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Teoría de la probabilidad

La teoría de la probabilidad es una herramienta matemática que establece un conjunto de


reglas o principios útiles para calcular la ocurrencia o no ocurrencia de fenómenos aleatorios y
procesos estocásticos.

En otras palabras, la teoría de la probabilidad está compuesta por todos los conocimientos
relativos al concepto de probabilidad. Se trata de un concepto, en esencia, matemático. Así
mismo, la probabilidad como rama de las matemáticas constituye un instrumento para la
estadística.

Conviene destacar que probabilidad y estadística no son la misma cosa. Son dos conceptos
relacionados pero diferentes. Al final de este artículo, explicaremos la diferencia entre estos
dos términos.

El concepto de probabilidad

En cualquier caso, sin desviarnos del concepto de teoría de la probabilidad, diremos que está
formada por un conjunto de técnicas que nos permiten asignar un número a la posibilidad de
que un evento ocurra.

Así, en el caso de una moneda, sabemos que al tirarla sobre un tablero el resultado puede ser
cara o cruz. Suponiendo que la moneda y el tablero son perfectos y que las condiciones de
lanzamiento no cambian, la probabilidad debe ser de 50% cara y 50% cruz.

En este punto nace el concepto de probabilidad. La probabilidad es un número entre 0 y 1,


habitualmente expresado en % entre 0 y 100 que nos dice en cuántas ocasiones, de media,
ocurrirá un suceso cada 100 veces.

Con esto en mente, llegamos a la conclusión, de que la teoría de la probabilidad se encarga de


estudiar qué número entre 0 y 1 debemos asignar a un determinado suceso. Es decir, se
encarga, de estudiar las probabilidades de suceder de un evento.

Suceso elemental

Un suceso elemental es cada uno de los posibles resultados de un experimento aleatorio


Cuando hablamos de suceso elemental, hablamos de un resultado simple. Se trata del
resultado más simple que podamos obtener de un experimento aleatorio. Así por ejemplo, el
lanzamiento de un dado una vez, está compuesto por seis sucesos elementales. Cada una de
los seis resultados posibles al lanzar el dado una vez, es un suceso elemental o resultado
elemental.

En teoría de la probabilidad es el primer concepto que se estudia. Y, cabe mencionar, que se


estudia junto con el concepto de espacio muestral. De tal forma, que el espacio muestral está
compuesto por todos los sucesos elementales.

Otro ejemplo bien sencillo, sería lanzar una moneda una sola vez. Los sucesos elementales del
lanzamiento de una moneda son dos: cara y cruz.

Ejemplo de suceso elemental

Aunque ya hemos puesto dos ejemplos que dejan claro el significado de suceso elemental,
cabe destacar que no siempre es tan sencillo. En ocasiones, el experimento aleatorio que se
quiere estudiar no es tan sencillo. Supongamos, entonces, un ejemplo algo más complejo.

Imaginemos que disponemos de una urna. En el interior de esta urna se encuentran 5 bolas
rojas, 4 bolas azules y 2 bolas blancas. El experimento aleatorio consiste en coger una bola y
ver qué bola hemos sacado. Los sucesos elementales de este experimento serán:

Ω = (Br1, Br2,Br3,Br4,Br5,Ba1,Ba2,Ba3,Ba4, Bb1,Bb2)

Es decir, un suceso elemental sería sacar, por ejemplo, la bola roja 1 (br1). Otro suceso
elemental podría ser sacar la bola blanca 2 (bb2). De este modo, la extracción de cada una de
las bolas es un suceso elemental.

Diferencia entre suceso y suceso elemental

Los conceptos de suceso y suceso elemental están íntimamente relacionados. Pero no, no son
lo mismo. Un suceso suele ser algo más amplio y puede o no coincidir con el suceso elemental.
Por ejemplo, en el lanzamiento de un dado:

Suceso elemental: Un ejemplo de suceso elemental en el lanzamiento de un dado sería el 3.

Suceso: Un ejemplo de suceso podría ser que salga un número mayor que 3. Para que se
cumpla este suceso basta con que salga como resultado del lanzamiento el número 4, el 5 o 6
Para diferenciarlos, en lugar de simplemente «suceso» se puede nombrar como suceso
compuesto.

Un evento es un subconjunto del espacio muestral de un experimento aleatorio. Los eventos


normalmente se denotan con las letras mayúsculas A, B, C; y tienen la característica de ser
subconjuntos de S ((A, B, C) Ì S). Los eventos pueden ser:

Se clasifican en:

Evento simple, siendo aquel que tiene un solo punto muestral.

Evento compuesto, siendo aquel que tiene dos o más puntos muéstrales.

Donde el punto muestral es cada uno de los resultados posibles de un experimento aleatorio.
Representándose al número de puntos muéstrales por #S.

Ejemplo:

Evento simple:

A: que salgan tres sellos.

El azar es un término utilizado para calificar aquellos eventos impredecibles. Es decir, eventos
que no se pueden anticipar utilizando la lógica o cualquier tipo de análisis.

El azar, por tanto, hace referencia a todos aquellos hechos cuyas causas no siguen unas pautas
definidas, y en algunos casos, las causas no pueden demostrarse. Así, puede tratarse de un
fenómeno nunca antes visto, o demasiado complejo, por lo cual no se le ha podido dar una
explicación a su origen.

El azar puede aparecer en eventos cotidianos, como que te toque la lotería, o en hechos de
mayor impacto, como la aparición de una nueva enfermedad de la cual no se conoce su
procedencia.
En otras palabras, azar hace alusión a algo fortuito, inesperado, pudiendo ser su consecuencia
positiva o negativa.

No debemos dejar de lado el concepto de juegos de azar, que son aquellos donde el resultado
no depende (únicamente) de la habilidad, sino de la suerte. Es decir, las cartas que haya
recibido un jugador o el resultado que se haya conseguido al lanzar los dados.

Economía: En economía, el azar puede relacionarse con la aleatoriedad. En este sentido,


eventos impredecibles que pueden afectar a las variables económicas. Por ejemplo, algún
evento o cambio en la política o en el ámbito social. Asimismo, en el sector de los seguros, azar
es la probabilidad de que una persona, o entidad, actúe de una forma más arriesgada después
de haber adquirido una póliza frente a una eventualidad. Por ejemplo, si al contratar un seguro
de vehículo, se tiene un menor cuidado el conducir. Aquí nos estamos refiriendo al riesgo
moral.

Fortuito

Hecho que no ha podido preverse, o que no hubiera podido preverse o que, previsto, fuera
inevitable. Al igual que la fuerza mayor, es una causa de exoneración del cumplimiento de las
obligaciones.

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