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LA EYACULACIÓN PRECOZ

Dr. Adrián Sapetti Argentina)


Centro Médico de Sexología y Psiquiatría
Sexovida.com

La eyaculación precoz es una disfunción sexual, padecida por un 15 a 30% -según las distintas
encuestas- de la población masculina, que consiste básicamente en una dificultad o
imposibilidad para ejercer un razonable control sobre el reflejo eyaculatorio. Puede aquejar
tanto a los jóvenes como a los adultos, darse con una mujer y con otras no, ser algo situacional
que aparezca en una determinada edad -ya que conflictos dentro o fuera de la pareja pueden
alterar el control eyaculatorio- o existir desde el debut sexual.
Se trató de definir al eyaculador precoz por:
el número de bombeos que realiza luego de penetrar
por el tiempo que tarda en eyacular desde que penetra en la vagina (IELT: Intravaginal
Ejaculatory Latency Time), hay quienes hablan de que un tiempo normal serían unos 7 minutos
tomando el parámetro de que llega al orgasmo antes que su mujer en un porcentaje
determinado de relaciones
si lo hace antes de penetrar (ante portas)

Según mi criterio el rasgo sobresaliente es que no se logra un control voluntario sobre la


eyaculación, no importa lo que se tarde en llegar a ella o si se ha consumado o no la
penetración: cuando se excita llega rápidamente al orgasmo sin poder demorarlo ni
interrumpirlo. Hay varones que terminan en los juegos previos, apenas intentan penetrar, al
besar a su pareja o con sólo sentir que le tocan el pene, inclusive antes de desvestirse. La
pregunta sería si es posible ejercer un control racional sobre la sensación orgásmica una vez
que se haya desencadenado y la respuesta es que, en la llamada fase de inevitabilidad
eyaculatoria, esto no será posible. La mayoría de la gente piensa que este control puede
ejercerse mentalmente, por una orden del cerebro ("con la cabeza"), al estilo de decirse "no
tengo que eyacular, por favor", pero ello no es viable. Podría hacerse una analogía con los
reflejos: si yo me clavo una aguja en cualquier parte del cuerpo no podré impedir el dolor; la
única manera de evitarlo sería alejar mi cuerpo de la aguja. El eyaculador precoz no puede -o no
sabe- detenerse a tiempo por propia decisión, ni reducir el ritmo de bombeos o buscar
variantes en el juego sexual que desaceleren su excitación.

TRATAMIENTO DE LA EYACULACIÓN PRECOZ


Un problema que se resuelve

En ciertos casos es necesario explicarles que si no pueden controlar su ansiedad e impaciencia


en el consultorio (“cúreme rápido, medíqueme con algo, doctor, si no ¿qué hago mañana que
tengo que salir?”) tampoco podrán hacerlo en el lecho. En otros casos, especialmente en ciertas
personalidades fóbicas con intensa sensación de angustia o temor, es necesario recetarles
medicación antifóbica o ansiolítica, generalmente mientras dure el tratamiento. Hay médicos
que utilizan sin discriminación diversos antidepresivos y sedantes, sin saber que, con ciertas
dosis y en ciertos pacientes, pueden inhibir el deseo, agravar o generar cuadros de impotencia,
problemas prostáticos y urinarios, glaucoma, insomnio y sedación intensa, naúseas y diarreas,
mareos o ansiedad. No digo que no se puedan usar y, de hecho, los prescribimos en ciertos
casos, pero es recomendable que los indique alguien que conozca lo suficiente de estos
psicofármacos (sertralina, paroxetina, fluoxetina, clormipramina, venlafaxina) para no acarrear
más problemas al paciente. El inconveniente de dar estos medicamentos sin un continente
terapéutico es que, cuando se suspenden, rebrota el síntoma.

Algo que es fundamental en los tratamientos es el suministro de información: verbal o escrita,


p. ej. aconsejarle leer libros sobre el temas de sexualidad del varón (“biblioterapia”) y esto
suele ser tranquilizador.

El Viagra, Levitra o el Cialis (los llamados inhibidores de la 5-fosfodiesterasa o I-PDE5) pueden


ser de utilidad en los tratamientos de eyaculadores precoces. Si bien no es una indicación dada
por los laboratorios que sintetizaron las moléculas, puedo afirmar que es eficaz en aquellos
que no pueden detenerse, para controlar el orgasmo, por temor a perder la erección cuando
utilizamos técnicas de “parada y arranque” en las Terapias Sexuales. Por supuesto son útiles en
quienes tienen, además, problemas erectivos. Ahora ha aparecido en el mercado una nueva
molécula - la dapoxetina- de cuyo uso se explicitará en esta presentación.

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