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Cama.

Cuando no quiero pensar, en las tardes, cuando algo me da picazón y dolor en el


estómago, intento dormir; llevo intentándolo media hora en un terrible calor de las 4 de
la tarde, la cama suda tanto como mi cuerpo y siento que me quiere vomitar de sus
cobijas; no miento más, me levanto con cara de muerto que digo muerta, tengo las uñas
de los pies sucias muy amachadas y por eso aún después de todo este cambio sigo
poniéndome tenis, zapato cerrado.
Parece que hubiera estado dormida una eternidad y está tan revuelto todo, que
cualquiera creería que aquí follaron dos rinocerontes (suspiro) ojala!!
Ojala es un palabra manipulada a lo largo de la historia que cobro sentido pero en su
primer momento era la súplica medio arrastrada de los hombres a el dios Alá
Eso Lo dijo un niño maricón en alguna clase de un viernes a las 7 am de la mañana.
Oh alá
Te lo suplico alá
(Suspiro) ojala
¿Dónde estará ahora?
Mierda que sensación en el estómago, que pensadera.
Es muy temprano para estar llamando al dolor de estómago.
Cuando me obligo a dormir, el sentimiento con el que me acuesto que nunca es grato
invade mis sueños, me acuerda mucho de mama forzándome a dormir temprano y todo
los demás, por ahí prendiendo y apando luces, despiertos; ahora, yo, sola me exijo
dormir, perderme en ese estado de reposo autoimpuesto, supongo que como mama, no
sé qué otra cosa hacer y pretendo que quedarme quieta inconsciente, dormida para no
buscar ni merecer respuestas de Alá ni de mi sabiduría.
Las imágenes que aparecen en mi cabeza son siempre gruesas, ralentizadas como
empapadas de un líquido turbio que lo hace todo terrible y lento, muy conflictivas, hoy
por ejemplo soñé… (Voy caminando hacia la ducha me miro los dientes en el espejo sobre
el lavamanos paso mi lengua de un molar a otro y escupo) que era una orca, una ballena
asesina, blanca y negra.
¡Quiero una cerveza!
Abro la nevera, Un esmalte, un huevo con una fisura, media barra de mantequilla, un
pedazo de tomate o pimentón, no sé muy bien que es, unas gotas para la conjuntivitis, ajo
y algo envuelto en papel aluminio que no recuerdo y que no me atrevo a abrir.
Está bien, no soy exigente; medio vaso de jugo de mora reposado.
Me lo bebo de un sorbo; tengo tanta sed que podría tomarme todo el líquido del mundo.
Tal vez…Todo el líquido que sale de mis piernas, cuando pienso en sus piernas que
caminaban junto a las mías .es como un circulo, como una especie de espiral grotesca,
pero deseada; bebo lo que bebo porque lo veo cuando me ve y eso me hace tener sed, me
hace beber.
Escucho leves gotas de agua
Ducha, la abro por completo, deseo sacarme el calor de enzima, me gustaría estar fresca,
oler a flores, ser un encanto, pero cada vez que salgo reafirmo que soy parte de la urbe,
soy como un pedazo de poste de luz que algún niño pinto en navidad pero que ahora está
negro por el humo, el orín de perro, la lluvia y la nieve.
Aquí no nieva. Me gustaría ver la nieve pero no en otro sitio, a mí me gustaría conocerla
aquí,en estas calles que ya están vueltas mierda y en esta gente que no tiene nada para
ponerse enzima y verse bellos en la mitad de esa capa blanca, aquí, esto, no sería para
nada como una peli . De pequeña siempre quise conocer la nieve, aquí, quería que callera
frente a la casa; de pequeño creía que si yo pedía a solas un deseo, en la puta vida se me
cumpliría, que no tenía la suficiente fe para lograrlo, de pequeño creía que si convencía a
unos cuantos de querer nieve en la calle den frente, de pronto, tal vez algún día veríamos
un copo tocar nuestras caras. Cuanta gente abra deseado que yo fuese macho, por lo visto
pocos.
En fin, en vez de nieve, la simple intemperie que es la nieve cotidiana del latino,
resquebraja la pintura de aceite que el niñito puso en ese poste.soy igual que todos ellos,
huelo maluco y no tengo la piel tersa.
Puerta calle :

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