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Camilia Gómez-Cotta
GICOMPU
Grupo de Investigación en Comunicación y Publicidad
Universidad Santiago de Cali
Correos electrónicos:
kamiliagc@yahoo.com
camilia.gomez00@usc.edu.co
RESUMEN
La ponencia hace parte de la investigación doctoral PRENSA
/PODER/SUBALTERNIDADES. NACION Y CULTURA EN LA REPUBLICANA
CIUDAD LETRADA. Se propone compartir desde la perspectiva comunicacional,
privilegiando el enfoque analítico que proporciona la modernidad/colonialidad, la forma en
que los medios de comunicación (especialmente la prensa escrita), han realizado a la
construcción de nación en los países de Colombia y Ecuador. Son pocos los estudios que
privilegian este rumbo; la reflexión doctoral contribuye a tejer sentidos en torno a la nación
en los medios y viceversa. Se privilegiará, en la XIX Cátedra de Comunicación UNESCO,
una pequeña parte del ejercicio investigativo, centrando la atención en Colombia.
Preference will be given in the Unesco Nineteenth communication Chair, a small part of the
research exercise, focusing on Colombia.
1
Reflexiones Bicentenarias
Diversas aristas ofrece Gutiérrez Sanín para abordar: el periodismo como oficio de la
memoria histórica republicana, la reflexión sobre la república liberal (para algunos
oxímoron de los estados modernos); el “olvido” frente a Santander y su controversial
legado de leyes, decretos y santanderismos, entre las cuales su contribución al
reforzamiento de la “república de letras” sería una de las más representativas o, la
posibilidad de hacer una elipsis temporal para viajar a la “ciudad letrada” (Rama; 1984) que
1
Gutiérrez
Sanín,
Francisco.
(2010).
“¿Victorias
póstumas?”.
Columna
de
Opinión
El
Espectador.
Diario
de
Circulación
Nacional.
Bogotá.
Viernes
10
de
diciembre
2010.
Sección
Opinión.
Pág.
23.
2
Viajando en el tiempo
Mandeme usted la imprenta!
… es tan útil como los pertrechos.
2
Hago
alusión
a
la
condición
identitaria
de
quienes
encabezaron
el
proceso
emancipatorio,
aún
cuando
habían
estado
a
la
espera
de
la
“bendición”
(que
nunca
llegó)
de
la
Corona,
para
refrendarse
como
europeos
nacidos
en
las
colonias
ultramarinas.
Tal
condicion
observaría
la
no
identificación
con
“los
otros”,
clasificados
en
vastas
discursividades
de
exclusión,
gestadas
y
consolidadas
durante
la
colonia.
En
este
sentido,
el
criollato
detentaba
la
civilización
ilustrada,
mientras
reafirmaba,
en
la
inaugurada
República
de
Colombia,
el
sistema
de
castas
impuesto
con
la
conquista,
desde
la
Corona
Española.
3
Descifrar, desde los propios códigos de la ciudad letrada, la invención de esta República de
Colombia, localizada de procesos moderno/coloniales, permite re-conocer cómo la “nueva
república fue prefigurada en la vieja colonia, en muchas más formas de lo que los
historiadores lo han imaginado hasta el momento” (Garrido; 1993:372).
4
El Espectador 2010
Campaña Publicitaria
3
Se
obtener
versión
digital
en
puede
http://books.google.com.co/books?id=xriyxX3OAdgC&pg=PA47&lpg=PA47&dq=subalternidad+Sylvia+Wynter&source=bl&ots=QQ0ItQ
Zl0o&sig=xUvK1SPpCjL7AYZ-‐
HnDHfJfWZzY&hl=es&ei=U7VVTNixGMO78gaIjv2WBA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=4&ved=0CB0Q6AEwAw#v=onepage&
q=subalternidad%20Sylvia%20Wynter&f=false.
4
Hago
alusión
específica
al
soporte
sobre
papel
periódico
ya
que
dados
denominadas
tecnologías
de
la
información
y
comunicación,
TIC’s,
es
posible
encontrar
otro
tipo
de
soportes.
5
Prensa moderno/colonial
Desde la perspectiva modernidad/colonialidad5 los periódicos, las leyes, los decretos, las
constituciones y los congresos; pueden entenderse como claves de acceso a prácticas
discursivas que se generaron con una lógica republicana, siguiendo y re-novando la
colonialidad del poder6 (Quijano; 1999), presente desde el antiguo régimen. El análisis
crítico de la primera prensa republicana, dentro de las fronteras de la ciudad letrada,
viabiliza el desciframiento de la dominación, de la explotación y de la imposición de
sujetos/subjetivaciones en la republicana ciudad letrada.
5
Específicamente
abordo
lo
que
el
antropólogo
colombiano
Arturo
Escobar
propuso
comprender
como
un
trabajo
en
red
transdisciplinaria
de
investigadores
latinoamericanos
en
torno
a
la
relación
entre
modernidad
y
colonialidad,
abordando,
de
una
perspectiva
distinta
la
analítica
del
poder
en
estas
latitudes
espacio
temporales.
6
Comprendemos
la
colonialidad
del
poder
como
“la
forma
en
que
las
relaciones
coloniales
de
poder
tienen
una
dimensión
cognitiva”,
esto
es,
que
se
ven
reflejadas
en
la
producción,
circulación
y
asimilación
de
conocimientos.(Castro-‐Gómez;
2012:
16).
7
Quijano,
Aníbal
Ponencia
“Crisis
del
patrón
colonial
de
poder”.
Universidad
Andina
Simón
Bolívar,
sede
Ecuador,
agosto
26
de
2010.
6
Coincide Grossberg con Hall en “la cuestión de identidad, o mejor, si se prefiere destacar el
proceso de sujeción a las prácticas discursivas, y la política de exclusión que todas esas
sujeciones parecen entrañar, la cuestión de la identificación, se reitera en el intento de
rearticular la relación entre sujetos y prácticas discursivas” (en Hall y du Gay; 2003:15). El
proceso de sujeción republicano, se re-elaboró, desde su pasado inmediato, el colonial, en
el cual
7
La prensa como dispositivo de poder (Foucault, 1992) y más aún, como una expresión de
las tecnologías de gobierno8 (Castro-Gómez, Restrepo, 2008) en la que se inscribe la
república de letras, ha facilitado la organización de discursos y la producción de saber bajo
la forma de noticia-verdad, contribuyendo en la representación homogénea de “lo
nacional” ocultando de manera simultánea, otros “campos de lucha entre distintas
posiciones históricamente localizadas” (Castro-Gómez, Restrepo; 2008).
8
Partiendo
de
la
analítica
que
sobre
el
poder
presenta
Foucault,
Castro-‐Gómez
propone
que
se
pueden
evidenciar
diversas
expresiones,
entre
las
cuales
es
posible
caracterizar
las
siguientes:
poder
colonial,
poder
soberano,
poder
pastoral,
poder
liberal,
poder
disciplinar.
Cada
expresión
se
acompañaría
de
instituciones
y
tecnologías
de
gobierno
que
contribuirían
en
una
hegemonía
sobre
subjetividades
históricamente
localizadas.
Debe
advertirse
que
las
formas
de
poder
y
las
tecnologías
de
gobierno
que
le
acompaña,
no
son
excluyentes,
pueden
imbricarse
en
un
espacio-‐tiempo
determinado.
La
democracia
republicana,
por
ejemplo,
podría
ser
expresión
del
poder
liberal,
con
herencia
de
poder
colonial
y
disciplinar.
(S/F.
Archivo
personal).
8
en un estadío teleológico posterior. Para Dussel9 Marx, no observó (de hecho desechó) la
colonialidad como parte constitutiva de “la modernidad”. Siguiendo a Dussel, “la
modernidad” es un constructo sociocultural que tuviera inicio en 1492, coordenada
histórico-filosófica de por lo menos tres momentos modernos: el primero con fecha de
nacimiento 12 de octubre de 1492, día que “des-cubre” a Colón como el primer hombre
moderno; el segundo que se anclaría en “el renacimiento” y el ego cogito cartesiano y
tomaría forma epistémica en un tercero y “revolucionario” momento con la Ilustración
donde culturas y territorios coloniales del entonces decadente imperio español no hallaron
lugar en la “Historia Universal” eurocentrada, ubicándose en el lado oscuro de la
modernidad, en tanto su inscripción
(…) o las que se expresaban en lenguas que no fuesen las seis lenguas imperiales
de la Europa moderna no tenían historia… De acuerdo con este marco de
pensamiento, la historia es un privilegio de la modernidad europea, y para tener
una historia hay que dejarse colonizar, es decir, dejarse dominar, voluntariamente
o no, por una perspectiva de la historia, la vida, el conocimiento la economía, la
subjetividad, la familia o la religión moldeada por la historia de la Europa
moderna… (Mignolo, 2005).
9
Se
hace
síntesis
del
trabajo
realizado
por
el
filósofo
colombiano
Santiago
Castro-‐Gómez
en
la
colonialidad
explicada
a
los
niños.
(2005).
Popayán:
Editorial
Universidad
del
Cauca
Instituto
Pensar
Universidad
Javeriana.
10
Por
solo
mencionar
un
ejemplo,
los
territorios
afro
como
los
palenques.
9
barbarie en los periodos de la violencia tanto del siglo XIX como del XX” (Rojas, 2001:
165).
Continuando con Cristina Rojas, la prensa del siglo XIX (y también la actual) expone la
relación entre violencia y representación, comprendiéndola como el acceso al modelo
civilizatorio eurocentrado, al tiempo que la elite criolla en el poder, luchaba por acumular
capital. Los Estado-nacionales decimonónicos se constituían en la visibilización
republicana del proyecto moderno/colonial liderado por las elites, mismas que en años
recientes han conmemorado bicentenarios, re-editando en dispositivos como la prensa, la
estructura colonial del poder que lo hizo posible. La república, como forma de gobierno,
fue la opción en las antiguas colonias españolas11. En ellas, la libertad de prensa se
constituía en uno de los estandartes de la virtud12 republicana. Sobre esta forma de
gobierno en tierras americanas, escribía Rocafuerte en 1823:
Esta nueva parte del mundo exige un nuevo sistema de legislación, muy diferente
de todo lo que se ha conocido hasta aquí, pero apoyado siempre en la eterna base
de formas republicanas, como la de Esparta y Atenas… entre el nuevo y el
antiguo sistema republicano debe haber la misma diferencia que existe entre la
naturaleza de estos lugares, la que se observa entre la orgullosa altura del
agigantado Chimborazo y la humilde elevación del pigmeo Himeto, entre el
estruendoso océano que forma el río Amazonas y el risueño arroyuelo Cefiso.
(Rocafuerte en Aguilar Rivera; 2002: 57)
11
México
se
constituye
en
excepción
de
esta
afirmación.
Para
ampliar.
Aguilar
y
Rojas
(2002).
El
republicanismo
en
Hispanoamérica.
Ensayos
12 de
historia
intelectual
y
política”.
CIDE
–
FCE.
México.
Que
heredaba
la
reflexión
en
torno
a
la
necesidad
de
anteponer
los
intereses
colectivos
a
los
individuales.
Sobre
este
aspecto,
gran
parte
de
las
reflexiones
se
basaron
en
reflexiones
de
Maquiavelo
o
Montesquieu.
10
(…) el modelo de la república liberal burguesa tuvo sus orígenes en dos campos
distintos de la reflexión política que, en estricto sentido, tenían muy poco que ver
con el republicanismo clásico, pues no se ocupaban de las ciudades-Estados, los
valores cívicos o el gobierno de magistrados electivos. (2002:63).
En la República Letrada, las naciones, comprendidas como todos los sujetos sociales que
contribuyeron en el tránsito colonial al republicano y que no pertenecían a la elite, fueron
subalternizados a través de diversas estrategias letradas, entre las cuales la prensa
republicana contribuyó; así como también contribuyó a diseminar el sentimiento de virtud
ciudadana, fijando la reverencia por la escritura, consolidando “la diglosia característica
de la sociedad latinoamericana, formada durante la Colonia y mantenida tesoneramente
desde la Independencia” (Rama; 1988:44), a través de un corpus de leyes, edictos, códigos
y claro, de la prensa decimonónica.
11
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