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La autora de Más allá de la amnistía está hablando de una forma específica del
control. Es una forma específica de desandar o deconstruir la idea de que
mayor confort, mayor tecnología, mayor contexto urbano, mayor poderío
económico, mayor acceso a la riqueza, redunda mayor libertad. Está
intentando enseñar que todo eso que enumeramos dentro de los supuestos
aportes del progreso produce gran sufrimiento intrapsíquico que es
homologable a los espacios de encierro, tanto de animales humanos como de
animales no humanos. Y si bien es cierto, que según este planteo animales
humanos y no humanos sufrimos opresiones comunes, lo cierto es que nuestra
alianza siempre es difícil debido a las asimetrías: al fin de cuentas la opresión
animal es propia de la humanidad y del humanismo, que sin duda, también
oprime personas. Del mismo modo que para personas sometidas
geopolíticamente por los procesos de acumulación desde la conquista hasta la
colonización con el capitalismo en crecida se hace difícil el modo en que la
hipótesis está enunciada.
Estoy tratando de poner en tela de juicio también qué consideramos privilegio
para tratar de pensar qué beneficios percibimos de los regímenes de opresión.
En definitiva, ser occidental es un privilegio en sí, aunque una sea una
occidental de cuarta, casi un occidental accidental, como puede pasarte en
sudakalandia, entonces medio como que sos el último orejón del tarro de
occidente, no obstante seguís siéndolo. Nadie duda que esto es una capital de
occidente, por ende no tenés las mismas dificultades que una persona no
occidental. A la diversidad funcional no le ha servido de nada la atomización,
que no es lo mismo que decir que ser una persona en silla de ruedas en La
Paz, Bolivia, que hay un hecho histórico que se agarraron lindo a trompadas
con el gobierno por las pensiones, que serlo en un lugar donde hasta una
persona con Crohn tiene una pensión. Ese es el motivo por el cual esa
atomización de la diversidad en áreas, para algunas cosas ha servido, pero
para la lucha contra el capacitismo la verdad que no. Porque si todas somos
discapacitadas, o brutalmente oprimidas corremos el riesgo de que nadie lo esa
o terminar llorando por los brotes de Britney Spears, que no deja de ser una
hegemónica multimillonaria.
Por momentos el texto es muy maniqueo, supongo que la primera persona de
la narración nunca ayuda a la hora de sentir pena por una misma, pero también
porque hay que hacer mucha fuerza para deconstruir esta abultada y extendida
creencia que a mayor tecnología, mayor bienes suntuarios y mayor acceso un
capitalismo de acumulación de bienes hace que la gente se sienta
inherentemente mejor. Es un poco la contrapartida de poder pensar que poder
votar es tener un privilegio, o poder usar minifalda con piernas de depilación
definitiva es un privilegio frente a otras que no lo pueden hacer. El tema de
beneficios de sistemas de opresión versus privilegios y organización geopolítica
del mundo, es un problema a complejizar dentro del texto.
El otro problema tiene que ver con el abordaje de esto que llama autolesión,
que es un rasgo típicamente de lo que podríamos llamar el pensamiento anti
capitalista, ácrata, europeo. Y el texto está plagado de esto. ¿Cómo ve la
autolesión? Como tortura, y la tortura es algo que te hace otro. La tortura no
tiene ninguna invocación de potencia. Por que te la hace otro, no te la hacés
vos. Se podría estar enteramente de acuerdo con esto, solo que el texto, justo
justo, hace una analogía con los espacios de encierro de animales humanos y
de animales no humanos, y en los contextos de encierro de animales humanos
y de animales no humanos la autolesión es una fuga. Es también una
autolesión, porque las cosas no son “o” son “y”, entonces es una autolesión y
es una fuga, es tortura y es una errancia, es ambas cosas. Por ejemplo,
pensemos, un animal que cae en una trampa humana y le agarra una pata, lo
más probable que haga es que se la corte a mordiscos, aunque después
muera, no lo sabe el animal o si lo sabe no importa. Lo que va a intentar es
liberarse así tenga que perder el miembro. Entonces, auto amputándose, que
es una tortura, infringida en realidad por el humano que puso la trampa, no
obstante, es su posibilidad de morir fuera de esa trampa. Entonces no es solo
una tortura, o no es solo una pasión triste, es también una fuga, no la trampa
sino el huir mediante una amputación. Si alguna ha tenido la fortuna de
codearse con gente que ha sido desgraciadamente privada de su libertad,
habrá visto que muchas de esas personas o la mayor parte tiene autolesiones
en algunas zonas del cuerpo, sobre todo en brazos y piernas. Entonces así
sea consciente o inconsciente de sus actos, esto se lo está haciendo porque
está en esas condiciones, no obstante esa herida, es una herida de guerra, no
obstante es la posibilidad de moverse, irse de ahí, comer un poco mejor y estar
unos días en otro lado, que también es un espacio de encierro pero que
comparado con la cárcel la verdad que es un parque de diversiones: el hospital
(siempre y cuando te trasladen y no te dejen morir por las lesiones). La
autolesión usualmente considerada un alivio por quien se la realiza. O sea es
volver tangible algo que es abstracto, es darle una entidad, al margen que la
autolesión no es solamente cortarse un brazo. Si decimos que adentro es
afuera y afuera es adentro, entonces por qué tenemos tanto miedo y tanta
reticencia de ingresar a una cárcel. No son términos que podemos equiparar,
hay algunas otras complejidades.
No soy de las que cree que las autolesiones son una decisión consciente
formulada por alguna razón kantiana de un sujeto cartesiano de la modernidad.
De la misma manera que un zorro que cae en una trampa, que le va a venir un
cazador a robar la piel, se corta la pata para poder huir, pensando. No es la
mente la que lo hace, es el cuerpo; si es un proceso racional le negamos la
parte de tortura que tiene, te lo estás haciendo vos, es una elección: esa gente
si no estuviera así no se lo estaría haciendo. De la misma manera que quien
escribe el texto no estaría padeciendo lo que padece si viviera en algún otro
lado, probablemente no, la verdad es que si hay muchas cámaras en Buenos
Aires, no sabes las que hay en Londres. Simplemente si se compara la
autolesión como hace el texto con las autolesiones en contexto de cautiverio
humano y no humano, justamente ahí la autolesión no es solamente, no digo
que no lo sea, no es solamente una pasión triste, una autodestrucción, una
pulsión de muerte, es decir, un animal que para liberarse se autolesiona hasta
el punto de la muerte no está deseando morir, está intentando escapar. Los
pollos que están en las granjas picoteándose los unos a los otros y por eso les
tienen que cortar el pico, para que no se destruyan los unos a los otros, no se
quieren matar y así poder seguir lucrando con su tortura no quieren lastimarse.
Lo que no quieren es estar en esa situación.
Marcelo Percia dice en la inconformidad que este es un mundo que nos
propone, que las únicas dos opciones que hay es hacerse mierda o hacer
mierda a alguien más. Pero yo digo algo más sobre el hacerse mierda, hacerse
mierda tiene una potencia a invocar, aunque te mates. A las potencias hay que
invocarlas como invocas a las divinidades, hay que invocar a las potencias. El
tema es que la gente cree que potencia, es, no se, estar linda, divina, reírse.
Entonces si una dice, es solo producto de mi razón, bueno entonces habrá
quien te niegue la tortura, te niegue que entonces eso te lo hizo en realidad la
institución de encierro o el control panóptico a cielo abierto. Justamente, un
animal en cautiverio, que con tal de fugar de ese cautiverio es capaz de
descomponer una parte constitutiva al punto de que lo lleve a la muerte, cosa
que él no está pensando, está pensando en escapar y nada más, de hecho
está pensando en vivir, entonces si vos tomas eso como analogía para hacer
todo el desarrollo teórico, tu hipótesis cae. En el descontento del mundo que te
lleva a hacerte mierda y que lo único que hagas es eso, no hay solo eso, hay
algo más, que no es lo mismo, de ningún modo que decir que la autolesión en
sí es alegre, que decir que bueno, ahora vayamos todas a nuestras casas a
arrancarnos los pelos o a comernos las uñas hasta el límite de la cutícula y que
se nos infecten los dedos o bueno, todas a golpearse la cabeza contra la
pared. La autolesión no es solo angustia, destrucción y muerte. Es eso y
también es la posibilidad de, en una persona que está privada de su libertad, ir
al hospital y comer mejor, por mala que sea la del hospital, no es como la de la
penitenciaría. Porque sino no te restableces, y los hospitales por mal que
funcionen y por quemado que esté la gente y los … de bata blanca, la realidad
es que, la mayor parte, habrá excepciones, se supone que te tienen que
restablecer, físicamente, es difícil restablecerte físicamente si vas a comer la
comida bosta que sirven en el penal.
Hasta hace no tanto tiempo estar llena de tatuajes era propio de la cultura
carcelaria, viste que entre una autolesión de tipo corte en el brazo, una
escarificación branding o tatuaje, no hay grandes distancias si no es por estos
hechos culturales, cuál es la diferencia entre una persona que habla en lenguas
y dice hablar con Apolo y la Pitia del templo de Apolo, ninguna, la diferencia es
el estatuto social que tiene esa persona como sacerdotiza en el templo de
Apolo y la esquizofrenia en nuestro mundo, esa es una gran diferencia actual,
bueno cual es la diferencia con una escarificación que es básicamente
ornamentar tu cuerpo, cortándotelo y la autolesión, en un mundo como
occidente donde cada vez más ciertas técnicas tribales de singularización o de
pertenencia a grupos, a grupos étnicos, tribales, formas de ornamentar el
cuerpo se vienen trasladando, no sería ilícito pensar que tal vez sea una
cuestión contingente y que esto que hoy llamamos solamente autolesión y que
pensamos que no tiene que existir de ningún modo por que es sólo tortura, no
estoy diciendo que no lo sea, lo vuelvo a repetir una y otra vez para que quede
bien claro, no tenga la potencia de eventualmente ser otra cosa. De la misma
manera que el tatuaje era una vergüenza, era algo que la gente se quería
tapar, era algo que solo te hacías si, muy en una lógica de ser criminal es lo
peor, y no vas a salir de la cárcel, y hoy la tiene cualquier persona en horario
prime time en la televisión.
La Libertad no empieza con la eloboracion de un programa ideal sino con el ruido
inconfundible de vidrios rotos nos dicen Crissus & Odosseus en una de las tantas
ediciones en este idioma que hay de este texto. Existe una tremenda violencia velada en
quien te manda a hacer yoga, reiki, pilates para “reemplazar” la medicación psiquiátrica.
Tremenda por suponer que cualquiera puede lo mismo y que lo mismo sirve igual para
todo el mundo. Violencia porque hablan a favor del abrazo compulsivo de árboles
arropados en macrame y contra la medicación como bien se dice en “Enajenadxs”
quienes no han estado dentro del pozo no sabe cuan intenso y sombrío se pone ahí
dentro.