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DARIO VITALI

LA FUNCIÓN DE LA IGLESIA
EN LA INTELIGENCIA DE LA FE
Cuando se habla de las funciones de la iglesia en la inteligencia de la
fe, frecuentemente se atribuye sólo al magisterio la responsabilidad de
guardar e interpretar el depósito de lo que hay que creer. Afirmar que
hay otros sujetos eclesiales de la inteligencia de la fe, así como otros
factores del progreso de aquella inteligencia en la tradición, parece co-
mo un ataque a una función exclusiva del magisterio de la iglesia. Pe-
ro si miramos correctamente las cosas, el Concilio Vaticano II nos pro-
porciona un modelo de transmisión de la revelación, que no ha conse-
guido aún la debida recepción y que reconfigura la función del magis-
terio en el dinamismo más amplio de la transmisión de la revelación
en el ámbito de la relaciones con la teología y con el sensus omnium
fidelium. Dice, en efecto, la Dei Verbum, n.8: “en la Iglesia va crecien-
do la comprensión de las palabras e instituciones transmitidas cuando
los fieles las contemplan y las estudian repasándolas en su corazón,
cuando comprenden internamente los misterios que viven, cuando las
proclaman los Obispos, sucesores de los Apóstoles en el carisma de la
verdad”. En este trabajo intentamos considerar cómo se ha de vivir es-
te modelo en la realidad concreta de la iglesia. Al confrontarlo con la
concepción preconciliar quedará patente la novedad de la propuesta
de la Dei Verbum, y se podrá comprobar cómo, a pesar de afirmacio-
nes contrarias, persiste el modelo anterior, que se justifica con la ex-
periencia eclesial, pero queda lejos de una eclesiología de comunión.

La funzione della Chiesa nell’intelligenza della Fede, Rassegna di Teo-


logia 49 (2008) 13-30.

LA TEOLOGIA PRECONCILIAR

La concepción preconciliar depositum fidei. Según la defini-


acerca de la transmisión de la re- ción del Vaticano I acerca de la in-
velación es, sustancialmente, una falibilidad pontificia, este magis-
teología del magisterio. Se piensa terio reside en forma plena en los
que el magisterio perpetuo e infa- sucesores de Pedro y, en forma
lible de la iglesia es, por voluntad participada y subordinada, en el
del mismo Cristo, el garante su- colegio de los obispos, ora reuni-
premo tanto de la custodia como dos en concilio, ora dispersos por
de la interpretación auténtica del el orbe.
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Detrás de todo está, natural- telecto y voluntad- que rigen la es-
mente, el modelo de iglesia pira- fera del actuar humano.
midal, fruto de la historia de la
iglesia en occidente a partir de la Por supuesto, esta teoría impli-
reforma gregoriana. Con la victo- ca y exige una doble unidad: pri-
ria sobre el imperio en la lucha de mero la del bonum, verum et pul-
las investiduras, el papado cono- chrum como objeto de los actos
ció un proceso de concentración humanos. Esta coincidencia pue-
de poderes que culmina finalmen- de fallar en el nivel natural, pero
te en la definición de la infalibili- es perfecta en el plano de la gra-
dad. cia, porque el Sumo Bien, la Su-
ma Belleza y la Suma Verdad son
En lo que se refiere a la trans- Dios mismo, que puede ser cono-
misión de la revelación, el mode- cido, deseado y amado desde el
lo piramidal funciona sobre la ba- momento en que Él eleva y poten-
se de la distinción entre ecclesia cia el intelecto y la voluntad me-
docens y ecclesia discens: en po- diante la fe, la esperanza y la cari-
sición de preeminencia se halla la dad. La segunda unidad es la del
jerarquía, depositaria del poder de intelecto y la voluntad: en la con-
enseñar; en posición subalterna es- cepción antropológica escolástica,
tán los fieles, llamados a escuchar la secuencia conciencia-deseo-ad-
y a obedecer: Duo sunt genera quisición estructura el acto huma-
christianorum: clerici et laici no, cosa que lleva a la formación
(Decreto de Graciano, siglo XII). del habitus por medio de la repe-
tición, produciendo la madurez del
hombre virtuoso.
La teoría gnoseológica de
Tomás de Aquino Si el punto de partida de este
dinamismo es la conciencia que el
intelecto humano alcanza por la
Este sistema es el último éxito iluminación de la fe, la revelación
de la teoría gnoseológica elabora- no puede ser más que la manifes-
da por la gran escolástica, particu- tación de la voluntad de Dios mis-
larmente por Tomás de Aquino. mo expresada en la verdad de fe.
Para entenderla basta recordar que Evidentemente, se trata de la fides
el fin último del hombre es la bien- quae, no de la fides qua. Se insis-
aventuranza, es decir, la comunión te lógicamente en los contenidos
con Dios. El dinamismo que per- de la fe como conjunto de conoci-
mite alcanzar este fin es el mismo mientos que regulan la vida del
que regula todos nuestros actos: el hombre, en lo religioso y en lo ci-
hombre, criatura racional, ve lo
vil.
que es bueno, desea lo que ha vis-
to, y se mueve a poseer, lo que ha De aquí a concebir la revela-
deseado. Tal dinamismo depende ción como depositum fidei no hay
de las potencias o facultades -in- más que un paso: las verdades de
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fe son, de hecho, el presupuesto el password. Estos ejemplos pue-
fundamental para acceder al cono- den ilustrar bien la función de la
cimiento y, con él, a la salvación. EyT como depositum fidei.
Por tanto, han de ser fielmente
El ejemplo del password acla-
guardadas e infaliblemente inter-
ra la función del magisterio, que
pretadas, a fin de que todos estén
según esta concepción es a la vez
en condiciones de “conocer, amar
una función de protección y de in-
y servir a Dios en esta vida, para
terpretación. Naturalmente, puede
gozarlo en la otra” (Catecismo de
venir la tentación de considerarlo
Pío X). La cuestión de fondo es la
como propiedad privada y de re-
de poder afirmar que la revelación
gular el acceso con criterios arbi-
permanece igual a sí misma con el
trarios. Pero, prescindiendo de las
paso de la generaciones. La solu-
tentaciones, la función del magis-
ción prevé dos momentos distin-
terio es fundamental e insustitui-
tos: primero la individuación de
ble. Para transmitir un material tan
los “lugares” donde se guardan los
delicado (volviendo al ejemplo an-
contenidos de la fe cristiana, que
terior) se requiere un informático
son la escritura y la tradición
que sea competente en el uso del
(EyT); luego, la referencia al ins-
instrumento y que no sólo maneje
trumento más adecuado para una
los documentos como cualquier
transmisión e interpretación infa-
usuario, sino que comprenda todo
lible, o sea el magisterio.
el sistema operativo, incluyendo
la instalación de antivirus.
Depositum fidei y password En este sistema, los fieles son
simplemente usuarios limitados y
pasivos, a los que llega sólo lo que
La EyT son los loci constituti-
se les comunica. En cambio, los
vi donde se hallan todas las verda-
teólogos serían como los técnicos
des necesarias para la salvación.
informáticos que se apoyan en el
En tanto que fuentes de la revela-
magisterio. Éste, como adminis-
ción, son norma normans non nor-
trador único de los programas, los
mata: ninguna autoridad está por
consideraría como hackers si se
encima de ellas, y todo en la igle-
apartaran de las reglas operativas
sia se encuentra bajo esta verdad,
del sistema. Éstas serían las líneas
exactamente, un “depósito”. Sus
que, en el fondo, podrían explicar
riquezas se revelan sólo cuando se
los dolorosos acontecimientos que
entra en la cámara del tesoro -de
se vivieron en torno al Modernis-
la que la EyT son como dos estan-
mo y a la Nouvelle Théologie.
cias- donde las verdades de fe es-
tán ordenadas e inventariadas; o Se comprende entonces cómo
también, hasta que no se entra en el magisterio asume un papel de-
los archivos de una computadora cisivo en la transmisión e interpre-
que sólo se abren a quien conoce tación del depositum fidei y se con-

La función de la Iglesia en la inteligencia de la fe 245


vierte en regla próxima de la diciones para una definición dog-
revelación, es decir, en la única mática correcta, derivada de la
función realmente viva y anima- voluntad de guardar íntegro y sin
da, y, con ello, la única que cum- corrupciones el depositum. Todo
ple la tarea de transmisión e inter- ello, en virtud de la asistencia del
pretación aquí y ahora. Se Espíritu Santo que garantiza el
comprende también la insistencia Charisma veritatis certum de los
en el magisterio extraordinario y pastores, ejercitado en las tres for-
su carácter infalible, por encima mas de magisterio infalible: el del
del magisterio ordinario ligado a papa hablando ex cathedra¸ el de
la predicación y a la catequesis. Y los obispos reunidos en concilio,
se comprende, finalmente, la pre- y el de los obispos en comunión
ocupación por fijar todas las con- con el papa.

LA DOCTRINA DE LA DEI VERBUM

Es sabido que en el Vaticano II 7). Pero “lo que Dios había reve-
el largo proceso de la Dei Verbum lado” no se identifica simplemen-
muestra que se requirió un traba- te con las verdades reveladas. En
jo arduo para desmarcarse de la DV 2 se habla de la “economía de
teoría de las dos fuentes y llegar a la revelación que se hace con acon-
una formulación más acorde con tecimientos y palabras íntimamen-
una concepción renovada de la re- te conexas entre sí”; que tienen su
velación. Si, efectivamente, la re- centro en el acontecimiento de
velación consiste ante todo en un Cristo, en particular en su miste-
encuentro y un dialogo de amor rio pascual, desde el momento en
que Dios establece con el hombre que “la verdad profunda acerca de
(DV 2), la transmisión de la reve- Dios y de nuestra salvación res-
lación no puede consistir en la fiel plandece para nosotros por medio
custodia y transmisión de las ver- de esta revelación en Cristo, que
dades reveladas. Es claro que la es a la vez mediador y plenitud de
cuestión está en la fides qua, no toda la revelación” (ibid.).
en la fides quae.
En esta perspectiva es necesa-
A primera vista el capítulo II rio que la transmisión de la revela-
parece comenzar repitiendo el pen- ción acontezca mediante -o consis-
samiento pre-conciliar: “Dios dis- ta en- la predicación del evangelio
puso benignamente que lo que ha- “como fuente de toda verdad sal-
bía revelado para la salvación de vífica y de la disciplina de las cos-
todos los hombres permaneciese tumbres” (DV 7a). Si lo miramos
siempre íntegro y fuese transmiti- de cerca, se trata de una traducción
do a todas las generaciones” (DV de aquel axioma paulino: fides ex

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auditu (Rm 10, 17), cuya conditio do lo que contribuye a la conduc-
sine qua non es que alguien anun- ta santa y al crecimiento de la fe
cie el evangelio. Esto implica que del Pueblo de Dios” (DV 8a). Vi-
la función extraordinaria del ma- va, también, en lo que toca al su-
gisterio de transmitir infaliblemen- jeto de la tradición, que es la mis-
te la revelación se encuadra en el ma iglesia, ésta “en su doctrina,
dinamismo más amplio de la pre- en su vida y en su culto continúa
dicación del evangelio como fuen- transmitiendo a todas las genera-
te de salvación. Se aplica al evan- ciones todo lo que ella es y todo lo
gelio el texto que antes se aplicaba que ella cree” (DV 8a). Desde un
al depósito de la fe: “para que el punto de vista subjetivo, la tradi-
evangelio se conservase siempre ción se identifica con la misma
íntegro y vivo en la Iglesia, los iglesia en su caminar con la histo-
Apóstoles dejaron como sucesores ria, entre un ya y un todavía no: la
a los Obispos, ‘dejándoles su car- conservación y la transmisión “ín-
go en el magisterio’ ” (DV 7b). tegra y viva” del evangelio en la
Esto quiere decir que la trans- iglesia (DV 7b) no depende de una
misión de la revelación por parte custodia rigurosa de las verdades
del magisterio consiste, en primer reveladas, sino principalmente de
lugar, en la predicación del evan- aquella tensión escatológica hacia
gelio. Y la predicación del evan- el cumplimiento que compromete
gelio es ante todo el “lugar” en el a toda la iglesia en la fidelidad vi-
que la Tradición y la Escritura de vida al acontecimiento originario
ambos testamentos se convierten y a la “predicación apostólica ex-
como en un espejo en el que la presada particularmente en los li-
iglesia contempla a Dios mientras bros inspirados” (DV 8a). Es de-
espera verlo cara a cara (DV 7b). cir, mientras el modelo preconciliar
se centraba en las condiciones que
garantizaban el camino de la igle-
Tradición viva sia hacia la verdad, la Dei Verbum
se centra en el camino mismo (cf.
DV 8a).
La cuestión es cómo esta pre-
dicación apostólica pueda “conser- Desde aquí se comprende el
varse en una sucesión continua cambio de perspectiva y de hori-
hasta el final de los tiempos”. Es- zonte que se da en DV 8b: “Esta
tá claro que la idea de tradición ob- tradición apostólica va creciendo
jetiva ya no funciona: la Dei Ver- en la Iglesia con la ayuda del Es-
bum presenta un dinamismo de la píritu Santo; es decir, crece en la
tradición que tiene como caracte- comprensión de las palabras e ins-
rística principal la de ser “viva”. tituciones trasmitidas cuando los
Viva en su objeto: porque lo que fieles las contemplan y estudian
los apóstoles transmitieron no es repasándolas en su corazón y com-
un sistema de verdades, sino “to- prenden internamente los miste-
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rios que viven, cuando las procla- dría referir al consensus omnium
man los Obispos, sucesores de los fidelium. Se puede advertir, ade-
Apóstoles en el carisma seguro de más, cómo el dinamismo de la tra-
la verdad.” dición es pensado como un proce-
El cambio de registro se perci- so en el que se implica la iglesia
be en dos particularidades del tex- entera, sujeto global de todas las
to: a) la referencia a la predicación funciones de inteligencia de la fe
de los obispos no sólo aparece en y no mera guardiana del deposi-
el último lugar en la lista de facto- tum fidei.
res que contribuyen al progreso de Mirándolo bien, el crecimien-
la tradición, sino que fue algo in- to en la percepción “de las cosas y
cluido sólo al final de la redacción palabras transmitidas” es algo da-
definitiva; b) la formulación del do como condición de existencia
segundo factor de progreso se in- de la iglesia: es el mismo Espíri-
dicaba con la expresión “intima tu, que anima y renueva el cuerpo
spiritualium rerum quam expe- eclesial y lo mantiene unido con
riuntur intelligentia”, a fin de evi- su Cabeza mediante la Palabra, los
tar un término típico del modernis- sacramentos, los carismas y las
mo (experiencia) que había sido virtudes, el que conduce siempre
combatido durante años. a la iglesia hacia la verdad com-
pleta. “Así Dios, que habló en
otros tiempos, sigue conversando
Sujetos de progreso de la siempre con la Esposa de su Hijo
tradición amado; así el Espíritu Santo, por
quien la voz viva del evangelio re-
¿Quiénes son los sujetos que suena en la Iglesia, y por ella en el
se encuentran tras estos factores mundo entero, va introduciendo a
de progreso de la tradición? Si los los fieles en la verdad plena y ha-
que con la sucesión apostólica de- ce que habite en ellos intensamen-
tentan el carisma seguro de la ver- te la palabra de Cristo.” (DV 8c).
dad son los obispos, los dos pri- Este proceso de perceptio re-
meros factores se han de referir a sulta tanto más efectivo cuanto las
los creyentes, que luego se espe- diversas funciones -sensus fide-
cifica que meditan y estudian las lium, magisterio, teología- están
cosas y palabras transmitidas, ha- en actitud de mutua escucha. Se
ciendo experiencia de ellas. Y aun- trata de una sinergia que depende
que la referencia es genéricamen- de la docilidad de la iglesia al Es-
te a los bautizados, se puede tal píritu. El ejercicio de las tres fun-
vez especificar más diciendo que
ciones de manera recíproca y com-
cuando se habla de contemplación
plementaria es signo de la buena
y estudio se puede ver una referen-
salud de la iglesia.
cia a la teología, mientras que la
perceptio per experientiam se po- Con todo, la situación post-
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conciliar parece marcada más por sido un desencuentro entre estas
la conflictividad que por una si- dos funciones que ha ocupado
nergia de las funciones que garan- conflictivamente todo el espacio
tizan el dinamismo de la tradición: eclesial en el que se produce el
muchos teólogos han entendido su proceso receptio-transmissio.
función como alternativa a la del Consiguientemente se ha olvida-
magisterio. Por otro lado, el ma- do el sensus omnium fidelium: el
gisterio ha estigmatizado el disen- Pueblo de Dios, al que el Vatica-
so de los teólogos como fautores no II había dado voz, se ha visto
de un clima de inestabilidad en el de hecho reducido al silencio.
conjunto eclesial. El resultado ha

EL SENSUS OMNIUM FIDELIUM

¿Qué es el sensus omnium fide- da, guiado en todo por el sagrado


lium? El Vaticano II, en la Lumen Magisterio, sometiéndose al cual
Gentium, pone fuertemente de re- no acepta ya una palabra de hom-
lieve esta función: “El pueblo san- bres, sino la verdadera palabra de
to de Dios participa también en la Dios” (LG 12a).
función profética de Cristo, difun-
Una interpretación unilateral
diendo su testimonio vivo sobre to-
ha atribuido esta función a los lai-
do con la vida de fe y caridad y
cos, en una concepción que los
ofreciendo a Dios el sacrificio de
contrapondría a la jerarquía. El
alabanza... La totalidad de los fie-
equívoco se reforzaría en LG 35,
les, que tienen la unción del [Espí-
donde se afirma que Cristo “cum-
ritu] Santo (cf. 1 Jo 2, 20 y 27), no
ple su misión profética hasta la
puede equivocarse cuando cree, y
plena manifestación de su gloria,
esta prerrogativa peculiar suya la
no sólo a través de la jerarquía que
manifiesta mediante el sentido so-
enseña en su nombre y con su po-
brenatural de la fe de todo el pue-
der, sino también por medio de los
blo cuando desde los obispos has-
laicos, a quienes, consiguiente-
ta los últ im os f ieles laicos
mente, constituye en testigos y les
(Agustín) presta su consentimien-
dota del sentido de la fe y de la gra-
to universal en las cosas de fe y
cia de su palabra para que la vir-
costumbres. Con este sentido de la
tud del Evangelio brille en la vida
fe, que el Espíritu de la Verdad sus-
diaria, familiar y social.”
cita y mantiene, el Pueblo de Dios
se adhiere indefectiblemente a la
fe confiada de una vez por siempre
La totalidad de los fieles
a la Iglesia, penetra más profunda-
mente en ella con juicio certero y
la da más plena indicación en la vi- Tanto el tenor del texto de la

La función de la Iglesia en la inteligencia de la fe 249


LG 12 como el significado que en Inmaculada Concepción y de la
la historia del dogma se atribuye Asunción de María fueron defini-
a esta función, de acuerdo con las dos en virtud de la antistitum et fi-
indicaciones de la escritura, no delium conspiratio, o del “sensus
permiten dudar de que se trata de Ecclesiae presente en la Iglesia
una función que hay que atribuir universal en la que vive el Espíri-
a la universitas fidelium, o sea, al tu de la verdad, conduciéndola in-
Pueblo de Dios constituido por la faliblemente al conocimiento de
totalidad de los bautizados. En las verdades reveladas”. Este dato
efecto, LG 12 habla de “la totali- es tanto más interesante cuanto
dad de los fieles, que tienen la un- que el modelo de transmisión de
ción del [Espíritu] Santo”, y esta la revelación se hallaba entonces
fórmula remite, no a los laicos, si- totalmente escorado hacia las pre-
no a todos los bautizados. Además, rrogativas del magisterio como
“esta prerrogativa peculiar se ma- guardián de la revelación. Aunque
nifiesta mediante el sentido sobre- la función del sensus fidelium ha-
natural de la fe de todo el pueblo... bía sido relegada a la marginali-
desde los Obispos hasta los últi- dad en la teología oficial, reduci-
mos fieles laicos”; que es como da a una mera “infalibilidad
decir que también la jerarquía es pasiva” (infallibilitas in creden-
parte de “la totalidad de los fieles do), pudo emerger de nuevo gra-
que no pueden errar en lo que cias a su arraigo en la tradición
creen”. Esto no anula el testimo- teológica.
nio de la iglesia considerada co-
mo totalidad, ya que el magisterio
y el sensus fidelium son dos fun- Los lugares teológicos
ciones distintas y complementa-
rias de la inteligencia de la fe. El
Tratando de responder al cri-
hecho de que también los pastores
terio protestante de la sola Scrip-
participen del sensus fidelium no
tura, Melchor Cano elaboró una
priva a los fieles laicos de su pro-
lista de diez “lugares teológicos”
pia prerrogativa; más bien obliga
en los cuales cualquier teólogo
a afirmar el primado de la fe con-
podía encontrar argumentos para
dividida en la iglesia bajo la Pala-
defender la doctrina auténtica-
bra de Dios, a la cual todos -tam-
mente católica. Dividió estos lu-
bién el magisterio- son llamados
gares teológicos en proprii y alie-
a conformarse fielmente (cf. DV
ni. Los lugares teológicos proprii
10b).
eran siete: la Escritura, la Tradi-
Cuando el Vaticano II insiste ción, la Iglesia católica, los Con-
sobre el sensus fidelium no hace cilios, la Iglesia Romana, los pa-
sino recuperar una doctrina ya am- dres de la Iglesia y los teólogos
pliamente consolidada en la tradi- escolásticos. Los tres lugares alie-
ción teológica. Los dogmas de la ni eran la razón humana, la histo-

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ria y la filosofía. Entre los lugares Esto significaría que la tradición
propiamente teológicos, la EyT teológica sobre la cuestión era tan
eran lugares constitutivi, en tanto relevante que no podía pasarse en
que son los únicos que contienen silencio sin contradecirla o ampu-
y transmiten la verdad de la fe: los tarla. Según la opinión autorizada
otros son interpretativi, porque de Y. Congar: “Si hay una tradi-
garantizan la recta interpretación ción constante en los testimonios
de la revelación. Tres de ellos, en de la Tradición es precisamente
íntima conexión con la EyT, son que el judicium Ecclesiae univer-
infalibles, es decir, regulae fidei: salis errare in his quae ad fidem
La Iglesia Católica, los Concilios pertinent impossiblile est. Aquí
y la Iglesia Romana. Puede verse universalis indica la totalidad, ya
cómo los tres sujetos correspon- sea de la catolicidad actual, ya sea
den perfectamente a la fórmula es- de las sucesivas generaciones de
colástica, es decir, al papa, los creyentes, es decir, de la tradi-
obispos reunidos en concilio y los ción.
obispos en comunión con el papa, Sin pretensión de recordar to-
aunque en un orden distinto, exac- dos los testimonios, bastará aludir
tamente contrario al que luego se a la concepción medieval de la
formularía: la iglesia como con- congregatio fidelium, y también al
junto de bautizados, el colegio de principio quod omnes tangit ab
los obispos reunido en concilio, el omnibus tractari et approbari de-
papa. La definición de la infalibi- bet, frecuentemente aducido por
lidad pontificia en el Vaticano I Congar. Recordemos el canon for-
funcionará como catalizador de to- mulado por Vicente de Lérins:
das las demás funciones interpre- quod ubique, quod semper, quod
tativas, provocando que la infali- ab omnibus creditum est. Desde
bilidad de tres sujetos distintos se aquí se comprende la afirmación
concentrara en un solo sujeto, el de J. H. Newman, de que en la cri-
magisterio de la iglesia (el papa sis arriana el cuerpo de los fieles
por sí mismo, el papa con los obis- se mantuvo más fiel a la ortodoxia
pos en concilio, el papa con todos que el cuerpo episcopal amplia-
los obispos en comunión con él). mente impregnado de herejía.
Aunque globalmente Melchor Este tema tiene su base en la
Cano atribuye la función de ense- escritura: “Yo pactaré con la casa
ñar a los pastores y doctores, con de Israel (y con la casa de Judá)
todo vuelve a proponer la Eccle- una nueva alianza;..: pondré mi
sia Catholica como una de las auc- Ley en su interior y sobre sus co-
toritates infalibles de la iglesia, sin razones la escribiré... Ya no ten-
que obste que el tema se aproxi- drán que adoctrinar más el uno a
maba al del sacerdocio común, su prójimo y el otro a su hermano,
convertido por entonces en objeto diciendo: “Conoced a Yahveh”,
de polémica con los protestantes. pues todos ellos me conocerán del
La función de la Iglesia en la inteligencia de la fe 251
más chico al más grande...” (Jr 31, creer y vivir: en efecto, sensus sig-
31-34). El NT retoma ese texto e nifica un conocimiento espontá-
indica que esta promesa se ha cum- neo, ligado a la vivencia de la ex-
plido en la muerte y resurrección periencia cristiana, que se expresa
de Jesús y en el don del Espíritu en unidad de convicciones, valo-
(cf. Jn, 6, 45; 1 Jn 2, 27; 2Co 3, 3; raciones, juicios y decisiones. Co-
Hb 8, 8-12). Se dice que el Espíri- mo conjunto, porque el conoci-
tu “os recordará todo lo que yo os miento de muchos cristianos
he dicho” (Jn 14, 26) y que lleva- puede convertirse en consensus, es
rá a los creyentes “a la verdad decir, convicción de muchos o de
completa” (Jn 16, 13), porque ”los todos en el Pueblo de Dios. Que
ojos de su corazón” serán ilumina- no es la suma de los juicios indi-
dos con “un espíritu de ciencia y viduales, sino la manifestación de
de revelación” (cf. Ef 1, 17ss; otros la fe de la iglesia que se expresa
textos relevantes en Ef 3,18ss; 1Jn como congregatio fidelium y abra-
2,27; 5,20). za a la totalidad de los bautizados.
Se perfila así como una parrilla
construida sobre dos relaciones
Todos los fieles, como axiales -subjetivo/objetivo, perso-
individuos y como conjunto nal/eclesial- en la que se encuadra
esta función eclesial de inteligen-
cia de la fe, fundada en la capaci-
La necesidad de insistir en el
dad de todos y cada uno de sape-
sensus fidelium deriva del escaso
re las cosas de la fe (sensus fidei);
conocimiento que se suele tener de
y esta función pertenece al conjun-
esta función eclesial, que es pro-
to de los bautizados (sensus om-
pia de todos los fieles como indi-
nium fidelium), los cuales expre-
viduos y como conjunto. Indivi-
san un consensus que puede
dualmente, porque el Espíritu
presentarse como voz de la tradi-
otorga a cada bautizado la capaci-
ción.
dad de conocer aquello que ha de

CONSENSO DE OBISPOS Y FIELES


(Antistitum et fidelium conspiratio)

Con todo, el sensus fidelium es gra y viva” de la revelación. Este


sólo una de la funciones de la in- es el punto más difícil, y en él ha
teligencia de la fe, en estrecha re- encallado la recepción del Vatica-
lación con el magisterio y la teolo- no II con diversas reivindicacio-
gía. No se trata aquí de absolutizar nes acerca del lugar y del papel de
una función contra otra, sino de esas funciones. Hablando en po-
ponerlas en una relación fecunda sitivo, se trata de precisar cómo el
que asegure la transmisión “ínte- magisterio, la teología y el sensus
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fidelium se pueden articular en una Pueblo de Dios languidece. Podría
relación de reciprocidad y de cir- decirse que existe como una pro-
cularidad. porcionalidad directa entre la Pa-
labra anunciada por los ministros
El Vaticano II ofreció un mo-
y la fe que se manifiesta en el Pue-
delo convincente de esta recipro-
blo de Dios, tanto en lo que se re-
cidad cuando trató de la relación
fiere a las formas del testimonio
entre el sacerdocio común y el sa-
como en los contenidos.
cerdocio ministerial (cf. LG 10),
sobre la que se basa “la índole sa-
grada y la estructura orgánica de
¿Convergencia de tres
la comunión sacerdotal” (LG 11).
funciones?
La reciprocidad se funda en la di-
ferencia radical de los sujetos en
cada caso: los ministros ordena- Todo esto da lugar a lo que po-
dos, cuya razón de ser es el servi- dría describirse como “aconteci-
cio al Pueblo de Dios, en tanto que miento lingüístico eclesial”, que,
actúan in persona Christi son do- sin embargo, no se agota en la pre-
tados con los tres oficios de ense- dicación de los ministros ni en la
ñar, santificar y gobernar, a fin de respuesta de los fieles. Las pala-
hacer al Pueblo de Dios capaz del bras y los gestos, las experiencias
culto espiritual; por su lado, el y convicciones que la acompañan
Pueblo de Dios, en virtud del ser- necesitan siempre ser interpreta-
vicio de sus ministros, puede ofre- das. Surge aquí la función “críti-
cer a Dios aquel culto espiritual ca” de la teología, que verifica la
que es el ápice de la existencia experiencia presente confrontán-
cristiana, en su dimensión proféti- dola con el pasado y abre la puer-
ca, sacerdotal y real. ta a nuevas formas de expresión
con el fin de “dar razón de las es-
Dentro de esta reciprocidad
peranzas que tenemos de la vida
hay que situar la relación entre el
eterna” (1 Pe 3, 15).
magisterio y el sensus fidei, que la
LG 12 describe como una partici- Es obvio que los diversos su-
pación del Pueblo de Dios en la jetos han de coimplicarse en todo
función profética de Cristo. La co- el proceso, ya que sus funciones
rrelación origina un círculo virtuo- son complementarias dentro del
so: en la medida en que los minis- dinamismo único de la tradición
tros ordenados ejercen con mayor viva. La cuestión es dónde y en
solvencia la predicación, los fie- qué condiciones se ha de dar la re-
les crecen en la vida de la fe; y, al lación de reciprocidad y de circu-
contrario, cuando la palabra que laridad de las tres funciones, dado
se anuncia -en la liturgia, en la ca- que los tres sujetos tienen un pa-
tequesis y también en la vida- re- pel “activo” en la función eclesial
sulta contradictoria y desprovista de la inteligencia de la fe. Dicho
de testimonio, la vida de fe del de otra manera, se pregunta cómo
La función de la Iglesia en la inteligencia de la fe 253
el sensus fidelium, además de ser Las iglesias particulares y la
voz de la iglesia, puede tener tam- sinergia de las funciones
bién voz en la iglesia. Y esto, no
sólo porque en la época de la co- Para resolver la cuestión de la
municación de masas el conjunto circularidad de las tres funciones
de los fieles tiene menos voz que resulta más útil examinar los ca-
un único opinion maker -sea teó- sos en los que se ha dado la cola-
logo u obispo-, sino también por- boración; o bien, averiguar si exis-
que, cuando se trata de establecer te un “lugar” en el que las tres
el consensus como voz de la tradi- funciones se manifiesten en una si-
ción, son siempre los otros -la teo- nergia que aporte una gran fuerza
logía y el magisterio- los que se a la voz de la iglesia. A mi pare-
encargan de de hacerlo. cer, el lugar privilegiado en el que
El tema no es fácil de diluci- puede darse esta sinergia es el de
dar, ya que se entrecruzan dinámi- las iglesias particulares “en las
cas que tienen mucho que ver con cuales y a partir de las cuales exis-
la sociología. Se puede tener la te la Iglesia católica única y una”
tentación de resolver la relación (LG 23). Es en ellas donde se ha-
entre los sujetos sobre la base de ce presente la iglesia “una, santa,
la fuerza respectiva, medida por- católica y apostólica” (cf. CD 11).
centualmente por la opinión públi- En realidad, lo que en ellas se ma-
ca. Ahora bien, si no son los pro- nifiesta es una forma particular de
cesos propios de la opinión ser iglesia según las diversas situa-
pública los que han de garantizar ciones históricas, culturales y so-
un “derecho de palabra” en el Pue- ciales que caracterizan una deter-
blo de Dios, se corre el riesgo de minada porción del Pueblo de
mantenerse en afirmaciones de Dios. Según el pensamiento del
principio que luego no se hacen Señor, es la misma iglesia la que,
reales en la vida de la iglesia. Sos- siendo universal por vocación y
tener que la universitas fidelium por misión, cuando echa raíces en
participa de la función profética de la gran variedad de terrenos cultu-
Cristo puede ser una operación rales, sociales y humanos, asume
miope que a la larga suscitará es- en cualquier parte del mundo ros-
térilmente la conflictividad y la tros y expresiones externas diver-
desafección en la iglesia. sas. Esto vale no sólo para el cul-
to o para la praxis eclesial, sino
La cuestión es si puede haber también para el mismo testimonio
alguna forma concreta por la que de la fe: es en la iglesia particular
el sensus fidelium pueda alcanzar donde se realiza al máximo aque-
voz activa en la iglesia, de suerte lla antistitum et fidelium conspira-
que pueda participar en la deter- tio que el Magisterio pontificio pu-
minación del consensus. so como fundamento de los dogmas
marianos, y que la Dei Verbum re-

254 Dario Vitali


tomó luego como modelo de trans- una actualización original del
misión de la revelación. Dice, en evangelio, se repite el dinamismo
efecto, que “el Pueblo santo, uni- de circularidad de las tres funcio-
do a sus pastores, persevera cons- nes: la del magisterio, propia del
tantemente en la enseñanza de los obispo rodeado de su presbiterio;
apóstoles y en la comunión en la la del sensus fidei, que se manifies-
fracción del pan y en la oración, ta en la vida del Pueblo de Dios; y
de manera que en el conservar, la de la teología, que puede resul-
practicar y profesar la fe transmi- tar empobrecida a causa de las ur-
tida, singularis fiat antistitum et fi- gencias eclesiales que reclaman to-
delium conspiratio” (DV 10a). Es- das las fuerzas para la acción
ta conspiratio alcanza su punto pastoral. Esto último produce ine-
máximo cuando el Pueblo de Dios vitablemente un cortocircuito: sin
se congrega alrededor del obispo un control “crítico” de la vida ecle-
rodeado por su propio presbiterio: sial, el testimonio de la fe se atro-
es la praecipua manifestatio Ec- fia y se apaga. Esto explicaría la
clesiae de carácter cultual, que exi- debilidad e incapacidad de prota-
ge que se haga concreto también gonismo que sufren hoy general-
el plano de la participación profé- mente las iglesias particulares, re-
tica y real en el sacerdocio de Cris- ducidas a la administración
to. Esto acontece en aquella forma ordinaria de lo que hay, sin capa-
original de vida cristiana que po- cidad de impulso profético.
dría llamarse “espiritualidad dio-
Pueden fácilmente imaginarse
cesana”.
las consecuencias cuando se iden-
De hecho cada una de las igle- tifica el sujeto de la conspiratio en
sias particulares, con su historia cada iglesia particular. Si las igle-
peculiar, sus tradiciones ligadas a sias madurasen en la conciencia de
personas, lugares, itinerarios y for- ser portadoras de un modo pecu-
mas de religiosidad, por la reali- liar de comprender y de vivir el
dad sociocultural en la que está evangelio, sabrían también que
arraigada, por las situaciones y son voz de la tradición: natural-
acontecimientos que la afectan, mente, una de las voces, pues hay
expresa un modo propio de ser co- tantas voces cuantas son las igle-
munidad de salvación. Todo esto sias particulares; y una voz que el
caracteriza el modo de vivir y de obispo particular llevaría al cole-
sentirse cristiano en aquella igle- gio episcopal, uniéndola a las vo-
sia concreta: los que pertenecen a ces de las otras iglesias. De esta
ella, como en un proceso educati- suerte se volvería a la Ecclesia Ca-
vo, van siendo configurados por la tholica como sujeto interpretativo
experiencia de fe que viven en su de la revelación y a un ejercicio
comunidad. Dentro de esta “espi- factible de la tercera forma de in-
ritualidad diocesana”, en la que se falibilidad del Magisterio, la de los
hace patente una comprensión y obispos esparcidos por el mundo

La función de la Iglesia en la inteligencia de la fe 255


en comunión con el papa. Enton- fidelium sería verdaderamente fru-
ces, la tradición podría describirse to de la participación de todos en
como la sinfonía de las traditiones aquel sensus Ecclesiae que es el
de todas las iglesias, el testimonio único que puede custodiar y pene-
de fidelidad al evangelio por par- trar indefectiblemente la fe trans-
te del “Cuerpo de las Iglesias” (cf. mitida de una vez por todas a los
LG 23b); y el consensus omnium apóstoles (cf. DV 8a).

Tradujo y condensó: JOSEP VIVES

El Concilio no puede y de ningún modo debe suprimir el carácter huma-


no de la Iglesia; también después del Concilio ella seguirá teniendo la necesi-
dad de renovación. Y seguirá teniéndola siempre hasta la vuelta del Señor. El
Concilio, cuyos testigos somos nosotros, tiene, y no en último término, el sig-
nificado de ser una confesión de esta continua necesidad de renovación de la
Iglesia y de rogar al Señor, en esta nuestra hora histórica, por tal renovación,
tendiéndole para este fin la mano abierta…
El Concilio todavía no podrá producir la unión completa de la cristiandad,
pero sí podrá hacer saber nuevamente cuánto ya se tiene en común y cuánto
estamos, en el fondo, ya unidos, si tan sólo nos tomamos el trabajo de verlo y,
en lugar de contemplar las tumbas que nos separan, prestar atención a lo mu-
cho que nos une. Aquí también tendrá efecto la decisión fundamental del Con-
cilio: guiarse por el sí, lo afirmativo, en lugar del anti, lo negativo, y así vivir de
nuevo el peso de esa unidad fundamental…

JOSEPH RATZINGER, La Iglesia se renueva, Buenos Aires 1965

256 Dario Vitali

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