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Índice

1 Las Preferencias ............................................................................................................................................................ 3

2 Curvas de Indiferencia .............................................................................................................................................. 5

3 Las Preferencias Regulares................................................................................................................................... 9

4 Relación Marginal de Sustitución (RMS)..................................................................................................... 10

5 Resumen ........................................................................................................................................................................... 12

6 Referencias Bibliográficas .................................................................................................................................... 12

Nota Técnica preparada por Asturias Corporación Universitaria. Su difusión, reproducción o uso total o parcial
para cualquier otro propósito queda prohibida. Todos los derechos reservados.
Objetivos
• Poder definir el concepto de “preferencias”, y su aplicación a la asignatura.

• Utilizar holgadamente las herramientas matemáticas para despejar una incógnita.

• Conocer las situaciones más habituales que se encuentran los consumidores, al


momento de tener que tomar una decisión sobre el producto a elegir, y saber
graficar dichas situaciones.

1 Las Preferencias
Cuando hablamos de “preferencias”, hacemos alusión a la elección de alguien o algo
entre varias personas o cosas, es el valor que le damos a las diferentes cosas que
tenemos a nuestro alcance. Para ello, evidentemente es necesario que se encuentren a
nuestro alcance más de una cosa o persona, para que podamos elegir o “preferir” una
antes que la otra. Sería imposible preferir algo, si ese algo es el único objeto que existe.

Pero desde el momento que existe más de un objeto, comienza el problema de la


“Sería imposible preferir algo, si ese algo es elección, y ese mismo problema que se le presenta al consumidor es el que se tratará
el único objeto que existe”
en este capítulo.

Ejemplo:

Supongamos que llega el fin de año, y en la empresa donde trabajamos nos regalan
una pequeña cesta de navidad a elegir entre dos modelos que contienen solo dos
variedades de productos. En una de ellas, hay botellas de sidras y turrones, y en la otra,
botellas de vino y bombones.

A la cesta que contiene las sidras y turrones la llamaremos X, y las cantidades que
contiene de los dos productos estarán representadas por x1 y x2 respectivamente, por
lo que dicha cesta quedará conformada por (x1, x2) .

Por otro lado, a la cesta que contiene botellas de vino y bombones la llamaremos Y , y
las cantidades que contiene de los dos productos estarán representadas por y1 e y2
respectivamente, por lo que dicha cesta quedará conformada por (y1, y2) .

En este caso, el problema de la elección se presentará cuando tengamos que elegir


entre una u otra cesta, dado que la empresa solo regala una por persona.

Para representar las diferentes situaciones, utilizaremos los siguientes símbolos:

• cuando una cesta es preferida estrictamente ante otra.

• ≈ le es indiferente una u otra cesta.

• ≥ prefiere levemente una ante otra.

Por lo tanto, una situación que se podría dar, es que nos interese más la cesta X que la
Y , lo que significaría que (x1, x2) (y1, y2), o en otras palabras, que preferimos la (x1, x2)
antes que la (y1, y2).

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Pero si nos diera lo mismo elegir una u otra, sucedería que

(x1, x2) ≈ (y1, y2), o que nos resulta indiferente (x1, x2) o (y1, y2) .

Ahora, si la situación es que nos vemos obligados a elegir una de las dos cestas,
aunque casi nos da igual una u otra, pero finalmente elegimos poco convencidos una
de ellas dado que consideramos que puede ser levemente mejor que la otra, la
situación sería (x1, x2) ≥ (y1, y2) , ya que preferimos levemente la cesta X antes que la Y .

Hasta aquí, las tres situaciones posibles: preferencia estricta, preferencia leve (o débil),
“Las tres situaciones posibles: preferencia e indiferencia. Pero aunque parezca imposible, estas situaciones no son
estricta, preferencia leve -o débil- e independientes, ¡las tres situaciones pueden darse a la vez!
indiferencia”
Es probable que pensemos que la cesta (x1, x2) es por lo menos, tan buena como la
cesta (y1, y2), y que a su vez, la cesta (y1, y2) es al menos tan buena como la cesta (x1,
x2), por lo que en esta situación, ambas cestas nos resultan indiferentes. También
podemos expresar la situación de la siguiente manera:

Si (x1, x2) ≥ (y1, y2) y (y1, y2) ≥ (x1, x2) entonces (x1, x2) ≈ (y1, y2)

Otra situación, podría ser que pensáramos que la cesta (x1, x2) es por lo menos tan
buena como la (y1, y2), y a su vez, no nos resulta indiferente una o la otra, lo que
seguramente será porque concluimos que (x1, x2) es estrictamente mejor que la cesta
(y1, y2) .

Dicho de otra forma, si (x1, x2) ≥ (y1, y2) , pero sabemos que no se da (x1, x2) ≈ (y1, y2), se
puede deducir que (x1, x2) (y1, y2) .

Pero hay situaciones de compatibilidad que no podrían darse, por lo que se parte de
“Hay situaciones de compatibilidad que no ciertos supuestos que no serían lógicos en los comportamientos del consumidor, como
podrían darse, por lo que se parte de por ejemplo, que (x1, x2) (y1, y2) y a su vez, que se diera el caso contrario (y1, y2)
ciertos supuestos que no serían lógicos en
(x1, x2). Esto indicaría que por un lado, nos gusta más la cesta X que la Y , y a su vez, que
los comportamientos del consumidor”
nos gusta más la Y que la X.

Es por eso, que se parte de ciertos supuestos sobre las relaciones de preferencia, y que
a su vez se denominan “axiomas”, y los más relevantes son los siguientes:

• Completas: Al poder comparar dos cestas cualesquiera, afirmamos que el


consumidor es capaz de elegir entre dos opciones cualesquiera. El proceso de
elección puede ser más o menos complejo, pero la posibilidad siempre está. Si
suponemos que (x1, x2) ≥ (y1, y2) o (y1, y2) ≥ (x1, x2) o las dos cosas a la vez, se
concluye que el consumidor es indiferente ante cualquiera de las dos.

• Reflexiva: Se parte del supuesto que cualquier cesta es al menos, tan buena
como ella misma: (x1, x2) ≥ (x1, x2) . No es posible que una cesta sea peor que ella
misma. Una cesta cualquiera es tan buena como una cesta de idénticas
características.

• Transitivas: Si tenemos tres cestas como X, Y y Z, y (x1, x2) ≥ (y1, y2) pero a su vez,
(y1, y2) ≥ (z1, z2), se supone entonces que (x1, x2) ≥ (z1, z2) . Dicho de otra forma, si

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suponemos que X es al menos tan buena como Y, y a su vez Y es al menos tan
buena como Z, entonces X es al menos tan buena como Z .

2 Curvas de Indiferencia
Las diferentes situaciones de la teoría de la elección del consumidor, pueden
representarse mediante curvas de indiferencia, donde se describen esas situaciones,
teniendo en cuenta siempre los tres axiomas vistos anteriormente.

Ejemplo de curva de indiferencia:

En el gráfico anterior, el área sombreada de color verde, es el área donde se


encuentran todas las cestas que son, al menos, tan buenas como la (x1, x2) . Ese es el
conjunto preferido débilmente. En esta curva, se encuentran todas las cestas ante las
cuales, el consumidor se mostraría indiferente. Para ello, veremos algunos ejemplos:

Sustitutivos perfectos:

Esto sucede, cuando dos productos se sustituyen a una tasa constante.

Siguiendo nuestro ejemplo de las cestas navideñas, supongamos que en la cesta X que
“Cualquier cesta nos valdría, siempre que contiene botellas de sidras y turrones, tenemos 10 unidades de cada producto (10 sidras
entre sidras y turrones no tenga menos de
y 10 turrones). Elegimos esa cesta, dado que nos encantan las sidras y los turrones,
20 productos, y si encontramos una que
tiene más, mucho mejor”
independientemente de la marca de tales productos. Es más, podríamos afirmar, que
nos gustan indistintamente tanto las sidras como los turrones, por lo que no nos
importaría que se alterasen las cantidades de dichos productos, siempre y cuando
sepamos que no hay menos de 20 productos en la cesta. Cualquier cesta nos valdría,
siempre que entre sidras y turrones no tenga menos de 20 productos, y si encontramos

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una que tiene más, mucho mejor. Matemáticamente esto se expresaría de la siguiente
manera:

(x1, x2) tal que x1 + x2 = 20


Y gráficamente, de esta manera:

Como se puede observar, las curvas de indiferencia son rectas paralelas.

Si tomamos una de esas curvas, se observa que a lo largo de la misma se pueden hacer
diferentes combinaciones de los dos productos (poner más de x1 y menos de x2 y
viceversa), pero siempre respetando el límite máximo.

Si agregamos una botella de sidra, será necesario quitar un turrón. Como caso extremo,
se podrían poner 20 sidras pero nada de turrón y viceversa.

Pero mientras más se amplía el límite, se van creando curvas hacia la derecha.

La característica más importante de los sustitutivos perfectos, es que sus curvas de


“La característica más importante de los indiferencia tienen una pendiente constante.
sustitutivos perfectos, es que sus curvas de
indiferencia tienen una pendiente
Complementarios perfectos:
constante”
Aquí nos referimos a los bienes que se consumen de forma conjunta y en proporciones
fijas. Si observamos, nos daremos cuenta que en las estanterías de las zapaterías,
suelen poner un ejemplar de cada modelo de calzado que tienen a la venta, para que
los clientes puedan tocarlos y verlos antes de comprar. Incluso en algunos negocios,
suelen haber estanterías a pie de calle fuera del local comercial y sin ningún sistema de
seguridad, con zapatos que promocionan sus productos. Aunque estos zapatos de
promoción se encuentren fuera del local, es poco probable que alguien se lleve alguno,
aprovechando el descuido del encargado del comercio, dado que necesita por lo
menos, el otro zapato para completar el par (independientemente de que también
necesite que coincida con su talla).

Éste es un ejemplo de productos complementarios perfectos: Los zapatos. Como


vemos, se consumen de forma conjunta (ya que es necesario tener los dos) y en

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proporciones fijas, dado que de nada sirve tener dos zapatos del pie izquierdo, y uno
del derecho; necesitamos uno de cada uno, o dos de cada uno.

Si elegimos una cesta de 10 pares de zapatos, tendremos x1 = 10 y x2 = 10 por lo que (x1,


“Si le añadimos un zapato a la cesta, al x2) = 20, que equivalen a 20 zapatos. Si a esta cesta, le añadimos un zapato (11, 10), al
consumidor le resultaría indiferente, ya que consumidor le resultaría indiferente, ya que un zapato no le sirve de nada si no tiene el
un zapato no le sirve de nada si no tiene el otro. Por lo tanto, solo le interesan incrementos de 2 zapatos.
otro. Por lo tanto, solo le interesan
incrementos de 2 zapatos” Es por eso, la curva de indiferencia para los complementarios perfectos queda de la
siguiente manera:

El vértice de estas curvas, es el punto en el que las cantidades de ambos productos


coinciden. En nuestro ejemplo, en el vértice se encuentran las cantidades exactamente
iguales de zapatos del pie izquierdo que del otro pie.

Males:

Los males, son aquellos productos que no gustan al consumidor. Siguiendo con nuestro
“Los males, son aquellos productos que no ejemplo de las cestas navideñas, vamos a suponer ahora, que en la cesta X (la que
gustan al consumidor” contiene sidras y turrones) hay un producto que no nos gusta, como pueden ser
justamente los turrones. Pero por suerte, es posible intercambiar los productos, de
manera que podemos elegir más botellas de sidra, a cambio de los turrones.

Si bien no es posible adquirir una cesta solo con botellas de sidra, tendremos que
calcular cuántos turrones deberá de contener la cesta para que, si bien no es el
producto que nos gusta, nos compense por las botellas de sidra que contenga. En otras
palabras, ¿cómo deberíamos de variar el número de botellas de sidr a, para que aun así
nos resulte indiferente y estemos dispuestos a quedarnos con la cesta?

En este caso, la curva de indiferencia queda graficada de la siguiente manera:

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Como se puede apreciar en el gráfico, la tendencia será hacia el producto que más nos
gusta.

Neutrales:

Este caso es más sencillo, ya que se refiere a las situaciones en las que somos neutros
ante un producto, nos da igual que haya o no turrones en la cesta, ya que solo nos
interesan las botellas de sidra. Por lo tanto, las curvas de indiferencia serán verticales,
dado que cuantas más botellas de sidra contenga la cesta mucho mejor, pero tampoco
nos afectarán los turrones.

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3 Las Preferencias Regulares
Hasta aquí, hemos visto diferentes ejemplos de curvas de indiferencias. Si bien no se
grafican absolutamente todas las situaciones posibles, sí las más comunes o regulares.

En general, partimos del supuesto de que “mientras más mejor”, o sea, mientras más
“En general, partimos del supuesto de que bienes contenga una cesta, más nos interesa. Por lo tanto, se considera que hablamos
mientras más, mejor; o sea, mientras más
de “bienes” y no de “males”. Si tenemos una cesta (x1, x2) , pero también existe otra (y1,
bienes contenga una cesta, más nos
interesa”
y2) que por lo menos contiene la misma cantidad de bienes que la anterior, y algunos
otros pocos más, seguramente vamos a preferir la segunda cesta, o sea (y1, y2) (x1,
x2) .

Este supuesto se denomina “preferencias monótonas”, debido a que es totalmente


previsible que el consumidor opte por la segunda cesta.

Hay que tener en cuenta, que el supuesto “mientras más mejor” se cumple hasta cierto
punto, ya que a partir de cierto nivel de saciedad, es probable que cualquier
incremento conduzca a la saturación. Por lo tanto, cuando hablamos de “mientras más
mejor”, lo hacemos refiriéndonos a situaciones anteriores a alcanzar el punto de
saturación, donde más todavía es mejor.

En el gráfico anterior, se puede ver que todas las cestas que están por debajo de la
curva de indiferencia son peores, dado que tienen menos productos que las que están
por encima de dicha curva. Cualquier punto que se sitúe por encima de la curva de
indiferencia, será preferible antes que cualquier punto que se sitúe por debajo de esa
curva.

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4 Relación Marginal de Sustitución (RMS)
Esta relación, mide en qué cantidad está dispuesto el consumidor a sustituir un bien por
el otro en un determinado punto de la curva de indiferencia.

Si tenemos dos bienes en una cesta, y al bien 1 le quitamos Δx1 a cambio de Δx2, lo
suficiente para que vuelva a la curva de indiferencia y poder así, disfrutar del mismo
nivel de bienestar que en la situación anterior al cambio, generaremos una relación
Δx2/ Δx1 que nos indicará la variación en la que el consumidor está dispuesto a sustituir
el bien 1 por el bien 2. Esta relación es el cociente que medirá la relación marginal de
sustitución del bien 1 por el bien 2.

Por lo tanto, el cociente que resulta de la relación marginal de sustitución, significará la


relación en la que el consumidor está dispuesto a sacrificar una cantidad del bien 1 , a
cambio de consumir más del bien 2.

Pero si el consumidor tiene preferencias regulares, sobre la misma cesta (x1, x2) , y le
damos la posibilidad de intercambiar unos bienes por otros (menos consumo del bien 1
por un mayor consumo del bien 2, y viceversa) a una relación de intercambio E,
significaría que si renuncia a Δx1 unidades del bien 1 podrá obtener a cambio Δx2/E del
bien 2.

Otro aspecto a tener en cuenta, es que al intercambiar un bien por otro a una relación
de intercambio E, tiene la posibilidad de trasladarse por cualquier punto de una línea
que pasa por (x1, x2) . Si se desplaza en sentido ascendente sobre la línea, significa que
estaría renunciando al bien 1 , a cambio de adquirir el bien 2, y si se desplaza sobre la
curva en sentido descendente, significaría que renuncia al bien 2 para adquirir más
unidades del bien 1 .

Y teniendo en cuenta que en la relación de intercambio siempre habrá que renunciar a


un bien para aumentar el consumo del otro, la pendiente será negativa, dado que una

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de las cantidades de los dos bienes estará restando en la ecuación, o sea, una de las
dos cantidades tendrá signo negativo, ya que se disminuye el consumo de uno de los
dos bienes.

Pero… ¿cuál debería de ser la relación de intercambio para que el consumidor prefiriese
quedarse en la cesta (x1, x2)?

Veremos otro ejemplo:

Si observamos atentamente, siempre que la recta corta la curva de indiferencia, hay


ciertos puntos de la recta que están por encima de la curva. En el gráfico anterior, se
puede ver que a partir del punto (x1, x2) donde convergen la línea y la curva, si
seguimos la recta hacia arriba hasta la siguiente intersección de la recta y la curva, toda
esa parte de la recta que se encuentra entre los dos puntos de intersección con la
curva está por encima de la misma curva, por lo que todos esos puntos de la línea
tendrán preferencia sobre los puntos de la curva en ese tramo.

En resumidas cuentas, la relación marginal de sustitución mide la relación en la que al


consumidor le da igual intercambiar o no los dos bienes. Con cualquier otra relación de
cambio, que no sea la relación marginal de sustitución E , el consumidor preferirá un
bien antes que el otro, ya que no le resultará indiferente. Pero si la relación de
intercambio es exactamente la misma que la relación marginal de sustitución, preferirá
quedarse en el mismo punto (como en el del ejemplo del último gráfico).

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5 Resumen
• Evidentemente para preferir un objeto o cosa, tienen que existir más de un objeto
o cosa, ya que al “preferir”, estamos haciendo una comparación con su posterior
elección.

• Los consumidores elegirán ciertos productos antes que otros, teniendo en


cuenta las diversas características y aspectos de los productos a elegir. Pero no
existe una única manera de elegir los productos preferentes, dado que cada
consumidor le dará mayor o menor importancia a cada producto, según su
situación o conveniencia. Esto quiere decir, que lo que puede resultar importante
para alguien, puede ser poco valioso para otro.

• Por otro lado, es importante resaltar, que el presupuesto de los consumidores es


limitado, por lo que es necesario administrarlo de la mejor manera posible, y es
allí donde se generarán las diferentes combinaciones de productos, para
aprovechar al máximo, el presupuesto del que se dispone para gastar.

6 Referencias Bibliográficas
• “Microeconomía Intermedia”; 8ª edición. Hal R. Varian. Edit. Antoni Bosch, 2010.

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