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TEMA: OBLIGACIONES QUE EL MARIDO TIENE CON LA MUJER

TEXTO: EFE.5:25
Introducción
A. El esposo debe amar tiernamente a su esposa:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella.
* Amad a vuestras mujeres. La adecuada respuesta del esposo a la sumisión de la esposa no es
por medio de órdenes sino de amor. Esto inmediatamente transforma en una sociedad lo que de
otra manera sería una dictadura. Un verdadero esposo nunca expresa órdenes rudas o
desconsideradas.

Su amor se expresará de distintas maneras, una de las cuales es por medio de palabras de afecto y
comprensión. Además, el esposo sostendrá materialmente a su esposa (1 Tim. 5: 8), hará todo lo
posible por hacerla feliz (1 Co. 7: 33) Empero
el que se casó tiene cuidado de
las cosas que son del mundo, cómo ha de agradar á su mujer.
y la honrará en todo (1 Ped. 3: 7). Vosotros
maridos, semejantemente,
habitad con ellas según ciencia, dando honor á la mujer como á
vaso más frágil, y como á herederas juntamente de la gracia de
la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
Para un comentario sobre el tipo de amor que aquí se ordena (agápe), ver com. Mat. 5: 43.

Efe.5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos.
* Como a sus mismos cuerpos. Se hace esta recomendación no porque el amor propio sea el ideal
más elevado, sino porque los esposos son un cuerpo, una carne (cf. Gén. 2: 24; Efe. 5: 3 l).

Así como el hombre protege su propio cuerpo contra peligros e incomodidades, en forma similar
dará a su esposa el mismo tipo de consideración. Pablo enfatiza aquí que debe existir una unidad
esencial.

A sí mismo se ama. Es así porque sus intereses son los mismos, sus ideales se complementan y
sus blancos en la vida espiritual son idénticos. Cuando el esposo fomenta el bienestar de la esposa
está fomentando al mismo tiempo su propio bienestar, no solamente porque ambos están
estrechamente ligados, sino porque la esposa impartirá al esposo la felicidad que recibe de él. La
bondad produce bondad.

Efe.5:33 Cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo.


* Donde hay amor y respeto mutuos no se levantarán preguntas en cuanto a dominación o
desconocimiento de los deberes y privilegios de los cónyuges.
Col.3:19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
* Y ustedes, los esposos, deben amar a sus esposas y no maltratarlas BLA.
1.-Siempre debe ser amoroso, cariñoso y bondadoso hacia ella.

(2) Debe conversar con ella. Si está muy ocupado, debe apartar tiempo para conversar con
ella para saber sus pensamientos, deseos, problemas, inquietudes, etc. Deben conversar
acerca de los hijos. Deben orar juntos.

(3) Debe estar muy atento cuando ella está enferma (o embarazada), y debe ayudarla e
insistir en que los hijos le ayuden y le obedezcan.

(4) Debe buscar relaciones buenas con los suegros y otros familiares de ella.

(5) Si tiene una cuenta bancaria, debe tenerla en común con ella. ¿Puede la mujer hablar de
“nuestros” hijos? ¿Puede hablar de “nuestra casa”? Entonces, también puede hablar de
“nuestro dinero”. A veces el hombre dice “YO trabajé. YO he ganado este dinero con el
sudor de mi frente”. Sí, es cierto, pero durante el tiempo que el hombre ganaba ese sueldo,
¿andaba la mujer de vacaciones? ¿cuánto recibía (y quién le pagó) por cocinar, lavar y
planchar ropa, asear la casa, cuidar a los niños y docenas de otras tareas que a diario tienen
que hacerse? Sin lugar a dudas, es justo que ella esté enterada de los ingresos como también
de los gastos (incluso las deudas).

(6) No está desobligado. El marido cristiano no entrega las riendas a la esposa para que ella
se encargue de dirigir las finanzas de la familia. Esto no es un acto de amor, sino la
abdicación de autoridad. La esposa comparte esta responsabilidad (1Ti 5:14)

B. El marido debe honrar, elogiar y agradar a su mujer:

1P.3:7 Vosotros maridos, semejantemente, habitad con ellas


según ciencia, dando honor á la mujer como á vaso más frágil, y
como á herederas juntamente de la gracia de la vida; para que
vuestras oraciones no sean impedidas.
* Si un hombre no trata con respeto y consideración a su esposa, sus
oraciones tienen estorbo, porque una relación viva con Dios depende de la
buena relación con los demás. Jesús dijo que, si usted tiene un problema con
un creyente, primero debe solucionarlo antes de adorar (Mat 5:23-24).
Este principio es importante también en las relaciones familiares. Si los
hombres se aprovechan de su posición para maltratar a sus esposas, sufrirá su
relación con Dios.
CONCLUSION.
Pr.31:28 (Se levanta) su marido (y) también la alaba.

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