de Kohut , la descripción de este último sobre el desarrollo de la persona,
del significado de las relaciones humanas que no están en el darse cuenta y sobre la
secuencia y desarrollo de la terapia con diferentes pacientes es de suma importancia.
Otros autores dentro del psicoanálisis que hay que tomar en cuenta, y de surgimiento
relativamente reciente, son los aportes de Winnicot y Mahier.

Todo esto nos hace ver la importancia de la historia de un paciente cuando vamos a
hacer terapia, sobre todo cuando se trata de cuadros que implican una patología más
estructurada como ocurre con los Trastornos de Personalidad. Desde la década de los
80, algunos autores se han interesado en el estudio y tratamiento del Trastorno Borderline
de la Personalidad y del Trastorno Narcisista de la Personalidad, entidades que se ven
en el mundo actual con mayor frecuencia. No está claro si estas entidades clínicas han
aumentado en frecuencia por una serie de influencias y cambios culturales y so-
ciales, de la época actual, o es que existe una mayor precisión en los diagnósticos que
la que existía anteriormente.

ANÁLISIS DEL CARÁCTER DE WILHEM REICH

Una de las influencias básicas en el paso de Perls


del psicoanálisis a la Gestalt fue la de Wiihem Reich.

Bajo recomendación de Karen Horney, Perls

W. Reich
entra en terapia analítica con Wilhem Reich durante los años 1931 y 1932. Si dividimos
la teoría de Reich en dos períodos, podemos afirmar que fueron sus aportaciones del
primer período las que influyeron sobre Perls . Para el año 1969, Perls comenta que
Reich se dejó llevar por sus fantasías y se convierte en un científico loco.

Podemos hablar de varias influencias importantes de la teoría reichniana sobre


la Gestalt. Una es la regla de que los recuerdos deben estar acompañados del afecto
apropiado (Reich, 1949). Esta regla de que los pensamientos deben estar acompañados
del afecto en la terapia para que ésta sea efectiva no es una idea nueva; ya Freud la
había postulado, pero Reich le da una mayor importancia y lo utiliza como elemento
esencial en su terapia. Perls sigue este concepto y vemos cómo lo emplea cuando utiliza
la dramatización de situaciones del pasado. Llega a afirmar que todo lo que no es
experienciado en el aquí y el ahora es una pérdida de tiempo. Un punto donde Perls y
Reich se diferenciaron es que Reich sostenía que las emociones perturban la paz y
había que eliminarlas, mientras Perls veía las emociones como un elemento natural del
ciclo homeostático del organismo.
Posiblemente la contribución más significativa de Reich a la psicoterapia fue el
tomar en cuenta el cuerpo. Freud había hablado de la importancia del cuerpo y de su
simbolismo, pero no le dio atención directa durante las sesiones terapéuticas. Fue
Reich el que descubrió "la coraza muscular" como elemento de resistencia.

Reich sugería que la solución neurótica al conflicto instintivo infantil (conflicto


crónico entre demandas instintivas y contrademandas del mundo exterior), se daba a
través de una alteración generalizada en el funcionamiento y que finalmente
cristalizaba en el carácter neurótico. El carácter es así un mecanismo de protección
narcisista que surge como defensa ante la amenaza instintiva.

Además de llamar la atención a la resistencia expresada en el cuerpo, Reich


introduce el contacto directo con el cuerpo en la psicoterapia, rompiendo así con la
posición psicoanalítica clásica. Cada persona es su cuerpo, lo psicológico se expresa en
lo somático y viceversa. Tocando el cuerpo del paciente, Reich podía percibir la ar-
madura localizando los puntos donde estaba focalizada la ansiedad. Perls incluyó mucha
de esta orientación en su teoría, haciendo énfasis en la disociación mente-cuerpo, tan
presente en nuestra cultura.

Así, en la terapia es necesario atender la comunicación extra-verbal del paciente:


voz, gestos, posturas y el lenguaje psicosomático. Perls facilitaba la toma de conciencia
del cuerpo y hasta sugería ejercicios determinados si así era requerido.

Coherente con la teoría de la armadura caracterial, está el concepto de retrofle-


xión como una de las formas de limitar el darse cuenta del propio funcionamiento. La
retroflexión se refiere al proceso de bloquear o negar un impulso hacia la acción,
oponiéndole tensiones sensomotoras y dirigiéndolo hacia la persona misma.

La coraza caracterial de Reich conduce a un estado crónico de retroflexión. El


contacto físico se puede utilizar en la terapia gestáltica, aunque no es algo formal den-
tro de las reglas.

Una tercera influencia sería la forma de relación con el paciente que realizaba
Reich, a veces estimulante, a veces frustrante. Él mismo sostenía que el crecimiento
psicológico sólo venía a través de la frustración, hecho defendido por Perls. El terapeuta
debe aprender a usar un buen balance entre el uso de la simpatía y de la frustración.
Perls utilizaba la frustración como técnica sobre todo con pacientes manipuladores,
pacientes que se escondían detrás de patrones neuróticos de conducta evitando
ponerse en contacto con su propio ser. Los utensilios del terapeuta son el soporte y la
frustración, y su responsabilidad: confrontar toda afirmación ó conducta que en vez
de representar la autenticidad del paciente, representa su falta de responsabilidad.
Hay oportunidades en que es necesario ser cruel para poder ser bondadoso.

Una cuarta influencia viene de la sugerencia de Reich de que la resistencia


caracterial se revela en el "cómo" de las comunicaciones del paciente y no en el "por
qué". De tal manera, el estilo o forma de expresar una idea es más importante que su
contenido. Cada persona tiene un estilo en el que expresa su individualidad. Siguiendo
esta línea, Perls convirtió los "por qué" en tabúes. El paciente que pregunta mucho
por el "por qué" trata usualmente de engancharse en el medio ambiente buscando
soporte, está buscando que otro piense por él.

El terapeuta que pregunta "por qué" invita al paciente a la racionalización,


justificación, a quejarse, a dar excusas. Como el mismo Perls decía, no hay una
última respuesta al "por qué". Las preguntas más relevantes pueden ser respondidas
con "cómo", "dónde" y "cuándo". La terapia de la Gestalt se apoya en dos columnas
elementales: el aquí y el ahora y el cómo. Para captar el "cómo" hay que poner la
atención en el lenguaje extraverbal.

Otro concepto que influyó sobre Perls es "la fase de la ruptura del narcisismo
secundario". Tomando en cuenta la teoría de Reich (1949), la frustración mantenida
de necesidades naturales primarias lleva a una contracción crónica de la armadura.
Este conflicto entre los impulsos primarios inhibidos y la inhibición ejercida por la
armadura caracterial, conduce a la formación de un narcisismo secundario. Así, la
energía libidinal puesta en el afuera es ya retirada o interrumpida, manteniéndose la
energía dentro del sujeto, intensificando un narcisismo secundario.

En su terapia, Reich empleaba lo que denominaba la fase de ruptura del nar-


cisismo secundario, donde buscaba la soltura y la disolución de los mecanismos carac-
terológicos defensivos, llevando al sujeto a un estado temporal de desamparo. En esta
fase, el sujeto cambia a una posición de sentir una energía libre con ausencia del con-
trol neurótico. Esta fase de la terapia es difícil, presentándose con frecuencia fuertes
sentimientos de una transferencia negativa. Perls por su parte, parece haber inclu-
ido este proceso cuando nos habla de las capas de la neurosis.

Ambos autores definen el impasse en forma similar, cómo la posición cuando el


soporte del medio no es adecuado y cuando el soporte propio (self-support) todavía no
ha sido adquirido. Una diferencia importante entre ambos autores es la importancia
que le daba Reich a la sexualidad y al establecimiento de regulación de la economía
sexual que seguía a la fase de la explosión o ruptura, mientras Perls iba más allá del
plano sexual.

Otra influencia que se puede mencionar es el enfoque de Perls al ver la terapia


como una vía de crecimiento respetando el proceso individual. Las técnicas utilizadas
eran creadas para usos particulares y empleadas solamente cuando eran adecuadas al
momento. Reich había declarado que para cualquier paciente en cualquier momento
sólo hay una técnica, y esta técnica tiene que derivar de las circunstancias individuales.
Por lo tanto, el terapeuta no debe imponer nunca un esquema preformado.

Otra similitud sugerida por varios autores, es la actitud política que conlleva
esta terapia. De todos es conocido el hecho de cómo Reich fue perseguido, sus libros
quemados, su teoría negada. Desde sus primeras etapas, Reich sostenía que el trabajo
de un psicoterapeuta está en conflicto con la mayoría de las posiciones defendidas por
una sociedad conservadora y, si el terapeuta es auténtico, estará expuesto a la amenaza, a la
crítica, la enemistad, y la única forma de escapar es haciendo concesiones en su con-
cepción teórica como en la práctica. La vida de Perls es consistente con este concepto.
Lo vemos en su salida de Alemania con el surgimiento de Hitler, en su salida de África
por su descontento y hasta su salida en su primer viaje a Estados Unidos. Critica lo
convencional y apoya la autenticidad.

El sentido de la vida es que debe ser vivida, no conceptualizada o dividida en


categorías. El disfrute real no viene de la manipulación ni del control, sino de la
autenticidad. Shepherd sostiene que lograr la autenticidad en una sociedad como la actual
es algo muy difícil de conseguir. En la medida que la persona experiencia la terapia de
la Gestalt, se va dando más cuenta del mundo que la rodea y de si mismo, y buscará
estar más centrada y al mismo tiempo menos tolerante con las fuerzas destructivas y
convencionalismos de la sociedad. De esta manera, al vivir más en forma gestáltica, el
sujeto se encuentra menos adaptado a nuestra sociedad.

La Gestalt no es una terapia de adaptación, sino de autorrealización o


autoactualización.

Otro aspecto en común entre los dos autores, es su actitud en cuanto a la enfer-
medad mental, en el sentido de que ambos no buscan sólo la eliminación del síntoma,
sino que el sujeto se encuentre preparado en su futuro para enfrentar situaciones difí-
ciles sin de nuevo acudir a actitudes neuróticas. Reich cree conseguir esta meta con la
disolución de la armadura caracterial y Perls lo consigue mediante el logro del propio
soporte por parte del individuo.

RELIGIONES ORIENTALES

Unas de las influencias importantes sobre la obra


de Perls son el Taoísmo y Budismo Zen. En su libro
"Yo, hambre y agresión" en 1947, Perls hablaba de
los símbolos chinos Wu Gi (el circulo del no comien-
zo) y Tai Gi (el Yin-Yang o circulo de diferenciación
progresivo en opuestos).

El Wu Gi y el Tai Gi son símbolos que le dan


un sentido particular a la Gestalt "yendo más lento"
y "ponerse en contacto con". La aproximación gestáltica es experienciar lo más
posible, lo que muchas veces significa ponerse en contacto con sentimientos primarios,
indiferenciados y luego progresivamente irlos diferenciando hasta que ambos polos
son reconocidos. Este proceso requiere un enlentecimiento de la actividad intencional
física y psíquica para seguir el ritmo natural de la experiencia organísmica total. Así
se llega a la idea de que los opuestos dentro del mismo contexto están más cercanos
entre sí que cualquiera de los opuestos en relación con otro elemento fuera del con-
texto; aquí vemos la paradoja de “lo parecido de lo no parecido”.

Lo paradójico es frecuente en el pensamiento oriental y lo vemos en la terapia


gestáltica. Una paradoja importante es la del cambio, señalada por Beiser (1979).

La paradoja consiste en que uno crece siendo más lo que uno es y no tratando de
ser diferente. Perls sostenía que el hombre sólo se puede trascender a si mismo a través
de su propia naturaleza. Yo no puedo ser otra cosa que lo que es mi naturaleza; así,
tratar de ser diferente está condenado al fracaso porque tal finalidad es una violación
a mi integridad. Yo soy yo y lo mejor para mí es estar tan pleno como yo pueda. Esto
significa que yo no puedo decidir lo que yo debería ser y adaptarme en esa dirección
sin de esta forma perder de mí. Lo que debo hacer es conocer mi naturaleza y dejar
que fluya, se desarrolle y sea. Este pensamiento es central en el Taoísmo y en el Zen y
ha sido incorporado a la Psicología Humanista.

En el Taoísmo se encuentra el principio de crear un vacío que permita que la


naturaleza se desarrolle en él. Este es el proceso de quitarse del camino de la corriente.
Perls
, Hefferline y Goodman (1951) siguieron este principio; de allí la frase
"No empujes al río, porque fluye solo..."

Otra manera en que se expresa el aspecto paradójico


en la Gestalt, es la forma de tratar con sentimientos o
pensamientos indeseados. La manera de eliminar estos
elementos es primero aceptándolos y luego permitiendo
su expresión. Esto significa aceptar lo que es o estar en

P. Goodman
armonía con la naturaleza, como dice el pensamiento taoista. Así se le diría al paciente
"siente tu dolor tanto como puedas".

Otra paradoja está en la frase de Perls de que el terapeuta debe ser cruel para
poder ser bondadoso. Lo que quiere decir es que el terapeuta debe conducirse de tal
manera que facilite el crecimiento de su paciente. En oportunidades, cuando el pa-
ciente trata de manipular al terapeuta para que éste actúe o piense por él, es necesario
no facilitarle esta actitud y ser cortante, frustrante o hasta cruel. El terapeuta de la
Gestalt, como el maestro Zen, sabe que el crecimiento surge de la frustración y que la
información sobre la realidad nunca puede sustituir la experiencia del vivir. Esta actitud,
frustrante, por lo general sorprende al hombre occidental, siendo algo frecuente en el
pensamiento Zen. (Suzuki, 1965)

Perls (1973) enfatizaba la importancia de abandonar la ambición y la persecución


de metas artificiales. La única meta apropiada es la de realizar la propia naturaleza.
Como entidades biológicas, nuestras vidas están conectadas con la naturaleza, enraizadas
en el proceso mismo de la naturaleza, mientras que como entidades sociales vivimos
"como si", donde la realidad, la fantasía y el pretender se hacen elementos confusos.
Este "como si" es el Maya del pensamiento oriental. Maya cuelga como un velo entre
la realidad y nosotros, haciendo que la percepción de lo que es se haga difícil y a la
vez, muchas de nuestras percepciones sean ilusorias.

La terapia de la Gestalt y el Budismo Zen, cada uno en su forma, tratan de


levantar el Maya y llevar a sus seguidores a la iluminación del contacto inmediato con
la realidad. Este reencuentro con la realidad fue denominado por Perls "mini-satori".

Otra influencia del Taoísmo o del Zen en Perls, es el no enfatizar la importancia


del pensar, así evitar la racionalización, la intelectualización. Es el uso constante de
nuestro computador mental lo que evita que podamos plenamente ver, oír, saborear,
oler o tocar la naturaleza. El pensamiento evita el contacto inmediato con la naturaleza
y por esto debe ser suspendido cuando este contacto sea requerido. Como decía Perls,
se debe perder la mente y regresar a los sentidos. Los orientales dicen que uno se debe
vaciar de tal manera de poderse luego llenar.
Perls rechazó algunas técnicas orientales, tales como ciertas formas de
meditación que él sentía conducían a la catatonia. En esta actitud puede haber
influencia de Franz Alexander, con su articulo de 1931 titulado "Entrenamiento
budista como una catatonia artificial".

Otro aspecto importante en relación con el Budismo Zen, es el concepto de que el


hombre se está siempre haciendo, nunca es un ser acabado y esto lo podemos asociar
a la idea de proceso, tan esencial en Gestalt.

Para el Budismo hay que ser antes de hacer, así va en contra del deber ser y lucha
por la aceptación, la autenticidad de la propia naturaleza.

En el Taoísmo vemos la importancia que se le da a la energía y se habla de la


energía que hay en todo, del sonido de todo. La energía se transmite como vibración
y, si estamos atentos, podemos entender el sonido de esta vibración. El hombre recibe
y proyecta esta energía. Así es un proceso dinámico. En Gestalt vemos la importancia
del trabajo con la energía, ya de un individuo, ya de un grupo. Podemos llegar a com-
prender el paso de la energía por el individuo y la detención de ésta (los bloqueos). Por
eso, cuando hay energía se trabaja con ésta y cuando hay bloqueo ponemos la atención
en el bloqueo.

El maestro budista nunca enseña una técnica, deja que el discípulo aprenda por
su propia experiencia. El maestro no aconseja, muestra caminos. Este es otro elemento
importante que podemos relacionar con la Gestalt.

EL EXISTENCIALISMO

Mientras Perls vivió en Frankfurt, Europa estaba bajo la influencia del


movimiento existencialista, y una de las influencias básicas que actuará sobre él va a
ser el sentido de responsabilidad; ser responsable de la propia existencia. A veces al
hablar de responsabilidad se refería al sentido de responder ("response ability").
"Sólo yo puedo moverme, pensarme, sentirme, vivirme. Yo no puedo moverte, pensarte,
sentirte o vivirte. Yo soy yo y tú eres tú”

Cuando este sentido se pierde, podemos caer en hacer responsables a los otros de
lo que hacemos, o sentirnos responsables por lo que otros hacen. Esta confusión se
mantiene por cuatro mecanismos básicos:

Introyección, proyección, confluencia, retroflexión.

En la introyección la persona hace lo que piensa que otros quisieran que hiciera y
se hace responsable de algo que no es de él. En la proyección el sujeto hace a otros lo
que él acusó al otro de hacerle, de tal manera hace al otro responsable de lo que se
origina en si mismo. Cuando la persona pierde el contacto en la relación yo-tú y no
sabe dónde comienza el otro y termina él, está en una confluencia patológica. En el
caso de la retroflexión, uno hace a uno mismo lo que quisiera hacer a otro. En cada uno
de estos casos hay una falla para asumir nuestra propia responsabilidad.

El descubrir por sí mismo es un elemento básico en la terapia y un paso


a encontrar el propio soporte.

Un aspecto importante, y muchas veces descuidado, es


la relación ente terapeuta y paciente. El modelo utilizado
por Perls le viene de la influencia de Buber ,dos tpos de rela-
ciones: la relación Yo-Ello y la relación Yo-Tú. La relación
Yo-Ello es una relación de persona a objeto, en esta relación
hay una sola dirección, los valores y decisiones son tomados
unilateralmente. En oposición, la relación Yo-Tu es una re-
M. Buber
lación donde dos personas coexisten. La terapia de la Gestalt se basa en el encuentro
de dos personas en una atmósfera donde el terapeuta respeta la individualidad del
paciente. El paciente debe acudir a la terapia con un mínimo de buena voluntad. Con
estas dos condiciones se puede dar una comunicación íntima. Sin comunicación sólo
puede haber aislamiento y fastidio. La terapia de la Gestalt se basa en "lo que es", re-
chazando los "debería ser". De aquí que Perls tome la frase de Gertrude Stein:
"una rosa es una rosa, es una rosa” .Perls
llega a considerar que la terapia de la Gestalt es una de las
tres terapias existenciales, siendo las otras dos la terapia de
Binswanger y la logoterapia de Frankl

L. Binswanger Congruente con trabajar con "lo que es", la terapia de la


Gestalt se focaliza en el momento inmediato, en el "ahora". Es el fenómeno viviente el
que interesa, el aquí y el ahora.

La influencia básica del existencialismo en la terapia de la Gestalt se puede


reflejar en las reglas doradas de la Gestalt de Claudio Naranjo (1970), y las llamadas
"reglas" de la Gestalt.” Se llega al encuentro existencial que habla de "Yo y Tú, Aquí
y ahora".

Otros aspectos de la influencia del existencialismo sobre la Gestalt los vemos


por ejemplo en Kierkegaard, de donde toma ideas tales como el sentido de la aliena-
ción del hombre de si mismo, la necesidad de compromiso.

"La
condición humana es un estado de necesidad que
requiere escogencia y decisión".

De Heidegger y Sartre toma la importancia de la


autenticidad y de nuevo el valor a la elección. De J. P. Sarté
Jaspers toma el enfoque fenomenológico de describir los elementos tal como se
presentan, sin interpretarlos.

El trabajo en terapia con elementos tales como la responsabilidad, la libertad de


elección, la autenticidad, el vacío, la muerte, la espontaneidad, la nada, la confusión, la
impotencia, son indicios de la influencia del movimiento existencialista. Lo mismo la
importancia que se le da al vivir diario y la importancia a las partes sanas del sujeto y
no sólo a la parte enferma.

Ya fuera del campo existencialista, pero sí en el aspecto filosófico, se ha hablado


de otras influencias importantes sobre la Gestalt. Se habla así de Heráclito (pre-
socrático) que hablaba de la vida como un constante devenir. "Nunca se entra al mismo
río dos veces". De Aristóteles toma la concepción natural del hombre, como sostenía
Rousseau, "el hombre es bueno por naturaleza, el mal en él es el accidente”. De acuerdo
a la Gestalt, "el hombre tiende espontáneamente a buscar su plenitud, a buscar su salud y
por esto, la importancia de la auto regulación organísmica".

Ya se ha hablado de Friedlander con su concepción de la indiferencia creativa.


Partimos de la idea expresada por Terencio de que "Nada de lo humano me es ajeno”.
Frase rectificada una y otra vez en la historia del hombre. Relacionando con otros
filósofos, vemos la relación con Spranger y Dilthev , de darle importancia al hombre
como una totalidad (concepción holística de la Gestalt), idea vista en otros autores
como Weizsacker.

LA PSICOTERAPIA EXISTENCIAL
Autor Richard W. Coan S. Kierkegaard
LibroHero, Artist, Sage or Saint?
Breve Recuento del Movimiento Existencial

El existencialismo como movimiento filosófico es


esencialmente un desarrollo dentro del Siglo XX, aunque
sus semillas se encuentran en el Siglo XIX con
precursores tales como Kierkegaard, Nietzche y Husserl.
El movimiento moderno comienza con autores como
Karl Jaspers y Heidegger, aunque ambos negaban el ser
existencialistas. Otros filósofos que se pueden relacionar
con este movimiento son:
F. Nietzsche
Gabriel Marcel, Sartre,
Martin Buber y Paul Tilich.

Es difícil establecer una clara línea demarcatoria


entre filosofía existencial y psicología existencial. Como
representantes dentro del movimiento psicológico
existencial, tenemos: Biswanger, Boos, Victor Frankl, Rollo
K. Jaspers
Mav y R.D. Laing. Posteriormente se agregan otros autores
tales como: Allport. Rogers, Maslow y Perls. Un libro importante en esta línea es
"Existencia" de Rollo May.

El existencialismo surge como una reacción en contra


del movimiento idealista (Hegel) y racionalista en filosofía.
Se critica la actitud que lleva a una pérdida de contacto con
la realidad humana inmediata y experienciante, perdiéndose
en abstracciones intelectuales y
poniendo el foco en la esencia y
no en la existencia. Se critica la
E. Husserl actitud científica del momento.

Se trata de eliminar la dicotomía sujeto-objeto,


entre mundo interno y externo, entre mundo subjetivo y
mundo objetivo. Heidegger critica esto claramente

M. Heidegger
cuando se opone al concepto de Descartes de "ser cogitans" y "ser extensa" y
emplea la frase "estar en el mundo".

El existencialismo es un movimiento que da importancia a la experiencia inme-


diata, enfatizando la existencia sobre la esencia. Se da importancia a elementos como:
la libertad, la escogencia, la responsabilidad; valores, sentido, encuentro, presencia,
relación, autenticidad y compromiso.

Psicología y Psiquiatría Existencial

En esta orientación se habla del típico neurótico como el hombre organizado que
carece de un concepto claro de si mismo y de su actitud como ser responsable, que no
ejerce su voluntad independiente y no toma decisiones por sí mismo y que busca ali-
viar su incertidumbre sumergiendo su individualidad en un sistema social.

El movimiento existencial en el campo psicológico considera muy importante


tratar de comprender al individuo como un ser único en el mundo; así para compren-
derlo hay que entrar en su mundo de experiencias y cómo él se percibe a si mismo y a
los demás. Se da importancia al concepto de libertad y escogencia y se entiende la
vida o existencia como un proceso continuo. El individuo no está totalmente formado
en ningún momento, se está siempre en camino de formación. Se hace énfasis en la
angustia y la culpa ontológica; la angustia como respuesta a la amenaza de no ser y la
culpa como consecuencia de la negación de las potencialidades o ante el fracaso de
expresarse totalmente de acuerdo a su propia naturaleza.

Rollo May señala seis (6) características básicas, que son:

1) El terapeuta empleará en forma flexible varias técnicas, siendo el inte-


rés primario la existencia presente del paciente.
2) Toda la dinámica psicológica será entendida en términos relacionados con el
sentido que tenga para el paciente en su propia situación vital
inmediata.
3) El terapeuta enfocará el encuentro entre terapeuta y pa-
ciente como una relación real entre dos personas, en la cual el
terapeuta está presente como persona, y no como un profesional
remoto, distante, realizando un papel.
Rollo May 4) El terapeuta intentará analizar sus formas de conducta
que lesionen su presencia completa en la relación.
5) El fin de la terapia será dirigido a facilitar al paciente el experienciar su
existencia como real y darse cuenta de sus posibilidades y actuar de acuerdo a éstas.
6) Se hace énfasis en el compromiso, en las decisiones tomadas por el paciente y
en sus actos decisivos en la vida.

PSICOLOGIA DE LA GESTALT Y PSICOTERAPIA GESTALT

"...en estos momentos estoy en un lago azul con densos bosques a su alrededor, una
gran piedra gris, dura, fría, que yo he elegido como asiento, un papel sobre el que
escribo, el susurro del viento que apenas mueve los árboles, y un
fuerte olor
K. característico
Koffka de botes y pesca... Hay algo más...
en cierta manera ahora veo... otro lago de un azul más
pálido y me encuentro -varios años ha- contemplándolo
desde sus orillas... Estoy perfectamente acostumbrado a
"ver" miles de cuadros de esta clase que se me aparecen en
una forma u otra cuando estoy solo. Y todavía ...... mi mano
y mis dedos moviéndose suavemente sobre la lisa superficie
del papel. Ahora dejo de escribir y vuelvo a mirar a mi W. Kholer
alrededor, experimento una sensación de salud y vigor, no
obstante, al momento siguiente siento como una oscura presión en mi interior que tiende
a convertirse en la sensación de ser perseguido. (He prometido tener este manuscrito listo
para dentro de unos meses ...)." (Fragmento de "Psicología de la Forma", de W.
Kohler, 1947. PP. 21-22).
Si algo es obvio en este pasaje, es el grado de "darse cuenta" ("awareness") y de
experienciación que hay en él. El psicólogo de la Gestalt, W. Kohler se hubiera sentido
muy cómodo en un ejercicio de continuum de conciencia de Perls.

Se ha sugerido que no se puede comprender la terapia


Gestalt sin una adecuada formación -o información- en
Psicología de la Forma o de la Gestalt....... El mismo Perls fue un
dedicado estudioso de esta escuela…

M. Wetheimer La Psicología de la Forma nace ofi-


cialmente en 1912, con los trabajos de Wertheimer, Koffka y
Kohler: experimentos sobre percepción del movimiento,
movimiento aparente >> "fenómeno phi", pero tiene
sus raíces mucho antes, incluyendo las ideas del filósofo alemán
K. Koffka
Emanuel Kant.

La Psicología de la forma incorpora de hecho el enfoque ideográfico y el enfoque


fenomenológico (importancia de la subjetividad, descripción del fenómeno, sin inter-
pretar ni explicar), y surge como una reacción, primeramente contra el estructuralismo
atomista que fragmentaba los hechos en “elementos” y excluía los valores, y también
contra el conductismo de Watson –nemotécnico y experimental-, que excluía la con-
ciencia como objeto de estudio, que a su vez tiene como antecedente el elementalismo
de Hunda.

La Psicología de la Gestalt trata con "totalidades" y los datos son


"fenómenos”. Dos postulados de importancia son:

1. El todo domina las partes y constituye la realidad primaria, el dato primario de


la Psicología.
2. El todo no es la suma ni el producto, ni una simple función de sus partes, sino
un campo cuyo carácter depende principalmente de si mismo.

Del estudio de la percepción, la Gestalt pasa al estudio del aprendizaje (teoría del
aprendizaje). El aprendizaje es un subtópico de la percepción. El aprendizaje es un
problema perceptual: descubrir una respuesta correcta dependiendo de la
estructuración del campo perceptual. Kohler habla, entonces, del aprendizaje por
"insight", súbito; una forma de aprendizaje distinta del "ensayo y error" de
Thorndike.

Las situaciones de aprendizaje, según esta escuela, desencadenan desequilibrio y,


por tanto, tensión. La tensión se reduce y el equilibrio cognitivo se restablece con la
completación o cierre de la Gestalt o configuración del campo perceptual.

Más tarde, Kurt Lewin y Kurt Goldstein aplican esta


teoría a la personalidad.
Cinco razones del éxito de la Psicología de la Gestalt:

1.Fue un movimiento radical en


K. Lewin
su rechazo a la introspección analitica
(más bien prefería la introspección ingenua, descriptiva,
fenomenológica), y en su rechazo a los procesos inconscientes, a la
experiencia pasada y a la asociación como explicaciones de los
procesos perceptuales e ideacionales.
2. Fue experimental, factual y concreta en su enfoque.
3. Incluía en su enfoque el nivel fisiológico de conducta. K.Goldstein
4. Fue un tipo de teoría fundamentalmente descriptiva, más que constructiva
(por su raíz fenomenológica).
5. Tenía simplicidad.
La definición de Psicología que da la escuela de la Gestalt es "el estudio de la
experiencia inmediata del organismo total".

Se ha dicho que Perls, al apartarse del psicoanálisis, adoptó el principio


existencialista de que el hombre toma responsabilidad por su propia existencia, y que
luego Perls empezó a buscar una teoría que le sirviera de apoyo conceptual externo
que no negara esa responsabilidad, y encontró leyendo a Lewin , a Wertheimer, y
Koffka un enfoque afirmativo, del cual le llama poderosamente la atención el
“concepto de la situación inconclusa”, la gestalt incompleta. Para Perls, la propiedad
más importante e interesante de una gestalt es su dinámica, la necesidad que tiene una
gestalt fuerte de cerrarse. El ve la completación de las Gestalts inconclusas o los
"asuntos inconclusos" como la esencia de la responsabilidad personal.

Para entonces, Perls trabajaba en un enfoque terapéutico que él llamó "terapia


de concentración" ("Yo, hambre y agresión"); pero, fuertemente influido por los
conceptos de la Psicología de la Gestalt, le cambia el nombre a su enfoque y lo
denomina "Terapia Gestalt", enfrentando la oposición de su esposa Laura, su
colaboradora en su trabajo terapéutico.

Lo que la Terapia Gestalt hace esencialmente, es aplicar los principios


fundamentales de la escuela psicológica de la Gestalt a las percepciones orgánicas, a la
percepción de los propios sentimientos, emociones y sensaciones corporales. Lo que no
hacía el psicólogo Gestáltico académico, que se limitaba a trabajar con el proceso de
la percepción de figuras externas, lo hace el terapeuta Gestáltico: integrar motivación
y percepción = el organismo se satisface en su ambiente a través de procesos de forma-
ción y destrucción de Gestalts.

Para Wallen, la Terapia Gestalt representa una extensión de la psicología


académica de la Gestalt, que añade al proceso de formación de Gestalts las necesidades
y la conciencia corporal, y utiliza esos insights en la terapia para romper el bloqueo de
la pauta de satisfacción de la necesidad.

Esa tendencia del proceso perceptivo a cerrar Gestalts, esa necesidad de


organizar e integrar la experiencia perceptiva, que es innata según la escuela de la
forma, la toma la Terapia Gestalt y afirma que el organismo tiende a completar
situaciones inconclusas en su proceso de satisfacción de necesidades. Una necesidad es
una gestalt incompleta; su satisfacción implica el cierre de esa gestalt. (Se cierra una
gestalt y se abre otra, en un proceso infinito de integración que no termina nunca =
Formación y destrucción de Gestalts)
Una persona no puede avanzar en su desarrollo mientras no haya completado
cualquier situación que experimente como inconclusa en su vida, mientras no haya
liquidado esa experiencia satisfactoriamente.

Estas cuestiones habían tenido incluso comprobación en el laboratorio.


Zeigarnik, alumna de Lewin, encontró que las tareas incompletas se recuerdan más
que las que fueron completadas, porque permanece una tensión que no ha sido redu-
cida. Es el llamado “efecto Zeigarnik". Perls estaba familiarizado con este trabajo de
Zeigarnik y hace referencia a él en “Yo, hambre y agresión".

Este proceso de formación y destrucción de gestalts muchas veces se inter-


rumpe, fracasa, no sigue un curso apropiado, se ve afectado por interferencias:

1. Porque el individuo tiene un contacto perceptual pobre o insuficiente con su


ambiente y con su propio cuerpo.
2. Porque bloquea la expresión abierta de sus necesidades. El sujeto no expresa
sus necesidades y así nunca llega a satisfacerlas realmente (puede a veces no tener
conciencia real de sus necesidades).
3. El sujeto reprime las necesidades, las cuales se acumulan a nivel muscular o
corporal (tensiones).
Otro aspecto de la Psicología de la Gestalt que aparece claramente en la Terapia
Gestalt es la relación entre la figura y el fondo (aporte del psicólogo danés Rubin).

Una hipótesis de trabajo siempre presente en la Terapia Gestalt ,es que el interés o
la necesidad más urgente o más vigente de la persona tiende a aparecer naturalmente
como figura en el primer plano de la atención, mientras que todo lo demás tiende a
pasar al fondo. La figura es la cuestión más importante en el AQUÍ Y AHORA de la
persona, bien sea una comezón que requiere rascarse, una idea que necesita clarifica-
ción o una tarea que tiene que hacer. (ejemplo: hombre que está leyendo y siente sed).

En Terapia Gestalt se trabaja con la figura que presenta la persona. Los pro-
blemas humanos serían interrupciones de ese proceso natural de desarrollo de figura
y forma, o la fijación en alguna etapa de ese proceso.

Otros aspectos de la escuela de la Gestalt que se reflejan en la Terapia Gestalt


son:

• La importancia de interpretar la coherencia o incoherencia de una figura, de


un hecho, en términos del contexto total de la situación real.

• La tendencia natural hacia la simplicidad de la forma (relación con lo "obvio"


en Terapia Gestalt).

• El poco interés en la experiencia pasada. (La experiencia sólo puede explicarse


en presente, sostiene la Psicología de la Gestalt, en relación con el plano fisiológico).

• No existe división mente-cuerpo. El organismo es una unidad integrada.


• La preocupación por la adecuación del lenguaje (tomado de Goldstein). Esto
lleva al énfasis en terapia en el lenguaje personalizado >> responsabilidad
personal.

• El concepto de ansiedad (Goldstein) como resultado de las expectativas


catastróficas, el miedo al futuro

Están, además, las leyes de la percepción o principios de organización, de los


cuales la psicoterapia también ha derivado alguna influencia.
a) Proximidad
b) Similitud
c) Dirección
d) Disposición Objetiva
e) Destino Común
f) Pregnancia (Cierre)

Perls estudia la obra de Lewin, Wertheimer, Koffka y Kohler, pero sólo conoció
personalmente a Goldstein y Gelb. Para 1926 trabaja como asistente de Goldstein en el
instituto para soldados con lesiones cerebrales.

Goldstein hace una ingeniosa transición de la Psicología de la Gestalt como


estudio de la percepción, a la Psicología de la Gestalt como estudio de la totalidad de
la persona. Su posición vino a ser conocida como la "teoría organísmica". De acuerdo
a su enfoque, la organización primaria del funcionamiento organísmico es en figura y
fondo.

Las figuras naturales son aquellas que son preferidas y flexibles, mientras las no
naturales son impuestas y rígidas.
Goldstein habla de tres procesos dinámicos en su enfoque del organismo: a) los
sistemas de reducción de las tensiones, manteniendo al organismo centrado o
balanceado; b) el proceso de obtener lo que uno desea en el mundo; y c) la
autoactualización. Describe la autoactualización como la tendencia creativa de la
naturaleza humana mediante la cual la persona desarrolla su potencial en su realidad
actual. La satisfacción de cualquier necesidad específica se convierte en figura cuando
es el pre-requisito temporal inmediato para la auto-realización del organismo total.

Otro concepto de Goldstein que van a influir sobre Perls es su idea sobre la an-
siedad. La ansiedad es el resultado de las expectativas catastróficas. Así se experiencia
ansiedad cuando al enfocar el futuro se espera que éste traiga situaciones insopor-
tables para el individuo. Por esto, la ansiedad puede llevar al aislamiento y la soledad.

Goldstein le da importancia al lenguaje, aspecto que también toma Perls; Gold-


stein sugiere que una pérdida del pensamiento categorial (incapacidad para abstraer
y clasificar), origina una limitación en la orientación y en la acción.

Perls señalaba la importancia de utilizar en el lenguaje palabras que expresaran


el sentido preciso de lo que se quisiera decir. La presencia de estados patológicos
produce distorsión en el significado que se le da a las palabras y un mal uso de la
gramática. Sugiere ante esto, aprender el valor de cada palabra y ver el poder escon-
dido en éstas. Como ejemplo, él evita el lenguaje ajeno al ego. Así, utiliza el "yo" en
vez de "uno" o un "tú" cuando se habla de la propia experiencia. Esta actitud facilita
el asumir una mayor responsabilidad.

Otros autores representantes de la posición organísmica son: Andras Angyl,


Prescott Lecky y Abraham Maslow. Haremos énfasis en la teoría de Maslow que es la
más determinante en la obra de Perls.
ABRAHAM MASLOW

Maslow extiende el puente desde la teoría organísmica a la creación de la


Psicología Humanística. Pone el énfasis en una ciencia humanística que tratará con
aspectos tales como: la conciencia, la ética, la individualidad, el propósito y los valores.

Él enfoca estos aspectos como un complemento a las ciencias mecanicistas que se


encontraban limitadas en su aproximación al hombre.
Maslow realiza un estudio de las características de la
persona saludable, creativa, funcionando bien.

Maslow concluye que el hombre tiene una


naturaleza esencial, con necesidades, capacidades y
tendencias, de las cuales algunas son extensión de la
especie y otras propias de cada individuo. El
A. Maslow
desarrollo normal, pleno, consiste en la actualización de esta naturaleza esencial; así el
crecimiento viene de adentro hacia afuera. La patología resulta una negación de esta
naturaleza esencial del hombre. Esta naturaleza puede encontrarse encubierta por el
hábito, la cultura, presiones y actitudes equivocadas, pero con todo y esto no
desaparece, sino que persiste buscando su actualización. (Máslow).

Un aporte importante de Maslow es su enfoque de la motivación. En su teoría, él


distingue entre "necesidades básicas” tales como el hambre, afecto, seguridad,
autoestima y "metanecesidades" tales como justicia, bondad, belleza, orden y unidad.
Las necesidades básicas se organizan en forma jerárquica. Las metanecesidades se
basan en el crecimiento y puede una sustituir a la otra.

De los escritos de Goldstein, Angyal, Lecky y Maslow, surge una posición dentro
de la teoría organísmica caracterizada por: a) La personalidad normal se caracteriza
por unidad, integración, consistencia y coherencia. La patología sería lo inverso; b) El
análisis de la persona comienza con el todo y procede a una diferenciación de ese todo en
sus aspectos; c) El individuo se unifica y motiva por una fuerza suprema: la
auto-actualización o auto-realización; d) La influencia de las potencialidades inherentes
se enfatizará, mientras la influencia de fuerzas externas se minimiza; e) Se usa el
vocabulario y principios de la Psicología de la Gestalt.

Una influencia importante es la de Jan Smuts, filósofo surafricano que


contribuye a la teoría organísmica. En su libro de 1926, llamado Holismo v Evolución,
introduce el término holismo tomado del griego "holos", queriendo decir un todo,
completo, entero.

Estas son las influencias básicas de la Psicología de la Gestalt sobre Perls. Perls
emplea la palabra Gestalt en dos sentidos. Por una parte está la Gestalt de la persona,
o sea la totalidad que se puede obtener a través de la autoactualización. En términos
de terapia, esto se logra reposeyendo las partes de nuestra personalidad. Por otra
parte está la Gestalt de la conducta, la totalidad que se obtiene cuando una tarea es
completada. Así, la terapia de la Gestalt se extiende a los dos niveles buscando com-
pletar situaciones incompletas.

ANEXOS

AUTOACTUALIZACIÓN

Autoactualización es actualizarse uno mismo. Actual es


sinónimo de presente. Es vivir con su totalidad el presente. Es
Autodesarrollo; el autodesarrollo implica desarrollar al
máximo el propio potencial.

Según Perls, "El punto crítico en cualquier desarrollo,


F. Perls
tanto colectivo como individual, es la habilidad para diferenciar entre lo que es la
autoactualización y la actualización de un concepto. “Las expectativas son producto de
nuestra fantasía. Mientras mayor es la discrepancia existente entre lo que uno puede
ser a través de su potencial innato y los conceptos ideales superimpuestos, mayor es la
tensión y la probabilidad de fracaso. Les doy un ejemplo ridículamente exagerado: un
elefante quiere ser un rosal; un rosal quiere ser un elefante. Hasta que cada uno se
resigne a ser lo que es, ambos vivirán infelizmente con su inferioridad. El individuo
autoactualizante espera lo posible. El que quiere actualizar un concepto espera lo im-
posible”.

"Existencia es actualidad. Es capacidad de darse cuenta, de tomar conciencia,


de percatarse. Para Freud el presente incluía algo así como las últimas 48 horas. Para
mí, el presente incluye incluso una experiencia infantil, siempre que sea recordada
vívidamente ahora; incluye un ruido en la calle, una picazón en la mejilla, los concep-
tos de Freud y los poemas de Rilke y millones de experiencias más que en
cualquier momento afloren a la existencia, a mi existencia del momento".

Wiison Van Dusen afirma: "Lo actual, lo existencial o lo real, puede ser invo-
cado de modo que se destaque por su propia apariencia".

"'La esencia de lo que Perls mostró, es que el desorden que una persona padece
se halla presente, y que cualquier forma de ponerlo de manifiesto ilumina tanto al
terapeuta como al paciente".

LA RESITENCIA EN LA TERAPIA GESTALT:

UNA PERSPECTIVA HISTÓRICO TEORÉTICA


Elaine Bresghold

INTRODUCCIÓN

La teoría de la terapia Gestalt se desarrolló de la teoría psicoanalítica, pero más


tarde divergió en formas significativas. Ofrecía una visión singular del comportamiento
humano y la personalidad, basada en un modelo de salud en lugar de un modelo de
patología. Contribuyó con una nueva perspectiva a la teoría analítica del desarrollo
(analytic developmental theory). Durante el tiempo en que se estaba desarrollando en
los 1930's y 40's, incorporó nuevos desarrollos en la psicología de la percepción, los
cuales reemplazaron a las teorías asociacionistas sobre las que se basaba el psicoanáli-
sis. A medida que evolucionó la teoría de la Gestalt, vino a ofrecer un modelo teorético
importante, así como una metodología de aproximación a la psicoterapia claramente
delineada.

Una de las contribuciones singulares de la terapia Gestalt al campo de la psicología,


es la forma como se aproxima y conceptualiza el fenómeno que la teoría psicoanalítica
llama "resistencia". Desde el desarrollo temprano del psicoanálisis, este fenómeno ha
sido considerado un aspecto importante del tratamiento psicoterapéutico. La teoría de
la Gestalt ha evolucionado desde ver a la resistencia de manera similar a como la ve el
psicoanálisis, hasta ver su incompatibilidad con la teoría organísmica (organismic theory) y
el acercamiento holístico sobre los cuales se basa la terapia de la Gestalt. Mientras que
la terapia de la Gestalt no niega la existencia de este fenómeno, como se demostrará y
esclarecerá en este ensayo, el término "resistencia" y el concepto que representa, son
en realidad incompatibles tanto con la teoría como con la práctica de la terapia de la
Gestalt.

El concepto de resistencia es importante para la teoría de la terapia de la Gestalt


por varias razones. La manera como se ve la resistencia marca una divergencia teórica
importante de la teoría psicoanalítica y esclarece la visión del funcionamiento del ego
de la terapia de la Gestalt. Se relaciona con la teoría de desarrollo de la terapia de la
Gestalt y cómo se entiende el cambio de conducta. Más importante es la manera como
un terapeuta gestáltico trata en la práctica lo que se llama resistencia en la terapia
psicoanalítica, es sumamente importante como principio conductor en el tratamiento
desde la orientación de la terapia de la Gestalt.
Una deficiencia de la literatura sobre la terapia de la Gestalt ha sido la falta de
claridad y explicación del material teórico original. Esto ha resultado en una falta de
cohesión entre estos desarrollos teóricos originales y los escritos posteriores. Este en-
sayo proveerá esta cohesión al enfocarse en un aspecto de la teoría desde su desarrollo
en el pensamiento psicoanalítico, a través de las posiciones tempranas de la terapia de
la Gestalt, hasta la perspectiva actual. Al hacer esto, reunirá este material en una manera
más sucinta, esclarecerá su evolución y recalcará la contribución importante que hace
la terapia de la Gestalt al entendimiento de este concepto. Además clarificará y
llenará un vacío en el desarrollo de la teoría que puede parecer una inconsistencia
sin esta perspectiva. Mientras que teóricos tempranos hacen frecuente uso del
término "resistencia" en la terapia de la Gestalt, y los escritores siguientes discuten
la posibilidad de "terapia sin resistencia", lo que ha estado faltando es el entendi-
miento teorético que hace posible la reconciliación de esta aparente inconsistencia.

EL CONCEPTO DE RESISTENCIA

La discusión del concepto de resistencia incluirá tres aspectos. Primero, se dis-


cutirá la evolución del concepto de resistencia en el psicoanálisis, desde su descubri-
miento por Sigmund Freud hasta su lugar en el pensamiento psicoanalítico actual. La
perspectiva psicoanalítica es importante como la base a partir de la cual se desarrolló
la terapia de la Gestalt. Segundo, la evolución de la perspectiva sobre la resistencia de
la terapia de la Gestalt será descrita. Esta descripción empezará con las posiciones
tempranas de Perls que se encuentran en su revisión de la teoría psicoanalítica; luego
continuará con el desarrollo de estas ideas como se presentan en Terapia Gestalt por
Perls , Hefferline y Goodman en 1951. Tercero, se ofrecerá una pers-
pectiva nueva y más actual. La posición actual propone que el término "resistencia"
es en realidad incompatible con los principios filosóficos y teóricos de la terapia de la
Gestalt. La terapia de la Gestalt no niega la existencia del fenómeno que otras teorías
ven como resistencia. Sin embargo, el concepto de resistencia y sus implicaciones, son
en realidad antitéticos con la práctica de la terapia de la Gestalt. (Polster y Polster,
1976).

¿QUÉ ES LA RESISTENCIA?

Generalmente, la resistencia describe oponer, contener o detenerse contra una


fuerza. La resistencia requiere la existencia de una fuerza opositora que está siendo
resistida. En sus primeros tratamientos psicoanalíticos de pacientes, Freud hizo un des-
cubrimiento importante. Notó que se asumía que los pacientes querían recuperarse, y
que concientemente expresaban su intención de cooperar con el tratamiento. Sin
embargo, mostraban también frecuentemente oposición, tanto contra las instrucciones que
podrían llevar a la cura, como a los esfuerzos del analista. En ese entonces se concibió
como resistencia inconsciente. El descubrimiento de fuerzas opositoras era consistente
con el pensamiento psicoanalítico que ve a la condición humana como basada en una
psicología de conflicto. El funcionamiento de la mente se ve como expresión de fuerzas
conflictivas. Estas pueden ser concientes o inconscientes, pero reflejan la contradic-
ción inherente a la naturaleza dual del ser humano, tanto como animal biológico como
ser social. (Corsini, 1984).

Freud vio originalmente a la resistencia como un obstáculo al descubrimiento y


resolución de los conflictos reprimidos del paciente que eran inconscientes. De
acuerdo a eso, vio la meta del análisis como el de describir y remover estas resisten-
cias para tener acceso al material inconsciente reprimido (Strupp y Binder, 1984). A
medida que se desarrolló su pensamiento, sin embargo, comenzó a ver la resistencia
en una función ampliada como parte del funcionamiento defensivo del ego. Wilhelm
Reich (1933) vio que esta estructura defensiva impregna el carácter y modos de
funcionamiento interpersonal del paciente. Anna Freud (1936) desarrolló la visión de
la resistencia como una reflexión de la organización defensiva del ego. Por lo tanto, el
análisis de resistencia se vino a ver como crucial para el entendimiento y modificación
del funcionamiento del paciente (Strupp y Binder, 1984).
La resistencia en psicoanálisis se ha definido como "la tendencia de fuerzas den-
tro del paciente que opone al proceso de cambio meliorativo" (Menninger, 1958, p.
104). Es además descrita como la dificultad del ego en atender o identificarse con las
ideas que había hecho hábito evitar y rechazar (Menninger, 1985). Freud (1920), vio
las resistencias como algo que vencer y sugirió que el analista debe estar siempre a la
guardia de ellas. Vio la superación de estas resistencias como el trabajo esencial del
análisis, reconociendo que no podían simplemente ser "comandadas" fuera de la e-
xistencia. En el pensamiento psicoanalítico, la resistencia no es vista como algo que
se aparece ocasionalmente para impedir el curso del tratamiento, sino más bien
como algo omnipresente (Menninger, 1958). Como Menninger (1958) lo describe: "En
cierta manera, el análisis de cada paciente es una especie de duelo interminable entre
el analista y las resistencias del paciente". (p. 102).

Hoy día, la posición psicoanalítica sobre la resistencia permanece consistente con


el modelo psicológico del ego. Las resistencias se ven como activadas en la terapia para
prevenir tanto que el terapeuta como el paciente comprendan la naturaleza real del
conflicto neurótico del paciente (Strupp y Binder, 1984). Las resistencias no pueden
ya verse como obstáculos que deben ser eliminados para permitir cambio, pero con-
tinúan siendo vistas como impedimentos al proceso terapéutico, requiriendo entendi-
miento y examen como tales (Strupp y Binder, 1984). Mientras que la perspectiva psi-
coanalítica ha evolucionado para incluir una visión más amplia de la resistencia, esta
perspectiva permanece significativamente distinta a la posición que sería presentada
por Frederick Perls en su revisión de la teoría psicoanalítica.

LAS POSICIONES TEMPRANAS DE PERLS


Naturaleza Humana y Desarrollo

Cuando Frederick Perls escribió Ego, Hambre y Agresión en 1947, lo vio como
una revisión de la teoría psicoanalítica. Esta obra delinea su transición del psicoanáli-
sis ortodoxo a lo que ha venido a llamarse terapia de la Gestalt. Propuso una visión
holística de la naturaleza humana en lugar del modelo de conflicto sostenido por
Freud. Vio a los seres humanos como criaturas biológicas con una inclinación natural
hacia el balance organísmico. No conceptualizó a los instintos e impulsos como si
necesitaran regulación por la moral o por el autocontrol para que los seres humanos
puedan vivir en un medio social. Vio la condición natural como una de armonía y
balance en lugar de conflicto interno. Adoptó el modelo biológico de autorregulación
organísmica a una visión del funcionamiento psicológico humano. Esta visión tenía al
organismo viviendo en armonía con el medio ambiente si todos los sistemas estaban
funcionando correctamente.

Perls vio el funcionamiento neurótico como resultado de la pérdida del “sentido


de uno mismo (feel of oneself)” o la pérdida de conciencia, la cual resultaba en una
disrupción de la autorregulación organísmica. Este balance organísmico entonces
podía ser restaurado por la restauración de la conciencia perdida. Perls pensaba que
esta pérdida de conciencia incluía tanto pérdida de la habilidad perceptiva (pérdida
de la conciencia del medio ambiente externo) cómo pérdida de la autoconciencia
(pérdida de la conciencia del funcionamiento interno y la experiencia). (Perls, 1974)
Desde el punto de vista del desarrollo
(developmentally), Perls tenía la hipótesis de que
las experiencias emocionales tempranas eran el resul-
tado de necesidades que estaban siendo o satis-
fechas o frustradas por el medio ambiente. Esto
resultaba en sentimientos de comodidad o in-
comodidad. Especulaba que estas experiencias emo-
cionales olvidadas llevaban más tarde a conceptos
de "bueno" y "malo". Cualquier cosa que conduzca
a sentimientos de comodidad resultantes de la satis-

F. Perls facción de necesidades se llamaría buena. Cualquier


cosa que conduzca a sentimientos de incomodidad
debido a la deprivación, se llamaría mala. Es-
peculó además que esto llevaba a proyecciones
tempranas en que el sentirse mal conduciría a "yo soy malo" y "tú eres malo". Era su
opinión que, en el curso de su desarrollo, el niño aprendería a tratar de evitar lo que
parecía "peligroso" (es decir que conducía a sentirse mal) a través de la censura in-
terna y externa de la conciencia descrita anteriormente.

Esta evasión (avoidaince) entonces se vuelve rígida, conduciendo al bloqueo per-


manente de la conciencia, el debilitamiento del funcionamiento holístico. Esto se con-
ceptualizaría en la terapia de la Gestalt de la siguiente manera: Un conflicto original
entre las necesidades/deseos del organismo y los requerimientos del medio ambiente
llevaron a un ajuste creativo de parte del organismo. Este ajuste consiste en alguna
forma de evasión o bloqueo de la conciencia por parte del organismo para acomodar
las demandas del medio ambiente y para brindar protección contra la experiencia del
dolor o el sentirse mal. Mientras que esto era originalmente un acto creativo y adaptador
para el organismo, más tarde se convirtió en una reacción automática y fuera de la
conciencia. A esas alturas se vería como una pérdida del funcionamiento del ego (es
decir, un fracaso por parte del organismo en identificarse adecuadamente con un
aspecto del yo, o en alienar aquello que no es el yo). Esto se manifestaría entonces en
una o más perturbaciones del límite de contacto (contact boundary disturbances).

Perls pensaba que la tendencia del organismo hacia la evasión limitaba a la


personalidad. Creía que todo contacto contribuía a la integración y al desarrollo de la
personalidad, siempre y cuando no hubiese ningún peligro insuperable para el or-
ganismo y hubiese alguna posibilidad para el dominio de la experiencia. Perls ve la
represión como la evasión de la conciencia, y pensaba que nada se podría ganar por
esta evasión. Ve al psicoanálisis como un medio para permitir el re-contacto con
las partes aisladas de la personalidad (Perls , 1947).
REVISIÓN DEL MÉTODO PSICOANALÍTICO

Uno de los cambios que hizo Perls en su aproximación al psicoanálisis se refiere


específicamente a su visión de las resistencias de pacientes. Sugirió un cambio en la
regla básica del procedimiento psicoanalítico (Perls,
1947). La regla original requería que el paciente le
transmitiera al analista todo pensamiento que pudiese
tener durante la hora analítica, a pesar de su renuencia,
pena, o recelo de hacerlo. Perls vio en estas ins-
trucciones el peligro de que podría forzarse al paciente a
decir cosas aún cuando estuviese apenado para cumplir
con la tarea (1974 ) . Pensaba que esto lo podría
hacer articulando el material de una manera no
comprometedora o anestesiando las emociones.
Consecuentemente, el paciente continuaría deprivado de
la oportunidad de experimentar y soportar la pena. En
lugar de eso, Perls defiende la expresión por parte de los
pacientes de todo lo que experimentan. Extendió la idea F. Perls
de reportar los pensamientos para incluir el reportar todo lo conciente, tal como
sentimientos y sensaciones físicas. Sugería además, decirle al paciente que no
suprimiera ni forzara nada y que expresara cualquier "resistencia conciente" como
vergüenza y temor (Perls, 1947). Adicionalmente, Perls instruyó al analista a que no
presionara al paciente para que hable, sino que atendiese a estas resistencias a medida
que emergieran. Estas instrucciones y revisiones del método psicoanalítico ilustran el
cambio de enfoque de Perls a partir de la importancia de llegar al material
inconsciente reprimido, el cual era esencial en el procedimiento psicoanalítico, hasta la
importancia de lidiar con "lo que es" a medida que aparece.

Para que esta aproximación sea efectiva, sin embargo, Perls sugirió otro cambio
importante en el procedimiento psicoanalítico. Propugnó abandonar la técnica de la
libre asociación y reemplazarla con una concentración dirigida, lo cual era una idea
originada en Reich (Perls, 1947). En Ego, Hambre y Agresión, Perls se refiere
explícitamente a su método como "terapia de concentración". (Sin embargo, rechazó
este nombre en favor de la terapia de la Gestalt al tiempo en que se publica Terapia
Gestalt). Perls no está de acuerdo con el presupuesto psicoanalítico de que la libre
asociación conducirá automáticamente al descubrimiento de los pensamientos incon-
scientes importantes a través de la cadena de asociación y la presión de los instintos
para llegar a la superficie. Reemplazó este principio asociacionista con una idea que
adaptó de la psicología de la Gestalt. Lo que propuso era que lo que él llamaba la
"gestalt oculta" (algo que requería atención pero no conciencia), era tan fuerte que
emergería naturalmente en síntomas y otras expresiones. Pensaba que no se podía
depender de la libre asociación y que en realidad, ésta estimulaba la evasión, pero que
por la concentración en el síntoma era posible permanecer en el ámbito de la “Gestalt
reprimida” y encontrar y reorganizar evasiones y resistencias específicas (Perls, 1947).

Este proceso se entendió más tarde en la terapia Gestalt a través de conceptos de


figura/fondo y cierre (figure/ground and closure). Estos conceptos captan la opinión
de que lo que es más importante para el organismo emerge, se convierte en figura
(figural), si se mantiene enfocado el límite de contacto. Una vez que se trata esta figura
y la Gestalt se completa, se convierte una vez más en fondo.

Perls pensaba también que el error básico del psicoanálisis era el ignorar el
presente en favor del pasado que requería del concepto psicoanalítico de la transfe-
rencia. Mientras Perls no negaba que todo tenía su origen en la experiencia emocional
pasada, pensaba que el pasado y el futuro se orientan del presente y deben estar rela-
cionados a él. En este respecto, puso gran importancia en la relación presente entre el
paciente y el analista, y fue perdiendo el interés en explicaciones causales acerca del
"por qué", y fue cambiando su enfoque al "como", "donde" y "cuando" (Perls, 1947)
RESISTENCIAS ORALES

Perls teorizaba que, contra la creencia de Freud en resistencias anales primarias


(las resistencias relacionadas con retención y negativa a soltar) (to withholding and
refusal to let go), habían muchas otras resistencias. Vio a las más importantes de éstas
como las resistencias de ingestión (intake) o resistencias orales. Pensaba que éstas es-
taban relacionadas con los primeros rechazos de alimento (Perls , 1947).

Perls postuló etapas de desarrollo basadas en el desarrollo de los dientes.


Clasificó las etapas de desarrollo de lo que llamó el “instinto del hambre” como
prenatal (antes del nacimiento), pre-dental, lactante, incisivo (morder (biting) y molar
(mascar) (Perls, 1947). Perls observó que al nacer, el niño hacía la transición de ser
provisto de oxigeno y alimento a proveerse de su propio oxigeno y alimento mediante
el respirar e ingerir comida del medio ambiente. Vio cómo una de las tareas del niño
al obtener comida, el desarrollar lo que llamó la "mordida de persistencia (hanging-
on)". En esta etapa, el niño tiene solo que empezar a mamar para que la leche fluya,
luego de lo cual solo se necesita de actividad refleja. Con la irrupción de los dientes
delanteros el niño desarrolla la habilidad de manejar comida sólida. Perls vio la posi-
bilidad de trauma en este periodo a causa de ser castigado el niño por morder el pecho
de la madre. Pensaba que el castigo o el retiro súbito y prematuro del pecho, resultaría
en la inhibición de los instintos de morder (biting instinct) (Perls,
). 1947)

Perls hipotetizó además la inhibición de la agresión relacionada con la


inhibición del instinto de morder. Creía que esto resultaría en la proyección temprana
de agresión y el consecuente aumento en la inhibición de agresión por temor a la
represalia. Vio que esta inhibición de agresión (literal y figurativamente la inhabili-
dad de morder y mascar (bite off and chew up)), evitaba la asimilación y prolongaba
la introyección (introjection) (tragar entero) más allá del período de desarrollo en el
que era biológicamente necesario. Pensaba que este fenómeno se manifestaba luego en
los adultos como avaricia e impaciencia, o la inhabilidad de resolver, "mascar" (chew
up) problemas y asimilar dificultades. Vio que los adultos con estas características
preferían continuar siendo "lactantes" en que la mordida de persistencia (hanging on)
era lo único que se requería de ellos (Perls, 1947).

Perls también propuso el concepto de "resistencia contra la resistencia". Esta se


desarrollaría si el niño era forzado a comer comida que no le gustaba o no quería. El
niño aprendería a tragarse la comida para evitarse el sabor y la experiencia de comer.

Esto llevaría, en última instancia, a la disminución del sentido del gusto y a la


conciencia reducida del proceso de comer en si. Mientras que el deseo original era el
resistir la comida (una resistencia externamente dirigida), los requerimientos del me-
dio ambiente forzarían al niño a resistir y evitar su propia experiencia e impulso para
resistir o rehusar la comida (Perls, 1947).

La perspectiva de Perls sobre el desarrollo e inhibición de la agresión oral y las


resistencias orales, representan una de las divergencias significativas de la teoría de la
terapia de la Gestalt a partir del pensamiento psicoanalítico. Es también un
componente esencial de cómo se vino a ver la resistencia. Esta perspectiva llevó a Perls
en última instancia a enfocarse, no en la importancia de la aceptación (introyección) de
la interpretación del analista por parte del paciente, sino en la necesidad de
asimilación a través del recontactar de las energías agresivas que fueron originalmente
inhibidas.

Al relacionar estos constructos teóricos (theoretical constructs) a los métodos del


tratamiento psicoanalítico de pacientes, Perls propuso observar no sólo si el paciente
acepta o no las interpretaciones del analista, sino también cómo son aceptadas o
rechazadas (Perls, 1947). Observó que bajo la influencia de la "transferencia positiva"
el paciente aceptaba más fácilmente la interpretación del analista. También notó que el
paciente podía reaccionar súbitamente de manera hostil si el analista fuese a decirle
algo "de mal gusto". Perls vio esta reacción como un impulso defensivo espontáneo, no
como la aparición súbita de la "transferencia negativa" (Perls, 1974).

Perls reconoció que ningún paciente podía aceptar fácilmente interpretaciones


de aquellas partes de su personalidad que generalmente buscaba evitar. Si el paciente
pudiese hacerlo, no habría necesidad ni de represión ni de proyección. Así, vio la
demanda del psicoanalista de que el paciente acepte precisamente lo que está tratando
de evitar cómo paradójica. El método de Reich de tratar de instruir al paciente a
través de la concentración en la armadura (musculatura), le parecía más prometedor.
Sin embargo, pensó que los aspectos positivos del método de Reich eran prácticamente
anulados por el estilo de Reich de meter el "alimento mental" (como se refería Perls a
las interpretaciones de los analistas) por la garganta del paciente por medio de la burla
y hasta el abuso (Perls , 1947). Perls pensaba que mientras que el analista ignorara
resistencias orales y alentara a los pacientes a tragar ideas que no podían digerir, se
inducían acciones y actitudes artificiales en lugar de un retorno natural y orgánico al
funcionamiento auténtico. Las ideas de Perls eran consistentes con su desacuerdo con
Freud respecto a la salud de la introyección. Pensaba que Freud ignoró el hecho de
que la introyección resulta en la preservación de estructuras rígidas y evita que la
persona asimile el medio ambiente. Mientras Freud veía la introyección parcial como
saludable, Perls pensaba que el período de introyección saludable cesaba con el desar-
rollo de los dientes y con la subsecuente habilidad del niño de alterar lo que se toma
del medio ambiente (Perls, 1947).

RESISTENCIAS Y EL FUNCIONAMIENTO DEL EGO

Perls prescribió lidiar con el ego y no con el inconsciente en el análisis. Pensaba


que atendiendo al "cómo" de las resistencias orales se podía obtener un mejor
funcionamiento del ego, y consecuentemente, se podía anticipar más cooperación en la
"conquista del inconsciente" (Perls , 1947). (Sólo más tarde en la terapia de la Gestalt
se eliminaría la necesidad del concepto del inconsciente y se reemplazarla con los
conceptos de figura/fondo y conciencia (figure-ground and awarenes)). Perls notó que
métodos de evasión muy sutiles eran utilizados por el paciente al servicio de la
resistencia. Describió a algunos de estos como "no oír , no entender" o decir sí
mientras se estaba secretamente en desacuerdo (Perls, 1947).Entonces Perls no
asumía que lo que decía era aceptado, sino que buscaba las maneras en que no lo era.
Perls no pensaba que era suficiente hacer conciente el material inconsciente, sino más
bien pensaba que el material debería ser re-experimentado y re-evaluado y así pre-
parado para la asimilación.

La posición de Perls acerca del funcionamiento sano del ego, era que éste
respondiese a las necesidades del organismo dentro de la realidad subjetiva del medio
ambiente (Perls, 1947). Pensaba que este funcionamiento sano era interferido cuando,
para evitar conflictos externos (es decir, para permanecer dentro de los limites de las
unidades sociales y familiares), el individuo aliena aquellas partes de su personalidad
que podrían llevar al conflicto con el medio ambiente. Esta evasión de conflictos
externos, sin embargo, lleva a la creación de conflictos internos (Perls, 1947). Perls ve
entonces, que la función del psicoanálisis era la de habilitar la reidentificación del ego
con las necesidades del organismo (Perls, 1947).
Mientras que Perls estuvo de acuerdo al principio con la concentración psico-
analítica tradicional en las resistencias, no las vio como algo a eliminar, ni tampoco las
vio como impedimentos para el cambio terapéutico. Más bien vio a las resistencias
como energías valiosas de la personalidad que son dañinas sólo si son mal dirigidas
(Perls, 1947). Perls apuntó que desde el punto de vista del paciente, las resistencias
eran "asistencias" útiles para reprimir los aspectos no deseados de la personalidad
(Perls, 1947). Observó que sin apreciar la perspectiva del paciente no se podía lidiar
exitosamente con las resistencias. Además Perls creía que no era suficiente habilitar al
paciente simplemente para abandonar las resistencias. Un componente necesario para
el tratamiento también comprendía deshacer la retroflexión (retroflection) (el volver
la agresión de vuelta hacia el yo) y habilitar al paciente a redirigir las energías resis-
tentes hacia el medio ambiente. Esto requeriría la capacidad de utilizar estas energías
de acuerdo con los requerimientos de la situación y las necesidades del organismo, in-
cluyendo la habilidad de decir "no" cuando esto sea necesario. Perls veía que los sin-
tomas y resistencias podían asistir en decir "no" y en satisfacer las necesidades del or-
ganismo cuando el paciente no tuviese a su disposición otros métodos para conseguir
esos propósitos (Perls ,1974) Por ejemplo, el paciente que es incapaz de diferir
con el analista directamente, podría sin embargo "resistir" la aceptación de lo que es
objetable no oyendo o no entendiendo.

LA RESISTENCIA DE LA TERAPIA GESTALT

Hasta la publicación de Terapia Gestalt (Perls , Heiferline y Goodman) en 1951,


Perls todavía consideraba sus ideas como revisiones de la teoría psicoanalítica. Con la
publicación de Terapia Gestalt y con la expansión y clarificación de la teoría de Paul
Goodman, era claro que un nuevo sistema de terapia estaba siendo propuesto. Este
sistema está basado en un entendimiento teorético diferente de la naturaleza humana,
una visión divergente del desarrollo temprano, y una
aproximación singular al tratamiento compatible
con estas perspectivas. Esto no era ya psicoanálisis.
Era Terapia Gestalt. Mientras que Ego, Hambre y
Agresión delineaba la transición de Perls fuera del
psicoanálisis ortodoxo, Terapia Gestalt continuaba
describiendo este método, le daba una base teorética
y lo comparaba con el psicoanálisis. Las ideas que
defendió Perls en Ego, Hambre y Agresión fueron
desarrolladas en una teoría comprensiva de la nat-
F. Perls uraleza humana y el desarrollo. También se describía
una aproximación metodológica a la psicoterapia.
Las ideas y el lenguaje en Terapia Gestalt reflejaban aún bastante las raíces de la
teoría psicoanalítica. Esta similitud se convertiría en mucho menos obvia en escritos
teoréticos subsecuentes, a medida que la terapia de la Gestalt desarrollara su propia
identidad. Esta sección explicará el corazón de los conceptos teóricos relacionados con
la posición de terapia de la Gestalt sobre la resistencia como se desarrolla en Terapia
Gestalt, antes de avanzar a perspectivas más actuales.
La terapia de la Gestalt vio originalmente a la resistencia como un conflicto
inconsciente entre una parte de la personalidad y otra. Una persona podría estar con-
ciente solamente de querer hacer algo e inconsciente del "jale" opuesto y potencialmente
igual (o mayor) de no hacerlo. La terapia de la Gestalt tomó el concepto que había
propuesto Perls (que había originado Friedlander) sobre los opuestos, y consideró las
actividades humanas desde el punto de vista de las polaridades. Esté concepto enfatiza
la noción de la importancia de la conciencia de opuestos.

Mientras que en Ego, Hambre y Agresión , Perls sugirió la idea de "resistencias"


como "asistencias", en Terapia Gestalt este concepto fue ampliado hasta incluir la
conciencia. La terapia de la gestalt empezó a ver al “resistidor” como la polaridad que
el paciente estaba expresando concientemente. La única dificultad era que el paciente
estaba inconsciente de esta "resistencia". El propósito en terapia era entonces cam-
biar al conflicto interno (entre el impulso y la resistencia contrapuesta) a un conflicto
abierto y conciente (Perls, Hefferline y Goodman, 1951).

Esto se logra en la sesión de terapia por experimentación, la cual permitía al pa-


ciente volverse conciente de aspectos de su experiencia que habían estado anterior-
mente fuera de la conciencia. Dentro de la seguridad del medio ambiente terapéutico
al paciente le sería dada la oportunidad de "probarse" una nueva conducta, o de ex-
presar algo previamente inexpresado y consecuentemente, aumentar la conciencia de
un aspecto particular de funcionamiento o experiencia.

En la terapia de la Gestalt, entonces, la resistencia se vino a ver como una res-


istencia a la conciencia de aspectos del yo o aspectos del medio ambiente. En lugar
de tratar de superar esta resistencia, se exploraría para que el conflicto inconsciente
se pudiese traer a la conciencia. Consecuentemente, esto permitirla al paciente re-
identificarse con pensamientos, sentimientos o impulsos previamente repudiados
(Perls, Hefferline y Goodman, 1951).

Al describir este proceso, la terapia de la Gestalt consideraba una preocupación


importante acerca de la resistencia en terapia. Es decir, cómo podía ser asistido y
motivado el paciente en la labor de retornar a situaciones dolorosas inconclusas.
Originalmente el paciente intentaba una compleción prematura de estas situaciones
porque se experimentaban como demasiado dolorosas o irresolubles (Perls, Hefferline
y Goodman, 1951). Es decir, el paciente hacía un reajuste creativo a una situación
particular. Esto presenta un dilema en el sentido de que los pacientes inicialmente
tienen una buena razón para alienarse de sus propios sentimientos o impulsos o para
olvidar prematuramente alguna ocurrencia. Esto se hace en el intento de evitar
aquello que conduce a sentimientos malos o dolorosos. El paciente no quiere sufrir las
pérdidas que ha tratado anteriormente evitar, porque eran intolerables (Perls , Heffer-
line y
line y Goodman). Sin embargo, de acuerdo a la teoría de la Terapia de la Gestalt, la
habilidad de experimentar y sufrir las pérdidas es la única manera en que puede
ocurrir la compleción y consecuentemente la cura. Para que ocurra la compleción, la
experiencia de pérdida debe ser asimilada. La destrucción de una figura vieja es
necesaria para que ocurra la emergencia de una nueva.

METODOLOGÍA

El conflicto que sucede en terapia es que el paciente puede querer una "cura
mágica", y seguramente quiere que cualquier sufrimiento le sea aliviado. La terapia
requiere que el paciente trabaje duro y que sufra el dolor, y el paciente entonces siente
el conflicto producido por el requerimiento de que en terapia confronte aquello que
previamente ha sido tan importante evadir (Perls , Hefferline y Goodman, 1951). El
terapeuta Gestalt se remite a este dilema tanto teorética como metodológicamente,
como se describe abajo.

En la terapia de la Gestalt el terapeuta se enfoca y está más interesado en el


proceso de evasión en si que en aquello que está siendo evadido. El foco es en el límite
de contacto (contacto boundary), y el gol es el desarrollo del funcionamiento sano del
ego a través de un aumento de conciencia en lugar del gol psicoanalítico de descubrir
material reprimido por el inconsciente. El terapeuta gestáltico también tiene la
perspectiva de que si hay una tendencia a evadir algo, esta tendencia existe por una
buena razón. La idea es consistente con la sugerencia de Perls, que las resistencias sean
vistas desde la perspectiva del paciente. El trabajo de terapia es explorar estas razones,
y habilitar al paciente a tomar conciencia plena de lo que son. Esto es descrito como
"analizando la resistencia" (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). También puede verse
como apoyando a la resistencia. La otra perspectiva importante de la terapia de la
Gestalt es que la terapia es en realidad agresiva contra la neurosis, al pedirle al
paciente que confronte aquello que ha buscado evadir. La "resistencia neurótica" se ve
entonces con razón como contra-agresiva (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). La
estructura defensiva es amenazada y se comporta acordemente, haciéndola una
reacción natural y esperada, comprendida y otra vez apoyada por el terapeuta.

YO Y EGO EN LA TERAPIA GESTALT

En la terapia Gestalt, el yo es visto como el sistema de contactos organismo/me-


dio ambiente en cualquier momento dado (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). El con-
tacto es visto como el vehículo de ajuste creativo del organismo en el medio ambiente.
El enfoque en, y la necesidad de la psicoterapia, resulta entonces de la interrupción,
inhibición y otros accidentes en el curso de los ajustes creativos (Perls ,
Hefferline y Goodman, 1951).

La salud psicológica o falta de ella es vista como una cuestión de identificaciones


y alienaciones del yo. Para el funcionamiento sano, una persona debe identificarse con
el yo en formación (the forming self), y no inhibir el entusiasmo creador.
Conversamente, debe alienar lo que no pertenece al yo (lo cual, por lo mismo, no puede
ser vitalmente interesante) para evitar la disrupción del proceso orgánico figura/fondo
(Perls, Hefferline y Goodman, 1951).
La terapia de la Gestalt se refiere al sistema de identificaciones y alienaciones
del yo como ego. En la psicoterapia, el ego es "entrenado" por medio de experimentos
en conciencia deliberada. La meta de estos experimentos es el logro de un sentido re-
vivido del yo, como "pensante, perceptivo, sensible y actuante" (thinking, perceiving,
feeling and doing) , (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). Mientras que en el psicoanálisis
el ego es visto como el receptor pasivo de impresiones, en la terapia Gestalt el ego es
visto como el "producto" de experiencias. El concepto de lo conciente/inconsciente es
reemplazado con el concepto más activo y dinámico de la figura/fondo y conciencia.

Si el ego es considerado impotente y dirigido por el inconsciente, entonces en el


tratamiento las resistencias deben ser atacadas y las defensas disueltas. Sin embargo,
si la conciencia es creadora, estas resistencias pueden ser vistas como expresiones
activas de energía y vitalidad, aún cuando pueden ser dirigidas contra el yo en una
forma neurótica (Perls ,Hefferline y Goodman) En terapia de la Gestalt, a través de la
experimentación y la conciencia enfocada, el paciente será capacitado para experi-
mentar las razones para las resistencias y sus consecuencias que están dirigidas en
contra del yo. Consecuentemente, también será capacitado para experimentar la utili-
dad del conflicto y el sufrimiento. El dolor y el conflicto no son insignificantes, sino
más bien una parte necesaria del proceso de destrucción de la figura que permitirá la
compleción de lo que está inconcluso y la emergencia de una nueva figura (Perls ,
Hefferline y Goodman, 1951). En la terapia de la Gestalt la experiencia y expresión de
la emoción no se consideran importantes como "catarsis", sino porque permiten la
formación de una nueva gestalt. La experiencia de sufrimiento emocional previene,
entonces, la evasión del conflicto y en realidad dirige la atención al conflicto para que
el yo crezca atendiendo a su resolución. Mientras más pronto uno esté dispuesto a
identificarse con la experiencia del sufrimiento, más pronto se acabará. La resistencia
a la conciencia es entonces el resultado de una pacificación prematura del conflicto,
un adormecimiento que busca evitar la experiencia dolorosa (Perls , Hefferline y
Goodman, 1951).
De acuerdo a la teoría Freudiana, los impulsos reprimidos se creían principal-
mente de naturaleza sexual. En la teoría de la Gestalt son considerados principalmente
agresivos (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). Traer estos impulsos agresivos a la
conciencia puede ser aterrorizante para el paciente, pero es de todos modos esencial
para una identificación exacta con los sentimientos reales del yo. Al enfocarse sobre la
perturbación del límite de contacto de la retroflexión, el terapeuta gestáltico permite y
alienta la expresión de la agresión previamente retroflectada (retroflected agression);
simplemente trae a la conciencia y dirige hacia el medio ambiente aquello que era
antes inconsciente y dirigido hacia el yo.

RESUMEN DE LAS POSICIONES GESTALT TEMPRANAS

En resumen, la terapia de la Gestalt se desarrolló a partir del modelo de


conflicto del psicoanálisis hasta el concepto holista de la autorregulación organísmica.
Esta perspectiva considera la armonía interna y el balance como el estado natural del
organismo. En la terapia de la Gestalt, el funcionamiento "neurótico" se ve como una
perturbación de esta autorregulación. Esta disrupción es el resultado de un reajuste
creativo anterior por parte del organismo sobre el medio ambiente. El ajuste creativo
se hace entonces rígido e inconsciente. Esto resulta en la pérdida del sano funciona-
miento del ego., lo cual es la pérdida de la habilidad de identificarse con aquello
que pertenece al yo formativo y de alienar aquello que no lo es. Esto resulta en un
contacto debilitado entre el organismo y el medio ambiente a través de las perturba-
ciones del límite de contacto que son en realidad ajustes creativos obsoletos.

En Ego, Hambre y Agresión, Frederick Perls empezó a desarrollar nuevas ideas


sobre la resistencia, incluyendo tanto como se podían ver desde la perspectiva del pa-
ciente cómo de qué manera podían ser trabajadas en el análisis. En Terapia Gestalt
estas ideas fueron ampliadas para incluir los conceptos de polaridades y conciencia.
La resistencia en terapia de la Gestalt, entonces, es vista como resistencia a la con-
ciencia ó al contacto. Se puede ver como resistencia a la conciencia de una parte de
la personalidad que fue originalmente alienada porque los sentimientos dolorosos no
pudieron ser tolerados (Perls, Hefferline y Goodman, 1951). Es la renuencia
comprensible a experimentar pérdida o dolor contra la que se ha defendido.
Considerando esta resistencia desde el punto de vista del paciente, ésta es una ayuda
para el paciente para que exprese algo que no puede ser expresado directamente (tal
como decir "no'). La resistencia es entonces un aspecto importante de la personalidad
y no algo a ser eliminado. Es más bien algo que hacer conciente y así capacitar su
expresión más directa. En la terapia Gestalt la meta no es la de pasar a través de las
resistencias para ganar acceso a algo más importante.

Más bien, la meta es la de asistir al paciente a que se re-identifique con estos


importantes aspectos inconscientes de su personalidad a través de la conciencia
creciente del yo formante (forming self).

La terapia de la gestalt entiende a los impulsos reprimidos primariamente como


agresivos, y entonces estimula la agresión por parte del paciente que permite la
reversión de retroflexiones en la reconducción de la energía retroflectada de vuelta
hacia el medio ambiente. La terapia de la Gestalt no requiere que el paciente
introyecte (introject) las interpretaciones de los terapistas, porque el enfoque de la
intervención es el límite de contacto y no hay interpretación del "inconsciente" del
paciente. La conciencia del paciente se aumenta por medio de la experimentación. El
aprendizaje es por lo tanto, experimental.

TERAPIA SIN RESISTENCIA

Mientras que el pensamiento actual en la terapia de la Gestalt continúa recono-


ciendo el fenómeno de resistencia, el lenguaje y perspectiva en la terapia de la Gestalt
respecto a este fenómeno ha cambiado considerablemente en los últimos años. Los es-
critos de Perls en Ego, Hambre y Agresión, y subsecuentemente la teoría desarrollada
por Paul Goodman en Terapia Gestalt, se apoyaban en el lenguaje del psicoanálisis. A
medida que la literatura en la terapia de la Gestalt se ha desarrollado,
el lenguaje también ha evolucionado hasta
representar más exactamente la nueva teoría,
mientras que es posible observar, desde una
perspectiva de terapia Gestalt, que la "resistencia"
es innecesaria para la terapia de la Gestalt e
incompatible con su método( Polster y Polster,
1976).

El psicoanálisis hizo la transición de ver las resistencias como algo a eliminar


para llegar a lo que es importante (el inconsciente), hasta verlas como aspectos más
intrínsecos (persuasive) al funcionamiento. En la teoría actual del psicoanálisis con-
tinúan considerandolas como impedimentos del cambio terapéutico. En su revisión de
la teoría psicoanalítica, Perls consideró las resistencias (las cuales amplió hasta in-
cluir a las resistencias orales) como el foco necesario del cambio terapéutico. Creía
también, sin embargo, que estas resistencias no debían ser "eliminadas" sino que era
impor-tante entenderlas como energías valiosas de la personalidad que están simplemente
mal aplicadas. Estos conceptos fueron desarrollados en terapia gestalt hasta incluir la
necesidad de hacer concientes los conflictos internos inconscientes y anticipar la resis-
tencia comprensible del paciente a experimentar aquello que es conflictivo y doloroso.
Mientras que estas ideas no se consideren incorrectas, puede entenderse al proceso
terapéutico desde una perspectiva de terapia Gestalt, sin el concepto de resistencia. El
término "resistencia" se origina del modelo de conflicto del psicoanálisis y es más
compatible con éste que con el modelo holístico de la terapia de la Gestalt.

TEORÍA Y FILOSOFÍA

Para entender la incompatibilidad del concepto de "resistencia" con la terapia


de la Gestalt, es útil volver a los fundamentos filosóficos y teoréticos de la terapia de la
Gestalt. Yontef (1981) describe tres de ellos. El primero, la fenomenología, prescribe
un poner entre paréntesis (bracketing off) las ideas preconcebidas, metas o prejuicios
por parte del terapeuta. La fenomenología no se adhiere a ningún valor absoluto sino
que sugiere que lo que es pertinente es relativo al observador. Esta perspectiva es ob-
viamente inconsistente con la rotulación de una conducta
como "resistencia", el cual es un término "cargado" (value-
laden) que implica algo que no debería ser o que debe ser
cambiado. En la terapia de la Gestalt la meta es aumento
de conciencia, no cambio de conducta. El segundo funda-
mento filosófico de existencialismo dialógico (dialogic ex-
istentialism) es también incompatible con la idea de
"resistencia". Este credo filosófico prescribe una relación
horizontal, no jerárquica entre paciente y terapeuta.
La perspectiva del paciente es importante y foco apropiado de atención. El terapeuta
no "sabe más" que el paciente cuál es la mejor manera de pensar, de sentir o de com-
portarse, como implica el uso del término resistencia. Tercero, los conceptos conteni-
dos en la teoría del campo (field theory), también apoyan que no se continúe viendo al
comportamiento como "resistencia". Todo en el campo (field) es dinámico e interrela-
cionado, y no existe nada en aislamiento. El llamar a algo resistencia aísla un aspecto
particular del funcionamiento en lugar de verlo como parte de un sistema dinámico.

METODOLOGÍA DE LA TERAPIA DE LA GESTALT

Para eliminar el concepto de "resistencia", dos aspectos separados del fenómeno


que ocurre en terapia deben ser atendidos y resueltos. El primero es la tendencia del
paciente a "resistir" el tomar conciencia de sentimientos o aspectos indeseables del yo.
El segundo es la "resistencia" a los esfuerzos del terapeuta en tratar de permitir una
mayor conciencia por parte del paciente.

Dos conceptos de la terapia de la Gestalt hacen posible atender estas ocurren-


cias a medida que se presentan en terapia, sin verlas como "resistencias”.
Una manera útil de ver el primer tipo de "resistencia" ha sido descrita anterior-
mente. La "resistencia" a la conciencia de aspectos del yo es simplemente un reajuste
creativo pasado por parte del paciente que es ahora obsoleto. Se le ve como aspecto
creativo aunque anacrónico del funcionamiento de la persona y puede entonces ser
comprendido y apoyado como tal. Con respecto al proceso de conciencia en la
psicoterapia, sin embargo, debe ser atendido como una limitación actual del
crecimiento de la personalidad. Dos conceptos que vienen de la psicología de la Gestalt
deben ser re-introducidos en este momento. Estos son los conceptos de figura/fondo y
cierre. De acuerdo a la teoría de la terapia de la Gestalt, el organismo se considera
como autorregulativo por el proceso de formación y destrucción de la figura. Es decir,
sea lo que sea lo que es más importante en la jerarquía de necesidades del organismo
emergerá al primer plano de conciencia. Cuando la unidad de experiencia relacionada
con la figura se completa, se logrará el cierre y una nueva figura emergerá
naturalmente. En funcionamiento perturbado, la autorregulación organísmica ha sido
interrumpida. Sin embargo, "la autorregulación neurótica" (Perls, Hefferline y
Goodman, 1951), continúa funcionando. Esta es autorregulación organísmica basada
en la rigidez de la persona y el funcionamiento de los reajustes creativos obsoletos e
inconscientes. Como lo "neurótico" es aún autorregulador, el principio de autorregu-
lación es aún aplicable. Entonces, no hay necesidad de que el terapeuta vea ninguna
parte del comportamiento del paciente cómo resistencia.

El comportamiento refleja lo que actualmente es figura para el paciente, y si se


le atiende suficientemente como para permitir el cierre, el paciente avanzará natu-
ralmente a lo siguiente que emerja. Esta perspectiva requiere otra vez una ausencia
de "agenda" por parte del terapeuta, y un refrenarse de poner valores diferenciales
en los distintos tipos de experiencia y conciencia.

Una manera importante en que la terapia de la Gestalt atiende al segundo as-


pecto de la "resistencia" en lo que se refiere al desacuerdo o falta de cooperación con
la intervención del terapeuta, es en términos de cómo se ve el funcionamiento sano del
ego. También se refiere a lo innecesario de la introyección por parte del paciente.
Como la terapia de la Gestalt busca revertir retroflexiones y estimula la expresión
abierta de agresión, el desacuerdo y el decir "no" se apoyan y fomentan. Nuevamente,
no es necesario ver esto como ''resistencia” cuando es en realidad el intento por parte
del paciente de expresar un aspecto de su experiencia. El terapeuta de la Gestalt apoya
el desacuerdo, busca maneras en que el paciente puede no estar expresándolo tan
plenamente como lo siente y apoya esta expresión completa. Esto podría percibirse
como fomentando la expresión de lo que el psicoanálisis llama la "transferencia
negativa". Por lo tanto, un terapeuta Gestalt podría responder al desacuerdo leve
del paciente,sugiriéndole "di(ga)me no" o "di(ga)me que estoy equivocado". (Fromm,
1984) ,

El siguiente ejemplo ilustrará la perspectiva de la terapia de la Gestalt con respecto


a ambos aspectos de "resistencia" : "resistencia" a la conciencia y "resistencia" a las
intervenciones del terapeuta. En la infancia, una paciente hizo el ajuste creativo de
aprender a no experimentar en conciencia la ira contra sus padres. Esto era necesario
porque sería severamente castigada si daba cualquier signo de ira contra ellos. La
experiencia de sentir la ira y de no tener ninguna manera de expresarla era intoler-
able (una interrupción obligada en la autorregulación organísmica). Adicionalmente,
permitir la conciencia de la ira aumentaba el peligro de mostrarla y de ser castigada.
Claramente, en esta situación lo más adaptante (adaptive) era "no estar iracunda". Esto
podría haberse logrado y luego mantenido a través de la introyección de los padres (la
ira es mala), a través de la retroflexión tensionando los músculos (lo cual podría haber
tenido (sic) el impulso de golpear de vuelta al ser golpeada), y probablemente a través
de dirigir luego su agresión de vuelta a si mismo, el único "blanco" disponible. Esto
podría haberse convertido en "Yo soy mala" (por odiar a mis padres) en lugar de
"ellos son malos" (por golpearme).

Cuando esta paciente entra en psicoterapia, puede tener tales quejas


como autoestima baja, depresión, o ser demasiado autocrítica. Para un terapeuta
gestaltico, el trabajo en terapia sería el de permitir a el paciente revivir y re-
identificarse con los aspectos de si mismo que había tenido que negar, permitiendo al
mismo tiempo la alienación de aquellos aspectos que él siente como suyos y que no
lo son. Esto se logra mediante experimentos para aumentar la conciencia. Cuando es-
te paciente ajusta el puño mientras habla acerca de su padre en monótono, el
terapeuta psicoanalítico podría interpretar que él está inconscientemente enojado
con su padre y quiere golpearlo. La meta para el terapeuta psicoanalítico podría ser
pasar a través de la resistencia inconsciente al recuerdo de su padre golpeándole y de
lo que sentía, para hacer conciente el material inconsciente. Si el paciente no acepta la
interpretación, se le podría ver como resistente. El terapeuta psicoanalítico se ve a si
mismo(a) como capaz de obtener información acerca de el paciente (o del inconsciente
de el paciente) a la que el paciente no tiene acceso. El terapeuta psicoanalítico podría
ver el comportamiento presente (transferencia) como una manifestación de ira incons-
ciente. Este marco, aunque algo simplificado aquí, es compatible con los conceptos
psicoanalíticos básicos del inconsciente, resistencia, transferencia, y la metodología de
interpretación.

En la terapia de la Gestalt, este proceso sería abarcado desde una perspectiva


distinta. Cuando el paciente ajusta el puño, el terapeuta podría dirigir su atención al
puño para permitirle que tome más conciencia de lo que está haciendo y sintiendo en
ese momento. Esto sería enfocarse en la perturbación del límite de contacto de retro-
flexión (file contact boundary disturbance of retroflection) como está siendo creado en
el momento por el paciente y el terapeuta. Mientras el paciente continúa hablando, el
terapeuta podría pedirle que se dé cuenta del tono de su voz. El paciente puede darse
cuenta de que está controlando su ira para evitar sentir o mostrar lo que siente. El
terapeuta Gestáltico entonces se enfocaría en ese control, y en la forma cómo se está
experimentando. A cada paso, en este proceso hay un enfoque en la figura emergente
para el paciente, y un aumento de conciencia con su propia experiencia, así como una
identificación con ésta. En algún momento, el paciente puede expresar "pero yo no
quiero odiar a mi padre". Nuevamente, el terapeuta no interpretaría esto, sino que
exploraría y apoyaría las razones por las que esta agresión está siendo evadida. En al-
gún momento el paciente podría volverse "resistente" al proceso. Podría expresar esto
al volverse vago, o al perder interés, o podría decir "no sé qué bien podría venir de hablar
de mi padre. Todo eso está en el pasado". Nuevamente, porque el terapeuta Gestáltico
no tiene agenda ni meta aparte del aumento de conciencia, no necesita llamar a esto
resistencia, sino que continuaría con este nuevo proceso a medida que va emergiendo.
Podría alentar a el paciente para que exprese más directamente sus deseos, o decirle
"no" al terapeuta. Se podría ayudar a el paciente a experimentar más claramente sus
objeciones en contra de hablar sobre su padre. A medida que estas objeciones surgen,
se expresan, y el paciente se identifica con ellas, se avanza a otro material. Otra vez,
no es la meta del terapeuta "llegar" a algo más, sino simplemente quedarse con lo que
es. La fe está en que la autorregulación es un proceso natural de revelación que no
necesita ser controlado.

En el marco de la terapia de la Gestalt, el concepto del inconsciente ha sido re-


emplazado por figura/fondo y conciencia. "Transferencia" se reemplaza observando
a la "transferencia" presente en la nueva situación del paciente-terapeuta a través de
las perturbaciones del límite de contacto. La interpretación (donde el terapeuta
"sabe" algo y se lo dice al paciente) es reemplazada por la observación (comentarios
sobre la conducta observable) y la experimentación que permite al paciente sentirse
diferente. Dentro de este sistema, el concepto de resistencia no tiene lugar.

En la terapia de la Gestalt, el contacto terapéutico ocurre dentro del contexto de


la relación paciente-terapeuta. Si el paciente está en desacuerdo con la impresión del
terapeuta por señalar algo que el paciente no quiere atender, u objeta a hacer un ex-
perimento sugerido por el terapeuta, esto se ve como formando la figura y como una
expresión del funcionamiento del ego del paciente. El terapeuta apoya y fomenta la ira
del paciente y su desacuerdo como manera de continuar apoyando el funcionamiento
sano del ego del paciente y el aumento de conciencia del yo formando (forming self);
mientras que un terapeuta psicoanalítico podría interpretar la ira del paciente como
transferencia y ver como resistencia el que el paciente rechace la interpretación. El
terapeuta Gestáltico se concentraría en la importancia del contacto presente y tal vez
preguntaría "¿cómo me parezco yo a tu padre?", o "qué hice para que pensaras que
no podías expresar tus sentimientos hacia mí?". Como la terapia de la Gestalt busca
revertir retroflexiones y fomentar la expresión abierta de agresión, el desacuerdo y el
decir "no" se apoyan y fomentan. Esto facilita la re-identificación del paciente con su
yo, en lugar de crear otra identificación forzada con lo que no es el yo. El terapeuta de
la Gestalt está interesado tanto en los aspectos "sí" como en los aspectos "no"
(identificaciones y alienaciones) del funcionamiento del ego del paciente.

En su artículo "Terapia sin Resistencia" (1976), Erving y Miriam Polster sugie-


ren dos preceptos a seguir por el terapeuta. Estos son: 1) Lo que es, es, y 2) Una cosa
sigue a la otra. Los Polster sugieren que en lugar de tratar de hacer que algo suceda,
el psicoterapeuta debería seguir estos preceptos y enfocarse en lo que está pasando
actualmente en el presente. Continúan diciendo que la implicación problemática de
llamar a algo resistencia es que el rótulo implica que es "extraño" al individuo, y que
su eliminación es necesaria para el funcionamiento saludable. Los Polster sugieren que
al evitar el uso del término de resistencia, el terapeuta evita la presuposición de que el
paciente está de alguna manera, comportándose mal. Esto le permite al terapeuta
quedarse con cada expresión de la persona a medida que ocurre. Esta posición cambia
el énfasis metodológico del terapeuta quien no busca cambiar o descubrir algo. Como
lo describen los Polster, a través del contacto y la conciencia, el cambio simplemente
ocurre, uno no tiene que trata de cambiar.

TEORÍA DE CAMBIO

En su artículo "La Teoría Paradójica del Cambio" (1970), Arnold Beisner pro-
pone una teoría del cambio compatible con los conceptos de la terapia de la Gestalt.
Explora además cómo el cambio ocurre a través de la conciencia. Su suposición es que
no es posible cambiar tratando de convertirse en algo diferente. Una persona no puede
cambiar a través de la coerción a hacer o sentir algo que está en conflicto con otra
parte de su persona. Aún cuando esta parte no sea conciente, mantiene su influencia.
Beisser no ve al terapeuta como un "agente de cambio". Ese rol requeriría que el
terapeuta formase una alianza exclusiva con la parte del yo que busca el cambio y que
ignorase la parte igualmente importante que "resiste" el cambio. Como se discutió
anteriormente, el rol del terapeuta es el asistir al paciente a aumentar su conciencia, lo
cual le permitirá reidentificarse con la parte de su persona de la cual está alienado. La
explicación de Beisser de cómo ocurre el cambio es una manera simplificada de
describir lo que ha sido descrito anteriormente usando los conceptos de figura/fondo y
cierre. Dice que a medida que el paciente invierte completamente en lo que es en lugar
de tratar de convertirse en lo que no es, el cambio ocurrirá naturalmente. Lo que
quiere decir es que a través de la concentración enfocada en lo que es, la conciencia
aumenta, alterando así automáticamente la experiencia que tiene la persona de sí
misma.

RESUMEN E IMPLICACIONES PARA LA PRÁCTICA

En el psicoanálisis las resistencias se ven como impedimentos al cambio


terapéutico. Originalmente, Frederick Perls vio las resistencias como aspectos
creativos y valiosos de la personalidad que simplemente estaban mal dirigidos. Agregó
además el concepto de "resistencias orales" al de "resistencias anales" propuesto por
Freud. La terapia de la Gestalt luego comenzó a conceptualizar la resistencia a la
conciencia de aspectos del yo, o resistencia al contacto como se manifiesta en las
perturbaciones del límite de contacto. Ofreció además la perspectiva de considerar las
resistencias en función de polaridades, y la "resistencia" como representando una
posición polar que estaba fuera de la conciencia.

El pensamiento actual en la terapia de la gestalt ofrece la perspectiva de “terapia


sin resistencia". Mientras que la terapia de la Gestalt puede ver la resistencia como se
ha visto arriba, esta nueva perspectiva surge más inmediatamente de la filosofía y
principios teoréticos sobre los cuales se basa la terapia de la Gestalt. El término
resistencia es consistente con la creencia psicoanalítica en el inconsciente que sólo
puede ser alcanzado a través de la interpretación del terapeuta. Cuando estas inter-
pretaciones no son aceptadas, esto puede verse como resistencia conciente o incon-
sciente. El término resistencia encaja en el modelo psicoanalítico de conflicto, pero
no es relevante a la aproximación holística y organísmica de la terapia Gestalt. Es
tam-bién incompatible con los métodos de terapia Gestalt.

La metodología de la terapia de la Gestalt está basada en conceptos de figura/


fondo y cierre, dentro de un sistema visto como organísmicamente autorregulador. El
enfoque es en el funcionamiento del ego del paciente en la medida que ocurre en el
presente en el contexto de la relación de terapia. El funcionamiento del ego es el yo en
formación (forming self) identificándose con sus necesidades o experiencias a medida
que se hacen figuras (primer plano). El proceso diagnóstico no es algo que el tera-
pista “le hace” al paciente; es más bien una colaboración del paciente y el terapista a
medida que el paciente aprende a atender a sus propios procesos y experiencias.

Es en la posibilidad de "terapia sin resistencia" que la aproximación de la


terapia de la Gestalt hace una de sus contribuciones más significantes a la práctica de
psicoterapia. Dado que el terapeuta no necesita batallar o burlar la resistencia del pa-
ciente, se puede desarrollar una relación más colaborativa, en la que el terapeuta y el
paciente trabajen juntos para aumentar el entendimiento y la conciencia del paciente
de sí mismo. El terapeuta no cree que sepa lo que es mejor para el paciente, lo que de-
bería estar haciendo, sino que es más bien capaz de confiar en el paciente y enfocarse
en su proceso emergente. Esta colaboración, y la habilidad del terapeuta para apoyar
la experiencia del paciente, también resultan en una relación no jerárquica y facilitan
el desarrollo de la alianza terapéutica. El terapeuta no necesita "saber" lo que está
pasando con el paciente, ni es la responsabilidad del paciente el cambiarlo. Dado que
el terapeuta quiere el apoyo tanto del “si” como del “no” del funcionamiento sano
del ego, no hay necesidad de requerir sumisión o acuerdo del paciente. Esto eli-
mina la posibilidad de luchas por poder (power struggles) en la relación terapéutica.
Considerar los "lugares de estancamiento" del paciente como conflictos inconscientes
ó en función de polaridades, impide al terapeuta establecer una alianza con un solo
aspecto de la paciente y tratar de "hacer" que él cambie o haga algo que él dice
que quiere hacer. En lugar de eso, el terapeuta puede ayudar al paciente a explorar y
hacerse conciente de la parte de él que no quiere hacer algo. Un ejemplo común de es-
to es con pacientes que son comilones compulsivos. Ellos pueden estar concientes sólo
de que quieren perder peso. Generalmente están inconscientes del deseo, igualmente
fuerte, de permanecer obesos, o de cómo utilizan la comida para bloquear sentimientos
y de su renuencia a renunciar a ello. El traer este conflicto inconsciente a la conciencia,
le permite al paciente trabajar para una resolución. Este es sólo un ejemplo de una
situación en que el paciente está conciente de querer cambiar, y está inconsciente de
otros aspectos de su experiencia. Esta dinámica emerge frecuentemente en la terapia.

Finalmente, el eliminar el concepto y el uso de la palabra resistencia requiere de


un giro en el pensar y en el método del terapeuta. Requiere una habilidad de estar en la
presencia y "con" el paciente, en lugar de asumir la responsabilidad de mover al
paciente en una dirección prescrita. Significa poner a un lado las expectativas de uno,
las creencias y los prejuicios y confiar en la "sabiduría del organismo". Esto emergerá
en incrementos crecientes a medida que el yo se experimente de una nueva manera,
porque la tendencia natural del organismo humano es hacia aquello que permite
crecimiento.

Elaine K. Breshgold, MSW, PSY.D., vive en Portland, Oregon y tiene una práctica
privada de psicología clínica en Vancouver, Washington. Ha estudiado y practicado terapia
Gestalt desde 1978, y ha entrenado con Isadore From, Bob Martin, Erv Polster y Miriam
Polster; entre otros. Es miembro fundador del Grupo de Estudio de Terapia Gestalt de
Portland, el cual está actualmente en proceso de establecer un instituto de terapia Gestalt
en Portland.
CONCEPTOS Y FALSOS CONCEPTOS EN TERAPIA GESTALT
Laura Perls
(Presidente del New York Institute for Gestalt Therapy)
——————————————————————————
En el Fausto de Goethe, Mefistófeles dice a un discípulo ansioso:

Denn eben wo Begriffe fehlen,


Da stellt ein Wor zur rechten Zeit sich ein

(Porque siempre que falten los conceptos habrá,


en el momento preciso, una palabra a mano)

El diablo mete su mano en cada empresa humana, no sólo en filosofía y teología.


Yo lo veo trabajando en política y en educación, en la ciencia y en el arte y, particu-
larmente, en nuestro propio campo: la enseñanza y la práctica de la psicoterapia. Allí
está, proveyendo activamente no sólo palabras, sino también fórmulas pre-elaboradas,
técnicas y tretas engañosas; es decir, todo un saco de trucos para el cambio rápido,
destinados a quienes, ignorantes o suficientemente crédulos, quieran pagar por ellos.

El diablo es el maestro del atajo, de la vía fácil: espléndida e incansablemente


simula, seduce, engaña, promete, adula y convence. Sus herramientas son la sim-
plificación, la manipulación y la distorsión.

Pasemos ahora del mito a los hechos. En una reunión del Instituto de Terapia
Gestalt de Nueva York, yo planteé la siguiente cuestión: "¿Cuál sería la respuesta si
alguien pregunta qué es la terapia Gestalt?". Nuestro Vice Presidente, Richard Kitz-
ler, a quien le gusta jugar al "abogado del diablo", murmuró: "La silla caliente y la
silla vacía". Por supuesto, como Mefistófeles, él dijo esto con ironía, pero cualquier
discípulo ingenuo e impaciente, tomando la parte por el todo, le daría validez aparente.

El estilo que Fritz Perls desarrolló en sus talleres de demostración para


profesionales durante los últimos anos de su vida, ha llegado a ser ampliamente
conocido a través de sus películas, videos y de su libro: Gestalt Therapy Verbatim
(1979) (Sueños y Existencia, en español), el cual recoge transcripciones de esos videos.
La dramatización de sueños y fantasías es un bello método de
demostración, particularmente en talleres con profesionales
que ya han pasado por terapia personal y cuentan con
suficiente experiencia de trabajo con la gente. Pero ese es
solamente un aspecto de las infinitas posibilidades del en-
foque Gestalt. Este no es ciertamente útil en el trabajo con
L. Perls personas muy perturbadas, y no es utilizable, en absoluto,
con pacientes verdaderamente esquizofrénicos o paranoicos. Fritz Perls sabía esto muy
bien, y por eso en sus talleres, simplemente pasaba por alto a aquellos participantes en
quienes intuía el trastorno esquizoide o paranoide.

Lamentablemente, este enfoque de taller ha llegado a ser ampliamente aceptado


como la esencia de la terapia Gestalt, y es aplicado por un creciente número de terapeutas
a todas las personas con quienes trabajan. Así, la terapia Gestalt se ve reducida a una
modalidad puramente técnica que, por sus limitaciones obvias, es entonces combinada
con cualquier otra modalidad técnica disponible en el arsenal psicoterapéutico. De allí
que tengamos entonces: entrenamiento de la sensibilidad ("sensitivity training") y
Gestalt, conciencia corporal y Gestalt, bioenergética y Gestalt, terapia de arte y danza
y Gestalt, meditación trascendental y Gestalt, análisis transaccional y Gestalt y/o
cualquier otra cosa y Gestalt, ad infinitum.

Todas estas combinaciones muestran que los conceptos básicos de la terapia


Gestalt son malinterpretados, o simplemente desconocidos. La terapia Gestalt no es
una técnica en particular ni una colección de técnicas específicas. No es un método de
encuentro o confrontación con una secuencia estructurada de instrucciones, exigencias
y retos. Tampoco es un procedimiento dramático expresivo destinado,
primordialmente, a la descarga de tensión. La tensión es energía y la energía es
demasiado costosa para ser sencillamente descargada: ella debe ser accesible para
efectuar los cambios necesarios o deseables. La tarea de la terapia es desarrollar
suficiente apoyo para la reorganización y recanalización de la energía.

Los conceptos básicos de la terapia Gestalt son filosóficos y estéticos más que
técnicos. La terapia Gestalt es un enfoque existencial-fenomenológico, y como tal, es
experiencial y experimental. Su énfasis en el Aquí y el Ahora no implica -como a menudo se
supone- que el pasado o el futuro carecen de importancia o no existen para la terapia
Gestalt. Por el contrario, el pasado está siempre presente en toda nuestra experiencia
vital, en nuestros recuerdos, en la nostalgia o el resentimiento y, particularmente, en
nuestros hábitos, inhibiciones, en todas nuestras situaciones inconclusas o gestalt fijas.
El futuro está presente en nuestros preparativos y comienzos, en la expectativa y la
esperanza, en el temor y la desesperación.

¿Por qué llamamos a nuestro enfoque terapia Gestalt? "Gestalt" es un concepto


holístico (ein Ganzheitsbegriff). Una gestalt es una entidad estructurada que es más
que, o diferente de, la suma de sus partes. Es la figura en primer plano que sobresale
de su fondo, "existe". El término "Gestalt" entró al vocabulario psicológico a través
del trabajo de Wolfgang Koehler, quien aplicó los principios derivados de la teoría
del campo a problemas de la percepción. La psicología de la Gestalt fue desarrollada
más tarde por Marx Werthelmer, Gelb y Goldstein, Koffka y Lewin y sus colegas y
alumnos. Para el desarrollo de la terapia Gestalt, la obra de Wertheimer, Goldstein y
Lewin llegó a ser particularmente importante. Cualquiera que desee comprender
plenamente la terapia Gestalt, debe estudiar bien los conceptos de Wertheimer sobre
el pensamiento productivo, los de Lewin sobre la gestalt incompleta y la importancia
crucial del interés para la formación de la gestalt, así como los conceptos de Kurt
Goldstein sobre el organismo como una totalidad indivisible.
El enfoque organísmico de Goldstein se liga con la teoría de la autorregulación
organísmica de Wilhem Reich para transformarse en la terapia Gestalt, en el
postulado del continuo de conciencia, el proceso de la libre formación de Gestalts,
según lo cual todo lo que sea de mayor interés e importancia para la supervivencia y el
desarrollo del organismo individual o social se transformará en figura, aparecerá en
primer plano, donde podrá ser plenamente experienciado y responsablemente
asumido.

Pero la contribución más esencial de Reich para el desarrollo de la terapia


Gestalt, es su reconocimiento de la identidad de las tensiones musculares y la forma-
ción del carácter. La armadura caracterológica tipificada en el carácter obsesivo, es
una gestalt fija que constituye un bloqueo en el proceso de la formación de Gestalts. El
foco práctico sobre la conciencia corporal, sin embargo, llegó a ser parte de la terapia
Gestalt no a través de Reich, sino a través de mi larga experiencia con euritmia y danza
moderna, mi estudio temprano del trabajo de Ludwing Klages "Ausdrucksbewegung
und Gestaltungskraft" (movimiento expresivo y creatividad) y mi conocimiento de los
métodos de Alexander y Feldendrais mucho antes del desarrollo de la bioenergética y
otras terapias corporales. El trabajo con la respiración, la postura, la coordinación, la
voz, la sensibilidad y la movilidad, constituyó parte de mi estilo terapéutico ya en los
años de 1930, cuando aún nos llamábamos psicoanalistas.

El cambio gradual de la orientación psicoanalítica a la gestáltica, está docu-


mentada en Ego, Hunge and Aggreesion (Perls, 1969), (Yo, Hambre y Agresión en
español), publicado originalmente en 1942. Yo contribuí con los dos capítulos que son
predominantemente gestálticos: "The Dummy Complex (El Complejo de Maniquí),
que es la gestalt fija que impide el cambio, y "The Meaning of Insomnia" (El Signifi-
cado del Insomnio), que trata de la gestalt incompleta, la situación inconclusa que
no nos deja dormir. En Yo, Hambre y Agresión, pasamos del punto de vista histórico
arqueológico freudiano al existencial-experiencial, de una psicología asociacionista a
un enfoque holístico, de lo puramente verbal a lo organísmico, de la interpretación al
darse cuenta directo ("direct awareness") en el "Aquí" y el "Ahora", de la transfe-
rencia al contacto real, del concepto del YO como una sustancia que tiene límites a un
concepto del mismo precisamente como el fenómeno límite en si mismo, siendo la ver-
dadera función de contacto de la identificación y la alienación. Todos estos conceptos,
entonces aún tentativos y con frecuencia confusos, evolucionaron en los diez años
siguientes hacia una teoría coherente más organizada, publicada como Gestalt Ther-
apy: Excitement and Growth in the Human Personality (Perls, Goodman & Heffer-
line, 1951). Este es el libro básico que yo considero aún indispensable para una com-
prensión completa de la terapia Gestalt.

Sin embargo, corriendo el riesgo de repetir lo que algunos de ustedes ya han oído,
pero que, generalmente, parece no ser bien comprendido, quiero referirme a unos po-
cos conceptos que están interconectados y que son -en mi opinión- esenciales para la
teoría y la práctica de la terapia Gestalt: los conceptos de límite, contacto y apoyo.

Contacto es el reconocimiento de, y el poder lidiar con, el otro, lo diferente, lo


nuevo, lo extraño. No es un estado al cual podamos entrar o del que podemos salir (lo
cual correspondería más bien a los estados de confluencia o aislamiento), sino una acti-
vidad: Yo hago contacto en el límite entre mí y el otro. El límite es el punto en que nos
tocamos y al mismo tiempo experienciamos separación. Es allí donde está el excita-
miento (la excitación), el interés, la atención y la curiosidad, o el miedo y la hostilidad;
donde aparecen focalizadas en primer plano, como una gestalt clara, experiencias
antes difusas o de las cuales no se tenía conciencia previamente. El proceso de libre
formación de gestalts es idéntico al proceso de crecimiento, al desarrollo creativo del
yo y la relación. Si este continuo es interrumpido por una interferencia externa o blo-
queado por las gestalts fijas de una rígida formación caracterológica o de actividades
y pensamientos obsesivos, ninguna nueva gestalt fuerte puede emerger. La experiencia
del límite se hace borrosa e incluso desaparece por la acción de las gestalts fijas e
incompletas. La excitación se torna ansiedad y temor o indiferencia y aburrimiento.
Las facultades de diferenciación no son reconocidas como propias, son repudiadas y
proyectadas; las actitudes, las ideas y los principios de otras personas le son despojados e
introyectados; la energía que podría estar disponible para la acción directa y creativa
es deflectada, desviada hacia actividades falsas o intrascendentes, o retroflectadas en
forma de autointerferencias, autocompasión, autorreproches y autodestrucción. (Para
una más detallada fenomenología de la introyección, proyección, deflexión y retrofle-
xión, recomiendo el libro de Erwing y Miriam Polster: Gesalt Therapy integ-
rated (1973), (Terapia Gestáltica )

¿Cómo lidia un terapeuta gestáltico con este pandemonio de patologías neurótica


y psicótica que enfrentamos cada día?

Nuestro objetivo es el continuo de conciencia, el libre fluir del proceso de forma-


ción de gestalts, el cual se produce solamente cuando pueden mantenerse la excitación
y el interés. El contacto puede ser importante y creativo sólo en la medida en que se le
proporciona apoyo. Entiendo por apoyo no solamente el más mínimo grado de aten-
ción y seguridad que yo, como terapeuta, ofrezco mediante mi disponibilidad e interés,
sino también el autoapoyo en el cual el paciente (o el terapeuta, ¡de hecho!) descansa o
del cual carece. El apoyo comienza con la fisiología primaria, como la respiración,
circulación y digestión; continúa con el desarrollo de la corteza, el crecimiento de los
dientes, la postura vertical, la coordinación, sensibilidad y motilidad, el lenguaje y sus
usos, los hábitos y costumbres e, inclusive y particularmente, las inhibiciones que en
un tiempo se formaron como apoyo. Toda la experiencia y el aprendizaje que han sido
plenamente asimilados e integrados, sientan las bases del desarrollo de la persona, lo
cual da significado a las gestalts que emergen y apoya así una cierta manera de vivir
en el límite con excitación. Todo lo que no es asimilado se pierde o permanece como
un introyecto, un bloqueo en el proceso de desarrollo.
La personalidad integrada tiene un estilo, una manera unificada de expresión y
comunicación. Puede no adecuarse a lo que se considera una persona "bien ajustada",
socialmente útil y deseable, o inclusive sana. Será llamada "excéntrica" o
"irresponsable", "desviada", "loca" o "criminal"; podría ser un anarquista, un pintor
o un poeta, un homosexual o un vagabundo. Pero la persona que tiene un estilo no
viene a terapia, al menos no voluntariamente. Las personas que desean y necesitan
terapia son las que se encuentran atascadas con su ansiedad, su insatisfacción, su
inadecuación en el trabajo y en las relaciones sociales, su infelicidad. Carecen de apoyo
para el tipo de contacto que sería necesario o deseable y adecuado a la situación en que
se encuentran.

Ahora bien, cualquier falta de apoyo esencial es experienciada como ansiedad.


Usualmente, la ansiedad equivale a la insuficiencia de oxígeno, pero la reducción e
incluso suspensión de la respiración, y con ello la reducción de la excitación y el in-
terés, pueden ser ya una formación reactiva ante una situación potencialmente peli-
grosa (fingirse muerto) o ante la demanda de "autocontrol". Hay toda una escala de
incoordinaciones de las funciones de apoyo y contacto que van desde una incomodidad ocasional,
sensaciones de extrañeza, perplejidad y desconcierto, hasta la ansiedad crónica y el
pánico. No puedo detallar aquí la fenomenología total de estas incoordinaciones, por
lo que solamente deseo enfatizar un punto: las sensaciones de extrañeza y desconcierto
son estados potencialmente creativos, constituyen la falta temporal de balance que ex-
perienciamos en el borde del crecimiento, donde tenemos un pie en terreno familiar y
el otro en terreno desconocido, son la experiencia misma del límite. Si tenemos movili-
dad y nos permitimos movernos libremente, podemos mantener la excitación, ignorar
e incluso olvidar la sensación de extrañeza, ganar nuevo terreno y, con él, más apoyo.
Esta extrañeza llena de gracia la podemos ver en todo niño pequeño antes de ser
socializado y obligado por la exigencia civilizada de "quedarse quieto". Yo sé, por mi
propia experiencia, cuán difícil es despojarnos de los introyectos con los cuales hemos
cargado la mayor parte de nuestras vidas. En este punto yo me siento casi siempre un
poco extraña y perpleja. Ahora mismo, me siento un tanto incómoda al no saber
exactamente a quién estoy hablando, pero también sé que sobreviviré esta situación.
He aprendido a vivir con incertidumbre sin ansiedad.

La manera como facilitamos este desarrollo de funciones de apoyo más elásticas en


nuestros pacientes, dependerá del apoyo que tengamos en nosotros mismos y de nuestra
conciencia de los recursos de nuestros clientes. Un buen terapeuta no usa técnicas; él
se involucra en la situación con todo el conocimiento, las destrezas y toda la experien-
cia vital que haya integrado en su propia formación, y con toda la conciencia ("awareness")
que tenga en un momento dado. Así, pues, yo hablaría de estilos de terapia más que de
técnicas. Dentro del marco de referencia de la terapia Gestalt, casi cualquier modali-
dad técnica es aplicable con tal de que sea existencial, experiencial y experimental, en
un grado en que pueda movilizar apoyo, es decir, si el paciente ya puede darse cuenta
del qué y el cómo de su comportamiento presente y de su disposición a experimentar
alternativas. De modo que empezamos con lo obvio, con lo que es inmediatamente accesible
al darse cuenta del terapeuta y del cliente, y continuamos desde allí en pequeños pasos
que son experienciados en forma inmediata y, así, más fácilmente asimilables. Este es
un proceso que toma tiempo y que, a veces, es mal entendido por personas que buscan
excitación fácil y resultados mágicos. Pero los milagros son el resultado no sólo de la
intuición, sino también de regular y coordinar el tiempo para alcanzar los efectos más
deseables. Tiendo a sospechar de los que hacen "milagros" y me molestan los avances
instantáneos. Estos, con frecuencia, terminan en una reacción terapéutica negativa,
una recaída o, incluso, una crisis psicótica. Suponen, además, una falta de respeto por
la situación existencial del paciente, no aceptándolo como él es en este momento, sino
manipulándolo rápidamente hacia donde nosotros creemos que debería estar. Ello no
contribuye al desarrollo de su darse cuenta ("awareness") y de su autonomía, ni tam-
poco contribuye al crecimiento del terapeuta.
BIBLIOGRAFÍA

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TABLA DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN_________________________________________________________1
PRINCIPIOS BÁSICOS____________________________________________________3
HOLISMO ____________________________________________________________3
HOMEOSTASIS _______________________________________________________5
CONTINUUM DE CONCIENCIA ________________________________________8
REGLAS DE ORO DE LA GESTALT ____________________________________15
EL PRINCIPIO DEL AQUÍ Y DEL AHORA ______________________________16
FORMACIÓN DE LA GESTALT: FIGURA Y FONDO _____________________20
DIFERENCIACIÓN Y DIALÉCTICA DE LAS POLARIDADES _____________22
CONCEPTO DE LO NATURAL_________________________________________25
RESPONSABILIDAD __________________________________________________26
EXPERIENCIA COMO VÍA DE APRENDIZAJE __________________________28
RAÍCES DOCTRINALES _________________________________________________34
INTRODUCCIÓN _______________________________¡Error! Marcador no definido.
PSICOANÁLISIS _____________________________________________________36
ANÁLISIS DEL CARÁCTER DE WILHEM REICH _______________________42
RELIGIONES ORIENTALES___________________________________________47
EL EXISTENCIALISMO_______________________________________________50
LA PSICOTERAPIA EXISTENCIAL ____________________________________53
PSICOLOGIA DE LA GESTALT Y PSICOTERAPIA GESTALT ____________56
ABRAHAM MASLOW_________________________________________________64
ANEXOS _______________________________________________________________65
AUTOACTUALIZACIÓN ______________________________________________65
LA RESITENCIA EN LA TERAPIA GESTALT:___________________________66
UNA PERSPECTIVA HISTÓRICO TEORÉTICÁ _________________________66
INTRODUCCIÓN ____________________________________________________66
EL CONCEPTO DE RESISTENCIA _____________________________________68
¿QUÉ ES LA RESISTENCIA? __________________________________________69
LAS POSICIONES TEMPRANAS DE PERLS _____________________________70
REVISIÓN DEL MÉTODO PSICOANALÍTICO ___________________________73
RESISTENCIAS ORALES _____________________________________________75
RESISTENCIAS Y EL FUNCIONAMIENTO DEL EGO_____________________77
LA RESISTENCIA DE LA TERAPIA GESTALT __________________________79
METODOLOGÍA ____________________________________________________81
YO Y EGO EN LA TERAPIA GESTALT ________________________________82
RESUMEN DE LAS POSICIONES GESTALT TEMPRANAS ________________84
TERAPIA SIN RESISTENCIA __________________________________________85
TEORÍA Y FILOSOFÍA _______________________________________________86
METODOLOGÍA DE LA TERAPIA DE LA GESTALT _____________________87
TEORÍA DE CAMBIO ________________________________________________92
RESUMEN E IMPLICACIONES PARA LA PRÁCTICA ____________________93
CONCEPTOS Y FALSOS CONCEPTOS EN TERAPIA GESTALT___________96
BIBLIOGRAFÍA________________________________________________________104
TABLA DE CONTENIDOS _______________________________________________106

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