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Introducción

Según se cree, Arquímedes fue llamado por él el rey Herón de Siracusa, para dilucidar el
siguiente problema. Se cuenta que el rey le había entregado a un platero una cierta cantidad de
oro para con ella le hiciera una corona. Cuando estuvo terminada, se decía que el platero había
sustituido una parte del oro por una cantidad equivalente de plata, devaluando con ello la corona
y engañando, pues, al rey.
El rey encargó a Arquímedes que descubriera si había sido engañado. El problema que
Arquímedes debía resolver era determinar si el joyero había sustraído parte del oro o no, pero
no podía romper la corona para averiguarlo. Arquímedes pensó arduamente cómo resolver el
problema, sin poder encontrar una solución.
Se dice que mientras se disponía a bañarse en una tina, en la que por error había puesto
demasiada agua, al sumergirse en ella, parte del agua se derramó. Arquímedes se dio cuenta de
que este hecho podía ayudarle a resolver el enigma planteado por Herón y fue tal su regocijo
que, desnudo, salió corriendo de la tina gritando "¡Eureka, eureka!" (que significa "¡Lo
encontré, lo encontré!").

Principio de Arquímedes
“Todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un fluido recibe un empuje hacia arriba
(ascendente) igual al peso del fluido que desaloja”.
Un pedazo de madera flota en el agua, sin embargo, un pedazo de fierro se hunde. ¿Por qué
ocurre esto?
Los peces se desplazan en el agua sin flotar ni hundirse, controlando perfectamente su posición.
¿Cómo lo hacen?
Todo lo anterior tiene relación con la fuerza de empuje hacia arriba (ascendente), que recibe
todo cuerpo que se encuentra sumergido en agua o en cualquier otro fluido.
Cuando levantas un objeto sumergido en el agua, te habrás dado cuenta que es mucho más fácil
levantarlo que cuando no se encuentra dentro del agua. Esto se debe a que el agua y los demás
fluidos (que contiene diferentes densidades) ejercen una fuerza hacia arriba sobre todo cuerpo
sumergido dentro del fluido, denominada fuerza de flotación o fuerza de empuje (E), esta fuerza
es la que hace que un objeto parezca más ligero. A este fenómeno se le llama flotación.
El fenómeno de flotación, consiste en la perdida aparente de peso de los objetos sumergidos en
un líquido. Esto se debe a que cuando un objeto se encuentra sumergido dentro de un líquido,
los líquidos ejercen presión sobre todas las paredes del recipiente que los contiene, así como
sobre todo cuerpo sumergido dentro del líquido. Las fuerzas laterales debidas a la presión
hidrostática, que actúan sobre el cuerpo se equilibran entre sí, es decir, tienen el mismo valor
para la misma profundidad. Esto no sucede para las fuerzas que actúan sobre la parte superior e
inferior del cuerpo. Estas dos fuerzas son opuestas, una debido a su peso que lo empuja hacia
abajo y la otra, que, por la fuerza de empuje, lo empuja hacia arriba. Como la presión aumenta
con la profundidad, las fuerzas ejercidas en la parte inferior del objeto son mayores que las
ejercidas en la parte superior, la resultante de estas dos fuerzas deberá estar dirigida hacia
arriba. Esta resultante es la que conocemos como fuerza de flotación o de empuje que actúa
sobre el cuerpo, tendiendo a impedir que el objeto se hunda en el líquido.
Al sumergir un objeto dentro de un líquido, el volumen del cuerpo sumergido es igual al
volumen de fluido desplazado. Por lo tanto, la fuerza de empuje ρ • V • g, tiene una magnitud
igual al peso del líquido desplazado por el objeto sumergido.
El empuje que reciben los cuerpos al ser introducidos en un líquido, fue estudiado por el griego
Arquímedes, y su principio se expresa como:
“Todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un fluido (líquido o gas) recibe un empuje
ascendente, igual al peso del fluido desalojado por el objeto”.
El principio de Arquímedes es uno de los descubrimientos más notables que nos legaron los
griegos y cuya importancia y utilidad son extraordinarias. La historia cuenta que el rey Hierón
ordenó la elaboración de una corona de oro puro, y para comprobar que no había sido engañado,
pidió a Arquímedes que le dijera si la corona tenía algún otro metal además del oro, pero sin
destruir la corona. Arquímedes fue el primero que estudio el empuje vertical hacia arriba
ejercido por los fluidos.
Es importante hacer notar que la fuerza de empuje no depende del peso del objeto sumergido,
sino solamente del peso del fluido desalojado, es decir, si tenemos diferentes materiales (acero,
aluminio, bronce), todos de igual volumen, todos experimentan la misma fuerza de empuje.
Si un recipiente sellado de un litro está sumergido en agua hasta la mitad, desplazará medio litro
de agua y la fuerza de empuje (o flotación) será igual al peso de medio litro de agua, sin
importar qué contenga el recipiente. Si el recipiente está sumergido completamente, la fuerza de
flotación será igual al peso de un litro de agua a cualquier profundidad, siempre que el
recipiente no se comprima. Esto es porque a cualquier profundidad el recipiente no puede
desplazar un volumen de agua mayor a su propio volumen.
Para conocer la magnitud de la fuerza de flotación debemos entender la expresión "el volumen
del agua desplazado". Si sumergimos completamente un objeto en un recipiente lleno con agua
hasta el borde, un poco de agua se derramará, y decimos que el agua es desplazada por el
objeto. El volumen del objeto es igual al volumen del agua desplazada (derramada).
Como la densidad del agua es de 1 g/cm3 (1000 kg/m3), el número de gramos de masa del agua
corresponde al número de centímetros cúbicos de volumen del objeto. Éste es un buen método
para determinar el volumen de objetos de forma irregular. Un objeto completamente sumergido
siempre desplaza un volumen de líquido igual a su propio volumen. Es decir, el volumen del
cuerpo es igual al volumen de líquido desalojado.
El que un objeto flote o se hunda en un líquido depende de cómo es la fuerza de flotación
comparada con el peso del objeto. El peso a su vez depende de la densidad del objeto.
De acuerdo a la magnitud de estas dos fuerzas se tienen los siguientes casos:
1) Si el peso del objeto sumergido es mayor que la fuerza de empuje, el objeto se hundirá.
2) Si el peso del cuerpo es igual a la fuerza de empuje que recibe, el objeto permanecerá
flotando en equilibrio (una parte dentro del líquido y otra parte fuera de él).
3) Si el peso del objeto sumergido es menor que la fuerza de empuje que recibe, el objeto
flotara en la superficie del líquido.
El principio de Arquímedes se aplica a objetos de cualquier densidad. En caso de conocer la
densidad del objeto, su comportamiento al estar sumergido dentro de un fluido puede ser:
1) Si el objeto es más denso que el fluido en el cual está sumergido, el objeto se hundirá.
2) Si la densidad del objeto es igual a la del fluido en el cual está sumergido, el objeto no se
hundirá ni flotará.
3) Si el objeto es menos denso que el fluido en el cual está sumergido, el objeto flotara en la
superficie del fluido.

Los gases y el principio de Arquímedes


Este principio se aplique inicialmente en el agua. Luego, se hace extensivo otros líquidos. De
hecho, su creador lo piensa solamente para sustancia líquida. Empero, en épocas recientes se
habla de “fluidos”, con lo cual se dice que con los gases también se puede aplicar este principio.
De hecho, si un objeto se desplaza en un espacio donde hay una determinada cantidad de aire,
sucede que el aire se va desplazar teniendo en cuenta el volumen de dicho objeto. Igualmente,
va a cumplir con todos los preceptos del principio de Arquímedes. Es decir, esta formulación de
la física también es válida para entorno gaseoso.
En tal sentido, esta idea pensada por el sabio griego también se aplique la aerodinámica. Lo que
demuestra que se trata de un descubrimiento importante para el mundo de la ciencia en sus
diversas aristas

Conclusión
Para la física el principio de Arquímedes representa ser un importante aporte, ya que explica el
tipo de fuerza que experimenta un cuerpo cuando es sumergido en un fluido. Este principio
afirma que la reacción es un empuje en dirección vertical hacia arriba, el cual tendrá una fuerza
que es comparable con la del fluido donde ha sido sumergido el cuerpo en cuestión. (reafirmado
por Newton años mas tarde)
Este principio es de enorme utilidad. Queremos demostrar las ventajas del mismo mediante un
conjunto de ejemplos:
Una de las aplicaciones del principio de Arquímedes se encuentra la navegación. Los barcos se
diseñan de manera que su centro quede siempre por encima del centro de gravedad, lo cual les
otorga una mayor estabilidad.
En el caso de los submarinos, lo que se hace qué se permite la entrada de agua en el casco de
estos aparatos de navegación. De esta manera logran sumergirse. Luego, para acceder, se valen
de motores para expulsar el agua.
En los globos aerostáticos. En este caso, sucede que el aire caliente pesa menos que el aire frío.
Es decir, tienen menor densidad. Ello hace que el globo aerostático se mantenga flotando,
siempre y cuando la cantidad de aire que tienen su interior tengo la temperatura mayor a la del
exterior.
En compuertas y esclusas como las del canal de Panamá. En ciertos casos, se utilizan los
principios de Arquímedes para lograr que el agua se mantenga un determinado nivel. Hay que
recordar que este canal dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, que se encuentran alturas
diferentes.
No cabe duda que el principio de Arquímedes tiene gran cantidad de aplicaciones. Incluso, ha
sido utilizado para viajes espaciales con el fin de entender la manera como puede desplazarse
un objeto en los fluidos y densidades del universo. Por otra parte, hay gran cantidad de cálculos
que permiten explicar en este principio. Por ejemplo, en la fórmula de Euler y diversos cálculos
relacionados con la mecánica de fluidos.
En resumen, podemos inferir que en principio tienen un origen completamente empírico. Sin
embargo, para tratar de explicarlo de manera racional se ha logrado tener diversos avances
científicos. Esta es la razón de su importancia en la causa por la cual hemos hablado el día de
hoy sobre este tema.

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