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Bacterias de importancia agronómica

Fijación de Nitrógeno
El descubridor del nitrógeno, en la atmosfera, fue Antoine Laurent Lavoisier (1743-1794)
pero fue Jean Antoine Chaptal (1756-1832) quien le dio el nombre de Nitrógeno ¿Cómo
circula el Nitrógeno en el ambiente? El nitrógeno es un constituyente esencial para el
metabolismo de proteínas, ácidos nucleicos y algunas vitaminas.
Constituye el 78% en la atmosfera, pero a pesar de su abundancia, no puede ser utilizado
en forma directa desde el aire, por ser un gas inerte. El Nitrógeno molecular “fijado” para
ser aprovechado por los seres vivos. El ácido de nitrógeno es originado por abonos,
quema de combustibles industriales, que cae a la tierra cuando se combina con las
descargas eléctricas de las tormentas formando las lluvias acidas.
El nitrógeno (N2) atmosférico puede ser aprovechado cuando las bacterias, hongos y
cianobacterias, lo “fijan” y se forma el (NO3). Las plantas y por ende los animales lo
toman y producen en sus desechos (NO2) nitrito y (NH3) amoniaco. Algunas bacterias se
encuentran en simbiosis con plantas y se relacionan a través de las raíces. Otra fuente de
Nitrógeno proviene de la descomposición de la materias orgánica muerta.
Después de la putrefacción, se libera (N2) al ecosistema en forma (NH3).
Los residuos de nitrito y amoniaco, pueden tomar dos caminos, pueden realizar el proceso
de “nitrificación” mediante bacterias Nitrobacterias y forman nuevamente nitrato, para ser
utilizado por plantas y animales o bien, realizar el proceso de “desnitrificacion” y liberar
nitrógeno a la atmosfera gracias a los Basilius y Pseudomonas, y a si se cumple el ciclo
en el cual todo ser vivo, incluyéndonos, participan.
NITRIFICACION

(NO) OXIDOS
FIJACION
(N2) NO3
DESNITRIFICACION 1

3 2

NO2

NH3

1) Bacterias – hongos – cianobacterias


2) Nitrobacter
3) Basilium - pseudomonas
Rotación de cultivos ¿bueno o malo?

Un ensayo del INTA Paraná, Entre Ríos, determinó que la rotación de cultivos es una
estrategia de manejo que protege los recursos naturales, favorece la infiltración del agua,
previene la erosión (erosión es la perdida de la fertilidad del suelo y de factores de
corrientes hídricas y de aire, ósea suelos sin vegetación ) y conserva los nutrientes.
Comparada con el monocultivo de soja, la rotación de cultivos disminuye la pérdida de
suelos de 5.000 a 1.100 kilos por hectárea por año, lo cual permite conservar nutrientes y
quintuplicar la capacidad productiva. Los datos se desprenden de una investigación
realizada por el grupo Recursos Naturales del INTA; la importancia de incorporar como
estrategia la rotación de cultivos bajo siembra directa –maíz, trigo/soja– por considerarla
una práctica adecuada para proteger al suelo, favorecer la infiltración del agua
(infiltración es el proceso por el cual el agua en la superficie de la tierra entra en el
suelo) y prevenir la erosión.
Los monocultivos, aun bajo siembra directa, pueden generar una importante pérdida de
suelo por erosión hídrica y disminuir la productividad debido a la pérdida de nutrientes y
carbono. De acuerdo con una investigadora del INTA de Paraná, “los monocultivos, aun
bajo siembra directa, pueden generar una importante pérdida de suelo por erosión hídrica
y disminuir la productividad debido a la pérdida de nutrientes y carbono”.
La siembra directa, desde su implementación en la década del 90, permitió mejorar la
calidad de los suelos –mediante un control efectivo de la erosión–, incrementar la materia
orgánica presente en función de la rotación de cultivos y mejorar el aprovechamiento del
agua.
La rotación de cultivos es necesaria para garantizar la sustentabilidad de los
sistemas de producción agrícolas a largo plazo, especialmente por el aporte de
materia orgánica de los distintos cultivos: “En el caso del maíz, éste es importante y
contribuye a reducir el deterioro de la estructura física del suelo. La soja aporta mucho
menos”.

El miembro del INTA también ejemplificó: “Si alguien alquila un campo por una o dos
campañas, no va a notar diferencias en los rendimientos, porque los efectos no se
observan en el corto plazo. Por lo tanto, el productor arrendatario con un horizonte
temporal reducido, tiende a optar por la alternativa menos riesgosa, aunque no siempre
más rentable en los papeles. La soja es una apuesta más segura porque es más
sencillo de conducir, requiere un menor desembolso al inicio de la campaña y, en
general, es bastante tolerante a los factores negativos, tanto bióticos (plagas y
enfermedades) como abióticos (sequías, inundaciones)”. A diferencia de otros
cultivos, la soja además no presenta cupos de exportación.
Agricultura sustentable

La agricultura hace uso de recursos naturales, como el agua y el suelo, para proveer al
ser humano de servicios, tales como alimento y ropa. Es una de las actividades
antropogénicas más importantes, y su correcta y eficiente realización es crítica para el
desarrollo socioeconómico de un país, por lo que constituye un aspecto clave en el
proceso del desarrollo sustentable.
Actualmente, los países están consientes de que es necesario convertir a sus sectores
agrícolas en sustentables. La demanda de bienes agrícolas, sobre todo alimentos y fibras,
seguramente aumentará; de hecho, las proyecciones actuales sugieren que para el año
2025 habrá tres mil millones más de personas que alimentar y vestir. Sin embargo, las
posibilidades de un desarrollo sustentable estará cada vez más lejos si no se logran
contener y revertir los procesos de deterioro ambiental; principalmente, la deforestación,
los incendios forestales, la degradación de los suelos, la sobreexplotación, la
contaminación del agua y la pérdida de biodiversidad.

Definición de la agricultura sustentable


Teniendo en cuenta lo anterior, se crea el concepto de agricultura sustentable, que es
aquella en la que el sistema mismo genera los recursos necesarios para mantenerse a
largo plazo. En otras palabras, es la actividad que permite tener una producción de
alimentos y de fibras vegetales, sin poner en riesgo la conservación de recursos naturales
ni la diversidad biológica y cultural para las futuras generaciones.
Hoy en día no existe una definición consensada del término agricultura sustentable, ya
que el concepto varía con la disciplina del pensador y con la escala del sistema de
estudio. Dentro de las muchas definiciones, la propuesta por la Sociedad Americana de
Agricultura (American Society of Agronomy en inglés) en 1989 cita lo siguiente: “una
agricultura sustentable es aquélla que, en el largo plazo, promueve la calidad del medio
ambiente y los recursos base de los cuales depende la agricultura; provee las fibras y
alimentos necesarios para el ser humano; es económicamente viable y mejora la calidad
de vida de los agricultores y la sociedad en su conjunto”.

Características de la agricultura sostenible


Los componentes de una agricultura sustentable no son sólo económicos, sino también
ecológicos y sociales. Por eso, en casi todas las definiciones se presentan los siguientes
elementos:

• El mejoramiento y la conservación de la fertilidad y de la productividad del suelo con


estrategias de manejo (insumos de bajo costo).
• La satisfacción de las necesidades humanas.
• La viabilidad económica.
• La equidad y mejora de la calidad de vida de los agricultores y de la sociedad.
• La minimización de los impactos, protección y mejoramiento del ambiente.
• La durabilidad del sistema en el largo plazo en lugar de la rentabilidad de corto plazo.

Es decir, la agricultura sustentable debe abarcar las dimensiones económicas, sociales y


ambientales.

Métodos para lograr una agricultura sustentable


Las prácticas promovidas para el desarrollo de la agricultura sustentable son: cultivos
tradicionales, abonos verdes, rotación de cultivos, integración de sistemas agrícola-
pecuarios y sistemas agro-forestales. Estos últimos, se convierten en agroecosistemas
que permiten crear sistemas para la obtención de plantas o animales de consumo
inmediato o transformable, sobre los ecosistemas naturales. Estas técnicas
agroecológicas tienen como objetivo mejorar el equilibrio del flujo de nutrientes y
conservar la calidad de los suelos, fomentar la agrobiodiversidad, minimizar el uso de
insumos externos y conservar y rescatar los recursos naturales.
La sustentabilidad en la agricultura con frecuencia se puede mejorar al combinar prácticas
tradicionales con tecnologías modernas, como la siembra simultánea, agro silvicultura,
silvipastura; así como la rotación y la labranza de conservación. El beneficio de estas
prácticas consiste en que los cultivos explotan diferentes recursos ó interactúan entre sí,
evitando la erosión y pérdida de nutrientes.

La ciencia en el campo
Las prácticas de manejo científico, que se basan en una inspección frecuente y detallada
de las condiciones de la parcela, fomentan también la sustentabilidad agrícola. Mediante
el uso de computadoras se hace el seguimiento de los niveles de nutrientes del suelo y su
captación por las plantas cultivadas. Así, los agricultores pueden administrar dosis
precisas de fertilizantes y pesticidas que no sean ambientalmente dañinos y, de esta
manera, reducir la cantidad e nutrientes excedentes que se liberan al medio. Si se utilizan
controles biológicos, como son los parásitos y predadores, el agricultor puede prescindir
de pesticidas químicos

 Administración del agua


La calidad de la tierra puede mejorarse con un drenado eficiente de la misma. Una
incorrecta administración del agua afecta no sólo la calidad del suelo, sino a los ríos y a la
vida silvestre que dependen de ella. Además del drenado de la tierra para que esta no se
pudra, los granjeros deben tratar de cultivar solamente productos propios de la región,
pues será más sencillo que tales alimentos se adapten al clima local. Implementar un
sistema de recolección y almacenamiento de agua de lluvia es necesario para irrigar la
tierra sin utilizar los mantos freáticos.
Mantenimiento de la tierra
Métodos tradicionales como el arado aseguran que la tierra tenga movimiento y que
puedan aprovechar el aire. Los fertilizantes naturales como el estiércol o los cultivos de
cobertura, así como el uso de cenizas de carbón natural también pueden mejorar la
calidad de la tierra, y por ende, la calidad del cultivo.
Limpiar la tierra a mano
En grandes extensiones esto ha dejado de ser posible, pero eliminar la cizaña y los
hierbajos utilizando químicos será contraproducente. Lo mejor es cortar y pacer la tierra
antes de que la hierba mala aparezca y se reproduzca.
Variedades de cultivo
No es recomendable plantar siempre el mismo tiempo de semilla. Utilizar distintas
variedades de la misma especie asegura que la diferencia genética produzca cultivos más
fuertes. Las semillas transgénicas tratan de sustituir este proceso que las semillas
realizan por sí mismas a través del tiempo; cabe decir que es mejor utilizar semillas no
transgénicas.
Venta de cultivos locales
Empacar, transportar y almacenar cultivos también genera un consumo innecesario de
energía. Utilizar semillas locales no sólo reduce la huella de carbono sino que permite que
los beneficios económicos del cultivo permanezcan en la comunidad.
Atraer animales que no dañen el cultivo
Antes de la aparición de los pesticidas, el hombre atraía a los depredadores de aquellos
animales que diezman el cultivo. Algunos granjeros construyen refugios para pájaros y
murciélagos que se alimentan de insectos; incluso compran mariquitas (catarinas en
algunos países) para alimentarse de las plagas.
Rotación de cultivo
Otra técnica milenaria para mantener la calidad del suelo y permitir que los nutrientes
vuelvan a estar disponibles para las siguientes siembras. También puede ayudar a
deshacerse de enfermedades o plagas que afectaran a los cultivos anteriores

Bibliografia

http://chequeado.com/ultimas-noticias/la-nacion-la-argentina-posee-una-rotacion-
claramente-deficiente/
http://intainforma.inta.gov.ar/?p=31736

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