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Ma Enila Casas Baamonde balanced sits de as non te8.olamentos de oan ra via pestle de acorenacs rebae: eas pate olan eed cats oa eae tna erties para su tanstomacon) scent Entre les cause La reforma del Derecho del Trabajo fc se Pe cross scans facia fees zclnacén ccondranee nen, Brerecion do nuova coe los valores orgarizativos, ca, eracon co as vee at 8 sarin oo na Diez afios de legislacién laboral: M2 Emilia Casas Baamonde (") do y debate sobre SUMARIO : |. Una década de transformaciones.—l. La renovacién del Der a SUS po de! Trabajo: orientaciones dominantes y leyes mds significativas.—Ill. Las pollt Be tae 2° Podla ser ck del Derecho del Trabajo: una visién panoramica.—IV. Negociacién legislativa) bajo, en su organizac contlcto sindical-V. Los cambios normativos de mayor aloance. 1. EM relad del empleo en probier con el empleo y las relaciones individuales de trabajo. 2. En relacion con el sis 8Paricién de nuevas nes sindical y el modelo de relaciones colectivas. 3. Sistema de fuentes y estructura Bi feorganizaciones product ‘ordenamiento laboral. El papel de la autonomia individual.—VI. Balance, Ge les calificaciones proesi allo de grupos emprosay |—UNA DECADA DE TRANSFORMACIONES: Bdluctva; crisis de los me de la negociacisn Las relaciones laborales y su ordenamientojuricco regulador han expet Recs et mY pre profundes transtormaciones en Espatia, como en los paises de nuesto ento sient largo dela Utima década, Tan notables transtormaciones tienen en su génesie de au intemas y extemas, de dfcly, en ocasiones, imposible desinde No $0 trae, en esta breve crénic sabe la evolucién del Derecho dali el atimo decent, de analizar los cambios econdmicos y socials ou estructura ye unconamerto del sstra praduvo, enol mercado de sistema de elaconeslaborlesy, en dafinva,enla vida socal en os dal I sei cs, Mii ts Rebs taped sh Gow encniev Saal Baas juricicoaboral resulta inintelgile. Tampoco se pretende dar cuenta de tod Iscieded esparcin 2 tna o las reforms del marco roratvo, do las quo la Revita ha sll ere co, sus diversos nuimeros (1). Gesarollandose on De manera menos ambiciosa, se trata de indagar las inspiraciones 0 i 10.8 ampliacié nantes a que han obedecido las reformas y modificaciones del Derecho deb Bapaiia menos ple, ucidas al comnds de es0s factores de transformacion, exiemes Intend fo, neso a do os Tratac de avanzar hac (1) Catecratica de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense oe proceciment (1) En su habitual seccén de «Legilacions, con complatos analisisy ONE los sistemas EEscwneRo, en colaboracién en ocasiones recientes con J. MERCADER yonde et ide las normas, de sus justificaciones 0 razones politioas y de ls facto- de cambio de mayor signiticacion. Se pretende simplemente transttar por ‘eercamiento al andlisis y comprension de la evolucién del Derecho del atte del andlsis de sus normas y de les causas de su genesis para com- 8 de sistema juricico (del que también forman parte la jurispruden- Glentitice, embebidas en las propias normas 0 promoviendo iniciativas aci6n) y de la realidad social causas extemas de transformacién, se encuentran los importantes y ) del Trabajo Bie pradiictivos;: econdmiogs ¥y e00s0-poltioas protiuciioe ‘an los pals IS ‘Oocidentales en dicha década (retroceso del sector y de la cultura e er dustrial; expansion del sector servicios; sucesion de ciclas de recesin y 'ral: 1985-1995 ®condmica de corta duracién, con graves resultados para el empleo: de nuevas estructuras productivas; innovaciones tecnolégioas; importancia nde (+) ‘organizativos; caida de los regimenes comunistas de la Europa del Este mee de las viejas y profundas diferencias ideolégicas y de los antagonismos parclén de nuevos palses industaizados, extension de la economia de Efl-La ranovalén oot ¥y debate sobre sus posibles contenidos «sociales», etc.... Tales cambios yen ecin del Drecha B, como no posta ser de ora manera, una importante hckdencia en los mer- IV. Negaciacién legis g trabajo, en su organizacién y en su regulaciénjurcica: incremento del paro y imayor eearcey easly del empleo en problema j objlvoproralo de las socledades mas cosa 2. 2 En relacion Gon of ata Bas: epariion de nuevas necesidades formas de presaciony organizaciin del ama de fuentes y estucturs oa P; eorganizacones productiva; revalonzacion de fa organizacion, dela forma- ‘idual.—V1, Balance, iY @e las calificaciones profesionales; ampliacién de las clasificaciones profesiona- ge de la negociacién y de la cooperacién; combinacién de desigualdades viejas, (2dulador han experimentado (25 u shorizontales» a los propios trabajadores; mayores exigencias de respon- EES de nusstro entorno, alo ad de los trabajadores, de autodeterminacién e individualizacién. ren €N Su génesis caus festinde, — Esias transformaciones se han notado en nuestro pais con singular intensidad, Page $4 acaecimiento en ocasiones retardado y, como consecuencia de ello, acelera £2 del Derecho del Trabajo en By agalpado en e! tiempo y en conjuncién o interaccién con poderosos factores, pro- Y sociales ocurridos en la Jamente internos, de cambio y transformacién. el mercado de trabajo, en el '8 Social en los diez afios de Entre estos ultimos son de obligada cita los dos siguientes, ademas de la consoli- evolucién del ordenamienss acion y estabilidad del sistema politica democritico, convertido en medio de vida dar cuenta de todas y cada al de la sociedad espafiola: de un lado, la decisiva operacion de descentraliza- evista ha sido testigo fe! en on del poder politico que, surgida de la Consttucién de 1978 e iniciada en los afios 1979-80, sequird desarrollandase en esos afos (en que ha tenido lugar el ciseno y Pa jecucién del proceso de ampliacién de las competencias de las Comunidades flares 0 sions dom Auténomas de «autonomia menos plena» y el inicio de les correspondientes procesos Y09 0 rhe el Trabajo pro- de transferencias); de otro, el ingreso de Espafia en las Comunidades Europeas, coin- teres, ofreciendo un Cidiendo con la reforma de los Tratados fundacionales realizada por el Acta Unica, ue, con la voluntad de avanzar hacia la consecucién del mercado nico y de su dimension «social», allané procecimentalmento el camino hacia e! proceso de armoni- Zacién © aproximacion de los sistemas y legislaciones sociales europeas y dio entrada al sdidlogo social europeo».. La adhesién a la Comunidad implicé, como es sabido, la ‘aceplacion de la aplicabllidad en nuestro temitorio de los Tratados constitutives y de tense de Mackid 8 y comentarios a cargo de A e DOCTRINA / La reforma de! Derecho del Trabajo todas las normas, reglas y principios que en aque! momento integraban e! Derecho ‘comunitario derivado, asi como del derecho que en el futuro creasen los érganos com: petentes europeos (art. 93 de la Constitucién y art. 2 del Acta de Adhesién). Aquella operacién descentralizadora, sin haber quedado ain utimada, ha conso- lidado unas estructuras politicas y administrativas y generado una practica de las rela- ‘clones laborales acomodada a las diversidades territoriales. Hecho tan trascendente ‘como el de nuestra incorporacién a la hoy Unién Europea, que ha significado la pre- sencia de pleno derecho de Espafia en el escenario intemacional y en el mercado Uinico y retorzado el proceso de intermacionalizacién de nuestra economia, ha marcada un camino, sin retorno, por ol que ha discurrido nuestro ordenamiento juridico y, paulae tinamente, la accién de los sindicatos y de las asociaciones empresariales. Ante tales transformaciones, el Derecho del Trabajo emprende en estos afos la busqueda de nuevos puntos de equilibrio en la composicién de intereses contrapues- tos (de trabajadores y empresarios) que efectia en cumplimiento de su funcién social modificando su sistema de garantias del trabajo asalariado. Esta operacion conll inexorablemente reformas de la legislacién en un sistema de relaciones labora como el nuestro, en que el papel de la ley como factor de su regulacién y cambio) sido tradicionalmente preponderante. ll — LA RENOVACION DEL DERECHO DEL TRABAJO: ORIENTACIONES DO NANTES Y LEYES MAS SIGNIFICATIVAS En el marco general descrito, destaca la realizacién en ese periodo de tie tuna importante operacién de renovacién normativa del ordenamiento laboral, en lal €s posible descubrir tres orientaciones basicas, cuya combinacién requiere de Un lisis cuidadoso y ponderado para conocer su respectiva proporcién e importancia 1.8) el desarrollo y ejecucién o cumplimiento de previsiones y determinaciones Go das en normas superiores y prevalentes: en la Constitucién (y en la. juris constitucional) y, posteriormente, en el Derecho comunitario; 2.8) la adapt ‘ordenamiento laboral a los cambios fuertes y continuos del sistema econémicg ductivo y a las exigencias de competitividad de la economia y de las empret la adopcion de determinadas opciones o decisiones de politica legistativa de Io sivos Gobiemos socialistas, que han ocupado el periado mas largo de la democracia espahola (cuatro de las cinco legislaturas que, hasta el mo tenido lugar desde la promulgacién de la Constitucién de 1978). Estas tres lineas de evolucién se comunican entre si y se superponenly mente, sin perjuicio de su confusién interesaca en ocasiones. Es obvio, por ‘solo ejemplo, que las reformas que responden al propésito de avanzar en cién del conjunto normativo e institucional laboral a los nuevos requerimienté micos y sociales se corresponden con opciones pollticas del partido gob {@) Oriontaciones presentes ya en afos anteriores: A. Manriv VaLvenDe: «Last diol Derecho de! Trabajo en Espana (1978-1984) y la Ley 92/1964 de relorma del Eg ‘Trabajadores-, en Comentarcs a la nueva legisiaién labora, Teenos, Madrid, 1965, CObviamente, el peso de cada una de esas ovientacones se reparte de manera distin antarior periodo de evolucion del Derecho del Trabajo, M2 Enilia Casas Baamonde Partidas a veces © nego encontrar en a Const bién —o deban, segin se Secular el Derecho europe Berseguidos por las regine Wa, ala postre, a imocrtar politca~ en la evolue fases, El desarrollo de is BSefialadamente de las direc Henies respuestas polticas 0 del Trabajo a su e¢ laborales (3), pued ¥ contenido vario ordena cso advert, por eto, 8 de regulacion domin, tb a dase, no cn etamente identiticable er 0 transformacién el proyecto de inte ento la orientacion val Paliealaboral de os 3 diez anos has ocial en sus ciorontos wsindcales. ¥ os os e los cambios neve en nuestro, 9 sistema de raat) le visibles valorar en su justa me €n €508 afios 6 Trabajo ha sustituide Bsicion politica, cuando es desde el precor ¥a plenamente « un sistema de relaciones vo, para cuya regu isformacién juridica ¢ tivas laborales, come Como es el Estat, a teforma del Derecho del Traba) tomento integraban e| Derecho uturo creasen los érganos com! Acta de Adhesién), 'edado ain utimada, ha conso- terado una practica de las rela- tiales. Hecho tan trascendente ea, que ha significado la pre internacional y en el mercado auestra economia, ha marcado ordenamiento juridico y, paula Jes empresariales, jo emprende en estos afos la Cin de intereses contrapues- plimiento de su funcién social, ‘ado. Esta operacién conlleva 2ma de relaciones laborales, e su regulacién y cambio ha >: ORIENTACIONES DOME. en ese periodo de tiempo de Jenamiento laboral, en la que binacion requiere de un and- sfoporcién e importancia (2) $y determinaciones conteni- ién [y en la jurisprudencia tario; 2.2) la adaptacién del 21 sistema econémico y pro- la y de las empresas; y 3.2) litca legislativa de los suce- mas largo de la recuperada 48, hasta el momento, han 378) {y se superponen natural- 18. Es obvio, por poner un 9 de avanzar en la adapta- Wos requerimientos econd- 21 partido gobernante, com. \UWERDE: «Las transformaciones 4e retorma del Ectatto de los Made, 1985, page, 17'y se. ‘manera distin en este y Gre Casas Baamonde @ yeces 0 negociadas con otras {uerzas politicas, y encuentran —deben ‘en la Constitucién su apoyo y su limite, sin perjuicio de que puedan tam- deban, segun se trate de materias cubiertas o no por el Derecho europeo— sel Derecho europeo u orientarse genéricemente a la consecucién de los fines or las reglas y decisiones comunitarias. Esta natural confluencia mues- Postre, la importancia de los criterios politicos —o de los margenes de deci- fica— en la evolucion seguida por el Derecho del Trabajo en sus diferentes sEldesartollo de la Constitucién y la ejecucién de las normas comunitarias, nte de las directivas, describen un campo de juego en al que caben dfe- Tespuestas poliicas. Por su parte, la tarea de acomodacién permanente del del Trabajo a su contexto historico, superada la vieja estabildad de las orde- laborales (3), puede quedar salisfecha con la adopcién de medidas de caréc- Contenido vario ordenadas a la consecucion de distintos propésitos u bjetives. iiso advertir, por ello, de la necesidad de indagar las inspiraciones politicas y de requlacién dominantes para comprender cabelmente la produccién norma- 1de la década, no obstante pueda ésta enmarcarse en una corriente mas general mente idenificable en otro paises préximos afectados por las mismas causas js de transformacién y por decisiones poiticas de dimension supranacional, fas del proyecto de integracién europea. Més adelante analizaremos con mayor jimiento la orientacién valorativa de las normas de este periodo. La politica laboral de los Gobieros socialstas y su plasmacién legislativa a lo 0 de estos diez aftos han marcado, a su vez, los comportamientos que hoy refleja Tavida eccial en sus diferentes émbitos y, desde luego, en el campo de las relaciones Taborales y sindicales. Y es que, como es bien sabido, los cambios sociales no pueden Aisociarse de los cambios normativos, ni éstos de aquellos. Las acitudes sociales no 0n las mismas en nuestro pais en el iansito de los afios 60 a los 90, coma tampoco £5 el mismo ol sistema de relaciones laborales, en cuya configuraciény funcionamien- fos0n especialmente visibles esas reciprocas influencias Para valorar en su justa medida la importancia y profundidad de la revision legis- lativa producida en esos afios debe tenerse en cuenta que, formalmente, un nuevo Derecho de! Trabajo ha sustituido al precedente. Es en este decenio, y no en la etapa de la transicion politica, cuando se produce el grueso de la transicién de regimenes juricico-eborales desde el preconstitucional o inmediatamente posterior a la Constitu- Gin al asertado ya plenamente en ésta, con excepcién del érea, importantisima sin uda en un sistema de relaciones taborales, ocupada por los derechos de huelga y de Conficio colectvo, para cuya regulacién sigue vigente el Real Decteto-Ley 17/1977, de 4 de marzo (4). Esta transformacién juridica es evidente con la simple consulta de las recopila- Cones legistativas laborales, comenzando por una norma tan central en el sistema Normative laboral como es el Estatuto de los Trabejadores. El texto refundido de 1995 (@) La historiciad esencial del Derecho del Trabalo, como producto istérco concreto det capi- falismo industrial y producto de su avolucion histrioa, es anligua en los tratamventos doctrnales. Recientemente, M,C. Paloweove Lore2: «La “eforma del mercado de trabajo” y las transformaciones. {de| Derecho dei Trabalo>, Reiaciones Laborales, tomo 19931, pags. 61 y ss. (@) Vi, en Igual sentido, J Marta Pra «Sertigo y aleance dela reforma dela legislacin labo- ralv, en F. Yaines (Oi): La reforma de meroadb de abajo, Lex Nova, Valladolid, 1994, pags. 17-12 }OCTRINA / La reforma del Derecho del Trabajo 64 ha derogado y sustituido a la ley —ordinaria— de 1980, confirmando la derogacién —por la Ley 11/1994— de las regulaciones de la LCT de 1944, que, aunque degradadas fa rango reglamentario, habia dejado vigentes el ET originario. No significa ello, sin ‘embargo, en una consideracién puramente formal, que el nuevo derecho haya modifica do integramente el recibido y haya ordenado su derogacién en masa; tampoco, desde una contemplacién sustantiva, que las lineas de requlacién tradicionales de nuestro ordenamiento no se mantengan y prolonguen en la nueva regulacién. Esta, llenandolo de regias y regulaciones nuevas, ha dejado estabiecido un principio de continuidad del ordenamiento, que funciona tanto con el derecho preconstitucional compatible con la Constitucién como con el postconstitucional. A este principio continuista se acomodan bien las formulas de legislacion delegada utiizadas. Lo que, a su vez, tampoco resta trascendencia cualitativa —ni cuanttativa— a las innovaciones normativas producidas. Si, arriesgéndonos a proporcionar una visién simplista de los cambios normativos y u suvesién en el tiempo, hubiéramos de destacar las disposiciones laborales ms impor~ tantes del decenio, en cada una de las cuatro legislaturas que lo componen, la eleccion ro seria dificil de realizar: a Ley Organica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical, ‘que acompafé a la reforma estatutaria de la Ley 32/1984 —explicandose el destase cro- rnolégico entre amibas dispasiciones por razones que son sobradamente conocidas y que no es necesario exponer aqu'— y se complementé por la Ley 4/1985, de 8 de enero, de cesién de bienes del patrimonio sindical acumulado, en la segunda legislatura; la Ley {8/1988, de 7 de abri, sobre Infracciones y Sanciones de Orden Social, y la Ley 7/1989, de 12 de abri, de Bases del Procedimiento Labora, en la tercera legislatura; la ariculacion ‘gubernativa de la citada Ley de Bases, mediante la aprobacién del texto articulado de la Ley de Procedimiento Laboral por Real Decreto Legislativo 521/1990, de 7 de abril, y la Ley 2/1991, de 7 de enero, sobre derechos de informacién de los representantes de los ‘rabajadores en materia de contratacién, en la cuarta legislatura; y obviamente, el paquete reformador integrado por las Leyes 10, 11 y 14/1994, de 19 de mayo y 1 de junio, ademas de la reciente e importante Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevencién de Riesgos Laborales, en la quinta legislatura. Una consideracién detenida del conjunto de la normativa laboral del periodo tendria que dar cuenta de las disposiciones dictadas en el ambito de la Seguridad Social y de la sanidad, cuya relacién de vineulacién intima —de sustentacién incluso de determinadas decisiones de politica de empleo— con el complejo normativo regula dor de las relaciones de trabajo es innegable en la medida en que ambos conjuntos: institucionales constituyen las manifestaciones mas expresivas del Estado de bienes: tar. Las Leyes 26/1985, de 31 de julio, de medidas urgentes para la racionalizacién de la estructura y de la accién protectora de la Seguridad Social (0 «ley de pensiones»); 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad: la Ley 26/1990, de 20 de diciembre, de prestaciones no contributivas, o las diferentes modificaciones de la Ley 31/1984, deg de agosto, de proteccién por desempieo, que, con algunas de las citadas, confluyeran en el nuevo texto refundido de la Ley General de Seguridad Social, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, después modificado por la Ley 32/1994, de 30 de diciembre, han sido el cauce de instrumentacion de cambios, de considerable ‘envergadura, en estrecha y compleja relacién de complementariedad y comunicai con los experimentados por a legislacion laboral, bien para alcanzar unos mist bjetivos, bien para compensar medidas de liberalizacién de la contratacién y de aj te de los factores y organizaciones productivas. Tienen, sin embargo, estas refo MA Emilia Casas Baar legales sustantividad cexistiendo esa reofpn adelante se volverd sentido de la evolucié ‘Tampoco podrie periodo de ciertas di: ‘ci6n unitaria del derec colectivos de los funci rios del Derecho del estatutariow de los fun do una contribucién int cién en la empresa de representacién, deter servicio de las Admin 711990, de 18 de julio, yendo la Ley 18/1994 de Riesgos Laborales) ‘correctamente se apar Constitucional en su Si tutario» de los funciona Menos atin podrie por el Derecho del Trak de Ley Organica de hue Contflictva de nuestro s ‘ue no viene al caso re Congreso de los Diputar ‘9a y de medidas de con {el acuerdo alcanzadk ‘grupo parlamentario del “aprobedo por el Pieno de Jas Cémares y la convoo, Je Pero serfa demasie lava, intrncada y ¢ ificacones reglament tuna referencia a | ial (por los Reale 1985, 1498/1985, 2 (6) Vid. ©. Paioue: fey" de huelga y tae lpns.266 vos: AAV “6) Boitin Ofciar de tx B74, 1 de junio de 1992 © (2) Botetin Ofciat de las 18, 16 de diciemtre d (8) En su sesién del t Sere I num. 10: 08 Ley ce Huclgas, © ‘orma ce! Derecho del rab 2onfirmando la derogaciéa 4, que, aunque degradadas ario. No significa ello $i "vo derecho haya modifies en masa; tampoco, deed ) tradicionales de nuesto gulacién. Esta, lenandolo tineipio de continuidad dl Lucional compatible oon ld Continuista se acomodan Su vez, tampoco rest lormativas producidas: los cambios normativos y ones laborales més impor 40 componen, la eleccién Qsto, de Libertad Sindioal >icandose el destase cro- ‘damente conocidas y que 1986, de 8 de enero, de gunda legislatura; la Ley Social, y la Ley 7/1989, de legislatura; la articulacién del texto articulado de la 11990, de 7 de abril, y la 08 representantes de los yobviamente, el paquete yoy 1 de junio, ademas * Prevencién de Riesgos iva laboral del periodo Imbito de la Seguridad Ye sustentacién incluso 'plejo normativo regula- 1 que ambos conjuntos del Estado de bienes- ‘a la racionalizacién de © «ley de pensiones»); $e 20 de diciembre, de @ la Ley 31/1984, de 2 38 cltadas, confluyeron ial, aprobado por Real or la Ley 32/1994, de bios, de considerable ‘iedad y comunicacién leanzar unos mismos ‘ontratacion y de ajus- Dargo, estas reformas (Cases Baamonde ssustantividad suficiente —respondiendo, ademas, a explicaciones propias, aun ido esa reciproca dependencia— como para merecer un estudio separado. Mas ie'se volvera a hacer una referencia a esas explicaciones para esclarecer 6! ide la evolucién de las normas laborales en su necesatia visi6n global. " Tampoco podria prescindir un andlisis cuidadoso de la produccién normativa del do de ciertas disposiciones funcionariales que tienen su arranque en la regula- itaria dal derecho de libertad sindical de la LOLS y que organizan los derechos livos de los funcionarios publicos en los centros de trabajo con arreglo a los crite- Derecho del Trabajo, produciende una aproximacién notable del «régimen tario» de los funcionarios pablicos al de los trabajadores y, a la inversa, prestan~ B una contritucién importante a la consolidacién del modelo sindical y de representa fen la empresa del «sector privado». La Ley 9/1987, de 12 de junio, de érganos de fentacién, determinacién de condiciones de trabajo y participacion del personal al io de las Administraciones publicas, y sus posteriores reformas por las Leyes 1990, de 19 de julio, y 18/1994, de 30 de junio, son de mencién obligada, consttu- la Ley 18/1994 (ademas de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevencion Riesgos Laborales) la manifestacion mas clara de esa tendencia equiparadora, que mente se aparta de las rancias nociones doctrinales utiizadas por el Tribunal ‘Gonstitucional en su Sentencia 57/1982, de 27 de julio, para separar ol «régimen esta- Atario» de los funcionarios publicos del contractual laboral. Menos atin podria olvidar una indagacién completa de la revision experimentada [Por el Derecho del Trabajo en los ulimos diez afos la accidentada historia del proyecto ide Ley Organica de huelga y la significacién de su fracaso en la conformacion del area fonflctva de nuestro sistema de relaciones laborales, Después de diversos avatares {ue no viene al caso recordar ahora (6), la Ponencia de la Comision Consttucional del ‘Congreso de los Diputados encargada de informar el «proyecto de ley organica de huet- {94 y de medidas de contlcto colectivor remitido por el Gobierno al Parlamento (6), reco- {6 el acuerdo aicanzado entre los sindicatos mds representativos a nivel del Estado y e! ‘grupo parlamentario del Gobierno (7). El proyecto legislative quedé caducado, tras ser aprobado por el Pieno del Senado (8), como consecuencia de la disolucién anticinada de las Camaras y la convocatoria de elecciones legistativas. Pero seria demasiado proliio reproducir aqui todos los episodios de una evolucién legislativa, in'rincada y densa, con numerosas manifestaciones y mas numerosas atin ramificaciones regiamentarias. Descendiendo a su terreno, es también necesario dejar hecha una referencia a la implantacién efectiva de las relaciones laborales de cardcter especial (por los Reales Decretos 1006/1985, 1368/1985, 1982/1985, 1424/1985, 4435/1985, 1438/1985, aunque estuvieran programadas legalmente desde 1976), a la 1) Vid M. C. Patoneaue Love: «Los dos debates politicos sobre la promulgacién de una srueva ley" de hueiga yi estvategia diferenciada de los sinclcatose, Relaciones Laborales, tomo 190211, pags. 338 y 88: AA.VV:: Ley de huelga,insttuto Sinccal de Estusios, Madrid, 1993 (@ Boletin Oficial de las Cortes Generales, Congreso de los Diputados, IV Legislatura, Sore A, ‘im, 87-1, 1 de jnio de 1982. (7) Bolt Ofical de las Cortes Generales, Congreso de los Diputados, IV Legisiatura, Serie A, ‘im, 87-13, 16de diciembre de 1992. (6) En su sesicn det de abril de 199%: Bpltin Oficial de las Cortes Generales, Senado, 1V Legststura, Sere I nlm. 109 (g), 12 de abril do 1003. Vid M. ALONSO OLex: «Sobre el caducado Proyecto do Ley de Huelgan, on EDT, nim 59, 199, pAgs. $37 y 5. 66 DOCTRINA / La reforma del Derecho del Trabajo complementacion de la regulacién legal de las modalidades de contratacién (con algunos ‘excesos clamarosos: sin ir més lejos, sobre el contrato de interinidad en el RD 2546/1994, de 29 de diciembre), al encauzamiento de medidas de politica de empleo, o al reciente € importante reglamento sobre tiempo de trabajo (el RD 1661/1995, que mantiene vigentes ‘res disposiciones sobre fiestas laborales del anterior RD 2001/1983, sobre regulacion de la jornada de trabajo, jomadas especiales y descansos) ‘Aun a riesgo de parcialidad, he querido seleccionar las disposiciones que desta- can por su capacidad de explicar el sentido general de la evolucién, compleja sin dda, del sistema laboral y de su ordenamiento regulador. Conviene analizar la signifi- cacién de esas normas un poco més despacio, sin entrar aqui en un estudio de conte- nido ni de técnica legislativa, Las leyes aprobadas en la segunda y quinta legislatura, periodos recesivos con alta caida de la ocupacién, atienden basicamente a objetivos de tlexibiizacion de la ‘ordenacién juridica de! mercado de trabajo y de las relaciones laborales. De gran tras- cendencia para esos mismos objetivos fue la «constituciéns, simulténea a la adopeién de las primeras medidas flexiblizadoras, todavia de emergencia o de crisis, de un ‘modelo sindical selectivo-representativo, construido en torno a organizaciones sindica- les fuertes de amplia base territorial y funcional y vocadas a su fomento, al entendi- miento y al acuerdo con dichas organizaciones para hacer posibles férmulas de orde- rnacién y administracién concertada de las relaciones laborales y a su participacién en. los asuntos pablices. En las legislaturas tercera y cuarta, coincidentes con afios de fuerte y rapido crecimiento econémico (1986-1991), el eje principal de la actividad legislativa giré en torno al establecimiento de un sistema de garantias de la efectividad de la legislacién laboral, en una doble via: institucional (a través de la redefinicién del Papel de la Jutisdiccién y de las Administraciones «del orden social») y representativa (reconociendo derechos de informacion a los representantes de los trabajadores para el control de la brecha de flexiblizacion e individualizacion abierta en el sistema de empleo desde 1984: la generalizacién de la contratacién temporal). En todas estas disposiciones esta presente, directa o indirectamente, la tarea de ‘acomodacién del ordenamiento laboral a la Constitucién. En su desarrollo se aprobat ron la Ley Organica de Libertad Sincical de 1985, que establecié el modelo sindical representativo del que se ha hablado (no 6! unico posible, obviamente, en concrecién de la regulacién constitucional); la Ley de Infracciones y Sanciones de Orden Social de 1988, con el fin de otorgar legitimidad constitucional al ejercicio de las potestades Sane cionadoras de la Administracién laboral, acomodando su estructura a la descentralizee cion del Estado; y el tandem formado por la Ley de Bases y su texto articulado de Procedimiento Laboral de 1989-90, que llevé al orden social de la jurisdicoién las. transformaciones de la planta judicial establecidas, a partir de las previsiones constitu cionales, en la Ley Orgénica del Poder Judicial de 1985 y en la Ley de Demarcaciény Planta Judicial de 1988, y los cambios procedimentales derivacos de la interpretacién de la norma constitucional realizada por la jurisprudencia del Tribunal Constitucionel Son éstas, sin exageracién, leyes de importancia constitucional que instrumentan Ig ‘cambios politicos (libertad sindical, reparto territorial del poder, organizacién del si ma judicial y ordenacién territorial de las competencias jurisdiccionales), marca tuna separaci6n nitida de! nuevo Derecho del Trabajo respecto del anterior. Las rest tes leyes mencionadas no son normas de desarrollo de la Constitucién, sin perjulcio, MA Emilia Casas 6 ‘ue, naturalment: nas de ellas se ; constitucionales ( En ejecucion del periodo, fa Ley ciarse, aunque sus ‘normas de cambio, va (directivas) com igualdad de trato ok 8s en distnias lay 11/1994), 0 las refor las condiciones aphi No, trabajo a tunos salaio de os atos 6 La carga de ir mente mayor en la: Orgéinica de Liberta muy decisivamente, ‘nismos jurisdiccional también han sido af la configuracion de « que no siempre afort esenciales, tributarias M—LAS PoLiTica: Uegados aqui, « Ca lecislativa que suis volucion. Es ésta un, Taciones y propésitor ome— que jalonan ‘dejar al descubierto ia tivo. Dado que un ible una exposic. polemicos y ciscutibles Las polticas legis pueden agrupa ‘determinacie festablecer (10): 1) i a @) Las ctadas teyes 8, pare los primores; et péstumo- por ia STC 0 de a aurocuestion oy anviado por la S lel derecho sancicnad (GD) Su esclarecimier 00 y de las concrete Fobvias, es imposib 14 del Derecho del Trabala Dntratacion (con algunos: lad en el RO 2546/1904, empleo, o al recientes que mantiene vigentes 83, sobre regulacion de. 'Posiciones que destar ‘olucién, compleja sin lene analizar la signtis ‘7Un estudio de conte: sriodos recesivos con ® flexibiizacion de la >orales. De gran tras- alténea a la adopoién 2.0 de crisis, de un Janizaciones sindica- fomento, al entend 28 formulas de orde- 1 8u participacién en dentes con afios de ‘ipal de la actividad fas de la etectividad € la redefinicién del 1s) y representativa 8 trabajadores para en el sistema de amemte, la tarea de Sarrollo se aproba- el modelo sincical hte, en conerecién 46 Orden Social de 48 potestades san- ala descentraliza- 2xto articulado de la jurisdiccion tas 2visiones constitu- 4e Demarcacion y > la interpretacion ‘al Constitucional instrumentan los lizacién del siste- lales), marcando erior. Las restan. 1, in perjuicio de \Casas Baamonde turalmente, su rogulacién encuentre asidero en la misma o incluso de que algu ellas se presenten como la consecuencia légica de ciertas determinaciones fonales (cuyo empleo en ocasiones no es inexcusable). | En ejecucion del derecho europeo, aunqué con notorio retraso, se promulga, al cierre , la Ley de Prevencién de Riesgos Laborales de 1995, sin que pueda menospre- ‘aunque sus efectos no hayan 0 singuarmente itensos, la presencia en otras ‘de cambios alentados por la necesidad de aplicar y dar cumpiimiento a la normati- )comuntaria. Baste con sefialer, por via de lustacin, las medidas sobre pd de tralo de la mujer en el trabajo y prohibcin de dscriminacién por sexo, 20g fen disaslyes (LI, a Ley 3/1989, de 3 de marzo, ola reforma del ET por ia Ley B96), ox sonny sobre la oogenesis aparece ce IS Condiciones aplicables a su contrato de trabajo, sobre tiempo de trabajo, trabajo noctur Ma, rabojo a tumos yrimo de trabajo, sobxe despidos colectvos 0 sobre las garantias del do lo ave directives, incorporadas al texto del ET por lactada Ley 11/1004, La carga de innovacién sobre el sistema de relaciones laborales ha sido probable- ne mayor en las leyes flexibilizadoras —excepcién hecha, naturalmente, de la Ley a de Libertad Sindical—, que han alectado a insttuciones laborales nucleares y, ‘MUy decisivamente, al sistema de fuentes. Las variaciones en la ordenacién de los meca- Tismos juriscicconales y sancionadores administrativos, que, dicho sea incidentalmente, fambién han sido afectados por las reformas de propésito flexibilizador, con incidir sobre la configuracion de elementos insttucionales y tener a sus espaldas un importante, aun- ‘Que no siempre afortunado, movimiento normativo de renovaci6n (9), son, en sus trazos esenciales,tibutaras del modelo precedente y cuentan con una indudable tralcion. & LAS POLITICAS DEL DERECHO DEL TRABAJO: UNA VISION PANORAMICA Llegados aqui, es obligado continuar la indagacién, verificando los criterios de polit 2 legislativa que sustentan la produccién normativa resefiada y explican el sentido de su evolucion. Es ésta una operacién delicada, que requiere discernir entre las diversas orien- taciones y propésitos presentes en las sucesivas normas —o incluso en una misma ‘norma— que jaonan el desarrollo del Derecho del Trabajo en el periodo analizado para dejar al descubierto las razones que alimentaron los diferentes procesos de cambio nor- ‘mativo. Dado que un andlisis de este tipo se presta poco a clasiicaciones rigidas, seré preterible una exposicion panoramica, que, con todo y normalmente, arrojara resultados polémicos y discutible. Las poltcas legislativas laborales, y més ammpliamente sociales, desarrolladas en la ‘década pueden agruparse en torno a tres objetivos proftrios, combinados en dosis cuyo proteccién social ‘rio general de la la econdmica de Jiacién de la ideo- cmos, Madrid, 1983, n MAEmila Casas Baamondo Jogia social demdorata (12). 1 Gobierno denunciaria la inmovilidad de los comporta Mentos sindicales y su inadecuacién a las nuevas necesidades de la sociedad post- industrial, sedamando de los sindicatos la aceptacion del mercado y de exigencias y la Conciliacion con éstas de sus estrategias y méiodos de accién. La huelga general del 14 de diciembre de 1988 opuso a las organizaciones sindi- tales frente al Gobierno, proyectandose la bilateralidad del conflicto sobre la bilateral- dad de la concertacién social que se reanudd mas tarde, favorecida por nuevas cau- $8 (nuevos desajustes de la economia espafiola, incapacicad sindical para traducir Politica y electoralmente el éxito de la huelga de 1988, necesidad de recuperacién del Método negociador), a través de negociaciones y acuerdos parciales y bipartitos entre @l Gobierno y los sindicatos més representativos en el territorio estatal. Fruto del nuevo modelo de concertacion, con la quiebra del «principio global del tripartismo» ‘denunciada por CEOE, fueron la Ley 2/1991, de 7 de enero, sobre derechos de infor- macion de los representantes de los trabajadores en materia de contratacion, que tra- duo legislativamente el Acuerdo de 31 de enero de 1990 (13); la Ley «funcionarial» 7/1990, de 19 de julio, que moditicé la Ley 9/1987 para ampliar el derecho de negocia- ién colectiva de los funcionarios publicos y personal laboral dependiente de la Administracién del Estado, instrumentando normativamente el Acuerdo de 6 de abril de 1990; y la Ley 26/1990, de 20 de diciembre, que establecié en el sistema de Seguridad Social prestaciones no contributivas (pensiones y proteccién familiar) Fusron éstas, por tanto, leyes negociadas. A estas reformas legales (y otras adopta- ddas en e| merco de la nueva concertacion sobre rentas de los funcionarios publicos, pensiones, desempleo agrario o formacién profesional, con reflejo presupuestario) se ‘achac6 posteriormente, como se dijo, el crecimiento desmedido del gasto publico (de los costos sociales) y las dificutades para el cumplimiento de las condiciones econé- micas de la convergencia europea, especialmente en el nuevo ciclo recesivo iniciado a partir de 1992, que demandé nuevas medidas de ajuste sobre el mercado de trabajo y las medidas de proteccién social (especialmente, sobre el subsidio de desempleo). La evolucin uiterior de la politica lecislatva laboral ha estado marcada por epi- sodios de controntacién de los sindicatos mayortarios con las medidas de intervencion proyectadas por el Gobierno, confrontacién abrupta en algunos momentos (generé nuevas convocatorias de paro general en los titimos dias de mayo de 1992 y de enero dde 1994 ante la intervencién urgente de! Gobierno sobre el régimen de proteccién por desempleo y su anuncio de la regulacion del ejercicio del derecho de huelga y de reforma del mercado de trabajo), dentro de un clima de general reconocimierto de la niecesidad de la negociacion y de la adopeién de acuerdos, que no se ha visto despro- visto absolutamente de resultados. La reforma flexibilzadora de 1994, aprobada pese 2a oposicionsindical,incorporé, sin embargo, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno Y los sindicatos més representativos a nivel estatal para introducir correcciones en la regulacién elactoral sindical contenida en el Titulo It del ET, normas concordantes de la Ley Orgénica de Libertad Sindical y las correspondientes procesales de la Ley de Procedimento Laboral (por la Ley 11/1994 y la Ley Organica 14/1994, de 14 de (12) N. Feoono0: «Este no es un gobiemo sociaistav, en Perf! de una década. Un cambio de Aloble fi, E1 Pais, 28 de octubre de 1992, (18) Sobre asia peimica ley, véase la STC 142/999, de 22 de abn, y lnm. 100, meregrtico ‘extraordinaro sore «Derechos de informacion en malena de rtrataion lara, de Reva de Trabajo rR DOCTRINA / La reforma del Derecho del Trabajo mayo). El acuerdo alcanz6 a la Ley 18/1994, de 30 de junio, de modificacién de la nor- mativa de elecciones a drganos de representacién del personal al servicio de las Ad- mministraciones pablicas de la Ley 9/1987. En conclusién, si se exceptia la parte normativa electoral sefalada de la Ley 11/1994 y leyes conexas —una especie de «compensacién sindical al conjunto de la reforma» (14)— y el mas débil amparo concertador con que conté la Ley 32/1984, el fendmeno conocido como «negociacién legislativa» se sitia cronolégicamente en la cuarta legislatura, generando el paquete de leyes —y normas con fuerza de ley— ‘Sociales de 1990-91. Atendiendo a las materias reguladas —y no obstante la esencial tunidad del proceso de negociacién que gesté aquellas leyes, que no debe ser parcela- do si se aspira a comprender adecuadamente su significacion—, puede concluirse que las leyes de ordenacién y fomento de la accién sindical y de representacién de los tra- bajadores (la «legislacién promocional») se han basado en la concertacién o en el entendimiento de los sindicatos mayoritarios estatales con el poder politico: o han sido propiamente leyes negociadas (caso de la Ley 2/1991 y de las reformas del Titulo Il del ET, partida a la que también ha de anotarse la Ley 7/1990 en la medida en que ‘amplia los derechos sindicales de negociacién en la funcién pablica y, pese a su fraca- 50, la negociacion det proyecto de Ley Organica de huelga en su tramitacion para- ‘mentaria) 0 han traido causa de un cierto apoyo sindical (la LOLS debe su nacimiento, junto con la Ley 32/1984, al Acuerdo Econémico y Social de 1984), Es, en consecuen- ia, poco discutible la existencia de una correspondencia entre iniciativas legislativas de afectacion de los intereses sincicales y utilizacién del método de la concertacién, social 0 «corporativismo negociado». Ha quedado ya establecido que no han sido éstos los Unicos contenidos de la egociacion legislative. Debe afiadirse que, en el resto, el recurso a las técnicas de la cconcertacién, absolutamente frustrado en ocasiones y no tanto en otras, siendo visibles, ‘sus resultados parciales en algunas leyes sobresalientes (la Ley de Prevencion de Riegos Laborales constituye un expresivo ejemplo, tras truncarse un anterior proyecto legislative negociado con los sincicatos), ha sido un fendmeno general, una constante a lo largo de la década, lo que se confirma con sélo repasar las sucesivas propuestas gubernamentales @ los interlocutores sociales y las iniciativas sindicales (de pactos de Competitvidad, social de progreso, sobre politica de rentas y de empleo, social por el empleo, propuesta sindical priortaria, iniciativa sindical de progreso,...) y los procesos de elaboracién de las normas mas importantes del periodo (16). Cuestién distinta es con- cretar con mayor precisién el protagonismo de os interlocutores sociales y, en concreto, de los sindicatos, negativamente, en el condicionamiento de la actividad normative, {ademas de en la ya sefialada paralizacién del plan de empleo juvenil proyectado en la ley presupuestaria para 1989 y en el malogrado proyecto de Ley Orgénica de huelga, ‘que no se retomé en la siguiente legisiatura); y positiva y negativamente, en el avance de las distintas lineas politicas de evolucién del ordenamiento laboral (14) J. Maria Pra: +Las elecciones en la empresa», en Relaciones Laborales, nom. 17-18, special monogréfico «La reforma del Estatuto de los Trabaiadores-, pag. 222 (18) La Ley 21/1991, de 17 de junio, de reacion del Consejo Ecandmicey Social, tue objeto de con- sullas con los sindeatos UGT y CC.CO. y a asociacén empresaral CEOE. Deode su funcorarnionto, los lectivos. Es llamativo Al Supremo, atendien- asecuencia del nuevo ‘ena subrayar, por uii- iciencias técnicas, de ser mas variadas, las es 0 sobresalientes y de Ia evolucién del ya en condiciones de a, como en las evolu tes, la via del proceso M. Emilia Casas Baamonde 8 de cambio ha sido la ley, y que los cambios producidos se inscriben en una linea de reforma, de gran extension e intensidad ciertamente —reformas desconocidas hasta el momento e1 nuestro ordenamiento en ese grado de amplitud y protundidad—, pero sin llegar a provocar la alteracion sustancial de los presupuestos normativos de part da, ni, claroes, sus fundamentos dogmaticos. Las razones politicas que han impulsado las reformas legislativas se han desen- \wuelto, zigzagueantes, a lo largo de la década analizada, entre la satisfaccién de obje- tivos sociales y los condicionamientos impuestos por las exigencias de la politica feconémica de crecimiento y competitividad que han discurrido hacia el camino trazado Por la convergencia en la Union Monetaria y Europea, con una participacion desigual y Variable, en su respective avance y resullados, Ue la cuniverlavidn sucial y el wunficlo (con los sindicatos. Sin duda, en el balance de la década destaca el retroceso o desmantelamiento, frente a épocas pretertas, de los derechos y garantias individuales de los trabajadores y-los nuevos limites del trabajo subordinado derivados de las paliticas de flexibilidad, Sin que las contrapartidas de crecimiento de los derechos sindicales 0 colectivos alcancen, en nuestro ordenamiento, el nivel de participacién y decision que poseen en. ‘otros ordenamientos europeos, que han caminado por la misma linea de adaptacion de sus sistemas de tutela. Pero, sobre todo, de la evolucién de nuestro Derecho del ‘Trabajo destaca ol crecimiento del trabajo atipico en sus distintas modalidades, carac- terizado por su temporalidad, precariedad y subproteccién, en detrimento y sustitucion e la contretacién estable, El amplio recurso a la contratacién temporal, como primera Y privilegiaca medida de promocién de la ocupacién (en la formulacién normativa de la RBolitica de «fomento del empleo»), habiendo ayudado al crecimiento de! empleo en la fase de recuperacion de los afios 1886-91, destruido en mayor medida en la inmediata fase recesiva iniciada en 1992, no ha atenuado la desocupacién, con una tasa que vir tuaimente dobla la media comunitaria, y ha provocado un grave dualismo en el merca- do de trabajo y en la sociedad. ‘Ala evolucin de! Derecho del Trabajo en esos aos y a la grave situacién del empleo se une inseparablemente la muy intrincada de las disposiciones sobre el Sistema de Seguridad Social, movidas por las orientaciones politcas sefialadas, y con iguales vaivenes de expansion y aluste, y destinadas a organizar la proteccién social Ge parados y pensionistas y a la universalizacién de la asistencia sanitaria publica. EI Derecho det Trabajo del titimo decenio consiruye y consolida un modelo de Tepresentaciones socio-econémicas «neocorporativo» y un sistema sindical selectivo- fepresentatvo, vocados a la concertacién social, practicada y afirmiada como nece: dad a lo largo del periodo por los poderes publicos y los interlocutores sociales, sin Perjuicio de su sustitucién por el conflcto sindical abierto y de su posterior recuper én, La preduccién legislatva sindical ha favorecido la dimensisn y accién socio-poltt- {2 de los sujetos sindicales sin desarrollar en igual medida su poder contractual y facuitades de participacion en la empresa. La articulacién del crterio de medicién de la Tepresentaividad sindical sobre las representaciones electivas 0 unitarias en las fempresas y centros de trabajo asegura su pervivencia. A partir de esta opcién legislat- a, y ya sin prevencién debido al apoyo de los sindicatos mayoritaros y a la pacitica- ‘én de la antigua controversia que dividia su concepcién sobre la organizacién de la Tepresentacion de los trabajadores en la empresa, posteriores disposiciones han a2 DOCTRINA / La reforma del Derecho del Trabajo ampliado las funciones de las representaciones unitarias dentro de unos limites delibe- radamente difusos con las de las representaciones sindicales. El derecho del trabajo experimenta en esos afios una importante renovacién nor- ‘mativa. En el capitulo de desarrollo del programa laboral de la Constitucién, sobresale la nueva ordenacién legal de las competencias y procedimientos de actuacion de las Administraciones de trabajo y de la Jurisdiccién social y la ausencia de una nueva regulacién del ejercicio del derecho de huelga, plenamente integrada en el sistema constitucional y en el principio de autonomia colectiva que consagra. En el de ejecu- cién de! Derecho comunitario, la reciente aprobacién de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevencién de Riesgos Laborales. Con todo, el rasgo y el resultado mas sobresaliente de la evolucién legislativa laboral de los uitimos diez arios es el de haber facilitado la expansién y el progresivo predominio de los valores de la flexibiidad, en el ambito de las relaciones individuales y, singularmente, en la configuracién y funcionamiento del sistema de fuentes. Sin per- juicio de su plasmacién en contenidos materiales especifices y de su realizacién en instrumentos concretos, muy numerosos, el Derecho del Trabajo de 1985-1995 ha pro- movido la conversién de la flexibilidad en principio y criterio finalista tanto para la accién de la negociacién colectiva y de la propia autonomia individual, como de la actuacién de los poderes publicos. Al final del periodo, reaparece el debate sobre la posible instrumentacién norma- tiva, legal 0 convencional, de la politica de reparto del empleo —algunas de cuyas manifestaciones en materia de jornada y vacaciones se recogieron en una de las pri- meras reformas del ET en 1983— y sobre su utlidad para la creacién de empleo ante Jas profundas transformaciones socio-econdmicas de este fin de siglo. Sume stindusin tiva prim, nes de | ‘macién refundac ‘ional er la teoria cién cole — OBJETI Una & Laborales pr insignificante identifica en’ aftos, la soc ‘ién le cues! rodeaba hac No cab transformach para ello rep Laborales pe cluso cdo F ‘aquellos tem () Catec Barcelona

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