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5 Resumen ........................................................................................................................................................................... 12
Nota Técnica preparada por Asturias Corporación Universitaria. Su difusión, reproducción o uso total o parcial
para cualquier otro propósito queda prohibida. Todos los derechos reservados.
Objetivos
• Poder definir el concepto de “preferencias”, y su aplicación a la asignatura.
1 Las Preferencias
Cuando hablamos de “preferencias”, hacemos alusión a la elección de alguien o algo
entre varias personas o cosas, es el valor que le damos a las diferentes cosas que
tenemos a nuestro alcance. Para ello, evidentemente es necesario que se encuentren a
nuestro alcance más de una cosa o persona, para que podamos elegir o “preferir” una
antes que la otra. Sería imposible preferir algo, si ese algo es el único objeto que existe.
Ejemplo:
Supongamos que llega el fin de año, y en la empresa donde trabajamos nos regalan
una pequeña cesta de navidad a elegir entre dos modelos que contienen solo dos
variedades de productos. En una de ellas, hay botellas de sidras y turrones, y en la otra,
botellas de vino y bombones.
A la cesta que contiene las sidras y turrones la llamaremos X, y las cantidades que
contiene de los dos productos estarán representadas por x1 y x2 respectivamente, por
lo que dicha cesta quedará conformada por (x1, x2) .
Por otro lado, a la cesta que contiene botellas de vino y bombones la llamaremos Y , y
las cantidades que contiene de los dos productos estarán representadas por y1 e y2
respectivamente, por lo que dicha cesta quedará conformada por (y1, y2) .
Por lo tanto, una situación que se podría dar, es que nos interese más la cesta X que la
Y , lo que significaría que (x1, x2) (y1, y2), o en otras palabras, que preferimos la (x1, x2)
antes que la (y1, y2).
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Pero si nos diera lo mismo elegir una u otra, sucedería que
(x1, x2) ≈ (y1, y2), o que nos resulta indiferente (x1, x2) o (y1, y2) .
Ahora, si la situación es que nos vemos obligados a elegir una de las dos cestas,
aunque casi nos da igual una u otra, pero finalmente elegimos poco convencidos una
de ellas dado que consideramos que puede ser levemente mejor que la otra, la
situación sería (x1, x2) ≥ (y1, y2) , ya que preferimos levemente la cesta X antes que la Y .
Hasta aquí, las tres situaciones posibles: preferencia estricta, preferencia leve (o débil),
“Las tres situaciones posibles: preferencia e indiferencia. Pero aunque parezca imposible, estas situaciones no son
estricta, preferencia leve -o débil- e independientes, ¡las tres situaciones pueden darse a la vez!
indiferencia”
Es probable que pensemos que la cesta (x1, x2) es por lo menos, tan buena como la
cesta (y1, y2), y que a su vez, la cesta (y1, y2) es al menos tan buena como la cesta (x1,
x2), por lo que en esta situación, ambas cestas nos resultan indiferentes. También
podemos expresar la situación de la siguiente manera:
Si (x1, x2) ≥ (y1, y2) y (y1, y2) ≥ (x1, x2) entonces (x1, x2) ≈ (y1, y2)
Otra situación, podría ser que pensáramos que la cesta (x1, x2) es por lo menos tan
buena como la (y1, y2), y a su vez, no nos resulta indiferente una o la otra, lo que
seguramente será porque concluimos que (x1, x2) es estrictamente mejor que la cesta
(y1, y2) .
Dicho de otra forma, si (x1, x2) ≥ (y1, y2) , pero sabemos que no se da (x1, x2) ≈ (y1, y2), se
puede deducir que (x1, x2) (y1, y2) .
Pero hay situaciones de compatibilidad que no podrían darse, por lo que se parte de
“Hay situaciones de compatibilidad que no ciertos supuestos que no serían lógicos en los comportamientos del consumidor, como
podrían darse, por lo que se parte de por ejemplo, que (x1, x2) (y1, y2) y a su vez, que se diera el caso contrario (y1, y2)
ciertos supuestos que no serían lógicos en
(x1, x2). Esto indicaría que por un lado, nos gusta más la cesta X que la Y , y a su vez, que
los comportamientos del consumidor”
nos gusta más la Y que la X.
Es por eso, que se parte de ciertos supuestos sobre las relaciones de preferencia, y que
a su vez se denominan “axiomas”, y los más relevantes son los siguientes:
• Reflexiva: Se parte del supuesto que cualquier cesta es al menos, tan buena
como ella misma: (x1, x2) ≥ (x1, x2) . No es posible que una cesta sea peor que ella
misma. Una cesta cualquiera es tan buena como una cesta de idénticas
características.
• Transitivas: Si tenemos tres cestas como X, Y y Z, y (x1, x2) ≥ (y1, y2) pero a su vez,
(y1, y2) ≥ (z1, z2), se supone entonces que (x1, x2) ≥ (z1, z2) . Dicho de otra forma, si
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suponemos que X es al menos tan buena como Y, y a su vez Y es al menos tan
buena como Z, entonces X es al menos tan buena como Z .
2 Curvas de Indiferencia
Las diferentes situaciones de la teoría de la elección del consumidor, pueden
representarse mediante curvas de indiferencia, donde se describen esas situaciones,
teniendo en cuenta siempre los tres axiomas vistos anteriormente.
Sustitutivos perfectos:
Siguiendo nuestro ejemplo de las cestas navideñas, supongamos que en la cesta X que
“Cualquier cesta nos valdría, siempre que contiene botellas de sidras y turrones, tenemos 10 unidades de cada producto (10 sidras
entre sidras y turrones no tenga menos de
y 10 turrones). Elegimos esa cesta, dado que nos encantan las sidras y los turrones,
20 productos, y si encontramos una que
tiene más, mucho mejor”
independientemente de la marca de tales productos. Es más, podríamos afirmar, que
nos gustan indistintamente tanto las sidras como los turrones, por lo que no nos
importaría que se alterasen las cantidades de dichos productos, siempre y cuando
sepamos que no hay menos de 20 productos en la cesta. Cualquier cesta nos valdría,
siempre que entre sidras y turrones no tenga menos de 20 productos, y si encontramos
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una que tiene más, mucho mejor. Matemáticamente esto se expresaría de la siguiente
manera:
Si tomamos una de esas curvas, se observa que a lo largo de la misma se pueden hacer
diferentes combinaciones de los dos productos (poner más de x1 y menos de x2 y
viceversa), pero siempre respetando el límite máximo.
Si agregamos una botella de sidra, será necesario quitar un turrón. Como caso extremo,
se podrían poner 20 sidras pero nada de turrón y viceversa.
Pero mientras más se amplía el límite, se van creando curvas hacia la derecha.
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proporciones fijas, dado que de nada sirve tener dos zapatos del pie izquierdo, y uno
del derecho; necesitamos uno de cada uno, o dos de cada uno.
Males:
Los males, son aquellos productos que no gustan al consumidor. Siguiendo con nuestro
“Los males, son aquellos productos que no ejemplo de las cestas navideñas, vamos a suponer ahora, que en la cesta X (la que
gustan al consumidor” contiene sidras y turrones) hay un producto que no nos gusta, como pueden ser
justamente los turrones. Pero por suerte, es posible intercambiar los productos, de
manera que podemos elegir más botellas de sidra, a cambio de los turrones.
Si bien no es posible adquirir una cesta solo con botellas de sidra, tendremos que
calcular cuántos turrones deberá de contener la cesta para que, si bien no es el
producto que nos gusta, nos compense por las botellas de sidra que contenga. En otras
palabras, ¿cómo deberíamos de variar el número de botellas de sidr a, para que aun así
nos resulte indiferente y estemos dispuestos a quedarnos con la cesta?
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Como se puede apreciar en el gráfico, la tendencia será hacia el producto que más nos
gusta.
Neutrales:
Este caso es más sencillo, ya que se refiere a las situaciones en las que somos neutros
ante un producto, nos da igual que haya o no turrones en la cesta, ya que solo nos
interesan las botellas de sidra. Por lo tanto, las curvas de indiferencia serán verticales,
dado que cuantas más botellas de sidra contenga la cesta mucho mejor, pero tampoco
nos afectarán los turrones.
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3 Las Preferencias Regulares
Hasta aquí, hemos visto diferentes ejemplos de curvas de indiferencias. Si bien no se
grafican absolutamente todas las situaciones posibles, sí las más comunes o regulares.
En general, partimos del supuesto de que “mientras más mejor”, o sea, mientras más
“En general, partimos del supuesto de que bienes contenga una cesta, más nos interesa. Por lo tanto, se considera que hablamos
mientras más, mejor; o sea, mientras más
de “bienes” y no de “males”. Si tenemos una cesta (x1, x2) , pero también existe otra (y1,
bienes contenga una cesta, más nos
interesa”
y2) que por lo menos contiene la misma cantidad de bienes que la anterior, y algunos
otros pocos más, seguramente vamos a preferir la segunda cesta, o sea (y1, y2) (x1,
x2) .
Hay que tener en cuenta, que el supuesto “mientras más mejor” se cumple hasta cierto
punto, ya que a partir de cierto nivel de saciedad, es probable que cualquier
incremento conduzca a la saturación. Por lo tanto, cuando hablamos de “mientras más
mejor”, lo hacemos refiriéndonos a situaciones anteriores a alcanzar el punto de
saturación, donde más todavía es mejor.
En el gráfico anterior, se puede ver que todas las cestas que están por debajo de la
curva de indiferencia son peores, dado que tienen menos productos que las que están
por encima de dicha curva. Cualquier punto que se sitúe por encima de la curva de
indiferencia, será preferible antes que cualquier punto que se sitúe por debajo de esa
curva.
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4 Relación Marginal de Sustitución (RMS)
Esta relación, mide en qué cantidad está dispuesto el consumidor a sustituir un bien por
el otro en un determinado punto de la curva de indiferencia.
Si tenemos dos bienes en una cesta, y al bien 1 le quitamos Δx1 a cambio de Δx2, lo
suficiente para que vuelva a la curva de indiferencia y poder así, disfrutar del mismo
nivel de bienestar que en la situación anterior al cambio, generaremos una relación
Δx2/ Δx1 que nos indicará la variación en la que el consumidor está dispuesto a sustituir
el bien 1 por el bien 2. Esta relación es el cociente que medirá la relación marginal de
sustitución del bien 1 por el bien 2.
Pero si el consumidor tiene preferencias regulares, sobre la misma cesta (x1, x2) , y le
damos la posibilidad de intercambiar unos bienes por otros (menos consumo del bien 1
por un mayor consumo del bien 2, y viceversa) a una relación de intercambio E,
significaría que si renuncia a Δx1 unidades del bien 1 podrá obtener a cambio Δx2/E del
bien 2.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que al intercambiar un bien por otro a una relación
de intercambio E, tiene la posibilidad de trasladarse por cualquier punto de una línea
que pasa por (x1, x2) . Si se desplaza en sentido ascendente sobre la línea, significa que
estaría renunciando al bien 1 , a cambio de adquirir el bien 2, y si se desplaza sobre la
curva en sentido descendente, significaría que renuncia al bien 2 para adquirir más
unidades del bien 1 .
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de las cantidades de los dos bienes estará restando en la ecuación, o sea, una de las
dos cantidades tendrá signo negativo, ya que se disminuye el consumo de uno de los
dos bienes.
Pero… ¿cuál debería de ser la relación de intercambio para que el consumidor prefiriese
quedarse en la cesta (x1, x2)?
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5 Resumen
• Evidentemente para preferir un objeto o cosa, tienen que existir más de un objeto
o cosa, ya que al “preferir”, estamos haciendo una comparación con su posterior
elección.
6 Referencias Bibliográficas
• “Microeconomía Intermedia”; 8ª edición. Hal R. Varian. Edit. Antoni Bosch, 2010.
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