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CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.

CADUCIDAD DE LOS CONTRATOS


DE ARRENDAMIENTO POR LA AUTORIDAD POLICIVA. COSA
JUZGADA.

lEstése a lo decidido en sentencia del 15 de noviembre de 1983. (IProceso


1090).

Corte Suprema de justicia


Sala Plena

Sentencia número 96.


Referencia: Proceso número 1092
Norma Demandada: Inciso 2o del artículo 63 del Decreto número
222 de 1983 sobre contratos administrativos.
Actor: Fabián Segura Guerrero.
Magistrado Ponente: doctor Ricardo Medina Moyano.
Aprobada según Acta número 60 de 15 de noviembre de mil novecientos
ochenta y tres 1983.
Bogotá D.E., noviembre quince (15) de mil novecientos ochenta y tres (1983).

l. LA DEMANDA

El ciudadano Fabián Segura Guerrero, obrando en ejercicio de la acción


pública de inconstitucionalidad consagrada en el artículo 214 de la Constitución
Nacional, solicita de la Corte se declare la inexequibilidad del segundo inciso del
artículo 63 del Decreto número 222 de 1983, por el cual se expiden normas sobre
contratos de la Nación y se dictan otras disposiciones. Subsidiariamente pide el
demandante que se declare la inexequibilidad de la palabra 'pnliciva' de la menciona-
da disposición. ·
Descorrido el traslado ordenado por la Constitución y la ley, la Procuraduría
General de la Nación pide que se acoja la solicitud principal de la demanda.
G. COHST. 1S03 • SEGU><DA PARTE • 45
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11. LA NoRMA ACUSADA

Incluidos los acápites respectivos, y subrayada la parte demandada, la transcrip-


ción literal del artículo 63 es como sigue:

«DECRETO NUMERO 222 DE 1983


(febrero 2)
Por el cual se expiden normas sobre contratos de la Nación y sus entidades
descentralizadas y se dictan otras disposiciones.
El Presidente de la República de Co,lombia, en uso de las facultades extraordina-
rias que le otorga la Ley 19 de 1982 y oída la Comisión a que ella se refiere,

DECRETA:

Artículo 63. De los efectos de la caducidad.


En la cláusula de caducidad se establecerán los efectos que la misma produce y
las prestaciones a que las partes quedan obligadas. En todo casó la resolución que
declare la caducidad, en cuanto ordena hacer efectivas las multas y el valor de la
cláusula penal pecuniaria, prestará mérito ejecutivo contra el contratista y las perso-
nas que hayan constituido las respectivas garantías y se hará efectiva por jurisdicción
coactiva.
En firme la resolución que ha declarado la caducidad de un contrato de arrenda-
miento, en el que la Administración ha sido arrendadora, la restitución del bien se
efectuará por la autoridad policiva del lugar de ubicación del inmueble.
Importa señalar que el actor además de realizar la transcripción anterior, lo
mismo que la mayor parte del articulado de la Ley 19 de 1982 por la cual se definieron
los nuevos principios de la contratación administrativa y se otorgaron facultades
extraordinarias al Ejecutivo para modificar el régimen de la misma consagrado en el
Decreto número 150 de 1976, allegó un ejemplar debidamente autenticado del
."Diario Oficial" número 36.189 del 9 de febrero del presente año en el cual fue
promulgado el Decreto número 222 del cual forma parte la norma demandada•.

111. NORMAS DE LA CONSTITUCIÓN QUE SE ESTIMAN VIOLADAS.

A este propósito expresa el demandante:


"El precepto demandado quebranta los sigúientes artículos de la Constitucionai
Nacional: 6; 26; 55; 58; 61; 76; (12); 118 (8); 119 (2); 120 (2); 187 (5-9); 194 (9); 197
(1- 3-8); 199 y 201 (folder 15).

IV. FuNDAMENTOS DE LA DEMANDA

a) Comienza el libelista por señalar que constitucionalmente sólo al Congreso,


a las Asambleas y a los 'Concejos Territoriales' les es dable determinar funciones,
_compétencias y procedimientos policivos, de lo cual se sigue que, cuando el Ejecuti-
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vo faculta a la autoridad policiva para efectuar la restitución del inmueble está


ejerciendo funciones que no le corresponden, toda vez que por otro lado: "En·
ninguna parte de la Ley 19 de 1982, se observa que al señor Presidente se le hubiere
autorizado para imponer funciones, competéncias o atribuciones a las autoridades
policivas locales; todo lo contrario, el comienzo del artículo 1Oibídem, dice expresa-
mente que tales facultades extraordinarias deben estar 'de acuerdo con las disposicio-
nes generales' de la ley, cuando sean ejercidas y, ni dentro del cuerpo de ella, ni
dentro del texto del artículo décimo, en contratos vestigio alguno que contemple el de
fijar competencias, atributos, funciones o similares a las autoridades policivas. Se
trata de una típica extralimitación de atribuciones y por ende, una usurpación de las
mismas a los entes y personajes territoriales";
b) En segundo término observa el demandante que el procedimiénto para
obtener la entrega del inmueble en los casos en que el arrendatario se niegue a ello, se
encuentra plasmado en el Estatuto de Procedimiento Civil, por lo cual:
"El inciso segundo del artículo 63 recusado, al otorgarle a las autoridades
policivas, la restitución del bien arrendado, cuando se ha declarado la caducidad
contractual, arrebata Competencia a los órganos jurisdiccionales; se apodera de las
normas propias de los juicios de restitución o lanzamiento que sólo son aplicables por
quienes administran justicia en Colombia".
e) También considera la demanda que se viola el artículo 183 de la Carta al
establecer una ostensible discriminación a favor del Estado como consecuencia de la
posibilidad de ordenar la restitución policiva del inmueble "cuando los bienes son de
la Administración";
d) Finalmente insiste el actor en que el Ejecutivo desbordó las facultades a él
otorgadas por el Congreso para concluir que:
"El Gobierno con la expedición del Decreto número 222 de 1983 y especial-
mente con las norma demandada, creyó encon'trar la panacea que solucionara toda la
problemática de la contratación administrativa del arrendamiento de sus bienes, pero
olvidó la 'cajita' pandorística de la Constitución Nacional y de la ley de facultades,
porque ésta también fue desconocida ... con la norma demandada lanza con la ayuda
de la policía y la uniformada, al desamparado arrendatario sin fórmula de juicio,
retrotrayendo el sistema a una 'monarquíá absolutista' en el que el Ego Ejecutivo
absorve a plenitud toda, íntegramente toda, la actividad estatal" (folio 20).

V. CoNCEPTo DE LA PRocURADURÍA GENERAL DE LA NAcióN

Mediante el concepto (folio 24 y siguientes) número 686 del primero de


septiembre del presente año, el Ministerio Público solicita a la Corporación que:
"declare inexequible el inciso segundo del artículo 63 del Decreto número 222 de
1983". Para llegar a esta conclusión el señor'Jéfe del Ministerio Público parte del
supuesto de que la norma acusada violó los artículos 7612 y 1188 de la Constitución
Nacional al exceder las facultades otorgadas por la Ley 19 de 1982, y al efecto
sintetiza así sus puntos de vista: -
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"Una es la declaraCÍón motivada de·razones estrictamente administrativas que


mueve a la expedición de la respectiva resolución de caducidad. Otra, es la expresión
litigiosa que debe ser formulada y satisfecha solamente ante la jurisdicción competen-
te para ello y sin que se le fije a una autoridad no establecida en normas positivas,
como es la policiva. No se encuentra por parte alguna de la ley de facultades la
atribución el Gobierno para otorgar una competencia a la autoridad de policía sobre
la restitución del inmueble arrendado.
Debe entenderse que la caducidad como privilegio de la administración, es clara
ante los eventos que impiden la correcta ejecución del contrato, como serían los de
inconveniencia y/o incumplimiento. La facultad que el Gobierno se irrogó por sí
mismo para extender efectos como los de competencia y los de orden procesal en este
tipo de contratos, a la autoridad policiva, afecta de modo fundamental la noción de
caducidad, por el solo hecho de atribuir una competencia enexistente a dicha
autoridad (la policiva) a pretexto de hecer uso de facultades extraordinarias, como se
vió, desbordadas y de otorgarle un sentido que no tiene al principio de caducidad
como prerrogativa exorbitante de la administración".

VI. CoNSIDERACIONES DE LA coRTE

a) Competencia.
Toda vez que la norma acusada forma parte de un Decreto-ley dictado con base
en facultades extraordinarias otorgadas al Ejecutivo por el Congreso, es competente
para conocer de la misma la Sala Plena de la Corte, previo estudio de su Sala
Constitucional, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 214 de la Carta
Fundamental;

b) Cosa juzgada.
Es preciso señalar que el inciso segundo del artículo 63 del Decreto-ley número
222 del presente año, objeto del presente proceso de constitucionalidad fue
demandado ya por el ciudadano Hernán Fabio López Blanco, originándose así el
proceso número 1090 en el cual se dictó por la Corporación providencia de mérito el
día 15 del mes de noviembre del presente año, en la cual se dispuso su exequibilidad.
En tales condiciones, es preciso reconocer de análoga manera, que en el
presente caso se configura el fenómeno procesal de la Cosa Juzgada, debiendo
consiguientemente la Corte disponer que se esté a lo resuelto en la prementada
sentencia.
Resulta pertinente observar que los argumentos que en tal oportunidad tuvo en
cuenta la Corte, fueron en síntesis los siguientes:
"~case que frente al contexto legal matriz precedentemente relatado el Gobier-
no no extralimitó al expedir el inciso acusado, ya que apenas se ciñó a fonnalizar una de
"las maneras de operar" la caducidad en firme en el contrato de
arrendamiento de inmuebles a que se refería el Decreto número 150 de 1976, según
lo permitido en la letra b) arriba transcrita del ordinal1 • del artículo 1Ode aquella ley;
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es decir, se contrajo a prescribir una "operación administrativa" derivada de una


cláusula de caducidad en firme, por inconveniencia o inoportunidad (artículo 2o y 8o
de la ley), o por incumplimiento que genere sanción (artículo 10, ordinal2o, letra e),
a saber: la de restitución del bien en relación con el cual se halle en firme la'
resolución de caducidad, por intermedio de la autoridad policiva.
"5 Naturalmente, la operación administrativa de entrega de un bien a la
Administración, del que la Administración es arrendadora, y por parte de una
autoridad de la Administración, en nada enerva ni condiciona o limita la facultad
legal del arrendatario para hacer valer sus derechos, ora procesales, ora patrimonia-
les, por la vía jurisdiccional de lo contencioso-administrativo, tanto contra la resolu-
ción de caducidad del contrato, como respecto de la propia operación administrativa
policiva de restitución del inmueble, según lo disponen de manera clara, el artículo 4o
de la propia ley de facultades extraordinarias en el que se ordena que los litigios que
surjan de los contratos administrativos y en los que se haya pactado la cláusula de
caducidad "serán de conocimiento de la justicia contencioso-administrativa", y el
artículo 68 de la Ley 167 de 1941 en el que se reconoce la acción por operaciones de
la administración.
Ha quedado pues intacto para el arrendatario su derecho procesal de defensa Y,
controversia judicial frente al acto y a la actuación de la Administración, así como el de
restablecimiento de su patrimonio, y por lo tanto tampoco procede el cuestiona-
miento del actor contra el precepto acusado por violación de los artíc4Jos 26 y 30 de la
Carta.

VII. DECISIÓN

A mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala Plena, con base ·


en el estudio de la Sala Constitucional y escuchada la Procuraduría General de la
Nación,

RE S U EL V E:
Estése a lo resuelto por la Corte en sentencia de fecha 15 de noviembre de 1983,
(proceso número 1090), en la cual se dispuso:
"Declarar exequible, por no encontrarlo contrario a la Constitución, el inciso
final que se demandó del ·artículo 63 del Decreto Extraordinario número 222 de
1983, que dice:
"En firme la resolución que ha declarado la caducidad de un contrato de
arrendamiento, en el que la Administración ha sido arrendadora, la restitución del
bien se efectuará por la autoridad policiva del lugar de ubicación del inmueble".
Cópiese, publíquese, comuníquese al Gobierno Nacional, insértese en la Gace-
ta Judicial y archívese el expediente.
José Eduo.rdo Gnecco Correa, Presidente; Luis Enrique Aldano. Rozo, Fabio.
Calderun Botero, Ismael Coral Guerrero, José Maria Esguerrá Samper, Manuel·
Enrique Dazá Alvarez, Dante L. Fiorillo Porras, Manuel Gaono. Cruz, Fanny
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González Franco, Gustavo Gómez Velásquez, Héctor Gómez Uribe, Alvaro Luna
Gómez,]uan H ernández Sáenz, Carlos M edellín, Ricardo M edina M oyano, H oracio
Montoya Gil, Humberto Murcia Ballén, Alberto Ospina Botero, Alfonso Reyes
Echandía, Luis Carlos Sáchica,Jorge Salcedo Segura, Pedro E lías Serrano Abadía,
Fernando Uribe Restrepo, Darlo Velásquez Gaviria.
Rafael Reyes Negrelli
Secretario

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