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El Jardín del Edén y su contexto

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Se leen estas precisas indicaciones en sobre donde


comenzó todo en Génesis 2, 10-13:

un río salía de la tierra del Edén que regaba el


huerto y después se dividía en cuatro ramales. El
primero, llamado Pisón, rodeaba toda la tierra de
Havila, donde hay oro. El oro de esa tierra es
excepcionalmente puro; también se encuentran allí
resinas aromáticas y piedras de ónice. El segundo,
llamado Gihón, rodeaba toda la tierra de Cus. El
tercero, llamado Tigris, corría al oriente de la tierra
de Asiria. El cuarto se llama Éufrates

Este pasaje nos da los parámetros de localización


geográfica del huerto o jardín que el Señor “planto en
oriente” para poner allí el hombre que había formado.
En el sobrio relato del Génesis hay dos cosas de muy
diferente naturaleza. Por un lado se habla de la
creación del hombre y es evidente que esto es un
misterio que no podemos abarcar con la razón. Por eso
el relato nos lo informa en forma sucinta: “el SEÑOR
Dios formó al hombre del polvo de la tierra… sopló
aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se
convirtió en un ser viviente”. Aunque reparemos que
admitir que hubo un Creador no hiere al sentido común
ya que es un hecho que fuimos creados, que de algún
modo llegamos aquí, aunque algunos no lo atribuyan a
un Creador sino a un proceso aleatorio evolutivo
científicamente imposible. El hecho es que estamos
aquí. Pero en el pasaje citado se dan parámetros
precisos sobre la ubicación geográfica de un cierto
lugar, y nada en esa descripción parece que se refiera a
algo imaginario ni que fuera necesaria una previa
definición teológica para interpretar las pistas. Es más,
si se dijera que se refieren a la ubicación de un fabuloso
tesoro muchos se lanzarían a seguirlas con entusiasmo.

Veamos, se nos mencionan cuatro ríos. De ellos, el


Tigris y el Éufrates, los conocemos. Y un análisis del
texto nos dice claramente que debemos buscar los
otros dos en las cabeceras de estos ríos ancestrales, no
en su desembocadura en el Golfo Pérsico como se ha
hecho con frecuencia ofendiendo a la razón. Y sus
nacientes están en la parte más alta del majestuoso
macizo de los Montes Zagros, en donde se encuentran
con las estribaciones de los Montes Tauro. Subamos
entonces hasta allí y veamos que encontramos. Es una
planicie suavemente ondulada a 1250 metros sobre el
nivel del mar, en donde además de las cabeceras de
nuestros archiconocidos ríos se encuentran muchos
cursos de agua en donde podemos identificar los dos
que nos faltan. Veamos:

“… la verdadera identidad de los ríos Gibón y Pisón


fue revelada por Reginald Walker, un erudito
británico ya fallecido que publicó sus hallazgos en
1986. En esa región del planeta fluyen las aguas de
río Aras. Pero antes de la invasión islámica del siglo
VIII, tal y como descubrió Walker, el río Aras era
conocido como el Gaihun, equivalente al hebreo
Gibón”

Aquí encontramos uno, el Gibón. Y ‘Pison’ es la


transcripción hebrea de ‘Uizon’, un rio también de esa
zona que además transcurre por un área que fue rica
en oro y piedras preciosas –llamada Havila en la
descripción bíblica-. Estos minerales preciosos están
registrados como elementos de intercambio comercial
en la antigüedad provenientes de allí y quizás por eso la
descripción bíblica se refiere a esas características
conocidas de la región de forma de ilustrar mejor su
localización. Con todos estos datos confirmados
estamos en las inmediaciones del lago Urmía que toma
su nombre de la ciudad de Urmía que significa “ciudad
del agua”. Y actualmente ese lago es un parque
nacional declarado ‘reserva de la biosfera’ por la
Unesco, posee 102 islas que son foco de aves
migratorias y en la segunda en tamaño de ellas se
encuentra la tumba del nieto de Gengis Kan que
perteneció a un pueblo devorador de grandiosos
paisajes lo que nos dice de la excelencia de la zona en
la que nos encontramos que él eligió especialmente
para su descanso final. Dice Wikipedia:

“En el agua no hay peces por su alto índice de


salinidad no obstante el lago Urmía es considerado
uno de los mayores hábitats naturales de la Artemia
salina (un crustáceo) la cual sirve como fuente de
alimentación a numerosas aves migratorias”

No es necesario agregar mucha imaginación para


entender que antes del Diluvio, cuando se dice que “del
suelo brotaban manantiales que regaban toda la
tierra”, en esa planicie en donde se encuentra el lago
Urmía pudo haber existido un jardín delicioso en donde
viviera gozosamente la fauna terrestre y acuática que
decora los recintos sagrados encontrados en el
yacimiento de Gobekli Tepe, relativamente cerca de
allí, al que nos referimos en otros estudios. Leamos
más:

"El lago Urmia... fue el mayor lago permanente del


mundo y el segundo más grande en el Medio
Oriente… atrajo a muchas especies de aves
migratorias como flamencos, pelícanos, patos y
garzas"

Es decir, estamos ante un vergel descansando en la


cima de la montaña. Ahora este delicioso lago está
perdiendo por evaporación casi un metro cada año, es
decir se está secando. Y asimismo está cambiando el
color verde esmeralda que tuvo y lo caracterizaba por
un rojo sangre como vemos en una fotografía satelital
¿Será esta una señal de los tiempos, un aviso de que
está por iniciarse un nuevo ciclo en el Propósito de
Dios/Elohim con la descendencia adámica? Tal vez un
anuncio más del Día de la Ira del cual solo serán salvos
los justos de entre la inmensa prole que a partir de allí
se derramó por el mundo.

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Veamos una ilustración/mapa sobre lo comentado:

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aquí se muestra la ubicación de las cabeceras de los
cuatro ríos mencionados en la planicie levemente
ondulada entre la cadena de los Montes Zargos y los
Montes Tauros. Focalicemos la atención en la parte
coloreada en naranja, es verdad que allí no se advierte
que haya un único rio hoy del cual se desprenden
cuatro ramales pero sin duda pudo haber sido así antes
del Diluvio ya que las cabeceras están cercanas. Y en la
estrecha franja en donde en el mapa se escribe ‘GAN’
estuvo el jardín del Edén. Al norte y sur de esta especial
parcela hay dos empinadas paredes montañosas que lo
encajonan, al oeste están los humedales del lago Urmía
del que hablamos y solo hay una salida hacia el este,
como lo afirma el relato bíblico. Por eso se dice que
luego de expulsar a Adán y Eva:

el Señor Dios puso querubines poderosos al oriente


del jardín de Edén; y colocó una espada de fuego
ardiente —que destellaba al moverse de un lado a
otro— a fin de custodiar el camino hacia el árbol de
la vida
De modo que cerrando esa única salida el jardín
quedaba aislado. Y un poco más allá de esa salida
existen aun hoy montes que recogen el nombre de
“Nod” que en hebreo significa ’fugitivo’, señalando la
ruta del destierro de Caín (Gen 4, 16). Hasta aquí todo
coincide más allá de cualquier duda razonable. Tanto
que si se tratara de un tesoro sabríamos que estamos
en el lugar correcto. Pero veamos algo más, dice
Génesis 3, 23:

así que el Señor Dios los expulsó del jardín de Edén


y envió a Adán a cultivar la tierra de la cual él había
sido formado

Esta orden divina supone la aparición de la agricultura,


un hito de la llamada en el relato oficial ‘revolución
neolítica’ -nunca explicada si consideramos el salto
entre la vida nómade de hombres supuestamente
simiescos y una vida sedentaria capaz de desarrollar
una civilización-. Pues bien ¿dónde nació la agricultura?
Leamos:

“Fue en la región suavemente empinada que


precede a las cordilleras de Tauro y Zagros… donde
tuvo lugar esta revolución cultural hace unos 11.000
años… Los biólogos del Instituto Max Planck para la
Investigación de Cultivos de Colonia (Alemania) han
localizado el lugar exacto… (en) donde estuvo
emplazado el primer granero de la humanidad. Han
comparado la genética de 68 tipos de escanda
moderna y han logrado retrotraerlos a una planta
originaria común. Este vegetal silvestre crece
todavía en las laderas del volcán apagado de
Karacadag (ver el mapa). Si Adán fue realmente el
primero en comer platos cocinados con harina, tuvo
que hacerlo en este lugar”

Efectivamente, las dos cosas que supone este informe


en su frase final son ciertas. Y en otros informes sobre
el mismo tema se agrega: “y el milagro debió suceder
una sola vez en la historia, dado que el ADN de las
muestras cultivadas, de escasa variabilidad genética,
guarda un asombroso parecido con el de un trigo
silvestre cuyo hábitat se restringe a las laderas del
volcán de Karacadag” Es decir, no hay duda: la
transformación del trigo silvestre en trigo cultivable –
que el estudio llama ‘milagro’- sucedió una sola vez en
la historia, y sucedió allí, en la área que estamos
enfocando. Veamos en donde se encuentra el volcán
apagado Karacadag que se cita en estos informes como
el lugar en donde aun hoy puede encontrarse ese trigo
silvestre primigenio que fue transformado en trigo
domesticado:

Está a medio camino entre la planicie del lago Urmía y


el yacimiento de Gobekli Tepe. De modo que pisamos
una región muy singular del planeta: allí estuvo el
jardín del Edén según la precisa descripción bíblica, y
allí se produjo mediante un ‘milagro’ -lo dice el
informe- el nacimiento de la agricultura (y asociado a
esto también del pastoreo y la domesticación de
animales que proveen sustento a comunidades
sedentarias según informes que no lo analizaremos
aquí), y en esa están los primeros recintos sagrados
decorados con fauna terrestre y acuática en actitudes
muy naturales, sin ningún trauma o actitud agresiva
como los podemos ver en los yacimientos de Gobekli
Tepe. Y por añadidura es en esa región que está el lugar
de nacimiento de Abraham -milenios después por
supuesto- y anexo a ella está el bíblico Padam Haran en
donde nacieron todos los patriarcas y matriarcas de
ISRAEL. Esta acumulación de hechos iníciales de todo es
una sólida evidencia de la historicidad del relato
bíblico, de su sólido encastre en la geografía. Pero
todavía hay otro elemento a agregar: las huellas del
arca de Noé. Al norte de esa alta y plácida región se
levanta el Monte Ararat -lo encontramos en la vertical
del lago Urmía en este mapa-:

Ya hay suficiente evidencia de que en ese Monte


descansó el arca del Diluvio como lo afirma el relato del
Génesis. Fue visitada por los rusos –al final de la Rusia
zarista-, avistada por astronautas americanos desde el
espacio, por muchas expediciones y recientemente una
china y tan importante como todo esto es que desde
siempre los moradores de zonas cercanas saben que
está allí -ahora se quebró en dos y una de las partes
cayo al abismo-. Y según el relato bíblico desde ese
lugar se repobló de nuevo toda la tierra con la raza
adámica a través de los hijos de Noé: Cam, Jafet y Sem.
Estamos entonces en el lugar desde donde surgió la
primera población de la raza adámica, y –luego del
Diluvio- la repoblación del planeta por las descendencia
de Noé “perfecto en sus generaciones” (Gen 6, 9).
Desde Armenia, que fue la primera nación en
convertirse al cristianismo, se divisa y venera el Monte
Ararat que actualmente queda del otro lado de la
frontera, en Turquía. Y los armenios dicen ser
descendientes directos de Jafet, según tradiciones
milenarias. Y si seguimos visitando esta región (de
Armenia) vamos a sumar un monumento megalítico de
edad similar a Gobekli Tepe ‘que no debería existir’
según las hipótesis de la prehistoria corriente. Es el
llamado Karer Zorats. Leemos:

“En 2004 el sitio fue nombrado oficialmente


Karahunj -que quiere decir ‘Observatorio’- por
decreto parlamentario (armenio). Ha habido varias
expediciones de investigación para estudiar el karer
Zorats… La investigación más extensa ha sido
llevada a cabo por París Herouni… de Biurakan
Observatorio.

Y dice Herouni que este sitio era "un templo con un


gran observatorio…", unos miles de años más antiguo
que Stonehenge. La característica de este observatorio
megalítico son unas piedras con perforaciones desde
las cuales supuestamente se podrían distinguir distintas
alineaciones o astros en el firmamento de entonces.
Esta es una vista de una de ellas:

Y en ese yacimiento se encuentran además piedras


talladas con diversas imágenes y pictogramas que
hacen suponer que habría más actividades vinculadas
con el. De modo que este sería el primer observatorio
astronómico de la historia –también-. Sumémoslo a lo
anterior y veamos que en esa región están los inicios de
todo comenzando por el lugar en donde estuvo el
Jardín del Edén.

Pero hay más, de allí vinieron los ancestros de las


culturas que florecieron en la parte inferior del curso
del Tigris y el Éufrates. Estas son las llanuras de la
Mesopotamia en donde se nos dijo que ‘comienza’ la
historia conocida. Pero no estábamos informados de
que en las alturas de los Montes Zagros -en su
encuentro con los Montes Tauro- hay vestigios de
asentamientos cuya antigüedad las supera en milenios.
Y si hoy se contara completo el relato de los inicios de
la civilización o de la andadura del hombre/criatura de
Dios/Elohim sobre la tierra se comprobaría -como
siempre- la autenticidad de la Biblia.
Claro que esto es algo muy poco confortable para la
cultura políticamente correcta actual que ejerce una
feroz dictadura del conocimiento en nuestros centros
educativos.

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www.reyjusticianuestra.com

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