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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

Escuela Superior de Ingeniería Química e


Industrias Extractivas

Departamento de Formación Básica

Laboratorio de Mecánica Clásica


Práctica No. 10: “PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES”
Sección “A”

OBJETIVOS

Objetivo General:
El alumno comprobará experimentalmente el principio de Arquímedes, determinará la
magnitud de la fuerza de empuje hidrostático, el volumen desplazado por un cuerpo
sumergido y la densidad del fluido.

Objetivo:
Esta competencia pretende desarrollar el pensamiento científico en los alumnos, a
través de la observación, la experimentación, el análisis y la argumentación,
promoviendo el uso de las habilidades necesarias para llevar acabo la aplicación de los
conocimientos, adquiridos teórica y experimentalmente.

INTRODUCCIÓN TEÓRICA

1. Definir que estudia la hidrostática.


La hidrostática es la rama de la mecánica de fluidos o de la hidráulica que estudia los
fluidos en estado de equilibrio; es decir, sin que existan fuerzas que alteren su
movimiento o posición. Los principales teoremas que respaldan el estudio de la
hidrostática son el principio de Pascal y el principio de Arquímedes.

Aunque los fluidos obedecen a las mismas leyes físicas que los sólidos, la facilidad con
la que cambian de forma hace que sea conveniente estudiar pequeñas porciones en un
lugar de todo el fluido. Por eso se reemplazan las magnitudes extensivas (que dependen
de la cantidad de materia) por las magnitudes intensivas (que dependen de la cantidad

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de materia) la masa se reemplaza por la densidad y el peso se reemplazara por el peso
especifico.

La presión (P) se relaciona con la fuerza (F) y el área o superficie (A) de la siguiente
forma: P=F/A.
La ecuación básica de la hidrostática es la siguiente:

𝑑𝑃 = 𝜌𝑔𝑑ℎ

Donde:
𝑃: Presión
𝜌: Densidad del fluido
𝑔: La aceleración gravitatoria de la Tierra
ℎ: Altura

2. Estados físicos de la materia y sus características más importantes.


Estado sólido: La materia en estado sólido presenta un cuerpo bien definido y con
volumen y forma propios y constantes. Esto se debe a que sus átomos forman
estructuras rígidas, estrechas, que ofrecen resistencia a las fuerzas externas que se
apliquen sobre ellos. Son más o menos resistentes a la fragmentación, y presentan nula
o escasa fluidez, tienen una cohesión elevada y también una “memoria de forma”, es
decir, tienden a recuperar elásticamente su forma original cuando se los somete a una
fuerza.

Estado líquido: El estado líquido de la materia se caracteriza por una unión bastante
más laxa entre sus átomos de lo que se muestra en los sólidos. Esto le brinda fluidez,
una de sus características principales, y significa que la materia líquida no tiene una
forma determinada, propia, sino que asume la del recipiente en donde se encuentre.
Presenta menor cohesión que los sólidos, pero mayor compresibilidad y suele presentar
contracción en presencia del frío.

Estado gaseoso: Cuando la materia está en estado gaseoso, se la denomina “gas”.


Sus partículas entonces están poco unidas, expandidas a lo largo del espacio
circundante y presentan una fuerza de atracción muy leve entre sí. Por eso no tienen
forma y volumen definidos.

En este estado la materia presenta una bajísima densidad, puesto que sus partículas se
encuentran en un relativo desorden, desplazándose muy velozmente en el espacio; y
presentan también una baja respuesta a la gravedad, lo que les permite flotar. Además,
tienen cohesión casi nula y variable volumen, pero una gran capacidad para ser
comprimidos.

Estado plasma: El cuarto estado de la materia es el plasma. Aunque sus características


son muy parecidas a las del estado gaseoso, se diferencian lo suficiente para
considerarlo un estado propio. El plasma es un gas ionizado, lo que significa que es
capaz de conducir electricidad. Al igual que los gases, el estado plasma no tiene forma
ni volumen definido, sino que adquiere el de su contenedor. Se diferencia de ellos en

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que el plasma, cuando se ve influido por un campo magnético, puede formar filamentos,
rayos y capas dobles.

Condensado de Bose-Einstein: Un superfluido que se logra a temperaturas próximas


al cero absoluto. A estas temperaturas los átomos se aglutinan y pasan a un nivel de
energía mínima, conocido como estado fundamental. En este estado, los átomos se
comportan como un gran sistema cuántico, es decir, como si se tratara de un único
“superátomo”.

De momento, solo se ha conseguido llevar la materia a este quinto estado en un


laboratorio, recurriendo a técnicas experimentales de física cuántica. Se espera que en
un futuro el condensado de Bose-Einstein sea una revolución en el campo de la
electrónica, pero actualmente la temperatura necesaria para que se forme es tan
extrema que dificulta su estudio y aplicación.

3. Antecedentes históricos del principio de Arquímedes.


Arquímedes de Siracusa vivió entre los años 287 y 212 A.C. Entre sus descubrimientos
más notables está el principio de flotabilidad de los cuerpos, conocido hoy como
principio de Arquímedes. Arquímedes descubrió que un cuerpo, al ser sumergido parcial
o totalmente en el interior de un fluido, experimenta una fuerza hacia arriba, llamada
fuerza de empuje o, simplemente, empuje, cuyo módulo es igual al peso del fluido que
desplaza.

El rey consultó al filósofo para resolver el problema de la corona de una vez por todas –
probar si era toda de oro o no. Estaba el sabio griego un buen día preparándose para
tomar un baño en una bañera, entretenido con esa cuestión. De repente, tuvo una visión
de la solución y salió corriendo, desnudo (¡!) por las calles de la ciudad, gritando
“¡Eureka, Eureka!”, que en griego quiere decir “¡Lo he encontrado, lo he encontrado!”

Lo que encontró fue lo que hoy llamamos de “Principio de Arquímedes” (que se basa en
empuje hidrostático). A partir de él, podemos afirmar: “un cuerpo sumergido en un
líquido flotará, se hundirá o quedará neutro de acuerdo con el peso del líquido
desalojado por este cuerpo”. O sea, si el peso del líquido desalojado por un objeto es
mayor que el peso del cuerpo, éste flotará. Pero si el peso del objeto es superior al peso
del líquido desalojado, el cuerpo se hundirá. Si es igual quedará a medio camino, ni se
hunde ni flota.

Y Arquímedes descubrió eso mientras tomaba baño en su bañadera, cuando percibió


que la cantidad de agua que transbordaba era igual en volumen a su propio cuerpo.

Y así se dio cuenta de cómo se podría probar el fraude del orfebre. Señaló que los
bloques de la misma masa, hecha de plata y oro, se desbordaban diferentes volúmenes
de agua: porque son de materiales de diferente densidad, los bloques no eran del mismo
tamaño (volumen) Entonces, sumergió en un recipiente lleno de agua un bloque de oro
de masa igual a la de la corona y midió el volumen de agua desalojada. Hizo lo mismo
con un bloque de plata. El volumen de agua desalojada por el bloque de oro era menor
que el volumen de agua desalojado por el bloque de plata. Repitió la experiencia con la

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corona y verificó que el volumen de agua desalojada era mayor que el del bloque de oro
y menor que el del bloque de plata.

Llegó a la conclusión que la corona no era de oro puro y que los orfebres la habían
hecho mezclando metales. Usó la densidad para probar que la corona había sido hecha
con una liga (mezcla) de oro y plata.

4. Explicar el principio de Arquímedes, su ecuación y sus unidades.


Para conocer la magnitud de la fuerza de flotación debemos entender la expresión "el
volumen del agua desplazado". Si sumergimos completamente un objeto en un
recipiente lleno con agua hasta el borde, un poco de agua se derramará, y decimos que
el agua es desplazada por el objeto. El volumen del objeto es igual al volumen del agua
desplazada (derramada).

Como la densidad del agua es de 1 g/cm3 (1000 kg/m3), el número de gramos de masa
del agua corresponde al número de centímetros cúbicos de volumen del objeto. Éste es
un buen método para determinar el volumen de objetos de forma irregular. Un objeto
completamente sumergido siempre desplaza un volumen de líquido igual a su propio
volumen. Es decir, el volumen del cuerpo es igual al volumen de líquido desalojado.

El principio de Arquímedes se aplica a objetos de cualquier densidad. En caso de


conocer la densidad del objeto, su comportamiento al estar sumergido dentro de un
fluido puede ser:

1) Si el objeto es más denso que el fluido en el cual está sumergido, el objeto se


hundirá.
2) Si la densidad del objeto es igual a la del fluido en el cual está sumergido, el
objeto no se hundirá ni flotara.
3) Si el objeto es menos denso que el fluido en el cual está sumergido, el objeto
flotara en la superficie del fluido.

Debido al efecto del empuje, los cuerpos sumergidos en un fluido tienen un peso
aparentemente menor a su verdadero peso, y le llamamos peso aparente. El valor de la
fuerza de empuje se determina mediante la diferencia del peso real y la del peso
aparente, es decir:

𝐸𝑚𝑝𝑢𝑗𝑒 = 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙 – 𝑝𝑒𝑠𝑜 𝑎𝑝𝑎𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒

Como todo cuerpo que sea sumergido en un líquido se ajustara a una profundidad a la
cual su peso sea igual al del agua desplazada, el peso del cuerpo está dado por la
expresión:
𝐹𝑐𝑝𝑜 = 𝑃𝑐𝑝𝑜 = 𝜌𝑐𝑝𝑜 • 𝑉𝑐𝑝𝑜 • 𝑔

y el peso del fluido desplazado o fuerza de empuje ejercida por el líquido está dada por
la expresión:
𝐸 = 𝜌𝑙𝑖𝑞 • 𝑉𝑐𝑝𝑜 • 𝑔
en donde:

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𝐸 = 𝑒𝑠 𝑒𝑙 𝑒𝑚𝑝𝑢𝑗𝑒
𝑉𝑐𝑝𝑜 = 𝑒𝑙 𝑣𝑜𝑙𝑢𝑚𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑙𝑎𝑧𝑎 𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜
𝜌𝑙𝑖𝑞 = 𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑛𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒𝑙 𝑙í𝑞𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑠𝑒 𝑠𝑢𝑚𝑒𝑟𝑔𝑒 𝑒𝑙 𝑐𝑢𝑒𝑟𝑝𝑜
𝑔 = 9.81 𝑚/𝑠2

Como el peso específico (Pe) de la sustancia está dado por:

𝑃𝑒 = 𝜌𝑙𝑖𝑞 • 𝑔

Entonces también podemos escribir la expresión:

𝐸 = 𝑃𝑒 • 𝑉𝑐𝑝𝑜

El producto del volumen del cuerpo por la densidad del fluido es igual a la masa del
fluido desalojado, correspondiente a un volumen idéntico al que tiene el cuerpo
sumergido. El producto de dicha masa por la aceleración de la gravedad nos da su peso.
Por lo tanto. También podemos calcular el empuje que sufren los cuerpos que están
sumergidos en un fluido usando la expresión:

𝐸 = 𝑉𝑐𝑝𝑜 • 𝜌𝑙𝑖𝑞 • 𝑔 = 𝑚𝑙𝑖𝑞 • 𝑔

De acuerdo a todo lo anterior, el empuje que recibe un cuerpo sumergido en un líquido


puede determinarse por alguna de las siguientes expresiones:

Empuje = Peso del fluido desalojado

Empuje = Peso real – peso aparente en el líquido

Empuje = (densidad del cuerpo) (volumen del cuerpo sumergido) (gravedad)

𝐸 = 𝜌𝑐𝑝𝑜 • 𝑉𝑐𝑝𝑜 • 𝑔

Empuje = (Peso específico de la sustancia) (Volumen del líquido desalojado)

𝐸 = 𝑃𝑒 • 𝑉𝑐𝑝𝑜

Empuje = (masa del líquido desplazado) (gravedad)

𝐸 = 𝑚𝑙𝑖𝑞 • 𝑔

Empuje = (densidad del líquido) (volumen del líquido desalojado) (gravedad)

𝐸 = 𝜌𝑙𝑖𝑞 • 𝑉𝑙𝑖𝑞 • 𝑔
El concepto de empuje nos puede ayudar a determinar la densidad de un cuerpo sólido
(ρcpo). Para ello determinamos primero la masa real mr del cuerpo con ayuda de una
balanza. Después, sumergimos el objeto en un líquido de densidad conocida (ρliq.c),

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por ejemplo, el agua y determinamos la masa aparente del objeto ma, la cual será menor
que la anterior. De acuerdo al principio de Arquímedes, esta diferencia se debe al
empuje del agua, y por lo tanto la diferencia mr - ma es igual a la masa del agua
desalojada por el cuerpo. La densidad del cuerpo está dada por la expresión:
𝑚𝑟
𝜌𝑐𝑝𝑜 = 𝜌
(𝑚𝑟 − 𝑚𝑎 ) 𝑙𝑖𝑞.𝑐

También podemos determinar la densidad de un líquido. Para ello, primero obtenemos


la masa aparente ma de un cuerpo de masa mr sumergido en un líquido de densidad
conocida (ρliq.c). La diferencia de masa (mr - ma) es igual a la masa del volumen de
líquido desalojado, por lo tanto:
𝑚𝑟 − 𝑚𝑎
𝑉=
𝜌𝑙𝑖𝑞.𝑐

Después se introduce el mismo cuerpo en el líquido problema y hallamos su masa


aparente ma2. De nuevo la diferencia de masa mr - ma2 es igual a la masa del volumen
de líquido desalojado, por tanto:
𝑚𝑟 − 𝑚𝑎
𝑉=
𝜌𝑙𝑖𝑞.2

Puesto que el volumen debe ser igual en ambas ecuaciones, ya que el cuerpo es el
mismo, tenemos que la densidad del líquido problema (desconocido) es:
𝑚𝑟 − 𝑚𝑎2
𝜌𝑙𝑖𝑞.𝑑 𝜌
𝑚𝑟 − 𝑚𝑎 𝑙𝑖𝑞.𝑐

Algunas de las aplicaciones del principio de Arquímides son: la flotación de los barcos,
la flotación de los submarinos, los salvavidas, los densímetros, los globos aerostáticos,
los flotadores de las cajas de los inodoros, los peces.

5. Definir: fuerza de empuje hidrostático, pesor real, densidad del fluido, volumen
de fluido desplazado, volumen del objeto.

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Fuerza de empuje hidrostático: La fuerza de empuje hidrostático sobre un objeto
sumergido, es igual al peso del fluido desalojado. Este principio es útil para determinar
el volumen y por consiguiente la densidad de un objeto con forma irregular, por medio
de medir su masa en el aire, y su masa efectiva cuando se sumerge en agua (densidad
= 1 gramo por centímetro cúbico). Esta masa efectiva bajo el agua, será su masa real
menos la masa del fluido desalojado. Por consiguiente, la diferencia entre las masas
real y efectiva, nos da la masa del agua desalojada y permite el cálculo del volumen del
objeto con forma irregular (como la corona del rey en la historia de Arquímedes). La
masa dividida por el volumen así determinado, nos da una medida de la densidad media
del objeto. Arquímedes encontró que la densidad de la corona del rey supuestamente
de oro, tenía realmente menos densidad que la densidad conocida del oro - deduciendo
que estaba hueca o rellena con una sustancia menos densa.

Peso real: El peso real es el peso de un objeto en el vacío y se diferencia del peso
aparente porque este último es el peso de un objeto en un medio diferente al vacío.

Densidad del fluido: es la medida del grado de compactación de un material. Para un


fluido homogéneo se define como la masa por unidad de volumen y depende de factores
tales como su temperatura y la presión a la que está sometido.

Volumen de fluido desplazado: Cuando un objeto se sumerge en un fluido,


desplazándolo al ocupar su lugar. El volumen del fluido desplazado puede ser medido
y, a partir de esto, se puede deducir el volumen del cuerpo sumergido (que debe ser
exactamente igual al volumen del fluido desalojado),

Un objeto que se sumerge desplaza un volumen de líquido igual al volumen del objeto.
Por el Principio de Arquímedes se sabe que la masa del objeto se obtiene multiplicado
su volumen por la densidad del fluido. Si la densidad del objeto es menor que la del
líquido desplazado, el objeto flota; si es mayor, se hunde. En el caso de un objeto que
flota, el peso de fluido desplazado será igual al peso del objeto.

Volumen del objeto: Se entiende por volumen a una magnitud métrica, euclidiana y de
tipo escalar, que se puede definir como la extensión de un objeto en sus tres
dimensiones, es decir, tomando en cuenta su longitud, ancho y altura. Todos los cuerpos
físicos ocupan un espacio que varía según sus proporciones, y la medida de dicho
espacio es el volumen.

6. Representación vectorial de las fuerzas que están presentes en un cuerpo


que se sumerge en un fluido.

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Consideremos, en primer lugar, las fuerzas sobre una porción de fluido en equilibrio con
el resto de fluido. La fuerza que ejerce la presión del fluido sobre la superficie de
separación es igual a p·dS, donde p solamente depende de la profundidad y dS es un
elemento de superficie.
Puesto que la porción de fluido se encuentra en equilibrio, la resultante de las fuerzas
debidas a la presión se debe anular con el peso de dicha porción de fluido. A esta
resultante la denominamos empuje y su punto de aplicación es el centro de masa de la
porción de fluido, denominado centro de empuje.
De este modo, para una porción de fluido en equilibrio con el resto, se cumple
Empuje=peso=ρf·gV
El peso de la porción de fluido es igual al producto de la densidad del fluido ρf por la
aceleración de la gravedad g y por el volumen de dicha porción V.

7. Explicar los tres casos para la flotabilidad o el hundimiento de un objeto


que es sumergido en un fluido, relacionado con su peso, tipo de material y
líquido.
Algunas de las aplicaciones del principio de Arquímedes son: la flotación de los barcos, la
flotación de los submarinos, los salvavidas, los densímetros, los globos aerostáticos, los
flotadores de las cajas de los inodoros, los peces.
Los barcos flotan porque su parte sumergida desaloja un volumen de agua cuyo peso es
mayor que el peso del barco. Los materiales con los que está construido un barco son más
densos que el agua. Pero como el barco está hueco por dentro, contiene una gran cantidad
de aire. Debido a ello la densidad promedio del barco es menor que la del agua.
Debido a que, para que un objeto flote, la fuerza de flotación sobre el cuerpo debe ser igual
al peso del fluido desplazado, los fluidos más densos ejercen una fuerza de empuje más
grande que los menos densos. Por lo anterior, un barco flota más alto en agua salada que
en agua dulce porque la primera es ligeramente menos densa.
Un submarino normalmente flota. Para un submarino es más fácil variar su peso que su
volumen para lograr la densidad deseada. Para ello se deja entrar o salir agua de los tanques
de lastre. De manera semejante, un cocodrilo aumenta su densidad promedio cuando traga
piedras. Debido al aumento de su densidad (por las piedras tragadas), el cocodrilo puede
sumergirse más bajo el agua y se expone menos a su presa.
Para que una persona flote en el agua con más facilidad, debe reducir su densidad. Para
efectuar lo anterior la persona se coloca un chaleco salvavidas, provocando con ello
aumentar su volumen mientras que su peso aumenta muy poco, por lo cual, su densidad se
reduce.
Un pez normalmente tiene la misma densidad que el agua y puede regularla al extender o
comprimir el volumen de una bolsa con la que cuenta. Los peces pueden moverse hacia
arriba al aumentar su volumen (lo que disminuye su densidad) y para bajar lo reducen (lo
que aumenta su densidad).

8. Explicar cómo afecta la presión del líquido a un objeto sumergido.


La fuerza de flotación se presenta debido a que la presión de un fluido aumenta con la
profundidad. Así, la presión hacia arriba que se ejerce sobre la superficie inferior de un
objeto sumergido es mayor que la presión hacia abajo sobre su superficie superior. Tras
diversos estudios Arquímedes llegó a su principio en el que: “Todo cuerpo sumergido
en un fluido sufre una fuerza vertical y hacia arriba igual al peso del fluido que desaloja
la parte sumergida del cuerpo”.

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9. Aplicaciones del principio de Arquímedes en la industria de la ingeniería química.
El principio de Arquímedes permite determinar la densidad de un objeto cuya forma es
tan irregular que su volumen no puede medirse directamente. Para medir la densidad
de líquidos se utiliza el densímetro, que proporciona una lectura directa de la densidad.
La densidad puede obtenerse de varias formas.

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