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Más allá de la amnistía.

Diversidad funcional y espacios de


encierro.

El enemigo es tan grande que lo engloba todo. El enemigo no es visible. El


enemigo puede ser una misma. Asi comienza uno de los textos ánonimos más
intensos que se hayan escrito en primera persona sobre las autolesiones
conocido como Más allá de la amnistía/Beyond amnesty en su traducción a
cargo de psiquiatrizadxs en lucha. Su autora -nos deja saber el texto que es
una mujer cis- ni académica ni objetivadora, ni con pretensiones totalizadoras,
actualiza el proyecto que ya Virginia Wolf sostenía On being Ill con
desbordante riqueza poética a la hora de presentar sus argumentos. A la vieja
usanza hacer política de lo personal, problematizar la propia experiencia,
politizarla, hablar con y desde el cuerpo ni como rehabilitadora ni consejera ni
con un grasiento porno inspiracional o el opresivo capacitismo de quienes
toman los así llamados transtornos mentales como su tema de estudio sin
haberlos sentido jamás, sin haber sentido jamás la opresión médica y
capacitista de quienes les gusta tanto despatologizar.

Las condiciones invisibles, tema complejo dentro del mundo de la diversidad


funcional, la hermana no querida de las condiciones, la neurodivergencia,
neuroatipicidad o lisa y llanamente locura. Cuando nos referimos a la
reapropiación de la injuria estamos hablando de tomar la palabra, el enunciado
o el discurso que oprime y reapropiárselo como un nombre propio personal.
Obviamente diciendo esto ya estamos dentro de un terreno donde la locura en
si no existe como tal sino como efecto de una opresión, o como producción del
capitalismo tal como la obra de Deleuze y Guattari y la de Michel Foucault ya
han demostrado. Esta idea, de que no existe sino como efecto de la opresión,
léase diversidad funcional, léase discapacidad, léase neurodivergencia o como
le queramos decir, es un poco lo que se conoce dentro de los estudios de la
diversidad funcional como el modelo social de la discapacidad. O al menos se
ha podido generar en parte desde ese terreno.
¿Qué es el modelo social de la discapacidad? Lo que discapacita justamente
es el entorno y no la persona. Por ejemplo, si hubiera rampas se acabó el
problema de la accesibilidad para quien tiene silla de ruedas o usa muletas o
tiene una pierna protésica o lo que fuera, por ejemplo. Si bien es cierto que si
hay rampas se acabó la silla de ruedas como problema y comienza a ser fuente
de libertad, no es todo social. No todo es el efecto de una opresión, no todo es
un problema de accesibilidad. Por ejemplo Hevda, en “La teoría de la mujer
enferma”, sostiene una idea de que hay que volver al cuerpo y que en realidad
no es todo un problema de relaciones sociales. Hay una base somática,
inherente, singular a cada cuerpo, lo cual también da por tierra esta idea que
en realidad somos todas diversas en nuestro funcionamiento. Lo cual si es
cierto pero es innegable que hay una serie de hegemonías por decirlo de algún
modo: todas pintorescamente somos un poquito locas o a todas nos angustia el
capitalismo o a todas nos cuesta todo, no obstante la realidad es que hay
gente que escucha voces, y que si lo dice en público, excepto que tenga
amigas que no van a juzgar, lo primero que te van a decir es psicótica,
esquizofrénica, hay que medicarte…rara vez alguien te pregunta ¿y qué te
dicen? ¿te dicen cosas copadas? Si bien es verdad que hay un cierto modelo
social y es verdad que la discapacidad como otros, otras opresiones, en
realidad son efecto de la opresión, valga la redundancia, también es cierto que
hay que volver al cuerpo. O por ejemplo decir que todas somos diversas
funcionalmente es como es decir que todas descendemos de la mona Lucy que
estaba en el lugar que ahora le decimos África, no obstante no somos todas
personas sometidas a procesos de racialización. Bueno, lo mismo ocurre con la
diversidad funcional, sí somos todas diversas funcionales, no obstante no
somos todas sometidas a por un régimen capacitista, o a veces ese
sometimiento al régimen capacitista es temporario, no es todo el tiempo, es un
rato, me enferme, me curo, hay cosas que no se curan más, hay cosas que no
tienen cura, hay cosas que son así, listo, hay que lidiar.

Más allá de la amnistía es un texto anónimo, escrito en Inglaterra. Sabemos


que lo escribió una mujer, porque lo dice el texto, que tiene una serie de
condiciones, de las cuales ya hablaremos, pero no sabemos mucho más,
porque el texto es anónimo. Su autora está implicada en el campo, es decir no
es alguien como Foucault hablando de la locura, no es una persona blanca
hablando de los afrosdescendientes, una persona sana hablando sobre las
enfermas. Es una persona con ciertos conflictos hablando de esos conflictos,
es una persona oprimida por el régimen capacitista, hablando de ese régimen,
involucrada como oprimida directa, como subjetividad producida por ese
régimen, implicada en el cuadro. No es una cuestión menor, especialmente por
que dentro de la diversidad funcional o de la discapacidad, (lo vamos a usar
medio indistintamente en esta ocasión aunque no son lo mismo justamente por
lo que se dijo antes: podemos bien ser todas diversas funcionalmente mas no
todas esomos discapacitadas por el régimen de opresión) justo las personas
neurodivergentes, neuroatípicas / locas, se les ha retirado la posibilidad de
hablar de su propia condición como de todas las discas estas son las que
menos derecho tienen a enunciarse porque se supone que no pueden hacerlo.
Como si no fueran personas que pudieran dar cuenta de si. Por eso uno de los
grandes problemas que tenemos sobre estos temas es justamente que las
personas que están implicadas en el campo no suelen ser atendidas, no suelen
tener voz propia, no suelen ser consideradas como enunciadoras legítimas
relevantes sobre su propia condición, cosa que, no es que no ha pasado nunca
con otros grupos oprimidos, pero que ya se sabe, hoy nadie se le ocurriría que
hable una blanca, bueno, tal vez si se nos ocurriría y habría una caterva de
afrodescendientes tirando piedras, lo cual está muy bien y es muy adecuado,
me parece que, a esto que se llama locura, no llegó.
Estamos acostumbradas, a elaborar, reflexionar y pensar estos temas a partir
de cosas que dicen personas altamente escolarizadas, altamente, egresadas
de instituciones, con títulos universitarios, personas que gozan del beneficio
que oprime a sus temas de estudio. Este es un intento de una persona con un
diagnóstico que podríamos decir de, para hablar en lenguaje de los opresores,
trastornos mentales, dando cuenta teóricamente de eso que se le está
arrogando, de eso que se está diciendo que tiene. Un texto que intenta cruzar
una gran cantidad de áreas que usualmente no se entrecruzan cuando se
abordan estos temas. Aquí, las autolesiones humanas se conectan con la de
los animales en cautiverio. Una de las conexiones que hace este texto es
neurodivergencia y antiespecismo. Es un texto antiespecista, que liga este
fenómeno que parece tan humano, intrínseco de la humanidad, con en realidad
una expresión del especismo tanto en humanos como no humanos. Asimismo,
relaciona el sufrimiento psíquico y mujeres, es decir, da estadísticas y da
información, que estas autolesiones no es algo que le pase a todo el mundo, en
esos sistemas aparentemente hiperdesarrollados y del hiperconfort, sino que
es algo que ocurre a animales en cautiverio, personas privadas de su libertad y
a mujeres en contextos altamente desarrollados. Esta relación no es usual,
fundamentalmente porque rara vez se supone que ciertos seres humanos y los
animales en cautiverio estamos unidas por una misma opresión. Lo cual es
bastante atípico e innovador, encima no escrito por una académica, no escrito
dentro de la academia, y expresado por una persona completamente implicada
en el campo con su padecer o con estas relaciones opresivas.
La hipótesis general o el campo de trabajo que ella utiliza es el tema de la
autolesión. Los animales se autolesionan en contextos de cautiverio o en
trampas, digo también los animales que caen en trampas humanas suelen
cortarse un miembro para escapar, y las personas privadas de su libertad. La
autolesión es un fenómeno que ocurre en animales en cautiverio, que ocurre
en personas privadas de su libertad y que ocurre especialmente no
privativamente sino especialmente en mujeres de países en apariencia
económicamente estable y mejor que otros. Pese a que en este contexto en el
cual ella se encuentra no se ve el encierro. No es tan visible, se ve en la lesión,
en los efectos de la opresión. Porque si la autolesión es algo que se produce
en los animales en cautiverio, en las personas privadas de su libertad y
también en estas personas que, en apariencia no están encerradas, entonces
esta autolesión lo que probaría es que pese a que no están encerradas si están
controladas como si estuvieran encerradas entonces nos permite pensar la
cárcel a cielo abierto. Salimos a la calle pensando que hay libertad y
encontramos control, cámaras, hacinamiento, cautiverio. Entonces la autolesión
le permite elaborar una teoría acerca de lo que podríamos denominar espacios
de encierro a cielo abierto. Se nos propone la ciudad como un lugar donde una
no está ni vigilada ni controlada panópticamente, lo ocurre en los espacios de
encierro tradicional, léase cárcel, neuropsiquiátrico, hospital, escuela, fábricas,
y que en apariencia ella no estaría sometida a ninguna de estas cosas, no
obstante lo está como se manifiesta en la autolesión. Esta es su hipótesis
general.
Más que entrar en esa cuestión de cómo medir la falta de privilegios o como
medir el sufrimiento, pensar que la mayor parte de los cuerpos, excepto muy
raras excepciones, se benefician de algún régimen de opresión,
involuntariamente. Efectivamente, a mayor urbanización y mayor
tecnologización, mayor control. Y eso implica mayor sufrimiento psíquico y por
ende un panóptico a cielo abierto. Es innegable. Lo cual no quita que si vos
tenés un pasaporte inglés, la medicación oncológica va a ser mejor. Ejemplo,
ciertas compañeras con Crohn en España, están pensionadas, acá no. Ellas
son parte de un régimen que dividió al mundo en países de acumulación
originaria y países que no, y naturalizó la inequidad geopolítica. Para que
Inglaterra tenga más dinero saqueó lugares, preguntale a África. El beneficio es
vivir en un país donde, por ejemplo, Suecia me consta, pese a que tiene un
montón de eso que llaman industria nuclear, está menos contaminado que acá.
No hay glisfosato en todas partes del mundo. No todo el mundo respira
glisfosato, en Canadá está prohibido Monsanto.
Las críticas son contra los ordenes, no contra las personas. La mala noticia es
que de tanto en tanto hay alguien que encarna los órdenes, pero bueno, en vez
de sentirse mal y pensar que es ad personam pensar que es contra un orden
que está encarnando y tratar de no encarnarlo. Insisto, vos te podes ver
beneficiado de un determinado orden de opresión y ni siquiera forma parte de
tu voluntad porque es incluso involuntario.
Entonces mas que pensar o enojarse con la discapacitada de un país de
acumulación originaria saqueador de estos donde nos encontramos nosotras, o
pensar que de un lado están los opresores, del otro lado están los oprimidos y
que es completamente maniqueo, pensar que hay zonas, no solo zonas
geográficas, que también las hay, sino que la mayor parte de los cuerpos que
se benefician por un régimen, se ven oprimidos por otro, y que eso tampoco
implica ni equidistancia ni igualdad, por eso somos todas oprimidas, no por eso
tal vez, aquello que me oprime a mi no te oprime a vos, o eso que me oprime a
mi a vos te beneficia, y también efectivamente hay zonas donde vas a
encontrar individuos que tiene más de este beneficio, de éste privilegio, quieran
o no, puedan o no mediante la voluntad deshacerse de ellos, que cuentan más
con eso, Europa, no es cualquier lado, es Europa. No hay que perderlo de
vista, y el texto debería dar cuenta del ese hecho. Pero un texto también hace
lo que puede y no realiza todos nuestros deseos. Y eso no significa que un
texto deba por eso mismo ser descartado.

La autora de Más allá de la amnistía está hablando de una forma específica del
control. Es una forma específica de desandar o deconstruir la idea de que
mayor confort, mayor tecnología, mayor contexto urbano, mayor poderío
económico, mayor acceso a la riqueza, redunda mayor libertad. Está
intentando enseñar que todo eso que enumeramos dentro de los supuestos
aportes del progreso produce gran sufrimiento intrapsíquico que es
homologable a los espacios de encierro, tanto de animales humanos como de
animales no humanos. Y si bien es cierto, que según este planteo animales
humanos y no humanos sufrimos opresiones comunes, lo cierto es que nuestra
alianza siempre es difícil debido a las asimetrías: al fin de cuentas la opresión
animal es propia de la humanidad y del humanismo, que sin duda, también
oprime personas. Del mismo modo que para personas sometidas
geopolíticamente por los procesos de acumulación desde la conquista hasta la
colonización con el capitalismo en crecida se hace difícil el modo en que la
hipótesis está enunciada.
Estoy tratando de poner en tela de juicio también qué consideramos privilegio
para tratar de pensar qué beneficios percibimos de los regímenes de opresión.
En definitiva, ser occidental es un privilegio en sí, aunque una sea una
occidental de cuarta, casi un occidental accidental, como puede pasarte en
sudakalandia, entonces medio como que sos el último orejón del tarro de
occidente, no obstante seguís siéndolo. Nadie duda que esto es una capital de
occidente, por ende no tenés las mismas dificultades que una persona no
occidental. A la diversidad funcional no le ha servido de nada la atomización,
que no es lo mismo que decir que ser una persona en silla de ruedas en La
Paz, Bolivia, que hay un hecho histórico que se agarraron lindo a trompadas
con el gobierno por las pensiones, que serlo en un lugar donde hasta una
persona con Crohn tiene una pensión. Ese es el motivo por el cual esa
atomización de la diversidad en áreas, para algunas cosas ha servido, pero
para la lucha contra el capacitismo la verdad que no. Porque si todas somos
discapacitadas, o brutalmente oprimidas corremos el riesgo de que nadie lo esa
o terminar llorando por los brotes de Britney Spears, que no deja de ser una
hegemónica multimillonaria.
Por momentos el texto es muy maniqueo, supongo que la primera persona de
la narración nunca ayuda a la hora de sentir pena por una misma, pero también
porque hay que hacer mucha fuerza para deconstruir esta abultada y extendida
creencia que a mayor tecnología, mayor bienes suntuarios y mayor acceso un
capitalismo de acumulación de bienes hace que la gente se sienta
inherentemente mejor. Es un poco la contrapartida de poder pensar que poder
votar es tener un privilegio, o poder usar minifalda con piernas de depilación
definitiva es un privilegio frente a otras que no lo pueden hacer. El tema de
beneficios de sistemas de opresión versus privilegios y organización geopolítica
del mundo, es un problema a complejizar dentro del texto.
El otro problema tiene que ver con el abordaje de esto que llama autolesión,
que es un rasgo típicamente de lo que podríamos llamar el pensamiento anti
capitalista, ácrata, europeo. Y el texto está plagado de esto. ¿Cómo ve la
autolesión? Como tortura, y la tortura es algo que te hace otro. La tortura no
tiene ninguna invocación de potencia. Por que te la hace otro, no te la hacés
vos. Se podría estar enteramente de acuerdo con esto, solo que el texto, justo
justo, hace una analogía con los espacios de encierro de animales humanos y
de animales no humanos, y en los contextos de encierro de animales humanos
y de animales no humanos la autolesión es una fuga. Es también una
autolesión, porque las cosas no son “o” son “y”, entonces es una autolesión y
es una fuga, es tortura y es una errancia, es ambas cosas. Por ejemplo,
pensemos, un animal que cae en una trampa humana y le agarra una pata, lo
más probable que haga es que se la corte a mordiscos, aunque después
muera, no lo sabe el animal o si lo sabe no importa. Lo que va a intentar es
liberarse así tenga que perder el miembro. Entonces, auto amputándose, que
es una tortura, infringida en realidad por el humano que puso la trampa, no
obstante, es su posibilidad de morir fuera de esa trampa. Entonces no es solo
una tortura, o no es solo una pasión triste, es también una fuga, no la trampa
sino el huir mediante una amputación. Si alguna ha tenido la fortuna de
codearse con gente que ha sido desgraciadamente privada de su libertad,
habrá visto que muchas de esas personas o la mayor parte tiene autolesiones
en algunas zonas del cuerpo, sobre todo en brazos y piernas. Entonces así
sea consciente o inconsciente de sus actos, esto se lo está haciendo porque
está en esas condiciones, no obstante esa herida, es una herida de guerra, no
obstante es la posibilidad de moverse, irse de ahí, comer un poco mejor y estar
unos días en otro lado, que también es un espacio de encierro pero que
comparado con la cárcel la verdad que es un parque de diversiones: el hospital
(siempre y cuando te trasladen y no te dejen morir por las lesiones). La
autolesión usualmente considerada un alivio por quien se la realiza. O sea es
volver tangible algo que es abstracto, es darle una entidad, al margen que la
autolesión no es solamente cortarse un brazo. Si decimos que adentro es
afuera y afuera es adentro, entonces por qué tenemos tanto miedo y tanta
reticencia de ingresar a una cárcel. No son términos que podemos equiparar,
hay algunas otras complejidades.
No soy de las que cree que las autolesiones son una decisión consciente
formulada por alguna razón kantiana de un sujeto cartesiano de la modernidad.
De la misma manera que un zorro que cae en una trampa, que le va a venir un
cazador a robar la piel, se corta la pata para poder huir, pensando. No es la
mente la que lo hace, es el cuerpo; si es un proceso racional le negamos la
parte de tortura que tiene, te lo estás haciendo vos, es una elección: esa gente
si no estuviera así no se lo estaría haciendo. De la misma manera que quien
escribe el texto no estaría padeciendo lo que padece si viviera en algún otro
lado, probablemente no, la verdad es que si hay muchas cámaras en Buenos
Aires, no sabes las que hay en Londres. Simplemente si se compara la
autolesión como hace el texto con las autolesiones en contexto de cautiverio
humano y no humano, justamente ahí la autolesión no es solamente, no digo
que no lo sea, no es solamente una pasión triste, una autodestrucción, una
pulsión de muerte, es decir, un animal que para liberarse se autolesiona hasta
el punto de la muerte no está deseando morir, está intentando escapar. Los
pollos que están en las granjas picoteándose los unos a los otros y por eso les
tienen que cortar el pico, para que no se destruyan los unos a los otros, no se
quieren matar y así poder seguir lucrando con su tortura no quieren lastimarse.
Lo que no quieren es estar en esa situación.
Marcelo Percia dice en la inconformidad que este es un mundo que nos
propone, que las únicas dos opciones que hay es hacerse mierda o hacer
mierda a alguien más. Pero yo digo algo más sobre el hacerse mierda, hacerse
mierda tiene una potencia a invocar, aunque te mates. A las potencias hay que
invocarlas como invocas a las divinidades, hay que invocar a las potencias. El
tema es que la gente cree que potencia, es, no se, estar linda, divina, reírse.
Entonces si una dice, es solo producto de mi razón, bueno entonces habrá
quien te niegue la tortura, te niegue que entonces eso te lo hizo en realidad la
institución de encierro o el control panóptico a cielo abierto. Justamente, un
animal en cautiverio, que con tal de fugar de ese cautiverio es capaz de
descomponer una parte constitutiva al punto de que lo lleve a la muerte, cosa
que él no está pensando, está pensando en escapar y nada más, de hecho
está pensando en vivir, entonces si vos tomas eso como analogía para hacer
todo el desarrollo teórico, tu hipótesis cae. En el descontento del mundo que te
lleva a hacerte mierda y que lo único que hagas es eso, no hay solo eso, hay
algo más, que no es lo mismo, de ningún modo que decir que la autolesión en
sí es alegre, que decir que bueno, ahora vayamos todas a nuestras casas a
arrancarnos los pelos o a comernos las uñas hasta el límite de la cutícula y que
se nos infecten los dedos o bueno, todas a golpearse la cabeza contra la
pared. La autolesión no es solo angustia, destrucción y muerte. Es eso y
también es la posibilidad de, en una persona que está privada de su libertad, ir
al hospital y comer mejor, por mala que sea la del hospital, no es como la de la
penitenciaría. Porque sino no te restableces, y los hospitales por mal que
funcionen y por quemado que esté la gente y los … de bata blanca, la realidad
es que, la mayor parte, habrá excepciones, se supone que te tienen que
restablecer, físicamente, es difícil restablecerte físicamente si vas a comer la
comida bosta que sirven en el penal.
Hasta hace no tanto tiempo estar llena de tatuajes era propio de la cultura
carcelaria, viste que entre una autolesión de tipo corte en el brazo, una
escarificación branding o tatuaje, no hay grandes distancias si no es por estos
hechos culturales, cuál es la diferencia entre una persona que habla en lenguas
y dice hablar con Apolo y la Pitia del templo de Apolo, ninguna, la diferencia es
el estatuto social que tiene esa persona como sacerdotiza en el templo de
Apolo y la esquizofrenia en nuestro mundo, esa es una gran diferencia actual,
bueno cual es la diferencia con una escarificación que es básicamente
ornamentar tu cuerpo, cortándotelo y la autolesión, en un mundo como
occidente donde cada vez más ciertas técnicas tribales de singularización o de
pertenencia a grupos, a grupos étnicos, tribales, formas de ornamentar el
cuerpo se vienen trasladando, no sería ilícito pensar que tal vez sea una
cuestión contingente y que esto que hoy llamamos solamente autolesión y que
pensamos que no tiene que existir de ningún modo por que es sólo tortura, no
estoy diciendo que no lo sea, lo vuelvo a repetir una y otra vez para que quede
bien claro, no tenga la potencia de eventualmente ser otra cosa. De la misma
manera que el tatuaje era una vergüenza, era algo que la gente se quería
tapar, era algo que solo te hacías si, muy en una lógica de ser criminal es lo
peor, y no vas a salir de la cárcel, y hoy la tiene cualquier persona en horario
prime time en la televisión.
La Libertad no empieza con la eloboracion de un programa ideal sino con el ruido
inconfundible de vidrios rotos nos dicen Crissus & Odosseus en una de las tantas
ediciones en este idioma que hay de este texto. Existe una tremenda violencia velada en
quien te manda a hacer yoga, reiki, pilates para “reemplazar” la medicación psiquiátrica.
Tremenda por suponer que cualquiera puede lo mismo y que lo mismo sirve igual para
todo el mundo. Violencia porque hablan a favor del abrazo compulsivo de árboles
arropados en macrame y contra la medicación como bien se dice en “Enajenadxs”
quienes no han estado dentro del pozo no sabe cuan intenso y sombrío se pone ahí
dentro.

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