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Minuta Técnica

DETECCIÓN EN CHILE DE LA “CHINCHE DEL ARCE”


Boisea trivittata (Say, 1825) (Hemiptera: Rhopalidae)

Con motivo de una denuncia fitosanitaria realizada el día 31/03/2020 por la Municipalidad
de Pudahuel al SAG de la Región Metropolitana, se coordina visita de inspectores SAG
para el día 03/04/2020, para determinar situación de una plaga presente en el arbolado
urbano de esta comuna.

En el lugar de la denuncia se determina que los árboles presentes corresponden a Acer


negundo, y sobre uno de éstos en particular, se encontraban masas de ninfas agregadas
de la plaga. En forma complementaria los habitantes del sector señalan que estos insectos
vuelan al atardecer ingresando en las viviendas, lo que ha provocado preocupación en el
sector.

Como resultado de la visita SAG, se colectaron muestras que fueron analizadas en el


Laboratorio Regional SAG de la Región Metropolitana, y confirmadas por el Laboratorio
SAG Lo Aguirre, determinándose que la plaga corresponde a Boisea trivittata (Hemiptera:
Rhopalidae) según se señala en el informe fitosanitario N° 37604-32 del 06/04/2020
(Identificación Sr. Rodrigo Soto/Laboratorio Entomología SAG Región Metropolitana).

Figura 1: Árbol donde se observaron ninfas. Figura 2: Masa de ninfas observada.


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Descripción

Huevos: Los huevos son de forma alargada, de aproximadamente 1,6 mm de largo,


siendo depositados en pequeños grupos de 5 a 20 unidades sobre los frutos y hojas de
Acer spp., especialmente Acer negundo. Cuando están recién depositados son de color
café amarillento pajizo, tornándose de color rojo a medida que se desarrolla el embrión.

Figura 3: Huevos sobre Acer sp. Figura 4: Detalle de los huevos.

Ninfas: Las ninfas recién eclosadas miden aproximadamente 1,3 mm de largo, poseen un
abdomen rojo brillante y patas y antenas negras, siendo de forma similar a los adultos. A
medida que van pasando por lo diferentes estados ninfales van creciendo
progresivamente, tornándose el cuerpo de color rojo oscuro, con marcas oscuras detrás
de la cabeza y empiezan a desarrollarse las alas negras que inicialmente son muy
pequeñas.

Figura 5: Adulto junto a ninfas de Figura 6: Ninfa de último estadío.


diferentes estadíos

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Adultos: Los adultos miden aproximadamente 1,3 cm de largo, siendo aplanados
dorsalmente, de forma alagada ovalada. En vista dorsal su color predominante es el gris
pizarra a negro.

Poseen tres líneas rojas que se extienden a lo largo del protórax, una a cada lado y otra
en el centro. La mitad basal de las alas anteriores es de textura coriácea y con márgenes
de color rojo, a diferencia de la mitad apical que es membranosa, flexible y
completamente negra al igual que las alas posteriores. Las patas son negras.

La parte superior del abdomen es de color rojo con dos hileras de puntos negros, siendo la
parte inferior roja con dos machas negras en cada segmento abdominal, dispuestas de tal
forma que semejan dos hileras longitudinales.

Figuras 7 y 8: Adulto de Boisea trivittata (Say) en vista dorsal y ventral respectivamente capturado durante la
denuncia.
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Hospedantes

Boisea trivittata se alimenta de especies del género Acer en general, pero especialmente
de Acer negundo la cual es la más susceptible. Siendo reportado también sobre Sapindus
saponaria drummondii y algunos autores también lo mencionan sobre Fraxinus spp.

Cabe señalar que según CONAF (2013) la especie Acer negundo es una de las especies
más cultivadas para la arborización urbana a lo largo de todo Chile.

No obstante, en la literatura se mencionan otros hospedantes adicionales, los cuales


aparentemente sólo utilizaría en determinadas circunstancias y por poco tiempo, por
ejemplo cuando los huevos se desprenden de los Acer al quedar mal adheridos, quedando
depositados sobre plantas del estrato inferior, de las cuales pueden consumir su savia por
un tiempo.

También pueden dañar frutas antes de refugiarse para pasar el invierno como adultos, en
este sentido la Extensión de Entomología, del Departamento de Biología de la Universidad
de Utah de Los Estados Unidos (2003) señala ataques en otoño sobre frutilla, ciruela,
cereza, manzana y uva, aunque en una escala pequeña, ya que las grandes cantidades de
insectos sólo se observan sobre Acer negundo. El daño en la fruta corresponde a
pequeñas perforaciones, cicatrices, deformaciones del fruto, tejido de consistencia
corchosa e incluso la caída prematura de la fruta, no obstante no se han reportado daños
significativos.

Por otro lado, también pueden consumir la savia de plantas del interior de viviendas
donde se encuentran hibernando. Además mientras pasan el invierno pueden alimentarse
de los cadáveres de sus congéneres, y también se ha reportado canibalismo. Todo lo
anterior se debería a que de esa forma obtienen agua para su supervivencia, ya que no
existe ninguna evidencia que este insecto sobreviva o se reproduzca sobre otros
vegetales.

Antecedentes biológicos

Los adultos de B.trivittata sobreviven al invierno en lugares protegidos, que muchas veces
corresponden a viviendas y edificaciones, en cuyo interior pueden activarse cuando suben
las temperaturas, pero no terminan su hibernación hasta que las temperaturas máximas
se mantienen en más de 20 °C y sus árboles hospedantes presenten hojas a mediados de
la primavera.

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A fines de la primavera los adultos vuelan hacia sus hospedantes, pudiendo volar cientos
de metros, donde se alimentan durante dos semanas antes de aparearse y comenzar la
postura de huevos. Las hembras depositan 200 a 300 huevos repartidos en pequeños
grupos o en forma individual, tanto en el follaje como en las grietas de la corteza del fuste
del árbol, y otras partes del árbol, incluso en el suelo, los cuales eclosan dentro de 10 a
14 días, emergiendo las ninfas, las que inicialmente viven el suelo o entre la vegetación
rastrera alimentándose de las semillas del Acer que han caído el año anterior, subiendo a
los árboles a mediados del verano cuando los árboles presentan nuevas semillas. La etapa
de ninfa dura normalmente entre 50 y 78 días, produciéndose su muda en 5
oportunidades, de modo que pasan por 6 estadíos ninfales

Cuando los árboles comienzan a perder las hojas en forma natural a inicios del otoño, las
ninfas y los adultos se trasladan a superficies soleadas como tierra sin vegetación, troncos
de árboles, piedras o sobre edificaciones.

Posteriormente, durante el otoño buscan lugares para pasar el invierno, que en la


naturaleza es bajo la corteza suelta de los árboles, no obstante también se introducen en
las viviendas a través de cualquier grieta o abertura, pasando el invierno en estado adulto
sin alimentarse.

Pueden tener una a tres generaciones en el año dependiendo de las condiciones


climáticas.

Distribución

Boisea trivittata (Say) es nativo del oeste y suroeste de los Estados Unidos. Además se ha
dispersado al resto de los Estados Unidos, introduciéndose también en el sur de Canadá,
México y Guatemala, siempre asociado con la distribución natural de diferentes especies
del género Acer, o con la presencia de estos árboles en el arbolado urbano.

Daños en los vegetales

Este insecto se alimenta principalmente de las semillas de los Acer spp., no siendo
considerado una plaga de los vegetales debido a su escaso daño directo que provoca.

No obstante, existen reportes que al alimentarse también de hojas de sus hospedantes,


consume suficiente savia como para deformarlas cuando se encuentran en proceso de
desarrollo, causando a la vez clorosis, pudiendo también dañar flores y ramillas.

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También existen reportes de daños en frutas que se producen cuando los insectos se
preparan para la hibernación.

Efectos potenciales en Chile

Considerando que los daños reportados en los vegetales no son de consideración, salvo en
determinadas circunstancias cuando los insectos se agrupan en árboles específicos, los
cuales podrían verse afectados, no obstante esto se produciría principalmente en el otoño
cuando los árboles comienzan a perder su follaje en forma natural, por lo que sus efectos
no serían significativos para los árboles.

Por otro lado, su principal efecto sería sobre la calidad de vida de las personas, debido a
que al llegar el otoño estos insectos son muy visibles, introduciéndose en el interior de las
viviendas en grandes cantidades para pasar el invierno, lo que crea alarma en la
población, a pesar que no causan daños estructurales en las viviendas y tampoco atacan a
las personas. No obstante, sus altas poblaciones producen deposiciones suficientes como
para ser advertidas, ensuciando y manchando, además los insectos que mueren atraen
otro tipo de organismos no deseables en el interior de las viviendas.

Medidas de control

Considerando que este insecto posee una estrecha relación con los árboles del género
Acer, especialmente con los ejemplares femeninos al poseer las semillas de las cuales se
alimentan, la medida que más se recomienda es conservar solamente especímenes
masculinos de estos árboles o utilizar otras especies no susceptibles a este chinche.

Aplicaciones químicas como piretroides, pueden realizarse sobre los árboles con
insecticidas debidamente registrados y aplicados por empresas autorizadas,
especialmente durante fines de primavera o principios del verano, momento en que las
ninfas están expuestas sobre los árboles, o durante el otoño cuando comiencen a
agruparse.

Cabe señalar que este insecto es bien sensible a los insecticidas, ya que incluso existen
recomendaciones de empresas químicas que recomiendan productos de uso doméstico.
Aunque por otro lado, algunos autores no consideran que el control químico sea muy
efectivo.

Para disminuir el riesgo que los insectos ingresen a las viviendas, se considera que la
mejor alternativa es la exclusión mecánica, sellando con diferentes tipos de siliconas todo
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tipo de hendiduras como por ejemplo aquellas en ventanas, puertas, muros, etc.,
pudiendo también utilizarse mallas tipo mosqueteras en puertas y ventanas.

Aplicaciones químicas en el interior de las viviendas no se recomiendan, ya que no


previenen la entrada de estos insectos, y por otro lado al matar estos insectos que se
encuentran entre la estructura de las casas, atraerán otros organismos que podrían ser
más perjudiciales.

La eliminación de estos insectos más recomendada cuando se encuentran hibernando en


el interior de viviendas, puede ser realizada mediante una extracción mecánica como el
uso de una aspiradora.

No se conocen enemigos naturales efectivos de tipo depredadores o parasitoides. Por otro


lado, poseen sustancias en su organismo que los hacen poco apetecidos.

ASC/
13-04-2020

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