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Quienes son las partes en conflicto:

El conflicto yemení escaló en marzo de 2015, cuando Arabia Saudita y otros ocho
países árabes, apoyados por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, lanzaron ataques
aéreos contra los hutíes con el objetivo de restaurar el gobierno de Hadi.

Antecedente Históricos desde el punto de vista étnico o


religioso:
Yemen fue un territorio disputado por dos imperios en el siglo 19. Los británicos se
hicieron al control del puerto de Adén en la época en que se construía el Canal del
Suez. La nueva ruta marítima entre el mar Mediterráneo y el Asia oriental ubicaba a
Yemen como un destino altamente estratégico para el reabastecimiento de
combustible de las naves británicas.
De otra parte, los turcos otomanos en aras de expandir su Imperio en vastas
extensiones de tierra que abarcaban tres continentes, lograron controlar el norte de
Yemen en la península arábiga. Desde entonces, Yemen se dividió en norte y sur.
Con la caída del Imperio Turco Otomano tras el final de la Primera Guerra Mundial, el
norte de Yemen quedó bajo el liderazgo del Imán Yahya, un líder religioso islamista
quien se declaró rey del territorio.
El sur de Yemen estuvo bajo dominio británico desde el siglo 19 hasta 1967, cuando los
ataques contra las tropas británicas por parte de los grupos nacionalistas rivales
hicieron que los ingleses se retiraran del puerto de Adén.
En consecuencia, se proclamó la República Popular del Yemen del Sur, la primera
nación árabe con una tendencia comunista.
Tanto Yemen del Norte como Yemen del Sur coexistieron por más de dos décadas, en
las que hubo confrontaciones bélicas que desataron tensiones internacionales. A
Yemen del Norte lo apoyó Arabia Saudita y a Yemen del Sur, la Unión Soviética.
La reunificación de Yemen no puso fin al conflicto sunita – chiita. La caída del bloque
soviético comenzando los años 90 fue el camino pavimentado para que Yemen se
reunificara. El sur y el norte conformaron un solo Estado desde el 22 de mayo de 1990.
Ali Abdullah Saleh fue elegido como presidente de la nueva nación finalizando el siglo
20 y en el año 2001 tomó la decisión de declararle la guerra a Al Qaeda.
Un periodo de inestabilidad sobrevino en Yemen. Estados Unidos participó en
operaciones militares en su denominada guerra contra el terrorismo.
Entre tanto, un movimiento insurgente chiita comenzó a sublevarse desde el 2004 por
cuenta de la discriminación étnica y la agresión de parte del Gobierno.
Estos rebeldes además denunciaron que Arabia Saudita apoyaba grupos sunitas para
exterminar población chiita.
Con el estallido de la guerra en Yemen en el 2014, la división yemení se hizo evidente
entre el sur y el norte, entre sunitas y chiitas.
Este grupo armado tomó el control de la capital, Saná, en 2014, provocando un
despliegue internacional en la búsqueda de restaurar el orden yemení. Arabia Saudita
y otras naciones árabes se dieron a la tarea de bombardear las zonas controladas por
los hutíes sin tener éxito alguno.
Desde hace 4 años Yemen experimenta una guerra entre los rebeldes hutíes y la
Coalición Árabe, que tiene sus raíces desde la partición del territorio en el siglo 19.
La guerra en Yemen tiene sus raíces en la mal llamada Primavera Árabe de 2011,
cuando un levantamiento forzó al presidente del país, Ali Abdullah Saleh, a dejar el
poder en manos de su vicepresidente, Abdrabbuh Mansour Hadi.
Hadi debió hacer frente a diferentes problemas, entre ellos los ataques por parte del
grupo terrorista al Qaeda y de un movimiento separatista en el sur, además de la
corrupción, la inseguridad alimentaria y el hecho de que muchos militares seguían
siendo leales a Saleh. Desilusionados por la transición política, muchos yemeníes,
sunitas incluidos, apoyaron a los hutíes, y a finales de 2014 y principios de 2015 los
rebeldes tomaron Saná, la capital, forzando a Hadi a irse a Arabia Saudita.

CAUSAS DE LA GUERRA:
El conflicto tiene sus raíces en la Primavera Árabe de 2011, cuando un levantamiento
forzó al presidente autoritario del país, Ali Abdullah Saleh, a dejar el poder en manos
de su vicepresidente, Abdrabbuh Mansour Hadi. La transición política llevaría la
estabilidad a Yemen, pero el presidente Hadi enfrentó diferentes problemas, entre
ellos los ataques por parte de al Qaeda y de un movimiento separatista en el sur, la
corrupción, la inseguridad alimentaria y el hecho de que muchos militares seguían
siendo leales a Saleh.

El movimiento hutí, que defiende a la minoría chiita zaidí de Yemen y luchó en varias
rebeliones contra Saleh en la década precedente, se aprovechó de la debilidad del
nuevo presidente para tomar el control de la norteña provincia de Saada y zonas
cercanas. Desilusionados por la transición, muchos yemeníes, sunitas incluidos,
apoyaron a los hutíes, y a finales de 2014 y principios de 2015 los rebeldes tomaron
Saná, la capital, forzando a Hadi a irse al exilio.

NUMEROS DE VICTIMAS EN LA GUERRA DE YEMEN:


La guerra de Yemen ha causado más de 100.000 muertos, 12.000 de ellos civiles.
Más de 12.000 civiles han muerto durante la guerra de Yemen desde 2015, según
denunció el grupo de investigación Proyecto de Localización y Datos de Conflictos
Armados (ACLED) que ha cifrado el número de muertos total en el conflicto desde ese
año en 100.000 personas.
En lo que va de año, ACLED ha registrado el fallecimiento de aproximadamente 1.100
civiles. Además, la coalición que lidera Arabia Saudí sigue siendo la responsable del
mayor número de muertes civiles reportadas por ataques directos, con más de 8.000
desde 2015. Alrededor del 67% de todas las muertes de civiles registradas durante este
periodo han resultado por ataques aéreos, Aunque el número de ataques aéreos de la
coalición está en su punto más bajo, las muertes de civiles por este tipo de acciones
han aumentado por primera vez desde finales de 2017, es decir, más del doble en el
tercer trimestre de 2019 en comparación con el trimestre anterior.
La razón del aumento hay que buscarla en una huelga llevada a cabo en un centro
penitenciario en la ciudad de Dhamar, que causó la muerte a al menos 130 detenidos,
ha explicado el grupo de investigación. Por su parte, los hutíes y sus aliados son los
responsables de más de 2.000 muertes de civiles reportadas por ataques directos
desde 2015.

El segundo año más letal.


Aproximadamente 20.000 personas han muerto en el conflicto en Yemen en lo que va
de 2019, lo que lo convierte en el segundo año más letal del enfrentamiento, después
de 2018.
En concreto, se han registrado más de 40.000 incidentes desde principios de 2015. De
estos, casi 8.000 han ocurrido en 2019, pero la ONG asegura que "la violencia mortal
en 2019 tiende a la baja en general". Abril ha sido el mes más letal de 2019, con 2.500
muertes registradas, mientras que en septiembre se han registrado 1.700.

Implicaciones económicas, sociales y territoriales en la guerra de


Yemen:
Yemen se encuentra entre los países del mundo con peores índices de desarrollo –
157 entre 175 en el Informe Internacional de Desarrollo Humano publicado por las
Naciones Unidas.
Las terribles condiciones económicas han agravado la crisis humanitaria ya catastrófica
en el país. Ante la inflación del rial yemení y la incapacidad del gobierno para pagar los
salarios del sector público, en septiembre de 2018 hubo una ola de manifestaciones
que se extendió por todo el sur de Yemen, en las que la población protestaba contra la
corrupción y culpaba al gobierno del deterioro de la economía, que ha dejado sin
poder comprar productos básicos a la inmensa mayoría de la población yemení. Los
ciudadanos de Yemen no solo padecen la violencia de la guerra, sino también el
aumento de los productos básicos.
Con una economía dependiente de las exportaciones de petróleo y reservas que
comienzan a dar señales de agotamiento, Yemen apuesta a las subas del precio
internacional del crudo para financiar su presupuesto. En este país, que ocupa los
últimos puestos en desarrollo, las políticas sociales oficiales no surgen de estudios
económicos serios y su aplicación es cada vez más desordenada. Una minoría corrupta
juega con los recursos del Estado y su riqueza, que no llega a los sectores más
necesitados.
Estratégicamente, Yemen es importante por su situación en el estrecho de Bab al
Mandab, que vincula el mar Rojo con el Golfo de Adén, a través del que pasa gran
parte de los barcos petroleros del mundo.

DESPLAZADOS EN LA GUERRA DE YEMEN:


La lucha en Yemen, el cual ya es uno de los países más pobres de Oriente Medio, ha
agravado severamente las necesidades derivadas de largos años de pobreza e
inseguridad. El empeoramiento de la violencia ha perturbado millones de vidas, lo que
ha generado gran cantidad de víctimas y desplazamientos masivos, y la situación se
está deteriorando rápidamente.
La población civil sufre el impacto de la crisis, con 22,2 millones de yemeníes que
ahora necesitan ayuda humanitaria. Quienes se ven obligados a huir de sus hogares
están especialmente en peligro. Más de 2 millones de personas languidecen ahora en
condiciones desesperadas, lejos de su hogar y privadas de sus necesidades básicas. La
situación es tan grave que un millón de yemeníes desplazados han perdido la
esperanza y han intentado regresar a su país, aunque todavía no es seguro.

Análisis de las violaciones a los protocolos del Convenio de


Ginebra:
El primero de los cuatro Convenios de Ginebra, que compilan las leyes de la guerra y
son la base del derecho humanitario, protege a los soldados heridos y enfermos
durante los conflictos.
Los gobiernos del mundo no están haciendo lo suficiente para evitar que los grupos
armados cometan violaciones masivas, torturas y otros crímenes de guerra, el
Convenios de Ginebra buscan proteger a los civiles inmersos en un conflicto.
Esta coalición ha cometido múltiples crímenes en la guerra contra Yemen, los cuales
violan tres principios importantes del derecho internacional incluyendo los principios
de necesidad, proporcionalidad y distinción:
1) Principio de necesidad.
El Protocolo adicional del Convenios de Ginebra de 1977, “la necesidad militar significa
la necesidad de tomar medidas con el fin de alcanzar el objetivo militar, lo que destaca
entre las gestiones que, basándose en los derechos y la tradición bélicos, se consideran
legales y legítimas”. En la guerra, cualquier parte hostil puede usar una fuerza que sea
necesaria para derrotar al enemigo. Las acciones bélicas están permitidas a tal punto
que están dirigidas hacia objetivos militares; no causen sufrimientos innecesarios y en
ellas no haya motivo de traición y engaño. Este principio impide el uso innecesario e
irrelevante de la fuerza.
El Protocolo adicional I de 1977
Pero los crímenes cometidos por la coalición saudí en Yemen, apuntan a la violación
abierta de este principio importante del Derecho Internacional. De acuerdo con el
informe de la Naciones Unidas el 80 por ciento de la población, de 24 millones de
personas, necesita al menos todo tipo de ayuda humanitaria debido a la guerra de la
coalición saudí. Entretanto, conforme al Fondo Internacional de Salvación de los Niños,
el 46 por ciento de la población yemení no tiene acceso al agua potable por las
repercusiones de la guerra, y casi todos los recursos alimenticios, incluyendo
mercados, granjas e importaciones alimentarias, han sido bombardeados en los
últimos 4 años. alrededor de medio millón de yemeníes se contagiaron de cólera en los
primeros 6 meses de 2019, de los cuales 203 son niños menores de 15 años. En este
periodo de tiempo, 705 personas murieron por el cólera, mientras que la cifra de
muertos en todo el año 2018 sumaron unas 75 personas. Estas estadísticas
catastróficas generan la pregunta de basados en qué necesidad Arabia Saudí ha
perpetrado este crimen en Yemen, considerado uno de los mayores crímenes de lesa
humanidad de las últimas décadas en el mundo.

2)Principio de proporcionalidad.
Por principio de proporcionalidad se entiende reconciliar las ventajas prácticas
derivadas de un ataque con necesidades militares. Esta norma se fundamenta en que
el ataque no debe causar daños a personas y bienes de carácter civil que sean
excesivos con respecto a la esperada ventaja militar. De acuerdo con la clausula b del
artículo 57 "un ataque será suspendido o anulado si se advierte que el objetivo no es
militar o que goza de protección especial, o que es de prever que el ataque causará
incidentalmente muertos o heridos entre la población civil, daños a bienes de carácter
civil, o ambas cosas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y
directa prevista".
Lo que ha hecho Arabia Saudí e guerra contra Yemen, ha sido apuntar a la población
civil. Un vistazo a las cifras internacionales publicadas sobre esta contienda indica la
violación del importante principio de la proporcionalidad por parte de la coalición
saudí. Conforme al más reciente informe del Fondo de las Naciones Unidas para la
Infancia (Unicef), divulgado en junio pasado, cada dos horas pierden la vida una mujer
y 6 bebes yemeníes. De cada 10 niños, solo 3 tienen acceso a cuidados sanitarios. De
cada 37 recién nacidos, uno muere en el primer mes de nacimiento. En el 18 por ciento
de las regiones de Yemen no hay ningún médico; o la mayoría de los médicos han
abandonado el país por la guerra o bien no se presentan en los centros sanitarios y
hospitales por inseguridad o miedo a perder la vida. Asimismo, 1 071 000 niños
yemeníes se encuentran desplazados dentro del país, mientras que otros 360 mil
menores de 5 años sufren fuerte desnutrición.

3)Principio de distinción.
Otro principio básico del Derecho Internacional humanitario es el de distinción, por el
cual la población civil por no participar en la guerra está protegida por el Derecho
Internacional y debe estar fuera de las operaciones del enemigo. Asimismo, el principio
de distinción obliga a los gobiernos a distinguir entre los militares y los objetivos
militares, por un lado; y la población civil y los objetivos civiles, por el otro; y a que
ataquen solo los objetivos militares. Este principio incluye un valor de pacto
convencional e incluso ha sido reconocido como una regla obligatoria que no puede
ser violada.
la coalición saudí además de no hacer distinción respecto a los civiles durante sus
ataques, ha atacado deliberadamente objetivos no militares incluidos centros médicos,
escuelas, infraestructuras y viviendas, de manera que más del 80 por ciento de las
infraestructuras de Yemen han quedado destruidas por la guerra y más de 1 800
escuelas han quedado inutilizadas en distintas zonas del país. Según el informe del
Centro Legal de Derechos y Desarrollo, al concluirse el 4º año de la guerra de la
coalición saudí contra Yemen, han sido destruidos o daños 15 aeropuertos, 2 661
carreteras y puentes, 1 824 instituciones gubernamentales, 14 puertos, 193 estaciones
y generadoras eléctricas, 434 redes de comunicación, 341 centros médicos y
hospitales, 945 mezquitas y particularmente 424 mil 654 viviendas en Yemen.
El sistema internacional y las entidades internacionales deben tomar muy en cuenta
que los crímenes de la coalición contra Yemen dirigida por Arabia Saudí violan todas
las prohibiciones internacionales incluyendo la prohibición de ataques a personas y
bienes de carácter civil y prohibición al uso de cualquier tipo de armamento no
convencional. Las prohibiciones al empleo de ciertos materiales bélicos se
fundamentan en 4 reglas básicas del derecho internacional humanitario, a saber:
En todo conflicto armado, el derecho de las Partes en conflicto a elegir los métodos o
medios de hacer la guerra no es ilimitado (cláusula 1 del artículo 35 del Protocolo I
adicional a los Convenios de Ginebra, 1977)
Queda prohibido el empleo de armas, proyectiles, materias y métodos de hacer la
guerra de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios (cláusula
2 del artículo 35 del Protocolo I adicional)
Queda prohibido el empleo de métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido
concebidos para causar, o de los que quepa prever que causen, daños extensos,
duraderos y graves al medio ambiente natural (cláusula 3 del artículo 35 del Protocolo
I adicional a los Convenios de Ginebra, 1977).
Queda prohibido el uso de material bélico incapaz de hacer distinción entre población
civil y combatientes, y entre bienes de carácter civil y objetivos militares.
Desgraciadamente, en este año y pese a que la coalición saudí ha vulnerado los
principios del Derecho Internacional, que deben respetarse en cualquier guerra, y
según lo dicho por el secretario general de la ONU, Antonio Guteres, se ha cometido la
mayor catástrofe humanitaria en las últimas décadas en el sistema global. Ninguna
institución internacional, sobre todo la ONU y la Corte Penal Internacional (CPI), no ha
hecho nada considerable y ni siquiera ha realizado una investigación independiente
sobre estos crímenes. La población pública en muchos países, incluyendo los países
islámicos y algunos países occidentales, reclaman el juicio a los responsables de los
mayores crímenes de la humanidad en Yemen, pero el apoyo abierto de Estado Unidos
en particular al príncipe heredero saudí, Mohamad Bin Salman, quien juega el papel
principal en la guerra contra Yemen, impide cualquier acción internacional al respecto.
El enfoque de las potencias occidentales en especial de EE.UU. ante la guerra de la
coalición saudí contra Yemen es otro destacado ejemplo de que los derechos humanos
son víctimas de los intereses de estos poderes.

Opiniones de la ONU en la guerra de Yemen.


El informe sobre Yemen de un grupo de expertos de la ONU en derechos humanos
publicado este martes denuncia una serie de posibles crímenes de guerra cometidos
por las diversas partes envueltas en el conflicto del país árabe durante los últimos
cinco años.
Entre las violaciones humanitarias que describe el informe preparado por el Grupo de
Expertos Eminentes Internacionales y Regionales sobre Yemen se incluyen
bombardeos indiscriminados, asesinatos y detenciones arbitrarias, torturas, violencia
sexual y de género, y el bloqueo al acceso a la ayuda humanitaria.
El Grupo, creado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, encontró que tanto
los gobiernos de Yemen, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, como los hutíes
y los comités populares afiliados, gozaron de una "falta de responsabilidad
generalizada" en cuanto a violaciones del derecho internacional humanitario y de los
derechos humanos.

El informe pide el cese inmediato de todos los actos violentos cometidos contra los
civiles y exige a las partes que adopten medidas para protegerlos y garantizar la
administración de justicia para todas las víctimas.
Insta a terceros Estados a abstenerse de suministrar armas que puedan utilizarse en el
conflicto y les recuerda que están obligados “a adoptar todas las medidas necesarias
que garanticen el respeto del derecho internacional humanitario por todas las partes
en el conflicto”.
Cinco años de violaciones continuas
El Grupo de Expertos realizó más de 600 entrevistas a víctimas y testigos, examinó
múltiples documentos e investigó casos representativos que sirvieron para establecer
pautas de conducta que mostraran presuntas violaciones de los derechos humanos en
Yemen desde septiembre de 2014.
El presidente del Grupo, Kamel Jendoubi, señaló que "las violaciones contra civiles
yemeníes continúan sin cesar tras cinco años de conflicto, con un total desprecio por la
difícil situación de la población y la falta de acción internacional para exigir
responsabilidades a las partes en el conflicto”.
Los expertos encontraron “motivos razonables” para creer que las hostilidades de las
partes en conflicto causaron un impacto extremo en la población civil y que muchas de
ellas “podían constituir violaciones graves del derecho internacional humanitario”.
Del mismo modo argumentaron que los actores implicados son responsables de la
privación arbitraria del derecho a la vida, de detenciones arbitrarias, desapariciones
forzadas, violencia sexual, tortura, malos tratos, reclutamiento de niños, violaciones de
las libertades fundamentales y de los derechos económicos, sociales y culturales.
El Grupo identificó a un número indeterminado de personas que podrían ser
responsables de crímenes internacionales y presentaron una lista confidencial de
nombres a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Asimismo, especificó que, en caso de no poder identificar a algún individuo, se
reconoció al grupo responsable.
La comunidad internacional, responsable por omisión
"Esta impunidad endémica -por las violaciones y abusos cometidos por todas las partes
en el conflicto- no puede tolerarse más. Las investigaciones imparciales e
independientes deben habilitarse para exigir responsabilidad a quienes no respeten los
derechos del pueblo yemení. La comunidad internacional tiene que dejar de hacer la
vista gorda ante estas violaciones y la intolerable situación humanitaria", dijo el
presidente del Grupo. Jendoubi calificó como “inhumana” la falta de acceso a
medicinas, agua y alimentación que sufre la población yemení y dijo que esta
restricción “debe cesar de inmediato”. Añadió que “la supervivencia de los 24 millones
de personas necesitadas debería ser la prioridad".
El Grupo también mostró su contrariedad ante el posible uso del hambre como
método de combate “ya que esos actos contribuían a privar a la población de cosas
indispensables para su supervivencia”.

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