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ÁREA: COMUNICACIÓN
LABORATORIO: N° 01
GRUPO: N° 9
INSTITUCIÓN ABACO
En novela juvenil: Tras las huellas de lucero (1980), Cholito en los Andes mágicos
(1986), Cholito en la ciudad del río hablador (1995), ¡Viva Luis Pardo! (1996), Los
dioses de Chavín (1998) y Cholito en la maravillosa Amazonía (1999). También es
autor de un libro de cuentos para niños: Rayito y la princesa del médano (2002). Ha
publicado, asimismo, la novela Rosa cuchillo (1997) y una obra temprana: La tarde
de toros (1974). Colchado es autor también de tres poemarios y un manojo de
leyendas para niños.
Ha recibido, entre otros premios, el “José María Arguedas” de cuento (1978), el
“José María Eguren” de poesía (1980), el Premio Copé (1983), el Premio Nacional
de Literatura Infantil y Juvenil (1985), el Premio Latinoamericano de Cuento (CICLA
87), el Premio Nacional de Educación (1995), el Premio Nacional de Novela
“Federico Villarreal” (1996) y el Premio Internacional de Cuentos “Juan Rulfo” (2002).
En 1992 fue jurado en el Premio Casa de las Américas (Cuba). Su obra Cholito en
los Andes mágicos ha sido llevada a la televisión para los países del Grupo Andino.
Rayito y la princesa del médano.
Leyendas de la sierra del antiguo Perú.
Cordillera Negra
Leyendas de la costa del antiguo Perú.
Cholito y Amazonita
Cholito en busca del Carbunclo
Cholito en los Andes mágicos
Cholito en la maravillosa Amazonía
Cholito en los Andes mágicos
Aventuras de Cholito
Rayito y la princesa del médano
La casa del cerro el Pino
Kuya Kuya / Cordillera Negra
¡Viva Luis Pardo!
Los Dioses de Chapín
Sinfonía azul para tus labios
Rosa Cuchillo
Cordillera Negra
Del mar a la ciudad
Camino de zorro
Hacia el Janaq Pacha
Colección Cholito
Cholito en la ciudad del río hablador
Cholito tras las huellas de Lucero
Radica en Lima, donde -según afirma- ha vivido "intensamente los gozos, sufrimientos,
hedores y traiciones de una ciudad como Lima, grande y tormentosa".
La poesía de Álvarez, a decir de Tulio Mora, se caracteriza, entre otras cosas, por el de
constructivismo y "ese afán de capturar el contrasentido de lo real." Para Marco Aurelio
Denegri, se trata de una "poesía viral y arrebatada", "porque es poesía impetuosa,
inconsiderada y violenta". Para Pedro Escribano (diario La República) "es una especie de
graznido humano y salvaje, por eso muchas veces desordenado, que busca retratarnos por
dentro y por fuera."
Roger Santiváñez ha escrito que, la de Álvarez, es "poesía visceral, descarnada, testimonio del
caos y la putrefacción social, mental y cultural, desde donde se levanta una contrapoética que
está contra toda poética, es decir por la creación de una nueva música verbal". Winston
Orrillo afirma: "ésta es poesía, y de las mejores que hemos visitado últimamente, porque hay
detritus, escatología y todo lo que nuestro tatarabuelo Friederich Nietzsche denominaría
“humano, demasiado humano”.
Otros comentarios:
"Me conmueven Juan Gonzalo Rose, el último Washington Delgado, muchas cosas de Pablo
Guevara, Manuel Scorza, José Watanabe, Balo Sánchez León, Armando Arteaga, Oscar
Aragón, Bernardo Alvarez, Carlos López Degregori y bastantes más..." (Enrique Sánchez
Hernani. En: "Hacedores de poesía").
"...hay tres nombres que quisiera rescatar: Bernardo Alvarez, no tan joven, pero más que
nosotros, de una obra irreverente, vigorosa y lúcida, pero sobretodo, profunda. Alexandra
Tenorio, una poeta también irreverente, pero más tierna y de hartas nostalgias. Finalmente,
uno inédito, que dará mucho que hablar, por su poesía salvaje, Julio César Carranza." (Juan
Cristobal. En: letras.35.com)
Desempeño profesional
A inicios de 1913, el ingeniero Santiago Antúnez de
Máyalo regresó al Perú y de inmediato comenzó a
trabajar en la empresa minera Huallaga, ubicada en
Huánuco. Allí elaboró el proyecto de la Central
Hidroeléctrica del Cañón del Pato, la cual dio buenos
frutos a la elaboración de dicha planta en el
departamento de Ancash, que utiliza las aguas del río
Santa.
Antúnez de Máyalo proyectó los planes y estudios para la irrigación de la costa peruana y
también proyectó con notable visión las principales centrales hidroeléctricas del Perú,
destacando especialmente la central del Mantaro, ubicada en Huancavelica.
Aportes importantes
Fue el creador de una nueva teoría sobre la luz, la materia y la gravitación. Propuso, también,
la existencia del neutrón.
Todo ello lo dio a conocer en numerosos estudios, tales como "Las caídas del agua del
departamento de Ancash", "Teoría cinética del potencial newtoniano y algunas aplicaciones
físicas", "Las ruinas de Tinyash (Alto Marañón)", "Teoría electromecánica de la luz y sus
relaciones con la teoría electromecánica de Maxwel y la teoría de los quanta".
También están "La caída del agua del Cañón del Pato", "La desviación del río Chamaya a la
costa de Lambayeque", "Proyecto de un oleoducto troncal del Ucayali a Bayóvar" y "La
divinidad de las culturas Chavín y Tiahuanaco", entre otros.
También publicó un importante estudio sobre el desarrollo eléctrico en el Perú, titulado "La
Génesis de los servicios eléctricos de Lima", que abarca además el proceso de la alumbrado
público y particular y los tranvías de sangre y eléctricos en la capital.
Sus proyectos y estudios para dotar de energía a los distintos pueblos del Perú ahora son una
realidad. Hoy en día es considerado el gran sabio peruano.
Luis Pardo “El Gran Bandido”- Vida y hechos del famoso bandolero chiquiano que
acaparó la atención pública durante varios años. Primera edición, Lima, 1967.
Segunda edición: 1976. Tercera Edición: 1987.
Estudiar su obra, significaría referirse a su producción pedagógica y a la literaria propiamente dicha. Más nuestro
propósito aquí, está referida sólo a su obra literaria, sin que esta preferencia quiera significar el cuestionamiento
de su obra pedagógica.
El carácter eminentemente literario de esta edición, nos obliga a entrar al análisis de su obra en verso y en prosa.
Bastante conocida la primera, en tanto que la segunda es una faceta muy poco conocida. Empero ambas hacen de
su autor, uno de los clásicos de la Literatura Ancashina.
De acuerdo al testimonio de Ernesto Reyna Zegarra, la obra literaria de Teófilo V. Méndez se desarrolló dentro
de la corriente Modernista. Mas, esta simple enunciación no dice nada, puesto que el Modernismo no sólo fue
una Escuela Literaria, sino un movimiento artístico dentro del cual Se desarrollaron diferentes tendencias. Dice
Manuel Pedro Gonzáles:
Es un hecho curioso que el triunfo del modernismo en Hispanoamérica coincida con el triunfo
de la burguesía. Las relaciones del modernismo son los grupos sociales que, por todas partes,
hacia fines del siglo pasado, se instalan sólidamente en el poder; y que aspiran a la paz, a la
prosperidad, al enriquecimiento; son ambiguas. El modernismo no representa el espíritu de la
burguesía, sino más bien su contrario, su sombra, su doble extrañamente distorsionado. El
espíritu de la burguesía es realista; el del modernismo se opone a la realidad cotidiana. La
burguesía se interesa más bien por la novela realista y naturalista (...). Pero al mismo tiempo la
burguesía hace posible el movimiento de protesta y evasión que es el modernismo...
Si trasladamos estos caracteres a la realidad ancashina, veremos que ellas tienen plena vigencia. Nuestro
Modernismo se inicia en 1904 y concluye hacia 1929; coincide con el desarrollo de la burguesía ancashina,
nacida a raíz del triunfo de la revolución de Piérola y se prolonga durante el período de la "República
Aristocrática". La agricultura, la minería y el señuelo de la explotación del oro negro (caucho) de nuestra
Montaña, fueron los energéticos que dieron nuevas formas de vida a la sociedad huaracina. Además, en Huaraz,
también los intelectuales ensayaron polémicas y controversias positivas contra el catolicismo tradicional del
medio.
Según los manuales de Literatura, el Modernismo se desarrolla entre 1872 y 19l6, o sea que llega a su fin el año
de la muerte de uno de los más altos representantes del movimiento: Rubén Darío. Empero, algunos críticos,
señalan como tope el año 1910, cuando el poeta mejicano Enrique Gonzáles Martínez publica su famoso soneto:
"Tuércele el cuello al cisne", dando un nuevo sesgo a la creación literaria.
A esta nueva forma de hacer literatura, a partir da Gonzáles Martínez y López Velarde, se le ha denominado
postmodernismo, otorgándole características particulares e intentando una configuración diferente, cuando en
realidad ambas formas constituyen un todo, como lo demuestra el poeta y crítico mejicano Octavio Paz.
Nuestra crítica llama a la nueva tendencia: “Postmodernismo". El nombre no es muy exacto. El supuesto
postmodernismo;lo que está después es la VANGUARDIA;sino que es una crítica del modernismo dentro del
modernismo, Reacción individual de varios poetas, con ella no comienza otro movimiento; con ella acaba el
modernismo. Esos poetas son su conciencia crítica, la conciencia de su acabamiento. Se trata de una tendencia
dentro del modernismo; las notas características de esos poetas; la ironía, el lenguaje coloquial; aparecen ya en
Darío y en otros modernistas. Además, no hay literalmente espacio, en el sentido cronológico, para ese pseudo
movimiento; si el modernismo se extingue hacia 1918 y la Vanguardia comienza hacia esas fechas, ¿dónde
colocar a los post-modernistas?.
Lo dicho por Octavio Paz, tiene pleno cumplimiento en la Literatura Ancashina:no hay solución de continuidad
entre el Post Modernismo y el Vanguardismo. Esto se da, precisamente, entre los integrantes del grupo o
generación VESPERAL, en el cual sus miembros siguen tendencias diferentes. Así, son Modernistas: Pajuelo,
Solís Lozada, Araya Soto, Tafur por el tema y el lenguaje; Post Modernistas: Méndez, Loli e Hinostroza. Este
distingo nos permite comprender la obra literaria de Méndez como la de uno de los pilares del Modernismo en
Ancash.
Quisiéramos hacer una edición cronológica de sus poesías, pero ello no es posible porque carecemos de
adecuada seriación cronológica. Además, las pocas poesías cuya fecha de redacción conocemos, con excepción
de una, las dos restantes son circunstanciales, y no corresponden a la obra fundamental del poeta. Ellas son: "El
ensueño Triunfal" y "Desfile de Dioses", escritas en julio de 1921.
El "cerpus" de esta edición es su libro hasta ahora inédito; como libro; pero conocido a través de las poesías que
en vida publicó en las revistas que hemos citado. El libro lleva por título "ALMA TRÉMULA". A ésta se le
añaden las contadas poesías que escribió en sus últimos veinticinco años de vida.
Poesía
Dado el espacio de que disponemos, un breve análisis de su obra poética arroja los siguientes resultados:
influencias de Chocano y de Rubén Darío, por su epicismo y el verso alejandrino en “Desfile de Dioses", es de
destacar que esta influencia no la encontramos en otros modernistas ancashinos. También es evidente la
influencia de Chocano en su poesía “El ensueño Triunfal", cantando la hazaña del aviador huaracino Ríos
Godenzi.
Antes de entrar en estudio de ALMA TREMULA, sin caer en el defecto da la “crítica hidráulica” o de las
fuentes, conviene señalar la ninguna influencia del gran romántico español, Gustavo A. Bécquer, a quien la
crítica literaria considera el enlace entre el Romanticismo y el Modernismo. Esta influencia es evidente; en el
fondo y en la forma; en la primera época de Agustín Loli, y algo también en la primera etapa de Alejandro Tafur.
El propio Méndez, reconoce su predilección por el poeta mejicano Gonzáles Martínez. Y la influencia del poeta
mejicano sobre el poeta huaracino lo constatamos, inclusive, en la elección del título de su obra: ALMA
TREMULA, está tomada de unos versos de la poesía "Un Fantasma", que forma parte del libro del poeta
mejicano titulado “El Romero Alucinado", editado en 1923. Dicen los versos:
La lectura atenta de estos versos, demuestra que Méndez tomó del segundo verso el sustantivo ALMA y del
tercero el adjetivo TRÉMULO, dando vida al título de ALMA TREMULA.
Este libro, según el manuscrito original que manejamos, fue concluido en 1925, carece de índice y consta de l8
composiciones. Hay una anotación indicando dos títulos que no figuran en el cuaderno manuscrito.
Otra influencia que debemos destacar es la del poeta peruano Alberto Ureta. Corresponde a Ernesto Reyna,
compañero de bohemia de Méndez, la primacía en haber señalado esta influencia, cuando en 1956 escribió:
El último de los poetas de 18 kilates, el Alberto Ureta de Ancash, es Teófilo V. Méndez. Tiene
escrito un libro de versos inédito, que asegura haberlo echado al fuego, por aquello del
proverbio de Salomón: “Vanidad de vanidades, todo vanidad".
Aceptamos también, como válido, el juicio de David T. Izaguirre, cuando insiste en la influencia de Gonzáles
Martínez y de Ureta. En síntesis, nosotros podemos decir que en Méndez influyen González, Martínez y Ureta en
su predilección por el sustantivo alma. No hay que olvidar que el primer libro de poesías de Ureta se titula:
“Rumor de Almas", publicado en 1911.
Para ilustrar la influencia de Ureta sobre Méndez, citaremos la poesía "Horas de Sol" de Ureta y “Ansiedad” de
Teófilo V. Méndez.
La influencia de Ureta prosigue a través de su segundo libro: "El Dolor pensativo"(1917), pues toda la poesía de
Méndez teñida de panteísmo, espiritualidad, renunciación son semejantes a los del poeta limeño. Queremos
concluir esta parte introductiva a la poesía de Méndez, citando las palabras de Fabio Xammar, cuando enjuicia la
poesía de Ureta:
Prosa
En 1953 nos comunicó Teófilo V. Méndez, que en prosa tenía los siguientes libros en preparación: ALMAS
ENFERMAS, colección de cuentos, de los cuales conocemos dos: “Resurrexit” y "El Diamante Azul", firmados
con el seudónimo de Claudio Ethal.
Nos mencionó también dos novelas: una policial, sin nombre todavía; y otra, intitulada: MEMORIAS DE UN
ALUCINADO. Respecto a esta última, queremos hacer una aclaración; en julio de 1921, publicó en el último
número de la revista "Vesperal", un cuento con el mismo título, indicando entre paréntesis que pertenecía a un
título más amplio, que era nada menos que el de "Almas enfermas". Para aceptar sus declaraciones, tenemos que
suponer que si su origen fue un cuento, con el tiempo le daría la forma y las dimensiones de una novela.
No obstante haberse publicado dos, muy aceptables Antologías del Cuento Ancashino, ninguna de estas tiene un
estudio sobre el Cuento Modernista que tiene destacados exponentes y valiosos ejemplos.
Es Octavio Araya Soto, el creador del cuento modernista en Huaraz, con su extraordinario "El Crimen de Julio
Toral". El camino abierto por Araya, fue transitado por Méndez, quien comienza a escribir su libro de cuentos
intitulado ALMAS ENFERMAS. En el cultivo de este genero, Méndez revela; una vez más la ambivalencia
modernismo-post modernismo; puesto que sus cuentos, todos bien logrados, son de auténtica factura modernista:
personajes atormentados por problemas psicológicos y enfermedades corporales frecuentadores de los paraísos
artificiales. Para hacer categórica nuestra afirmación, nos falta conocer los límites cronológicos de su
composición, pero no creemos equivocarnos si los situamos entré 1918 y 1922, lapso en que el Modernismo
alcanzó en Ancash su cenit.
Decimos esto, tomando en cuenta la fecha de publicación de su cuento "Memorias de un Alucinado" (1921), el
único éxito en 1953. Este año, nosotros publicamos “Resurrexit", permaneciendo aun inédito "El Diamante
Azul". Los dos cuentos publicados,llevan sendas dedicatorias para los dos mentores del modernismo ancashino:
Octavio Araya y Abdon M. Pajuelo, respectivamente.
Sin, caer en la "crítica hidráulica", es necesario buscar los posibles modelos de “Claudio Ethal”, en nuestra
opinión fueron: Clemente Palma y Manuel Beingolea, entre los peruanos; y Edgar Allan Poe, entre los
extranjeros. La influencia de este último nos fue manifestada por el autor y también se encuentran afirmaciones
de esta naturaleza en diversos escritos del autor.
Así ponemos punto final a estas páginas de introducción, escritas a pedido de los familiares del poeta y de
Francisco Gonzáles, Director del INC Filial de Ancash, y que tratan de ser la expresión de nuestra admiración
hacia Don Teófilo V. Méndez, Escritor y Maestro.
Autor de una espléndida producción narrativa que sobresale por su lenguaje terso y pulido, su
destreza en el desarrollo de la anécdota, su excelente construcción de los personajes y su
perfecto acabado formal, es uno de los principales integrantes de la denominada "Generación
del 50", en la que se agrupan otros escritores peruanos de la talla de Julio Ramón Ribeyro,
Enrique Congrains Martín, Luis Loayza y -entre otros- Eleodoro Vargas Vicuña; precursores
todos ellos del gran "Boom" de la narrativa peruana encabezada, en la década siguiente, por
Mario Vargas Llosa.
Los rasgos comunes que caracterizan a los miembros de esta "Generación del 50" son la
búsqueda constante de la renovación de la narrativa peruana a través de nuevas técnicas
literarias y el esfuerzo por dejar constancia de los nuevos cambios y transformaciones
experimentados en la sociedad tras el proceso de modernización.
Carlos Eduardo Zavaleta pasó su infancia y adolescencia en el medio rural en el que había
venido al mundo, del que luego tomaría abundantes materiales literarios para construir una
buena parte de su obra de ficción. En su juventud, el futuro escritor se trasladó a Lima para
cursar estudios superiores de Letras en la Universidad de San Marcos, donde se doctoró con
una tesis centrada en la producción narrativa del norteamericano William Faulkner (1897-
1962).
En su faceta de estudioso del hecho literario y animador cultural, Zavaleta fue el principal
difusor en el Perú de las novelas de dicho autor, a las que pronto sumó su pasión por la obra
del irlandés James Joyce (1882-1941). A ambos autores y a sus respectivas narraciones dedicó
Zavaleta algunos de sus más lúcidos y penetrantes ensayos críticos, gran parte de los cuales
quedaron recogidos en su libro titulado Estudios y ensayos sobre Joyce y Faulkner (1993).
Se dio a conocer como escritor a finales de los años cuarenta con un volumen de relatos
titulado El cínico (Lima, 1948), al que luego siguieron otras recopilaciones de cuentos que le
revelaron como un consumado maestro en el cultivo del complejo género de narrativa breve.
Entre estas colecciones de relatos, cabe destacar -además de la ya mencionada- las tituladas
La batalla y otros cuentos (1954), El Cristo Villenas (1956), Unas manos violentas (1958),
Vestido de luto (1961) -obra galardonada con el Premio de Fomento a la Cultura "Ricardo
Palma"-, Muchas caras del amor (1966), Niebla cerrada (1970) y Un día en muchas partes del
mundo (1979).
Algunas de sus obras son Los Ingar (1955), El Cristo Villenas (1956), Cuentos completos
(1977), Pálido pero sereno (1997).
Ladislao F. Meza
Ladislao Felipe Meza Landaveri (1892–1925), escritor y periodista peruano, nació en la
ciudad ancashina de Huaraz. Fue llamado El bohemio del sombrero alón o solamente El cholo
Meza. Era socio de Jose Carlos Mariátegui y Cesar Falcón.
Obras
Publicó en los periodicos El Comercio y El Tiempo. Entre sus crónicas noveladas más
recordados tenemos
Algunos de sus destacados cuentos se publicaron en la revista Mundial. Puso en escena obras
como
Padres Malditos,
Los lirios rojos,
Safarrancho de combate
La Feria de Arlequines,
No es nada lo del ojo,
La Novia de Todos,
La estatua que venció el amor,
Las piedras del camino,
La miseria del triunfador,
Castillo de Melancolía,
y La vida al rojo.
Juan Ojeda
Juan Ojeda (Chimbote, 1944 – Lima, 1974). A los 18 años viajó a Lima e
ingresó en la Escuela de Filosofía de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos donde integró el grupo que editó la revista Piélago. Publicó las paquetes
de poesía “Ardiente sombra” (1963), “Elogio de los navegantes” (1966), y
Eleusis (1972). El 30 de noviembre de 1974, fue encontrado muerto sobre la
berma en la cuadra 23 de la avenida Arequipa. Es
uno de los grandes poetas de la poesía peruana y latinoamericana.
Marco Yauri Montero
Marco Yauri Montero (Huaraz, Ancash 1930 ). Licenciado en historia, es narrador, poeta y
ensayista. Profesor de la Universidad Ricardo Palma y profesor honorario de la Universidad
Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, Autor de numerosas novelas y trabajos de etnohistoria.
Compilador y analista de la tradición oral quechua.
Premio Nacional de Novela (INC, 1968), Casa de la Américas (1974); Gaviota Roja (1985). En
1969, obtiene el Premio de Fomento a la Cultura Peruana Ricardo Palma por su obra La sal amarga
de la tierra. En 1975 el Premio Casa de las Américas por su obra En otoño después de mil años.
Premio José Gálvez Barrenechea de poesía (1977). En 1983 el Premio Extraordinario Gaviota Roja
por Así que pasen los años.
Obras:
Simbolismo de las Plantas Alimenticias Nativas en el imaginario andino
Torres de la Soledad
Tiempo de amar, tiempo de morir
Laberinto de la memoria
Puerta de la alegría
Leyendas Ancashinas
Jaime Guzmán Aranda (Chimbote, 1951). Sociólogo, poeta, periodista cultural y director
del sello Río Santa Editores. Es autor de los poemarios “Patio de prisión” (1982), “Las
muchedumbres” (1987), “Lugar de nacimiento” (1992) y “En la otra orilla” (1999).
Miguel Rodríguez Paz (Chimbote, 1936 -1980). Fundó la Casa de la Cultura , con Óscar
Colchado Lucio y otros escritores, del Grupo Isla Blanca. Dejó inéditas las novelas
“Náufragos de la vida”, “Los incomprendidos” y “Los buitres”, así como el poemario “Mares
sin puerto”. Su poema “Un puerto que se llama absurdo” es obra maestra de la poesía
chimbotana
Antonio Sarmiento (Chimbote, 1966), de la llamada Generación Poética del 90, en 1994
publicó su primer libro: “Metamorfoseo orgásmico” y más tarde, los poemarios “Cantos de
Castor” (1999), “Tontas canciones de amor” (2002) y “El junco y la tormenta” (2004).
Rubio Acosta (Chimbote, 1973). Poeta, narrador, periodista, e integrante del Grupo Isla
Blanca. Es autor del libro de relatos “Avenida indiferencia” (2005). Ha publicado los
poemarios “Inventario de iras y sueños” (2005) y “Mi camisa de comando (2007)”.
Víctor Unyén Velezmoro (Chimbote, 1943). Es químico-farmacéutico y docente, autor del
libro “El despertar de un coloso” (1979), importante monografía sobre la vida social y cultural
de Chimbote. En poesía, ha publicado “Evocación Chimbote” (1977) y “Horas matinales”
(1984).
Juan Carlos Lucano (Chimbote, 1975). Es licenciado en Lengua y Literatura. Fue miembro
fundador del grupo de Literatura Brisas, Es autor de los libros de poesía “Rosas negras”
(2005) y “La hora secuestrada” (2006).
Ricardo Ayllón (Chimbote, 1969). Poeta, narrador y editor del sello “Ornitorrinco”. Ha
publicado los poemarios “Almacén de invierno” (1996), “Des/Nudos” (1998), “A la sombra
de todos los espejos” (2003) y “Un poco de aire en una boca impura” (2008).
Mario Luna (Chimbote, 1947 – Lima, 1984). Fue miembro fundador del Movimiento Hora
Zero, de Lima. Publicó en diversas revistas. Dejó un solo libro de poesía “Poema para mis
treinta años” (1981).
Román Obregón Figueroa (Caraz, 1946): Publicó: “Tono de jubilo” (Caraz, 1969),
“Cuaderno del damnificado” (Caraz, 1970), “testimonio del Hombre y del Árbol” (Lima,
1974), “Caraz Amor” (Caraz, 1975, “Canciones y Jardines” (Caraz, 1981), “Calidoscopio
Abdón Dextre Henostroza (Huaraz, 1948): Publicó “Sombras amargas” (Lima, 1967),
“Cerca de una Flor” (Huaraz, 1984). Es otro poeta importante de la poesía ancashina, ha
bregado desde los setenta, su libro “Herido tambor de fuego…” es de gran nivel poético, a
este poeta hay que reivindicar su obra poética que es de gran nivel.
Bernardo Rafael Álvarez, Pallasca, 1954, poeta y escritor del movimiento Hora Zero,
publicó “Aproximaciones & Conversaciones” (19749, “Dispersión de cuervos (1999), Toro
de trapo y algunas otras deudas (2003), y Los bajos fondos del cielo (2007). Figura en las
antologías Hora Zero, la última vanguardia latinoamericana de poesía (Venezuela, 2000), Un
minuto cantado para Sierra Maestra (Lima, 2000), YACANA/51 poetas (Lima, 2005) y Poesía
peruana contemporánea, 33 poetas del 70 (Lima, 2005).