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La dulzaina en Castilla y León: apuntes para una estandarización.

Article  in  Revista de Economia Aplicada · January 2009


DOI: 10.2307/41959275

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1 author:

David García Freile


Universidad de Valladolid
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S E PA R ATA
de la

REVISTA
de MUSICOLOGÍA
Vol. XXXII No 2 2009 Madrid
ISSN: 0210-1459

Colabora:

Centro de
Documentación
Musical
de Andalucía
LA DULZAINA EN CASTILLA Y LEÓN:
APUNTES PARA UNA ESTANDARIZACIÓN

Revista de Musicología, XXXII, 2 (2009) David GARCÍA FREILE


Conservatorio Superior de Música de Salamanca

Resumen: Siendo la dulzaina uno de los instrumentos tradicionales más extendidos por
la mitad norte de España y la parte de Levante, y debido a la gran diversidad de criterios
aplicados tanto a la afinación del instrumento como a otros parámetros (digitaciones, tona-
lidades, modalidades, transcripciones) que llegan a definir incluso la construcción del ins-
trumento, se hace necesario llegar a un consenso respecto a ellos. Pretendo con esta comu-
nicación proponer y justificar el diapasón en que se afinan las dulzainas en Castilla y León,
así como la transcripción del repertorio para el instrumento en su altura real, evitando la
creación de un instrumento transpositor, lo que afectará a los diferentes tonos y modos en
que se realizan las transcripciones e interpretaciones, y zanjar las disensiones entre las dos
escuelas de digitación que existen en Castilla y León según la situación de la nota Do (llave
versus agujero), justificando todo ello desde un punto de vista teórico-práctico. Esto se hace
imprescindible debido a que el aprendizaje se hace por tradición oral, faltando una base teó-
rica que lo sustente, pese a que cada vez hay más esfuerzo por parte de maestros e intérpre-
tes por ceñirse a la teoría y al lenguaje musical.

Palabras clave: dulzaina, afinación, educación, transcripción, instrumentos po-


pulares, aprendizaje por tradición oral.

THE DULZAINA IN CASTILLA Y LEÓN: NOTES FOR A STANDARDIZATION

Abstract: The dulzaina is one of most widely used traditional instruments in the
northern half of Spain and Levant. However, due to the wide range of criteria ap-
plied to the tuning of the instrument, as well as other parameters (fingering, keys,
modes, transcriptions) that even define the instrument’s construction, a consensus
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between all of these elements must be reached. This paper proposes and justifies a
tuning pitch for the dulzaina in Castilla y León, and the transcription of the reper-
toire for the instrument in its real pitch, avoiding the creation of a transposing in-
strument, which affects the different keys and modes used for transcriptions, and
will resolve the disagreements between the two schools of thought in regard to fin-
gering that exist in Castilla y León regarding the location of the note C (key versus
hole), all of which is justified from a theoretical-practical perspective. This is essen-
tial because the dulzaina is learnt through the oral tradition, without a theoretical base
to support it, although teachers and performers are increasingly interested in applying
its theory and musical language.

Keywords: dulzaina, pitch, education, transcription, popular instruments, oral


tradition learning.

Introducción

La dulzaina en Castilla y León ha sido retomada con fuerza en los úl-


timos años. Ello se ha podido notar en la proliferación de escuelas de
dulzaina, tanto en la propia Comunidad Autónoma como en otros luga-
res de España, ya que las casas regionales que representan a las diferen-
tes provincias en ciudades fuera de Castilla y León también han creado y
mantienen sus escuelas. Además, la dulzaina no es exclusiva de Castilla
y León, sino que está extendida por la zona centro y noreste de la Penín-
sula (La Rioja, Vizcaya, Aragón, Cataluña, Navarra) y levante (Valencia),
e incluso en Castilla-La Mancha (Albacete). Estas zonas son aquéllas en las
que principalmente se encuentra este instrumento que, aunque esencial-
mente es el mismo, en la zona castellanoleonesa se ha desarrollado más.
Esta comunicación busca estandarizar diversos criterios teórico-prác-
ticos partiendo de la base común que tiene el instrumento denominado
genéricamente «dulzaina» en Castilla y León. Comenzaré exponiendo los
criterios en los que cimento mi comunicación, así como los argumentos
para dichas afirmaciones y su relevancia. Después repasaré brevemente
los aspectos más generales de la bibliografía referente al instrumento, así
como los criterios de los autores que entran en acuerdo o disienten de
los argumentos aquí expuestos.

Argumentos y razones para una estandarización

Son varios los argumentos para una estandarización tanto en los


métodos de enseñanza-aprendizaje de la dulzaina como para su trans-
LA DULZAINA EN CASTILLA Y LEÓN 333

cripción. Ello es más importante de lo que parece a primera vista por-


que, lejos de pretender hacer perder su identidad a cada una de las va-
riantes del instrumento que aparecen en las diversas zonas de la Penín-
sula Ibérica, pretendo favorecer tanto la difusión como el intercambio
entre instrumentistas y repertorios.
Pero para ello es necesario estandarizar ciertos parámetros que, de-
pendiendo de las zonas y los autores, están parcialmente aceptados. Esto
depende en gran medida de dos factores básicos para el músico y el teó-
rico, como son:
– Fijar la nota base del instrumento, desde la cual se construye la es-
cala de referencia, así como el temperamento.
– Fijar unas normas de transcripción estandarizadas, ya que las ca-
racterísticas de las diferentes variantes del instrumento según la zona
son comunes.
Por ello, mi propuesta se refleja en los siguientes postulados:
– La nota base del instrumento1 –independientemente de que tenga
llaves añadidas o únicamente siete u ocho agujeros digitales para
la producción del sonido–, es la nota Sol, tapando todos los aguje-
ros con ambas manos. Esta nota estará afinada con un diapasón de
La=440 Hz salvo en Castilla y León, donde el diapasón se fijará para
este instrumento en La=415 Hz. El temperamento en que se encuen-
tra tiende a ser igual, con mayor o menor imprecisión dependien-
do de la pericia del ejecutante y las condiciones de humedad del
instrumento, aparte de su construcción. Por tanto, no será la escala
de Do mayor la producida por la dulzaina, ni siquiera la de Fa#
mayor, sino Sol mayor (La=415 Hz) la escala desde la nota base por
la dulzaina en Castilla y León tanto la diatónica (sin llaves), como
la cromática (con llaves).
– La transcripción del repertorio para la dulzaina en España se hará
sobre Sol mayor (todos los agujeros tapados) o Do mayor (sólo los
de la mano izquierda) si lo hacemos sobre tonalidad mayor, trans-
cribiéndose las piezas modales como modos transportados a la al-
tura que corresponda. Para las distintas modulaciones que aparez-
can se usarán las alteraciones accidentales necesarias aunque lo más
habitual es que no aparezcan alteraciones por la consabida dificul-

1. Denomino nota base a la que emite el instrumento partiendo de la posición que tapa
todos los agujeros.
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tad que acarrea su realización (salvo en la dulzaina cromática en


Castilla y León, cuyas llaves facilitan estas modulaciones).

Descripción del instrumento

Organológicamente nos encontramos ante un aerófono de doble len-


güeta, con siete u ocho agujeros digitales que son tapados con los de-
dos. En Cataluña con la gralla dulce y en Castilla y León con la dulzai-
na cromática, encontramos instrumentos que poseen además una serie
de llaves que aumentan su extensión y favorecen y facilitan la realiza-
ción de cromatismos.
La dulzaina sin llaves es un instrumento diatónico en el que, a medi-
da que se destapan agujeros, obtenemos una escala diatónica. Para ob-
tener semitonos y cromatizar notas, se recurre tanto a tapar medios agu-
jeros como a horquillas o «tranquillas»2. Como estas técnicas requieren
cierta habilidad, en Castilla y León se le añadieron llaves a la dulzaina,
que cromatizaron totalmente el instrumento, eliminando estas dificulta-
des de digitación.
La dulzaina posee un agujero trasero en la parte superior, que facili-
ta la octavación, la cual se obtiene sobre todo por la presión en la caña.
El resto de agujeros están en la parte delantera. Una característica im-
portante de los instrumentos con siete agujeros digitales delanteros es
que poseen dos semitonos conjuntos en su registro más grave, lo cual
quiere decir que se puede hacer perder la diatonía al instrumento en las
tres notas más graves que puede emitir. Algunos dulzaineros antiguos
cegaban el segundo agujero, correspondiente al cromatismo de la segunda
nota, porque no la usaban.
Este instrumento tiene tres partes claramente diferenciadas: el cuer-
po, que alberga los agujeros digitales y las llaves (aquéllos que las po-
sean). Su forma suele ser cónica aunque el número de conos que lo con-
forman es diverso dependiendo del constructor. Otra parte es el tudel,
encajado en el extremo estrecho del cuerpo. Por último la pipa (también
llamada caña o lengüeta) que, encajada en el tudel, es la responsable de
la producción de sonido.

2. Consiste en bajar la afinación de la nota superior a la cual queremos emitir mediante


el tapado de agujeros inferiores, dejando abierto el inmediatamente inferior al que corresponde
a la digitación que se necesita para la nota.
LA DULZAINA EN CASTILLA Y LEÓN 335

Distintas denominaciones para el mismo instrumento.


Notas base de emisión y transcripción

A continuación recojo los distintos nombres que recibe el instrumen-


to según la región en que se utiliza. Nombraré la nota que emiten como
altura real al ser tapados todos los agujeros digitales y la nota que se toma
como base del sistema tonal mayor en que se basa la transcripción.
– Gralla: se denomina así en Cataluña. Existen dos tipos, la gralla seca,
que no posee llaves, y la gralla dulce, que sí las posee. Se transcri-
be en Do, pero emite la nota Sol.
– Dolçaina: propia de la zona de Levante, se da sobre todo en Valen-
cia. Según su longitud emite la nota Sol o La, aunque la transcrip-
ción se realiza en Do. Posee agujero para el meñique de la mano
derecha.
– Gaita navarra: denominada así por su zona de uso. Se transcribe
en Do, pero emite la nota Sol.
– Gaita vizcaina: propia del País Vasco y sobre todo Vizcaya, su cuerpo
es metálico, al contrario que el resto de instrumentos, realizados en
distintos tipos de maderas. Según confirman constructores e intér-
pretes emite la nota Sol. Actualmente posee un agujero para el
meñique derecho, aunque antiguamente no lo tenía.
– Dulzaina aragonesa: de distintas longitudes, emite la nota Sol o La,
aunque se transcribe en Do para ambos instrumentos.
– Pita: llamada así en Castilla-La Mancha, así como dulzaina, igual
que en Castilla y León. Emite la nota Sol, aunque la transcripción
se suele hacer sobre Re.
– Dulzaina: en Castilla y León encontramos esta denominación, así
como la de gaitilla. Según la mayor parte de constructores y músi-
cos está afinada en Fa# mayor, aunque esto viene dificultado, como
veremos a continuación, debido a las dos escuelas de digitación que
hay en la región.

La enseñanza de la dulzaina en Castilla y León: criterios de digitación


y transcripción

En Castilla y León encontramos que la realidad actual discurre por


dos caminos de enseñanza, en los que prima la tradición oral: los que
opinan que la dulzaina traza su sistema interválico (tonal mayor) desde
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Do en el agujero y los que opinan que lo hace desde la llave y, por tan-
to, sitúan la nota Do en la llave que produce la nota a un tono de la nota
Re en el agujero.
Para entender esto voy a reproducir lo que Agapito Marazuela expo-
ne en la introducción de su Cancionero de Castilla3:

La dulzaina posee siete agujeros, a los que se les dio el nombre de las notas
de la escala natural diatónica, esto es: do, re, mi, fa, sol, la, si. El sonido que re-
sulta dejando libres los siete agujeros corresponde al do, formando octava con
el de la embocadura, internando un poco la caña en la boca y apretando los la-
bios, especialmente el superior.
Los dulzaineros antiguos, para obtener los semitonos, solían emplear dos
procesos: tapar la mitad del orificio o bien sacar un poco la caña de la boca, aflo-
jando el labio. La dulzaina antigua carecía de tonalidad determinada, en lo que
influían varias razones y circunstancias, derivadas del hecho de ser unas más
cortas que otras, cosa que ocurría igual con las cañas y con el tudel, siendo rarí-
simo que resultaran dos instrumentos en el mismo tono.
Aunque los dulzaineros llamaron «do» al primero orificio, fundando sobre
éste la escala, dicho «do» no se relaciona con el diapasón. Debido a la diferencia
de tamaño que ha existido en la dulzaina, ocurre a veces que, dando la misma
nota, resulta una segunda y una tercera diferencia, por lo que, además de otras
razones, es difícil fijar la tonalidad.
[...] Hasta finales del siglo XIX, la dulzaina conservó su carácter diatónico, mas
por esta época, don Ángel Velasco, de Renedo, provincia de Valladolid, de quien
me honro haber sido discípulo, añadió a la dulzaina las llaves que en la actuali-
dad ostenta, convirtiéndola en cromática y dándole más extensión, puesto que
la bajó una tercera menor al añadirla el si natural, si bemol y el la natural. (Con-
tinuamos llamando do a la nota que denominaban así antiguamente, aunque
alguien a este do lo denomine re, como en el clarinete).
En la dulzaina moderna, aunque no de modo exacto, ya que influyen tam-
bién notablemente el tudel y las cañas, sí de manera aproximada puede afirmar-
se en el tono en que se halla, puesto que, denominando do a la nota que así lla-
maron los antiguos, el sonido de la nota fa coincide con el do del diapasón, en
cuyo caso la dulzaina se halla en fa. Y si a esta nota se la denominara re, enton-
ces estaría en sol.

Estas disensiones acerca de la digitación y el emplazamiento de las


notas no son nada nuevo porque ya Marazuela lo señala y es algo que
ha llegado a nuestros días por la tradición, y una tradición no justifica-
da –al menos de forma suficiente–, en ninguno de los dos casos: Do en
el agujero puede justificarse porque sigue la estela de Marazuela al trans-

3. MARAZUELA ALBORNOS, Agapito. Cancionero de Castilla. Madrid, Delegación de Cultura


de la Diputación, 1981, p. 16.
LA DULZAINA EN CASTILLA Y LEÓN 337

cribir en Do en agujero y por tanto, acogerse a las tonalidad mayores de


Do y Fa con todas las modulaciones que se produzcan a otros tonos.
También a las modalidades que aparecen en su cancionero, en su altura
siguiendo este criterio y sobre todo, porque Marazuela se ciñe a lo que
hacían «los dulzaineros antiguos» que, como todos sabemos a estas al-
turas, aprendían por tradición oral. Lo poco que podían saber de teoría
musical era la escala mayor de Do, aunque los intervalos emitidos por
sus instrumentos no se acercasen ni de lejos a los de dicha escala.
Do en la llave, o lo que es lo mismo, Re en el agujero, siguen el otro
criterio que también señala Marazuela, porque asemejan su digitación a
la del clarinete, instrumento que muchos dulzaineros tuvieron que apren-
der a tocar para seguir ganándose la vida a principios del siglo XX. El
clarinete, junto al saxofón, fueron instrumentos más propicios para to-
car la música que llegaba de fuera de Europa, la cual se enmarcaba en
un marco tonal de manera mucho más explícita que el repertorio tradi-
cional. Estas piezas, entre las que había gran cantidad de géneros como
el fox-trot, polka, rigodón, etc., influyeron en la tonalización del instru-
mento y del repertorio al uso, muchas de las cuales han llegado hasta
hoy día.
Sin embargo, como señala de forma errónea este mismo autor, el sim-
ple hecho de denominar de forma diferente a la nota base que produce
el instrumento no cambia su afinación. Por ello, si como señala Mara-
zuela, en la dulzaina moderna (con llaves) la nota Fa según el sistema
de los antiguos coincide con la nota Do del diapasón (es decir, la nota
real), situaremos la nota base en Sol. Ahora bien, aunque sigamos el otro
sistema y denominemos Re a la nota base y la nota Sol coincida con el
Do del diapasón, no por ello cambiará ni mucho menos el tipo de dul-
zaina. Por tanto, ninguno de los dos sistemas llega a ser válido.
Encontramos otro autor anterior, Federico Olmeda, que ya en su Can-
cionero Popular de Burgos4 recoge transcripciones de piezas de dulzaina,
calificada por él como «gaita ordinaria». Podemos encontrar tanto pie-
zas modales como tonales, pero lamentablemente no expone ningún cri-
terio para su transcripción. Por tanto, no sabemos si sigue su criterio
general de emplazar las notas en el ámbito del pentagrama, bien busca
armaduras fáciles para interpretar o bien transcribe las alturas reales de
las notas que suenan. A la vista de las piezas no encontramos ningún

4. OLMEDA, Federico. Folklore de Castilla o Cancionero Popular de Burgos. Sevilla, Librería


editorial de María Auxiliadora, 1903 [Burgos, Reedición de la de Diputación de Burgos, 1992].
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parámetro a seguir. Agapito Marazuela (1891-1983), mucho más tardío,


sí que nos esboza sus criterios y recoge como era el pasado (sobre todo
el que vivió Olmeda) y su presente.
Hoy en día tanto la teoría del Do en la llave como Do en el agujero
implican una transposición real pero no necesaria. El aprendizaje en es-
cuelas está dejando atrás la tradición oral para pasar a funcionar con
prácticas y teorías provenientes de la música culta. Es decir, el dulzai-
nero que actualmente aprende solamente por tradición oral tiene menos
valía y nivel a ojos del resto del colectivo de dulzaineros que aquél que
sabe de escalas, intervalos, sensibles y dominantes. Pero esto es un arma
de doble filo: aquéllos que saben o pretenden conocer estos conceptos
los dogmatizan y pierden el punto de vista tanto del estilo como del
funcionamiento del tipo de música que quieren interpretar con sus ins-
trumentos, aplicando conceptos de la teoría clásico-romántica a una tra-
dición que nunca necesitó de ellos hasta hace un siglo, donde las pecu-
liaridades de sonoridades propias según distintas regiones e instrumentos
primaban sobre si la pieza se acompañaba con un Sol mayor o un Re
menor. Por tanto, tenemos la interacción de dos factores a priori negati-
vos: primero, los dulzaineros o instrumentistas que intentan aplicar «sus»
conceptos clásico-románticos a música que no corresponde a este estilo,
como todavía sucede en este tipo de repertorio popular para dulzaina,
y no pueden explicar muchas veces los comportamientos modales de las
piezas, la afinación de algunos instrumentos o las escalas producidas por
ellos. Segundo, ese desconocimiento real y la aplicación de principios
teóricos erróneos fomentan la adopción de un repertorio inadecuado que
ignora por tanto los arquetipos tradicionales, alterando y condicionan-
do la creación / adaptación de un repertorio no emparentado con la
propia base etnomusical del instrumento. Así difícilmente se podrá tra-
zar con acierto el futuro de nuestro instrumento. El punto fuerte de los
instrumentos de la música tradicional y popular precisamente reside en
un patrimonio musical largamente adquirido e incrementado con el paso
de generaciones enteras que lo cultivaron. Por tanto, la creación de un
instrumento transpositor por la adopción de criterios innecesarios no
puede ni debe ser válido.
Por ello, hoy en día encontramos todavía transcripciones adecuadas
a estos conceptos erróneos. En ocasiones es por la creencia de que el
repertorio de dulzaina es solamente tonal por lo que se descarta la mo-
dalidad. Otras porque se alteran ciertas notas y giros para adecuar las
piezas a la mentalidad tonal del intérprete o arreglista. En otras ocasio-
LA DULZAINA EN CASTILLA Y LEÓN 339

nes por tradiciones no justificadas, simplemente porque «se hacía así y


siempre se ha hecho así», sin comprobar nada. Y en otras para que el
repertorio pueda ser interpretado por aquéllos que siguen fieles a esas
teorías, que consideran dogmas inamovibles y verdades inmutables. Esto
no sólo se puede aplicar a las obras y transcripciones del repertorio cas-
tellanoleonés, sino también a otras obras, donde se ven claramente es-
tos criterios y cuyos autores exhiben un desconocimiento, a veces par-
cial, de los sistemas teórico-musicales por los que discurren los repertorios
que transcriben. Para solventar esto aquéllos que imparten enseñanzas
referidas a instrumentos tradicionales deberían conocer la teoría que
envuelve a los sistemas y repertorios que van a ejecutar con el instru-
mento, no siendo únicamente intérpretes.

Bibliografía relacionada con la dulzaina dentro y fuera de Castilla


y León

Señalo a continuación varias obras relevantes para aquél que quiera


ahondar más en el estudio de la dulzaina. Aunque algunas de ellas ya
han sido citadas anteriormente, expongo de forma breve aquello que
recogen y los criterios que siguen, si es que los señalan.

Referidos a Castilla y León:


– Dulzaineros y redoblantes5: no recoge transcripciones. Contiene gran
cantidad de datos acerca de los músicos, constructores y una serie
de entrevistas y anécdotas referidas a ellos. Afirma que la afinación
depende en gran medida de las humedades que posean tanto el
cuerpo como la caña. Describe el instrumento y fija su afinación en
Fa mayor.
– Cancionero popular de Burgos6: Olmeda llama gaita ordinaria a la
dulzaina. Sin embargo no refleja ningún criterio respecto a la afi-
nación del instrumento ni a la tonalidad-modalidad en las que ha
realizado las transcripciones.
– Método GAB de dulzaina7: es un método para aprender a manejar la
dulzaina cromática de llaves propia de Castilla y León, por lo que
contiene muchos ejercicios aplicables a los instrumentos de viento.
5. DELFIN VAL, José. Dulzaineros y redoblantes. Valladolid, Castilla Ediciones, 2002.
6. OLMEDA, F. Folklore de Castilla...
7. ALAMEDA BERROJALVIZ, Germán. Método GAB de dulzaina. Ávila, 2005, varios volúmenes.
340 DAVID GARCÍA FREILE

No contiene transcripciones y tampoco habla de afinaciones, aun-


que sí detalla un cuadro de digitaciones para dulzaina cromática de
llaves por el que podemos observar que establece como Do a la nota
del agujero inferior tapado con el dedo.
– La música de dulzaina en Castilla y León8: contiene la transcripción de
466 piezas del repertorio de dulzaina y un estudio etnomusicoló-
gico que incluye clasificaciones según diversos criterios. Según la
autora, la dulzaina en Castilla y León se afina en Fa# mayor. Las
transcripciones presentan falta de armadura o bien un bemol, lo que
da lugar a las diferentes tonalidades y modalidades que puedan
obtenerse con ellas. En el marco tonal estas transcripciones encajan
en las tonalidades de Do mayor y Fa mayor, y en el marco modal
podemos encontrar los diferentes modos, transportados según el
criterio tonal. Contiene descripciones y análisis de las piezas, así
como un gran estudio etnomusicológico.
– Cancionero de Castilla9: el autor y recopilador más representativo para
los dulzaineros castellanos es, sin duda, Agapito Marazuela. En esta
obra recoge una gran cantidad de transcripciones, además de una
introducción donde habla acerca de los instrumentos sobre los que
transcribe cierto número de piezas, entre ellos la dulzaina. Mantie-
ne como notas base de transcripción tanto Do como Fa para tonali-
dades mayores.

Referidos a la dulzaina de otras zonas:


– Método de dulzaina aragonesa10: el autor señala la existencia de dos ti-
pos de dulzaina, tanto en Sol como en La como notas base, dependien-
do de su longitud, pero señalando que su afinación se sitúa en el Do,
correspondiente a la posición con todos los agujeros de la mano iz-
quierda (para diestros) tapados. Señala que es la tonalidad que más
abunda en el repertorio aragonés, pero a la vista de las transcripcio-
nes que ha realizado y recoge vemos que abunda tanto o menos que
las que realiza en Sol, posición resultante con todos los agujeros del
instrumento tapados. Contiene además cierta cantidad de piezas
modales, que se adecuan a sus criterios de transcripción.

8. PÉREZ RIVERA, Lola. La música de Dulzaina en Castilla y León. Compilación de toques tradi-
cionales. Burgos, Escuela Municipal de Dulzaina-Instituto Municipal de Cultura de Burgos, 2004.
9. MARAZUELA ALBORNOS, A. Cancionero de Castilla...
10. COSCOLLAR SANTALIESTRA, Blas. Método de dulzaina aragonesa. Sant Pere de Ribes, Ar-
sis Editorial, 2001.
LA DULZAINA EN CASTILLA Y LEÓN 341

– Zahora11: en su monográfico acerca de la dulzaina se señala que este


instrumento emite la nota Sol como nota base pero, sin embargo,
las transcripciones las realiza como si emitiese la nota Re. Por lo
tanto, establece sus transcripciones en las tonalidades Re y Sol
mayores de acuerdo con el criterio previamente explicado, señalando
además que considera transpositor al instrumento. No obstante,
aparecen también transcripciones en diversos modos transportadas,
por supuesto, de acuerdo con el criterio tonal que sigue.

Conclusión

Como puede observarse, todos los tipos de dulzaina señalados emi-


ten como nota base (con todos los agujeros tapados) Sol sobre el diapa-
són La=440 Hz, salvo las dulzainas de Castilla y León, tanto la diatóni-
ca como la cromática, en las que el diapasón se sitúa en La=415 Hz. La
escala producida en todos los casos será la de Sol mayor. Por ello, no cabe
decir por ejemplo que en la región castellanoleonesa la dulzaina afina
en la escala de Fa# mayor.
Tampoco tiene sentido realizar la transcripción sobre la nota base Do,
convirtiendo así a la dulzaina en un instrumento transpositor ya que ésta
no lo necesita, porque puede realizarse en altura real. Dado que en los
diferentes repertorios las tonalidades se suelen asentar sobre Sol mayor
y Do mayor, esto es del todo innecesario. Así puede concluirse que no
es válido el criterio tan extendido de transcribir sobre las tonalidades de
Do mayor y Fa mayor. De esta manera y dado que para la lectura de las
transcripciones en partitura es necesario un cierto nivel de lenguaje
musical, la transcripción en altura real no debería ser mayor obstáculo
para la lectura e interpretación que el impuesto por la dificultad técnica
en el manejo del instrumento.
Con la adopción de los criterios planteados en este texto se solventa-
rían totalmente las disensiones entre las dos corrientes de digitación
en Castilla y León, se realizaría una transcripción adecuada a la altura
real de las piezas, se uniformarían los criterios para el mismo instrumen-
to en todas las zonas donde se utiliza y se favorecería el traspaso de
repertorios, tanto entre las diversas zonas donde aparece repertorio para

11. TEJADA PONCE, J. Javier y Dulzaineros del Alto la Villa. La dulzaina en Albacete. Las músicas
del Tío de la Pita. Número especial de la revista Zahora. Revista de Tradiciones Populares, 48 (2008).
342 DAVID GARCÍA FREILE

el instrumento como entre las diversas corrientes, con la consiguiente


utilidad.

Páginas web recomendadas:


http://usuarios.lycos.es/Aqueron/gaitaso.htm
http://www.arafolk.net/instrumentos.php
http://www.dolçaina.es/index.php/Digitacion-Dolcaina.html
http://www.elstraginers.com/certamen/fitxa_d_oev2.html

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