Dina debe priorizar

acción ante la sequía

El raro clima que se vive en Lima, neblina o calor, es resultado del Fenómeno La Niña, que
se produce a escala global y que, según. la Organización Meteorológica Mundial es
"excepcionalmente pertinaz y prolongado" y tiene según los modelos de los expertos un
75 % de posibilidades de seguir dominando el clima hasta febrero del próximo año y un 60
% de continuar hasta marzo.

En el Perú, La Niña va asociada a un enfriamiento a gran escala de las temperaturas en la

superficie del océano Pacífico alterando el régimen pluvial lo que produce grandes sequías
en costa y sierra. Entre agosto y diciembre se ha registrado oficialmente entre 60% y 100%
menos lluvias, respecto al promedio histórico de los últimos años. El mes más crítico fue
octubre y eso se sintió en la región surandina, retrasando la siembra, dañando a las
plantaciones ya cultivadas, secando los pastizales y dejando sin alimento al ganado. Aquí
una de las razones profundas del malestar social en esa región.

Lo grave es que, entretenido en sus bravatas contra el Congreso, Pedro Castillo no hizo
nada, y la Comisión Agraria del Parlamento, todavía menos. Y los funcionarios del sector
Agrario paralizados por la crisis política, simplemente, se lavaron las manos. Solo han
reaccionaron tardíamente debido a las denuncias de las organizaciones de productores
afectados.

Ante tanta indolencia, la propia presidenta Dina Boluarte ha propuesto la creación de un

bono de sequía a entregarse entre enero y marzo del 2023 en 17 departamentos
afectados. El bono será de 800 soles por hectárea hasta un máximo de 3,200 soles y en el
caso de los pequeños ganaderos llegará a 266 soles por alpaca hasta un tope de 12
camélidos por criador. La base de datos será el Padrón de Productores Agrarios, que ya ha
registrado a 1’381,963 agricultores a nivel nacional.

Pero esto no es sino un paliativo. Ya antes, la sequía ha arruinado la economía y ha

derrumbado ministros. Debe pasar, por ello, a ser la prioridad número uno del gobierno y
disponer una movilización nacional en el próximo verano, para conjurarla.