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L’OSSERVATORE ROMANO
EDICIÓN SEMANAL EN LENGUA ESPAÑOLA
Unicuique suum Non praevalebunt
Año XLV, número 7 (2.302) Ciudad del Vaticano 17 de febrero de 2013

El anuncio al término del Consistorio ordinario público el 11 de febrero

Benedicto XVI deja el pontificado

Sede vacante a partir de las 20 horas del próximo 28 de febrero
Publicamos la traducción del latín de las palabras con las que Benedicto
XVI, al término del Consistorio ordinario público celebrado el lunes 11 de

El futuro febrero por la mañana, en la sala del Consistorio del palacio apostólico,
anunció la decisión de renunciar al ministerio de Obispo de Roma.
de Dios
Queridísimos hermanos: libertad, declaro que renuncio al
ministerio de Obispo de Roma,
GIOVANNI MARIA VIAN Os he convocado a este Con-
Sucesor de San Pedro, que me
sistorio, no sólo para las tres cau-
s un acontecimiento sin fue confiado por medio de los

E precedentes, y conse-
cuentemente ha dado
enseguida la vuelta al mundo:
sas de canonización, sino también
para comunicaros una decisión de
gran importancia para la vida de
la Iglesia. Después de haber exa-
Cardenales el 19 de abril de 2005,
de forma que, desde el 28 de fe-
brero de 2013, a las 20.00 horas,
se trata de la renuncia de Be- la sede de Roma, la sede de San
minado ante Dios reiteradamente
nedicto XVI al papado. Como Pedro, quedará vacante y deberá
el propio Pontífice ha anuncia- mi conciencia, he llegado a la cer-
ser convocado, por medio de
do con sencilla solemnidad a teza de que, por la edad avanza-
quien tiene competencias, el cón-
un grupo de cardenales, desde da, ya no tengo fuerzas para ejer-
clave para la elección del nuevo
la tarde del 28 de febrero la se- cer adecuadamente el ministerio
Sumo Pontífice.
de episcopal de Roma estará petrino. Soy muy consciente de
que este ministerio, por su natu- Queridísimos hermanos, os doy
vacante e inmediatamente des-
raleza espiritual, debe ser llevado las gracias de corazón por todo el
pués se convocará el cónclave
a cabo no únicamente con obras amor y el trabajo con que habéis
para elegir al sucesor del após-
tol Pedro. Así se especifica en y palabras, sino también y en no llevado junto a mí el peso de mi
el breve texto que el Papa ha menor grado sufriendo y rezando. ministerio, y pido perdón por to-
redactado directamente en la- Sin embargo, en el mundo de dos mis defectos. Ahora, confia-
tín y que ha leído en el consis- hoy, sujeto a rápidas transforma- mos la Iglesia al cuidado de su
torio. ciones y sacudido por cuestiones Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesu-
La decisión del Pontífice se de gran relieve para la vida de la cristo, y suplicamos a María, su
tomó hace muchos meses, tras fe, para gobernar la barca de san Santa Madre, que asista con su
el viaje a México y Cuba, y Pedro y anunciar el Evangelio, es materna bondad a los Padres Car-
con una reserva que nadie pu- necesario también el vigor tanto denales al elegir el nuevo Sumo
do romper, después de «haber del cuerpo como del espíritu, vi- Pontífice. Por lo que a mi respec-
examinado ante Dios reiterada- gor que, en los últimos meses, ha ta, también en el futuro, quisiera
mente» la propia conciencia disminuido en mí de tal forma servir de todo corazón a la Santa
(conscientia mea iterum atque que he de reconocer mi incapaci- Iglesia de Dios con una vida de-
iterum coram Deo explorata), a dad para ejercer bien el ministerio dicada a la plegaria.
causa de la avanzada edad. Be- que me fue encomendado. Por es-
nedicto XVI ha explicado, con Vaticano, 10 de febrero de 2013
to, siendo muy consciente de la
la claridad propia de él, que DECLARACIÓN EN LATÍN, PÁGINA 7 seriedad de este acto, con plena BENEDICTUS PP. XVI
sus fuerzas «no están en con-
diciones para ejercer adecuada-
mente» la enorme tarea que se
pide a quien es elegido «para
gobernar la barca de san Pedro El Pontífice celebra en San Pedro la misa del miércoles de Ceniza
y anunciar el Evangelio».
Por esto, y sólo por esto, el
Romano Pontífice, «muy cons-
Volver a Dios para superar rivalidades y divisiones
ciente de la seriedad de este
acto, con plena libertad» (bene
conscius ponderis huius actus
plena libertate) renuncia al mi-
nisterio de obispo de Roma
que le fue encomendado el 19
de abril de 2005. Y las pala-
bras que Benedicto XVI ha ele-
gido indican de modo transpa-
rente el respeto de las condi-
ciones previstas por el derecho
canónico para la dimisión de
un encargo sin igual en el
mundo dado su peso real y la
importancia espiritual.
Es de sobra sabido que el
cardenal Ratzinger no buscó
de modo alguno la elección al
pontificado, una de las más rá-
pidas de la historia, y que la
aceptó con la sencillez propia

SIGUE EN LA PÁGINA 2 PÁGINAS 8 Y 9

página 2
En las palabras del cardenal decano Angelo Sodano el agradecimiento y la cercanía espiritual de la Iglesia
El anuncio inesperado
en la sala del Consistorio
Desconcierto, sorpresa, estupor, con-
moción ante las palabras de Bene-
dicto XVI, quien comunicó su deci-
sión de «renunciar al ministerio de
obispo de Roma». Sentimientos que
se dibujan en los rostros de los car-
denales y prelados —reunidos en
Consistorio ordinario público el lu-
nes 11 de febrero por la mañana, en
la sala del Consistorio del palacio
apostólico— que han escu-
chado de labios del Papa el
inesperado anuncio.
Las miradas de todos se
cruzaron, un leve rumor se
alzó en la sala y la estupe-
facción se transformó en
disgusto. Pero después de
los primeros momentos de
desconcierto se abrió paso
en los presentes —entre
ellos también los ceremo-
nieros pontificios, los repre-
sentantes de las postulacio-
nes, los cantores de la Ca-
pilla Sixtina, los sediarios
pontificios y los asistentes
técnicos— el reconocimien-
to unánime de que el gesto realiza-
do por el Pontífice es un extraordi-
nario gesto de humildad.
Una decisión que llegó por sor-
presa a todos. Y que el Pontífice
—acompañado por los arzobispos
Georg Gänswein, prefecto de la Ca-
sa Pontificia, y Guido Pozzo, limos-
nero, por los monseñores Leonardo
Sapienza, regente de la Prefectura
de la Casa pontificia, y Alfred Xue-
reb, de la Secretaría particular— qui-
so comunicar personalmente cuan-
do, terminada la celebración de la
Hora media y después del anuncio
relativo a que el 12 de mayo tendrán
lugar las tres canonizaciones previs-
tas en el orden del día del Consisto-
rio, leyó el texto en latín de la De-
claratio escrita de su propio puño y
letra. Hablando con voz firme y se-
rena, mientras los presentes le escu-
chaban en un silencio casi irreal, ex-
plicó las razones de su elección, rea-
lizada «con plena libertad» y «des-
pués de haber examinado ante Dios
reiteradamente mi conciencia».
De un momento de oración y de
alegría, la atmósfera se transformó
en tristeza. De ello se hizo portavoz
el cardenal Angelo Sodano, decano
del Colegio cardenalicio, quien in-
mediatamente tomó la palabra en
nombre de todos los purpurados.
«Santidad, amado y venerado suce-
sor de Pedro, como un relámpago
en el cielo sereno —dijo— ha resona-
do en esta aula su conmovido men-
saje. Le hemos escuchado con senti-
miento de estupor, casi del todo in-
crédulos. En sus palabras hemos
percibido el gran afecto que usted
siempre ha tenido por la santa Igle-
sia de Dios, por esta Iglesia que us-
ted tanto ha amado».
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TIPO GRAFIA VATICANA EDITRICE «L’OSSERVATORE ROMANO»
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«Permítame que le diga —añadió—
en nombre de este cenáculo apostó-
lico, del Colegio cardenalicio, en
nombre de estos queridos colabora-
dores suyos, permita que le diga que
le estamos más cerca que nunca, co-
mo lo hemos estado en estos lumi-
nosos ocho años de su pontificado».
El cardenal recordó además que el
19 de abril de 2005, al término del
cónclave, fue él mismo quien pidió
«con voz también temblorosa» al
nuevo Papa: «¿Aceptas tu elección
canónica como Sumo Pontífice?». Y
«usted —siguió— no tardó, si bien
con trepidación, en responder di-
ciendo que aceptaba confiando en la
gracia del Señor y en la materna in-
tercesión de María, Madre de la
Iglesia. Como María, aquel día us-
ted dijo su “sí” e inició su luminoso
pontificado en la línea de la conti-
El futuro de Dios
VIENE DE LA PÁGINA 1
de quien verdaderamente confía su
vida a Dios. Por ello Benedicto
XVI nunca se ha sentido solo, en
una relación auténtica y cotidiana
con quien amorosamente gobierna
la vida de cada ser humano y en la
realidad de la comunión de los
santos, sostenido por el amor y
por el trabajo (amore et labore) de
los colaboradores, y apoyado por
la oración y por la simpatía de mu-
chísimas personas, creyentes y no
creyentes.
En esta luz hay que leer también
la renuncia al pontificado, libre y
sobre todo confiada en la provi-
dencia de Dios. Benedicto XVI sa-
be bien que el servicio papal, «por
su naturaleza espiritual», puede ser
llevado a cabo también «sufriendo
y rezando», pero subraya que «en
el mundo de hoy, sujeto a rápidas
transformaciones y sacudido por
cuestiones de gran relieve para la
GIOVANNI MARIA VIAN
director
Carlo Di Cicco
subdirector
Marta Lago
redactor jefe de la edición
don Sergio Pellini S.D.B.
director general
domingo 17 de febrero de 2013, número 7
La ceremonia oficial
para las canonizaciones
Nuevos santos
el 12 de mayo
nuidad con sus 265 predecesores en Benedicto XVI celebró en la maña-
la cátedra de Pedro, el humilde pes- na del lunes 11 de febrero, en el
cador de Galilea, hasta los grandes palacio apostólico, el Consistorio
papas del siglo pasado, desde san ordinario público para la canoni-
Pío X al beato Juan Pablo II». zación de los beatos Antonio Pri-
El purpurado aseguró a Benedicto maldo y compañeros, mártires;
XVI que «antes del 28 de febrero, Laura de Santa Catalina de Siena
como usted ha dicho, día en que de- Montoya y Upegui, fundadora de
sea poner fin a su servicio pontifical la congregación de las Misioneras
llevado a cabo con tanto amor, con de María Inmaculada y Santa Ca-
tanta humildad, antes del talina de Siena; y María Guadalu-
28 de febrero podremos ex- pe García Zavala, cofundadora de
presarle mejor nuestros sen- las Siervas de Santa Margarita
timientos. Así harán mu- María y de los Pobres.
chos pastores y fieles dise- El Papa llegó hacia las 11 horas
minados por el mundo, así a la sala del Consistorio, donde
harán muchos hombres de estaban reunidos 51 cardenales, y
buena voluntad, junto a las ocupó su lugar en la Cátedra. Al
autoridades de tantos paí- comienzo de la celebración de la
ses». También se hizo refe- «Hora Sexta» introdujo breve-
rencia a los próximos com- mente los argumentos en cuestión.
promisos del Pontífice. Fue seguido por el canto de los
«Todavía este mes tendre- salmos 18B y 7 y finalizado con la
mos la alegría de oír su voz proclamación de la Lectio brevis to-
de pastor, ya el miércoles mada de la carta de Santiago (1,
de Ceniza, después el jue- 19B-20.26). Le correspondió enton-
ves con el clero de Roma, ces al cardenal Angelo Amato,
en los Ángelus de estos do- prefecto de la Congregación para
las causas de los santos, la perora-
mingos, en las audiencias de los
ción de las tres causas de canoni-
miércoles. Así que habrá muchas
zación. El Pontífice pidió a los
ocasiones de oír aún su voz pater-
cardenales —entre ellos Angelo So-
na». Su misión —concluyó— «conti-
dano, decano del Colegio cardena-
nuará, sin embargo. Usted ha dicho
licio, y Tarcisio Bertone, secretario
que estará siempre cerca con su tes- de Estado— y a los obispos pre-
timonio, con su oración. Ciertamen- sentes —entre ellos los arzobispos
te, las estrellas del cielo seguirán Angelo Becciu, sustituto de la Se-
siempre brillando y así brillará siem- cretaría de Estado, y Dominique
pre entre nosotros la estrella de su Mamberti, secretario para las Re-
pontificado. Estamos cerca de usted, laciones con los Estados— el pare-
Padre Santo; bendíganos». cer sobre las tres canonizaciones
propuestas. Benedicto XVI, duran-
te la Perpensio votorum de propositis
Canonizationibus, dirigió a los pre-
sentes la pregunta ritual: «Cum
autem de re maximi momenti aga-
tur, antequam consilium certum et
vida de la fe», para un Papa «es definitivum capiatur et statuantur
dies quibus iidem Beati in Sancto-
necesario también el vigor tanto
rum album adscribantur, si quis
del cuerpo como del espíritu», vi-
vestrum opportunum exsistimet
gor que en él naturalmente va dis-
aliquid addere, fidenter manifesta-
minuyendo.
re velit quid sentiat», al final de la
En las palabras dirigidas a los
cual decidió inscribir en el libro
cardenales, primero sorprendidos y
de los santos a los beatos Primal-
después conmovidos, y con su de-
do y compañeros, y a las beatas
cisión sin precedentes históricos
Montoya y Upegui y García Zava-
comparables, Benedicto XVI de-
la. La fecha establecida para la ca-
muestra una lucidez y una humil-
nonización es el 12 de mayo.
dad que es ante todo, como expli-
Luego el Papa dirigió la oración
có una vez, adhesión a la realidad, por la Iglesia, invocando la pre-
a la tierra (humus). Así, al no sen- sencia de la Trinidad en la vida
tirse ya capaz de «ejercer bien» el del pueblo de Dios. La triple in-
ministerio que se le ha encomenda- vocación terminó con el canto del
do, ha anunciado su renuncia. Con Pater noster.
una decisión humana y espiritual- El Pontífice finalmente impartió
mente ejemplar, en la madurez ple- la bendición apostólica a los pre-
na de un pontificado que, desde su sentes. Después, el Maestro de las
inicio y durante casi ocho años, ceremonias litúrgicas pontificias,
día tras día, no ha dejado de sor- monseñor Guido Marini, invitó a
prender y dejará una huella pro- monseñor Leonardo Sapienza,
funda en la historia. Esa historia protonotario apostólico, a redactar
que el Papa lee con confianza en el el instrumento público ad perpe-
signo del futuro de Dios. tuam rei memoriam.
Redacción
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número 7, domingo 17 de febrero de 2013 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

Lectio divina de Benedicto XVI en el Pontificio Seminario Romano Mayor

El futuro es de Dios
«El árbol de la Iglesia no es un árbol moribundo, sino el árbol que crece siempre Esto quiere decir: la voz de Cristo Luego me parece también impor-
de nuevo». Benedicto XVI lanzó este mensaje de esperanza a los formadores y reune todas las aguas del mundo, tante que en esta conclusión de la
alumnos del Pontificio Seminario Romano Mayor, al que acudió en visita el lleva en sí todas las aguas vivas que Carta se nombren a Silvano y a
viernes 8 de febrero, por la tarde, como es tradición en la fiesta de la Virgen de dan vida al mundo. Es Persona, pe- Marcos, dos personas que pertene-
la Confianza. «Como cristianos tenemos el futuro: el futuro es nuestro, el futuro ro precisamente ésta es la grandeza cen también a las amistades de san
es de Dios», subrayó en la Lectio divina que pronunció, cuya traducción ofrecemos. del Señor, que lleva en sí todo el río Pablo. De este modo, a través de esa
del Antiguo Testamento, es más, de conclusión, los mundos de san Pe-
la sabiduría de los pueblos. Y cuan- dro y de san Pablo van juntos: no es
Eminencia, queridos hermanos en el ser el griego de un pescador del La-
to se dice aquí sobre el Señor vale, una teología exclusivamente petrina
episcopado y en el sacerdocio, queri- go de Galilea. Y no sólo el lenguaje,
en otro modo, también para el após- contra una teología paulina, sino
dos amigos: la estructura de la lengua es óptima,
tol, que no quiere decir sólo una pa- que es una teología de la Iglesia, de
sino también el pensamiento es ya
Cada año es para mí una gran ale- bastante maduro, pues existen ya labra suya, sino que lleva en sí real- la fe de la Iglesia, donde —cierta-
gría estar aquí con vosotros, ver a fórmulas concretas en la cuales se mente las aguas de la fe, las aguas mente— hay diversidad de tempera-
tantos jóvenes que caminan hacia el condensa la fe y la reflexión de la de toda la Iglesia; y justamente de mento, de pensamiento, de estilo al
sacerdocio, que están atentos a la Iglesia. Por lo tanto, ellos dicen: se este modo da fertilidad, da fecundi- hablar entre Pablo y Pedro. Es un
voz del Señor, que quieren seguir es- trata de un estado de desarrollo que dad, y precisamente así es un testigo bien, también hoy, que existan tales
ta voz y buscan el camino para ser- no puede ser el de Pedro. ¿Cómo personal que se abre al Señor, y se diversidades, diversos carismas, di-
vir al Señor en este tiempo nuestro. responder? Hay dos posiciones im- convierte en alguien abierto y versos temperamentos, que sin em-
Hemos escuchado tres versículos portantes: primero, Pedro mismo amplio. Por lo tanto, esto es impor-
de la Primera Carta de San Pedro —es decir, la Carta— nos da una cla- tante. SIGUE EN LA PÁGINA 4
(cf. 1, 3-5). Antes de entrar
en este texto, me parece im-
portante estar atentos preci-
samente al hecho de que es
Pedro quien habla. Las dos
primeras palabras de la Car-
ta son «Petrus apostolus» (cf.
v. 1): él habla, y habla a las
Iglesias en Asia y llama a los
fieles «elegidos y extranjeros
en la diáspora» (ibidem). Re-
flexionemos un poco sobre
esto. Es Pedro quien habla, y
habla —como se escucha al
final de la Carta— desde Ro-
ma, a la que ha llamado
«Babilonia» (cf. 5, 13). Pedro
habla: es casi una primera
encíclica, con la cual el pri-
mer apóstol, vicario de Cristo, habla ve de por qué al final del Escrito di-
a la Iglesia de todos los tiempos. ce: «Os escribo por medio de Silva-
Pedro, apóstol. Habla entonces no —dia Silvano». Este por medio
aquél que encontró en Cristo Jesús [dia] puede significar cosas diversas:
Es Pedro quien habla
al Mesías de Dios, que habló el pri- puede significar que él [Silvano]
mero en nombre de la Iglesia futura: transporta, transmite; puede querer GIOVANNI MARIA VIAN ma muestra su destino y el de la
«Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios decir que él ayudó en la redacción; comunidad cristiana, en todo tiem-
vivo» (cf. Mt 16, 16). Habla aquél que él realmente era el escritor prác- na vez más Benedicto XVI, po. Destino que desde siempre ha
que nos ha introducido en esta fe. tico. En todo caso, podemos con-
Habla aquél a quien dijo el Señor: : cluir que la Carta misma nos indica
«Te entrego las llaves del reino de que Pedro no escribió solo esta Car-
U improvisando durante casi
media hora, ha hablado del
ser cristianos. El punto de partida
comprendido el martirio, el cual
—observó significativamente Bene-
dicto XVI— «puede tener formas
los cielos» (cf. Jn 16, 19), a quien ta, sino que expresa la fe de una fue el comienzo de la primera carta muy distintas», en un grupo que
confió su rebaño después de la Re- Iglesia que ya está en camino de fe, de Pedro, «casi una primera encí- hoy es el más perseguido, pues no
surrección, dicién- en una fe cada vez clica», texto sobre el que el obispo es conformista. Una minoría con
dole tres veces: más madura. No es- de Roma reflexionó ante sus semi- una «gran historia» y que sin em-
«Apacienta mi reba- Pedro, al venir a cribe solo, como in- naristas. Según la praxis antigua de bargo lleva en sí el destino de la
ño, mis ovejas» (cf. dividuo aislado, es- la meditación sobre la Escritura dispersión en este mundo, del ser
Roma, va hacia la inspirada por Dios (lectio divina) y
Jn 21, 15-17). Habla cribe con la ayuda siempre extranjeros.
también el hombre Cruz; nos invita a de la Iglesia, de las con palabras que tocan el corazón Con lenguaje bíblico y como un
que cayó, que negó personas que ayu- e interpelan la razón. Y gracias a antiguo autor, el Papa supo descri-
aceptar el aspecto una reflexión riquísima e impresio-
a Jesús y que tuvo dan a profundizar la bir con imágenes sugestivas y au-
la gracia de contem- martiriológico del fe, a entrar en la
nante sobre el destino de quien es- ténticas «el árbol de la Iglesia»,
tá llamado a presidir la comunión que no está moribundo, sino que
plar la mirada de cristianismo, que puede profundidad de su
católica, pero también de la Iglesia
Jesús, de ser tocado pensamiento, razo- «crece siempre de nuevo». De he-
en su corazón y de tener formas muy nabilidad y profun-
y de cada cristiano. cho Benedicto XVI sabe —muchas
Quien habla es Pedro, el primero
haber encontrado el distintas. Nadie puede didad. Y esto es veces lo ha dicho y lo experimenta,
de los apóstoles, que reconoció en
perdón y una reno- muy importante: no como cada cristiano— que «la Igle-
ser cristiano sin seguir el maestro de Nazaret al ungido de
vación de su misión. habla Pedro como sia muere a causa de los pecados
Dios, al Cristo. Así que un hombre
Pero es sobre todo al Crucificado individuo, habla ex lleno del «deseo de Dios», pero de los hombres», pero al mismo
importante que este persona Ecclesiae, ha- también pecador. Como siempre, y tiempo es «el árbol de Dios» y
hombre, lleno de bla como hombre como antiguo profesor habituado a porta en ella la verdadera herencia
pasión, de deseo de Dios, de deseo de la Iglesia, ciertamente como per- afrontar cualquier dificultad, el Pa- que permanece.
del reino de Dios, del Mesías, que sona, con su responsabilidad perso- pa no ignoró las objeciones sobre Por esto el Papa ha repetido con
este hombre que encontró a Jesús, el nal, pero también como persona que la autenticidad del texto. Con finu- fuerza la palabra de Juan XXIII,
Señor y el Mesías, es también el habla en nombre de la Iglesia: no ra y plena plausibilidad histórica medio siglo después de la apertura
hombre que pecó, que cayó, y sin sólo ideas privadas, no como un ge- las resolvió subrayando que la carta del concilio y desmintiendo otra
embargo permaneció bajo la mirada nio del siglo XIX que quería expresar expresa la fe de la Iglesia, porque vez a quien se obstina en tacharlo
del Señor y así permaneció el res- sólo ideas personales, originales, que en nombre de ella (ex persona eccle- de pesimista: no hay que dejarse
ponsable de la Iglesia de Dios, en- nadie habría podido decir antes. No. siae) el autor dicta sus palabras, y impresionar por los «profetas de
cargado por Cristo, portador de su No habla como genio individualista, no —añadió con un punto de iro- desventuras», porque la Iglesia no
amor. sino que habla precisamente en la nía— como un genio del siglo XIX . muere, sino que siempre se renueva
Habla Pedro el apóstol, pero los comunión de la Iglesia. En el Apo- En el centro de la meditación y renace (semper reformanda). En
exegetas nos dicen: no es posible calipsis, en la visión inicial de Cristo del sucesor de Pedro está la Iglesia un proceso de purificación que de-
que esta carta sea de Pedro, porque se dice que la voz de Cristo es la de Cristo. Y precisamente el cami- sea la curación y mira hacia el fu-
el griego es tan bueno que no puede voz de muchas aguas (cf. Ap 1, 15). no del apóstol de Jerusalén a Ro- turo de Dios.
página 4 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 17 de febrero de 2013, número 7

responsables de los demás y, precisa-

El futuro es de Dios mente así, dando fuerza al bien en
nuestro mundo.
Llegamos finalmente a los tres
VIENE DE LA PÁGINA 3 aspecto martiriológico del cristianis- ce que vale la pena reflexionar mu- versículos de hoy. Quisiera sólo su-
mo, que puede tener formas muy chas veces sobre esto, y volver a en- brayar, o digamos interpretar un po-
bargo no son contrastantes y se distintas. Y la cruz puede tener for- trar en este hecho de su elección: me co, por lo que puedo, tres palabras:
unen en la fe común. mas muy distintas, pero nadie puede eligió, me quiso; ahora yo respondo. la palabra regenerados, la palabra he-
Quisiera decir otra cosa: san Pe- ser cristiano sin seguir al Crucifica- Tal vez hoy nos tienta decir: no rencia y la palabra custodiados por la
dro escribe desde Roma. Es impor- do, sin aceptar incluso el momento queremos estar contentos por haber fe. Regenerados —anaghennesas, dice el
tante: aquí ya tenemos al Obispo de martiriológico. sido elegidos, sería triunfalismo. texto griego— quiere decir: ser cris-
Roma, tenemos el inicio de la suce- Después de estas palabras sobre el Triunfalismo sería si nosotros pensá- tiano no es simplemente una deci-
sión, tenemos ya el inicio del prima- remitente, unas breves palabras tam- ramos que Dios me eligió porque sión de mi voluntad, una idea mía;
do concreto situado en Roma, no bién sobre las personas a las cuales soy grande. Esto sería realmente yo veo un grupo que me gusta, me
sólo entregado por el Señor, sino escribió. He dicho ya que san Pedro triunfalismo equivocado. Pero estar hago miembro de este grupo, com-
ubicado aquí, en esta ciudad, en esta define a aquellos a quienes escribe contentos porque Dios me ha queri- parto sus objetivos, etc. No: ser cris-
capital del mundo. ¿Cómo llegó Pe- con las palabras «eklektois parepide- do no es triunfalismo, es gratitud. tiano no es entrar en un grupo para
dro a Roma? Esta es una pregunta mois», «a los elegidos que son ex- Pienso que debemos volver a apren- hacer algo, no es un acto sólo de mi
seria. Los Hechos de los Apóstoles nostranjeros en la diáspora» (cf. 1 P 1, der esta alegría: Dios ha querido que voluntad, no primariamente de mi
relatan que, tras la fuga de la cárcel1). Tenemos nuevamente esta para- yo nazca así, en una familia católica, voluntad, de mi razón: es un acto de
de Herodes, fue a otro lugar (cf. 12, doja de gloria y cruz: elegidos, pero que haya conocido desde el comien- Dios. Regenerado no concierne sólo al
17) —eis eteron topon—, no se sabe a dispersos y extranjeros. Elegidos: este zo a Jesús. ¡Qué gran don ser ama- ámbito de la voluntad, del pensar, si-
qué otro lugar; algunos dicen Antio- era el título de gloria de Israel: no- do por Dios, de tal modo que he no del ser. He renacido: esto quiere
quía, otros dicen Roma. En todo ca- sotros somos los elegidos, Dios eli- podido conocer su rostro, he podido decir que llegar a ser cristiano es so-
so, en este capítulo, se dice también gió a este pequeño pueblo no por- conocer a Jesucristo, el rostro huma- bre todo pasivo; yo no puedo hacer-
que, antes de huir, no de Dios, la historia
confió la Iglesia ju- humana de Dios en es-
deo-cristiana, la Igle- te mundo! Estar ale- El futuro es realmente de Dios: es la gran
sia de Jerusalén, a gres porque me ha ele- certeza de nuestra vida, el verdadero
Santiago; y, confián- gido para ser católico,
dola a Santiago, él para estar en esta Igle- optimismo. La Iglesia es el árbol de Dios
permanece sin embar- sia suya, donde subsistit que vive eternamente y lleva la auténtica
go Primado de la Ecclesia unica; debemos
Iglesia universal, de estar alegres porque
herencia: la vida eterna
la Iglesia de los paga- Dios me ha dado esta
nos, pero también de gracia, esta belleza de conocer la me cristiano, sino que me hacen rena-
la Iglesia judeo-cris- plenitud de la verdad de Dios, la cer, el Señor me rehace en la profun-
tiana. Y aquí en Ro- alegría de su amor. didad de mi ser. Y yo entro en este
ma encontró una
gran comunidad ju- Elegidos: una palabra de privilegio proceso del renacer, me dejo transfor-
deo-cristiana. Los li- y de humildad al mismo tiempo. Pe- mar, renovar, regenerar. Esto me pa-
turgistas nos dicen ro «elegidos» —como decía— está rece muy importante: como cristiano
que en el Canon ro- acompañado de «parapidemois», dis- no me hago sólo una idea mía que
mano hay rastros de persos, extranjeros. Como cristianos comparto con otros, y si dejan de
un lenguaje típica- estamos dispersos y somos extranje- gustarme puedo salir. No: concierne
mente judeo-cristiano. ros: vemos que hoy en el mundo los precisamente a la profundidad del
De este modo vemos cristianos son el grupo más perse- ser, es decir, llegar a ser cristiano co-
que en Roma se en- guido porque no son conformistas, mienza con una acción de Dios, so-
cuentran ambas par- porque es un estímulo, porque están bre todo una acción suya, y yo me
tes de la Iglesia: la contra las tendencias del egoísmo, del dejo formar y transformar.
judeo-cristiana y la materialismo, de todas estas cosas. Me parece que es materia de refle-
pagano-cristiana, uni- Ciertamente los cristianos no son xión, precisamente en un año en el
das, expresión de la sólo extranjeros; somos también na- que reflexionamos sobre los Sacra-
Iglesia universal. Para ciones cristianas, estamos orgullosos mentos de la iniciación cristiana, me-
Pedro, ciertamente, el paso de Jesu- que somos grandes —dice el Deutero- de haber contribuido a la formación ditar esto: este pasivo y activo pro-
ralén a Roma es el paso a la univer- nomio— sino porque Él nos ama (cf. de la cultura. Hay un sano patriotis- fundo del ser regenerado, del devenir
salidad de la Iglesia, el paso a la 7, 7-8). Somos elegidos: esto, ahora mo, una sana alegría de pertenecer a de toda una vida cristiana, del dejar-
Iglesia de los paganos y de todos los san Pedro lo traslada a todos los una nación que tiene una gran histo- me transformar por su Palabra, por
tiempos, a la Iglesia siempre tam- bautizados, y el contenido propio de ria de cultura, de fe. Pero, como la comunión de la Iglesia, por la vi-
bién de los judíos. Y pienso que, vi- los primeros capítulos de su Primera cristianos, somos también siempre da de la Iglesia, por los signos con
niendo a Roma, san Pedro no sólo Carta es que los bautizados entran extranjeros, —la historia de Abrahán, los que el Señor trabaja en mí, traba-
pensó en este paso: Jerusalén/Roma, en los privilegios de Israel, son el descrita en la Carta a los Hebreos. ja conmigo y para mí. Y renacer, ser
Iglesia judeo-cristiana/Iglesia univer- nuevo Israel. Elegidos: me parece Somos, como cristianos, precisamen- regenerados, indica también que en-
sal. Ciertamente se acordó también que vale la pena reflexionar sobre te hoy, siempre también extranjeros. tro en una nueva familia: Dios, mi
de las últimas palabras de Jesús diri- esta palabra. Somos elegidos. Dios En los lugares de trabajo los cristia- Padre; la Iglesia, mi Madre; los de-
gidas a él, recogidas nos son una minoría, se encuentran más cristianos, mis hermanos y her-
por san Juan: «Al fi- en una situación de extrañeza; asom- manas. Ser regenerados, dejarse rege-
nal, tú irás adonde no Estar contentos porque Dios nos ha bra que uno hoy pueda aún creer y nerar implica, por lo tanto, dejarse
quieras ir. Te ceñirán, elegido, nos ha amado, no es triunfalismo, vivir así. Esto pertenece también a voluntariamente introducir en esta
extenderán tus manos» nuestra vida: es la forma de ser con familia, vivir para Dios Padre y des-
(cf. Jn 21, 18). Es una es gratitud. «Elegidos» es una palabra Cristo Crucificado; este ser extranje- de Dios Padre, vivir desde la comu-
profecía de la crucifi- de privilegio y de humildad a la vez ros, viviendo no según el mundo en nión con Cristo su Hijo, que me re-
xión. Los filólogos nos el que viven todos, sino viviendo —o genera mediante su Resurrección, co-
muestran que es una tratando al menos de vivir— según mo dice la Carta (cf. 1 P 1, 3), vivir
expresión precisa, técnica, este «ex- nos conoce desde siempre, antes de su Palabra, en una gran diversidad con la Iglesia dejándome formar por
tender las manos», para la crucifi- nuestro nacimiento, de nuestra con- respecto a lo que dicen todos. Y la Iglesia en muchos sentidos, en
xión. San Pedro sabía que su final cepción; Dios me quiso cristiano, ca- precisamente esto es característico tantos caminos, y estar abierto a mis
sería el martirio, que habría sido la tólico, me quiso sacerdote. Dios ha para los cristianos. Todos dicen: hermanos, reconocer en los demás
cruz. Y así, se encontrará en el com- pensado en mí, me ha buscado a mí «Pero todos hacen así, ¿por qué yo realmente a mis hermanos, que junto
pleto seguimiento de Cristo. Por lo entre millones, entre muchos, me ha no?». No, yo no, porque quiero vivir a mí son regenerados, transformados,
tanto, al venir a Roma fue cierta- visto y ha elegido, no por mis méri- según Dios. San Agustín dijo una renovados; uno lleva la responsabili-
mente también al martirio: en Babi- tos que no existían, sino por su bon- vez: «Los cristianos son aquellos que dad por el otro. Una responsabili-
lonia lo esperaba el martirio. Por lo dad. Ha querido que yo sea porta- no tienen las raíces hacia abajo co- dad, por lo tanto, del Bautismo, que
tanto, el primado tiene este conteni- dor de su elección, que es siempre mo los árboles, sino que tienen las es un proceso de toda una vida.
do de la universalidad, pero también también misión, sobre todo misión, raíces hacia arriba, y viven esta gra- Segunda palabra: herencia. Es una
un contenido martiriológico. Desde y responsabilidad por los demás. vitación no en la gravitación natural palabra muy importante en el Anti-
el comienzo, Roma es también lugar Elegidos: debemos estar agradecidos hacia abajo». Roguemos al Señor guo Testamento, donde se dice a
del martirio. Pedro, al venir a Roma, y alegres por este hecho. Dios ha para que nos ayude a aceptar esta Abrahán que su descendencia here-
acepta de nuevo esta palabra del Se- pensado en mí, me ha elegido como misión de vivir, en cierto sentido, co- dará la tierra. Y esta fue siempre la
ñor: va hacia la Cruz; y nos invita a católico, a mí como portador de su mo dispersos, como minoría; de vi-
que también nosotros aceptemos el Evangelio, como sacerdote. Me pare- vir como extranjeros y ser incluso SIGUE EN LA PÁGINA 5
número 7, domingo 17 de febrero de 2013
El Ángelus de Benedicto
Confiaron en Jesús
«La debilidad humana no debe causar
miedo si Dios llama». Fueron palabras
del Papa al introducir el Ángelus del
domingo 10 de febrero en la plaza de
San Pedro.
Queridos hermanos y hermanas:
En la liturgia de hoy, el Evangelio
según san Lucas presenta el relato
de la llamada de los primeros discí-
pulos, con una versión original res-
pecto a los otros dos sinópticos: Ma-
teo y Marcos (cf. Mt 4, 18-22; Mc 1,
16-20). La llamada, en efecto, está
precedida por la enseñanza de Jesús
a la multitud y por una pesca mila-
grosa, realizada por voluntad del Se-
ñor (Lc 5, 1-6). De hecho, mientras
la muchedumbre se agolpa en la ori-
lla del lago de Genesaret para escu-
char a Jesús, Él ve a Simón desani-
mado por no haber pescado nada
durante toda la noche. En primer
lugar le pregunta si puede subir a la
barca para predicar a la gente, ya
que estaba a poca distancia de la
orilla. Después, terminada la predi-
cación, le pide que se dirija mar
adentro con sus compañeros y que
eche las redes (cf. v. 5). Simón obe-
dece, y pescan una cantidad increí-
ble de peces. De este modo, el evan-
gelista hace ver que los primeros dis-
cípulos siguieron a Jesús confiando
en Él, apoyándose en su Palabra,
acompañada también por signos
prodigiosos. Observamos que, antes
de este signo, Simón se dirige a Je-
sús llamándole «Maestro» (v. 5), y
después le llama «Señor» (v. 7). Es
la pedagogía de la llamada de Dios,
que no mira tanto la calidad de los
elegidos, sino su fe, como la de Si-
món que dice: «Por tu palabra,
echaré las redes» (v. 5).
La imagen de la pesca remite a la
misión de la Iglesia. Comenta al res-
El Papa al Pontificio Seminario Romano Mayor
VIENE DE LA PÁGINA 4
promesa para los suyos: Vosotros
tendréis la tierra, seréis herederos de
la tierra. En el Nuevo Testamento,
esta palabra se convierte en una pa-
labra para nosotros: nosotros somos
herederos, no de un deter-
minado país, sino de la
tierra de Dios, del futuro
de Dios. Herencia es una
cosa del futuro, y así esta
palabra dice sobre todo
que como cristianos tene-
mos el futuro: el futuro es
nuestro, el futuro es de
Dios. Y así, siendo cristia-
nos, sabemos que el futu-
ro es nuestro y el árbol de
la Iglesia no es un árbol
moribundo, sino el árbol
que crece siempre de nue-
vo. Por lo tanto, tenemos
motivo para no dejarnos
persuadir —como dijo el
Papa Juan XXIII— por los
profetas de desventuras, que dicen:
la Iglesia, bien, es un árbol nacido
del grano de mostaza, creció en dos
milenios, ahora tiene el tiempo tras
de sí, ahora es el tiempo en el cual
muere. No. La Iglesia se renueva
siempre, renace siempre. El futuro es
L’OSSERVATORE ROMANO
XVI en la plaza de San Pedro
pecto san Agustín: «Dos veces los
discípulos se pusieron a pescar por
orden del Señor: una vez antes de la
pasión y otra después de la resurrec-
ción. En las dos pescas está repre-
sentada toda la Iglesia: la Iglesia co-
mo es ahora y como será después de
la resurrección de los muertos. Aho-
ra acoge a una multitud imposible
de enumerar, que comprende a los
buenos y a los malos; después de la
resurrección comprenderá sólo a los
buenos» (Discurso 248, 1). La expe-
riencia de Pedro, ciertamente singu-
lar, también es representativa de la
llamada de todo apóstol del Evange-
lio, que jamás debe desanimarse al
anunciar a Cristo a todos los hom-
bres, hasta los confines del mundo.
Sin embargo, el texto de hoy hace
reflexionar sobre la vocación al sa-
cerdocio y a la vida consagrada. La
vocación es obra de Dios. El hom-
bre no es autor de su propia voca-
ción, sino que da respuesta a la pro-
puesta divina; y la debilidad huma-
na no debe causar miedo si Dios lla-
ma. Es necesario tener confianza en
su fuerza que actúa precisamente en
nuestra pobreza; es necesario confiar
cada vez más en el poder de su mi-
sericordia, que transforma y renueva.
Queridos hermanos y hermanas,
que esta Palabra de Dios reavive
también en nosotros y en nuestras
comunidades cristianas la valentía, la
confianza y el impulso para anunciar
y testimoniar el Evangelio. Que los
fracasos y las dificultades no induz-
can al desánimo: a nosotros nos co-
rresponde echar las redes con fe, el
Señor hace el resto. Confiamos tam-
bién en la intercesión de la Virgen
María, Reina de los Apóstoles. Ella,
bien consciente de su pequeñez, res-
pondió a la llamada del Señor con
total entrega: «Heme aquí». Con su
nuestro. Naturalmente, existe un fal-
so optimismo y un falso pesimismo.
Un falso pesimismo que dice: el
tiempo del cristianismo se acabó.
No: ¡comienza de nuevo! El falso
optimismo era el posterior al Conci-
lio, cuando los conventos cerraban,
los seminarios cerraban, y decían:
pero... nada, está todo bien... ¡No!
No está todo bien. Hay también caí-
das graves, peligrosas, y debemos re-
conocer con sano realismo que así
no funciona, no funciona donde se
hacen cosas equivocadas. Pero tam-
ayuda materna, renovemos nuestra
disponibilidad a seguir a Jesús,
Maestro y Señor.
Al término de la oración, el Pontífice
felicitó el año nuevo lunar a los
pueblos del Lejano Oriente y recordó la
Jornada mundial del enfermo.
Hoy, varios pueblos del Lejano
Oriente festejan el año nuevo lunar.
Paz, armonía y acción de gracias al
Cielo son los valores universales que
se celebran en esta feliz circunstan-
cia y todos los desean para construir
la propia familia, la sociedad y la
nación. Deseo que se puedan reali-
zar para esos pueblos las aspiracio-
nes de una vida feliz y próspera. En-
vío un saludo especial a los católicos
de esos países, a fin de que en este
Año de la fe se dejen guiar por la sa-
biduría de Cristo.
Mañana, memoria litúrgica de la
Virgen de Lourdes, tendrá lugar la
Jornada mundial del enfermo. La ce-
lebración solemne será en el santua-
rio mariano de Altötting, en Baviera.
Con la oración y el afecto estoy cer-
ca de todos los enfermos y me uno
espiritualmente a quienes se reunirán
en el santuario, particularmente que-
rido por mí. (italiano)
La Jornada mundial del enfermo
que se celebra mañana, nos invita a
estar cerca de las personas que su-
fren. Que con el afecto y el apoyo
que les damos puedan encontrar la
esperanza y la confianza en Dios
que les ama. Jesús nos ha pedido vi-
sitar a los enfermos, aprovechemos
el Año de la fe para profundizar en el
verdadero sentido de este gesto que
no separa la fe de la caridad. Que la
Virgen María, Nuestra Señora de
Lourdes, nos acompañe durante la
bién debemos estar seguros, al mis-
mo tiempo, de que si aquí y allá la
Iglesia muere por causa de los peca-
dos de los hombres, por causa de su
falta de fe, al mismo tiempo, nace
de nuevo. El futuro es realmente de
Dios: esta es la gran certeza de nues-
tra vida, el grande y ver-
dadero optimismo que co-
nocemos. La Iglesia es el
árbol de Dios que vive
eternamente y lleva en sí
la eternidad y la verdade-
ra herencia: la vida eter-
na.
Y, finalmente, custodia-
dos por la fe. El texto del
Nuevo Testamento, de la
Carta de San Pedro, usa
aquí una palabra rara,
phrouroumenoi, que quiere
decir: están «los vigilan-
tes», y la fe es como «el
vigilante» que custodia la
integridad de mi ser, de
mi fe. Esta palabra inter-
preta sobre todo a los «vigilantes»
de las puertas de una ciudad, donde
ellos están y custodian la ciudad, a
fin de que no la invadan los poderes
de destrucción. Así la fe es «vigilan-
te» de mi ser, de mi vida, de mi he-
rencia. Debemos estar agradecidos
página 5
Cuaresma que está a punto de co-
menzar. (francés).
Desde aquí dirijo mi saludo parti-
cularmente a todos los enfermos y a
todos los que mañana se reunirán en
oración en Altötting con ocasión de
la Jornada mundial del enfermo. Es-
ta Jornada se celebra cada año el 11
de febrero en la fiesta de Nuestra
Señora de Lourdes. En Lourdes, la
Virgen se le apareció a la humilde
joven Bernadette Soubirous y le in-
dicó la fuente en donde numerosos
enfermos han sido curados. María
quiere estar cerca de los pobres, en-
fermos y necesitados de todos los
tiempos; y quiere recorrer con ellos
el camino hacia Cristo que es la
fuente de la vida. Para vosotros y
vuestros seres queridos, en especial
para los enfermos, imploro la inter-
cesión de María salud de los enfer-
mos y madre del consuelo. ¡Que
Dios os bendiga a todos! (alemán).
por esta vigilancia de la fe que nos
protege, nos ayuda, nos guía, nos da
la seguridad: Dios no me deja caer
de sus manos. Custodiados por la fe:
así concluyo. Hablando de la fe
pienso siempre en aquella mujer si-
ro-fenicia enferma, que, en medio de
la multitud, logra llegar a Jesús, lo
toca para ser sanada, y es curada. El
Señor dice: «¿Quién me ha toca-
do?». Le dicen: «Pero Señor, todos
te tocan, ¿cómo puedes preguntar:
quién me ha tocado?» (cf. Mc 7, 24-
30). Pero el Señor sabe: existe un
modo de tocarlo, superficial, exte-
rior, que no tiene realmente nada
que ver con un verdadero encuentro
con Él. Y existe un modo de tocarlo
profundamente. Y esta mujer le tocó
verdaderamente: le tocó no sólo con
la mano, sino con su corazón, y así
recibió la fuerza sanadora de Cristo,
tocándolo realmente desde dentro,
desde la fe. Esta es la fe: tocar a
Cristo con la mano de la fe, con
nuestro corazón, y así entrar en la
fuerza de su vida, en la fuerza sana-
dora del Señor. Pidamos al Señor
que podamos tocarle cada vez más
de este modo para ser sanados. Pi-
damos que no nos deje caer, que
también ella nos tome siempre de la
mano y, de este modo, nos custodie
para la verdadera vida. Gracias.
página 6
Cuando un Papa ha renunciado (o ha tenido que renunciar) a su ministerio
Descendieron del solio de Pedro
a respuesta de Benedicto XVI
L en el libro-entrevista Luz del
mundo había sido explícita. A
la pregunta del periodista Peter See-
wald («Por tanto, ¿puede pensarse
en una situación en la que usted
considere apropiada una renuncia
del Papa?») había respondido: «Sí.
Si el Papa llega reconocer con clari-
dad que física, psíquica y mental-
mente no puede ya con el encargo
de su oficio, tiene el derecho y, en
ciertas circunstancias, también el de-
ber de renunciar».
En verdad, la reconstrucción his-
tórica de los casos en los que se ha
interrumpido un pontificado antes
de la muerte del Papa nos remite a
poquísimas figuras y en ningún caso
a una situación como la que se ha
verificado con la decisión de Bene-
dicto XVI.
En los albores de la Iglesia, cuan-
do aún la predicación de los apósto-
les era realidad viva y recordada por
testimonio directo, encontramos la
figura del Papa Clemente: en la lista
de los obispos de Roma elaborada
por Ireneo de Lyon está indicado
como tercer sucesor de Pedro des-
pués de Lino y Anacleto. Las fuen-
tes no son unívocas al reconstruir
una fecha exacta de su pontificado:
según Eusebio de Cesarea, habría
sucedido a Anacleto en el año duo-
décimo de Domiciano, es decir, el
año 92 (Historia Ecclesiastica, III, 15).
Pero Jerónimo refiere, además de es-
ta, la tradición que consideraba a
Clemente como sucesor inmediato
de Pedro. Epifanio de Salamis se
preguntaba cómo podía ser que un
contemporáneo de los apóstoles le
hubiera sucedido sólo más tarde en
el episcopado romano, y supone que
los apóstoles podían haber ordenado
a quienes les sustituyeran en el go-
bierno de la Iglesia romana mientras
ellos estaban empeñados en el mi-
nisterio apostólico. Epifanio imagi-
na, basándose en la carta de la Igle-
sia de los Romanos a la de los Co-
rintios (cf. 54, 2) —tradicionalmente
atribuida a Clemente, aunque en
realidad el hecho no está documen-
tado, y en la cual se exhorta a los
más generosos a alejarse antes que
suscitar sediciones, divisiones y dis-
cordias—, que en este pasaje se refle-
ja una situación personal del autor,
quien, para no crear problemas en el
seno de la comunidad, se habría
abstenido de ejercer las funciones
episcopales hasta que no se vio obli-
gado por la muerte de Pedro, de Li-
no y de Cleto.
Pero nos hallamos en un ámbito
en el que el condicional es obligato-
rio, y las noticias carecen del necesa-
rio fundamento histórico. También
porque —es la orientación de los es-
tudios actuales— al menos hasta el
siglo II la guía de la Iglesia de Ro-
ma parece tener como protagonista
un colegio de presbíteros más bien
que una figura prevalente.
De Clemente se pasa a Ponciano.
Décimo octavo obispo de la Iglesia
de Roma, la fecha de comienzo de
su episcopado se fija, por conjetura,
en el 230. La fuente más atendible,
el Catálogo liberiano, establece que su
ministerio duró cinco años, dos me-
ses y siete días. En 235 Ponciano fue
L’OSSERVATORE ROMANO domingo 17 de febrero de 2013, número 7
deportado a Cerdeña junto con el que no habría salido vivo de la de- do en el clero, puesto que la inscrip-
presbítero Hipólito. La dureza de la
medida se deduce de la especifica-
ción del texto: in insula nociva, fór-
portación, y que la ausencia de un
pastor habría perjudicado a la grey.
Pero algunas circunstancias particu-
ción no tiene ningún título, pero se
sabe que cuando murió el Papa Aga-
pito, en Constantinopla, el 22 de
mula que probablemente describe el lares podrían haberlo inducido a un abril de 536, era subdiácono de la
clima insalubre y la condena a traba- gesto de fuerte significado simbóli- Iglesia de Roma.
jos forzados en una mina. El Catálo- co. Si el presbítero Hipólito, exilia- Su candidatura al solio pontificio,
go recuerda, pues, la fecha de la re- do con él, identificable o no con el impuesta por el rey Teodato, según
nuncia del Papa Ponciano a su car- autor del Èlenchos, hubiera sido el el cronista del Liber pontificalis, susci-
jefe espiritual de una comunidad ro- tó un difundido malhumor entre el
mana disidente con la orientación clero, como reacción al rango mo-
El último por orden mayoritaria representada en aquel desto del candidato en la jerarquía
cronológico fue Gregorio XII momento por Ponciano, el gesto de eclesiástica. Era la primera vez que
este último cobraría ulterior valor, un subdiácono accedía al pontifica-
Cuyo gesto, a petición porque tendía a favorecer o estable- do. Silverio se empeñó en la lucha
del concilio de Constanza, cer una reconciliación. Y si quisiéra- contra los monofisitas en el concilio
mos ir más allá del campo de la con- que se celebró del 2 al 4 de junio de
condujo a la solución jetura, la elección de Antero en Ro- 536, durante el cual se condenó en
del gran cisma de Occidente ma, un griego de origen oriental, co- contumacia a Antimo, que fue de-
mo debería haber sido Hipólito, ten- puesto de su sede de Trebisonda.
dría el sabor de una ulterior apertu- Esta política de represión del mono-
go, renuncia expresada con el térmi- ra a la reunión de los diversos com- fisismo irritó a la emperatriz Teodo-
no técnico discinctus est (cf. Thesau- ponentes de la comunidad romana». ra, que decidió arruinar a Silverio,
rus linguae latinae, V, 1, Lipsiae 1909- Con un salto de cerca de tres si- mandándole una carta al general Be-
34, col. 1316), que tuvo lugar en Cer- glos se llega al Papa Silverio. En el lisario en la cual le intimaba a depo-
deña (in eadem insula) el 28 de sep- momento de la muerte de su padre ner al Papa.
tiembre, y la ordenación, como suce- (el Papa Hormisdas) en 523, compu- Belisario obedeció, convocando a
sor, de Antero, el 21 de noviembre. so su epitafio, hoy perdido, en el los presbíteros, a los diáconos y a to-
Ponciano, como supone la Enci- que celebraba los intentos de recon- do el clero para que eligieran a Vigi-
clopedia de los Papas, «podría haber ciliación con Oriente y el retorno de lio, que fue consagrado el 29 de
sido impulsado por un admirable África a la libertad. No se sabe si en marzo de 537, aunque el Liber ponti-
realismo, habiendo dado por cierto aquel tiempo Silverio ya había entra- ficalis lo designa como diácono hasta
la muerte de su predecesor. Según la
misma fuente, Silverio fue confinado
en la isla de Palmarola, una de las
Pontinas, y reducido al estado
La breve aparición de Celestino V monástico. Liberato en cambio
habla de un primer exilio en Pa-
Es la figura más conocida también a causa de tara, en Licia, mostrando una
la celebérrima cita dantesca («aquel que hizo relativa concordancia con Proco-
por pusilanimidad el gran rechazo»), por lo pio, que refiere que Belisario
demás de interpretación incierta. Pedro del mandó al Papa acusado de traición
Morrone, el futuro Celestino V, nació en 1209 «a Grecia».
o a comienzos de 1210: la fuente más segura a En una época muy diferente se
este propósito, la Vita Coelestini (publicada en encuadra Benedicto IX, en el siglo
los «Analecta Bollandiana», Teofilacto de los condes de Túsculo,
16, 1897), indica que tenía reinante entre octubre de 1032 y sep-
ochenta y siete años en el tiembre de 1044. Le tocó representar
momento de su muerte, el signo de la absoluta mundaniza-
ocurrida el 19 de mayo de 1296. ción e instrumentalización del poder
Era originario del condado de papal. En su compleja historia, el
Molise, que entonces era una Pontífice fue expulsado de Roma,
provincia del reino de Sicilia. Fue donde volvió antes de ser derrotado
canonizado el 5 de mayo de 1313 definitivamente. Aunque es incierta
por Clemente V; su memoria la fecha de su nacimiento y la exacta
litúrgica se celebra el 19 de mayo. posición de su ascendencia, de todos
Pedro fue elegido Papa en 1294; el modos se puede decir que no era un
11 de julio se le mandó una muchacho en el momento de su
embajada a Sulmona. El 18 de elección, como se sostuvo durante
julio recibió en su celda a los mucho tiempo. Los Anales romanos
emisarios del Colegio cardenalicio
afirman que en 1044 estalló en Roma
y al cardenal Pedro Colonna;
una revuelta contra el Papa, que
Carlos II llegó a Sulmona el 21 de
fue expulsado. Inmediatamente
julio para rendir homenaje
después fue elegido el obispo
al recién elegido, y desde
de Sabina, Juan, quien tomó el
aquel momento ya no se
alejó del nuevo nombre de Silvestre III; este, a
Pontífice. El soberano su vez, después de cuarenta y
enseguida dio orden de nueve días fue removido por Be-
preparar la coronación nedicto IX, que volvió al solio pon-
de Celestino en L’Aquila, tificio. En su cargo Benedicto IX
ciudad que formaba parte permaneció desde el 10 de marzo
de sus dominios. El 28 de Relicario del Papa Celestino V hasta el 1 de mayo de 1045, cuando
julio, sobre el lomo de un (siglo XVIII), Santa Maria di Collemaggio, lo cedió a Juan Graciano, que se
asno, el Papa ingresó en la L'Aquila (Italia) convirtió en Pontífice con el nombre
ciudad, pero comenzó a de Gregorio VI. La sucesión se había
pensar en su renuncia hecho con un mecanismo usual, con-
inmediatamente después de su llegada a Nápoles, en noviembre de siderados los tiempos: el de la ad-
1294. «En el gran drama entre Ecclesia spiritualis y Ecclesia carnalis quisición con dinero.
—escribe Arsenio Frugoni hablando de la enigmática figura del Tampoco el nuevo Papa permane-
ermitaño abruzo—, Celestino V es una breve aparición, pero tan ció mucho tiempo en el solio: llega-
reveladora que es casi su símbolo. Pero su personalidad mantiene una do a Italia en el otoño de 1046, En-
indeterminación que ni los antiguos biógrafos ni los estudiosos más rique III reunió un concilio en Sutri,
recientes han podido remover eficazmente, para captar rasgos
individuales y concretos». SIGUE EN LA PÁGINA 7
número 7, domingo 17 de febrero de 2013 L’OSSERVATORE ROMANO página 7

Caminos nuevos
CARLO DI CICCO
a mejor y más transparente compren-

L sión de la Iglesia de Benedicto XVI su-

cede en el momento de máximo estupor
y desconcierto de todos: cuando el Papa ha
decidido dejar el pontificado y retirarse a
orar. Su ponderada y libre decisión —como
ocurre en todas las que abren caminos nuevos
en la historia—, objeto de atención y comenta-
rios apasionados y variados en el mundo en-
tero, sella la coherencia entre doctrina y prác-
tica cristiana del actual Pontífice. La Iglesia
de Benedicto XVI es una Iglesia de la fe cris-
tiana. No fe genérica ni abstracta o ideológi-
ca, sino en una persona concreta e histórica,
Jesús de Nazaret, a quien se decide seguir li-
bremente. Él permanece como la síntesis per-
fecta del amor de Dios por el hombre que los

La declaración pronunciada creyentes deben traducir en el amor real, con-

creto por el prójimo. Esta línea explica Rat-
zinger en su continuidad de pensamiento y

por el Pontífice en latín acción: como teólogo, obispo, cardenal y Pa-

pa.
Fue una sorpresa en su elección cuando,
Fratres carissimi ponderis huius actus plena libertate declaro me inspirándose en el padre del monaquismo en
ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Pe- Occidente, eligió el nombre de Benedicto pa-
Non solum propter tres canonizationes ad hoc ra relanzar la actualidad de su regla de vida
tri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis
Consistorium vos convocavi, sed etiam ut vobis centrada en el principio de que nada debe an-
MMV commisso renuntiare ita ut a die 28 februarii
decisionem magni momenti pro Ecclesiae vita teponerse a Cristo. Como Papa, Ratzinger
MMXIII, hora 20, sedes Romae, sedes Sancti Petri
communicem. Conscientia mea iterum atque ite- siempre ha difundido y alentado esta regla
rum coram Deo explorata ad cognitionem certam vacet et Conclave ad eligendum novum Summum
Pontificem ab his quibus competit convocandum como referencia primaria de cada cristiano en
perveni vires meas ingravescente aetate non iam cualquier nivel de responsabilidad. Y a la luz
aptas esse ad munus Petrinum aeque administran- esse.
de esta norma se definió inmediatamente des-
dum. Fratres carissimi, ex toto corde gratias ago vobis pués de la elección como un humilde trabaja-
Bene conscius sum hoc munus secundum suam pro omni amore et labore, quo mecum pondus mi- dor en la viña del Señor.
essentiam spiritualem non solum agendo et lo- nisterii mei portastis et veniam peto pro omnibus Benedicto sorprendió de nuevo con su pri-
quendo exsequi debere, sed non minus patiendo defectibus meis. Nunc autem Sanctam Dei Eccle- mera encíclica dedicada al amor de Dios, con-
et orando. Attamen in mundo nostri temporis ra- siam curae Summi eius Pastoris, Domini nostri Ie- siderado, con el amor al prójimo, como el dis-
pidis mutationibus subiecto et quaestionibus mag- su Christi confidimus sanctamque eius Matrem tintivo de cuantos creen en el Evangelio.
ni ponderis pro vita fidei perturbato ad navem Mariam imploramus, ut patribus Cardinalibus in Muchas más han sido las sorpresas de la
Sancti Petri gubernandam et ad annuntiandum eligendo novo Summo Pontifice materna sua bo- acción a contracorriente de este Pontífice has-
Evangelium etiam vigor quidam corporis et ani- nitate assistat. Quod ad me attinet etiam in futuro ta la última: salir de escena con desconcertan-
mae necessarius est, qui ultimis mensibus in me vita orationi dedicata Sanctae Ecclesiae Dei toto te dignidad y naturalidad, consciente de que
modo tali minuitur, ut incapacitatem meam ad mi- ex corde servire velim. la barca de Pedro está guiada ante todo por
nisterium mihi commissum bene administrandum Ex Aedibus Vaticanis, die 10 mensis februarii el Espíritu de Dios. De ser maestro de la fe
agnoscere debeam. Quapropter bene conscius MMXIII ha pasado así a ser testigo de la credibilidad
de las promesas de Dios al que merece dedi-
car la vida entera.
La herencia de Benedicto XVI es grande ya
ahora. Pero decantada en el tiempo se verá
Cuando un Papa ha renunciado a su ministerio aún más preciosa y entendida de lo que es
hasta ahora. Intentar explicarla arrojándola en
medio de oscuras maniobras de las que defen-
VIENE DE LA PÁGINA 6 bina. Allí Teofilacto siguió con- se trataba de un reconocimiento derse sería perjudicar la transparencia intelec-
siderándose en el cargo, en un formal, pero importante. De to- tual del Papa. Igual que no percibe la alta se-
invitando a los tres Pontífices retiro despreciado. dos modos, el concilio consideró ñal de su gesto quien piensa en su renuncia
que habían sido protagonistas de Después del caso de Celestino oportuno acoger la petición, como en una evasión de la responsabilidad.
los acontecimientos de los últi- V —sobre el que escribimos en el destinada a allanar el camino a Los momentos difíciles de la Iglesia, que
mos dos años. Silvestre III no se párrafo aparte—, se llega al últi- la unidad. Así, el 4 de julio de no han faltado ni siquiera en sus ocho años
presentó. Gregorio VI, el único mo Pontífice que dejó el solio 1415, el cardenal Dominici leyó de pontificado, los ha afrontado y superado
presente, reconoció su culpa, de Pedro. Ángel Correr, hijo del la bula de convocatoria del con- con plena confianza en Dios y llevando hacia
aunque afirmó su buena fe. Ni patricio veneciano Nicolás di cilio, después de lo cual Mala- la solución cuestiones antiguas recibidas en
siquiera Benedicto IX se presen- Pietro, Papa desde 1406 hasta testa hizo el anuncio oficial de herencia.
tó, y en el concilio romano in- 1415 con el nombre de Gregorio la renuncia de Gregorio XII. El La renuncia de Benedicto XVI sucede en el
mediatamente sucesivo, en la XII, habiendo renunciado como concilio había decidido conferir Año de la fe y en el cincuentenario del inicio
Navidad de 1046, fue declarado vicario de Pedro (pero a petición a Gregorio XII el título de carde- del Concilio Vaticano II. No es una coinci-
depuesto por el nuevo Pontífice del concilio de Constanza), trató nal obispo de Porto, con el pri- dencia casual, sino un signo de los tiempos,
Clemente II. Pero tras la muerte de encontrar la solución a una que el Pontífice ha leído para el bien de la
mer rango después del Papa y el
repentina de Clemente, el 9 de serie de problemas extraordina- Iglesia. Joseph Ratzinger como joven teólogo
nombramiento vitalicio como le-
octubre de 1047, Benedicto IX riamente complejos: años de lu- dio mucho a la consecución del Concilio con-
gado para la Marca de Ancona.
logró volver una vez más al solio cha y de contiendas jurídicas, tribuyendo a elaborar importantes textos de
De lo que había sucedido en
de Pedro, fortalecido por el apo- bélicas y diplomáticas con los la histórica asamblea. A continuación se pro-
yo de Bonifacio de Canossa y Constanza el 4 de julio de 1415
antipapas Benedicto XIII, expre- digó de toda manera para recomponer los
aprovechando la lejanía de Enri- sión de la facción aviñonesa, y tuvo noticia el 19 de julio, y al
día siguiente, en el último con- conflictos encendidos en torno a la interpreta-
que III de Italia. Pero duró po- Juan XXIII (nombre que luego ción del acontecimiento conciliar, planteando
co. Enrique le pidió a Bonifacio volverá a utilizar el Papa Ronca- sistorio que quiso convocar, se
como Papa el camino de la reforma de la
que escoltara a Roma al nuevo lli) durante el cisma de Occiden- despojó de los símbolos del po-
Iglesia. El Concilio no pretendió cambiar la
Pontífice elegido por él mismo, te. der papal, revistiendo el hábito fe cristiana, sino repensarla en un lenguaje ac-
Popón de Bressanone, que En marzo de 1415 había nom- cardenalicio. Desde enero de tualizado y comprensible en el mundo de hoy.
adoptó el nombre de Dámaso II. brado a Carlos Malatesta su pro- 1416, habiendo vuelto a ser Án- El Papa Benedicto lo ha hecho con tolerancia,
Después de un rechazo inicial, curador, delegando al mismo gel Correr, vivió en Recanati, sencillez y coherencia recurriendo incluso a
Bonifacio debió ceder ante las tiempo a sus propios represen- donde falleció el 18 de octubre las técnicas de comunicación más innovadoras
amenazas del soberano y acom- tantes con la potestad de convo- de 1417. El 11 de noviembre de para anunciar a Jesucristo a todos —recuérde-
pañó muy a su pesar al Papa car en su nombre el concilio. Si ese mismo año, con la elección se el Atrio de los gentiles— y en particular a
alemán a la ciudad eterna, deter- la asamblea conciliar hubiera de Odón Colonna, quien tomó las nuevas generaciones. Le ha importado
minando el alejamiento definiti- aceptado dicho procedimiento, el nombre de Martín V, el gran mucho el futuro de la fe cristiana sobre la tie-
vo de Benedicto IX, quien se re- Gregorio habría sido considera- cisma había terminado definiti- rra y por esto ha creído necesario dar un paso
fugió entre los castillos de la Sa- do como el único Papa legítimo; vamente. que cambiará muchas cosas.
número 7, domingo 17 de febrero de 2013 L’OSSERVAT

El Pontífice celebra en San Pedro la misa del miércoles de Ceniza

Volver a Dios para superar rivalidades y d

Retornar a Dios: la invitación del profeta Joel es la propuesta del Papa como
itinerario cuaresmal. Este fue el centro de la homilía que pronunció el 13 de febrero, por
la tarde, en la basílica de San Pedro en la misa del miércoles de Ceniza.

Venerados hermanos, queridos herma- el ministerio petrino y para pedir un

nos y hermanas: recuerdo particular en la oración.
Hoy, miércoles de Ceniza, iniciamos Las lecturas que han sido proclama-
un nuevo camino cuaresmal, un itinera- das nos ofrecen inspiraciones que, con
rio que se articula durante cuarenta la gracia de Dios, estamos llamados a
días y nos conduce a la alegría de la hacer que se conviertan en actitudes y
Pascua del Señor, a la victoria de la Vi-comportamientos concretos en esta
da sobre la muerte. Siguiendo la anti- Cuaresma. La Iglesia nos vuelve a pro-
quísima tradición romana de las statio- poner, ante todo, la fuerte llamada que
nes cuaresmales, nos hemos reunido el profeta Joel dirige al pueblo de
hoy para la celebración de la Eucaris- Israel: «Así dice el Señor: convertíos a
tía. Tal tradición prevé que la primera mí de todo corazón, con ayunos, llan-
statio tenga lugar en la basílica de San-tos y lamentos» (2, 12). Hay que subra-
ta Sabina, en el Aventino. Las circuns- yar la expresión «con todo el corazón»,
que significa desde
el centro de nues-
Muchos están dispuestos a «rasgarse las tros pensamientos
vestiduras» frente a escándalos e injusticias y sentimientos,
desde las raíces de
—naturalmente de los demás—, pero pocos lo están nuestras decisio-
para actuar sobre el proprio corazón, dejando que nes, elecciones y
el Señor transforme, renueve y convierta acciones, con un
gesto de total y ra- la fe que nosotros ponemos en su mise- tidos por los demás—, pero pocos pare-
dical libertad. ¿Pe- ricordia. Esta vuelta a Dios se hace rea- cen dispuestos a actuar sobre el proprio
tancias han sugerido que nos reunamos ro es posible este retorno a Dios? Sí, lidad concreta en nuestra vida sólo «corazón», sobre la propia conciencia y
en la basílica vaticana. Estamos en gran porque existe una fuerza que no reside cuando la gracia del Señor penetra en sobre las propias intenciones, dejando
número en torno a la Tumba del Após- en nuestro corazón, sino que emana del lo íntimo y lo estremece dándonos la que el Señor transforme, renueve y
tol Pedro también para pedir su inter- corazón mismo de Dios. Es la fuerza fuerza de «rasgar el corazón». Es el convierta.
cesión por el camino de la Iglesia en de su misericordia. Dice también el profeta que otra vez hace resonar de Ese «convertíos a mí de todo cora-
este particular momento, renovando profeta: «Convertíos al Señor vuestro parte de Dios estas palabras: «Rasgad zón», además, es un clamor que involu-
nuestra fe en el Pastor Supremo, Cristo Dios, un Dios compasivo y misericor- vuestros corazones, no vuestros vesti- cra no sólo al individuo, sino a la co-
Señor. Para mí es una ocasión propicia dioso, lento a la cólera y rico en amor, dos» (v. 13). En efecto, también en munidad. Hemos escuchado también
para dar las gracias a todos, especial- que se arrepiente del castigo» (v. 13). El nuestros días muchos están listos para en la primera lectura: «Tocad la trom-
mente a los fieles de la diócesis de Ro- retorno al Señor es posible como «gra- «rasgarse las vestiduras» frente a escán- peta en Sión, proclamad un ayuno san-
ma, mientras me preparo para concluir cia», porque es obra de Dios y fruto de dalos e injusticias —naturalmente come- to, convocad a la asamblea, reunid a la

Interminable aplauso en la última liturgia pública

«Gracias. Volvemos a la oración». Dos veces, con un los diáconos y algunos ceremonieros pontificios. lo Sodano, decano del colegio cardenalicio, y Tarcisio
gesto de la mano, Benedicto XVI intentó discretamen- El austero rito penitencial había comenzado en el Bertone, secretario de Estado —seis fueron los carde-
te que cesara el aplauso, que verdaderamente parecía atrio de la basílica. En procesión, al canto de las leta- nales no concelebrantes, como el vicedecano Roger
no tener fin —casi cuatro minutos de ovación—, que se nías de los santos, en la plataforma móvil, el Papa re- Etchegaray—, y numerosísimos prelados, entre quienes
alzó espontáneo al término de la misa del miércoles corrió la nave central hasta el altar de la Confesión. se contaron los arzobispos Angelo Becciu, sustituto
de Ceniza en la basílica vaticana. Fue la última cele- Le acompañaron los arzobispos Georg Gänswein, de la Secretaría de Estado, y Dominique Mamberti,
bración litúrgica pública del pontificado. En pié prefecto de la Casa Pontificia, y Guido Pozzo, limos- secretario para las Relaciones con los Estados. Tam-
aplaudieron todos los presentes, desde los cardenales nero de Su Santidad, los monseñores Alfred Xuereb, bién numerosos los prelados de la Curia romana que
hasta los numerosísimos fieles que, al no encontrar si- de su Secretaría particular, y Leonardo Sapienza, re- participaron en la celebración.
tio en la basílica, siguieron el rito desde la gente de la Prefectura de Con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa
plaza, en pantallas gigantes. Fue un testimo- la Casa Pontificia, y el Sede estuvieron los monseñores Peter Bryan Wells,
nio de afecto fuertemente conmovedor. Has- médico personal Patrizio asesor; Ettore Balestrero, subsecretario para las Rela-
ta las lágrimas. Polisca. ciones con los Estados, y José Avelino Bettencourt,
Benedicto XVI impartió la bendición apos- Concelebraron con el jefe del Protocolo. Entre los presentes también el
tólica. Y después del Ite, missa est cantado Papa cuarenta y cinco car- Gran Maestro de la Orden de Malta Matthew Fes-
por el diácono —mientras el coro de la Capi- denales, entre ellos Ange- ting, y el director de nuestro periódico.
lla Sixtina entonó la antífona mariana Ave,
Regina Caelorum—, el aplauso se reanudó
con mayor fuerza aún. Conmovido, atrona-
dor. Y acompañó al Papa a lo largo de la
nave central hasta la capilla de la Piedad.
Fue justamente esta gran participación lo
que había aconsejado celebrar el inicio de la
Cuaresma en la basílica vaticana y no, como
es tradición, en el Aventino, en las basílicas
de San Anselmo y Santa Sabina.
En la celebración, sobre la cabeza del Pa-
pa impuso la ceniza el cardenal Angelo Co-
mastri, arcipreste de la basílica vaticana y vi-
cario general para la Ciudad del Vaticano. Y
a su vez el Papa impuso la ceniza a cinco
cardenales, a algunos benedictinos de San
Anselmo y dominicos de Santa Sabina, a
una familia con dos niños, a una religiosa y
a dos laicos de la Pontificia Academia Cul-
torum Martyrum, que organiza las stationes
cuaresmales en Roma. A ellos se sumaron
TORE ROMANO páginas 8/9

divisiones
gente, santificad a la comunidad, lla-
mad a los ancianos; congregad a los
muchachos y a los niños de pecho; sal-
ga el esposo de la alcoba y la esposa
del tálamo» (vv. 15-16). La dimensión
comunitaria es un elemento esencial en
la fe y en la vida cristiana. Cristo ha
venido para «reunir a los hijos de Dios
dispersos» (cf. Jn 11, 52). El «Noso-
tros» de la Iglesia es la comunidad en
la que Jesús nos reúne juntos (cf. Jn
12, 32): la fe es necesariamente eclesial.
Y esto es importante recordarlo y vivir-
lo en este tiempo de Cuaresma: que ca-
da uno sea consciente de que el camino
penitencial no lo afronta solo, sino jun-
to a muchos hermanos y hermanas, en
la Iglesia.
El profeta finalmente se detiene en la
oración de los sacerdotes, quienes, con
lágrimas en los ojos, se dirigen a Dios mada para nosotros, a fin de que este
diciendo: «No entregues tu heredad al camino cuaresmal se caracterice por
oprobio ni a las burlas de los pueblos. una escucha más atenta y asidua de la
¿Por qué van a decir las gentes “dónde Palabra de Dios, luz que ilumina nues-
Saludo del cardenal Bertone
está su Dios”?» (v. 17). Esta plegaria tros pasos.
nos hace reflexionar en la importancia
del testimonio de fe y de vida cristiana
de cada uno de nosotros y de nuestras
En la página del Evangelio de Ma-
teo, que pertenece al llamado Sermón
La fuerza de la humildad
de la montaña, Jesús hace referencia a
comunidades para manifestar el rostro Al término de la celebración, el cardenal por Dios y por la Iglesia aquello que
tres prácticas fundamentales previstas
de la Iglesia y cómo este rostro, a ve- Tarcisio Bertone, secretario de Estado, le ha llevado a este acto, revelando
por la ley mosaica: la limosna, la ora-
ces, es desfigurado. Pienso en particu- dirigió al Papa el siguiente saludo: esa pureza de ánimo, esa fe robusta y
ción y el ayuno. Son también indicacio-
lar en las culpas contra la unidad de la exigente, esa fuerza de la humildad y
nes tradicionales en el camino cuares-
Iglesia, en las divisiones en el cuerpo mal para responder a la invitación de Beatísimo Padre: de la mansedumbre, junto a un gran
eclesial. Vivir la Cuaresma en una co- «volver a Dios con todo el corazón». Con sentimientos de gran conmo- valor, que han distinguido cada paso
munión eclesial más intensa y evidente, Pero Jesús subraya que es la calidad y ción y de profundo respeto no sólo de su vida y de su ministerio, y que
superando individualismos y rivalida- la verdad de la relación con Dios lo la Iglesia, sino todo el mundo, han pueden venir sólo de estar con Dios,
des, es un signo humilde y precioso pa- que cualifica la autenticidad de cada recibido la noticia de su decisión de de estar a la luz de la Palabra de
ra quienes están lejos de la fe o son in- gesto religioso. Por esto Él denuncia la renunciar al ministerio de Obispo de Dios, de subir continuamente a la
diferentes. hipocresía religiosa, el comportamiento Roma, Sucesor del Apóstol Pedro. montaña del encuentro con Él para
«Pues mirad: ahora es el tiempo fa- que quiere aparentar, las actitudes que después descender a la ciu-
vorable, ahora es el día de la salvación» buscan el aplauso y la aprobación. El dad de los hombres.
(2 Co 6, 2). Las palabras del apóstol verdadero discípulo no se sirve a sí mis- Santo Padre, hace pocos
Pablo a los cristianos de Corinto resue- mo o al «público», sino a su Señor, en días, con los seminaristas de
nan también para nosotros con una ur- la sencillez y en la generosidad: «Y tu su diócesis de Roma, usted
gencia que no admite ausencias o iner- Padre, que ve en lo secreto, te recom- nos dio una lección especial:
cias. El término «ahora» repetido va- pensará» (Mt 6, 4.6.18). Así que nues- dijo que siendo cristianos sa-
rias veces dice que este momento no se tro testimonio será cada vez más incisi- bemos que el futuro es nues-
puede dejar escapar, se tro, el futuro es de Dios, y
nos ofrece como una oca- que el árbol de la Iglesia cre-
sión única e irrepetible. Jesús denuncia la hipocresía religiosa,
ce siempre de nuevo. La Igle-
Y la mirada del Apóstol la apariencia, la aprobación de los demás sia se renueva siempre, renace
se concentra en la parti- siempre. Servir a la Iglesia
cipación con la que Cris- El verdadero discípulo no se sirve
con la firme convicción de
to ha querido caracterizar a sí mismo o al «público», sino que no es nuestra, sino de
su existencia, asumiendo
todo lo humano hasta
a su Señor Dios, que no somos nosotros
quienes la construyen, sino
cargar con el pecado mis- que es Él; que podamos decir
mo de los hombres. La frase de san Pa- vo cuanto menos busquemos nuestra con verdad la palabra evan-
blo es muy fuerte: Dios «lo hizo peca- gloria y seamos conscientes de que la gélica: «Somos siervos inúti-
do en favor nuestro». Jesús, el inocen- recompensa del justo es Dios mismo, les; hemos hecho lo que te-
te, el Santo, el «que no conocía el pe- estar unidos a Él, aquí abajo, en el ca-
níamos que hacer» (Lc 17,
cado» (2 Co 5, 21), carga el peso del mino de la fe, y al final de la vida, en
10), confiando totalmente en
pecado compartiendo con la humani- la paz y en la luz del encuentro cara a
dad el resultado de la muerte, y muerte cara con Él para siempre (cf. 1 Co 13, el Señor, es una gran ense-
de cruz. La reconciliación que se nos 12). ñanza que usted, también
ofrece tuvo un precio altísimo, el de la con esta sufrida decisión, nos
Queridos hermanos y hermanas, ini- da no sólo a nosotros, Pasto-
cruz elevada en el Gólgota, de la que
ciamos confiados y alegres el itinerario res de la Iglesia, sino a todo
colgó el Hijo de Dios hecho hombre.
En esta inmersión de Dios en el sufri- cuaresmal. Que resuene fuerte en noso- el Pueblo de Dios.
miento humano y en el abismo del mal tros la invitación a la conversión, a La Eucaristía es dar gracias
está la raíz de nuestra justificación. El «volver a Dios con todo el corazón», No seríamos sinceros, Santidad, si a Dios. Esta tarde queremos dar gra-
«convertíos a mí de todo corazón» en acogiendo su gracia que nos hace hom- no le dijéramos que esta tarde hay cias al Señor por el camino que toda
nuestro camino cuaresmal pasa a través bres nuevos, con esa sorprendente no- un velo de tristeza en nuestro cora- la Iglesia ha realizado bajo la guía
de la Cruz, de seguir a Cristo por el vedad que es participación en la vida zón. En estos años, su Magisterio ha de Vuestra Santidad y deseamos de-
camino que conduce al Calvario, del misma de Jesús. Entonces que ninguno sido una ventana abierta a la Iglesia cirle desde lo más íntimo de nuestro
don total de sí. Es un camino para de nosotros desoiga este llamamiento, y al mundo, que ha dejado filtrar los corazón, con gran afecto, conmoción
aprender cada día a salir cada vez más que se nos dirige también en el austero rayos de la verdad y del amor de y admiración: gracias por habernos
de nuestro egoísmo y de nuestra cerra- rito, tan sencillo y a la vez sugestivo, Dios, para dar luz y calor a nuestro dado el luminoso ejemplo de simple
zón, para hacer espacio a Dios que de la imposición de la ceniza, que den- camino, también y sobre todo en los y humilde trabajador de la viña del
abre y transforma el corazón. Y san Pa- tro de poco realizaremos. Que nos momentos en los que las nubes se Señor; un trabajador, en cambio, que
blo recuerda cómo el anuncio de la acompañe en este tiempo la Virgen condensan en el cielo. ha sabido en cada momento llevar a
Cruz resuena para nosotros gracias a la María, Madre de la Iglesia y modelo Todos nosotros hemos comprendi- cabo lo que es más importante: llevar
predicación de la Palabra, de la que el de todo auténtico discípulo del Señor. do que es precisamente el amor pro- a Dios a los hombres y llevar a los
Apóstol mismo es embajador; una lla- ¡Amén! fundo que Vuestra Santidad tiene hombres a Dios. ¡Gracias!
página 10
Benedicto XVI
La caridad cristiana no es una simple filantropía
«Vuestra preciosa obra benéfica, concentrada principalmente
en el servicio al enfermo con estructuras hospitalarias y
sanitarias, no es simple filantropía, sino la expresión eficaz y
el testimonio vivo del amor evangélico». Fue la afirmación
del Papa a los miembros de la Soberana y Militar Orden
de Malta en el encuentro en la basílica vaticana el 9 de
febrero por la mañana, al término de la misa que presidió el
cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, por el IX
Queridos hermanos y hermanas
Me es grato recibiros y saludaros
a todos, Caballeros y Damas, Cape-
llanes y voluntarios de la Soberana y
Militar Orden de Malta. Saludo de
modo especial al Gran Maestro, Su
Alteza Eminentísima Fray Matthew
Festing, agradeciendo las amables
palabras que me ha dirigido
en nombre de todos voso-
tros; muchas gracias también
por el donativo que me ha-
béis ofrecido, y que he desti-
nado a una obra de caridad.
Deseo expresar mi afecto a
los cardenales y a los herma-
nos en el episcopado y en el
presbiterado, en particular a
mi Secretario de Estado, que
hace poco ha presidido la
Eucaristía, así como al carde-
nal Paolo Sardi, patrono de
la Orden, y al cual agradez-
co la solicitud con que se
dedica a consolidar el víncu-
lo especial que os une a la
Iglesia católica, y de una
manera particular a la Santa Sede.
Saludo con reconocimiento a vuestro
prelado, el señor arzobispo monse-
ñor Angelo Acerbi. Saludo, en fin, a
los diplomáticos, y también a las al-
tas personalidades y autoridades que
están presentes.
El motivo de este encuentro lo
ofrece el IX centenario del solemne
privilegio Pie postulatio voluntatis, del
15 de febrero de 1113, con el cual el
Papa Pascual II puso a la recién na-
cida «hermandad hospitalaria» de
Jerusalén, con el título de San Juan
Bautista, bajo la tutela de la Iglesia,
haciéndola soberana, constituyéndo-
la como una Orden de derecho ecle-
sial, con el derecho a elegir libre-
mente a sus superiores sin interfe-
rencia por parte de otras autoridades
laicas o religiosas. Esta importante
conmemoración adquiere un especial
significado en el contexto del Año de
la fe, durante el cual la Iglesia está
llamada a renovar la alegría y el
compromiso de creer en Jesucristo,
único Salvador del mundo. En este
sentido, también vosotros estáis lla-
mados a acoger este tiempo de gra-
cia para profundizar en el conoci-
miento del Señor y para hacer res-
plandecer la verdad y la belleza de
la fe, mediante el testimonio de
vuestra vida y vuestro servicio en el
hoy de nuestro tiempo.
L’OSSERVATORE ROMANO
a la Soberana Orden de Malta en el IX centenario de su reconocimiento oficial
centenario del reconocimiento oficial de la institución.
Participaron 4.000 personas en representación de los 13.500
miembros, de los 80.000 voluntarios y de los más de
25.000 médicos, enfermeras y auxiliares que en 120 países
gestionan directamente una veintena de hospitales, miles de
centros sanitarios, 33 cuerpos de voluntariado y 110
residencias de ancianos. Estas fueron las palabras que les
dirigió Benedicto XVI.
Desde sus comienzos, vuestra Or- nunciar nunca a los ideales origina-
den se ha distinguido por la fideli- rios, especialmente el de la intensa
dad a la Iglesia y al Sucesor de Pe- vida espiritual de cada uno de sus
dro, así como por su irrenunciable miembros. En esta dirección debe
perfil espiritual, caracterizado por el continuar vuestro compromiso, con
elevado ideal religioso. Seguid avan- una atención muy especial a la con-
zado por este camino, dando testi- sagración religiosa —la de los profe-
monio de manera concreta de la sos— que constituye el corazón de la
Orden. Nunca debéis olvidar
vuestras raíces, cuando el
beato Gerardo y sus compa-
ñeros se consagraron con los
votos para el servicio a los
pobres, y el privilegio Pie
postulatio voluntatis corroboró
su vocación. Los miembros
de la institución recién cons-
tituida se configuraban así
con los rasgos de la vida reli-
giosa: el compromiso de al-
canzar la perfección cristiana
mediante la profesión de los
tres votos, el carisma al que
se consagran y la fraternidad
entre los miembros. La voca-
ción del profeso debe ser ob-
jeto de gran atención también
fuerza transformadora de la fe. Por hoy, unida al cuidado de la vida es-
la fe, los Apóstoles dejaron todo pa- piritual de todos.
ra seguir a Jesús, y después fueron En este sentido, respecto a otras
por el mundo entero, cumpliendo organizaciones comprometidas en el
con el mandato de llevar el Evange- ámbito internacional en la asistencia
lio a toda criatura; anunciaron a to- a los enfermos, en la solidaridad y la
dos sin temor la fuerza de la cruz y promoción humana, vuestra Orden
la alegría de la resurrección de Cris- se distingue por la inspiración cris-
to, de la cual
fueron testigos
directos. Por Respecto a otras organizaciones de asistencia a
la fe, los már- los enfermos, solidaridad y promoción humana,
tires dieron su
vida, mostran- vuestra Orden se distingue por la inspiración
do la verdad cristiana que debe orientar constantemente
del Evangelio
que les había
el compromiso social de sus miembros
transformado
y hecho capaces de llegar hasta la tiana que debe orientar constante-
entrega más grande, fruto del amor, mente el compromiso social de sus
perdonando a sus propios persegui- miembros. Conservad y cultivad este
dores. Y por la fe, a través de los si- rasgo característico, y actuad con re-
glos, los miembros de vuestra Orden novado ardor apostólico, siempre
se han prodigado primero en asistir con una actitud de profunda sinto-
a los enfermos en Jerusalén, y des- nía con el Magisterio de la Iglesia.
pués en socorrer a los peregrinos en Vuestra preciosa obra benéfica, arti-
Tierra Santa, expuestos a graves pe- culada en varios campos, y que se
ligros, escribiendo así páginas bri- lleva a cabo en diversas partes del
llantes de caridad cristiana y defensa mundo, concentrada principalmente
del cristianismo. En el siglo XIX, la en el servicio al enfermo con estruc-
Orden se abrió a nuevos y más am- turas hospitalarias y sanitarias, no es
plios campos de actividad en el ám- simple filantropía, sino la expresión
bito asistencial y de servicio a los eficaz y el testimonio vivo del amor
enfermos y los pobres, pero sin re- evangélico.
domingo 17 de febrero de 2013, número 7
En la Sagrada Escritura, la llama-
da al amor al prójimo está unida al
mandamiento de amar a Dios con
todo el corazón, con toda el alma y
con todas las fuerzas (cf. Mc 12, 29-
31). Por consiguiente, el amor al
prójimo responde al mandato y al
ejemplo de Cristo si se funda en un
verdadero amor a Dios. Así es posi-
ble para el cristiano hacer experi-
mentar a los demás a través de su
entrega la ternura providente del Pa-
dre celestial, gracias a una configura-
ción cada vez más profunda con
Cristo. Para dar amor a los herma-
nos, es necesario tomarlo del fuego
de la caridad divina, mediante la
oración, la escucha asidua de la Pa-
labra de Dios y una vida centrada
en la Eucaristía. Vuestra vida coti-
diana ha de estar impregnada de la
presencia de Jesús, ante cuya mirada
estáis llamados a poner también el
sufrimiento de los enfermos, la sole-
dad de los ancianos o las dificulta-
des de las personas con discapaci-
dad. Saliendo al encuentro de estas
personas, servís a Cristo: «Os asegu-
ro que cada vez que lo hicisteis con
uno de éstos mis humildes herma-
nos, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,
40), dice el Señor.
Queridos amigos, seguid actuando
en la sociedad y en el mundo por
las vías maestras indicadas por el
Evangelio: la fe y la caridad, para
reavivar la esperanza. La fe, como el
testimonio de adhesión a Cristo y de
compromiso con la misión evangéli-
ca, que os impulsa a una presencia
cada vez más viva en la comunidad
eclesial y a una pertenencia cada vez
más consciente al Pueblo de Dios; la
caridad, como expresión de fraterni-
dad en Cristo, mediante las obras de
misericordia con los enfermos, los
pobres, los necesitados de amor, de
consuelo y ayuda, con los afligidos
por la soledad, la desorientación y
las nuevas formas de pobreza mate-
rial y espiritual. Estos ideales están
bien expresados en vuestro lema:
«Tuitio fidei et Obsequium pauperum».
Son palabras que sintetizan bien el
carisma de vuestra Orden, la cual,
como sujeto de derecho internacio-
nal, no aspira a ejercer poder e in-
fluencias de carácter mundano, sino
que desea desarrollar con plena li-
bertad su propia misión para el bien
integral del hombre, cuerpo y alma,
con la atención puesta tanto en cada
persona como en la comunidad, y
sobre todo en quienes están más ne-
cesitados de esperanza y de amor.
Que la Santísima Virgen María
—la bienaventurada Virgen de Filer-
mo— sustente con su materna pro-
tección vuestros propósitos y proyec-
tos; que vuestro celestial protector,
san Juan Bautista, así como el beato
Gerardo y los santos y beatos de la
Orden, os acompañen con su inter-
cesión. Por mi parte, os aseguro mis
oraciones por los que estáis aquí,
por todos los miembros de la Or-
den, así como por los numerosos y
beneméritos voluntarios, incluido el
nutrido grupo de niños, y por cuan-
tos os apoyan en vuestras activida-
des, a la vez que os imparto con
afecto una especial bendición apos-
tólica, que complacido hago extensi-
va a vuestras familias. Gracias.
número 7, domingo 17 de febrero de 2013
El Papa a la plenaria del Consejo pontificio para la cultura
Jóvenes sin esperanza,
sociedad sin futuro
«Si los jóvenes ya no esperaran y no
progresaran, si no introdujeran en las
dinámicas históricas su energía, su
vitalidad, su capacidad de anticipar el
futuro, nos encontraríamos con una
humanidad replegada en sí misma,
privada de confianza y de una mirada
positiva al futuro». Lo dijo el Papa a
los miembros del Consejo pontificio
para la cultura recibidos en audiencia
en la sala Clementina el jueves 7 de
febrero por la mañana, con ocasión de
la asamblea plenaria. Este fue su
discurso.
Queridos amigos:
Me alegra verdaderamente encon-
trarme con vosotros en la apertura
de los trabajos de la asamblea plena-
ria del Consejo pontificio para la
cultura, en la que estaréis dedicados
a comprender y profundizar —como
ha dicho el presidente—, desde di-
versas perspectivas, las «culturas ju-
veniles emergentes». Saludo cordial-
mente al presidente, cardenal Gian-
franco Ravasi, y le agradezco las
corteses palabras que me ha dirigido
en nombre de todos vosotros. Salu-
do a los miembros, a los consultores
y a todos los colaboradores del di-
casterio, deseando un proficuo tra-
bajo que ofrecerá una contribución
útil a la acción que la Iglesia realiza
respecto a la realidad ju-
venil; una realidad, como
se ha dicho, compleja y
articulada, que ya no pue-
de comprenderse dentro
de un universo cultural
homogéneo, sino más
bien en un horizonte que
puede definirse «multiver-
so», es decir, determinado
por una pluralidad de vi-
siones, de perspectivas, de
estrategias. Por eso es
oportuno hablar de «cul-
turas juveniles», conside-
rado que los elementos
que distinguen y diferen-
cian los fenómenos y los
ámbitos culturales preva-
lecen sobre aquellos que,
aun presentes, por el con-
trario los asocian. Nume-
rosos factores concurren,
en efecto, a diseñar un
panorama cultural cada vez más
fragmentado y en continua y velocí-
sima evolución, al que por cierto no
son extraños los medios de comuni-
cación social, los nuevos instrumen-
tos de comunicación que favorecen
y, a veces, provocan ellos mismos
continuos y rápidos cambios de
mentalidad, de costumbre, de com-
portamiento.
Se constata de este modo un cli-
ma difundido de inestabilidad que
toca el ámbito cultural, así como el
político y económico —este último
marcado también por las dificultades
de los jóvenes de encontrar un tra-
bajo—, para incidir sobre todo a ni-
vel psicológico y relacional. La in-
certidumbre y la fragilidad que ca-
racterizan a muchos jóvenes, a me-
nudo los impulsan a la marginación,
los hacen casi invisibles y ausentes
de los procesos históricos y cultura-
les de las sociedades. Y cada vez
L’OSSERVATORE ROMANO
más frecuentemente fragilidad y
marginalidad desembocan en fenó-
menos de dependencia de las dro-
gas, de desviación, de violencia. La
esfera afectiva y emotiva, el ámbito
de los sentimientos, como el de la
corporeidad, están fuertemente afec-
tados por este clima y por la situa-
ción cultural que deriva de él, mani-
festada, por ejemplo, por fenómenos
aparentemente contradictorios, como
la espectacularización de la vida ínti-
ma y personal y la cerrazón indivi-
dualista y narcisista respecto a las
propias necesidades e intereses. Tam-
bién la dimensión religiosa, la expe-
riencia de fe y la pertenencia a la
Iglesia son vividas a menudo en una
perspectiva privada y emotiva.
No faltan, sin embargo, fenóme-
nos decididamente positivos. Los
impulsos generosos y valientes de
numerosos jóvenes que dedican a
sus hermanos más necesitados sus
mejores energías; las experiencias de
fe sincera y profunda de muchos
muchachos y muchachas que, con
alegría, testimonian su pertenencia a
la Iglesia; los esfuerzos realizados
para construir, en muchas partes del
mundo, sociedades capaces de respe-
tar la libertad y la dignidad de to-
dos, comenzando por los más pe-
queños y débiles. Todo esto nos
conforta y nos ayuda a bosquejar un
cuadro más preciso y objetivo de las
culturas juveniles. Por tanto, no nos
podemos contentar con leer los fe-
nómenos culturales juveniles según
paradigmas consolidados, pero que
ahora se han convertido en lugares
comunes, o analizarlos con métodos
que ya no son útiles, partiendo de
categorías culturales superadas y no
adecuadas.
Nos hallamos, en definitiva, frente
a una realidad muy compleja, pero
también fascinante, que hay que
comprender de manera profunda y
amar con gran espíritu de empatía,
una realidad cuyas líneas de fondo y
desarrollos es necesario saber captar
con atención. Mirando, por ejemplo,
a los jóvenes de muchos países del
así llamado «tercer mundo», nos da-
mos cuenta de que representan, con
sus culturas y con sus necesidades,
un desafío para la sociedad del con-
sumismo globalizado, para la cultura
de los privilegios consolidados, de la
que se beneficia un reducido grupo
de la población del mundo occiden-
tal. Las culturas juveniles, en conse-
cuencia, se transforman en «emer-
gentes» también en el sentido de
que manifiestan una necesidad pro-
funda, un pedido de ayuda o inclu-
so una «provocación», que no pue-
de ser ignorada o descuidada ya sea
por la sociedad civil, ya sea por la
comunidad eclesial. Muchas veces
he manifestado, por ejemplo, mi
preocupación y la de toda la Iglesia
por la así llamada «emergencia edu-
cativa», a la que se suman segura-
mente otras «emergencias», que to-
can las diversas dimensiones de la
persona y sus relaciones fundamen-
tales, y a las cuales no se puede res-
ponder de modo evasivo y banal.
Pienso, por ejemplo, en la creciente
dificultad en el campo laboral o en
la fatiga de ser fieles en el tiempo a
las responsabilidades asumidas. De
ahí derivaría, para el futuro del
mundo y de toda la humanidad, un
empobrecimiento no sólo económico
y social sino sobre todo humano y
espiritual: si los jóvenes ya no espe-
raran y no progresaran, si no intro-
dujeran en las dinámicas históricas
su energía, su vitalidad, su capaci-
dad de anticipar el futuro, nos en-
contraríamos con una humanidad re-
plegada en sí misma, privada de
confianza y de una mirada positiva
hacia el futuro.
Aunque somos conscientes de las
numerosas situaciones problemáticas
que tocan también el ámbito de la fe
página 11
y de la pertenencia a la Iglesia, que-
remos renovar nuestra confianza en
los jóvenes, reafirmar que la Iglesia
mira su condición, sus culturas, co-
mo un punto de referencia esencial e
ineludible para su acción pastoral.
Por eso querría retomar nuevamente
algunos pasajes significativos del
Mensaje que el Concilio Vaticano II
dirigió a los jóvenes, a fin de que
sea motivo de reflexión y de estímu-
lo para las nuevas generaciones. An-
te todo, en este Mensaje se afirmaba:
«La Iglesia os mira con confianza y
amor… Posee lo que hace la fuerza
y el encanto de la juventud: la facul-
tad de alegrarse con lo que comien-
za, de darse sin recompensa, de re-
novarse y de partir de
nuevo para nuevas con-
quistas». Por tanto, el ve-
nerable Pablo VI dirigía
este llamamiento a los jó-
venes del mundo: «En el
nombre de este Dios y de
su hijo, Jesús, os exhorta-
mos a ensanchar vuestros
corazones a las dimensio-
nes del mundo, a escu-
char la llamada de vues-
tros hermanos y a poner
ardorosamente a su servi-
cio vuestras energías. Lu-
chad contra todo egoís-
mo. Negaos a dar libre
curso a los instintos de
violencia y de odio, que
engendran las guerras y
su cortejo de males. Sed
generosos, puros, respe-
tuosos, sinceros. Y edifi-
cad con entusiasmo un
mundo mejor que el de vuestros ma-
yores».
También yo quiero reafirmarlo
con fuerza: la Iglesia tiene confianza
en los jóvenes, espera en ellos y en
sus energías, tiene necesidad de ellos
y de su vitalidad, para seguir vivien-
do con renovado impulso la misión
que le confió Cristo. Deseo vivamen-
te, pues, que el Año de la fe sea, tam-
bién para las jóvenes generaciones,
una ocasión valiosa para reencontrar
y reforzar la amistad con Cristo, de
la cual hacer brotar la alegría y el
entusiasmo para transformar profun-
damente las culturas y las socieda-
des.
Queridos amigos, agradeciéndoos
el empeño que con generosidad po-
néis al servicio de la Iglesia, y por la
atención especial que dirigís a los jó-
venes, de corazón os imparto mi
bendición apostólica. Gracias.
página 12
Audiencias pontificias
EL SANTO PADRE HA RECIBID O:
Sábado 2 de febrero
—Al cardenal Marc Ouellet, P.S.S.,
prefecto de la Congregación para
los obispos.
A los obispos de Italia, de la Con-
ferencia episcopal de Emilia-Roma-
ña, en visita «ad limina Apostolo-
rum»:
—Cardenal Carlo Caffarra, arzo-
bispo de Bolonia.
—Monseñor Paolo Rabitti, arzo-
bispo emérito de Ferrara-Comac-
chio.
—Monseñor Claudio Stagni, obis-
po de Faenza-Modigliana.
—Monseñor Lino Pizzi, obispo de
Forlì-Bertinoro.
—Monseñor Carlo Mazza, obispo
de Fidenza.
—Monseñor Gianni Ambrosio,
obispo de Piacenza-Bobbio.
—Monseñor Francesco Cavina,
obispo de Carpi.
Lunes, día 4
—A Su Beatitud Louis Raphaël I
Sako, patriarca de Babilonia de los
caldeos, con los miembros del Síno-
do de los obispos de la Iglesia cal-
dea.
—A monseñor Paul Richard Gal-
lagher, arzobispo titular de Hol-
dem, nuncio apostólico en Austra-
lia.
—Al presidente de la República
italiana, Giorgio Napolitano.
A los obispos de Italia, de la Con-
ferencia episcopal de Emilia-Roma-
ña, en visita «ad limina Apostolo-
rum»:
—Monseñor Antonio Lanfranchi
arzobispo de Modena-Nonantola.
—Monseñor Luigi Negri, arzobis-
po de Ferrara-Comacchio.
—Monseñor Lorenzo Ghizzoni,
arzobispo de Ravenna-Cervia.
—Monseñor Francesco Lambiasi,
obispo de Rímini.
—Monseñor Tommaso Ghirelli,
obispo de Imola.
—Monseñor Enrico Solmi, obispo
de Parma.
—Monseñor Douglas Regattieri,
obispo de Cesena-Sarsina.
—Monseñor Massimo Camisasca,
F.S.C.B., obispo de Reggio Emilia-
Guastalla.
Jueves, día 7
—A la ministra presidenta del
Land Saar (Alemania), Annegret
Kramp-Karrenbauer, con el séquito.
—Al cardenal Fernando Filoni,
prefecto de la Congregación para la
evangelización de los pueblos.
L’OSSERVATORE ROMANO
Viernes, día 8
—Al cardenal Willem Jacobus
Eijk, arzobispo de Utrecht (Holan-
da).
—Al cardenal Angelo Sodano, de-
cano del Colegio cardenalicio.
A los obispos de Italia, de la Con-
ferencia episcopal del Lacio, en visi-
ta «ad limina Apostolorum»:
—Monseñor Vincenzo Pelvi, arzo-
bispo Ordinario militar para Italia.
—Monseñor Vincenzo Apicella,
obispo de Velletri-Segni.
—Monseñor Marcello Semeraro,
obispo de Albano.
—Monseñor Gino Reali, obispo
de Porto-Santa Rufina.
—Monseñor Ernesto Mandara,
obispo de Sabina-Poggio Mirteto.
—Monseñor Domenico Sigalini,
obispo de Palestrina.
—Monseñor Mauro Parmeggiani,
obispo de Tívoli.
—Monseñor Raffaello Martinelli,
obispo de Frascati.
—Dom Mauro Meacci, O.S.B.,
abad de la abadía territorial de Su-
biaco.
—Padre Emiliano Fabbricatore,
O.S.B.I.,
archimandrita exarca de la
abadía territorial de Santa María de
Grottaferrata.
Sábado, día 9
—Al cardenal Marc Ouellet, P.S.S.,
prefecto de la Congregación para
los obispos.
A los obispos de Italia, de la Con-
ferencia episcopal del Lacio, en visi-
ta «ad limina Apostolorum»:
—Monseñor Fabio Bernardo
D’Onorio, O.S.B., arzobispo de Gae-
ta.
—Monseñor Delio Lucarelli, obis-
po de Rieti.
—Monseñor Giuseppe Petrocchi,
obispo de Latina-Terracina-Sezze-
Priverno.
—Monseñor Lino Fumagalli, obis-
po de Viterbo.
—Monseñor Lorenzo Loppa,
obispo de Anagni-Alatri.
—Monseñor Romano Rossi, obis-
po de Cività Castellana.
—Monseñor Ambrogio Spreafico,
obispo de Frosinone-Veroli-Ferenti-
no.
—Monseñor Luigi Marrucci, obis-
po de Civitavecchia-Tarquinia.
—Monseñor Gerardo Antonazzo,
obispo electo de Sora-Aquino-Pon-
tecorvo.
—Dom Pietro Vittorelli, O.S.B.,
Abad de la abadía territorial de
Montecassino.
domingo 17 de febrero de 2013, número 7
Colegio episcopal
Monseñor Domingo Buezo Leiva, obispo titular
de Dardano y vicario apostólico de Izabal (Guatemala)
RENUNCIAS:
El Santo Padre ha aceptado la re-
nuncia al gobierno pastoral de la
archidiócesis de Portland en Ore-
gón (Estados Unidos) que monse-
ñor JOHN GEORGE VLAZNY, le había
presentado en conformidad con el
canon 401 § 1 del Código de dere-
cho canónico.
John George Vlazny nació en
Chicago el 22 de febrero de 1937.
Recibió la ordenación sacerdotal el
20 de diciembre de 1961. Juan Pablo
II lo nombró obispo titular de Stag-
no y auxiliar de la archidiócesis de
Chicago el 18 de octubre de 1983;
recibió la ordenación episcopal el 13
de diciembre sucesivo. El mismo
Papa lo nombró obispo residencial
de Winona el 13 de mayo de 1987, y
el 28 de octubre de 1997 lo promo-
vió a arzobispo metropolitano de
Portland.
El Santo Padre ha aceptado la re-
nuncia al gobierno pastoral de la
archidiócesis de Calabar (Nigeria)
que monseñor JOSEPH EDRA UKPO,
le había presentado en conformidad
con el canon 401 § 1 del Código de
derecho canónico.
Joseph Edra Ukpo nació en
Okpoma, diócesis de Ogoja, el 6 de
junio de 1937. Recibió la ordenación
sacerdotal el 25 de abril de 1965. Pa-
Lutos en el episcopado
—Monseñor JOSEPH MADEC, obispo
emérito de Fréjus-Toulon (Francia),
falleció el 5 de febrero. Había naci-
do en Ploërmel, diócesis de Vannes,
el 15 de marzo de 1923. Era sacerdo-
te desde el 5 de abril de 1947. Juan
Pablo II lo nombró obispo de Fré-
jus-Toulon el 8 de febrero de 1983;
recibió la ordenación episcopal el 10
de abril sucesivo. El mismo Santo
Padre aceptó su renuncia al gobier-
no pastoral de dicha diócesis el 16
de mayo de 2000.
—Monseñor D OUGLAS J. WARREN,
obispo emérito de Wilcannia-Forbes
(Australia), falleció el 6 de febrero.
Había nacido en Canowindra, dió-
cesis de Bathurst, el 21 de marzo de
1919. Era sacerdote desde el 20 de
diciembre de 1942. Pablo VI lo nom-
bró obispo titular de Acque nuove
di Numidia y auxiliar de Wilcannia-
Forbes el 16 de junio de 1964; reci-
bió la ordenación episcopal el 27 de
julio de dicho año. El mismo Papa
lo nombró obispo residencial de
Wilcannia-Forbes el 26 de septiem-
bre de 1967. Juan Pablo II aceptó su
renuncia al gobierno pastoral de di-
cha sede el 30 de marzo de 1994.
blo VI lo nombró obispo titular de
Cullu y auxiliar del obispo de Ogo-
ja el 24 de abril de 1971; recibió la
ordenación episcopal el 19 de sep-
tiembre de dicho año. El mismo Pa-
pa lo nombró obispo residencial de
Ogoja el 1 de marzo de 1973. Juan
Pablo II lo promovió a arzobispo de
la archidiócesis de Calabar el 14 de
noviembre de 2003.
El Santo Padre ha aceptado la re-
nuncia al gobierno pastoral de la
archidiócesis de Monreale (Italia)
SIGUE EN LA PÁGINA 14
Nombramientos
pontificios
El Santo Padre ha agregado al
Colegio de los protonotarios apos-
tólicos «de numero participan-
tium» a monseñor LEONARD O SA-
PIENZA, R.C.I., regente de la Pre-
fectura de la Casa pontificia.
El Papa ha nombrado auditor ge-
neral de la Cámara apostólica a
monseñor GIUSEPPE SCIACCA,
obispo titular de Fondi, secretario
general de la Gobernación del Es-
tado de la Ciudad del Vaticano.
—Monseñor ARTHÉ GUIMOND, ar-
zobispo emérito de Grouard-
McLennan (Canadá), falleció el 6
de febrero. Había nacido en Ri-
mouski el 22 de mayo de 1931. Era
sacerdote desde el 23 de junio de
1957. Juan Pablo II lo nombró arzo-
bispo de Grouard-McLennan el 10
de mayo de 2000; recibió la ordena-
ción episcopal el 15 de agosto suce-
sivo. Benedicto XVI aceptó su re-
nuncia al gobierno pastoral de di-
cha sede el 30 de noviembre de
2006.
—Monseñor WILLIAM ANTHONY
HUGHES, obispo emérito de
Covington (Estados Unidos), falle-
ció el 7 de febrero. Había nacido en
Youngstown el 23 de septiembre de
1921. Era sacerdote desde el 6 de
abril de 1946. Pablo VI lo nombró
obispo titular de Inis Cathaig y au-
xiliar de Youngstown el 17 de julio
de 1974; recibió la ordenación epis-
copal el 12 de septiembre de dicho
año. Juan Pablo II lo nombró obis-
po residencial de Covington el 8 de
marzo de 1979. El Papa aceptó su
renuncia al gobierno pastoral de di-
cha sede el 4 de julio de 1995.
número 7, domingo 17 de febrero de 2013 L’OSSERVATORE ROMANO página 13

Mensaje de Benedicto XVI para la 50º Jornada mundial de oración por las vocaciones

Donde se funda nuestra esperanza

«Las vocaciones signo de la esperanza fundada sobre la fe», es el tema del siempre prontos para dar una res- (Mc 10, 21). Para responder a esta in-
mensaje de Benedicto XVI para la 50a Jornada mundial de oración por las puesta sobre el logos —el sentido y la vitación es necesario dejar de elegir
vocaciones, que se celebrará el 21 de abril de 2013, cuarto domingo de Pascua. razón— de su esperanza (cf. 3, 15), por sí mismo el propio camino. Se-
«También hoy —escribe el Pontífice— Jesús, el Resucitado, pasa a través de los “esperanza” equivale a “fe”» (Enc. guirlo significa sumergir la propia
caminos de nuestra vida... y sigue dirigiéndonos su palabra; nos llama a realizar Spe salvi, 2). voluntad en la voluntad de Jesús,
nuestra vida con Él, el único capaz de apagar nuestra sed de esperanza». darle verdaderamente la precedencia,
Queridos hermanos y hermanas,
ponerlo en primer lugar frente a to-
¿en qué consiste la fidelidad de Dios
do lo que forma parte de nuestra vi-
momentos de mayor dificultad como en la que se puede confiar con firme da: la familia, el trabajo, los intere-
los del Exilio, aparece un elemento esperanza? En su amor. Él, que es ses personales, nosotros mismos.
constante, subrayado particularmen- Padre, vuelca en nuestro yo más pro- Significa entregar la propia vida a
te por los profetas: la memoria de fundo su amor, mediante el Espíritu Él, vivir con Él en profunda intimi-
las promesas hechas por Dios a los Santo (cf. Rm 5, 5). Y este amor, dad, entrar a través de Él en comu-
Patriarcas; memoria que lleva a imi- que se ha manifestado plenamente nión con el Padre y con el Espíritu
tar la actitud ejemplar de Abrahán, en Jesucristo, interpela a nuestra Santo y, en consecuencia, con los
el cual, recuerda el Apóstol Pablo, existencia, pide una respuesta sobre hermanos y hermanas. Esta comu-
«apoyado en la esperanza, creyó aquello que cada uno quiere hacer nión de vida con Jesús es el «lugar»
contra toda esperanza que llegaría a de su propia vida, sobre cuánto está privilegiado donde se experimenta la
ser padre de muchos pue- esperanza y donde la vida
blos, de acuerdo con lo será libre y plena.
que se le había dicho: Así Las vocaciones sacerdo-
Queridos hermanos y hermanas: será tu descendencia» (Rm tales y religiosas nacen de
4, 18). Una verdad conso- la experiencia del encuen-
Con motivo de la 50ª Jornada ladora e iluminante que
mundial de oración por las vocacio- sobresale a lo largo de to- tro personal con Cristo,
nes, que se celebrará el 21 de abril da la historia de la salva- del diálogo sincero y con-
de 2013, cuarto domingo de Pascua, ción es, por tanto, la fide- fiado con Él, para entrar
quisiera invitaros a reflexionar sobre lidad de Dios a la alianza, en su voluntad. Es necesa-
el tema: «Las vocaciones signo de la a la cual se ha comprome- rio, pues, crecer en la ex-
esperanza fundada sobre la fe», que se tido y que ha renovado ca- periencia de fe, entendida
inscribe perfectamente en el contex- da vez que el hombre la como relación profunda
to del Año de la fe y en el 50° aniver- ha quebrantado con la in- con Jesús, como escucha
sario de la apertura del Concilio fidelidad y con el pecado, interior de su voz, que re-
Ecuménico Vaticano II. El siervo de desde el tiempo del dilu- suena dentro de nosotros.
Dios Pablo VI, durante la Asamblea vio (cf. Gn 8, 21-22), al del Este itinerario, que hace
conciliar, instituyó esta Jornada de éxodo y el camino por el capaz de acoger la llamada
invocación unánime a Dios Padre desierto (cf. Dt 9, 7); fide- de Dios, tiene lugar dentro
para que continúe enviando obreros lidad de Dios que ha veni- de las comunidades cristia-
Un grupo de religiosas ante la catedral neoyorkina de San Patricio esperan
a su Iglesia (cf. Mt 9, 38). «El pro- do a sellar la nueva y eter- nas que viven un intenso
el inicio de la misa con Benedicto XVI (19 de abril de 2008)
blema del número suficiente de sa- na alianza con el hombre, clima de fe, un generoso
cerdotes —subrayó entonces el Pontí- mediante la sangre de su testimonio de adhesión al
fice— afecta de cerca a todos los fie- Hijo, muerto y resucitado para nues- dispuesto a empeñarse para realizar- Evangelio, una pasión misionera que
les, no sólo porque de él depende el tra salvación. la plenamente. El amor de Dios si- induce al don total de sí mismo por
futuro religioso de la sociedad cris-
tiana, sino también porque este pro- En todo momento, sobre todo en gue, en ocasiones, caminos impensa- el Reino de Dios, alimentado por la
blema es el índice justo e inexorable aquellos más difíciles, la fidelidad bles, pero alcanza siempre a aquellos participación en los sacramentos, en
que se dejan encontrar. La esperanza particular la Eucaristía, y por una
de la vitalidad de fe y amor de cada del Señor, auténtica fuerza motriz de se alimenta, por tanto, de esta certe- fervorosa vida de oración. Esta últi-
comunidad parroquial y diocesana, y la historia de la salvación, es la que
za: «Nosotros hemos conocido el ma «debe ser, por una parte, muy
testimonio de la salud moral de las siempre hace vibrar los corazones de amor que Dios nos tiene y hemos personal, una confrontación de mi
familias cristianas. Donde son nume- los hombres y de las mujeres, confir-
creído en Él» (1 Jn 4, 16). Y este yo con Dios, con el Dios vivo. Pero,
rosas las vocaciones al estado ecle- mándolos en la esperanza de alcan-
amor exigente, profundo, que va por otra, ha de estar guiada e ilumi-
siástico y religioso, se vive generosa- zar un día la «Tierra prometida».
más allá de lo superficial, nos alien- nada una y otra vez por las grandes
mente de acuerdo con el Evangelio» Aquí está el fundamento seguro de
ta, nos hace esperar en el camino de oraciones de la Iglesia y de los san-
(Pablo VI, Radiomensaje, 11 de abril toda esperanza: Dios no nos deja
de 1964). la vida y en el futuro, nos hace tener tos, por la oración litúrgica, en la
nunca solos y es fiel a la palabra da- confianza en nosotros mismos, en la cual el Señor nos enseña constante-
En estos decenios, las diversas co- da. Por este motivo, en toda situa- historia y en los demás. Quisiera di- mente a rezar correctamente» (Enc.
munidades eclesiales extendidas por ción gozosa o desfavorable, pode- rigirme de modo particular a voso- Spe salvi, 34).
todo el mundo se tros jóvenes y repetiros: «¿Qué sería La oración constante y profunda
han encontrado es- vuestra vida sin este amor? Dios cui- hace crecer la fe de la comunidad
piritualmente uni- Las vocaciones sacerdotales y religiosas nacen
da del hombre desde la creación cristiana, en la certeza siempre reno-
das cada año, en el del encuentro personal con Cristo, del diálogo hasta el fin de los tiempos, cuando vada de que Dios nunca abandona a
cuarto domingo de llevará a cabo su proyecto de salva- su pueblo y lo sostiene suscitando
Pascua, para im- sincero y confiado con Él para entrar en su
ción. ¡En el Señor resucitado tene- vocaciones especiales, al sacerdocio
plorar de Dios el voluntad. Es necesario crecer en la experiencia mos la certeza de nuestra esperan- y a la vida consagrada, para que
don de santas vo- za!» (Discurso a los jóvenes de la dió- sean signos de esperanza para el
de fe: en la relación profunda con Jesús
caciones y volver a cesis de San Marino-Montefeltro, 19 de mundo. En efecto, los presbíteros y
proponer a la re- junio de 2011: L’Osservatore Romano, los religiosos están llamados a darse
flexión común la urgencia de la res- mos nutrir una sólida esperanza y edición en lengua española, 26 de de modo incondicional al Pueblo de
puesta a la llamada divina. Esta sig- rezar con el salmista: «Descansa sólo junio de 2011, p. 5). Dios, en un servicio de amor al
nificativa cita anual ha favorecido, en Dios, alma mía, porque Él es mi Evangelio y a la Iglesia, un servicio
Como sucedió en el curso de su
en efecto, un fuerte empeño por si- esperanza» (Sal 62, 6). Tener espe- existencia terrena, también hoy Je- a aquella firme esperanza que sólo la
tuar cada vez más en el centro de la ranza equivale, pues, a confiar en el sús, el Resucitado, pasa a través de apertura al horizonte de Dios puede
espiritualidad, de la acción pastoral Dios fiel, que mantiene las promesas los caminos de nuestra vida, y nos dar. Por tanto, ellos, con el testimo-
y de la oración de los fieles, la im- de la alianza. Fe y esperanza están, ve inmersos en nuestras actividades, nio de su fe y con su fervor apostóli-
portancia de las vocaciones al sacer- por tanto, estrechamente unidas. De con nuestros deseos y nuestras nece- co, pueden transmitir, en particular a
docio y a la vida consagrada. las nuevas generaciones, el vivo de-
hecho, «“esperanza”, es una palabra sidades. Precisamente en el devenir
seo de responder generosamente y
La esperanza es espera de algo central de la fe bíblica, hasta el pun- cotidiano sigue dirigiéndonos su pa- sin demora a Cristo que llama a se-
positivo para el futuro, pero que, al to de que en muchos pasajes las pa- labra; nos llama a realizar nuestra vi- guirlo más de cerca. La respuesta a
mismo tiempo, sostiene nuestro pre- labras “fe” y “esperanza” parecen in- da con Él, el único capaz de apagar la llamada divina por parte de un
sente, marcado frecuentemente por tercambiables. Así, la Carta a los nuestra sed de esperanza. Él, que vi- discípulo de Jesús para dedicarse al
insatisfacciones y fracasos. ¿Dónde Hebreos une estrechamente la “pleni- ve en la comunidad de discípulos ministerio sacerdotal o a la vida con-
se funda nuestra esperanza? Con- tud de la fe” (10, 22) con la “firme que es la Iglesia, también hoy llama sagrada, se manifiesta como uno de
templando la historia del pueblo de confesión de la esperanza” (10, 23). a seguirlo. Y esta llamada puede lle- los frutos más maduros de la comu-
Israel narrada en el Antiguo Testa- También cuando la Primera Carta de gar en cualquier momento. También
mento, vemos cómo, también en los Pedro exhorta a los cristianos a estar ahora Jesús repite: «Ven y sígueme» SIGUE EN LA PÁGINA 15
página 14 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 17 de febrero de 2013, número 7

Fue observador permanente de la Santa Sede ante la ONU y presidente del dicasterio para los emigrantes

La muerte del cardenal Giovanni Cheli

Llamado a formar parte del servicio
diplomático de la Santa Sede —du-
rante trece años fue observador per-
manente ante la ONU— jamás perdió
de vista el compromiso pastoral, con
una mirada especialmente atenta a
las cuestiones relacionadas con los
refugiados y los emigrantes antes
aún de que estos hechos asumieran
las dimensiones actuales, vastas y a
menudo dramáticas.
Nació en Turín, si bien su madre
era de Asti y su padre toscano. Reci-
bió la ordenación sacerdotal el 21 de
junio de 1942. Comenzó su ministe-
rio sacerdotal como prefecto de dis-
ciplina y profesor en el seminario de
su diócesis. Al mismo tiempo, cola-
boró apostólicamente como asistente
diocesano del sector juvenil de la
Acción católica, y fue también vica-
rio parroquial en Isola d’Asti.
Durante la segunda guerra mun-
dial, gracias a una radio de onda
corta, ideó una red de corresponden-
cia entre los soldados prisioneros ita-
lianos y sus familias. Radio Londres
transmitía periódicamente un mensa-
je, al que seguían los nombres de los
prisioneros. Tras captar el contenido
de la transmisión, don Cheli compi-
laba un texto para cada uno de ellos
con el mensaje y el nombre del sol-
dado. Luego, con la colaboración de
jóvenes seminaristas que se traslada-
ban en bicicleta, los textos se entre-
gaban a las familias. Incluso termi-
nada la guerra promovió un servicio
de acogida para los sobrevivientes.
En 1949 fue enviado a Roma para
completar sus estudios en la Pontifi-
cia Universidad Lateranense. Asimis-
mo, desempeñó su ministerio pasto-
ral como capellán de una comuni-
dad de religiosas y trabajando en la
pastoral parroquial. Tras conseguir
el doctorado en derecho canónico y
El cardenal Giovanni Cheli, presidente emérito del Consejo pontificio para
la pastoral de los emigrantes e itinerantes, falleció el 8 de febrero a los no-
venta y cuatro años. Había nacido el 4 de octubre de 1918 en Turín (Ita-
lia). Recibió la ordenación sacerdotal el 21 de junio de 1942. Pablo VI le
nombró observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de
las Naciones Unidas en Nueva York el 25 de julio de 1973. Juan Pablo I
lo nombró arzobispo titular de Santa Giusta, y le dio el título de nuncio
apostólico, el 8 de septiembre de 1978; recibió la ordenación episcopal el 16
de septiembre sucesivo. Juan Pablo II le nombró pro-presidente de la Comi-
sión pontificia para la pastoral de las migraciones y del turismo el 18 de
septiembre de 1986. Dicho dicasterio, a partir de 1988 con la constitución
apostólica «Pastor Bonus», se convirtió en el Consejo pontificio para la
pastoral de los emigrantes e itinerantes, del que pasó a ser presidente el 1 de
marzo de 1989. Renunció a dicho cargo el 21 de febrero de 1998 y, en el
consistorio que tuvo lugar ese mismo día, Juan Pablo II le creó cardenal de
la diaconía de San Cosme y San Damián, luego elevada «pro hac vice» a la pastoral de las migraciones y del
título presbiteral cuando, el 1 de marzo de 2008, pasó a formar parte de la turismo en septiembre de 1986. Di-
orden de los cardenales presbíteros. El funeral, presidido por el cardenal An- cho dicasterio, a partir de 1988 con
gelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio, se celebró el sábado 9 de fe- la constitución apostólica «Pastor
brero en la basílica de San Pedro. Bonus», se convirtió en Consejo
pontificio para la pastoral de los
emigrantes e itinerantes, del que fue
la licenciatura en teología, regresó a tonces secretario de dicho dicasterio, su primer presidente. En el cumpli-
su diócesis y, en 1952, entró en el que se encargaba de las relaciones
miento de su misión en ese dicaste-
servicio diplomático de la Santa Se- entre la Santa Sede y algunos países rio, organizó congresos mundiales y
de. Seguidamente, prestó servicio en de Europa del este. Entre otras co-
regionales, y puso en marcha múlti-
la nunciatura apostólica en Guate- sas, colaboró en las negociaciones ples iniciativas encaminadas espe-
mala, donde, con la llegada al poder para la liberación del cardenal hún-
cialmente a intensificar el apostolado
del partido comunista, las relaciones garo József Mindszenty.
del mar y la asistencia a los prófugos
del Gobierno con la Iglesia y la San- Pablo VI le nombró observador
y refugiados. Durante su presiden-
ta Sede eran difíciles. En ese contex- permanente de la Santa Sede ante la
cia, además, se afrontaron y profun-
to, además del trabajo en la repre- Organización de las Naciones Uni-
sentación pontificia, se dedicó a la das en Nueva York el 25 de julio de dizaron las complejas cuestiones de
formación religiosa de los jóvenes, 1973. En esta nueva misión se ocupó las nuevas migraciones, también a
dando vida a los Scout católicos y de reorganizar la actividad de dicha través de sus intervenciones en las
enseñando en la Universidad católi- oficina, sobre todo gracias a una asambleas especiales del Sínodo de
ca Santa María, recién fundada por vasta red de colaboradores externos, los obispos para África, América y
los jesuitas. En 1955, como secreta- y participó en numerosas Conferen- Asia. En el gran mundo de la movi-
rio, fue trasladado a la nunciatura en cias internacionales. En en julio de lidad humana, un lugar privilegiado
España, y en 1962 a la representa- 1978 fue nombrado arzobispo titular lo tenía siempre la atención de la di-
ción pontificia en Italia. de Santa Giusta y nuncio apostólico; mensión espiritual, también con una
En 1967 fue llamado por el Papa recibió la ordenación episcopal el 16 atención especial a la experiencia de
para trabajar en el Consejo para los de septiembre sucesivo, de manos la peregrinación.
Asuntos públicos de la Iglesia, den- del entonces secretario de Estado, el
tro de la Secretaría de Estado. En cardenal Jean-Marie Villot. Benedicto XVI, al recibir noticia de la
ese tiempo fue colaborador cercano Juan Pablo II le nombró pro-presi- muerte del cardenal Giovanni Cheli, se
del arzobispo Agostino Casaroli, en- dente de la Comisión pontificia para recogió en oración. Luego envió a mon-
señor Francesco Ravinale, obispo de
Asti, el siguiente telegrama de pésame:

Colegio episcopal He recibido con tristeza la noticia

VIENE DE LA PÁGINA 12
que monseñor SALVATORE DI CRIS-
TINA, le había presentado en con-
formidad con el canon 401 § 1 del
Código de derecho canónico.
Salvatore Di Cristina nació en
Palermo el 16 de marzo de 1937. Re-
cibió la ordenación sacerdotal el 2
de julio de 1960. Juan Pablo II lo
nombró obispo titular de Bilta y
auxiliar de Palermo el 23 de diciem-
bre de 2000; recibió la ordenación
episcopal el 26 de enero de 2001.
Benedicto XVI lo promovió a arzo-
bispo de Monreale el 2 de diciem-
bre de 2006.
EL PAPA HA NOMBRAD O:
—Arzobispo metropolitano de
Portland en Oregón (Estados Uni-
dos) a monseñor ALEXANDER KING
SAMPLE, hasta ahora obispo de
Marquette.
Alexander King Sample nació en
Kalispell, diócesis de Helena, el 7
de noviembre de 1960. Recibió la
ordenación sacerdotal el 1 de junio
de 1990. Benedicto XVI lo nombró
obispo de Marquette el 13 de
diciembre de 2005: recibió la or-
denación episcopal el 25 de enero
de 2006.
—Arzobispo metropolitano de Cala-
bar (Nigeria) a monseñor JOSEPH
EFFIONG EKUWEM, hasta ahora
obispo de Uyo.
Joseph Effiong Ekuwem nació en
Offi Udah, diócesis de Uyo, el 18
de diciembre de 1949. Recibió la or-
denación sacerdotal el 30 de junio
de 1979. Juan Pablo II lo nombró
obispo de Uyo el 4 de julio de
1989; recibió la ordenación episco-
pal el 9 de diciembre sucesivo.
—Arzobispo de Monreale (Italia) a
monseñor MICHELE PENNISI, hasta
ahora obispo de Piazza Armerina.
Michele Pennisi nació en Licodia
Eubea, diócesis de Caltagirone, el
23 de noviembre de 1946. Recibió
la ordenación sacerdotal el 9 de
septiembre de 1972. Juan Pablo II lo
nombró obispo de Piazza Armerina
el 12 de abril de 2002; recibió la
consagración episcopal el 3 de julio
del mismo año.
—Obispo de Dori (Burkina Faso) al
presbítero LAURENT BIRFUORÉ DA-
BIRÉ.
Laurent Birfuoré Dabiré nació en
Dissin, diócesis de Diébugu, el 17
de septiembre de 1965. Recibió la
ordenación sacerdotal el 29 de di-
ciembre de 1995. Se doctoró en
utroque iure en la Pontificia Univer-
sidad Lateranense de Roma. Ha si-
do profesor en los seminarios me-
nor y mayor de su diócesis; vicario
judicial y canciller; oficial del Tri-
bunal de la provincia eclesiástica de
Bobo Dioulasso; y profesor de de-
recho en la Unité Universitaire de
Bamako, en Malí.
—Obispo titular de Dardano y vica-
rio apostólico de Izabal (Guatema-
la) al presbítero D OMINGO BUEZO
LEIVA.
Domingo Buezo Leiva nació en
Zulia, diócesis de Zacapa, el 12 de
diciembre de 1962. Recibió la orde-
nación sacerdotal el 25 de noviem-
bre de 1988. Obtuvo la licenciatura
en teología pastoral en la Pontificia
Universidad Lateranense de Roma.
Inició su ministerio como vicario
parroquial; luego ha sido párroco
en Zacapa, Ipala y Camotán, y vi-
cario episcopal para la pastoral, car-
go que desempeñaba desde 1998.
de la muerte del venerado cardenal
Giovanni Cheli y deseo expresar
sentimientos de sentido pésame a
esa comunidad diocesana, que lo
cuenta entre sus hijos más ilustres,
así como a los familiares y a cuantos
lo han conocido y estimado. Recuer-
do agradecido la valiosa y diligente
colaboración que prestó durante tan-
tos decenios a la Sede apostólica en
las representaciones pontificias, en la
Secretaría de Estado, luego como
observador de la Santa Sede ante las
Naciones Unidas, y por último co-
mo presidente del Consejo pontificio
para la pastoral de los emigrantes e
itinerantes. Él deja el testimonio de
una vida entregada en la adhesión
coherente y generosa a la propia vo-
cación, como sacerdote solícito por
la necesidad de los fieles, especial-
mente por la formación cristiana de
la juventud. Elevo fervientes oracio-
nes de sufragio para que el Señor
acoja en el gozo y en la paz eterna a
este pastor celoso, fiel al Evangelio y
a la Iglesia, y envío a vuestra exce-
lencia, a todo el presbiterio y a
cuantos participan en el dolor por
su muerte, la confortadora bendición
apostólica.
Análogo telegrama de pésame envió el
secretario de Estado, cardenal Tarcisio
Bertone.
número 7, domingo 17 de febrero de 2013
En la audiencia general el miércoles 13 de febrero, Ceniza, Benedicto
El Señor no se cansa de llamar a la puerta del hombre
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, miércoles de Ceniza, empe-
zamos el tiempo litúrgico de Cuares-
ma, cuarenta días que nos preparan
a la celebración de la Santa Pascua;
es un tiempo de particular empeño
en nuestro camino espiritual. El nú-
mero cuarenta se repite varias veces
en la Sagrada Escritura. En especial,
como sabemos, recuerda los cuarenta
años que el pueblo de Israel peregri-
nó en el desierto: un largo período
de formación para convertirse en el
pueblo de Dios, pero también un
largo período en el que la tentación
de ser infieles a la alianza con el Se-
ñor estaba siempre presente. Cuaren-
ta fueron también los días de cami-
no del profeta Elías para llegar al
Monte de Dios, el Horeb; así como
el periodo que Jesús pasó en el de-
sierto antes de iniciar su vida públi-
ca y donde fue tentado por el dia-
blo. En la catequesis de hoy desearía
detenerme precisamente en este mo-
mento de la vida terrena del Señor,
que leeremos en el Evangelio del
próximo domingo.
Ante todo el desierto, donde Jesús
se retira, es el lugar del silencio, de
la pobreza, donde el hombre está
privado de los apoyos materiales y
se halla frente a las preguntas funda-
mentales de la existencia, es impul-
sado a ir a lo esencial y precisamente
por esto le es más fácil encontrar a
Dios. Pero el desierto es también el
lugar de la muerte, porque donde
no hay agua no hay siquiera vida, y
es el lugar de la soledad, donde el
hombre siente más intensa la tenta-
ción. Jesús va al desierto y allí sufre
la tentación de dejar el camino indi-
cado por el Padre para seguir otros
senderos más fáciles y mundanos (cf.
Lc 4, 1-13). Así Él carga nuestras ten-
taciones, lleva nuestra miseria para
vencer al maligno y abrirnos el cami-
no hacia Dios, el camino de la con-
versión.
Mensaje para la Jornada
de oración por las vocaciones
VIENE DE LA PÁGINA 13
nidad cristiana, que ayuda a mirar
con particular confianza y esperan-
za al futuro de la Iglesia y a su ta-
rea de evangelización. Esta tarea
necesita siempre de nuevos obreros
para la predicación del Evangelio,
para la celebración de la Eucaristía
y para el sacramento de la reconci-
liación. Por eso, que no falten sa-
cerdotes celosos, que sepan acom-
pañar a los jóvenes como «compa-
ñeros de viaje» para ayudarles a re-
conocer, en el camino a veces tor-
tuoso y oscuro de la vida, a Cristo,
camino, verdad y vida (cf. Jn 14,
6); para proponerles con valentía
evangélica la belleza del servicio a
Dios, a la comunidad cristiana y a
los hermanos. Sacerdotes que mues-
tren la fecundidad de una tarea en-
tusiasmante, que confiere un senti-
do de plenitud a la propia existen-
cia, por estar fundada sobre la fe en
L’OSSERVATORE ROMANO
Reflexionar sobre las tentaciones a
las que es sometido Jesús en el de-
sierto es una invitación a cada uno
de nosotros para responder a una
pregunta fundamental: ¿qué cuenta
de verdad en mi vida? En la primera
tentación el diablo propone a Jesús
que cambie una piedra en pan para
El Papa relanza
conversiones de ayer y de
hoy, desde Pablo de Tarso y
Agustín de Hipona a Pavel
Florenskij, Etty Hillesum,
Dorothy Day
Las pruebas a las que la sociedad actual
somete al cristiano son muchas y tocan
la vida personal y social. No es fácil
ser fieles al matrimonio cristiano, practicar
la misericordia, dejar espacio a la oración;
no es fácil oponerse públicamente
a opciones de aborto, de eutanasia,
de selección de embriones. La tentación
de dejar de lado la propia fe está siempre
presente y la conversión es una respuesta
a Dios que debe ser confirmada varias
veces en la vida.
Aquel que nos ha amado en primer
lugar (cf. 1 Jn 4, 19). Igualmente,
deseo que los jóvenes, en medio de
tantas propuestas superficiales y efí-
meras, sepan cultivar la atracción
hacia los valores, las altas metas, las
opciones radicales, para un servicio
a los demás siguiendo las huellas
de Jesús. Queridos jóvenes, no ten-
gáis miedo de seguirlo y de recorrer
con intrepidez los exigentes sende-
ros de la caridad y del compromiso
generoso. Así seréis felices de servir,
seréis testigos de aquel gozo que el
mundo no puede dar, seréis llamas
vivas de un amor infinito y eterno,
aprenderéis a «dar razón de vuestra
esperanza» (1 P 3, 15).
Vaticano, 6 de octubre de 2012
XVI indica el camino espiritual de la Cuaresma
satisfacer el hambre. Jesús rebate
que el hombre vive también de pan,
pero no sólo de pan: sin una respues-
ta al hambre de verdad, al hambre
de Dios, el hombre no se puede sal-
var (cf. vv. 3-4). En la segunda ten-
tación, el diablo propone a Jesús el
camino del poder: le conduce a lo
alto y le ofrece el dominio del mun-
do; pero no es éste el camino de
Dios: Jesús tiene bien claro que no
es el poder mundano lo que salva al
mundo, sino el poder de la cruz, de
la humildad, del amor (cf. vv. 5-8).
En la tercera tentación, el diablo
propone a Jesús que se arroje del
alero del templo de Jerusalén y que
haga que le salve Dios mediante sus
ángeles, o sea, que realice
algo sensacional para po-
ner a prueba a Dios mis-
mo; pero la respuesta es
que Dios no es un objeto
al que imponer nuestras
condiciones: es el Señor
de todo (cf. vv. 9-12).
¿Cuál es el núcleo de las
tres tentaciones que sufre
Jesús? Es la propuesta de
instrumentalizar a Dios, de
utilizarle para los propios
intereses, para la propia gloria y el
propio éxito. Y por lo tanto, en sus-
tancia, de ponerse uno mismo en el
lugar de Dios, suprimiéndole de la
propia existencia y haciéndole pare-
cer superfluo. Cada uno debería pre-
guntarse: ¿qué puesto tiene Dios en
mi vida? ¿Es Él el Señor o lo soy
yo?
Superar la tentación de someter a
Dios a uno mismo y a los propios
intereses, o de ponerle en un rincón,
y convertirse al orden justo de prio-
ridades, dar a Dios el primer lugar,
es un camino que cada cristiano de-
be recorrer siempre de nuevo. «Con-
vertirse», una invitación que escu-
charemos muchas veces en Cuares-
ma, significa seguir a Jesús de mane-
ra que su Evangelio sea guía concre-
ta de la vida; significa dejar que
Dios nos transforme, dejar de pensar
que somos nosotros los únicos cons-
tructores de nuestra existencia; signi-
fica reconocer que somos creaturas,
que dependemos de Dios, de su
amor, y sólo «perdiendo» nuestra vi-
da en Él podemos ganarla. Esto exi-
ge tomar nuestras decisiones a la luz
de la Palabra de Dios. Actualmente
ya no se puede ser cristiano como
simple consecuencia del hecho de vi-
página 15
vir en una sociedad que tiene raíces
cristianas: también quien nace en
una familia cristiana y es formado
religiosamente debe, cada día, reno-
var la opción de ser cristiano, dar a
Dios el primer lugar, frente a las
tentaciones que una cultura seculari-
zada le propone continuamente,
frente al juicio crítico de muchos
contemporáneos.
Las pruebas a las que la sociedad
actual somete al cristiano, en efecto,
son muchas y tocan la vida personal
y social. No es fácil ser fieles al ma-
trimonio cristiano, practicar la mise-
ricordia en la vida cotidiana, dejar
espacio a la oración y al silencio in-
terior; no es fácil oponerse pública-
mente a opciones que muchos consi-
deran obvias, como el aborto en ca-
so de embarazo indeseado, la euta-
nasia en caso de enfermedades gra-
ves, o la selección de embriones para
prevenir enfermedades hereditarias.
La tentación de dejar de lado la pro-
pia fe está siempre presente y la con-
versión es una respuesta a Dios que
debe ser confirmada varias veces en
la vida.
Sirven de ejemplo y de estímulo
las grandes conversiones, como la de
san Pablo en el camino de Damasco,
o san Agustín; pero también en
nuestra época de eclipse del sentido
de lo sagrado, la gracia de Dios ac-
túa y obra maravillas en la vida de
muchas personas. El Señor no se
cansa de llamar a la puerta del hom-
bre en contextos sociales y culturales
que parecen engullidos por la secu-
larización, como ocurrió con el ruso
ortodoxo Pavel Florenskij. Después
de una educación completamente
agnóstica, hasta el punto de experi-
mentar auténtica hostilidad hacia las
enseñanzas religiosas impartidas en
la escuela, el científico Florenskij lle-
ga a exclamar: «¡No, no se puede vi-
vir sin Dios!», y cambió completa-
mente su vida: tanto que se hace
monje.
Pienso también en la figura de Et-
ty Hillesum, una joven holandesa de
origen judío que morirá en Aus-
chwitz. Inicialmente lejos de Dios, le
descubre mirando profundamente
dentro de ella misma y escribe: «Un
pozo muy profundo hay dentro de
mí. Y Dios está en ese pozo. A veces
me sucede alcanzarle, más a menudo
piedra y arena le cubren: entonces
Dios está sepultado. Es necesario
que lo vuelva a desenterrar» (Diario,
97). En su vida dispersa e inquieta,
encuentra a Dios precisamente en
medio de la gran tragedia del siglo
XX, la Shoah. Esta joven frágil e in-
satisfecha, transfigurada por la fe, se
convierte en una mujer llena de
amor y de paz interior, capaz de
afirmar: «Vivo constantemente en in-
timidad con Dios».
La capacidad de oponerse a las li-
sonjas ideológicas de su tiempo para
elegir la búsqueda de la verdad y
abrirse al descubrimiento de la fe es-
tá testimoniada por otra mujer de
nuestro tiempo: la estadounidense
Dorothy Day. En su autobiografía,
confiesa abiertamente haber caído en
la tentación de resolver todo con la
política, adhiriéndose a la propuesta
SIGUE EN LA PÁGINA 16
página 16 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 17 de febrero de 2013, número 7

Benedicto XVI explica a los fieles su decisión de dejar el pontificado

La Iglesia es de Cristo
Benedicto XVI decidió renunciar al pontificado «con plena libertad por el bien de la Iglesia,
tras haber orado durante mucho tiempo y haber examinado» su conciencia ante Dios. Así
ha querido recalcarlo al inicio de la audiencia general el miércoles, de Ceniza, 13 de febrero,
en italiano a los dos días de leer su declaración en latín ante los cardenales en Consistorio.

Queridos hermanos y hermanas: petrino con la fuerza que éste requiere.

Como sabéis —gracias por vuestra sim-
patía—, he decidido renunciar al ministerio
que el Señor me ha confiado el 19 de abril
de 2005. Lo he hecho con plena libertad
por el bien de la Iglesia, tras haber orado
durante mucho tiempo y haber examinado
mi conciencia ante Dios, muy consciente
de la importancia de este acto, pero cons-
ciente al mismo tiempo de no estar ya en
condiciones de desempeñar el ministerio
Me sostiene y me ilumina la certeza de
que la Iglesia es de Cristo, que no dejará
de guiarla y cuidarla. Agradezco a todos
el amor y la plegaria con que me habéis
acompañado. Gracias. En estos días nada
fáciles para mí, he sentido casi físicamente
la fuerza que me da la oración, el amor de
la Iglesia, vuestra oración. Seguid rezando
por mí, por la Iglesia, por el próximo Pa-
pa. El Señor nos guiará.

El minuto a minuto del anuncio de la renuncia

Mensaje de esperanza
«Una decisión inesperada, turbado- Pro Petri Sede, al presidente de Ru-
ra, conmovedora», debida al «decli- manía y a los obispos de Liguria en
ve físico, ante la extraordinaria ne- visita «ad limina»; de igual forma
cesidad presencial del Papa». En es- recibirá a los obispos de Lombardía
tos términos el cardenal Tarcisio el 16, y al presidente de Guatemala.
Bertone, secretario de Estado, co- El día 16 el Papa también manten-
mentó la renuncia de Benedicto XVI drá un encuentro con el presidente
al pontificado en una entrevista te- del Consejo de Ministros italiano,
levisiva en Raiuno el 11 de febrero Mario Monti, y el 23 con el presi-
por la tarde, a las pocas horas del
dente de la República, Giorgio Na-
anuncio. El purpurado subrayó que
el Pontífice «escribió la declaración politano, pues ambos desean salu-
el 10 de febrero, y explicó que sen- darle personalmente.
tía disminuir las fuerzas físicas», Se anula, en cambio, la audiencia
mientras que «la capacidad intelec- al presidente de Camerún progra-
tual permanece lúcida y fecunda». mada para el 28 de febrero, y la vi-
Se esperaba a 3.500 fieles; se presentaron 8.000. Y no pocos fueron En la entrevista el cardenal Berto- sita «ad Limina» de los prelados de
incapaces de contener las lágrimas. En el Aula Pablo VI la audiencia ne confió que se había reunido al fi- la región italiana de Las Marcas,
general del miércoles 13 fue el primer encuentro con Benedicto XVI después nal de la tarde con Benedicto XVI, programada entre el 25 y el 28 de
de su renuncia al papado. Y los participantes le recibieron con una «como cada lunes», encontrándole febrero.
auténtica standing ovation. Entre aplausos, el Papa les dió las gracias, «muy sereno». «En la ma-
conmovido, por esta manifestación de afecto y no dudó en pedir oración: durez de este Pontificado
«por el próximo Papa», «por mí, por la Iglesia y por el mundo». nos deja de nuevo un men-
saje de esperanza —recal-
có—, el que nos había dado
el viernes pasado en el se-
minario romano: el árbol
Catequesis en la audiencia general de la Iglesia no está mu-
riendo, sino que se renueva,
VIENE DE LA PÁGINA 15 en su casa y cenaré con él y él con- también con el don del es-
migo» (3, 20). Nuestro hombre in- pléndido pontificado de
marxista: «Quería ir con los mani- terior debe prepararse para ser visi- Benedicto XVI». De quien
festantes, ir a prisión, escribir, in- conserva personalmente
tado por Dios, y precisamente por
fluir en los demás y dejar mi sueño «recuerdos extraordinaria-
esto no debe dejarse invadir por los
al mundo. ¡Cuánta ambición y mente bellos: la dulzura de
espejismos, las apariencias, las cosas
cuánta búsqueda de mí misma ha- trato, una confianza que
materiales.
siempre me ha confirmado
bía en todo esto!». El camino hacia En este tiempo de Cuaresma, en incluso en las dificultades».
la fe en un ambiente tan seculariza- el Año de la fe, renovemos nuestro En cuanto a la agenda
do era particularmente difícil, pero empeño en el camino de conversión papal, el padre Federico
la Gracia actúa igual, como ella para superar la tendencia a cerrar- Lombardi, director de la
misma subrayara: «Es cierto que nos en nosotros mismos y para, en Oficina de información de
sentí más a menudo la necesidad de cambio, hacer espacio a Dios, mi- la Santa Sede, precisa que
ir a la iglesia, de arrodillarme, de rando con sus ojos la realidad coti- Benedicto XVI se trasladará
inclinar la cabeza en oración. Un diana. La alternativa entre el cierre en helicóptero a la residen- El Papa tras el Consistorio del 11 de febrero al término
instinto ciego, se podría decir, por- en nuestro egoísmo y la apertura al cia de Castelgandolfo a las del cual anunció su renuncia al pontificado
que no era consciente de orar. Pero amor de Dios y de los demás po- 17 horas del 28 de febrero,
iba, me introducía en la atmósfera dríamos decir que se corresponde 3 horas antes del final de
de oración...». Dios la condujo a con la alternativa de las tentaciones su pontificado e inicio de la sede El domingo 17 rezará el Ángelus
una adhesión consciente a la Igle- de Jesús: o sea, alternativa entre po- vacante. Ese día, por la mañana, el y hasta el 23 por la mañana, junto a
sia, a una vida dedicada a los des- der humano y amor a la Cruz, entre Pontífice recibirá en la sala Clemen- la Curia romana, participará en los
heredados. una redención vista en el bienestar tina a los purpurados que deseen tradicionales ejercicios espirituales
En nuestra época no son pocas material sólo y una redención como saludarle. cuaresmales. Ésta es la razón por la
las conversiones entendidas como el obra de Dios, a quien damos la pri- Desde el anuncio de su renuncia que se suspende la audiencia gene-
regreso de quien, después de una macía en la existencia. Convertirse su agenda ha continuado: se ha ral semanal. El domingo 24 volverá
educación cristiana, tal vez superfi- significa no encerrarse en la búsque- mantenido la audiencia general del a rezar el Ángelus con los fieles en
cial, se ha alejado durante años de da del proprio éxito, del proprio 13 de febrero y la misa del miércoles la plaza de San Pedro.
la fe y después redescubre a Cristo prestigio, de la propia posición, si- de Ceniza por la tarde. Al día si- El lunes 25 el Pontífice recibirá a
y su Evangelio. En el Libro del Apo- no hacer que cada día, en las pe- guiente celebró el encuentro anual algunos cardenales en audiencia pri-
calipsis leemos: «Mira, estoy de pie queñas cosas, la verdad, la fe en con los párrocos de Roma. vada, y el miércoles 27 la audiencia
a la puerta y llamo. Si alguien escu- Dios y el amor se transformen en la De igual modo, en agenda las general tendrá lugar en la Plaza de
cha mi voz y abre la puerta, entraré cosa más importante. audiencias, el día 15, a la Fundación San Pedro.