NORMA AIDEÉ BALDERAS ELORZA

DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO DEL VÍNCULO TUTOR-TUTORADO

Para poder sentir un equilibrio en nuestras actividades diarias, es necesario tener claro que
aquello que llamamos bienestar en términos de salud mental, más que la obtención de objetos,
alimentos o consumos de cualquier tipo, está determinado neurobiológicamente como un
sistema de recompensa que brinda el cerebro al organismo.

Dicha recompensa llega después de una meta cumplida, una determinación tomada o un
servicio brindado. Al igual que por la capacidad de autorregulación frente aquellas cosas que
de ser realizadas en exceso pueden causar daño a mediano y largo plazo, la búsqueda de la
felicidad requiere un direccionamiento personal, hacerse cargo y trabajar por ello de manera
consciente. la dopamina tiene un papel fundamental, este neurotransmisor activa un
mecanismo cerebral que se llama circuito de recompensa que hace que tendamos una y otra
vez a repetir comportamientos y consumos en busca de esa sensación.
De manera personal el tener metas y llevarlas a cabo me brinda felicidad, se que la dopamina
proporciona placer y relajación. Interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque
regula la duración de los recuerdos. Es decir, decide si una determinada información se puede
almacenar durante un tiempo o se elimina inmediatamente. Esto se por mi preparación
académica pero es muy difícil el tener el conocimiento y llevarlo a la práctica por los
episodios triste de mi vida , como el fallecimiento de mi hijo por leucemia , sin embargo el
dar clase me permite conectarme con mis alumnos y brindarles herramientas que ocupen en su
vida , cuando los encuentro y ya son profesionistas te hacen sentir muy bien que te digan que
aprendieron contigo, todo el aprendizaje a través de las emociones nos hace Y esto lo
consigue fomentando que la memoria y el aprendizaje vayan asociados a emociones. En este
proceso interviene la dopamina en el accumbens, una parte del cerebro muy implicada en el
control de las emociones, que comunica con zonas encargadas de la memoria, como el
hipocampo.

Por eso, el aprendizaje que contiene una carga emocional dura más, porque aprender provoca
placer y la información se retiene durante más tiempo. Así que de nada sirve aquello de "la
letra, con sangre entra".